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edu | LIMA, del 24 al 30 de mayo del 2010
especial
MIRADA DESDE EL DERECHO
“El TC hace una interpretación
testamentaria que no es propia
de sus competencias”
El Dr. Walter Albán, decano de
la Facultad de Derecho y ex
Defensor del Pueblo, aclara
varios aspectos de la controversia
entre la Universidad Católica y el
Arzobispado de Lima.
Por
DAVID PEREDA
¿
Cuáles son los princi-
pales vicios de la sen-
tencia del Tribunal
Constitucional (TC)?
Por un lado, no ha-
berse pronunciado sobre la
irregularidad que se dio en el
Poder Judicial (PJ): los tres vo-
tos emitidos que debieron ge-
nerar una sentencia a favor
de la PUCP, que no se dio. Fue
una afectación al debido proce-
so en la etapa inmediatamen-
te anterior. En segundo lugar,
en los considerandos de la sen-
tencia, el TC ingresa a una re-
visión de lo testamentario, ma-
teria que no es constitucional
en absoluto. No puede hacer
una interpretación de la vo-
luntad de Riva-Agüero. Hacer-
lo implica interferir en lo que
es competencia del fuero ordi-
nario, el PJ, donde ya se había
iniciado el proceso para discu-
tir el tema testamentario. No es
propio que el TC aborde una re-
flexión en una materia que no
es constitucional. Eso confun-
de; uno se pregunta por qué
entraron a esa discusión. En
cambio, descuida por comple-
to lo referente a la autonomía
universitaria, que era, además
de la propiedad, el otro punto
muy importante de la deman-
da presentada por la PUCP. La
sentencia declara la demanda
infundada, pero no explica por
qué es infundado lo referido a
la autonomía.
Y en lo de la propiedad va más
allá.
Para llegar a su conclusión en
el tema de la propiedad, se me-
te a una interpretación testa-
mentaria que no es propia de
las competencias de un TC. Si
para los magistrados del TC
que votaron de esta manera la
situación del señor Muñoz Cho
podría eventualmente estar le-
gitimada por un derecho deri-
vado de los testamentos, lo que
correspondía decir era: “Que se
siga el procedimiento en juzga-
do civil, que ya está iniciado y
allí se determinará si este se-
ñor tiene o no esas atribucio-
nes”. La PUCP dice: “La actua-
ción de Muñoz Cho está ame-
nazando mis derechos funda-
mentales a la autonomía y a la
propiedad”. Si yo ejerzo y estoy
reconocido como propietario,
y otro exige a intervenir en el
manejo de mi patrimonio, sin
tener ningún título, puedo pe-
dir a los tribunales que prote-
jan mi derecho de propiedad.
Si ese señor pretende que su
situación también sea prote-
gida, tendría primero que ir a
un tribunal ordinario, en el PJ,
a pedir que se le reconozca ese
derecho, que en los hechos no
tiene. Tendría que ir a un juez
a decir por qué cree tener dere-
cho. Allí pediría que se revisen
los testamentos.
¿Cuál es la situación generada
por la sentencia del TC?
La situación ahora es que la
propiedad es de la Católica. El
otro señor pretende que se le
establezca un derecho (al Arzo-
bispado de Lima), pero es solo
una pretensión. El TC ha deja-
do de proteger el derecho de la
PUCP al desestimar la deman-
da de amparo. Además, ha he-
cho algo que no le corresponde
porque interpretar testamen-
tos no es una cuestión consti-
tucional. De alguna manera,
el TC está afectando la Consti-
tución porque no se puede in-
terferir en lo que es materia de
un procedimiento jurisdiccio-
nal, en este caso en el PJ. Pero,
no hace esta interferencia en
la parte resolutiva, que hubie-
ra sido lo peor, sino en la par-
te considerativa. Lo que cuen-
ta en la sentencia del tribunal
es la parte resolutiva. Jurídi-
camente, las cosas están don-
de estuvieron antes del ampa-
ro. La situación jurídica de Mu-
ñoz Cho y la de la PUCP no han
variado. Lo único que se le di-
ce a la Católica en la parte re-
solutiva es: “Usted no tiene ra-
zón al pedir esa protección por-
FRANCISCO CHÁVEZ
que no se están afectando sus
derechos”, pero nada más. No
establece que haya que tomar
alguna medida o darle un tra-
tamiento de los bienes a la jun-
ta. No podría hacerlo porque
la demanda ha sido planteada
por la PUCP para que se defien-
dan sus derechos.
Que, siente, vienen siendo vul-
nerados.
La Universidad es una persona
jurídica que, conforme a dere-
cho, tiene también titularidad
sobre derechos fundamenta-
les. Entonces, puede plantear
un amparo, como lo ha hecho.
En cambio, la Junta Adminis-
tradora no tiene personalidad
jurídica porque es una instan-
cia generada por el testamen-
to como una suerte de albacea
para el manejo durante algún
tiempo de todos los bienes y
después de las mandas estipu-
ladas. Al no ser una persona ju-
rídica, no tiene derechos fun-
damentales. La interpretación
de la otra parte es muy peligro-
sa. A la larga, uno podría decir:
“Cuidado con recibir heren-
cias”. Podría producirse, en es-
ta interpretación que aparece
en la parte considerativa, que
quien recibe una herencia ex-
pone el íntegro de su patrimo-
nio a futuro. Sería una suerte
de Caballo de Troya. Para que
este señor tenga alguna base,
tendría que obtener una sen-
tencia judicial que lo establez-
ca. Hoy por hoy no la tiene.
Y sin tenerla, le han dado la ra-
zón.
Indirectamente le han dado
la razón, porque la resolución
no modifica nada. Muñoz Cho
sigue sin tener el derecho que
pretende. Es reprochable, pero
políticamente sospechoso, que
la sentencia se haya metido en
estos aspectos en su parte con-
siderativa. Al meterse imperti-
nentemente en estos temas, co-
mo que abre; es lo que ha ocu-
rrido ante la opinión general
y por eso algunos medios han
utilizado esto como un “caba-
llito” para que se piense que
Muñoz Cho tiene razón, cuan-
do en realidad no tiene ningu-
na base, aún con la sentencia
del TC, para pretender tomar
estas atribuciones.
¿Entonces, la parte considerati-
va no tiene un peso efectivo?
No. Los fundamentos de una
sentencia constitucional pue-
den establecer pautas vincu-
lantes en una serie de aspectos,
pero que tienen que ver con el
sentido de la jurisprudencia.
Dado que se trataba de un tema
muy puntual entre los titula-
res, no ha habido ni por asomo
en esos considerandos la idea
de que acá se siente una juris-
prudencia vinculante. No hay
sino una expresión de aquello
que ha estado en la cabeza de
los magistrados que han deci-
dido votar de esa forma, como
infundado, porque esta senten-
cia tiene votos distintos. De allí
no sale nada que pueda resul-
tar aplicable, porque el ampa-
ro mismo tiene por objeto que
la persona que lo promueve sea
protegida. Cuando un amparo
se declara infundado, lo que
están diciendo, como a la PU-
CP, es: “No te voy a hacer caso”.
Nada más. No tiene otra conse-
cuencia.
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EN DEFENSA DE LA PUCP
¿Qué define que la parte consi- gunas mandas, referidas a dar ciones, salvo casos que ameri-
derativa siente jurisprudencia o misas y cuidar su mausoleo. En ten acusación constitucional EVIDENTES INTENCIONES
no la siente? el testamento del 38, dice: “La si se probaran irregularidades

Eso ocurre cuando se ventilan
temas que tienen una trascen-
dencia general, cuando se esta-
blecen pautas que pueden ser
orientadoras de decisiones de
los tribunales en materia cons-
titucional. Aquí no podrían
hacerlo porque el tema testa-
mentario no es un tema cons-
titucional, no tendrían nada
que decir o plantear allí un pre-
cedente vinculante. El Código
Procesal Constitucional indi-
ca que, allí donde se estable-
cen criterios que deben ser ob-
servados obligatoriamente por
todas las instancias jurisdiccio-
nales, debe expresarse que está
constituyendo un precedente
vinculante. Eso tiene que ver
con temas de alcance general
en materia constitucional y
donde se pueda establecer un
parámetro que los jueces o los
magistrados en general van a
tener que observar y atenerse
a eso. Pero acá no. Es tan obvio
que este asunto no tenía esas
características que esto no tie-
ne ninguna consecuencia para
las partes.
¿Qué instrumentos tiene el 16º
Juzgado para rechazar el pedido
del Arzobispado?
Allí ya es la discusión sobre los
alcances del testamento. Los
testamentos, en general, hay
que interpretarlos como com-
plementarios. Hay varios ele-
mentos importantes a consi-
derar para entender que Riva-
Agüero no quiso modificar en
absoluto lo que ya había deci-
dido su testamento de 1933, al
dejar a la Católica como su he-
redera y propietaria absoluta
de los bienes. El testamento del
38 dice expresamente que se
junta tiene carácter perpetuo”
para que las mandas no se va-
yan a dejar de lado. Como casi
todo, tenía que ver con asuntos
de orden religioso, se entiende
que estableciera, porque allí lo
hace, que si ya no pueden inte-
grar la junta las personas que
designó, será integrada por el
rector de la Católica y “una per-
sona que designe el arzobispo”.
Por eso, le da el carácter perpe-
tuo a la junta.
La junta es perpetua pero su ad-
ministración de los bienes no es
perpetua.
Y no puede entenderse de otra
manera, porque la propiedad
tiene por esencia la disposi-
ción de bienes. Uno puede esta-
blecer límites y existen las car-
gas de los testamentos, como
estas mandas. Los abogados de
la otra parte señalan que una
carga más es que el patrimonio
lo tiene que manejar la junta
indefinidamente. No lo es. Eso
sería vaciar de contenido el de-
recho de propiedad y desnatu-
ralizar el derecho.
“EL TESTAMENTO
DEL 38 DICE
EXPRESAMENTE
QUE SE MANTIENE
VIGENTE EL
DEL 33 EN TODO
LO QUE NO LO
CONTRADIGA”.
¿Estaríamos hablando de un
bien sin propietario?
de otro orden. Creo que en este
caso la sanción es moral. Nues-
tra crítica es para que se haga
evidente lo que no debió ser y
para que enderecemos las co-
sas jurisdiccionalmente en el
fuero común, en este momen-
to, en el PJ. Nuestro objetivo no
es poner en cuestión al TC por-
que eso sería afectar la institu-
cionalidad, y eso es algo que la
Universidad nunca ha hecho.
Ha sido un TC criticado por va-
rias sentencias.
Han concentrado críticas se-
rias. Parece que han sido, en al-
gunos casos, incluso una con-
tradicción con la propia juris-
prudencia del tribunal. Eso ocu-
rrió en nuestro caso también.
Se ha dicho que iríamos a la Cor-
te Interamericana de Derechos
Humanos. ¿Cómo se puede ir?
Es un caso especial. Se trata de
una comunidad universitaria.
En principio, las personas jurí-
dicas no pueden demandar un
derecho para sí mismas. Pero sí
podemos hacerlo quienes par-
ticipamos como miembros de
la comunidad. Al ser derechos
que nos afectan tanto en lo in-
dividual como en lo colectivo,
derechos fundamentales con-
tenidos al mismo tiempo tan-
to en el Pacto de San José como
en el Protocolo de San Salvador,
hay fundamento suficiente pa-
ra que esto sea ventilado ante
el Sistema Interamericano. Es
un caso que va a generar una
ref lexión muy enriquecedo-
ra para lo que significa la pers-
pectiva futura en la protección
de derechos fundamentales en
la región. Tengo la expectativa
de que, ante una situación tan
TC rechaza dos
solicitudes del
Arzobispado de Lima
La cuestionada sentencia
del Tribunal Constitucional
no será inscrita en la Super-
intendencia Nacional de Re-
gistros Públicos (SUNARP), ni
tampoco será enviada por el
Tribunal Constitucional al
16º Juzgado Civil, instancia
en la que se desarrolla el pro-
ceso para interpretar los tes-
tamentos de don José de la Ri-
va-Agüero y Osma.
Así, el pasado jueves, 20 de
mayo, y mediante un decre-
to, el TC rechazó las siguien-
tes solicitudes del Arzobispa-
do de Lima:
1) Que el TC notifique la sen-
tencia publicada el 19 de
abril al 16º Juzgado Civil.
2) Que dicha sentencia fue-
ra inscrita en “las Parti-
das del Registro de la Pro-
piedad Inmueble de Lima
correspondientes a los
bienes de propiedad de la
Pontificia Universidad Ca-
tólica del Perú”.
El tribunal ha señalado que
la polémica sentencia que
emitió debe ser atendida so-
lo conforme a lo que en ella
misma se especifica y, con
ello, ha denegado la preten-
sión de los abogados del Ar-
zobispado. “Lo que ellos quie-
ren hacer (la contraparte) es
que el 16º Juzgado sienta que
está obligado a resolver el te-
ma de igual forma como lo
hizo el TC, eso es lo que quie-
ren hacerle sentir. Es eviden-
temente impactante que el
juez reciba un oficio del pro-
pio tribunal, que le dice, ‘es-
to es lo que he resuelto’. Pe-
ro eso no es posible porque
el 16º Juzgado no tiene nada
que ver en este proceso”, se-
ñala el representante legal
de nuestra Universidad, Dr.
Martín Mejorada.
Sobre la segunda pretensión
del Arzobispado de Lima, ex-
plica: “Lo que el arzobispo ha
querido hacer con esto es que
en la partida registral de cada
inmueble de la Universidad
aparezca la sentencia, para
que, de esa manera, las perso-
nas que miran la partida se-
pan que, supuestamente, so-
bre ese inmueble hay una car-
ga, una responsabilidad de
administrarlos por parte de
una entidad llamada Junta
Administradora. Ese propósi-
to no lo han conseguido”.
MÁS EN LA WEB
Para ver la entrevista completa al Dr.
Mejorada y acceder a los documentos
en los que el TC deniega la solicitud y
en los que aparecen las pretensiones
del Arzobispado, visita
www.pucp.edu.pe/endefensadelapucp

mantiene vigente el del 33 en
todo lo que no lo contradiga, y
no se modifica la transferencia
de sus bienes a la PUCP a los 20
años de su muerte. Lo que cam-
bia es a sus beneficiarios en ca-
so que la PUCP no subsistiera a
este periodo. En el del 33, estos
eran la Universidad de Lovaina
y otra institución referida a be-
cas. En el del 38, los cambia por
la propia junta, pero como fun-
dación. Él sabe que la junta es
un albacea nomás y que, por
tanto, tiene fragilidad jurídica;
no podría ser titular de patri-
monio. Entonces, dice, la junta
debe convertirse en fundación;
es decir, en persona jurídica.
Además, aclara que ni siquiera
los 20 años que pide para que
subsista la PUCP tienen que
ser continuos y con cualquier
nombre. Otro cambio es sobre
la junta. En el del 33, la crea pa-
ra que le entreguen los produc-
tos a la Universidad, de manera
que esta pueda vivir de las ren-
tas hasta que se cumplan los
20 años, y para que cumpla al-
Exacto, lo que jurídicamente
desde el siglo XIX en el Perú no
cabe. Las “manos muertas” no
existen, fueron abolidas a fines
del siglo XIX. Así es como se le
conocía a la figura cuando ha-
bía un patrimonio que no ha-
bía a quién atribuírselo.
¿Lo que han hecho los magistra-
dos del TC es sancionable?
Uno tiene la posibilidad de cri-
ticar aquellas sentencias que
considera deficientes. Cuando
proviene de la más alta instan-
cia jurisdiccional para el con-
trol constitucional, estamos
hablando de individualizar
quién votó qué y bajo qué fun-
damentos. Eso debería tenerlo
muy presente el Congreso para
tener claro a quién elegir para
estos cargos. Lamentablemen-
te, en el Congreso ha habido
cierta deficiencia en la mane-
ra como se han manejado las
cosas para proceder a la selec-
ción. Particularmente, no con-
sidero que en la instancia cons-
titucional haya que buscar san-
grave como la que se ha pro-
ducido en este caso, logremos
que el Estado peruano entre a
un entendimiento con la comi-
sión, que es lo que siempre bus- LA FOTONOTICIA YANINA PATRICIO
camos, o tenga que ser deriva-
do a la corte. Tenemos que es-
tar necesariamente los miem-
bros de la comunidad de mane-
ra individual pero podemos ir
en conjunto porque la persona
jurídica “Pontificia Universi-
dad Católica del Perú” tiene la
personería, la legitimidad pro-
cesal para presentar una peti-
ción ante la CIDH; en este caso,
en favor de los miembros de la
comunidad. Se puede presen-
tar una persona jurídica ante la
CIDH pero para reclamar el de-
recho, por ejemplo, de quienes
participan en la persona jurídi-
ca. Es un tema que están estu-
REUNIONES CON LOS PROFESORES
diando quienes van a manejar La semana pasada, el rector, Dr. Marcial Rubio Correa, y los tres
el caso directamente. Hay juris- vicerrectores –doctores Efraín Gonzales de Olarte, Pepi Patrón y
prudencia de casos donde per- Carlos Fosca– participaron en varias reuniones con los profesores
sonas jurídicas han actuado a de nuestra Universidad. El objetivo de los encuentros fue mante-
favor de quienes participan en nerlos informados del proceso que seguimos con el Arzobispado
ellas y que también han sido de Lima y conocer sus impresiones.
ventilados en la comisión.