Discurso de la presidenta del patronato DIF Acapulco,

Julieta Fernández de Añorve

Les saludo con mucho afecto y cariño, gracias por haber venido
para contarles un poco de las experiencias vividas durante este año
de trabajo al servicio de las familias acapulqueñas, familias
vulnerables, con hambre, con dolor que no han tenido opciones, ni
oportunidades de vida y de desarrollo.

Nuestro objetivo principal y fundamental en el DIF es la integración

familiar, por lo cual hemos trabajado con familias de carne y hueso,
ofreciéndoles herramientas y recursos que les devuelvan la
esperanza, la dignidad y las ganas de luchar.

Anhelamos una sociedad mas justa, mas equitativa y mas solidaria,

para poder construir este Acapulco al que aspiramos todos, ni todas
las asociaciones civiles ni los recursos que el gobierno aporte son
suficientes, necesitamos muchas voces mas, muchas manos mas,
por que el tamaño del dolor y la desigualdad que vivimos es
inmenso.

Para lograr este sueño necesitamos muchas manos que se

extiendan, muchas conciencias que se conmuevan y ese ha sido
principalmente el trabajo que hacemos en el DIF, conscientísimos y
tocamos los corazones de mucha gente en Acapulco , aun de
funcionarios públicos, aun de ministerios públicos para que
empiecen a levantarse y a ayudar a mucha gente que sin esta
ayuda no podrían salir adelante y solo es posible con el trabajo
conjunto de sociedad y gobierno con esta nueva visión de despertar
conciencias y trabajar unidos tomados de la mano encontrando
caminos todos juntos.

Por eso quiero darles mi aprecio, reconocimiento y gratitud a

muchas mujeres que hoy están aquí presentes del voluntariado,
mujeres muy valiosas que han hecho del trabajo solidario un
proyecto de vida dando un poco de si cada día viviendo a favor de
aquellos cuyas circunstancias han estado en su contra.

Así mismo quiero agradecer a los profesionistas que están aquí hoy
presentes, a los empresarios, a los comerciantes, doctores,
directores, maestros de escuelas, lideres de opinión,
comunicadores, lideres populares de colonias, comunidades que
han apoyado al DIF convencidos de nuestro trabajo comprometidos
con Acapulco, gracias por sus donativos, por que este año
obtuvimos mas de 2 millones y medio de recursos materiales y
muchísimos donativos en especie.
Muchos de ustedes me acompañan hoy como invitados especiales
y no les podemos mencionar a todos pero muchas gracias, muchas
gracias por estar aquí.

Estos logros han sido posibles a los pilares que tiene el DIF a su
verdadero capital a todos aquellos que permanecen a pesar de los
relevos gubernamentales, a los trabajadores y trabajadoras
sindicalizados, a los súper numerarios, a los de lista de raya, a
todos los colaboradores, por que no; a todos los sindicatos que han
estado abriendo el corazón para poder apoyar a los que menos
tienen, muchas gracias.

La sociedad en general, nos ha dado su confianza en los programas

y labores del DIF, nos ha bridado su tiempo y esfuerzo y con esto
estamos demostrando que los acapulqueños somos una sociedad
con una enorme capacidad de poder ayudar sin desprendimientos.

Gracias a la solidaridad del gobernador del estado que por conducto

de la señora Roxana Torreblanca Galindo es que hemos recibido
mes a mes apoyos de las despensas para los desayunos infantiles
en 80 escuelas, abatiendo con esto la desnutrición y abriendo la
posibilidad de un mejor futuro, así como el apoyo con los materiales
y herramientas para la instalación de tres comedores comunitarios
el año pasado, haciendo un total de 18 comedores para este año,
de los cuales 7 se instalaran con el apoyo de empresarios
acapulqueños.

Para citar algunos ejemplos: simplemente el programa Apadrina un

Niño creció de 1500 a 19 mil niños apadrinados, se les apoyo con
útiles escolares, mochilas, zapatos y uniformes logrando que
aseguren su permanencia en la escuela, a través de la Escuela
Para Padres, esta es una gran cruzada que sin los 200 voluntarios
que se han dedicado a capacitar a la gente no hubiera sido posible
y lo que hacemos nosotros en esta Escuela para Padres es
instruirlos para que eduquen a sus hijos con amor y dedicación, por
que no queremos que la calle siga educando a nuestros niños, no
queremos una generación más perdida y robada por las drogas, los
vicios y la desintegración familiar.
Otro programa es el de la atención a los adultos mayores que no
tenían ni la fuerza, pero tampoco las condiciones para alimentarse a
ellos mismos, hoy cambiamos las despensas por alimentos
calientes servidos en comedores comunitarios y con todas nuestras
voluntarias hoy les damos esparcimiento, alegría y mucho amor.

Amigos y amigas, cientos de historias suceden diariamente en el

DIF, también algunos milagros y recordemos la procuraduría de la
defensa del menor como hemos podido rescatar y transformar
muchas vidas de niños maltratados, algunos de ellos estaban
amarrados, golpeados, recién nacidos abandonados a la intemperie
de la calle, como el caso de la pequeña Milagros que fue
abandonada a las pocas horas de nacida, hoy esta con una familia
y con un hogar, como Pedro que hace mas de 1 año sufrió un
accidente, el era un niño de la calle, a raíz de su accidente llego a
nosotros, el no podía caminar ni hablar, hoy corre, juega y ya esta
de vuelta con su papá, como estas historias hay muchas todos los
días en el DIF.

A nosotros nos mueve la fe y la esperanza de poder compartir con

los demás, con los que menos tienen la visión y la misión de esta
noble institución de la cual me siento muy orgullosa de formar parte,
talvez el tiempo no nos alcanza, ni los recursos financieros, pero
nos alienta mucho la participación de todos los acapulqueños que
con su tiempo y esfuerzo colaboran para construir un mejor
Acapulco.

Quiero hoy decirles a mis hijos, que ustedes saben cuanto los
amamos su papá y yo y que ustedes son lo que más nos importa,
pero saben que no es lo único que nos importa y que Dios nos esta
dando fuerza por que sabemos que Dios nos puso en este camino y
que lo vamos a hacer para poder mejorar nuestros tiempos y
podamos heredar a muchísimos acapulqueños una mejor ciudad,
eso me inspira para seguir gestionando recursos, para seguir
tocando puertas para llegar a más mujeres, a más niños y a más
personas con capacidades diferentes.

Hoy te doy gracias Manuel, sobretodo por que haz estado a mi lado
todo este tiempo y creo que juntos vamos a construir ese Acapulco
más justo.

Hoy quiero darle gracias a Dios por que El me ha dado toda la

fortaleza, todo el amor, ha multiplicado los recursos, me ha dado la
protección a mi familia y a todos los acapulqueños, me ha cuidado,
me ha consolado y sobretodo me ha hecho un instrumento para
hacer su voluntad de corazón y a servir de corazón, no para
agradar a los hombres, para agradarlo a El y El ha cambio ha
derramado su amor en los niños, en los ancianos que hoy están
contentos y alegres, pero hoy comparto con muchas personas lo
que El esta haciendo en Acapulco, por un Acapulco más limpio, por
un Acapulco con familias más fuertes y unidas, por un Acapulco
más prospero, que Dios los bendiga a todos, gracias.