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1. INTRODUCCION
1. Las demandas que animaron las luchas por formas alternativas de comunicación continúan
teniendo hoy plena vigencia. A nivel planetario, la transnacionalización cultural conquista
espacios que amplían significativamente su poder ( en Venezuela, por ejemplo, en menos de
dos años el Estado ha concedido acceso directo al satélite para los canales privados de te-
levisión y ha autorizado la instalación de antenas parabólicas). A nivel regional, El modelo
mixto basado en la libertad de empresa se generaliza.Ya fuertemente arraigado en nuestro
país, Perú, Bolivia y México, sus formas de propiedad, control, financiamiento y uso se
consolidan en el Cono Sur luego del paso de los regímenes autoritarios a los sistemas de
democracia representativa. Entretanto, los sectores populares continúan reproduciendo y re-
sistiendo, burlando el silencio a su manera -a veces conciliadora,a veces irreverente- y el pro-
yecto de formas societarias plurales, sonoras y libres para América Latina, espera aún su
oportunidad.
2. Un universo heterogéno de organizaciones e instituciones oficiales, oficiosas, académicas,
políticas y religiosas continúan impulsando y/o apoyando experiencias en el campo de las
alternativas comunicacionales, independientemente de que las formulaciones teóricas sobre el
tema se hayan quedado "truncas" y resulten inútiles para el enriquecimiento de la praxis social.
3. Más allá del carácter fragmentario, contradictorio y por momentos ingenuo del pensamiento
latinoamericano sobre el tema, en un lapso de diez años la investigación sobre alternativas
produjo un volúmen significativo de materiales que esperan aún por un proceso de
sistematización, evaluación y superación crítica (para este estudio, se consultaron y analizaron
más de 250 artículos -los disponibles en centros de documentación y bibliotecas del área
metropolitana de Caracas- que, partiendo de la circulación limitada que los resultados de la
investigación tienen entre nuestros países, debe representar cerca del 50% de lo efectivamente
producido).
Este trabajo es un intento por iniciar esa sistematización. Nos proponemos: 1) Ubicar los
distintos referentes -tanto en el campo de las experiencias prácticas como en el de las teorías-
desde donde surgen los múltiples modelos de "lo alternativo". Esto, con la idea de no sólo
denunciar sino en lo posible comprender y explicar el carácter heterogéneo que le es propio.
2) A partir de lo anterior, puntualizar los rasgos fundamentales de cada modelo y ubicar a
los autores en relación a ellos.3) Presentar las líneas de investigación que, como espacios fe-
cundos, continúan abiertas.
Es en Europa, los Estados Unidos y Canadá donde, con el apoyo de la UNESCO y otros
organismos internacionales, se plantea por primera vez el uso de los medios masivos
radioeléctricos en proyectos de educación de adultos y capacitación agrícola. Desde un
principio, los programas se diseñaron en base a la teoría del "two steps flow" o flujo en dos etapas,
que postula la mediación de formas de comunicación interpersonal entre los mensajes masivos
y los receptores. Las experiencias se inician con la radio, ampliándose luego al uso de la televisión.
En tal sentido, informa Jesús María Aguirre:
"la noción de educación de adultos a través de grupos de oyentes de radio comenzó
probablemente en Gran Bretaña en 1928 (...) En forma similar, los grupos de
oyentes aparecieron en Canadá en 1941 como un experimento de educación de
adultos en los estratos humildes en los días de la protesta agrícola por la depresión
(...) En 1954 Francia vio la iniciación de un programa de <teleclub> entre sus
agricultores [e] Italia vió también en 1955 la introducción de una <teleecuela>
auspiciada por la UNESCO"1.
En la década de los 50 e inicios de los 60, los planes de expansión transnacional de los
EE.UU en Latinoamérica, conducen a la formulación de la teoría del subdesarrollo y de la
necesidad de la modernización acelarada de las estructuras económicas y culturales de los
países de la región. En este marco, se inician en el subcontinente un conjunto de programas de
difusión de innovaciones agrícolas, control de la natalidad y alfabetización de adultos que
responden, básicamente, al mismo modelo del "two steps flow".
1. La idea de lo grupal como escala y espacio privilegiado para propiciar cambios en las fo-
rmas de representación, comprensión y acción de los sectores populares (en este caso
tendientes a favorecer procesos de dominación) estaba ya presente en el difusionismo
2. La idea del aprovechamiento de los medios y procesos de comunicación\información
-masivos o no- para generar y reforzar opciones político-ideológicas en el trabajo militante
(en este caso, de reproducción y afianzamiento del status quo) también estaba presente en la
difusión de innovaciones.
3. Es desde el fracaso de los programas de modernización, de la denuncia del papel que venían
jugando en los procesos de aculturación y manipulación ideológica y de la crítica al modelo
verticalista que llevaban implícitos, desde donde se gesta una de las lineas de
1
Aguirre, Jesús María, Comunicación horizontal, p. 11.
2
experimentación social y producción teórica fundamentales en el campo de las
"alternativas".
En esta línea de pensamiento podríamos ubicar los primeros escritos de Peter Schenkel
cuando señala:
"Entre los aspectos fundamentales de este paradigma (...) cabe señalar la exigencia
implícita que demanda que la comunicación sea participativa (...) en el sentido de
que el individuo tenga una participación directa en la preparación y emisión de los
mensajes dirigidos a él, así como en la retroalimentación inmanente al proceso de
comunicación (...) el paradigma hace necesario valorizar los medios menos
sofisticados, más al nivel sociocultural de los estratos menos privilegiados e incluso
a la comunicación interpersonal que en todo proceso de modernizaicón juega un
papel decisivo." 3
3
Schenkel, Peter, Comunicación grupal, algunas consideraciones básicas, p. 4-5
3
teóricas en los términos sigientes:
1. Enfasis en lo grupal.
2. Enfasis en la participación, pero limitada aún a lo propiamente comunicativo.
3. Prácticas inducidas por promotores individuales o colectivos en las comunidades.
4. Preocupación por las condiciones reales de existencia de los sectores populares que, sin
embargo, no presupone todavía un cuestionamiento global al sistema dominante.
5. Enfasis en la utilización de códigos, técnicas y medios "pobres".
6. Lo comunicacional supeditado al desarrollo econòmico y social.
3. "ALTERNATIVAS" Y EDUCACION.
"El primer equívoco gnoseológico de la extensión está en que, si hay algo dinámico
en la práctica sugerida en tal concepto, ese algo se reduce a pura acción de extender
(el extender en sí mismo), donde, también, el contenido extendido se torna estático.
De esta forma, el sujeto que extiende es,en cuanto actor, activo, frente a los
'espectadores', en quienes deposita el contenido que extiende." (p. 26).4
5
Idem., p. 28
4
zón por la cual, siendo el diálogo contenido de la propia existencia humana, no
puede contener relaciones en las cuales algunos hombres sean transformados en se-
res para otro, por hombres que son falsos seres para sí. El diálogo no puede iniciar
una relación antagónica.6
"La estructura vertical del mundo social y humano no existiría como tal si no fuera
un mundo de comunicaciones, fuera del cual, sería imposible el conocimiento hu-
mano." (...) "La intersubjetividad, o la intercomunicación, es la característica
primordial de este mundo cultural e histórico." (...) "El sujeto pensante no puede
pensar solo, no puede pensar sin la coparticipación de otros sujetos, en el acto de
pensar, sobre el objeto. No hay un pienso sino un pensamos. Es el pensamos que
establece el pienso, y no al contrario." (...) "Esta coparticipación de los sujetos en el
acto de pensar, se da en la comunicación. El objeto, por esto mismo, no es la in-
cidencia final del pensamiento de un sujeto, sino el mediatizador de la
comunicación."7
Las ideas de Freire producen en Brasil cambios profundos en las formas de acción peda-
gógica a nivel popular en este país.Luego de las primeras ediciones de sus obras en castellano
(1966), su influencia se generaliza a todo el continente y ya en los setenta comienzan a aparecer los
primeros artículos sobre "comunicación participatoria", "comunicación horizontal", comu-
nicación liberadora", "comunicación popular" y "comunicación de base" que se fundamentan
en el "freirismo".
6
Idem., p. 46.
7
Idem., p. 74-75
8
Idem., p. 96
5
"...se conceptuó la comunicación participatoria como el proceso social mediante el
cual, protagonistas con intereses no antagónicos construyen en común discursos que
pueden ser utilizados como instrumentos de lucha para la modificación real de sus
condiciones de existencia, para el cambio de las estructuras de poder económico,
político, social y cultural dominante, y para la inversión de las formas de
comunicación vigentes. La comunicación participatoria que comprende también el
concepto de reidentificación cultural, por lo tanto, es una pedagogía popular, un
proceso educativo que parte del análisis de la realidad, rechaza la ideología de las
clases dominantes y moviliza a las clases populares hacia una acción concertada de
cambio social."9
9
Primer Seminario Latinoamericano de Comunicación Participatoria, Informe Provisional, p. 3
10
Gonzaga Motta, Liuz, "La comunicación popular: Contradicciones y desafíos",
en: CHASQUI, No. 8, p. 13.
11
Kaplún, Mario, "La comunicación popular: ¿Alternativa válida?", en: CHASQUI, No. 7, p. 41
6
En la misma línea se ubican autores como Joao Pinto Bosco ("La comunicación
participativa (en cuanto acto y proceso) debe ser un instrumento en manos de las clases explotadas ,
para el éxito de su lucha liberadora." (...) "El proceso de comunicación participativa es de hecho
una pedagogía popular: un proceso educativo que parte del análisis de la realidad, extroyecta la
ideología de las clases dominantes y moviliza a las clases populares hacia una acción concretada de
cambio social."12); Francisco Gutiérrez: ("La comunicación alternativa es 'dar la palabra' a las
mayorías desposeídas para que puedan 'pronunciar' su mundo y su realidad, supone un cambio es-
tructural de contenido político de gran envergadura que debe ser visto como una verdadera revolu-
ción."13) y José Martínez Terrero ( "Se pretende poner la tecnología comunicacional en manos del
pueblo y a su servicio. de forma que el mismo pueblo oprimido diga su verdadera voz, se exprese
y,creativamente, sea emisor y receptor." (...) Para que sea auténticamente dialógica,los dialogantes
emisores y receptores deben vivir la misma realidad popular de los barrios,del campo con sus
dificultades y explotación." (...) Así será la comunicación concientizadora y educativa."14
¿Cuáles son los elementos que unifican las definiciones anteriores y a la vez fundan un
modelo distinto al que deriva del las prácticas de extensión?.A nuestro juicio, los más resaltantes
serían los siguientes:
Las repercusiones que las experiencias más fecundas vinculadas a este pensamiento han
tenido en el desarrollo del movimiento popular latinoamericano,están aún por evaluarse en su real
dimensión. Ello no puede llevarnos, sin embargo, a obviar que a nombre de algunos de estos prin-
cipios se cometieron excesos tanto teóricos como prácticos, que llevaron la reflexión sobre las
"alternativas" a callejones infértiles de donde aún hoy no ha conseguido salir.
12
Pinto Bosco, Joao, La comunicación participatoria como pedagogía del cambio, p. 69.
13
Gutierrez, Francisco, "Las radios comunitarias, una experiencia de comunicación
alternativa", en: Nueva Sociedad, No. 71, p. 88.
14
Martínez Terrero, José, "Comunicación alternativa grupal en América Latina", en:
COMUNICACION, p. 38.
7
A partir de las mejores intuiciones de Freire se construyeron "recetarios" que por momentos
"evaluaban" las experiencias en proceso para determinar su grado de "alternatividad", y por
momentos "maqueteaban" el perfil de las nuevas experiencias, al punto de borrar de ellas todo
rasgo que no encajara en los altísimos niveles de exigencia ética, epistemológica y utópica de la
pedagogía de la liberación... a veces, ni siquiera los propios sectores populares, en sus
contradictorias pero ricas formas de producción, conservación y recreación de sentido, conseguían
satisfacer el apetito voraz de un modelo que, en algunos, se volvió una armadura cargada de
buenas intenciones.
Tres ideas fundan los planteamientos hechos por el marxismo ortodoxo en torno a los
problemas de la comunicación y la cultura. La primera alude al carácter superestructural -y por
consiguiente secundario- de estos procesos. La segunda se refiere al papel de "las vanguardias" y
a la tipificación de "las masas";la tercera, a la función movilizadora, agitadora y organizadora
de la prensa en los procesos revolucionarios, formulada por Lenin en el ¿Qué Hacer?.
En relación al primer punto, es sabido que estas concepciones dieron pie para concebir la
estrategia revolucionaria como una lucha por la toma del poder político y la abolición de la
propiedad privada de los medios de producción: los cambios a nivel infraestructural, condu-
cirían inexorablemente a los cambios en lo superestructural.
"...el PCV oscila entre una mitificación de la multitud a nivel abstracto y una
subestimación de su potencialidad a nivel concreto. En este orden de ideas,
<...las masas son las que realizan la historia>, a pesar de que sus formas naturales de
organización, si bien <...a medida que avanza el proceso revolucionario adquieren
mayor conciencia y se politizan, nunca llegan a sustituir a las organizaciones
políticas>. Sobre estas bases, se construye el mito de su dualidad: sienten, y por lo
tanto hay que <...observar el estado anímico de las masas>, que a veces <...trepidan
de entusiasmo> y a veces <...se cansan y se vuelven apáticas>; pero carecen de
lucidez y por lo tanto hay que <...ganarlas para las ideas redentoras del marxismo>.
Son indispensables, y por lo tanto <...hay que vencer en esta contienda por el do-
minio de las masas>; pero no están en condiciones de organizarse por sí mismas,
y por lo tanto <...hay que observarlas y estudiar sus problemas para tratar de diri-
girlas hacia verdaderas organizaciones>. Luchan, y por lo tanto <... ninguna
revolución se ha hecho sin la participación de las masas>; pero son inestables y por
lo tanto <...hay que impedir que permanezcan a la expectativa o que caigan en una
actitud de indiferencia o escepticismo acerca de lo que pueda suceder>."15
15
Madriz, María Fernanda y Gloria Martín, A la izquierda de la cultura: Venezuela, proceso
década 60,p. 190-91.
8
Sobre el tercer aspecto, veamos lo que dice Lenin:
"A nuestro juicio, el punto de partida para la actividad, el primer paso práctico hacia
la creación de la organización que deseamos (...) debe ser la creación de un pe-
riódico político para toda Rusia. Antes que nada, necesitamos un periódico; sin él
no será posible realizar de manera sistemática una labor de propaganda y agitación
múltiple..." (...) "El papel del periódico no se limita sin embargo a difundir ideas,a
educar políticamente y a ganar aliados políticos. El periódico no es sólo un
propagandista y un agitador colectivo, sino también un organizador..."16
Desde la oposición, educar, agitar y organizar a las "masas", fue la consigna de los
movimientos insurreccionales que se generalizaron en el subcontinente en este período histórico.
En tal sentido, "...la propia izquierda contestataria se ocupó de enseñorear con frecuencia a los
medios propios de la agitación -cine de denuncia, agitación o protesta, prensa revolucionaria, radio
clandestina- como la alternativa: medios pobres, estética de la violencia, carácter portátil,
espontáneo, búsqueda de participación del espectador, rescate de una cultura popular y desesperada
pesquisa en pro de un lenguaje 'propio' para la revolución."17
1. En tanto que el Estado\partido representaba los intereses del proletariado, propiedad estatizada
de los medios de difusión masiva.
2. En la medida en que había que enfrentar las tendencias contrarrevolucionarias, control total del
poder de emitir por parte del Estado.
3. En la medida en que había que "educar a las masas", énfasis en el contenido de los mensajes y
subestimación de los problemas de producción, codificación y recepción de los mismos.
16
Lenin, V. I., Acerca de la prensa y la literatura, pp. 45 y 47.
17
Capriles, Oswaldo, op. cit., p. 52.
9
4. Lo comunicacional se supedita, entonces, a lo económico y lo político.
5. En síntesis, imposición de un modelo estatista de corte autoritario, "adoctrinador" y
vertical.
18
Pasquali, Antonio, Comunicación y cultura de masas, pp. 49 y 62.
10
A partir de 1971, el debate se generaliza en las reuniones intergubernamentales auspiciadas
fundamententalmente por la UNESCO. Las nociones de acceso, participación y autogestión se
transforman en el módulo conceptual que aproxima los debates sobre Políticas Nacionales de
Comunicación (San José, 1976) y "alternativas comunicacionales". Paralelamente, en 1973 la
Cumbre de Argel de los Países No Alineados sienta las bases de lo que posteriormente se conocería
como el Nuevo Orden Informativo Internacional.
En los distintos ámbitos -y con peculiaridades que trascienden los límites de este estudio
pero que sin duda introducen distinciones significativas-, lo que se pone en el tapete es el
cuestionamiento generalizado del modelo transnacional de comunicación\información y la lucha
por formas más democráticas de producción social del sentido a nivel planetario, regional, nacional
y aún local.
Trataremos de organizar los distintos modelos, determinando los puntos en los que ponen el
énfasis.
Acaso el autor más representativo de esta corriente sea Oswaldo Capriles. Su pensamiento
se emparenta con el de Paulo Freire, Antonio Pasquali, Jean Baudrillard, Anthony Wilden y Edgar
Morin. Veamos cómo, en sus propias palabras, la proposición queda definida:
Dos objeciones fundamentales se le han hecho a las tendencias que se ubican en este grupo.
En primer término, el carácter paradigmático de la propuesta, la coloca en un nivel ideal
difícilmente alcanzable en la práctica, haciéndola poco operativa para los grupos que tra-
bajan en comunidades. En segundo término, el énfasis en la participación -entendida
como diálogo pleno- dejaría fuera del campo de "lo alternativo" a un universo
significativo de prácticas, ya que "... decir que la comunicación es participativa significa
con frecuencia una positivación cuantitativa de esa comunicación; lo que no nos permitiría
comprender el hecho de que, en ciertos modos de comunicación popular, la manera de
participación no es hablando, sino con el silencio precisamente..."20
19
Capriles, Oswaldo, op cit., pp. 53-55-61.
20
Martín Barbero, Jesús, "Comunicación popular y los modelos transnacionales", en: CHASQUI,
No. 8, p. 5.
12
5.2. Modelo de oposición a lo Transnacional. Lo mixto deducido desde las prácticas en
proceso.
Ubicamos en esta tendencia a autores como Fernando Reyes Matta, que enuncia las
características del modelo en los términos siguientes:
"Dentro de este concepto se ubica a todas las formas de comunicación que emergen
como respuesta al sistema dominante cuyos centros de poder se asientan en los paí-
ses capitalistas occidentales y cuya expresión es una permanente expansión de tipo
transnacional. Esto implica que, de una u otra forma, las experiencias de comun-
icación alternativa se inscriben en el proceso de liberación de los pueblos y en la
promoción de una democratización efectiva."21
Veamos, asímismo, algunas de las experiencias que Reyes Matta incluye en el campo de
"lo alternativo":
21
Reyes Matta, Fernando, "La comunicación transnacional y la respuesta alternativa", en:
Comunicación alternativa y cambio social, pp. 103.
22
Idem., p. 104-05.
13
En relación a posturas como ésta, Ruben Caletti señala como limitación fundamental al
amplitud del concepto, en la medida en que "...lo alternativo no se define claramente de acuerdo a
un conjunto de pautas características, ni tampoco -como tal vez se pretenda-, queda definido por su
potencialidad transformadora para cada posición o lugar. En principio, cae dentro de sus fronteras
todo lo que se oponga, diferencie o simplemente zafe en sus apariencias de las fórmulas
establecidas por el poder."23
Sin embargo, se distancia drásticamente, ya que concibe "lo alternativo" como procesos
que necesariamente se desarrollan al margen del sistema de medios de difusión masiva. Jorge
Richards representa con claridad esta opción:
Esta inclinación hacia lo "micro" o "lo marginal" como espacio privilegiado para el
desarrolo de experiencias "alternativas", ha sido probablemente la opción criticada y defendida
por unos y otros con mayor apasionamiento. Simpson Gringber la descalifica señalando que "...no
basta con que un medio esté al margen de las redes de distribución de la gran prensa, sino que debe
ostentar una diferencia cualitativa respecto de ella; en tal sentido, lo alternativo se opone a lo
meramente complementario o marginal, pues implica, aunque en medida variable, un
cuestionamiento del status quo."25. Otro tanto hace Tulio Hernández cuando reclama "...en
oposición a polarizaciones ortodoxas, cuestionar la dicotomía medios de comunicación de masas-
23
Caletti, Ruben, "Reflexiones sobre teoría y cambio social", en: Comunicación y Cultura, No.
10, p. 177.
24
Richards, Jorge Andrés, "La prensa alternativa en Chile: El testimonio de sus
protagonistas", en: Comunicación alternativa y cambio social, pp. 267-68.
25
Simpson Grinberg, Máximo, "Comunicación alternativa: Dimensiones, límites, posibilidades",
en: Comunicación alternativa y cambio social, p. 115.
14
medios alternativos,que le atribuye a los primeros el rasgo de medios condenados al servicio del
poder y, a los segundos, la virtualidad de medios al servicio de las clases dominadas. Proposición
que al basarse en razonamientos de orden tecnológico niega la posibilidad de pensar en una
comunicación de masas de formas nuevas y, a la inversa, puede estimular un sistema de
complementariedad que haga de la experiencia micro una válvula de escape a la incomunicación
global de la sociedad."26
Juan Diaz Bordenave la defiende pues, en su opinión, los grupos que la ponen en práctica
"...son los que verdaderamente practican la democracia en nuestra sociedad y construyen reductos
de comunicación democrática (...) así la democratización de la comunicación debe comenzar (y
terminar) en el diálogo participativo del pequeño grupo local."27 . Otro tanto hace Mario
Kaplún señalando que "...si se parte de la premisa de que su papel ha de ser el de combatir a los
grandes medios masivos y modificar la relación de fuerza a nivel 'macro', ciertamente tal
pretensión equivale a caer en un romanticismo (...) Pero lo que hay que preguntarse es si éste es su
objeto y razón de ser (...) los medios populares no han nacido como respuesta directa e inmediata a
tales problemas ni en función de ellos (...) para evaluar la eficacia, la operatividad y la relevancia
de estos medios 'artesanales' [hay que preguntarse] por el grado en que contribuyen a comunicar a
las organizaciones de base, a cohesionarlas y orientar su acción..."28
• Proposición teórica que va más allá de la sistematización conceptual de los rasgos presentes
en las experiencias en proceso.
• Exigencia de un modelo que articule lo artesanal y lo industrial.
• En el mismo sentido, exigencia de un modelo que articule lo difusivo y lo horizontal.
• Concepción de "lo alternativo" no como un hecho sino como un proceso que implica
etapas que se superan tendiendo hacia formas cada vez más amplias de democratización.
• En tal sentido, es una óptica que presenta "alternativas" de oposición a lo dominante desde
lo clandestino, desde la generalización del movimiento y desde el poder.
27
Diaz Bordenave, Juan, "Democratización de la comunicación. Teoría y práctica", en: CHASQUI,
No. 1, p. 19.
28
Kaplún, Mario, op. cit., p. 41-42.
15
(...) "Tal modalidad de comunicación requiere para su establecimiento eficaz la
combinación de cambios políticos y comunicacionales." (...) El cambio del marco
político es una condición necesaria para la alteración del patrón de com-
unicación, pero no es una condición suficiente." (...) "Nuestra hipótesis es que la
comunicación alternativa es capaz de superar el cerco ideológico que le impone el
dominio transnacional a condición de que cumpla los siguientes requisitos:
primero, que sea capaz de articular los flujos de comunicación horizontal y
vertical; segundo, que logre articular las formas de producción artesanal e
industrial..."29
Acaso la crítica más significativa que se ha hecho a todos los modelos que parten de la
oposición a lo transnacional, sea la de Máximo Simpson Grinberg. Al respecto, el autor señala que
"..."...el carácter exclusivo y excluyente con que se ha manejado este enfoque por parte de muchos
investigadores, ha derivado en un empobrecimiento de las aproximaciones al fenómeno; y ello se
refiere, específicamente, a los límites de aplicabilidad del concepto de comunicación alternativa,
inherentes a su propia definición en torno a un único modelo. A partir de tal tesitura, se omiten del
análisis otros contextos político-sociales, en los que las vías alternativas han surgido como
respuesta a relaciones autoritarias de comunicación no necesaria o únicamente transnacionales. Así,
por razones ideológicas implícitas o explícitas, y por motivos políticos frecuentemente
coyunturales, se ha desechado el estudio crítico -salvo raras excepciones- de las experiencias
alternativas en los llamados regímenes de transición al socialismo..."30
En un intento por superar varios de los límites que presentan las ópticas de "lo
alternativo" reseñadas hasta aquí, algunos autores optan por las siguientes redefiniciones de los
términos:
• La lógica frente a la cual se definen las "alternativas", se amplía del modelo transnacional a todo
modelo autoritario.
• La participación es entendida a partir de aquéllo con lo que los sectores mayoritarios pueden
identificarse y realizarse, independientemente de que cumplan en el proceso el papel de emiso-
res directos.
• El modelo parte de la posibilidad, presente y futura, del uso de todas las formas de emisión de
mensajes siempre y cuando éstos presupongan una perspectiva antihegemónica y democrática.
Varios autores, con matices que los distinguen, hablan desde esta opción. Tulio Hernández
pone el énfasis en el análisis de coyuntura, el carácter antiautoritario del mensaje, la
multiplicación de emisores y la oposición a las estructuras globales de la sociedad:
29
Portales, Diego, "Perspectivas de la comunicación alternativa en América Latina", en:
Comunicación alternativa y cambio social, p. 65-67.
30
Simpson Grinberg, Máximo, "Comunicación alternativa y democracia. Entre la vanguardia y la
teoría de la dependencia", en: Nueva Sociedad, No. 71, p. 36-37.
16
"...podríamos decir que la alternatividad de una experiencia,proceso o medio, sólo
podrá definirse,o mejor, conquistarse a través de una adecuada apreciación de la
coyuntura." (...) "Lo que varía no es sólo un asunto de grado (mayor o menor
flexibilidad de las libertades), sino las condiciones en las cuales el intercambio
permanente (núcleo de la propuesta de comunicación alternativa) puede producirse:
Y ese intercambio, lo dialógico, se alcanza no sólo cuando cada uno de los
miembros de un grupo u organización tenga la posibilidad utópica de ser contínua y
simultáneamente emisor y receptor, tiene que ver también con las circunstancias en
las cuales los miembros de un grupo, clase o sector, reciben o producen mensajes
movilizadores que el grupo puede asumir como suyo" (...) "Podríamos compartir
entonces, que lo alternativo se desplaza en medio de aquel conjunto de prácticas so-
ciales que, por diversas vías, enfrentan o se oponen a lo dominante en el sentido
político y cultural del término, siempre que lo dominante sea sinómino de autorita-
rio, exclusivista y discriminador..." "... aludiendo a la relación entre prácticas
concretas y proyecto político-cultural (y por tanto macrocomunicacional), creemos
firmemente en la necesidad de su integración. Pero no por la vía de la inclusión de
los primeros al servicio de proyectos macrosociales ligados al Estado (como en el
caso de las políticas nacionales de comunicación) sino por el intento de atacar
también los aparatos dominantes de comunicación operando de esta manera fuera y
dentro de ellos."31
José Vidal Beneyto propone una visión de "lo alternativo" que implica la
multideterminación como pauta para su reconocimiento:
Por último, Máximo Simpson Grinberg, desde una posición que combina formas masivas
y no masivas de emisión, propone una doble determinación del concepto de "alternativas": el
contexto histórico-social y la cualidad de los contenidos:
"Nos encontramos pues, ante el problema del contenido, aspecto que conceptuamos
esencial para la comprensión del fenómeno. Y al hablar de contenido nos referimos
explícitamente a cuatro aspectos fundamentales: a) los temas elegidos... b) la
jerarquización de las informaciones, c) su clasificación por secciones (o áreas de
31
Hernández, Tulio, op. cit., p. 4-6-7.
32
Vidal Beneyto, José, "Introducción", en: Alternativas populares a las comunicaciones de
masa, p. XXXVIII.
17
la realidad y, d) el lenguaje, el particular discurso del medio alternativo en un con-
texto determinado." (...) "la piedra de toque del carácter de un medio se cifra en su
contenido, lo que no significa desestimar otros factores..." "...sin discurso
alternativo no hay medio alternativo." "...diremos que es alternativo todo medio
que, en un contexto caracterizado por la existencia de sectores privilegiados que
detentan el poder político, económico y cultural -en las distintas situaciones posi-
bles, en el sistema de partido y economía estatizada (Cuba) hasta los regímenes
capitalistas de democracia parlamentaria y las dictaduras militares- implica una
opción frente al discurso dominante."33
Ubicamos entre 1980 y 1983 la "época de oro" de la polémica sobre las "alternativas en
comunicación". Para este último año, las discusiones han entrado ya en una etapa de "posturas
tomadas" a favor o en contra de tal o cual modelo. Las organizaciones independientes, los pro-
yectos institucionales en proceso y los investigadores que se encuentran vinculados a experiencias
concretas, comienzan a denunciar el "giro teoricista" que ha tomado el movimiento y a
distanciarse de un "círculo vicioso que no alcanzaba a volverse círculo virtuoso"34
En la encrucijada, una línea de investigación se fortalece y gana cada día nuevos adeptos:
Las culturas populares, sus formas de sentir, saber, conocer y actuar, se perfilan como el
único camino fértil capaz de imprimir a las búsquedas de "otras" formas de comunicación
un nuevo aliento.
Las derrotas de los años 60 obligan a una revisión de estas posturas y, partiendo del
pensamiento de Gramsci, surge un primer grupo de proposiciones en el campo de "las
alternativas" vinculadas a lo popular. Tres ideas de Gramsci fundamentan esta perpestiva:
1. La concepción del folclor como conjunto heterogéneo de prácticas y saberes que remiten al
"sentido común" y que como "fósiles del pasado" deben superarse en la construcción de un
nuevo pensamiento.
2. La hegemonía como categoría que sustituye a la de dominación, y que postula la sociedad
33
Simpson Grinberg, Máximo, "Comunicación alternativa: Dimensiones, límites, posibilidades",
en: Comunicación alternativa y cambio social, p. 13-21-22.
34
La idea del juego de palabras corresponde a Edgar Morin, El Método. La naturaleza de la
naturaleza.
18
civil en sus dimensiones sociales y culturales, como el espacio donde se construye y conquista
el consenso.
3. La noción del intelectual orgánico como agente fundamental de soporte, recreación y difusión
de los principios de la filosofía de la praxis, y del partido político como el príncipe moderno,
vanguardia de la lucha por la construcción de una contrahegemonía capaz de disputarle el poder
a la hegemonía dominante.
"...este enfoque desestima, como vemos, toda praxis de carácter espontáneo que no
tienda conscientemente a un cambio radical bajo la égida de una organización polí-
tica encargada de diseñar y llevar a cabo la mencionada 'estrategia totalizadora'."
(...) "...se trata de una postura que aborda el proceso comunicacional desde una per-
spectiva instrumentalista: se trata (...) de crear canales de comunicación con las ma-
sas, pero no de promover una comunicación de las masas y para las masas, al
margen de todo aparato político y de todo control por parte del poder que se
intenta construir desde la cúpula vanguardista..."36
35
Gimenez, Gilberto, "Notas para una teoría de la comunicación popular", en: COMUNICACION ,
nO. 35-36, pp. 78-79.
36
Simpson Grinberg, Máximo, "Comunicación alternativa y democrática..." en: Nueva Sociedad,
No. 71, p. 35.
19
Barbero, y nos da pie para entrar en el último modelo que contemplaremos en este trabajo; modelo
que al autoexigir un lugar que lo coloque "fuera" del campo de "lo alternativo", y tal vez
precisamente porque lo exige, nos coloca en una línea de pensamiento esperanzadora que,
con nueva fuerza, mantiene viva la lucha por "otras formas de comunicación".
Las ideas de Martín Barbero comienzan a circular por el subcontinente hacia 1980 y, desde
entonces, vienen "contaminado" el pensamiento de legos y doctos en materia de comunicación.
Más de veinte autores de los analizados cierran filas con algunas o todas las ideas del autor y, en la
medida en que es él el "padre de la criatura", lo tomaremos como punto de referencia en el análisis:
1. La primera ruptura epistemológica impulsada por Jesús Martín, es aquélla que propone
"mirar la comunicación, no desde la educación, o el desarrollo, o la política, o lo
"puramente comunicacional", sino desde el mundo de la cultura". Sólo como
expresión o modo de existencia de distintas matrices culturales, puede entenderse hoy la
comunicación popular".
2. Más que intentar formas inducidas de comunicación que parten del supuesto de un
conjunto de virtudes asignadas a lo popular, de lo que se trata es de indagar, comprender
y explicar la manera en que los sectores populares, en el ámbito de la vida cotidiana,
consumen, producen, reproducen, reelaboran, rechazan, asimilan, en síntesis, "viven"
la comunicación.
3. Entender lo popular como un universo heterogéneo y ambiguo, pero no por contener un
repertorio de prácticas, signos o bienes aislados y fragmentarios, sino por representar el
espacio de encuentro, antagónico\complementario de distintas matrices culturales que,
como testimonios "vivos" y no fosilizados de un proceso de formación histórica, nos hablan
del enfrentamiento y coexistencia de dos economías: la mercantil y la simbólica.
4. Proponer el ámbito de lo popular como la única perspectiva desde donde puede mirarse y
comprenderse la estructura policultural de las sociedades contemporáneas, ya que ella
sintetiza las principales líneas de movimiento:
20
"A partir de allí, de la superación activa del maniqueismo aristocratizante o
populista, se pone al descubierto la necesidad de contar con algo así como un mapa
nocturno que nos permita a la vez asumir la pluralidad de que están hechos esos
usos y establecer articulaciones entre las operaciones -de repliegue, de rechazo, de
asimilación, de refuncionalización, de rediseño- las matrices -de clase, de territorio,
de etnia, de religión, de sexo, de edad-. los espacios -el habitat, la fábrica, el barrio,
la cárcel- y los medios -micro como la grabadora o la fotografía, meso como el
disco o el libro, macro como la prensa, la radio o la televisión-. Pero sin olvidar que
en todo caso será un mapa nocturno, esto es, cuya información remitirá siempre
más a lo que se intuye y a la experiencia que a lo que se ve."37
37
Martín Barbero, Jesús, Comunicación y culturas populares en Latinoamérica, p. 50.
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