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Efectos de la globalización en México

La palabra globalización se comenzó a utilizar en las escuelas de negocios de los


Estados Unidos de América a principios de los 80. El pensamiento liberal lo adoptó
rápidamente y se convirtió en el centro de su discurso, especialmente por la
preeminencia que a través de esos términos se le ha dado a la actividad de la empresa
privada en relación a la actividad de los distintos gobiernos y por la idea de
desregulación.

Una nueva fase de la internacionalización de los mercados

Algunos escritores mencionan que la globalización es un fenómeno, producto de la


quinta esencia de Occidente, y la definen como una nueva fase de la
internacionalización de los mercados, que pone en dependencia recíproca a las firmas y
a las naciones o como el conjunto de procesos que se están produciendo en forma
simultánea.

El conjunto de estos procesos es presidido por el desarrollo de las fuerzas productivas,


otros mencionan que se trata de un proceso de occidentalización del mundo, tomando en
cuenta que el Occidente es Estados Unidos y la Unión Europea.

El concepto de globalización

Algunos otros afirma que existen dos tipos de globalización, la que se refiere al carácter
financiero, basado en los aportes tecnológicos y en la apertura de los mercados
comerciales y la otra globalización que se refiere a las transacciones de bienes y de
servicios que se realizan a nivel mundial. Existe un mayor número de rubros dentro de
la globalización y es inadecuado generalizarla, ya que, la globalización se divide en
globalización mercantil, financiera, de servicios y una última muy importante y la más
afectada que sería la globalización social y cultural.

La globalización en México

Desde un principio, el proceso de globalización de México nunca fue planeado, ya que


no se hicieron las necesarias reformas estructurales que el país necesitaba para poder
afrontar la competencia internacional, por ello seguimos en el reto de acondicionarnos a
los procesos de la globalización que siguen en evolución.

Para ello es necesario que México se apropie de las nuevas tecnologías, así como de las
nuevas expresiones culturales y que lleve los avances tecnológicos a sus objetivos
políticos. Al igual de fomentar en la población la ideología de la superación y del
progreso ya que son herramientas esenciales para el progreso del país.

Otro problema que sigue quedando rezagado es que aproximadamente el 50 por ciento
de la población se encuentra separada del proceso de globalización, esto debido a
problemas de materia estructural, ya que las políticas del Gobierno no contemplaban a
las comunidades alejadas, comunidades de indígenas, además de que no están
preparadas para enfrentar el cambio del panorama por la globalización, y sin mencionar
la otra parte de la población que vive en la pobreza y pobreza extrema.
Las políticas de educación y salud llegan demasiado tarde a México

Actualmente la políticas de educación y salud están llegando demasiado tarde, ya que en


materia educativa, después de la firma de TLCAN, se debieron construir preparatorias y
universidades tecnológicas que afrontaran la necesidad de mano de obra especializada
en las diversas áreas de producción que se estaban creando en el país.

La primera universidad tecnológica fue inaugurada por los años de 1999 y cuando
llegaron las transnacionales en el 95 no encontraron mano de obra calificada y optaron
por traerla del extranjero; lo mismo pasó en el campo de la salud, se están haciendo
nuevos proyectos de salud por que las Instituciones de Salud Pública ya están llegando
al colapso y hasta la fecha no se ve un buen resultado.

Efectos de la globalización

México siempre ha sido un país que se administra políticamente, no económicamente,


dado que carecemos de un Modelo Económico de grado, y los políticos se declaran
incompetentes para detener el proceso de devastación económica y social que causa la
globalización, es necesario una nueva política y reformas de fondo, que no solo se
ocupen de poner en práctica mecanismos orientados a propiciar el crecimiento de las
economías y a mantener la estabilidad financiera y de precios, sino también a adoptar
las reformas de primera, segunda y tercera generación.

Las reformas de primera generación van encaminadas a fortalecer el ambiente


macroeconómico de estabilidad y a propiciar un crecimiento de alta calidad. Entre estas
reformas pueden mencionarse: la reforma financiera y monetaria; la reforma tributaria
y; la reforma de estabilidad de precios, que en los últimos años no hemos visto que se
pueda dar, y que las propuestas que se han hecho dan la impresión de que en lugar de
ayudar perjudican más a la economía familiar.

Los programas de reforma del Estado mexicano están lejos de la realidad

Las reformas de segunda generación van en la dirección de promover una mejor


repartición del crecimiento y de acelerar la velocidad del progreso social. Estas
reformas comprenden entre otras: la reforma educativa, teniendo en cuenta que la
educación es cada vez más una variable económica; la reforma del sector salud y; el
mejoramiento de la calidad del gasto público, que de igual forma cada vez va de mal en
peor, el ejemplo vivo es que aún no tenemos presupuesto para este año, la grave crisis
del Sector Salud y su posible privatización.

Las reformas de tercera generación están orientadas a preparar y mejorar el ambiente


nacional para la inversión productiva de largo plazo. Estas incluyen entre otras: la
liberalización del sistema económico; el establecimiento de un sistema regulatorio
simple; la privatización y; la reforma del mercado laboral, en donde tenemos una ley del
trabajo que data de 1917, además de que el ambiente político es muy inestable.

El resultado debe ser que todas las reformas anteriores suponen la existencia de un
marco jurídico que asegure el imperio de la ley a través de sistemas judiciales
independientes y un programa de reforma del Estado, lo cual se encuentra muy lejos de
la realidad.
Situación actual en México derivada de la globalización

Como consecuencia de la falta de reformas, el estado solo tiene influencia en las


empresas nacionales, mientras que las transnacionales determinan cada vez más el
proceso y determinan las reglas del juego y es en donde el estado benefactor choca con
las fuerzas de la globalización.

México se encuentra como un perdedor en el rubro de la globalización mercantil, ya que


en este sistema hay ganadores: los globalizadores; y los perdedores: globalizados, si no
el modelo no funcionaría.

Desde la entrada de China a la OMC, México quedó relegado al tercer socio comercial
de EU y el primero lo ocupa China y en cuanto a la globalización financiera, México no
juega en ese rubro, porque vendió el 92% de sus bancos, y como dato curioso, ni
siquiera se cobraron impuestos de la venta, ya que fue una transacción en la bolsa de
valores.

Y para rematar, en la globalización de servicios, México ocupa la patética trigésima


posición en exportaciones. Y la noticia es que existen naciones que se establecen como
potencias mercantiles, como China e India, mientras que México sigue sumido en la
decadencia con el proyecto de changarrizacion del actual Gobierno y el modelo de
Bangladesh del Banco Mundial.

México debería seguir el ejemplo económico de China

Mientras que Argentina, Brasil y China, aprovechan la expansión del mercado chino, y
son ellos los actuales proveedores de materias primas como cobre, hierro, soya, algodón
y los empresarios mexicanos siguen durmiendo en sus laureles, además de que China se
convierte en el principal captador de Inversión Extranjera Directa, desplazando a todo
Latinoamérica. Analistas mencionan que México es un caso perdido ante China, a
menos de que México pueda persuadir a sus inversionistas de que le cierren las puertas
al mercado chino, lo cual se ve muy lejos de la realidad.

Solo queda decir que la globalización es buena únicamente para algunos, pero para los
pobres no, tal vez no los deje más pobres pero no les ayuda, mientras las grandes esferas
en el poder, que son la minoría de la población, son las más beneficiadas. Además de
que los beneficios de la globalización no son repartidos equitativamente. Y la clase
media siempre sale pagando los platos rotos.

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