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Trabajo Práctico N° 1
Temas de estudio:
Hechos:
Consignas:
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PARTE A
Aclaración: las consignas pueden tener más de una interpretación, por ello
resulta fundamental la justificación, pues lo importante es el razonamiento
utilizado para llegar a la respuesta sobre si el enunciado es correcto o incorrecto.
Para fundamentar sus respuestas, deberá basarse en la jurisprudencia y
normativa aplicable. Para ello, NO DEBE TRANSCRIBIR EL TEXTO DE LAS
NORMAS. Se las puede mencionar, por su nombre o artículo en el que están
contenidas, pero NO reproducir su texto. Lo que importa es la aplicación de la
norma al caso.
A.
1. La acción de amparo no debería haberse intentado en el caso, por no ser la vía más
idónea. Lo que hubiese correspondido es interponer una acción ordinaria, para recurrir
el reclamo denegado por la empresa de medicina prepaga.
Yo creo que esta afirmación es incorrecta debido a que al estar en juego la salud, no
sólo de la demandante, sino también de sus dos hijos pequeños que son más
propensos a contraer enfermedades, la solución en este caso tendría que ser rápida y
expedita y no diferida como ocurre cuando se interpone dicha acción ordinaria.
A mi parecer, el plazo que fija la ley 16.986 no hace a la esencia del amparo, sino que
es una mera cuestión de orden procesal y no puede ser la causa de la denegación del
recurso de amparo, en el cuál están en juego derechos que están consagrados en
tratados internacionales ratificados por Argentina. Así lo entendieron los jueces de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo del caso “Rúffolo, Leal y otros s/
Amparo”, en el cuál uno de los jueces sostuvo que si bien la norma prevé un plazo
para interponer la acción de amparo, éste no debe vulnerar los derechos
fundamentales que gozan de raigambre constitucional y de esa manera desvirtuar la
ley suprema.
3. La acción de amparo no resulta procedente, ya que el acto lesivo fue cometido por
particulares.
2
4. La vía idónea en el caso resultaría ser el hábeas corpus.
Creo que es incorrecta esta afirmación ya que, como está dispuesto en el artículo 3 de
la ley 23.098, el habeas corpus consta de la privación de libertad física, corporal o de
locomoción de una persona, cosa que no se aplica para este caso. Es decir, el objetivo
de este caso no es “llevar el cuerpo de una persona ante el juez” para que este pueda
constatar que la víctima se encuentra en buen estado, que no ha sido torturada ni
golpeada, sino que lo que se busca es que la Sra. Ruiz sea admitida en la prepaga
“Tiempos del Mañana”.
B.
1. La conducta de la prepaga no constituye una violación de derechos humanos, pues
las personas particulares y las entidades privadas nunca pueden cometer
técnicamente violaciones a los derechos humanos.
3
Teniendo en cuenta que en este caso no solamente se está violando el derecho a la
salud sino también el derecho al debido proceso y a una sentencia rápida, se puede
decir que también existe una violación de derechos humanos es decir realizada por el
Estado.
2. La actitud de la prepaga no violó los derechos de la Sra. Ruiz, pues se trata de una
ciudadana extranjera, lo cual habilita a la prepaga a ejercer su “derecho de
admisión”.
Yo creo que esta afirmación es incorrecta debido a que a pesar de ser una ciudadana
extranjera, por el solo hecho de ser una persona y por su derecho de igualdad ante la
ley consagrado en la DADDH, no se la puede discriminar y tiene todos los derechos y
deberes consagrados en dicha declaración sin ningún tipo de distinción (Art. 2).
Además en la DADDH se encuentra, en su artículo 11, el derecho a la preservación
de la salud, que debe ser garantizado por el Estado más allá de su nacionalidad y
tiene el deber de intimar a la prepaga a que se admita la afiliación de la Sra. Ruiz,
cosa que evidentemente no cumplió.
Esta afirmación es incorrecta debido a que es sabido que el Poder Judicial forma
parte del Estado, que es el único que puede violar los Derechos Humanos. Es decir
que ante una violación de DDHH, no se debe hacer distinción de cuál es el poder que
la realiza ya que ante la comunidad internacional el Estado configura una unidad en
su totalidad no distinguiéndose entre órganos y funcionarios que ejercen el poder
público.
Esto se puede deducir del art. 1 de la Constitución Nacional que adopta para nuestra
forma de gobierno el sistema representativo, republicano y federal, previsto entre
ellos la división de poderes para el mejor ejercicio del poder público.
C.
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Finalmente, usted decide llevar el caso a instancias internacionales en el ámbito
interamericano.
2. El Dr. Ritondo, por su lado, considera que la denuncia debe realizarse ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ya que Argentina no se ha
sometido a la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
3. El Dr. Ritondo cree que la petición no será admitida, ya que aún la Corte
Suprema de Justicia de la Nación se encuentra estudiando el caso.
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4. El Dr. Ritondo concluye en que podría esgrimirse la excepción de “situación de
indigencia” como excepción al agotamiento de las vías internas, prevista por la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Este no es el caso que prevé la Opinión Consultiva 11, ya que la Sra. Ruiz no posee
una situación de indigencia que lleve a la imposibilidad del agotamiento de la
jurisdicción interna por no poder costear a un representante o los gastos que implican
el juicio, sino que la actora pudo llegar a la última instancia pero no obtuvo sentencia
habiendo pasado un tiempo prudencial de silencio de la CSJN.
D.
1. El Dr. Ritondo le comentó a la Sra. Ruiz que la acción se puede fundar en la
violación del derecho a la salud, y que se puede invocar la Convención Americana
sobre Derechos Humanos para fundar el reclamo en ese derecho.
2. El Dr. Ritondo aclara que, con excepción del derecho a la salud, no hay ningún otro
derecho en juego.
Cabe destacar que en nuestro país el derecho a la salud suscita varios problemas que
fueron resueltos por la CSJN, la mayoría de las veces a favor de la víctima. Este es el
caso del fallo “Campodónico de Beviacqua, Ana Carina c/ Ministerio de Salud y
Acción Social - Secretaría de Programas de Salud y Banco de Drogas Neoplásicas.
24/10/2000 - Fallos: 323:3229”. En la sentencia, la Corte dijo que el Estado
Nacional asumió compromisos internacionales encaminados a facilitar la buena salud
de los habitantes (sin discriminación de nacionales o extranjeros) y que no puede
desligarse de ese deber excusándose con la inactividad de entidades públicas o
privadas, sobretodo cuando lo que está en juego son los derechos del niño, como en
este caso.
En este aspecto es importante recalcar que, al perjudicarse los hijos de la Sra. Ruiz,
se estarían también violando los derechos del niño, los cuáles están consagrados en el
Artículo 19 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Conjuntamente
con la CADH, se puede nombrar a la Convención sobre los Derechos del Niño que si
bien no pertenece al sistema interamericano, creo que se podría utilizar como
argumento subsidiario y a modo de ejemplo.
En estos casos el Estado no estaría ejerciendo su deber de protección para con los
niños sometidos a su jurisdicción.
Además, se encuentra en juego el derecho a la igualdad ante la ley consagrado tanto
en la DADDH en su artículo 2 como en la CADH en el artículo 24. Esto es así debido
a que el Estado estaría, de alguna manera, discriminando a la Sra. Ruiz por ser
extranjera lo cuál está vedado por los artículos antes mencionados.
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Por otro lado, ante la negativa de la CSJN, se estaría violando el derecho de petición
de la demandante (artículo 24, DADDH) ya que si bien pudo presentar su denuncia
ante el poder judicial, no tuvo una pronta resolución.
Al artículo antes mencionado, se le puede relacionar el 8 de la CADH sobre garantías
judiciales, ya que el plazo razonable en el cual se tendría que haber expedido el juez
no fue cumplido en este caso, es importante tener en cuenta que la denuncia fue
realizada por un recurso de amparo que supone la sentencia rápida y expedita sobre
el tema por tratarse de cuestiones que deben resolverse urgentemente.
Por último, creo que también podría utilizarse en este caso el derecho de asociación,
que si bien no se ve tan claro como los anteriormente mencionados, supone una
violación al mismo por haber impedido la afiliación de la Sra. Ruiz a la medicina
prepaga sin haber ningún tipo de legislación vigente que lo prohíba y sin que este
acto suponga una vulneración de la seguridad nacional o de orden público, sino que
contrariamente el rechazo es lo que supone esa violación (artículo 16, CADH).
En este caso se podría utilizar la Convención Europea sobre Derechos Humanos pero
también subsidiariamente, ya que Argentina al no ser Estado parte del Sistema
Europeo de protección no podría referirse exclusivamente a esas normas.
La propia CIDH ha invocado a otros tratados de protección de Derechos Humanos en
la elaboración de sus informes y resoluciones, cuestión por la cual no veo problema
alguno en que lo puedan utilizar como argumentos secundarios.
E.
1. El Dr. Federman advierte que, de todas maneras, la Ley Nacional que regula la
medicina prepaga ampara la actitud de la obra social y que, por lo tanto, duda que
puedan resultar aplicables los tratados internacionales.
Mas allá de que exista una ley Nacional que ampare la actitud de la obra social, ésta
por ser inferior a la Constitución y por ende a los Tratados Internacionales de
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Derecho Humanos con jerarquía Constitucional consagrada en el Art. 75 Inc. 22 de
nuestra ley fundamental, no puede ir en su contra y por ende no tendría ningún tipo de
incidencia en el caso de la Sra. Ruiz.
Además, según el artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, el Estado parte no puede invocar una ley interna para defenderse ante el
incumplimiento de un tratado internacional.
2. El Dr. Ritondo le responde que no interesa lo que diga la Ley Nacional, ya que la
Convención Americana es más antigua que nuestra ley.
Si se hubiese utilizado este argumento hace varias décadas atrás, y teniendo en cuenta
que “ley posterior deroga ley anterior”, el tratado no tendría que seguir aplicándose
por ser anterior a la Ley Nacional que avala la actuación de “Tiempos del Mañana”.
Sin embargo, luego de la reforma de 1994 y por medio del artículo 75 inc. 22 de la
Constitución Nacional, la Convención Americana sobre Derechos Humanos pasó a
tener jerarquía superior a las leyes. Este criterio ya se venía aplicando por la CSJN
con anterioridad a la reforma de la Constitución en fallos como “Servini de de
Cubría, M. c/ Arte Radiotelevisivo S. A. y Borenztein, Mauricio” o “Hagelin, Ragnar
c/ P.E.N. s/ juicio de conocimiento” entre otros.
3. Ambos piensan que, de todas formas, lo más importante es invocar ante las
instancias internacionales nuestra Constitución Nacional, ley suprema de la
Nación, la que enumera todo el catálogo de derechos humanos.
No se podría invocar ante la CIDH nuestra Constitución debido a que para que sea
admisible una petición individual dicha comisión debe ser competente en razón de la
materia y para eso se debe haber cometido la violación de un derecho enunciado en la
DADDH, CADH, entre otros enunciados en el artículo 23 del reglamento de la CIDH.
4. El Dr. Ritondo agrega que tendrán que buscar abundante jurisprudencia que apoye
el reclamo por el derecho a la salud. Entiende que su defensa no será fácil, pues la
norma que lo protege en la Convención Americana es programática.
8
F.
Le parece apropiada la respuesta de la medicina prepaga? ¿Y la de la Cámara de
Apelaciones? ¿Por qué?
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PARTE B
1. ¿El caso de la Sra. Ruiz podría haber llegado a la Corte Interamericana? ¿En
qué circunstancias? ¿Qué valor tendría una sentencia de la Corte IDH para
nuestro país?
2. La petición de la Sra. Ruiz ¿podría haberse presentado ante otro organismo que
no fuera la Comisión Interamericana? ¿Cuál/es? ¿En qué momento?
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