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El hormigón de cemento, o concreto, es la única roca fabricada por el hombre.

Hay muchas
clases de hormigón, según el aglutinante o pegante que se use, pero el de cemento Pórtland,
que a propósito es el pegante más barato y más versátil que existe, es el único que adquiere
las características de la roca en resistencia a la compresión, duración, impermeabilidad, peso
unitario, dureza y apariencia, entre muchas otras. El concreto, como comúnmente se le
denomina en nuestro país, no es un bien genérico como las piedras naturales o la arena, sino
un material de construcción que se diseña y se produce de conformidad con normas rigurosas,
para los fines y aplicaciones que se requieren en un proyecto determinado y con las
características de economía, facilidad de colocación y consolidación, velocidad de fraguado y
apariencia adecuada según su aplicación. Estos hechos no son bien conocidos o
frecuentemente olvidados. Otro tanto acontece con los morteros, su fabricación, usos y
aplicaciones.
El cemento y sus derivados, el concreto, los morteros y todos sus subproductos son resultados
de “diseños”, trabajos reales de ingeniería, susceptibles de toda acción de ajuste, modificación
y, lo que es más importante, de optimización. Ello no debe implicar que hacer un buen
concreto sea difícil. La experiencia ha confirmado que los materiales y procedimientos de un
concreto bueno y uno malo pueden ser los mismos y que la diferencia entre los dos radica en
los criterios juiciosos que se aplican durante su diseño, elaboración, colocación, curado y
protección; lo cual en ningún momento genera un costo adicional como generalmente se cree.
Estas elementales consideraciones, que deben ser tenidas en cuenta por quienes tienen en sus
manos la preparación de especificaciones, construcción o supervisión de obras de interés
público o privado, ponen de presente la necesidad de estudiar, conocer e investigar nuevos
materiales y soluciones que permitan mejores formas de hacer las cosas, de disminuir los
costos y, en general, de mejorar la calidad de vida de nuestros compatriotas. Porque
precisamente los países en vía de desarrollo, los que viven una permanente angustia
económica, donde los recursos son verdaderamente escasos, son los países que,
paradójicamente, no pueden darse el lujo de despilfarrar recursos, ni de improvisar soluciones,
ni de acometer obras transitorias, pues todas estas acciones se traducen en mayores costos
para la comunidad y en demora de las soluciones sociales requeridas. En ello, el concreto
compite ampliamente frente a otros materiales de construcción.
Por otra parte, es menester destacar la necesidad de “adaptar” las tecnologías foráneas a las
condiciones técnicas, económicas, financieras y sociales del país o de la región receptora. No
es dable, o por lo menos es un riesgo innecesario, pretender trasladar técnicas de un lugar a
otro sin antes evaluar las consecuencias de la adopción y hacer los ajustes necesarios para
obtener las ventajas buscadas sin sorpresas o sobresaltos.
Dentro de los anteriores órdenes de ideas, el cabal conocimiento de las propiedades y
características de materiales como el concreto y el mortero en el ejercicio de la Ingeniería, la
Arquitectura y la construcción modernas, permitirá mejorar cada vez más las relaciones
beneficio/costo de una estructura de concreto simple o reforzado y optimizar estos recursos
en la edificación. Esta obre pretende ser u modesto aporte a ello.

Para cualquier autor resulta satisfactorio que su obra tenga una amplia difusión a medida que
pasa el tiempo. Quince años han trascurrido, desde la primera aparición de esta obra como
documento de soporte del curso de “Tecnología del Concreto”, dentro del Programa de
Educación Continua de la Facultad de Ingeniería de la Pontifica Universidad Javeriana, y trece
desde que la Oficina de Publicaciones de la misma Universidad lo imprimió formalmente, para
quienes toman el mismo curso a nivel de pregrado. Lo interesante de este proceso es que un
gran número de Facultades de Ingeniería y Arquitectura del país y del extranjero, así como
muchos profesionales, lo han adoptado, igualmente, como texto guía o Libro de consulta. Ello
puede interpretarse y denotar el creciente interés e importancia que han adquirido el concreto
y el mortero como materiales de construcción en Colombia y Latinoamérica.

Lo que se enfatiza en esta obra es la adaptabilidad de estos materiales a una amplia variedad
de usos y aplicaciones que los han convertido en un verdadero medio universal de
construcción. Pues han demostrado tener una versatilidad ajena a cualquier otro material, y
tienen la ventaja adicional de que se pueden elaborar con componentes que en su mayoría
están disponibles localmente, Sin embargo, la investigación y el desarrollo de nuevas
tecnologías y aplicaciones es interminable. Los conocimientos avanzan, y por ello se ha
elaborado una nueva edición.
En esta oportunidad no solo se han actualizado los últimos avances y aspectos relativos a la
normalización de los componentes del concreto y el mortero, sino que también se han
ampliado algunos temas sobre propiedades, control de calidad, producción y manejo del
concreto.
Del mismo modo, se replanteó enteramente el capitulo 11, con base en una nueva adaptación
que se hizo de la excelente metodología que sigue el Comité A.C.I.-2111 para diseñar mezclas
de concreto de peso normal, y que la hacen más adecuada a las condiciones y materiales del
medio colombiano. Dentro del replanteo presentado en este capítulo, cabe destacar lo
siguiente:
En primer lugar, una guía más especifica de la consistencia requerida por el concreto para
diferentes tipos de construcción y condiciones de colocación y consolidación.
En segunda instancia, unas nuevas tablas de estimación del contenido de agua de mezclado,
por volumen unitario de concreto, para producir diferentes asentamientos en mezclas con y
sin aire incluido, teniendo en cuenta, además, la demanda de agua para partículas de agregado
de forma redondeada y textura lisa, o para partículas de agregado de forma angular y textura
rugosa.
Como tercer aspecto, la inclusión de la determinación de la resistencia de diseño de la mezcla,
como un pasó más del proceso.
En cuarto y último lugar, la estimación de las proporciones de agregados por dos vías: una,
usando el valor b/bo que tradicionalmente ha empleado el A.C.I.-2111 para agregados que
cumplen las granulometrías propuestas en la norma A.S.T.M. C 33 (ICONTEC 174); y otra,
utilizando el método gráfico que puede ser alternativamente empleado con agregados cuya
gradación puede estar dentro o fuera de los limites de las especificaciones granulométricas, ya
que se procede a optimizar se granulometría a través de una curva continua de gradación
propuesta por el autor.
Finalmente, se insertó un nuevo y último capítulo sobre concreto por especialidad y sobre
nuevas tecnologías, que contempla un compendio de clasificaciones y tipos de concreto, según
sus propiedades y características, según el sistema de colocación que se emplee, y según los
desarrollos y nuevas tecnologías que ha habido en años recientes.
Aunque el ICONTEC se refiere en sus normas técnicas al Hormigón y no al Concreto, en esta
segunda edición del libro se sigue utilizando extensamente ésta última denominación, que es
la más común en nuestro país.

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