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Pensamiento:

¿Conoces a Dios suficientemente bien como para depositar en Él toda tu confianza, sin
dudar y sin cuestionarlo? Lo único importante es esta vida es poder relacionarnos a
nivel personal con Dios.

Versículos:

Juan 7:28-29
Al oír esto, Jesús, que estaba enseñando en el templo, dijo con voz fuerte: ¡Así que
ustedes me conocen y saben de dónde vengo! Pero no he venido por mi propia cuenta,
sino que vengo enviado por uno que es digno de confianza y a quien ustedes no
conocen. Yo lo conozco porque procedo de él, y él me ha enviado.

Salmos 56:34
Cuando tengo miedo, confío en ti. Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y
no tengo miedo. ¿Qué me puede hacer el hombre?

Isaías 12:2
Dios es quien me salva; tengo confianza, no temo. El Señor es mi refugio y mi fuerza,
él es mi salvador.

Evangelio:

Mateo 14:22-33

Después de esto, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran
el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente. Cuando la
hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba
allí él solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la
barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos
caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se
asustaron, y gritaron llenos de miedo: ¡Es un fantasma! Pero Jesús les habló,
diciéndoles: ¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo! Entonces Pedro le respondió: Señor, si
eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua. Ven, dijo Jesús. Pedro entonces
bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar
la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: ¡Sálvame, Señor!
Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: ¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué
dudaste? En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban
en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: ¡En verdad tú eres el
Hijo de Dios!
Lectura:

¿En Quién Confías?

Confiar significa depositar, encargar o poner algo, al cuidado de alguien, sin más
seguridad que la buena fe y la opinión que se tiene de esa persona. La pregunta es:
¿Se puede confiar en un desconocido? Muy difícil. Sería necesario tener muchas
referencias personales de esa persona. En resumen necesitamos conocer muy bien a
una persona o necesitamos tener muy buenas referencias personales, antes de poder
confiar en esa persona.

¿Qué tanto confías en Dios? No es una pregunta teórica y por lo tanto no debemos dar
una respuesta teórica. La gente dice mecánicamente que cree en Dios y que confía en
Él. Pero ¿es cierto? ¿Conoces a Dios suficientemente bien como para depositar en Él
toda tu confianza? En todo momento, en toda circunstancia, en todo lugar, ¿Confías en
Él sin dudar? ¿Tienes la disposición de aceptar todo de Él sin cuestionarlo y creyendo
que siempre es bueno lo que viene de Dios aunque esté cubierto de “malas”
apariencias? ¿Hay dudas en lo más profundo de tu corazón?

Te invito a que te dediques a conocer a Dios. Lee su palabra en la Biblia. Búscalo en


oración para conversar con Él, a solas, en privado, en la intimidad de tu corazón.
Desarrolla una relación personal con Dios para que Él forme parte de tu vida. Pide sus
referencias personales a otros que también se han dedicado a desarrollar una relación
personal con Dios y pueden contarte mucho sobre Él.

Lo único importante es esta vida es poder relacionarnos a nivel personal con Dios
todopoderoso, Creador de todo, Rey de reyes, Señor de señores y nuestro Padre.

Juan 7:28-29
Al oír esto, Jesús, que estaba enseñando en el templo, dijo con voz fuerte: ¡Así que
ustedes me conocen y saben de dónde vengo! Pero no he venido por mi propia cuenta,
sino que vengo enviado por uno que es digno de confianza y a quien ustedes no
conocen. Yo lo conozco porque procedo de él, y él me ha enviado.

Salmos 56:34
Cuando tengo miedo, confío en ti. Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y
no tengo miedo. ¿Qué me puede hacer el hombre?

Isaías 12:2
Dios es quien me salva; tengo confianza, no temo. El Señor es mi refugio y mi fuerza,
él es mi salvador.

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