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Para tratar el subjuntivo, se acostumbra a explicar dos principios

fundamentales. En primer lugar, se considera el uso del modo indicativo


para formular algo con pretensión de certeza y el uso del modo subjuntivo
para modalizar la enunciación lingüística, esto es, cuando el hablante no se
compromete con la verdad de lo que se dice. En segundo lugar, es habitual
presentar el indicativo como el modo que introduce la información remática
y el subjuntivo como el introductor de información temática.

En realidad, estos dos principios están en relación ya que si la información


presentada es conocida no requiere un compromiso por parte del
enunciador. No obstante, a pesar de la validez de ambos principios en un
elevado número de casos, es posible encontrar situaciones en las que no es
suficiente esta distinción como ocurre, por ejemplo, en el subjuntivo
polémico.

Respecto al uso de subjuntivo, este aparece en oraciones independientes,


sustantivas, de relativo y adverbiales impropias. En la cuestión que nos
ocupa, el de las oraciones independientes, se suele partir de que es el único
caso en que el modo subjuntivo no aparece determinado por un elemento
gramatical previo; explicación que no es cierta dado que siempre hay algún
elemento anterior (quizá, ojalá, que, entre otros) que modaliza el
enunciado. Así pues, se distinguen dos grandes ámbitos del subjuntivo en
las oraciones independientes1: la expresión del deseo y la probabilidad. En
el primero de ellos, el deseo, solo se utiliza el subjuntivo y su juicio se
expresa mediante la temporalidad. Esto es algo que, de manera más o
menos detallada, se debe presentar en todos los niveles; no obstante, se
hace un tratamiento más profundo en diferentes manuales tal y como se
verá a lo largo de este ejercicio. En el segundo de los ámbitos, la
probabilidad, cabe distinguir entre lo posible y lo probable; la diferencia
radica en que lo posible se expresa en indicativo ya que está más
relacionado con la aserción y lo probable se expresa en subjuntivo dado que
implica un juicio.

Otro aspecto a tratar en la explicación del subjuntivo, además del uso, es la


temporalidad. Dentro del subjuntivo, el presente (con valor de deseo)
expresa simultaneidad y posterioridad, el pretérito imperfecto expresa
simultaneidad o posterioridad respecto al v1 pasado, para la anterioridad se
necesita el pretérito pluscuamperfecto aunque puede alternar con el
imperfecto y, por último, el pretérito perfecto presenta una acción que se da
como concluida en el presente o en algún momento del futuro. Es sabido
que la temporalidad en subjuntivo tiene muchas restricciones debido al
verbo de la llamada oración principal. De hecho, es importante incidir en la
correlación temporal en subjuntivo cuando la oración principal contiene un
condicional (marca de hipótesis) porque es entonces cuando es necesario
un pretérito.

Respecto al tratamiento que reciben el uso del subjuntivo y la correlación


temporal en los manuales, tal y como se ha avanzado en párrafos
anteriores, cabe decir que acostumbra a ir más allá de lo expuesto hasta
este punto. De este modo, ya en el nivel inicial es conveniente introducir
el subjuntivo como expresión de deseo y la presentación de sus formas
simples. J. Ruiz Campillo en su Gramática básica2, por tratarse de un manual
centrado en los aspectos gramaticales y que llega hasta un nivel
intermedio, presenta todas las formas del subjuntivo haciendo la
correspondencia temporal con el indicativo, pero en cuanto a los usos
solamente aparecen las formas simples y siguiendo el criterio declarar
(indicativo)/no declarar (subjuntivo). Asimismo, en el nivel elemental de Y,
ahora, la gramática3 se presenta de manera progresiva el empleo del
presente de subjuntivo en alternancia con el indicativo, el condicional y el
imperativo en diferentes usos.

En el nivel intermedio de Y, ahora, la gramática4 se distinguen tres usos


del subjuntivo independiente: los deseos (en los que se incluye la
posibilidad y la probabilidad), las valoraciones emotivas y las órdenes. En
este nivel, Selena Millares5 analiza la alternancia modal dependiendo de las
expresiones utilizadas en las oraciones independientes cuando expresan
deseo, probabilidad o hipótesis. Así, considera que si la expresión de
probabilidad va antes del verbo, este puede ir con indicativo (mayor grado
de probabilidad) o subjuntivo (menor grado); en la expresión de la hipótesis
presenta la alternancia indistinta entre el pluscuamperfecto de subjuntivo y
el condicional compuesto. Introduce, además, el empleo del subjuntivo para
expresar el deseo (precedido por las partículas ojalá, que, si y quién) y la
posibilidad (puede que).

Siguiendo con Selena Millares, en el nivel superior6 se analizan de manera


más detallada estos casos pero con frecuentes anotaciones tras la
explicación, detalle que no facilita el aprendizaje. En la expresión del deseo
en subjuntivo con que el manual escoge tres estructuras bastante fijadas,
pero resulta difícil encontrar otros casos que no sean frases hechas.
Además, es necesario distinguir estas formas de que + subjuntivo (Que
entre el siguiente, Que vengan aquí los que quieran ayudar, etc) de las de
imperativo ya que están en el límite. De este modo, S. Millares realiza una
extensa clasificación atendiendo a fórmulas para expresar el deseo, la
probabilidad, la conjetura (¿Y si…?) y otros usos, pero la explicación que se
da en algunos casos como, por ejemplo, el de ni que + subjuntivo es
cuestionable. La autora incluye el ejemplo citado en el ámbito de la
posibilidad y subraya un matiz comparativo e irónico, aunque su
interpretación adquiere más sentido dentro de la interrogación y posee
cierto valor hipotético.

De un modo similar, Mª Luisa Coronado7 clasifica en cuatro grupos


principales el uso del subjuntivo en oraciones independientes. Estos son el
deseo, la conjetura, las órdenes y un apartado más extenso que el resto
bajo el epígrafe “otras expresiones”. A diferencia del manual de Selena
Millares, este remite al estudiante a otra unidad para analizar la conjetura
desde un enfoque pragmático. Por último, Concha Moreno8 lleva a cabo un
exhaustivo análisis de partículas y su correspondiente tiempo verbal dentro
del deseo, la duda y posibilidad, las estructuras reduplicadas, la sorpresa y
otros casos particulares. Se trata de una clasificación clara, aunque en
algunos ejemplos el valor que se les atribuye no es claro, como en ¡Quién lo
iba a suponer! (Quién+indicativo) donde podría interpretarse que el
hablante manifiesta estar sorprendido mientras que autora lo considera
incredulidad.

A modo de conclusión y tras analizar los diferentes manuales, se observa


que el subjuntivo no siempre aparece en el nivel inicial; sin embargo, es
muy recomendable presentar algunos de sus usos ya en los primeros cursos
para que el estudiante se familiarice con él y sea capaz de expresar algo tan
recurrente como es el deseo, por ejemplo. Por último, aunque no por ello
menos importante, es innegable que una buena clasificación del subjuntivo
resulta de gran ayuda para su asimilación, pero su tratamiento desde un
punto de vista pragmático es necesario también para una mejor explicación
y comprensión.
1
Con el fin de evitar confusiones, se continuará utilizando esta denominación a lo largo del ejercicio ya que
es la que aparece en los manuales consultados.

2
RUIZ CAMPILLO, J. (2005): Gramática básica del estudiante de español, Difusión, Barcelona.

3
MORENO TARRÉS, Mónica [coord.] (2010): Y, ahora, la gramática 4, Edicions Universitat de Barcelona,
Barcelona

4
GARACHANA, Mar [coord.] (2009): Y, ahora, la gramática 5, Edicions Unviersitat de Barcelona, Barcelona.

5
MILLARES, Selena y CENTELLAS, Aurora (2010): Nuevo método de Español para Extranjeros (nivel
intermedio), Edinumen, Madrid.

6
MILLARES, Selena (2010): Nuevo método de Español para Extranjeros (nivel superior), Edinumen, Madrid.

7
CORONADO, Mª Luisa (1996): Gramática y ejercicios. Nivel intermedio y superior, SGEL, Madrid.

8
MORENO, Concha (2000): Curso de perfeccionamiento, SGEL, Madrid.

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