Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
I. DERECHO ADMINISTRATIVO.
Es aquella rama del Derecho Público que se encarga de estudiar la organización y funciones de las
instituciones del Estado, en especial aquellas relativas al Poder Ejecutivo.
• Derecho Administrativo Orgánico: encargado del estudio sobre las formas y principios de
organización administrativa
• Derecho Administrativo Funcional: sobre la función administrativa.
• Derecho Procesal Administrativo: normas sobre control administrativo y jurisdicción en la
materia.
• Responsabilidad del Estado: estudia las causales y procedencia del deber de la
Administración de reparar los males causados por ella.
• Derecho Municipal o Local: estudio sobre el régimen legal de las municipalidades o
corporaciones similares.
• Derecho Ambiental: encargado de las normas sobre protección del medio ambiente.
• Derecho urbanístico: sobre las normas de construcción y planificación urbana.
• Derecho vial: normas sobre tránsito y caminos.
• Derecho aduanero: sobre las aduanas y el control migratorio.
1
Estudiante del Tercer año, paralelo “I” de la carrera de leyes de la Universidad Central del Ecuador, quien
realiza el trabajo para la cátedra de Derecho Administrativo.
1
II. POTESTAD REGLAMENTARIA.
La Potestad reglamentaria es la prerrogativa por la que las administraciones públicas pueden crear
normas con rango reglamentario, es decir, normas subordinadas a las leyes, ya sean reglamentos,
decretos o instrucciones.
No es privativa del Poder Ejecutivo, otros órganos también pueden ejercerla. Así por ejemplo, las
Cámaras del Parlamento, o Tribunales Superiores de Justicia. No obstante ello, la potestad
reglamentaria está radicada principalmente en el Ejecutivo.
2
administrativa, con prescindencia de que sea el efecto ejecutorio de un acto administrativo que le
sirva de antecedente, o que se trate simplemente del desarrollo de la actividad que dicha función
requiere en el cumplimiento de sus cometidos propios, en cuyo caso la ejecutoriedad viene dada
por una norma de alcance general. De cualquier modo, se trata de un hecho jurídico, en tanto y en
cuanto tiene la virtualidad de producir consecuencias jurídicas, que proviene de la Administración
Pública (estatal o no estatal) e incide en la relación jurídico-administrativa, de lo que resulta su
adjetivación.
Se diferencia del acto administrativo puesto que es un acontecer que importa un hacer material,
operación técnica o actuación física de un ente público en ejercicio de la función administrativa,
mientras que el acto administrativo significa siempre una declaración intelectual de voluntad de
decisión, de cognición u opinión.
El hecho, no es una exteriorización intelectual sino material. Ahora bien, es posible que el hecho
administrativo sea la ejecución de un acto o que simplemente sea una operación material, sin
decisión o acto previo. Ordenar la destrucción de una cosa es un acto. Destruir la cosa es un
hecho. También es un hecho destruir la cosa directamente, sin previa declaración, en cuyo caso
faltará el acto administrativo.
El tema a del acto administrativo es de suma importancia en el Derecho público, dado que el
reconocimiento de un acto como administrativo implica someterlo a un régimen especial que lo
diferencia de otras manifestaciones estatales. Es una materia que ha sido muy discutida en la
doctrina jurídica, sosteniéndose diferentes definiciones, según sea el concepto que se tenga, en
general, de la función administrativa.
Las definiciones de acto administrativo varían según dónde se ponga el énfasis, ya sea en el órgano
que lo dicta, en el contenido del mismo, o en su forma. Obviando las disputas se puede entender
al acto administrativo como "toda declaración unilateral de voluntad realizada en el ejercicio de la
función administrativa que produce efectos jurídicos individuales de forma inmediata". Este
concepto de acto administrativo es sostenido, entre otros, por el jurista argentino Agustín
Gordillo.También se puede entender como “Acto jurídico de voluntad, de juicio, de conocimiento
o deseo dictado por la Administración Pública en el ejercicio de una potestad administrativa
distinta de lapotestad reglamentaria”, definición esta defendida por el profesor español Eduardo
García de Enterría, y construida sobre la definición del administrativista italiano Guido Zanobini.Así
pues, es una manifestación del poder administrativo, cuya característica es que se adopta en vía
de decisión singular, en contra del acto del legislador o de la Administración que sea de carácter
general (ley o reglamento, respectivamente), caracterizado por ser una imposición unilateral,
imperativa y con consecuencias jurídicas para el destinatario.Según
3
Ciertos juristas, como el peruano Christian Guzmán Napurí, el acto administrativo se distingue de
otras actuaciones administrativas no solo por su carácter unilateral sino además por el hecho de
generar efectos jurídicos específicos o particulares, sobre los administrados, lo cual lo diferencia
claramente de otras actuaciones administrativas, como por ejemplo los reglamentos.Otras
posturas, muy autorizadas (como la del jurista Antoño Abruña), definen al acto administrativo
como una declaración que: provenga de una administración pública, produzca efectos jurídicos y
se dicte en ejercicio de una potestad administrativa. Para ellos, podrán existir diferencias claras
entre los reglamentos y los actos administrativos no normativos, sin embargo; no parece que esto
sea suficiente para considerarlos como dos géneros distintos. Los reglamentos y los actos
administrativos no normativos poseen los mismos elementos esenciales.
Unos seran actos administrativos no normativos y los otros, actos administrativos normativos,
pero ambos seguirán siendo actos administrativos.Se señala que el acto administrativo es una
"declaración de voluntad" para descartar posibles actividades de la administración que no sean
específicamente emanaciones de la voluntad estatal. Al decir que es "unilateral" se la diferencia de
otras figuras que sí expresan la voluntad de la administración como son, por ejemplo, los contratos
administrativos. Al ser en ejercicio de la "función administrativa", se descarta a las funciones
judiciales y legislativas –cabría entrar en el análisis, llegado el caso, de las diferentes concepciones
de función administrativa–. Y por último, si se dice que "produce efectos jurídicos individuales"
para diferenciar el acto administrativo de otras actuaciones administrativas creadoras de
situaciones jurídicas para el administrado, como los reglamentos.
V. ACTO NORMATIVO.
2
ERJAFE Art. 65
4
VI. CONTRATO ADMINISTRATIVO.
Según el maestro Guillermo Cabanellas Contrato Administrativo es: “Aquel celebrado entre la
administración, por una parte, y un particular o empresa, por la otra, para realizar una obra
pública, explotar un servicio público u obtener la concesión de alguna fuente de riqueza
dependiente de la entidad de Derecho Público. Esta combinación de voluntades, desiguales por su
calidad, pública y aun soberana la una, y privada y aun sometida en aspectos generales la otra,
revela la flexibilidad de los vínculos contractuales, y anticipa la singularidad de esta contratación.”
Otro aspecto de los contratos administrativos se encuentra en que la iniciativa corresponde casi
exclusivamente a la Administración, que además suele hacer oferta pública; la libertad del otro
contratante se reduce a aceptarla íntegramente y a ofrecer el menor precio, si de un trabajo se
trata; o la máxima cuota, si de explotar algún servicio o riqueza es el caso.
El contrato público es un tipo de contrato en el que al menos una de las partes es una
Administración pública cuando actúa como tal, y en el que está sometido a un régimen jurídico
que coloca al contratante en una situación de subordinación jurídica frente a la Administración.
El concepto de contrato público, a primera vista, no difiere del concepto de contrato en el Derecho
privado, pero al ser el Estado (o una de sus Administraciones) una de las partes del mismo, tiene
características propias. Puede definirse el contrato administrativo como aquel en que la
Administración ejerce determinadas prerrogativas en cuanto a su interpretación, ejecución y
extinción, cuidando de no alterar la ecuación financiera del mismo.
El objeto de este contrato se rige, en consecuencia, por el Derecho público. En todo contrato
administrativo tiene que participar por lo menos un órgano estatal en ejercicio de función
administrativa. Ahora bien, es la Ley la que define qué se entiende propiamente por órgano
estatal, que en determinadas circunstancias puede incluir entes no estatales de Derecho público
interno.
5
o que un Poder Adjudicador financie en más del 50 por ciento su actividad o
controle su gestión o nombre a más de la mitad de los miembros de su órgano de
administración, vigilancia o control.
• c) Asociaciones, de derecho privado, constituidas por los entes, organismos o entidades
que son Poderes Adjudicadores.
Sólo los poderes adjudicadores podrán realizar Contratos Sujetos a Regulación Armonizada
(Contratos SARA), que son aquéllos a los que se les aplica la Directiva Comunitaria reguladora de
los contratos públicos.
El régimen jurídico de los contratos públicos. Para poder abordarlo, hay que distinguir entre
contratos administrativos y contratos privados.
Contratos administrativos
Son aquellos celebrados por una Administración Pública, con alguna especialidad, pues hay
contratos celebrados por una Administración Pública que deben considerarse privados (como los
de creación e interpretación artística, los de espectáculos o determinados servicios financieros).
Se rigen completamente por la Ley de Contratos del Sector Público (o, si se trata de un contrato
administrativo especial no tipificado en la misma, por sus normas específicas), sus disposiciones de
desarrollo y por el resto de normas de derecho administrativo. Sólo en caso de lagunas
interpretativas se ha de acudir al derecho privado.
Contratos privados
• a) Los celebrados por el resto de entes del Sector Público que no sean Administraciones
Públicas.
• b) Los celebrados por Administraciones Públicas cuyo objeto sea la creación e
interpretación artística, los espectáculos o determinados servicios financieros.
En este tipo de contratos privados es donde se ha diseñado la teoría de los actos separables,
imprescindible para comprender su régimen jurídico. En virtud de la misma:
Ello es importante puesto que el derecho administrativo concede a la Administración una serie de
prerrogativas durante la ejecución contractual (interpretación unilateral, modificación unilateral,
imposición de penalidades...) que dejan de existir en el contrato privado. Luego no puede definirse
el contrato del sector público como un contrato donde una de las partes tiene unas facultades
exorbitantes, ya que eso sólo se puede predicar del contrato administrativo que, como vemos, es
un subtipo de contrato público.
6
VII. CONCLUSIONES.
Después de haber leído y consultado al respecto, se me va formando una mayor idea sobre el
Derecho Administrativo y la importancia que posee dentro de esta el acto administrativo. Al cual
yo no le hallaba mucha practicidad dado su engorroso y por considerarlo nada practico para un
individuo que nada tiene que ver con el estatismo usual de la burocracia.
Lamentablemente en el derecho ecuatoriano a primado la tesis del estado interventor en vez del
estado al servicio del individuo, de ahí que se busque a través de la legislación de dotarle de
legitimidad y legalidad a la actuación pública, teniendo en cuenta que muchas veces a lo largo de
nuestra joven historia democrática este tan solo se a dedicado a burlarse y atropellar los derechos
del individuo de ahí que yo plantea que se tiene que revisar el estatuto administrativo de la
función judicial y de ser necesario redactar una nueva en base a enfoque del derecho
administrativo al servicio del individuo no como es ahora se sirve del ciudadano.
VIII. BIBLIOGRAFÍA.
En la realización del presente trabajo se han consultado las siguientes libros, textos y artículos.
C.C. 171669593-5