La ética del cuidado surge como respuesta a los estudios de Piaget y de
Kohlberg sobre el desarrollo moral, donde los hombres podían llegar a etapas más avanzadas del desarrollo moral que las mujeres. Mientras las mujeres las muestran como más sensibles, los hombres son moralmente autónomos y su moral se basa en los derechos de los individuos. Esta ética, que hizo su aparición en estas últimas décadas del siglo XX, desde la reflexión feminista, tiene el firme propósito de explicar el diferente modo que tienen las mujeres de afrontar las decisiones morales y la idea de que la educación moral se sustenta en la promoción de las relaciones de cuidado. Esta teoría contrasta claramente con la autonomía moral y la idea de justicia predominantes en la tradición occidental desde Kant y Kohlberg. La ética del cuidado supone un cambio en el modo de concebir y de llevar a cabo la educación moral. Carol Gilligan -discípula de Kohlberg-, sostiene que la teoría de Kohlberg es válida solo para medir el desarrollo de un aspecto de la orientación moral: la que se centra en la justicia y los derechos. Mientras kohlberg realizó estudios con dilemas morales hipotéticos con varones en su mayoría, Gilligan hará estudios morales reales con mujeres y hombres. Y con ello abrirá un nuevo camino: el de un modelo ético diferente. Mujeres y hombres emplean diferentes estrategias ante un dilema moral, pero ello no quiere decir que no sean igualmente valiosos. Los estudios de Gilligan mostrarán que las mujeres ante un conflicto moral planteado, se muestran más benévolas y utilizan el cuidado para resolverlo. La filósofa Nel Noddings en en su libro Caring. A femenine approach to Ethics & Moral Education, realiza una aproximación femenina a la ética y a la educación moral. Cree que las reglas y principios no tienen tanta importancia en la vida moral como muchos filósofos han creído. Las personas raramente consultan los principios morales cuando toman decisiones. En lo concerniente a la educación habría que preguntarse cuál es el mejor modo de cultivar sentimientos morales y con ello hacerlo extensivo a la sociedad. Para Noddings desde lo que llama la voz del padre se ha asumido el aprendizaje ético y moral. Con lo que es consciente del riesgo que asume empleando una voz diferente de la dominante. Las mujeres, por así decirlo, entran por una “puerta “ distinta al campo de la acción moral. Con esto no quiere decir que no sean capaces de organizar jerárquicamente principios lógicos. Se trata más bien de que ven este proceso como algo periférico, externo, incluso ajeno, a muchas cuestiones de acción moral. Ante un dilema moral, las mujeres a menudo piden más información. Necesitan saber más, tal vez para crearse una imagen de conjunto lo más parecida posible a una situación moral real. Para la autora la experiencia femenina que fundamenta el cuidado es la proveniente de los roles sociales que tradicionalmente le han sido asignados a las mujeres (el cuidado de la familia, enfermos...). El papel tradicional de las mujeres -la maternidad- desarrolla la relación y sensibilidad necesarias para el cuidado. Es necesario puntualizar que Noddings alega que la ética del cuidado no es una cuestión de género, ni tan siquiera biológica. Las mujeres cuidan, no por las cuestiones anteriores, sino porque voluntaria o involuntariamente han disfrutado o sufrido una experiencia en la que el cuidado es lo primordial. Por ello Noddings aclara que por propuesta femenina se entiende la propuesta nacida de la experiencia histórica que la mayoría de las mujeres han vivido: la maternidad y el hecho de estar a cargo del hogar -con todas las obligaciones que esto ha conllevado: desde el cuidado de la prole, la casa, el trabajo, el alimento, hasta la satisfacción sexual del marido-. Por tanto, no se trata de un rasgo exclusivo de la naturaleza femenina, sino de algo histórico. Con lo cual la experiencia está abierta tanto a mujeres como a hombres. En este sentido, Noddings está a favor de un balance de la experiencia femenina y masculina en la vida humana que pueda abrir nuevas posibilidades para los hombres, las mujeres y la sociedad. Pero este balance no puede ser obtenido mientras la experiencia femenina sea considerada como inferior. La esperanza es que los dos sexos puedan aprender a cuidar. 1 Hay que señalar que lo que realmente preocupa a Noddings y a otras filósofas feministas es que
1 Noddings, N.:Educating Moral People: A Caring Alternative to Character Education. Teacher
College Press, 2002 al dejar fuera de las consideraciones morales el cuidado, conlleva un empobrecimiento de la vida humana.
Tema 1. Características Básicas Del Desarrollo Psico-evolutivo de Los Niños y Niñas de Los Seis a Los Doce Años. Aspectos Cognitivos, Motrices, Afectivos y Sociales. Implicaciones en El Desarrollo Del Proceso