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Basureros nucleares: Residuos radiactivos

Las acciones que se desarrollan en el campo nuclear, tal como ocurre en otras áreas, generan
residuos. Estos residuos provienen tanto de procesos productivos como de aplicaciones
médicas, industriales y de investigación y desarrollo. La magnitud de estos residuos desde el
punto de vista de su complejidad es dependiente de la escala y características de los procesos
que los generan.
Desde su creación en 1950, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) de Argentina ha
venido desarrollando diferentes tareas que han abarcado desde la producción de radioisótopos,
las aplicaciones médicas e industriales y las actividades de investigación y desarrollo, hasta las
correspondientes al ciclo del combustible nuclear con dos centrales núcleo eléctricas en
operación.
También, diferentes instituciones públicas y privadas utilizan materiales radiactivos ya sea
como parte de sus procesos o por el uso de tales materiales como parte del equipamiento
asociados a la realización de una práctica.

• Residuos desclasificables (o exentos): No poseen una radiactividad que pueda resultar


peligrosa para la salud de las personas o el medio ambiente, en el presente o para las
generaciones futuras. Pueden utilizarse como materiales convencionales.

• Residuos de baja actividad: Poseen radiactividad gamma o beta en niveles menores a


0,04 GBq/m³ si son líquidos, 0,00004 GBq/m³ si son gaseosos, o la tasa de dosis en
contacto es inferior a 20 mSv/h si son sólidos. Solo se consideran de esta categoría si
además su periodo de semidesintegración es inferior a 30 años. Deben almacenarse
en almacenamientos superficiales.

• Residuos de media actividad: Poseen radiactividad gamma o beta con niveles


superiores a los residuos de baja actividad pero inferiores a 4 GBq/m³ para líquidos,
gaseosos con cualquier actividad o sólidos cuya tasa de dosis en contacto supere los
20 mSv/h. Al igual que los residuos de baja actividad, solo pueden considerarse dentro
de esta categoría aquellos residuos cuya periodo de semidesintegración sea inferior a
30 años. Deben almacenarse en almacenamientos superficiales.

• Residuos de alta actividad o alta vida media: Todos aquellos materiales emisores de
radiactividad alfa y aquellos materiales emisores beta o gamma que superen los
niveles impuestos por los límites de los residuos de media actividad. También todos
aquellos cuya periodo de semidesintegración supere los 30 años (por ejemplo los
actínidos minoritarios), deben almacenarse en almacenamientos geológicos profundos
(AGP).

GBq/m... Equivale a una desintegración nuclear por segundo.


Msv/h......radiación absorbida por la materia viva

Gestion segura de residuos radiactivos

El alcance de esta gestión radica en la interposición entre el residuo y el ecosistema, de un


conjunto de barreras naturales e ingenieriles, optimizando los costos y dosis involucrados. Este
conjunto de barreras múltiples y redundantes tiene por objetivo impedir o retardar la llegada de
los radio nucleidos al hombre y al ambiente hasta que los mismos hayan perdido su
peligrosidad.
Cada una de estas barreras, química, física, ingenieril y geológica, cumple una función
determinada. La barrera química tiene como función inmovilizar los radio nucleidos presentes
evitando su dispersión durante el tiempo establecido para cada clase de residuos. La barrera
física permite contener y confinar los residuos inmovilizados, simplificando su manejo y
transporte en forma segura. La barrera ingenieril limita el escape y retrasa el comienzo de la
lixiviación de los radio nucleidos, presentando un buen confinamiento de la radiactividad
durante el tiempo necesario. Por último, la barrera geológica detendrá o retrasará el acceso de
los radio nucleidos al medio ambiente y al hombre en el caso que fallaran las tres barreras
anteriores.
Con el fin de realizar una planificación previa de la gestión de cada clase de residuos
radiactivos que se generan, se han establecido etapas que deben ser cumplidas para el logro
de una gestión de residuos idónea y segura. Estas etapas involucran tanto a los organismos
generadores como al gestionador, dado que algunas de ellas pueden ser llevadas a cabo en
los organismos generadores pero deberán ser concertadas con el organismo gestionador. Ellas
corresponden a actividades de minimización, segregación, caracterización, pretratamiento,
tratamiento, acondicionamiento, transporte, almacenamiento y disposición final.
Estas etapas están interrelacionadas y deben ser compatibles entre sí, teniendo como función
principal la disminución de costos y dosis involucrados y deben cumplir con los requerimientos
de aceptación establecidos para cada una de ellas.
Las tecnologías involucradas en cada una de estas etapas difieren substancialmente se trate
de residuos radiactivos clasificados como de baja y media actividad o como de alta actividad.

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