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Ejercita tu memoria

La memoria es un proceso cerebral en el que muchas células y neuronas están involucradas.


Podemos ejercitar nuestro cerebro para aumentar la capacidad y desarrollar habilidades de
memoria, en efecto, aunque la memoria no es un músculo sino un órgano, podemos
comparar su funcionamiento con uno, principalmente si pensamos que si no se usa se
atrofia. Así es, nuestro "disco duro" tiene una capacidad infinita de memoria. Sin embargo, lo
que no se usa se queda en el olvido.

Es un mito creer que la edad disminuye la memoria; lo que disminuye es el uso del cerebro.
Nos hacemos perezosos mentales. Dejamos de ejercitar el músculo y perdemos el interés por
aprender y recordar cosas nuevas. Creemos que ya tenemos el disco duro lleno. Hay muchas
personas de edad avanzada con una memoria sorprendente ¿por qué? Porque siguen
ejercitando el músculo con más y más información.

En Programación Neurolingüística (PNL) sabemos que gran parte de nuestras habilidades


dependen de programas que ya aceptamos e instalamos y con el tiempo se convierten en
creencias. Si continuamente nos estamos diciendo que tenemos mala memoria, que "nada se
nos pega", pues así será. Debemos de modificar nuestras creencias con respecto a la edad.
Sí es posible llegar a la vejez con un cerebro activo y con una memoria creciente.

Nuestro cerebro tiene una incesante actividad eléctrica y química, día y noche.
Lo que varía en el cerebro son las ondas cerebrales que emite. Hay cuatro tipos de ondas
definidas por los científicos.

Ondas Beta - estamos en estado alerta, despiertos y activos


Ondas Alfa - estamos alertas pero relajados, tranquilos
Ondas Theta - estamos en estado meditativo, o en estado de trance
Ondas Delta - estamos en un sueño profundo.

Se ha descubierto que cuando estamos en un estado de alerta pero relajados y tranquilos


(ondas alfa), la capacidad de aprendizaje se incrementa. Somos más receptivos y retenemos
mejor la información.

Los niños frente a la tele están en este estado de relajación y alertas y por eso aprenden
tanto y con extrema rapidez.

El estrés (Cómo Manejar el Estrés) nos hace perder la capacidad de producir ondas alfa.
Podemos estar en ondas beta o incluso más alterados, y ése es el estado que no nos permite
ni oxigenar bien nuestro cerebro, ni pensar adecuadamente para organizar los pensamientos,
por lo tanto nuestra capacidad de memoria se ve afectada.

Aquí les vamos a ofrecer un par de ejercicios para ejercitar su memoria.

Ejercicio 1
Objetivo: Lograr una mayor retención al leer algún texto.

1º. Relaja tu cuerpo y toma un par de respiraciones profundas. Como dijimos en el artículo
El Arte de la Respiración esto nos dará mayor lucidez. Nuestras neuronas tendrán más
oxígeno. Al tener mayor lucidez tienes mayor energía y estás más receptivo para aprender.
Tu cerebro cambia a las ondas alfa, que permiten un aprendizaje más rápido y mejor
memoria.

2º. Manda una orden a tu cerebro: "Yo me concentro", "Yo aprendo rápido", "Mi mente
registra lo que leo". Elabora tu propia frase para dirigir tu mente. Respira profundamente.

3º. Una vez preparados para la lectura podemos iniciar y esto nos llevará a comprender la
lectura con los dos hemisferios (Hemisferios Cerebrales), es decir; por un lado comprender
lógicamente el contenido y por otro, sentirlo e interpretarlo.
Esta sencilla técnica de PNL es una herramienta muy valiosa. Por sencilla que se vea te
aconsejo que la practiques dos o tres veces para que veas los resultados. Pronto tu mente
estará entrenada para que lo hagas con toda facilidad. Lo único que estás haciendo es
aprendiendo a dirigir tu mente para que haga lo que tú le pides. Con PNL vas a aprender a
ejercitar el cerebro, que podríamos pensarlo como el músculo más importante de todo tu
ser. Este músculo está siempre listo para aprender y filtrar información, sólo hay que
hacerlo.

Ejercicio 2
Objetivo: Aprender nombres de personas que acabas de conocer.

a) Cuando te digan el nombre, pide que te lo repitan y repítelo tú. Respira profundo. En este
ejemplo lo recuerdas auditivamente.

b) Cuando te digan el nombre, escríbelo en la frente de la persona con letras grandes y


pídele a tu mente que lo grabe. Respira profundo. En este ejemplo lo recuerdas visualmente.

c) Asocia los nombres con algo en tu vida. Por ejemplo María Teresa, lo asocio con mi
maestra de primaria; Luis Jorge, lo asocio con mi vecino Luis y con mi tío Jorge y los
visualizo platicando juntos. Respira profundo. En este ejemplo lo recuerdas por asociación y
visualización.

Los niños tienen la capacidad de aprender muchísimo a corto plazo, pero los adultos tienen la
posibilidad de elegir qué desean recordar. Simplemente hay que mandar la orden
neurolingüística adecuada.

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