No es un género periodístico, pero sí un recurso indispensable del
periodismo contemporáneo.
Se trata de un ejercicio periodístico de describir, relatar, narrar y exhibir
(mostrar) los contextos, lugares, ámbitos en que la vida (humana, animal, vegetal) se desenvuelve: la ciudad, las calles, los paisajes naturales, los centros comerciales, las habitaciones, las selvas y bosques, los ríos, los mares… la irregular, diversa y enorme extensión del planeta tierra puede convertirse en objeto de registro y descripción periodística.
Mostrar y exhibir visualmente y al detalle un escenario, un espacio, la trama
de acciones y eventos que allí ocurren… Herramienta del periodismo contemporáneo, de la antropología, la sociología, del documentalista…
Nadie duda de la facultad de las imágenes para estimular y capturar los
sentidos del hombre. Históricamente las imágenes han constituido el eje de nuestras propias experiencias místicas y religiosas, han configurado buena parte de nuestra noción de realidad y, paradójicamente, de nuestra noción de ficción: ambas se vinculan al sentido del ver y del imaginar. En culturas y sociedades semianalfabetas como ocurría en el Medioevo europeo o en nuestras propias sociedades latinoamericanas hoy, las imágenes y la visión permitían (permiten) articular posturas y decisiones religiosas, políticas; permiten re-velar y ocultar realidades, tramar ficciones que parecen reales, y ficcionar realidades.
RECETAS DE OBSERVACIÓN
1. Situar el <ojo de la cámara> y registrar con paciencia de detective
Ubicar el escenario o espacio de vida que piensa describir. Tras echar un
vistazo general, ubique un punto de vista (un lugar) desde donde piensa registrar detalles. Tras ubicar el punto de vista, comience a registrar en su libreta de notas cada detalle visual, las acciones y eventos, las sensaciones y percepciones olfativas, sonoras, táctiles que definen el ambiente en descripción.
Si desea una reconstrucción del escenario o espacio de vida en que se
establezcan contrastes, puede operar registros de larga duración: por ejemplo, puede registrar la progresión y transformación del mismo escenario durante el ciclo diario (mañana, tarde y noche) o durante un período más amplio (un mes). Registrar la transformación histórica de ciertos escenarios puede ser una actividad periodística creativa y un ejercicio de adiestramiento profesional fundamental para la confección de crónicas, reportajes, documentales, piezas audiovisuales… También puede probar a cambiar los puntos de vista de la descripción: situarse en un lugar más empinado, alejarse del escenario, recorrerlo y caminarlo tomando notas.
El desplazamiento en el tiempo y en el espacio enriquece la mirada y la
descripción del escenario mismo, pues estimula la contrastación de perspectivas.
2. Reflexión inmediata a partir de impresiones personales
Procurar un registro simultáneo de las impresiones y sensaciones
personales derivados de la interacción con ese ambiente. Precise muy bien las sensaciones que quiere generar a través de la descripción. Asco, terror, miedo, nostalgia, tristeza, desolación, alegría, ternura, desconcierto, sorpresa… Estas son, realmente, las materias y recursos expresivos más importantes de la descripción de escenarios y espacios de vida.
Tras seleccionar las sensaciones que quiere generar con la descripción,
proceda a la organización y planificación de escenas (escritas y grabadas)
3. Descripción escena por escena <Tipo postal>
Aunque se trata de sus impresiones personales, es preferible que en la
descripción de escenarios y espacios de vida usted no aparezca explícitamente. Eliminar el “yo” permite fortalecer los niveles de verosimilitud de la descripción. Es decir, permite que el espectador- lector asuma la descripción como una experiencia visual/emocional <no subjetiva>
Se trata de ir construyendo una secuencia visual a partir de escenas
puntuales como postales, con una sensación que quiere generarse a través de las imágenes allí contenidas (revivir y sentir la sensación que se quiere transmitir)
Se van construyendo fragmentos y escenas sueltas que combinan detalles
del escenario / espacio con sensaciones del observador.
4. Re-elabore cada escena hasta alcanzar la óptima. <Selección de
imágenes>
Grabe varias versiones de la misma escena y seleccione la mejor de ellas.
Desechar 9 de 10 tomas parece una desproporción, pero permite seleccionar lo mejor del trabajo observado, después de una revisión sesuda y reposada del material grabado a la luz de las intensiones que como realizador pretenda comunicar. Articule una secuencia de escenas, la que usted considere más intensa y más completa, aquella que transmita al espectador su idea de fondo detrás de ese lugar o de esos personajes escogidos para documentar.