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Tercera conversación - Si dices que estás enfermo se sigue que tratarás de

curarte. Èsto es, de devolverte a una condición previa. En


- Bueno, ya tienes ahora un cigarrillo entre los dedos. realidad se trata de un estado que no has tenido aún la
- Ya era tiempo, no te parece? oportunidad de vivir e integrar en tu persona. De aquí el
- Cuéntame de Petra mientras esperamos que nos atiendan. descontrol.
- Petra, sí. Ha cambiado mucho desde ese día, sabes. - Lo que dices suena interesante. Aunque me cuesta
- Qué quieres decir? creerte.
- Que ya no es la misma. - Por qué?
- Sí, claro. Pero con seguridad no debido a tu olvido de - Porque según tus palabras lo que creo ser resulta sólo
la llave. una parte de lo que en realidad soy.
- Sólo en parte, es cierto. La llave no fue de ninguna - Pues, sí. Así es.
manera lo central. - Te das cuenta de la pirueta mental que me exiges?
- Qué más hubo? - Me doy cuenta, pero no te exijo nada.
- Sentimientos. - La única experiencia que se me antoja parecida es un
- O sea? nacimiento parcial. O, peor aún, un no-nacimiento.
- Cólera, frustración, celos, cosas así. - Hay otras.
- Por qué no me das un ejemplo concreto? - Como cuáles?
- Un ejemplo? No tengo ninguno a mano. - Volvamos a ese día. Dijiste que lo que pasaba con la
- A qué se dedican cuando te encuentras con ella? gente en la calle no era otra cosa que una manera extrema
- A nada. Cuando estamos juntos no hacemos nada. de responder a la situación general en la ciudad.
- No puede ser. Algo tiene que ocurrir. - Sí.
- Pues no. Entre nosotros ya no ocurre nada. - Una reacción a todas luces equivocada, como tú mismo
- Cómo se te ocurrió entonces pasar la noche en su casa notaste.
ese día? - Cien por ciento.
- En ese momento todo era distinto. - Lo que esas personas hacían es en realidad fingir un
- En qué sentido distinto? control sobre sí mismas que no poseían, cierto?
- Yo mismo me he hecho esta pregunta muchas veces, sabes. - Así es.
- Y? - Tú haces sin embargo algo muy semejante cuando, mutatis
- No puedo decir la diferencia. mutandis, cambias la dirección de tus fantasías para
- Te falta cierta distancia crítica para juzgarlo? evitar bloquearte.
- Exacto. - Tu comparación me ofende, sabes.
- Se te ocurre algún modo de ganar esa distancia? - No hay ningún motivo para ello. Me acabas de echar en
- Pues, no. Existe acaso la posibilidad? cara que exijo de tí una pirueta conceptual inadmisible.
- Yo creo que sí. Estoy tratando de mostrarte que en realidad no es así.
- Explícamela. Me darías la solución para todos mis - Insistes en que lo ocurrido -o no- ese día entre Petra y
problemas. yo fue un resultado de la estrechez de los conceptos que
- No tan rápido. Tienes que avanzar con paciencia hacia me hago de ella. Cómo no voy a ofenderme!
ella, paso a paso. Distancia no es todo, además. - No, no, todo lo que digo es que probablemente ese día
- Qué otra cosa hace falta? pasó algo no previsto por ninguno de ustedes que alteró
- Coraje. negativamente cierto aspecto emocional de la relación.
- Coraje? Situaciones de este tipo suelen ser confundidas con la
- Muchas veces inculpamos a otros de un cambio que adversidad, por si no lo sabes.
lamentamos sólo porque nos duele reconocer que la causa - Te parece?
está en uno mismo. - Pero en el fondo no son otra cosa que la incursión de lo
- Quieres decir que en realidad quien ha cambiado no es real en la fantasía, y el eventual colapso de ésta. Dadas
Petra, sino yo? las circunstancias a mí también me pasaría lo mismo.
- No precisamente tú. Yo diría más bien lo que piensas de - Entonces mi dolor de estómago hace un momento ...
Petra. - Exacto. Si haces intervenir esta toma de conciencia en
- Sugieres que en mis ideas sobre ella ha habido una tus reflexiones verás que la pirueta que te molesta es en
modificación que no estoy teniendo en cuenta? realidad algo que haces espontáneamente con frecuencia y
- Es una posibilidad, no crees? Pero comencemos por el sin esfuerzo.
comienzo. Ese día buscabas albergue, seguridad, cierto? - Déjame ver. Si te entiendo bien lo que insinúas es que
- Es posible. ese día algo fortuito desfiguró la idea que me hago de
- Sólo posible? Petra –o, para el caso, de mi propia persona- y el
- Tal vez no fue únicamente por eso que se me ocurrió resultado es una versión más pobre de la misma, que de
recurrir a Petra, sabes. algún modo me enajena el mundo.
- A qué otra instancia de tu relación con ella estás - Una idea que puedes substituír por cualquiera otra,
aludiendo ahora? aparte de la del forúnculo que mencinonaste antes.
- A mis fantasías a su propósito. - Por una más bella?
- Qué fantaseas? - Eso depende de tí. Pero volvamos a lo ocurrido en casa
- ... eh ... tu pregunta me toma por sorpresa. de Petra ese día.
- Quieres explicármelo? - De acuerdo. Cuando finalmente llegué allí me dí con que
- Lo que pasa en mi fantasía es lo opuesto a lo que ocurre Lula, Lalo y los demás habían venido de visita.
entre Petra y yo en la realidad. - Lula, la mujer de Don John?
- Lo opuesto? - Sí.
- Quiero decir, es más complicado. Fantaseo en muchas - Quiénes eran los demás?
direcciones, y no podría decir cuál de ellas me es más - Winnona, el propio Don John, Finita, entre otros.
inmediata. - Interesante compaňía. Continúa.
- Entonces habrá momentos en los que terminas bloqueado, - Lalo acudió a la puerta. Me puso brevemente al tanto de
incapaz de optar por una de esas direcciones. Como cuando que Don John se encontraba furioso en el balcón, drogado
asociabas hace un rato. como de costumbre; de Lula y su intención de dejarlo.
- Los hay. Acababan de tener una escena.
- Qué haces en un caso así? - Lalo te expuso el contexto al que llegabas, te sigo.
- Pienso en algo distinto, frente a lo que no me sienta - Esa fue su intención, así es. Pero no lo logró
tan confundido que no puedo decidirme. completamente porque dejé de escucharlo cuando de pronto
- En otras palabras tu conducta frente a Petra en tales ví a Petra cruzar el corredor en dirección de la cocina.
momentos es más bien una ausencia de conducta. Estaba más bella que nunca, sabes. Encontré llena de
- Puedes mirarlo así, aunque no veo qué ganas. Ya te he sentido la breve mirada que cruzamos.
dicho que cuando Petra y yo estamos juntos no pasa nada. - Llena de sentido?
- Sí, pero ahora empieza a interesarme otra cosa. - Quiero decir de simpatía mutua. Al verla de perfil en el
- Nuestra relación se ha hecho muy rara, sabes. Quizá no contraluz de la sala redescubrí la plenitud de sus senos
debí llamarla ese día. bajo el T-shirt.
- Ajá? - La deseaste.
- Me sentía sin embargo como el Ferdinand de “La - Puede ser porque poco después, mientras conversaba con
tormenta” de Shakespeare cuando dice: “Lo soportaría todo ella en la mesa de la cocina, Moraina Martínez dejó caer
con ligereza, pudiera ver a esa muchacha desde mi celda”. un CD al suelo, y yo me agaché a recogerlo ...
- Ah, ahora entiendo. Lo de la llave fue sólo un pretexto. - Moraina Martínez?
Tu verdadero motivo era otro. Petra te atrae como mujer. - La hija quinceaňera de los vecinos. Sus padres la dejan
- Y creo que entonces también ella abrigaba sentimientos en casa de Petra mientras trabajan, y sólo está tranquila
parecidos hacia mí. Nuestra relación ha cambiado mucho si tiene sus CDs consigo. Más tarde jugaría un papel
desde ese día. Oh, jornada de dolor! central en las ocurrencias de ese día.
- Pasó algo desagradable entre ustedes? Tal vez a causa de - Entiendo. Sigue.
tus incontroladas fantasías? - Cuando me arrodillé en busca del CD mi rostro estuvo un
- Incontroladas? Estás sugiriendo que mis fantasías sobre segundo delante de las piernas de Petra bajo la mesa.
Petra son una suerte de delirio, que no soy capaz de Sentí incluso la temparatura de su piel. Me habría bastado
relacionarme objetivamente con ella? Crees que estoy abrir los labios y alargar la lengua para lamerle las
enfermo? rodillas. En ese instante ella reía divertida,
- Yo no lo llamaría estar enfermo. literalmente encima mío.
- Sino? - Y dices que entre ustedes no pasa nada?
- Diría que probablemente esas fantasías se originan en un - Entonces todo era distinto, repito.
aspecto no completamente desarrollado de tu personalidad, - Es cierto, perdona.
por ejemplo. O en una faceta inmadura de tu carácter, si - Ese día cometí varias torpezas.
quieres. - Háblame de ellas.
- Y qué gano con eso? - En mi descargo debo decirte antes que yo no fuí el único
que se sentía raro aquélla tarde, sabes. Winnona estuvo
histérica toda la velada, y Lalo me sorprendió al - Casiopea Müller y Bellona Cajahuanca, dos colegas
confiarme un extraňo dolor en el páncreas después de la escultoras de Petra.
comida que Petra terminó improvisando. - La reunión se hacía multitudinaria.
- Perturbaciones psicosomáticas? - A partir de ese momento el doble o triple juego de Julia
- Winnona hasta me agredió más tarde al verme lavando los Menge comenzó a hacerse ostensible.
platos con Lalo. Insinuó que nos estábamos hurtando a la - Qué juego fue ése?
discusión que Lula sostenía otra vez con Don John en la - Una suerte de tetrahedro pasional.
sala. - La figura geométrica que normalmente se emplea en ese
- Debido a su adicción? contexto es el triángulo. Factor tres implica caos.
- Lula supone tener ideas muy claras sobre el tema. Como - Lo sé, pero las personas involucradas en este caso
buena cristiana cree además en la reversibilidad de los éramos cuatro, contando a Julia. De aquí el tetrahedro.
actos. - Ya veo. Quiénes eran tus dos adversarios?
- Creo saber a qué te refieres. - Zale Pensiero era uno, naturalmente. El otro era Finita,
- Pero, volviendo a Winnona, en cierto modo tenía razón. una modelo de Petra.
Yo había dejado en efecto molesto la sala. Pero no sin - Una mujer?
embargo por la discusión entre Lula y Don John, sino a - En cierto momento que Petra nos mostraba en la sala sus
causa del comportamiento de éste personalmente. Ya antes últimos trabajos Zale y yo vimos a la Menge haciendo
de la comida Don John había comenzado a darme motivos de manitas con ella en el balcón. Poco después se refugiaron
preocupación. en el atelier de Petra.
- Por qué no me lo cuentas? - Petra no dijo nada?
- Ocurrió en la sala, cuando me aproximé al CD-player para - No pudo verlas pues estaba de espaldas a la puerta en
poner algo de música. Èl estaba sentado en el suelo frente ese momento. Además no creo que se habría opuesto.
al aparato y mientras se levantaba con desgano para darme - Entiendo. Cómo reaccionaron ustedes?
paso me hizo una seňa con la cabeza para que lo siguiera. - Zale Pensiero se puso a hojear nervioso una revista,
- Obedeciste? incapaz de concentrarse en las explicaciones que Petra
- Después de poner un CD lo busqué en el balcón, sí. hacía de su obra.
Estaba acodado en la baranda mirando la calle. Al sentirme - Y tú?
llegar se incorporó y, volviéndose hacia mí, me puso - Me dije que todo era cuestión de tiempo, que si me
paternal una mano sobre el hombro e indicó con los ojos el mantenía sereno acabaría encontrando mi oportunidad.
castaňo en la acera. Las ramas del árbol repletas de - Decidiste aceptar el juego de la peruana?
gorriones se agitaban festivas, sabes. - Pues, sí. Salí disimuladamente al corredor, y me
- Era primavera? aproximé con cautela al atelier.
- Otoňo, y los gorriones se congregaban ese día excitados - Supusiste que los otros no notarían tu interés?
en los árboles de la cuadra, listos para su emigración - Estaba seguro de mi discreción; me separé de ellos sin
anual al sur del continente. Un ritual que repiten puntual melodrama.
cada aňo en esa calle, según me informó Don John. - Tu conducta no fue sin embargo una muestra de serenidad
- Don John es ornitólogo, sí. Pero, creíste que hablaba en como te habías propuesto.
serio? - Te equivocas. Me sentía completamente tranquilo.
- No tuve la menor duda. El número de los gorriones era - Si tú lo dices.
asombroso. A nuestra espalda el murmurar doloroso de la - Estaba en posesión de todas mis facultades, créeme.
sonata de Brahms que yo acababa de poner, él se puso - No me queda otra cosa. Sigue, por favor.
enseguida a divagar sobre sus problemas con Lula. - La luz del atelier estaba encendida, la puerta apenas
- La migración de los gorriones y la música le recordaron entornada. Por la abertura observé a Finita descalza al
sin duda la intención de su mujer de abandonarlo. lado de la chaiselongue donde posan las modelos. Tenía la
- A mí me pareció más bien que asociaba las tres cosas a espalda desnuda y se desataba el cabello en ese momento,
causa de la droga. O de la atmósfera en la ciudad ese día. los brazos sobre la cabeza. Ví también moverse las mantas
Yo estaba sin embargo prevenido por Lalo, y le sugerí lo sobre el mueble, como si alguien se recostara encima.
mismo que tú a mí mientras veníamos al café. - Qué sentiste?
- O sea? - Ganas de desnudarme y unirme a ellas, aunque te parezca
- Le dije que se relajara, que pensara en otra cosa. absurdo. Pero la voz de Lula llamándome desde la cocina me
- Muy oportuno, en efecto. detuvo: “Slothrop!”
- Él retiró entonces la mano de mi hombro y, dándose en - Lula?
silencio media vuelta, se alejó hacia la cocina. Me hizo - Acudí rápidamente donde ella para evitar que entrara en
pensar que lo había ofendido. Volvió sin embargo enseguida suspicacias, sabes.
con una de las botellas de vino que Petra había abierto - Necesitaba tu consejo sobre Don John?
para la comida y, otra vez a mi lado, la empinó descarado. - No. Me llevó al balcón para mostrarme algo que venía
Finalmente volvió a acodarse en la baranda y, a manera de escribiendo desde hacía días, según me contó.
conclusión de lo que me había confiado sobre Lula, dijo - Algún poema romántico?
que a solas comprendería que en su camino no hay otro - Una narración de estilo surrealista ambientada en el
obstáculo que él mismo y comenzaría por fin a funcionar París de los aňos cincuenta, que ella me leyó sin
como se debe, o algo por el estilo. percatarse del alboroto en el follaje sobre la calle.
- La conversación le proporcionó en todo caso un insight - Lula no es ornitóloga, claro. Pero no sabía que escribe;
sobre el estado de la relación con su mujer, y lo que mucho menos que lo hace disciplinadamente.
también una ruptura puede tener de positivo. - La atmósfera de jazz y existencialismo estaba de hecho
- Le dije que aunque no lo seguía del todo empezaba a muy bien lograda, te lo aseguro.
hablar como un hombre, sí. La risa histérica de Winnona - París, y sobre todo después de la guerra, son mi ciudad
aproximándose en ese momento con Lalo desde la cocina nos y época favoritas, lo confieso. De qué trataba el texto?
obligó entonces a interrumpirnos. - Algo sobre un mago de vaudeville, quien hace desaparecer
- Qué lastima. a su asistente durante el estreno de un número de
- Con la llegada de Winnona la situación comenzó a prestidigitación, y luego no logra dar con ella.
molestarme, y finalmente me alejé de ellos pretextando ir - Una trama muy femenina y poética.
al baňo. Al pasar por la sala noté que Moraina Martinez - Acusado de asesinato encubierto por la policía a causa
había quitado entretanto el CD de Brahms y puesto en su de cierta escena de celos que un tramoyista ha observado
lugar uno de los suyos: Dizzy Covarrubias ... entre él y la asistente, el mago decide huír a la
- Dizzy Covarrubias! Sus solos de clarinete son clandestinidad.
legendarios! - Interesante.
- Me acerqué al aparato y levanté con exageración el - Con la ayuda de un colega norteamericano con más
volumen, sabes. Quería disfrutarlo mientras me encontraba experiencia en actos de desaparición comprende poco
en el baňo. Pero no sirvió de nada porque el baňo de Petra después que la causa de la desaparición ha sido un pase
queda al fondo del corredor, y además allí gotean todos mal ejecutado por él, catapultando inadvertidamente a su
los caňos. asistente a cierta región inalcanzable del espacio-tiempo
- Mala suerte. y ...
- Al salir unos minutos después me dí con nuevos - Díme, me cuentas el argumento con tanto detalle porque
visitantes: Julia Menge y Zale Pensiero. es pertinente para lo que ocurrió ese día o porque tienes
- Julia Menge? El nombre me suena conocido. dificultades para hacerme un resumen?
- Quiza de los diarios. Julia Menge es una actriz de la - Por lo primero, naturalmente. Mientras la escuchaba
televisión. Una mulata peruana de piernas largas. atento, Lula me rozaba invitadora la pierna con la
- Ah, cierto. Sí, sí. He visto sus fotos. rodilla, víctima sin duda de un automatismo semejante al
- Cuando nos saludamos susurró sensual que se alegraba de de las mujeres en el bus.
verme después de tanto tiempo. Fue su primer movimiento en - De veras?
el doble, mejor dicho, triple flirt que esa noche sostuvo - Y esta vez el detalle no pasó desapercibido para Petra
conmigo y otras dos personas. Del que por cierto hasta hoy en la sala.
me lamento. - Qué lamentable!
- Pero ella tenía ya un acompaňante, no? - Pero, bueno, abreviando, Lula me leía todavía su escrito
- Zale Pensiero es un promotor de televisión y amante cuando Moraina Martínez apareció en baby-doll en el
suyo, sí. Un tipo bajito y gordo, nada que ver con ella en balcón.
realidad. La Menge acababa de hacer una broma a su costa - Por alguna razón especial?
al entrar yo en la sala, y casi solté una carcajada al ver - Venía a despedirse antes de irse a la cama. Me pidió que
su expresión. Lalo y Winnona arrancaron en cambio a reir me agachara, y yo supuse que quería darme un beso en la
francamente en el balcón en ese momento, pero no creo que mejilla. Cuando lo hice me puso sin embargo los brazos
por el mismo motivo. alrededor del cuello y me ordenó que la cargara.
- La reunión se animaba. - Vaya un capricho!
- Justo entonces tocaron a la puerta, y yo me apresuré a - Moraina es una muchachita muy inteligente y vivaracha,
abrir para salvar la situación. sabes. No le pedí ninguna explicación. Una vez en mis
- Más visitas? brazos reclamó que la llevara al dormitorio y, mientras
avanzábamos por el corredor, puse mis manos bajo sus
nalgas para evitar que resbalara al suelo. Este gesto tuvo
un efecto imprevisto. Moraina me tomó entonces el rostro
entre las manos y acercó sus labios a mi boca. Nos besamos
mientras yo le acariciaba el culito. Sus labios eran
dulces como miel.
- Chocante. Pero supongo que Petra no lo supo.
- No podría asegurarlo; Petra se encontraba en la sala
detrás de nosotros, sabes. Cuando llegamos al dormitorio
Moraina saltó a la cama y se quitó el blusón del baby-doll
de un sólo tirón. Desnuda de la cintura para arriba, metió
la cabeza en una bolsa de plástico que había sobre las
sabanas y se puso a hacer morisquetas fingiendo que se
asfixiaba.
- Qué ocurrencias más locas! Estaba ostensiblemente de un
humor histriónico.
- Su performance fue francamente cómica. Los crespos de su
larga cabellera apretados en el cuello por la bolsa
dejaron descubiertos sus pechos adolescentes, y la
esbeltez de su talle me pareció irresistible.
- Una situación francamente peligrosa.
- Y no únicamente para ella, como verás enseguida. Cuando
me dijo que se sentía picaresca –ésta es la palabra que
empleó- descubrí que a mí me pasaba lo mismo. Mi primera
reacción fue buscar poseerla como fuera. Trepé entonces a
mi vez sobre la cama, me aproximé a ella y la abracé tan
tiernamente como pude.
- Pero Moraina Martínez es una niňa!
- Moraina Martínes no hizo sin embargo nada por
disuadirme. Las piernas entrelazadas, nos revolcamos
besándonos sobre las sábanas. Mi erección presionaba
entretanto su sexo, pero no directamente pues estaba aún
vestido.
- Mejor así.
- Yo fuí el primero en sorprenderse de lo que estaba
ocurriendo, sabes. Nuestro abrazo fue un reflejo animal,
algo instintivo. Nos dejamos llevar por el impulso del
instante. Una conducta que hasta ese momento había
considerado natural e incontrolable, ese día logré poner
sin embargo en cuestión. Me dí cuenta de que entre la
disponibilidad de mi cuerpo al placer y la compulsión a
transformar éste en una secreción hay mundos de
diferencia.
- Una toma de conciencia de ningún modo trivial.
- Yo también lo creo así. Pero entonces un ruido en la
puerta del dormitorio me alarmó sobremanera.
- Petra?
- Dejé de abrazar a Moraina, me incorporé sobre la cama y
examiné en silencio la habitación.
- Buscabas el origen del ruido?
- De primera intención pensé que quizá alguien había
entrado con cautela, buscando no ser notado.
- Un temor paranoico comprensible.
- Lo que hacíamos no era cualquier cosa, en efecto. La
idea de alguien a mis espaldas aproximándose en puntillas
con fines ignorados me hizo pensar además en el asesinato
de Trotzky.
- Te doy toda la razón.
- Como no encontré nada anormal bajé de la cama y,
apresurándome en puntas de pie a la puerta, la abrí sin
transiciones. El corredor estaba sin embargo deshabitado.
- El ruido fue entonces a todas luces sólo una alucinación
auditiva, expresión de tu mala conciencia.
- Te equivocas, no fue una alucinación.
- Ok, ok. Qué hiciste a continuación? Volviste donde la
niňa?
- Después del sobresalto ninguno de los dos nos sentimos
ya a gusto. Lo que hice fue tranquilizar a Moraina y
ayudarla a ponerse otra vez el baby-doll. Por último
abandoné la habitación y volví discreto a la sala.
Necesitaba ver a Petra, tal vez para contárselo.
- Una buena idea. Qué hacían los demás?
- Se habían ido ya a casa o lo hacían en ese momento. Sólo
Casiopea Müller y Lalo conversaban aún en la cocina.
Cuando pasé frente a la puerta de calle escuché la risa de
Don John en el pasillo exterior, la voz airada de Lula
bajando la escalera. Busqué a Petra en toda la casa,
inútilmente.
- La reunión terminaba tan sorpresivamente como había
comenzado.
- Pero lo peor viene recién ahora. Ya te he dicho que la
de ese día es una historia larga y confusa.
- Soy todo oídos.
- Te has dado cuenta de que el mozo todavía no se ha
percatado de nosotros?
- No importa. No hay ninguna prisa.
- Pero yo necesito de veras tomar algo caliente.
- Tienes razón, espera. Un té te vendrá bien.

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