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Pereira, diciembre 16 de 2008

Doctor
JAIME MONTOYA FERRER
Diector
Centro de Investigaciones
Universidad Católica Popular del Risaralda
Ciudad

Asunto: Formalización de grupo de investigación en Comunicación, Cultura y Estéticas

Cordial saludo,

Por medio de la presente me permito presentar ante el centro de investigaciones la


documentación requerida para la formalización institucional del grupo de investigación
en Comunicación, Cultura y Estéticas, esto con el propósito de recibir el aval
institucional a través del InstituLab y poder continuar con los trámites para la
participación en la convocatoria de medición de grupos, vigente actualmente.

Como anexo entrego carta de aval de la Facultad y documento de sustentación del


grupo.

Atentamente,

MAURICIO VÁSQUEZ ARIAS


Docente
Programa de Comunicación Social-Periodismo
Líder de grupo
Universidad Católica Popular del Risaralda
GRUPO DE INVESTIGACIÓN EN
COMUNICACIÓ, CULTURA Y
ESTÉTICAS

DOCUMENTO DE SUSTENTACIÓN

Presentado por:
MAURICIO VÁSQUEZ ARIAS
Líder de grupo
Coordinador Línea de Investigación en Estéticas de la
Recepción
CHRISTIAN FELIPE LIZARRALDE
Coordinador Línea de Investigación en Estéticas Digitales
CARMEN ADRIANA PÉREZ
Coordinadora Línea de Investigación en Estéticas Objetuales
CAROLINA GARCÍA
Investigadora

CENTRO DE INVESTIGACIONES
UNIVERSIDAD CATÓLICA POPULAR DEL RISARALDA
PEREIRA
2008

UNIVERSIDA CATOLICA POPULAR DEL RISARALDA


CENTRO DE INVESTIGACIONES

GRUPO DE INVESTIGACION
COMUNICACIÓN, CULTURA Y ESTÉTICAS
INTEGRANTES DEL GRUPO:
• Mauricio Vásquez Arias
• Christian Lizarralde
• Carmen Adriana Pérez
• Carolina García Sánchez
OBJETIVO DEL GRUPO :

Abordar, desde una perspectiva estética expandida, los procesos de


producción, circulación y uso, mediante los cuales la cultura se comunica,
transmite y virtualiza.
MARCO TEORICO:
De la implosión del lenguaje a la expansión de
las estéticas

Con la idea de retorno del lenguaje Simón Marchán Fiz señala un


acontecimiento que representa, en sus palabras, “un corte histórico y
epistemológico” en la configuración del campo de lo estético en la
modernidad, tránsito que implica además el salto de una estética
prescriptiva a una estética comprensiva de la disolución del arte como
fenómeno unitario y, al mismo tiempo, una expansión de los estudios
estéticos como modo de comprensión de la expresividad y las diversas
formas de exteriorización, acaecidas en el amplio ejercicio humano de
configurar mundo, de las modalidades de incorporación de los sujetos en
la colectividad y, con esto, de la constitución de modos de
espaciotemporalidad, a la vez, singulares y múltiples, operados por
intervenciones de naturaleza tecno-semiótica.

De este modo, la pregunta por los modos de conflagración de la


presupuesta unidad de los lenguajes artísticos en la modernidad, se
convierte en el correlato necesario de la configuración de un campo de
prácticas, discursos y debates sobre lo estético expandido, operado ello
por la renovación en los estudios del lenguaje, un lenguaje que se torna
ahora menos ortopédico y gramático y que evidencia una ruptura
sustancial con las diversas variaciones de nominalismo y sustancialismo
disfrazados en los estudios tradicionales sobre el lenguaje.

El lenguaje, desde las nuevas perspectivas, se torna en


multiplicidad de posibilidades de significación, en segmentos de
especificidades expresivas regidas por dinámicas divergentes,
correlacionadas con registros, tonalidades, timbres y matices coherentes
con la babel de los lenguajes en la que nos instala la contemporaneidad,
refundando las condiciones de posibilidad para el saber estético.

Nos remite esto, además, a la inconveniencia de considerar no


importa qué tipo de escritura, inscripción o traza como una forma de
comunicación unívoca, revistiendo con un aura de imposibilidad a la
ciencia ocupada de establecer un régimen discursivo unitario para la
actividad de significación artística, en particular, y para los actos de
exteriorización, en general. Con lo cual, cabría afirmar que la implosión de
los lenguajes implicaría una refundación de la estética en sus
pretensiones de unificación normativa, de inscripción de las formas
artísticas en cánones de belleza o de verdad.

El estallido o, mejor aún, la conflagración del lenguaje artístico


discursivamente unificado, implica no una desaparición de los lenguajes
en su potencia expresiva, tanto como un agotamiento de sus funciones
referenciales y al privilegio de las formales que acontece, según Marchán
Fiz1, gracias a: 1) La desintegración de la figura y la forma como aspectos
necesariamente correspondientes en los procesos de representación-
significación; 2) El consecuente predominio de valores no referenciales,
ganando los lenguajes por sí mismos autonomía expresiva y 3) La
desconstrucción del sistema espacial, en tanto sistema convencional y
unificado, que derivaría en un replanteamiento de preceptos como la
armonía, el orden y la proporción.

Acontece simultáneamente a lo anterior el traslape de problemas


tradicionalmente atribuidos al saber estético de tal suerte que frente a el
ejercicio de prescripción para la expresión artística, aparece la cuestión
de la percepción estética a la luz de las tematizaciones sobre la
experiencia, la sensibilidad y la expresión estimuladas por perspectivas
filosóficas como la fenomenología, resultando un caso paradigmático de
la refundación de los discursos estéticos trabajos, hoy “tradicionales”,
como la Fenomenología de la percepción de Maurice Merleau-Ponty.

En este sentido, nuevamente desde la perspectiva de Marchán Fiz,


valdría la pena indicar los lugares teóricos de llegada de la refundación de
los saberes estéticos identificados en su reconstrucción, tal es el caso de
las estéticas formalistas ocupadas de reconsiderar los problemas
abstractos del orden clásico reformulándolos en términos de múltiples
modos de ordenamiento, modelización y con ello, de aleatoriedad de
criterios en los sistemas expresivos, tal es el caso de las exploraciones de
la estética informacional de Max Bense, la cual, bebiendo de las teorías

1
Cfrs., MARCHÁN, Fiz Simón, “La estética en la cultura moderna”, p.230.
de la información, de la matemática y la cibernética, proponen un
esquema de comprensión de los procesos expresivos sobre la base
objetivaciones próximas a las filosofías positivistas. De otro lado, la
estética abre su espectro hacia la hermenéutica de cuño romántico,
centrando su interés en el problema del sentido operado a través de las
relaciones entre texto, interpretación y expresión.

En ambos casos el fenómeno del retorno del lenguaje así como la


implosión generativa de los lenguajes artísticos, refunda la naturaleza del
saber estético y proyecta campos de indagación no explorados o
incipientemente recorridos en el decurso histórico del pensamiento.

Sensibilidad y espaciotemporalidad: condiciones de posibilidad


del pensamiento estético

Un segundo aire impulsa nuestra travesía por la reconfiguración del


saber estético en la contemporaneidad, tal es el caso de la pregunta por
la exterioridad en el sentido en que lo propone José Luis Pardo, además,
en proximidad discursiva, por el “pensamiento del afuera” de Michel
Foucault.

Es claro para nosotros que la estética como ciencia prescriptiva de


lo bello, lo armonioso y lo ordenado artísticamente hablando, ha perdido
su fundamento por la implosión misma de los lenguajes artísticos y por
los modelos de pensamiento que permiten narrar la especificidad de los
resultados de tal fórmula a la luz de las ciencias del lenguaje. En esta
situación, la estética deberá reencontrar su horizonte discursivo y dibujar
nuevos personajes conceptuales y paisajes categoriales que permitan dar
lugar, nuevamente, a sus consideraciones en el campo de las ciencias
humanas y sociales.

Así, la estética debe arar sobre el terreno yermo de la objetividad


radical, la cosificación grosera, en últimas, de la afirmación radical de la
positividad del mundo, derivada en la instrumentalización del mismo o
por lo menos en su desencantamiento radical. La estética debe arar no en
función de una vuelta metafísica al sujeto trascendental, tanto como en el
horizonte de una subjetividad-pliegue anclada en los umbrales de las
funciones de exteriorización y la necesidad de interioridad, es decir, en
tanto instancia mediadora entre los conceptos de espacio y tiempo. A la
vez, su cruzada nos remonta de un modo renovado al problema de la
materialidad considerada más allá de la oposición trascendencia-
apariencia.

El espacio se promete desde aquí como la categoría que potencia la


subjetividad a la manera de cierta porosidad percipiente, la cual hace del
espacio más que un ámbito vacío que debe ser llenado y lo vierte en
espacio vivencial, experiencial, contexto de la afectación y posibilidad de
lo que es afectado. Es la indagación estética la que recupera las
sinuosidades del espacio, bien de la cosificación matemática, geométrica
y topológica, bien del exilio filosófico preocupado tan sólo por la pura
interioridad trascendental representada en la idea de tiempo.

Debe, de este modo, la estética refundada, la estética en


expansión, desandar su propio devenir histórico, completar los pasajes
inacabados de su propio trayecto, se tratará pues de deshacer los pasos
para reinventar su presente y su futuro.

Es así como el sentido de lo estético elaborado por Kant e incluido


en la fórmula: “A la ciencia de todos los principios a priori de la
sensibilidad, llamo yo Estética trascendental”2, sirve de pretexto para las
consideraciones estéticas contemporáneas, esto con una diferencia
sustancial: en la estética contemporánea es depuesta la preeminencia de
la razón sobre la sensibilidad, con lo cual una reflexión sobre la actividad
percipiente y la intuición sensibles no son consideraciones de segundo
orden frente a las actividades y designios de la razón trascendental.

Se trata pues, de una recuperación de la definición amplia de la


estética kantiana operada sobre la base de una inversión de la jerarquía
de las facultades, en tanto el pensamiento se hace posible aquí gracias a
las disposiciones subjetivas e intersubjetivas hacia la afección, esto es,
por la experiencia y la exterioridad, por las condiciones
espaciotemporales consideradas como condiciones constitutivas,
ontológicas si se quiere, más que accidentales como lo fueran en su
primera consideración a la luz de la propuesta kantiana. En este sentido
Pardo propone:

Por tanto, esta sensibilidad ocupa un lugar por naturaleza fronterizo,


limítrofe entre lo interior y lo exterior o, aún mejor dicho, esta sensibilidad
no es interna ni externa, pero es la condición misma de posibilidad de
distinguir entre interioridad y exterioridad, la diferencia entre el Adentro y
el Afuera. Puesto que la sensibilidad es pliegue entre el interior y el
exterior, ha de contener necesariamente una forma de la exterioridad
(espacio) y una forma de la interioridad (el tiempo)3.

En este orden de ideas, la propuesta de Pardo desanda los caminos


de la estética preguntándose por la sensibilidad, la percepción y la
experiencia ligadas a la categoría de espacio, entendida ya no como un a
priori o un principio puro que media entre la intuición y el entendimiento,
entre lo fenoménico y lo trascendental, se trata aquí más bien de
considerar la espacialidad como aquello que le es inmanente a la
experiencia y a la existencia y que entraña en sí misma toda posibilidad
de pensamiento y que media más bien entre el mundo y la subjetividad,
es, en otros términos, el develamiento de las actividades constitutivas, de
co-producción, a la vez de sujetos, a la vez de mundo y, entre estos
términos, el acontecimiento del sentido.

La expansión estética como muerte del arte


2
KANT, Manuel, Crítica de la razón pura, Editorial Porrúa, México, 1976, p. 42.
3
PARDO, José Luis, Las formas de la exterioridad, Valencia, Pre-textos, 1992, p.34.
De distintas maneras se ha predicado sobre la expansión de las estéticas
en la contemporaneidad, por un lado las consideraciones de naturaleza
hermenéutica como en Váttimo derivan entre una muerte del arte por
una estetización desbordada de la vida cotidiana y por una realización
caricaturezca del espíritu absoluto tras el advenimiento de los medios de
comunicación de masas. De tal suerte que la expansión más del arte que
de la estética se situaría en el ámbito de los movimientos artísticos que
revierten la fuerza expresiva de la práctica artística sobre el mundo de la
vida cotidiana resituando el arte frente a sus lugares tradicionales4.

Por otra parte aparecen las consideraciones marxistas las cuales ubican
el problema de la expansión estética sobre una pérdida de la autonomía
del artista, figura esta instaurada sobre los desarrollos de una sociedad y
una esfera pública burguesa que operara sobre las facultades humanas
una división social del trabajo, escindiendo la disposición creativa de los
sujetos en general y situando la capacidad expresiva en la figura del
artista. Frente a esta situación las estéticas de corte marxista se amparan
en las reflexiones sobre arte y literatura de Marx y Engels, para proponer
tanto una socialización de los medios de producción expresiva como de
las funciones asociadas a la artisticidad en el conjunto de lo social. La
crítica y el proceso de expansión estética marxista se soporta en
interpretaciones variadas de la siguiente formulación y las utopías que
conlleva en términos de la realización de una sociedad comunista en la
que todo hombre resultaría un artista:

La concentración exclusiva del talento artístico en algunos individuos y su


anulación en las grandes masas, es un efecto de la división del trabajo. Aun
cuando, en ciertas coincidencias sociales, cada cual pudiese llegar a ser
excelente pintor, no impediría que cada cual fuese también un pintor original, de
manera que también aquí la diferencia entre el trabajo ‘humano’ y el trabajo
‘único’ se remite a un absurdo. Con una gran organización de la sociedad
terminan, en todo caso, las sujeciones del artista a la estrechez local y nacional,
que proviene únicamente de la división del trabajo, y la sujeción del individuo a
tal arte predeterminado, que lo convierte exclusivamente en un pintor, un
escultor, etc., tales nombres expresan ya la estrechez de su desarrollo
profesional y su dependencia de la división del trabajo. En una sociedad
comunista, ya no habrá pintores, sino, cuando mucho, hombres que, entre otras
cosas, pinten5.

De otro lado, la estética fenomenológica se instala en una consideración


de la idea fuerza de artisticidad en tanto que muerte-renacimiento y con
ella de una necesaria redefinición de la estética filosófica como ámbito de
reflexión que supera el problema de la artisticidad y se convierte en una
especie de propedéutica de las ciencias humanas.

Desde la perspectiva de la reflexión en clave fenomenológica una


consideración de las ideas-fuerza de la artisticidad como una continua
4
VATTIMO, Gianni, El fin de la modernidad, editorial Gedisa, Barcelona, 1985.
5
MARX y ENGELS, Escritos sobre arte y literatura, Editorial Calomino, 1946, pág. 66.
muerte renacimiento (expansión) no permite, bajo ningún caso, el
estancamiento sobre una determinada poética impresionista, cubista,
surrealista, real socialista o dadá, entre otras, como determinante de la
praxis artística, sino que propone como un imperativo para la praxis
artística contemporánea la reflexión permanente y en obra sobre sí
misma, que se convierte en contenido explícito o implícito, según el caso,
de la propia idea de artisticidad y de los términos, métodos y
procedimientos que emplea para actualizarla, para llevarla a su cabal
realización.

Es por ello, por ejemplo, que los discursos estéticos constituidos sobre la
base pretendidamente firme, primero, de una poética en particular y,
segundo, sobre una precomprensión de género o técnica artística se
hallan ante la “expansión creciente de la praxis estética”, un deceso
temprano de toda poética de vanguardia ante la dinámica variante de la
praxis artística, que se contrapone a todo discurso que pretenda
constituirse sobre las bases firmes de géneros y técnicas particulares
para establecer preceptivas y notas dominantes.

De aquí se deriva que la reflexión estética en la hora de la muerte del


arte puede verse, en clave fenomenológica, no en términos de un
discurso objetivante que se alza sobre su objeto particular: el arte, sino,
más bien, como aparte fundamental que considera las diferentes
experiencias de esteticidad instauradas en el amplio ámbito de la
sociedad.

En esta perspectiva acontece la vinculación de al menos dos definiciones


de la estética que se hallan en pugna a lo largo de la historia del
pensamiento: una que la considera exclusivamente como filosofía del arte
y la otra que la entiende como teoría general de la sensibilidad, de la
percepción y de los actos constitutivos y constructivos que la implican6.

En términos generales la expansión estética se lee en otros casos, mezcla


de las miradas mencionadas anteriormente, como un efecto del
desplazamiento total y el movimiento de la diversidad de proyectos
culturales y políticos que reclaman una transformación radical de todas
las instancias de la sociedad. Movimientos que implican el surgimiento, a
la vez, de las estéticas callejeras, de eticidades urbanas y de urbanidades
relacionales (con perspectivas expresas de vindicaciones de clase, género
e identificación cultural), pero también, diferenciales y antagonistas,
como modo característico del ser contemporáneo, y que reclaman su
expresión en las instituciones y en los discursos, esto es, el hallazgo y la
ganancia de voz de una diversidad de discursividades y pragmáticas que
conforman los ritmos y contenidos de la cultura y no como se había
pretendido, la unidireccionalidad ofrecida por un sentido predeterminado
y dogmático de la misma (concepción teleológica) que conforme las
6
Véase: FORMAGGIO, Dino, Muerte del arte y la estética, Enlace-Grijalbo, México,
1992.
urbanidades.

De este modo, vida urbana y cotidianidad, esfera pública y


democratización radical, son algunos de los términos básicos entre los
cuales se mueve la muerte del arte y la sucesiva expansión-explosión de
las estéticas, en tanto componentes esenciales de un proyecto cultural e
histórico en el que se propone que no podemos entender de manera
separada, por ejemplo, los fenómenos estéticos y el ámbito de lo político.

Quizá en este mismo sentido concluirá la reflexión de André Leroi-


Gourhan que presentaremos a continuación, no obstante sus puntos de
partida y desarrollos son sustancialmente distintos, proponiéndose una
visión paleontológica del campo de la estética.

Una mirada palentológica de la expansión estética

Las consideraciones de André Leroi-Gourhan sobre la expansión del


ámbito de lo expresivo, implican un viraje radical de los argumentos
sobre los cuales se han tejido las visiones anteriormente desarrolladas, en
tanto este pensador ubica la esteticidad ampliada, no como un efecto del
movimiento cultural sino como la causa de lo cultural y de lo humano
mismo, extendiendo, incluso, los fenómenos estéticos a especies
biológicas no necesariamente homínidas.

De esta manera, el comportamiento estético se halla a la base de la


configuración de los grupos sociales humanos estructurando desde ellos
estilos y modos de inserción del individuo en el grupo, configurando
modos de exteriorización particulares y formas de domesticación del
espacio-tiempo, así como configurando códigos perceptivos y de
emociones que favorecen la inserción del sujeto en el cuerpo social y
colectivo.

En Gourhan se concreta pues, una comprensión del dominio estético


ubicada más bien a la base de la constitución de lo humano que como
resultante de de las fases ulteriores del despliegue de lo histórico. De
este modo en sus propias consideraciones afirma: “Entre los arcantropos
y paleantropos, el único testimonio coherente es el equilibrio en las
formas eficaces del utillaje, una organización de los valores funcionales
propiamente humanos que acarrea una apreciación estética de las
formas, pero no conduce hacia una simbolización figurativa(...)”7

Igualmente las consideraciones de Gourhan nos permiten entender las


manifestaciones estéticas en tanto ordenamiento diferencial, étnicamente

7
LEROI - GOURHAM, André, El gesto y la palabra, Traducción de Felipe Carrera D.
Universidad Central, Ediciones de la Biblioteca, Venezuela, 1971, p. 268.
configurado, de las sensaciones y los modos expresivos que se
desarrollan a través de varios niveles: el fisiológico, que vincula
estrechamente la expresividad con la corporalidad biológica; el técnico
que permite una concepción de los instrumentos como virtualización de
las operaciones configuradoras de mundo en un sentido humano; el social
que ubica en los modos de organización y en las instituciones formas de
materialización de los estilos grupales y, finalmente, un nivel figurativo en
el que se despliega el arte y las formas expresivas consideradas
tradicionalmente como de un nivel superior. Incluye lo anterior para
Gourhan que:

(...) a nivel del homo sapiens un cierto vertimiento de los valores estéticos desde
la cumbre figurativa hacia los fondos fisiológicos y funcionales, es indispensable
partir de los fondos, únicos en ser confirmados paleontológicamente, si se quiere
apreciar el paso de las formas superiores y, sobre todo, de lo arcaico que pueda
permanecer en ellas todavía. Las tendencias del arte abstracto actual serían
incomprensibles, en tanto que retorno a las fuentes, si esas fuentes no estuvieran
previamente elucidadas8.

En esta misma dirección, el ámbito de lo estético se amplía de la


configuración de modos de expresividad y de sensibilidad, de formas de
afectación divergentes, en niveles igualmente variables, tendiendo hacia
la constitución de grupos y, más que de grupos, de estilos
particularizados (étnicos) como aspectos intrínsecos de la socialidad y de
la hominización. El siguiente esquema plantea de manera sinóptica la
ampliación del dominio estético ubicando en el centro una de las
cuestiones sobre las que ubica Leroi-Gourhan las investigaciones
estéticas:

8
Ibíd., p. 268-269.
“(...)
-Relación rebuscar,
individuo en toda la Fisiológic
grupos densidad o
de las
percepcion
es, cómo se
constituye,
-Procesos de en el Técnico Manifestacio
exteriorizaci tiempo y en nes
ón el espacio, estéticas
un código (ordenamien
Lo Comportamie de las to de las Sensibilid
étni ntos estéticos emociones, sensaciones ad
co asegurando Social ) en niveles
al sujeto de
-Códigos de étnico lo afloramiento
las más claro variables
emociones de la
estéticas inserción Figurativ
afectiva en o
su
sociedad”
(Leroi-
Gourhan:
1971,
p.267)

Gourhan complejiza de este modo más aún los fenómenos estéticos, al


considerar que si bien ello constituye un factor determinante de
hominización, lo estético no es asunto exclusivo del ámbito de lo humano
en tanto se sitúa en disposiciones biológicas propias de los seres vivos en
los niveles de evolución más primarios, cuestión esta que propone
extender lo estético hacia el ámbito completo de la vida.
En este contexto lo estético se expande, sucediendo con ello una ruptura
de la imbricación necesaria entre el ámbito de lo artístico y el campo
estético formulado y sostenido por siglos gracias a los desarrollos de las
estéticas filosóficas.

Visto así, en los términos en que se proponen las investigaciones


estéticas se convierten en un campo de indagación inter y
trasndisciplinaria que permite superar la vieja dicotomía entre ciencias
del espíritu y ciencias de la naturaleza, proponiendo una reconciliación
necesaria entre ambos modos de conocimiento.

LÍNEAS DE INVESTIGACION:

Estéticas de la recepción
Estéticas digitales
Estéticas objetuales

Estéticas de la recepción:
- Comprender en el ámbito de los usos las formas significativas de
comunicación, transmisión y virtualización de la cultura.

REFERENTE TEORICO:

Intro. Hacia una meteorología de las preferencias de


una estructura del gusto a una topología del
consumo

Lo que venimos configurando son los conceptos para un nuevo


despliegue o para una deriva que parte de una estética de la recepción
entendida, a la manera de Rainer Warning, como “(...) una dirección de
investigación que estudia los modos y resultados del encuentro de la obra
y su destinatario”9, esto reconsiderando críticamente los marcos para ella
dados en el contexto de una fenomenología de la lectura, encuadrada de
manera predominante y reductiva en las actividades de decodificación
del texto literario. Es necesario reconsiderar los alcances de tal esfuerzo
en el marco de un contexto de producción estética y discursiva que debe
rebasar en su disolución tanto los conceptos de obra como los de autor,
manteniendo el interés por una serie de campos divergentes de
producción significante y de sentidos cuyos “efectos” resultan
diseminados, haciendo consistencia estética en el cuerpo social, en
concordancia con los planteamientos de Leroi-Gourhan, bien como una
forma de domesticación espacio-temporal10, bien como uno de los
factores constituyentes de modos de identificación que permiten la
inserción de los individuos en los grupos o como un depósito colectivo en
el que se estructuran a la vez gustos, consumos y preferencias
(ordenamiento de las sensaciones), bases éstas de los modos de
configuración de las emociones estéticas. Asuntos que enmarcan este
interés en el ámbito de indagación de un pensamiento estético en su

9
WARNING, Rainer (ed.), Estética de la recepción, Visor, Madrid, 1989, p.13.
10
Resulta interesante considerar la descripción que realiza Leroi-Gourhan sobre los medios de
comunicación como uno de los principales configuradores de la espaciotemporalidad social dentro del
apartado titulado “Los símbolos de la sociedad”, en: LEROI-GOURHAN, André, El gesto y la palabra,
Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1971.
dimensión expandida.

De tal manera que lo que a nuestro interés concierne, es la confección de


una serie de dispositivos de pensamiento que permitan ahondar en las
configuraciones de los gustos, los consumos y las preferencias que hacen
del supuesto lector más un usuario, consumidor y postproductor, agente
activo que reanima la actividad estética a través de operaciones más allá
de la obra, el texto o el producto comunicativo, diseminando su sentido, a
la vez, en otras posibilidades del sentir y en nuevas formas para el
devenir de lo sensible, tal vez por las vías de una estetización de la vida
cotidiana, a lo mejor en la configuración de complejos que mezclan al
mismo tiempo la recepción y la actividad de (re)creación atravesadas,
según lo ha dicho Nicolás Bourriaud11, por procedimientos de recorte,
montaje y desviación.

No significa esto, necesariamente, una tiranía del lector o del público,


sino más bien la configuración de los fundamentos para una
reconstrucción de las prácticas, formas de escritura y postproducción, de
las que se valen los sujetos en su condición contemporánea. Prácticas
describibles en la composición de motivos, figuras rítmicas, paisajes y
personajes conceptuales, que animan, como hemos dicho, el devenir
humano de lo sensible y de las sensibilidades.

En esta perspectiva estética se disuelve entonces el problema de la


configuración aurática o los temores de espectacularización, el simulacro
o el simple disimulo que asoman en ciertas teorías apocalípticas del fin de
los originales, a lo que asistimos es a actividades, operaciones, procesos,
tácticas e, incluso, estrategias completas de creación permanente, de
domesticación constante del mundo de vida cotidiana a través de formas
de producción diversificadas y socializadas.

11
BOURRIAUD, Nicolás, Postproducción. La cultura como escenario: modos en que el arte reprograma
el mundo contemporáneo, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2007.
En este ámbito no podremos hablar de autor o de obra, sino más bien de
conjuntos de movimientos, operaciones y tácticas al decir de Michel De
Certeau12, que se componen según las circunstancias a través de un
utilitarismo ritual y estético (cierto tipo de virtuosismo al decir de Paolo
Virno13) diseminado por doquier en el mundo de la vida cotidiana.
Complejos estos que se vinculan bien en el gusto, bien en el consumo o
en la preferencia, materias significantes estructuradas, al mismo tiempo,
bajo los sistemas de producción artísticos, de comunicación masiva,
digital, interpersonal o desplegándose en los escenarios de lo que se ha
llamado “productos de la cultura popular”. Una estética de la recepción o,
deberíamos decir, de la postproducción, deberá ubicarse en el plano de
producciones varias cuya consistencia deriva más de lo que los públicos
hacen con ellas que, en sentido estricto, de su misma procedencia,
naturaleza o intencionalidad. Quizá en ese sentido este ejercicio coincide
con las propuestas de la estética de la recepción en tanto “(...)
superadora de las formas tradiconales de la estética de la producción y la
descripción, sospechosas de un sustancialismo ya hace tiempo
rebasado”14.

Complejos magmáticos, patchworks, mosaicos, collages, mixturas,


remezclas, fakes, camuflajes, desviaciones, recuperaciones, revivals,
reciclajes, ensamblajes, son algunos de los modos de designar estos
procedimientos en los que se evidencia la actividad anónima y anómala –
frente a las demandas de rectitud interpretativa de algunas posturas
semióticas y hermenéuticas– de los receptores. Habrá por esto que
desandar el camino para componer un paisaje con los motivos agenciados
en la recepción pasando de una estructura del gusto a una topología de
los consumos y de allí a una meteorología de las preferencias.

12
Véase: CERTEAU, Michel De, La invención de lo cotidiano, Universidad Iberoamericana, México,
2000.
13
Véase: VIRNO, Paolo, Gramática de la multitud. Para un análisis de las formas de vida
contemporáneas, traducción al español: Eduardo Sadier, Buenos Aires, Argentina, abril de 2002.
14
WARNING, Op. Cit., p.13.
De cualquier modo, el propósito final de este recorrido consiste en fundar
una plataforma teórica que sirva de soporte a un programa de
investigación que, sobre la base de una perspectiva estética expandida,
permita desarrollar proyectos específicos en escenarios aparentemente
tan diversos como las artes visuales, la comunicación o el diseño.

Con lo cual se hace necesario ahondar en una teoría estética de carácter


general que permita recorrer y describir las actividades de usuarios en su
necesidad de expresión, evidente en la búsqueda de estilo más como la
composición de modos de singularización de sí mismos y su entorno, que
como el seguimiento rígido de una corriente expresiva o un movimiento
unitario, de tal suerte que las composiciones de estilo son más el efecto
de una remezcla expresiva que la causa de una orientación normativa del
gusto.

Al mismo tiempo, el concepto de estilo se ha secularizado coincidiendo


como lo señala Pere Salabert en Estética del todo o teoría de lo light15,
con una necesidad generalizada y creciente de expresión que se revela
en el deseo de ser alguien. Es en esta dirección que las operaciones de
los usuarios se convierten al mismo tiempo, al decir de Deleuze y
Guattari16, en permanentes ritornellos, esto es, en actos territorializantes
de materias antes concebidas como no expresivas y en
transcodificaciones de materiales canonizados como artísticos, por tanto,
concebidos como altamente expresivos, se trata pues de la sucesión de
actos necesarios para inventarse, firmar y estetizar la existencia o de
simplemente hacerse con un look, valiéndose de todos aquellos
materiales que se ponen a disposición de los usuarios-intérpretes de las
culturas. Salabert señala como ese conjunto de operaciones se hacen una
necesidad de envergadura creciente de tal suerte que:

15
SALABERT, Pere, Estética del todo o teoría de lo light, Centro de Semiótica y Teoría del
Espectáculo/Fundación Instituto Shakespeare/Instituto de Cine y RTV, Valencia, 1988.
16
(...) el tamaño de esta necesidad, generadora de tantos “discursos” (el
discursear cultural –el multílogo postmoderno– está hecho tanto de la
literatura y el arte como del rock, de la cocina, del vestir, etc., aunque
Dunia simplifique, inefable, la cuestión: “CULTURA ES COSTURA”,
sentencia); esta manía expresiva, digo, ¿es que viene a añadirse a la
babel estética para añadir su gravedad?, o es que, más precisamente, ¿es
esta “presura” la que origina tal desorden en la aspiración –incontrolada e
incontrolable– de cada cual por hacerse una imagen, fabricarse un look
radicalmente distinto y, por eso mismo, expresivo de “su” estilo?17.

Nótese cómo el arte de firmarse la existencia, como lo ha descrito De


Certeau, converge en la propuesta de Salabert en el hecho de designar
una conjunto de operaciones de los sujetos culturales de ensamblaje
simultáneo, no sólo de materias expresivas, sino además de modos de
hacer de procedencias divergentes: “la literatura y el arte”, el “rock, la
cocina y el vestir”, esto es, la integración estética de todas las artes,
liberales y populares según la gradación moderna, en la confección de
modos de poblar y habitar singularmente los mundos que corresponde
vivir.

Aclarándose con esto que habrá que indagar para este propósito, tanto en
el plano de las operaciones efímeras que permiten las costuras-
confecciones de la cultura como en el ámbito de los motivos-productos
estéticos compuestos. Que hablemos de la cultura como el resultado de
un tejido no es una metáfora simple, tanto como el modo de designar un
conjunto complejo de prácticas, no sólo de productos, que se entrecruzan
en la laboriosidad de los sujetos y los grupos por darse un lugar.

De tal suerte que la práctica misma de territorialización que hace lugar en


la cultura, vista desde esta perspectiva, hace agencia por doquier, la
creatividad toma como materia prima el conjunto de existentes,
imprimiendo sobre ellos las consignas –todo arte es primero pancarta,
decían Deleuze y Guattari– de un hacer que se (a)firma en gestos

17
SALABERT, Op. Cit., p.8.
expresivos de distinta consistencia. Como señala Pere Salabert, el todo
deviene expresivo:

Puesto que los objetos cotidianos, el vestir, nuestro modo de andar y


nuestras maneras, la actividad profesional e incluso el ocio, todo significa
sin excepción, he aquí el repertorio ilimitado, el océano de los signos
remitiendo a un hoy cultural que de tan abierto que se quiere su mismo
eclecticismo, devorador, no deja nada al margen. Tan fuerte es el impulso
creativo, tan generalizada la demanda, que cualquier posibilidad de
creación que pudiera venir a situarse oblicuamente a la avenida torrencial
de las figuras ya socializadas de la creatividad, quedaría inmediatamente
ahogada por esa especie de imperativo categórico –por eso mismo fatal–
de una “fuerza singularizadora” para el ser en su semblanza18.

Las maneras, los ademanes, los modos de hacer, los estilos, las
trayectorias en el mapa de los posibles, se actualizan de formas diversas,
con lo cual hará falta más de una inspección atenta a los resquicios de la
cotidianidad en los que se despliegan las formas expresivas como tácticas
del existir, esto es, como parte del doble juego de exteriorización e
interiorización bajo el cual es posible domesticar el espacio-tiempo para
hacerse en él una morada, para configurar con todo ello un modo o una
moda. De tal manera que como señala Salbert:

(...) una estetización general de la vida cotidiana lo último que debe darse
es la simple univocidad de la relación de significante a significado. Y
mucho menos, aún, la estabilidad en las convenciones que vienen a
instituir los signos: al ser todo una cuestión de moda (y por tanto de
mutación en cadena) la única significación posible es la de una disuasión
sistemática del “buen sentido” de los signos mediante signos del sin-
sentido19.

Es en esta dirección hacia donde apunta un ejercicio como el nuestro: a


develar las bases presignificativas de lo significado, que se dan según

18
Ibíd., p.13.
19
Ibíd., p.18.
consideraciones distintas de una estética de los receptores en los planos
del gusto, el consumo o la preferencia, ámbitos del sin-sentido o, mejor
aún, de lo pre-significativo, como estructurantes de los comportamientos
estéticos más usuales y como actividades detonantes de las posibilidades
de significación.

En cuanto a la estructura del trabajo, el texto está dividido en dos


grandes capítulos, el primero dedicado a la reflexión sobre los usos y los
consumos, enmarcando los antecedentes teóricos y las principales
escuelas que han pensado y desarrollado el problema de la recepción y
los roles de los públicos, aquí se plantea una propuesta para la
reconstrucción de los consumos, coherente con estas comprensiones, que
hemos denominado “topología”, se explica el modelo de trabajo, el
sistema de registro y se realiza un breve ejercicio de interpretación
apoyándonos en una prueba piloto realizada con estudiantes
universitarios.

En cuanto al segundo capítulo, este encuadra la propuesta que


consideramos conveniente desde la perspectiva de las estéticas
expandidas para ampliar las categorías de comprensión y narración de las
actividades de los usuarios, centrándonos en la naturaleza fluida y móvil
de las acciones preferenciales y en la necesidad de concebir las mismas
desde una perspectiva ya no topológica, sino meteorológica, a partir de
las consideraciones que sobre este aspecto plantea Michel Serres.

Finalmente abrimos una discusión sobre las implicaciones de una


comprensión desde las estéticas expandidas de la recepción en los modos
de hacer, de tal suerte que ello conducirá a una consideración
arqueológica de la historia del arte, esto es, a una mirada que da cuenta
de las prácticas anónimas y anómalas de los usuarios, de las rupturas que
operan, ampliando el espectro de trabajo de la historiografía tradicional
concentrada fundamentalmente en la obra, pasando de allí a las
actividades y los usos que de ellas realizan los sujetos culturales, como
una forma de nuevo inicio de la actividad creadora, dando cuenta de un
saber estético que se concentra no sólo en el plano de los productores,
sino que además se inscribe en el cuerpo de la multitud contemporánea,
curtiendo y reinventando las posibilidades mismas de producción.
Hemos pretendido realizar un triple recorrido, el primero más corto, que
da cuenta del quiebre de las funciones de la estética moderna en el
kitsch, el segundo, por los aportes de los estudios culturales, sintetizando
su aporte en la idea de una topología de los consumos, para llegar
finalmente a esbozar nuestra propuesta de meteorología de las
preferencias, como punto en el cual inscribir las consideraciones
subsiguientes sobre el problema de los usuarios/postproductores de
sentido. En su conjunto el trabajo intenta desplegar el siguiente esquema:

Estética moderna Estudios culturales Estéticas


expandidas

Juicio del gusto Topología de los Meteorología de las


(crítica en el contexto consumos preferencias
artístico)

0. Preámbulo

El kitsch: de una desestructuración de las normas del gusto a una


rítmica del goce en el consumo

Existe un largo trayecto entre la configuración de un campo autónomo


para la reflexión, la creación y la constitución de un público del arte, al
mismo tiempo que un trayecto, más corto tal vez, pero más contundente,
de desestructuración de esas primeras modalidades de experiencia
estética al ritmo de las, ya no tan nuevas, formas de producción cultural
vinculadas con aspectos como condiciones diferenciales de reproducción
de los bienes simbólicos y reconfiguración de los modos de recepción
concentrada (contemplación) que mutan en percepción distraída y en lo
que se ha denominado como la estetización generalizada de la existencia
a razón20, entre otras, de la diseminación de los referentes propuestos por
los medios de comunicación, la socialización de los principios de diseño
gracias a los cuales los útiles y objetos se dotan explícitamente de
propiedades más allá de lo funcional, esto sin dejar de reconocer que ésta
ha sido una característica de la especie: la expresión y la territorialización
a partir de la técnica, sin embargo lo que aparece como inédito en las
nuevas formas de experiencia cultural es la explicitación de una intención
estetizante en las actividades de producción y consumo objetual que
dotan intencional y explícitamente de valores agregados a aquellos
objetos que antaño aparecían como simple utillaje cotidiano.

En este contexto, lo kitsch como categoría y como modo de designación


de un tipo de experiencia estética fundante de la contemporaneidad,
marca el tránsito de un gusto estructurado sobre la interpretación
focalizada desde la teoría estética de los principios de legitimación de la
modernidad, a la participación en un consumo generalizado por las
condiciones de reproducción de los objetos de goce y de los efectos
perceptuales y vivenciales que a partir de ellos se propician en una
sociedad esencialmente urbana y de medios de comunicación masivos,
los cuales marcan, en últimas, un ritmo (temporalidad) y un sistema de
relaciones (lugar) que hacen del consumo un eterno intercambio entre
repetición y novedad.

De tal suerte que en la modernidad el derecho al goce propiciado por la


naturaleza se estructuraba sobre la base de un objeto inédito en el que se
expresaban las maravillas de la creación, las cuales, a su vez servían, de
modelo aleccionante para la estructuración de un juicio recto tanto en lo
20
En varias de las reflexiones de Vattimo apoyamos nuestra tesis de la doble relación entre estetización
de la existencia y medios de comunicación, en este sentido el autor desarrollando su concepto de muerte
del arte como redefinición de su esencia, en sentido heideggeriano, y como descentramiento de una
experiencia, un producto y un productor autónomos, asunto frente al cual se refiere mostrándolo como:
“(...) un acontecimiento que constituye la constelación histórico-ontológica en la que nos movemos. Esta
constelación es una urdimbre de sucesos histórico-culturales y de palabras que nos pertenecen, que los
deciden y los codeterminan. En este sentido geschicklich, de destino, la muerte del arte es algo que nos
atañe y que no podemos dejar de tener en cuenta. Ante todo, como profecía y utopía de una sociedad en
la que el arte ya no existe como fenómeno específico, en la que el arte está suprimido y hegelianamente
superado en una estetización general de la existencia (estas cursivas son nuestras)”, en: VATTIMO,
Gianni, El fin de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica en la sociedad posmoderna, Gedisa,
LoConcepto
Barcelona, 1994, p.50. Actual Dispositivo
Espectador LoArtefacto
Virtual
Cuerpo
Idea Maquinal
Público Dispositivo
Sentidos
Pensamiento
(materia, (artefacto
Cuerpo Activador
creado (inmaterial,
Maquinal
carne,
creación material
Representa
o extensión
espíritu,
Virtualización
tangible) inmaterialmente
constantemente intangible)
sensorial
El Grupo de investigación en Comunicación, Cultura y Estéticas surge de
los intereses estratégicos de la Facultad de Ciencias, Humanas, Sociales y
de la Educación por configurar escenarios académicos de encuentro
interdisciplinario sobre la base de un trabajo especializado por
macrocategorías (en nuestro caso la cultura) y articulado en una
estructura de construcción conjunta en los niveles de lo investigativo, la
docencia y la proyección social.

En este ámbito, se sustenta en principio la pertinencia de un abordaje no


21
EAGLETON, Terry, La función de la crítica, editorial Paidós, Barcelona, 1999, p.15.
22
Ibíd., pp.23-24.
23
CROW, Thomas, El arte moderno en la cultura de lo cotidiano, Ediciones Akal, Madrid, 2002, p.18.

24
BOZAL, Valeriano, Necesidad de la ironía, Visor, Madrid, 1999, pp. 38-39.
25
Ibíd., p.37.
26
CROW, Op. Cit., pp.27-28.
27
Ibíd., p.29.
28
Citamos in extenso este pasaje del trabajo de Crow, en primer lugar por su contundencia, en segundo,
porque constituye un ejemplo de las constantes en la reconstrucción teórica que hacen distintos autores de
las actividades de los públicos, el tipo de prácticas y operaciones que configuran y los modos de contagio
y diseminación que logran en niveles más allá del propio contexto cultural. Igual referencia hacen citando
contextos distintos y bajo referentes teóricos de diversa inspiración, los trabajos de, entre otros, Nicolás
Bourriaud (2007), José Luis Pardo (2007), Michel De Certeau (2000), Omar Calabrese (1999),
E.H.Gombrich (1999), Serge Gruzinski (1995). En todos los casos se habla de un conjunto de
operaciones, a la vez, desviadas y de desviación que terminan constituyéndose en forma y en posibilidad.
29
Ibíd., pp.40-41.
30
Este aspecto lo desarrollaremos en la segunda parte del trabajo como preámbulo a la concepción
meteorológica de la preferencialidad, eje de nuestra disertación.
31
CERTEAU, Michel De, La invención de lo cotidiano. I Artes de hacer, Universidad Iberoamericana,
México, 2000, p.37.

32
Ibíd., p.37.
33
El problema de la autoría, vista desde la reflexión de Michel De Certeau, no se conecta necesariamente
con la grandilocuencia de los derechos morales y de reproducción, eje de las defensas y discursos que
determinan la creatividad a la vez que la rentabilidad de las industrias culturales, por el contrario, la
cuestión tiene que ver aquí con un asunto más modesto, el de la posibilidad de hacerse autor de la propia
existencia. De este modo: “El niño garrapatea todavía y mancha su libro escolar; aun cuando sea
castigado por este crimen, se hace un espacio, firma su existencia como autor. El televidente ya no escribe
nada sobre la pantalla del receptor. Resulta despojado del producto, excluido de la manifestación. Pierde
sus derechos de autor, para volverse, pareciera, un mero receptor, el espejo de un autor multiforme y
narcisista. En última instancia, sería la imagen de los aparatos que ya no tienen necesidad de él para
reproducirse: la reproducción de una ‘máquina célibe’”, Véase: p.37
34
Fuente de la información para la construcción del esquema, DAYAN, Daniel (comp.), “Relatar al
público”, en: En busca del público, Gedisa, Barcelona, 1997, p.14.
35
Véase: ISER, Wolgang, El acto de leer. Teoría del efecto estético, Taurus, Madrid, 1987.
36
Véase: ECO, Umberto, Obra abierta, Planeta-Agostini, Barcelona, 1985, p.112.
37
Ibíd., p.112.
38
BENJAMIN, Walter, “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”, traducción de Jesús
Aguirre. Ed. Taurus, Madrid 1973, en línea en: http://jacquesderrida.com.ar/restos/benjamin_arte.htm.
39
ECO, Op. Cit., p.120.
40
Véase un desarrollo de segunda generación, soportado en la propuesta fenomenológica, de gran calado
y rigor en: ISER, Wolfgang, El acto de leer. Teoría del efecto estético, Editorial Taurus, Madrid, 1984.
Además: ECO, Umberto, Obra abierta, Editorial Planeta-De Agostini, Barcelona, 1984.
antropológico ni sociológico de la cultura, sino desde un punto de vista
sustentado filosóficamente que dé cuenta de los complejos entramados
que trenzan en la producción de sentidos dinámicas de comunicación,
transmisión y virtualización.

Conviene en este sentido a la Universidad tal abordaje en concordancia


con los esfuerzos realizados para la formación de docentes dentro de la
especialización en estética realizada a través de convenio con la
Universidad Nacional, sede Medellín.

Al mismo tiempo, las dinámicas culturales y de producción simbólica de la


región son ricas y diversas, razón por la cual resulta conveniente un
41
SUNKEL, Guillermo (coordinador), El consumo cultural en América Latina. Construcción teórica y
líneas de investigación, Convenio Andrés Bello, Bogotá, 2006.
42
En este marco ubicaríamos los desarrollos teóricos de los trabajos de Néstor García Canclini, Jesús
Martín Barbero y Guillermo Orozco, entre otros teóricos que han trabajado el problema de las audiencias,
la recepción y el consumo cultural.
43
Véase: CERTEAU, Michel De, “El uso o el consumo”, en: La invención de lo cotidiano. I Artes de
hacer, Universidad Iberoamericana, México, 2000.
44
Esto según la crítica que hace Michel De Certeau a Foucault cuando comenta cómo una
teoría de la disciplina y de las microfísicas del poder deja unos márgenes bastante
estrechos a los sujetos que entran en dichas redes conminándolos a la sumisión,
por el contrario Certeau plantea sus teorías de las indisciplinas, de las tácticas
cotidianas y los ardides, entre los que se encuentra el concepto de consumo, como
posibilidad de insubordinación de los sujetos frente a los poderes que se querían
omnipresentes. Véase: CERTEAU, Michel De, “Tecnologías diseminadas”, en: La invención de lo
cotidiano. I Artes de hacer, Universidad Iberoamericana, México, 2000.
45
MORLEY, en: Dayan, Op. Cit., p.30.
46
MORLEY, David, Televisión, audiencias y estudios culturales, Amorrortu Editores, Buenos Aires,
1996, p.282.
47
Ibíd., p.171.
48
Véase: HORKHEIMER, May y ADORNO, Theodor, “La industria cultural. Iluminismo como
mistificación de masas”, en: Dialéctica del iluminismo, Sudamericana, Buenos Aires, 1988.
49
Canclini, en: SUNKEL, Guillermo (coordinador), El consumo cultural en América
Latina. Construcción teórica y líneas de investigación, Convenio Andrés Bello, 2 ed.,
Bogotá, 2006, pp.81-85.
50
CERTEAU, Op. Cit., p.129.
51
Ibíd., p.129.
52
NARVAES, Ancizar. Sujeto, cultura y dinámica social: ¿Que entender por
cultura? P.197
53
Vasijas cultura africana
54
Demócrito en sus Fragmentos y Testimonios de la antigüedad, M.L. Editorial Socioeconómica, España 1935, pag 13
55
Gráficos de Leonardo Da Vinci como estudio de las formas naturales.
56
La palabra Biónica fue acuñada por el Dr. Jack E. Steele de la USAF, partiendo de la palabra griega bion, que significa vida o
vivir. El doctor Steele primero publicó la definición de biónica el 13 de septiembre de 1960 en una reunión científica convocada por
la Fuerza Aérea de los estados Unidos, en la base Wright Patterson en Dayton Ohio.

57
http://www.educaciontecnologica.cl/taladros_barrenas.htm
58
www.conti-online.com/generator/www/es/es/continental/automovil/temas
59
Tomado de Iconofacto. (2005). Revista Facultad De Diseño. Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín
Pág. 24
60
Ciencia que tiene por objeto el estudio de las funciones de los seres orgánicos
61
Es el estudio de la forma mas la materia
grupo de investigación que apoyado en una perspectiva estética indague
sobre las nuevas configuraciones técnica y expresivas de cara a la
producción teórica sobre las mismas.

PROYECTOS EN CURSO:
- Dimensión sociocultural del proyecto Empresas informativas en el
eje cafetero
- Hacia una meteorología de las preferencias (proyecto pendiente de
registro en el centro de investigaciones)
- Concepción de estética digital subyascente en las prácticas
pedagógicas de los docentes que enseñan media art en los
programas universitarios de artes visuales en el eje cafetero
(proyecto pendiente de registro en el centro de investigaciones)
- Consumos mediáticos en jóvenes universitarios de la ciudad de
Pereira (proyecto pendiente de registro en el centro de
investigaciones)
- Historia de los consumos melodramáticos en el eje cafetero
(proyecto pendiente de registro en el centro de investigaciones)

PUBLICACIONES DEL GRUPO:

- Producción social de los espacios públicos y hermenéutica de la


vida urbana, Revista Páginas No 77, Mauricio Vásquez
- Apuntes sobre la categoría representaciones* *Capitulo V.
Perspectiva performativa de las representaciones, BOTERO,
Patricia, VÁSQUEZ, Mauricio

PUBLICACIONES EN REVISTAS

GARCÍA, Carolina, La noción de Conocimiento en Locke. En: Revista Ánfora Universidad


Autónoma de Manizales. Ed. Nª 19. 2007

GARCÍA, Carolina, Procesos de Institucionalización con Guadua. En: Revista Páginas.


Universidad Católica Popular del Risaralda. VOL 83. 2008

LIBROS

GARCÍA, Carolina, Varios Autores. I Congreso Colombiano de Filosofía. Volumen II.


Filosofía de la ciencia, filosofía del lenguaje y filosofía de la psiquiatría. Ed.
UNIVERSIDAD DE BOGOTÁ JORGE TADEO LOZANO y Sociedad Colombiana de
Filosofía - SCFL - ISBN: 9589029985 Colección: Humanidades Formato: Libro. 2008.
LIZARRALDE, Christian, La Enseñabilidad Cuántica Actas de diseño 5,
Buenos Aires, Argentina, 2008.

PLAN DE TRABAJO: CRONOGRAMA (PLAN ACCIÓN)


LÍNEA DE INVESTIGACIÓN EN ESTÉTICAS DE LA RECEPCIÓN
EJE PROYECTO ACTIVIDAD PRODUCTO RESPONSABL FECHA VALOR
E

2 2 2 2
0 0 0 0
0 0 1 1 R. R.
Human Técnico
9 9 0 0 o
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1 2 1 2
Mauricio X 300.00
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Formulación - Vásquez
del marco Elaboración Documento de Christian
teórico de las de marco teórico Lizarralde
INVESTIGACIÓ líneas documentos Carmen
N para marco Adriana
teórico Pérez
Carolina
García
Estudiantes
líneas de
investigación
Artículo de Mauricio X
referente teórico Vásquez
para publicación

Empresas Informe de Mauricio X


informativas en Dimensión interpretación de Vásquez
el eje cafetero sociocultural resultados

Artículo de Mauricio X 300.00


0
presentación de Vásquez
resultados para
publicación
Hacia una Precisión de Documento de Mauricio X
meteorología referente sustentación del Vásquez
de las teórico motivo preferencial Estudiantes
preferencias gótico-pop línea de
investigación
Documento de Mauricio X
sustentación del Vásquez
motivo preferencial Estudiantes
costumbrismo línea de
cosmopolitano investigación

Documento de Mauricio X
sustentación del Vásquez
motivo preferencial Estudiantes
estética amarillista línea de
investigación
Documento de Mauricio X
sustentación del Vásquez
motivo preferencial Estudiantes
estética light línea de
investigación
Diseño de Propuesta Mauricio X
instrumento metodológica y Vásquez
s diseño de Estudiantes
instrumentos línea de
investigación
Recolección Trabajo de campo Mauricio X 600.00
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de realizado Vásquez
información Estudiantes
línea de
investigación
Historia de los Recolección Trabajo de campo Mauricio X X X
consumos de Manizales Vásquez
melodramático información Pablo Granada
Estudiantes
s en el eje Trabajo de campo
Teorías
cafetero Armenia político-
culturales
Interpretaci Artículo de X
ón de presentación de
información resultados de
y investigación
presentació
n de
resultados
- Corrección - Documento
y publicado
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN EN ESTÉTICAS DIGITALES

EJE PROYECTO ACTIVIDAD PRODUCTO RESPONSABL FECHA VALOR


E

Formulación - Documento Christian 200 200 201 20 Recurs Recurso


del marco Elaboración de marco Lizarralde 9 9 0 1 o técnico
teórico de la de teórico 0 Human
I II I
línea documento Estudiantes o
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marco investigación
teórico
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300.00 100.00
INVESTIGACIÓ 0 0
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de la artículos Lizarralde 300.00 100.00
Concepción de reflexión publicables 0 0
estética digital teórico
subyacente en conceptual
las practicas como
pedagógicas soporte del
de los docentes marco
que enseñan teórico
Media Art en
las
universidades Elaboración Documento Christian X $ $
del eje cafetero de de Lizarralde 500.00 400.00
Entrevistas Interpretaci 0 0
y ón de Estudiantes
Análisis resultados línea de
Conclusione investigación
s e informe
final
- Corrección Documento Christian X $ $
y publicado Lizarralde 300.00 100.00
publicación 0 0
de los
documento
s
preliminare
s del marco
teórico
PUBLICACIÓ - Edición y Documento Christian X $ $
N publicación publicado Lizarralde 1.000.0 3.000.0
del libro: en formato 00 00
sociedad de digital e Mauricio
la impreso Vásquez
comunicaci
ón y
convergenci
a 2.0
Christian X $ $
DOCUMENTOS La Lizarralde 400.00 100.00
ACTUALMENTE Enseñabilid 0 0
PUBLICADOS ad Cuántica
Actas de
diseño 5,
Buenos
Aires,
Argentita
ISSN:
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN EN ESTÉTICAS OBJETUALES
EJE PROYECTO ACTIVIDAD PRODUCTO RESPONSABL FECHA VALO
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Formulación - Elaboración Documento Carolina 200 200 201 201
del marco de documentos de marco García 9-1 9-2 0-1 0-2
teórico de la para marco teórico Carmen A X X X
línea de teórico Pérez
estèticas
objetuales
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sobre el objeto articulo con
INVESTIGACIÓ Planteamient estético. el grupo de
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análisis del IV Simposio
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Argentina en el
mes de Abril.
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semillero de la
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El papel de Industrial el centro de
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Publicación de - Documento Línea de X X X


2 artículos en publicado investigación
el tema del
objeto estético-
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corrección de publicado
documentos de
informe de
investigación
PUBLICACIÓN
Diseño de Herramienta Diplomado Christian X $ $
cursos de s Web 2.0 de 40 horas Lizarralde 2.000.0 600.000
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EXTENSIÓN
Línea de Consolidació Documento Carmen X $ $
pensamiento n de con la Adriana 400.000 200.000
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articulación Vásquez,
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Lizarralde

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Semilleros de Creación de Generación Christian 1.000.0 2.500.00
investigación semilleros de Lizarralde 00 0
como proceso interdisciplin productos Estudiantes
de formación arios de de diversos
divulgación Programas

Red de Consolidació Formulació Mauricio X $ $


investigacione n de la Red n de un Vásquez, 1.000.0 500.000
s estéticas macroproye Christian 00
Urdimbres cto regional Lizarralde,
Estéticas Estudiantes
Regionales de la red de
universidade
s vinculadas
Carolina García

C.C.: 30230914

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