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Alumno: Martina Olivera

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales


Universidad de Buenos Aires
Derechos Humanos y Garantías
Cátedra Vinuesa- González Napolitano
Comisión 6471

Trabajo Práctico N° 1

Temas de estudio:

Introducción a la noción de derechos humanos.


Fuentes de los derechos humanos.
Relaciones entre el derecho interno y el derecho internacional.
Amparo y hábeas corpus.
Sistema Interamericano de protección de derechos humanos.
Sistema Universal de Protección de Derechos Humanos

Hechos:

Malena Ruiz es una mujer colombiana que reside ilegalmente en la Argentina


desde hace 5 años. Es viuda y tiene dos hijos pequeños. Como trabaja “en negro”, sus
empleadores no le realizan aportes y, consecuentemente, no tiene obra social. Por ello,
decide afiliarse a la prepaga “Tiempos del Mañana”. Previo a ello, inicia los trámites
de regularización ante Migraciones.
Luego de solicitar su afiliación a dicha prepaga en el año 2000, el empleado le
responde que no puede aceptar su requerimiento, pues “es política de la empresa no
afiliar personas extranjeras que no hayan regularizado su situación migratoria”. Ante
ello, Malena se dirige mediante nota al jefe del Departamento de Admisiones, quien
sólo le responde que puede anotarla en una lista de espera hasta que regularice su
situación.
Frente a este panorama, Malena decide recurrir a la Justicia. En primera
instancia, su acción de amparo es rechazada, por extemporánea (se presentó luego de
17 días del rechazo a su ingreso a la Prepaga). La Cámara del fuero, por su parte,
confirma el fallo de primera instancia, basándose en que: “en el caso estamos frente a
un conflicto de intereses —entre el derecho a la salud y el derecho del Estado a regular
su propia política migratoria—. Que los derechos no son absolutos y que alguno de
ellos debe ceder ante una colisión normativa y que, en este caso, corresponde que ceda
el derecho a la salud, pues la Sra. Ruiz tiene la alternativa de recurrir a un Hospital
Público”. Frente a este panorama, la Sra. Ruiz presenta su caso ante la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, la que tres años después aún no había fallado sobre el caso.
Luego de ello, la Sra. Ruiz consulta al Estudio de los Dres. Ritondo y
Federman, especialistas en derechos humanos.
Allí, la Sra. Ruiz escucha varias opiniones. Las anota en un papel y luego lo
consulta a Ud.

Consignas:

1
PARTE A

Sobre cada una de estas opiniones de los abogados, determine si le parecen


correctas o incorrectas y justifique su respuesta.

Aclaración: las consignas pueden tener más de una interpretación, por ello
resulta fundamental la justificación, pues lo importante es el razonamiento
utilizado para llegar a la respuesta sobre si el enunciado es correcto o incorrecto.
Para fundamentar sus respuestas, deberá basarse en la jurisprudencia y
normativa aplicable. Para ello, NO DEBE TRANSCRIBIR EL TEXTO DE LAS
NORMAS. Se las puede mencionar, por su nombre o artículo en el que están
contenidas, pero NO reproducir su texto. Lo que importa es la aplicación de la
norma al caso.

A.
1. La acción de amparo no debería haberse intentado en el caso, por no ser la vía más
idónea. Lo que hubiese correspondido es interponer una acción ordinaria, para recurrir
el reclamo denegado por la empresa de medicina prepaga.

Yo creo que esta afirmación es incorrecta debido a que al estar en juego la salud, no
sólo de la demandante, sino también de sus dos hijos pequeños que son más
propensos a contraer enfermedades, la solución en este caso tendría que ser rápida y
expedita y no diferida como ocurre cuando se interpone dicha acción ordinaria.

2. La acción de amparo estuvo correctamente denegada en primera instancia, pues fue


presentada fuera del plazo previsto para ello.

A mi parecer, el plazo que fija la ley 16.986 no hace a la esencia del amparo, sino que
es una mera cuestión de orden procesal y no puede ser la causa de la denegación del
recurso de amparo, en el cuál están en juego derechos que están consagrados en
tratados internacionales ratificados por Argentina. Así lo entendieron los jueces de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo del caso “Rúffolo, Leal y otros s/
Amparo”, en el cuál uno de los jueces sostuvo que si bien la norma prevé un plazo
para interponer la acción de amparo, éste no debe vulnerar los derechos
fundamentales que gozan de raigambre constitucional y de esa manera desvirtuar la
ley suprema.

3. La acción de amparo no resulta procedente, ya que el acto lesivo fue cometido por
particulares.

Si bien en el artículo 1 de la ley de amparo se nombra solamente a la autoridad


pública como posible ejecutor del acto lesivo que desencadena este recurso, creo que
también puede ser sujeto pasivo un particular ya que así lo dispone el artículo 43 de
la Constitución Nacional. En este aspecto existen un sin número de casos en los que
se ha interpuesto este recurso a particulares entre ellos cabe destacar al juicio
“Ekmekdjian, Miguel A. c. Sofovich, Gerardo y otros.”

2
4. La vía idónea en el caso resultaría ser el hábeas corpus.

Creo que es incorrecta esta afirmación ya que, como está dispuesto en el artículo 3 de
la ley 23.098, el habeas corpus consta de la privación de libertad física, corporal o de
locomoción de una persona, cosa que no se aplica para este caso. Es decir, el objetivo
de este caso no es “llevar el cuerpo de una persona ante el juez” para que este pueda
constatar que la víctima se encuentra en buen estado, que no ha sido torturada ni
golpeada, sino que lo que se busca es que la Sra. Ruiz sea admitida en la prepaga
“Tiempos del Mañana”.

5. La acción de amparo resulta idónea, pues el objetivo primordial es obtener una


indemnización por los daños causados.

Me parece que el objetivo primordial de la acción de amparo, en este caso, no es la


obtención de la indemnización por lo daños causados, sino la afiliación de la Sra.
Ruiz y sus hijos a la prepaga, y poder gozar de su derecho a la salud. Hay que tener
en cuenta que el objetivo general de este recurso no es el resarcimiento pecuniario
sino la restitución del derecho o garantía reconocido por la Ley Suprema de la
Nación (Constitución Nacional, Tratados Internacionales y Leyes) restringido,
lesionado, alterado o amenazado de forma arbitraria e ilegal.

B.
1. La conducta de la prepaga no constituye una violación de derechos humanos, pues
las personas particulares y las entidades privadas nunca pueden cometer
técnicamente violaciones a los derechos humanos.

Por un lado, esta afirmación es parcialmente correcta, debido a que técnicamente es


el Estado el único que puede cometer violaciones a los derechos humanos.
Sin embargo, al privilegiar en ambas instancias el derecho del Estado a regular su
propia política migratoria y no el derecho a la salud de la Sra. Ruiz y de sus hijos, si
se están violando los derechos de la actora. Es en base al mismo Estado que se
deniega la petición.
Además, cabe destacar que el ejercicio del poder, en este caso jurídico, que se está
llevando a cabo, menoscaba de manera arbitraria el efectivo goce de los derechos
humanos, cuestión que me lleva a concluir que si se están violando esos derechos.
Por otro lado, si nos atenemos a la letra de los artículos 16 y 20 de la Constitución
Nacional, en donde dice que todos los habitantes de la Nación son iguales ante la ley
y que todos los extranjeros que residen en Argentina gozan de los mismos derechos
civiles que el ciudadano, podemos darnos cuenta que ésta igualdad esta siendo
quebrantada por el Estado al excusarse diciendo que tiene derecho a regular su
propia política migratoria; cuando en realidad tendría que fallar a favor de la Sra.
Ruiz. Esa igualdad ante la ley también se encuentra en la Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre, artículo 2, claramente aplicable a este caso.
Asimismo, cabe destacar que nuestra ley fundamental expresa, en el citado artículo
20, que la residencia continua por dos años en Argentina trae aparejado la
nacionalización de los extranjeros; la demandante hace 5 años que reside en
argentina, debiendo considerársela nacionalizada mas allá de sus situación de
ilegalidad.

3
Teniendo en cuenta que en este caso no solamente se está violando el derecho a la
salud sino también el derecho al debido proceso y a una sentencia rápida, se puede
decir que también existe una violación de derechos humanos es decir realizada por el
Estado.

2. La actitud de la prepaga no violó los derechos de la Sra. Ruiz, pues se trata de una
ciudadana extranjera, lo cual habilita a la prepaga a ejercer su “derecho de
admisión”.

Yo creo que esta afirmación es incorrecta debido a que a pesar de ser una ciudadana
extranjera, por el solo hecho de ser una persona y por su derecho de igualdad ante la
ley consagrado en la DADDH, no se la puede discriminar y tiene todos los derechos y
deberes consagrados en dicha declaración sin ningún tipo de distinción (Art. 2).
Además en la DADDH se encuentra, en su artículo 11, el derecho a la preservación
de la salud, que debe ser garantizado por el Estado más allá de su nacionalidad y
tiene el deber de intimar a la prepaga a que se admita la afiliación de la Sra. Ruiz,
cosa que evidentemente no cumplió.

3. A partir del rechazo de la acción intentada, nace una violación de derechos


humanos, porque el Poder Judicial no cumplió cabalmente con su deber de
investigación.

Yo creo que no es solamente por no haber cumplido con su deber de investigación,


sino que también al ratificar la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el
Estado Argentino se comprometió como Estado Parte a respetar todos los derechos y
libertades expresados en dicha convención sin discriminación de cualquier tipo, ya
sea raza, color, etnia, origen nacional o de cualquier otra índole. Incumpliendo con
su deber enunciado en el artículo 1 (obligación de respetar los derechos), a mi
parecer esta violando los Derechos Humanos. Creo que esta es la fuente de violación
de DDHH mas apropiada que el incumplimiento de la investigación pertinente del
Poder Judicial.

4. El rechazo de la acción incoada por la Sra. Ruiz no constituye una violación de


derechos humanos, pues éstas nunca pueden ser cometidas por el Poder Judicial.

Esta afirmación es incorrecta debido a que es sabido que el Poder Judicial forma
parte del Estado, que es el único que puede violar los Derechos Humanos. Es decir
que ante una violación de DDHH, no se debe hacer distinción de cuál es el poder que
la realiza ya que ante la comunidad internacional el Estado configura una unidad en
su totalidad no distinguiéndose entre órganos y funcionarios que ejercen el poder
público.
Esto se puede deducir del art. 1 de la Constitución Nacional que adopta para nuestra
forma de gobierno el sistema representativo, republicano y federal, previsto entre
ellos la división de poderes para el mejor ejercicio del poder público.

C.

4
Finalmente, usted decide llevar el caso a instancias internacionales en el ámbito
interamericano.

Aclaración: responda a cada una de las opiniones de los puntos subsiguientes


independientemente de que usted considere que en el caso existe o no una
violación de derechos humanos. Es importante que responda en cada punto a la
cuestión técnica planteada. SÓLO EN EL PUNTO F) SE LE PREGUNTA SI
EXISTE UNA VIOLACIÓN O NO SEGÚN SU CRITERIO, EN LAS OTRAS
SECCIONES NO INCLUYA EN SU RESPUESTA SI CONSIDERA O NO QUE
EN EL CASO HAY VIOLACIÓN)

1. El Dr. Federman entiende que la petición debe presentarse ante la Corte


Interamericana de Derechos Humanos.

La petición no se puede pedir ante la CorteIDH directamente, ya que es la CIDH la


que le remite el caso a dicha Corte si lo cree necesario después de agotado el
procedimiento establecido en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Es
decir luego de haber admitido la petición, de no haberse llegado a una solución
amistosa, de haberse realizado el primer informe preeliminar dispuesto en el artículo
50 de la Convención, y solamente luego de haberse incumplido las recomendaciones
que la CIDH le hace al Estado Parte demandado por la violación de DDHH, puede
ésta remitir el caso a la CorteIDH solo si el Estado Parte aceptó la competencia de
dicha Corte.

2. El Dr. Ritondo, por su lado, considera que la denuncia debe realizarse ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ya que Argentina no se ha
sometido a la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Argentina se ha sometido a la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos


Humanos mediante la ley 23.054, sancionada el 1 de Marzo de 1984 y promulgada el
19 del mismo mes y año. Además la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, que contiene la competencia de la Corte, ya se encontraba en vigor al
momento de ser promulgada la ley de ratificación de la jurisdicción de la CorteIDH.

3. El Dr. Ritondo cree que la petición no será admitida, ya que aún la Corte
Suprema de Justicia de la Nación se encuentra estudiando el caso.

Si bien uno de los requisitos de admisibilidad de la CIDH es haber agotado las


instancias internas para poder poner el caso a su consideración, existen 3
excepciones planteadas en el artículo 46.2. En este caso, al ser una acción de amparo
que consta de un recurso rápido y expedito por la importancia del tema que se trata y
al no haber sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación tras haber pasado
3 años desde que se puso en consideración el caso a dicha Corte, estamos en
presencia de la tercera excepción por la cuál existe un retardo injustificado en la
decisión de la CSJN lo cuál exime a la Sra. Ruiz del agotamiento de los recursos de
jurisdicción interna.

5
4. El Dr. Ritondo concluye en que podría esgrimirse la excepción de “situación de
indigencia” como excepción al agotamiento de las vías internas, prevista por la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Este no es el caso que prevé la Opinión Consultiva 11, ya que la Sra. Ruiz no posee
una situación de indigencia que lleve a la imposibilidad del agotamiento de la
jurisdicción interna por no poder costear a un representante o los gastos que implican
el juicio, sino que la actora pudo llegar a la última instancia pero no obtuvo sentencia
habiendo pasado un tiempo prudencial de silencio de la CSJN.

D.
1. El Dr. Ritondo le comentó a la Sra. Ruiz que la acción se puede fundar en la
violación del derecho a la salud, y que se puede invocar la Convención Americana
sobre Derechos Humanos para fundar el reclamo en ese derecho.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos nada dice expresamente sobre el


derecho a la salud. Sin embargo, la Declaración Americana sobre Derechos y
Deberes del Hombre, en su artículo 11 si habla expresamente sobre el derecho a la
preservación de la salud y del bienestar, y al ser obligatoria por fuerza
consuetudinaria puede ser invocada para este caso en particular.

2. El Dr. Ritondo aclara que, con excepción del derecho a la salud, no hay ningún otro
derecho en juego.

Cabe destacar que en nuestro país el derecho a la salud suscita varios problemas que
fueron resueltos por la CSJN, la mayoría de las veces a favor de la víctima. Este es el
caso del fallo “Campodónico de Beviacqua, Ana Carina c/ Ministerio de Salud y
Acción Social - Secretaría de Programas de Salud y Banco de Drogas Neoplásicas.
24/10/2000 - Fallos: 323:3229”. En la sentencia, la Corte dijo que el Estado
Nacional asumió compromisos internacionales encaminados a facilitar la buena salud
de los habitantes (sin discriminación de nacionales o extranjeros) y que no puede
desligarse de ese deber excusándose con la inactividad de entidades públicas o
privadas, sobretodo cuando lo que está en juego son los derechos del niño, como en
este caso.
En este aspecto es importante recalcar que, al perjudicarse los hijos de la Sra. Ruiz,
se estarían también violando los derechos del niño, los cuáles están consagrados en el
Artículo 19 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Conjuntamente
con la CADH, se puede nombrar a la Convención sobre los Derechos del Niño que si
bien no pertenece al sistema interamericano, creo que se podría utilizar como
argumento subsidiario y a modo de ejemplo.
En estos casos el Estado no estaría ejerciendo su deber de protección para con los
niños sometidos a su jurisdicción.
Además, se encuentra en juego el derecho a la igualdad ante la ley consagrado tanto
en la DADDH en su artículo 2 como en la CADH en el artículo 24. Esto es así debido
a que el Estado estaría, de alguna manera, discriminando a la Sra. Ruiz por ser
extranjera lo cuál está vedado por los artículos antes mencionados.

6
Por otro lado, ante la negativa de la CSJN, se estaría violando el derecho de petición
de la demandante (artículo 24, DADDH) ya que si bien pudo presentar su denuncia
ante el poder judicial, no tuvo una pronta resolución.
Al artículo antes mencionado, se le puede relacionar el 8 de la CADH sobre garantías
judiciales, ya que el plazo razonable en el cual se tendría que haber expedido el juez
no fue cumplido en este caso, es importante tener en cuenta que la denuncia fue
realizada por un recurso de amparo que supone la sentencia rápida y expedita sobre
el tema por tratarse de cuestiones que deben resolverse urgentemente.
Por último, creo que también podría utilizarse en este caso el derecho de asociación,
que si bien no se ve tan claro como los anteriormente mencionados, supone una
violación al mismo por haber impedido la afiliación de la Sra. Ruiz a la medicina
prepaga sin haber ningún tipo de legislación vigente que lo prohíba y sin que este
acto suponga una vulneración de la seguridad nacional o de orden público, sino que
contrariamente el rechazo es lo que supone esa violación (artículo 16, CADH).

3. El colega entiende que también resulta aplicable el Protocolo de San Salvador a la


CADH, ya Argentina participó de su negociación y firma, aunque a la fecha de los
hechos (año 2000) aún no fuera ratificado por nuestro país, suceso que se diera en
el año 2003.

Si bien Argentina participó en la negociación y firma del Protocolo de San Salvador,


al no haber entrado en vigor antes de la fecha de los hechos no resulta aplicable por
un principio general de derecho el cual estipula que no existe derecho que no este
fundado en una norma previa por una cuestión de seguridad jurídica.
Sin embargo, en el artículo 18 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, se expresa que no se puede frustrar el objeto y fin de un tratado antes de su
entrada en vigor, y al violar el derecho a la salud, entre otros, se estaría vulnerando
el fin del Protocolo de San Salvador que es el respeto de los derechos fundamentales
del hombre tal como dice su Preámbulo. Es decir que no se podría usar este
argumento como principal pero si como subsidiario de los propuestos anteriormente.

4. El Dr. Federman recomienda echar mano a la Convención Europea sobre Derechos


Humanos, que es la norma que más acabadamente protege el derecho a la salud.

En este caso se podría utilizar la Convención Europea sobre Derechos Humanos pero
también subsidiariamente, ya que Argentina al no ser Estado parte del Sistema
Europeo de protección no podría referirse exclusivamente a esas normas.
La propia CIDH ha invocado a otros tratados de protección de Derechos Humanos en
la elaboración de sus informes y resoluciones, cuestión por la cual no veo problema
alguno en que lo puedan utilizar como argumentos secundarios.

E.
1. El Dr. Federman advierte que, de todas maneras, la Ley Nacional que regula la
medicina prepaga ampara la actitud de la obra social y que, por lo tanto, duda que
puedan resultar aplicables los tratados internacionales.

Mas allá de que exista una ley Nacional que ampare la actitud de la obra social, ésta
por ser inferior a la Constitución y por ende a los Tratados Internacionales de

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Derecho Humanos con jerarquía Constitucional consagrada en el Art. 75 Inc. 22 de
nuestra ley fundamental, no puede ir en su contra y por ende no tendría ningún tipo de
incidencia en el caso de la Sra. Ruiz.
Además, según el artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, el Estado parte no puede invocar una ley interna para defenderse ante el
incumplimiento de un tratado internacional.

2. El Dr. Ritondo le responde que no interesa lo que diga la Ley Nacional, ya que la
Convención Americana es más antigua que nuestra ley.

Si se hubiese utilizado este argumento hace varias décadas atrás, y teniendo en cuenta
que “ley posterior deroga ley anterior”, el tratado no tendría que seguir aplicándose
por ser anterior a la Ley Nacional que avala la actuación de “Tiempos del Mañana”.
Sin embargo, luego de la reforma de 1994 y por medio del artículo 75 inc. 22 de la
Constitución Nacional, la Convención Americana sobre Derechos Humanos pasó a
tener jerarquía superior a las leyes. Este criterio ya se venía aplicando por la CSJN
con anterioridad a la reforma de la Constitución en fallos como “Servini de de
Cubría, M. c/ Arte Radiotelevisivo S. A. y Borenztein, Mauricio” o “Hagelin, Ragnar
c/ P.E.N. s/ juicio de conocimiento” entre otros.

3. Ambos piensan que, de todas formas, lo más importante es invocar ante las
instancias internacionales nuestra Constitución Nacional, ley suprema de la
Nación, la que enumera todo el catálogo de derechos humanos.

No se podría invocar ante la CIDH nuestra Constitución debido a que para que sea
admisible una petición individual dicha comisión debe ser competente en razón de la
materia y para eso se debe haber cometido la violación de un derecho enunciado en la
DADDH, CADH, entre otros enunciados en el artículo 23 del reglamento de la CIDH.

4. El Dr. Ritondo agrega que tendrán que buscar abundante jurisprudencia que apoye
el reclamo por el derecho a la salud. Entiende que su defensa no será fácil, pues la
norma que lo protege en la Convención Americana es programática.

El derecho a la salud que se aplica, entre otros, en este caso es de segunda


generación es por esto que se trata de un derecho programático. Esto surge del
artículo 26 de la Convención Americana de Derechos Humanos, en el cuál estipula
que estos derechos deben ser garantizados por los Estados en la medida de sus
recursos. Es decir que para su aplicación es necesario que se dicte alguna norma.
Sin embargo es importante destacar el derecho a la salud en sí mismo es operativo ya
que por el solo hecho de ser personas tenemos la posibilidad de disfrutarlos, aunque
en este caso puntual no se aplique de esa manera.

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F.
Le parece apropiada la respuesta de la medicina prepaga? ¿Y la de la Cámara de
Apelaciones? ¿Por qué?

Yo creo que si bien la Medicina Prepaga tiene el derecho de admitir o no a las


personas que desean afiliarse por su libertad de admisión, no me parece correcta su
argumentación ya que en este caso se está discriminando a la Sra. Ruiz por ser
extranjera.
Por otro lado, no me parece correcto que “Tiempos del Mañana” se refugie en la
reglamentación del Estado sobre su política migratoria ya que la prepaga no
corresponde al Estado y por ende no tendría porque excusarse de esta manera.
Ante esta discriminación, el Estado no solo falló a favor de la demandada sino que de
esta manera estaba avalando dicha distinción argumentando que ante una puja de
intereses tiene que prevalecer la posibilidad de decisión del Estado sobre su política
migratoria y no el derecho a la salud de la actora y sus hijos, alegando que por ser
extranjeros no les correspondía este derecho.
A mi parecer la solución de la Cámara de Apelaciones esta en contra de los derechos
consagrados en la Constitución Nacional y en los Tratados Internacionales con
jerarquía constitucional sobretodo la Convención Americana sobre Derechos Humanos
y la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, entre ellos el derecho
a la salud, a las garantías judiciales, a la igualdad ante la ley, de petición, de asociación
y los derechos del niño.
Estas violaciones se fundan en la distinción que realiza la demandada hacia la actora
por provenir de otro país y no ser argentina lo cuál claramente viola la igualdad
jurídica de extranjeros y nacionales que teóricamente tendrían que gozar de los
mismos derechos civiles (Art. 16 y 20 de la CN).
Además, el solo hecho de ser una persona le otorga a la Sra. Ruiz la posibilidad de
peticionar por sus derechos más fundamentales, sobretodo si lo que se encuentra en
juego es tanto su salud como la de sus hijos. En este aspecto se expidió la Corte IDH
en su Opinión Consultiva 6 en la cuál dijo que el poder del estado no se puede ejercer
lícitamente de cualquier manera sino que debe ejercerse en favor de los derechos de las
personas, sin hacer distinciones, y no contra ellos.
Cabe destacar que la puja de intereses que se presenta en este caso no es entre dos
derechos fundamentales que hacen a la existencia de la persona, sino que solo uno de
ellos reviste tal importancia como es el derecho a la salud que se encuentra regulado
en la DADDH así como en otros instrumentos de protección de Derechos Humanos,
cosa que no ocurre con el derecho del Estado a regular su propia política migratoria.
Por otro lado cabe destacar que la tardanza en la sentencia de la CSJN estaría violando
además el derecho al debido proceso que es función del estado garantizarlo, que al ser
una norma operativa es de aplicación inmediata.
Por último es importante recalcar que la política llevada a cabo por nuestro sistema
judicial, no es que ante una colisión normativa tenga que ceder un derecho humano,
sino todo lo contrario. Como ejemplo de esto cabe destacar los casos “Ekmekdjian,
Miguel A. c. Sofovich, Gerardo y otros.” y “Ponzetti de Balbín, Indalia c. Editorial
Atlántida, S.A.”, entre otros.

9
PARTE B

Continuación Sistema Interamericano y Sistema Universal de Protección de


Naciones Unidas

1. ¿El caso de la Sra. Ruiz podría haber llegado a la Corte Interamericana? ¿En
qué circunstancias? ¿Qué valor tendría una sentencia de la Corte IDH para
nuestro país?

2. La petición de la Sra. Ruiz ¿podría haberse presentado ante otro organismo que
no fuera la Comisión Interamericana? ¿Cuál/es? ¿En qué momento?

3. Reflexione acerca de las funciones de los diversos órganos de Naciones Unidas.


Piense la posible intervención de alguno de ellos en el caso –o en la materia
tratada en éste- y cómo podría ser dicha intervención.

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