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¿PODEMOS DAR EL PECHO A NUESTROS HIJOS ADOPTADOS?

Cuando nació mi hijo Carlos, una de las pocas cosas que calmaban los famosos cólicos del lactante fue tomar
el pecho. En aquellos momentos la lactancia no me pareció tan maravillosa como me habían comentado, puesto que
en cuanto acababa de comer, el pobre empezaba con sus llantos y al mismo tiempo lo único que le calmaba era
ponerle al pecho de nuevo. Esta situación fue crítica durante tres largos meses y dos más, algo más llevadera. Mi
concepto de lactancia estaba pues, algo relacionado con “calmante a un desesperado”, si bien estaba contenta de que
la leche le alimentara perfectamente y le hiciera crecer como un niño sano. Pero era imposible disfrutar de esa
relación madre-hijo. Aún así pudo lactar durante siete meses.
A los dos años nació mi hijo Miguel, prematuro, y en esta ocasión la lactancia se convirtió en algo vital. Tenía
en mis manos proporcionarle diariamente las defensas necesarias para salir adelante sin problemas. Con cinco meses y
medio comenzó con crisis de “bronquiolitis” y me animaron a continuar dando el pecho durante todo el tiempo que
me fuera posible para evitar tratamientos más agresivos. Miguel siempre tuvo gran facilidad para coger el pecho, por
lo que con 21 meses, y ya caminando, como os podéis figurar, aún tomaba de mi leche. El vínculo que en esta ocasión
creé con él fue maravilloso.

Durante el proceso de adopción de Sara YuanLing tuve mucho tiempo para pensar, como todos los que nos
embarcamos en este hermoso, pero largo “embarazo”, y uno de los temas que me interesó fue este “La lactancia en
niños adoptados” ¿Sería posible dar el pecho a mi hijo/a cuando ya estuviésemos juntos?

Según fui informándome a través de distintas fuentes, cada vez me convencí de que no era algo imposible. Sí
un proceso más lento y costoso que de forma biológica, pero no un imposible.

Esta es alguna de la información más interesante que he podido conseguir sobre Relactación o Lactancia Inducida y
que me gustaría compartir con vosotros:

“”Amamantar a un hijo que no se ha concebido por el camino de la biología no es sencillo. Pero se puede.
“Las madres que adoptan un bebé pueden amamantar, aún cuando no hayan tenido antecedentes de embarazo”
afirma la doctora Mª Luisa Ageitos, consultora en el área de salud de UNICEF y ex presidenta de la Sociedad
Argentina de Pediatría.” Para que la glándula mamaria produzca leche se necesitan estímulos. De ellos el principal
es la succión, pero son también importantes otros, como, por ejemplo, los visuales (ver al bebé), los táctiles (contacto
físico entre la madre y el hijo) y los auditivos (el llanto)” dice la doctora Ageitos.
En relación con el bebé adoptado hay dos cuestiones fundamentales a tener en cuenta. La primera, favorecer
el vínculo entre madre-hijo. La segunda, lograr que le bebé se agarre al pecho y que la mamá produzca leche. Es
importante:
• Aclarar que no hay edad que impida intentar el amamantamiento de un bebé adoptivo.
• que se tengan unas expectativas razonables, ya que muchas madres adoptivas no producen toda la leche que
normalmente necesita un bebé.””
Fuente: Valeria Shapira

Relactación o Lactancia Inducida Extraído del documento de la OMS WHO/CHS/CAH/98.14 Original Inglés.
Traducido por Juan José Lasarte. Pediatra.

Indicaciones para la relactación: En el caso de la adopción para mejorar la unión madre-hijo tanto como
para aprovechar otras ventajas de la lactancia materna.
El mayor estudio realizado hasta fecha consiste en una serie de estudios retrospectivos realizados por Auerbach y
Avery.

Los factores que favorecen el éxito de la relactación podrían resumirse en los siguientes:

• La disposición del niño a mamar


• La edad del niño. En general, los niños están más dispuestos a coger el pecho cuanto más pequeños son.
Los niños mayores tienden a estar menos dispuestos, especialmente si han un utilizado para su
alimentación biberones
• Ser consciente de que es difícil predecir el tiempo que cada madre requiere para que produzca leche
materna. Debe animarse a las madres a ser pacientes y a no tener expectativas concretas a cerca de
cuando se producirán cantidades determinadas de leche.
Suplementador de lactancia

Existe en el mercado el suplementador, marca Medela, que permite al lactante tomar el suplemento
mientras estimula el pecho con su succión.

¿Dónde podemos encontrar más información?

http://www.adoptemos.com.ar/lact.htm

http://www.unizar.es/med_naturista/lactancia%203/RELACTACION,.pdf

http://www.lactared.com.pe/profesionales.htm#lactancia

http://www.redmedica.com.mx/gfr/calm_i.pdf

http://www.medela.com

http://www.lalecheleague.org/Lang/faqadopt.html

Nuestra experiencia personal

Unos meses antes de nuestra asignación compramos el suplementador de lactancia Medela, lo probamos con
Miguel, que seguía tomando pecho, y en dos días se acostumbró a tomar leche simultáneamente del tubito adherido a
mi pecho y leche materna. Pero cuando nos asignaron a Sara YuanLing y vimos que ya tenía dientes con 12 meses, me
desanimó la idea de ponerle al pecho, hasta el punto que ni siquiera nos llevamos a China el suplementador.
Tras cuatro días conviviendo con ella y tres largas noches de intensos lloros propios de la adaptación, una
noche en la habitación del hotel, me subió la leche sin yo estimular mi pecho en absoluto. He de reconocer que tenía
una gran ventaja, y es que hacía tan solo seis meses que había dejado de amamantar a mi hijo Miguel, y posiblemente
ante, de nuevo una situación de lloros, mis hormonas se revolucionaron. Y, por supuesto, aprovechamos esta hermosa
oportunidad.
Fue una experiencia preciosa, que duró un mes y medio, a pesar de todas las limitaciones que encontramos:

• Primero, estaba dispuesta a que fuera una vivencia positiva y enriquecedora para las dos, así que en
ningún momento intenté estimular mi pecho, para producir más leche de la que ella me demandase.
• Segundo, yo ya sabía que al tener la niña doce meses, habría perdido por completo el reflejo de
succión con el que todos nacemos, y que no succionaría directamente de mi pecho, así que
comenzamos primero con untar el chupete con el calostro que al principio produje y posteriormente
aprendió a chupar, aunque no succionar, del pecho.

¿He creado con mi hija un vínculo más especial aún si cabe que si únicamente la hubiese alimentado con
biberón? No lo creo, lo digo de todo corazón. Pero me ha encantado compartir con ella esta experiencia tan íntima y a
la vez tan hermosa que se crea entre una madre y un hijo.

Deseo de todo corazón, que a alguno de los que habéis leído nuestro relato, le ayude a no sentirse sólo en este reto,
por que para mí…HA SIDO MÁGICO.

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