Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
modelos de aprendizaje
Antonio Campuzano Ruiz
(*)
De dónde venimos
En los años 60 comenzamos con la enseñanza del cine y la
fotografía. Pero a mediados de los 70 ya había dos grupos, uno
en Madrid (ESCO-SOAP) y otro en Barcelona (Drac Magic) que
comprendieron que esto era insuficiente, que también estaba la
publicidad, por ejemplo, y pensaron otro enfoque más amplio al
que llamaron “imagen”, “Pedagogía de la imagen”, “lectura de
imagen” etc. porque ese era el objetivo implícito: desentrañar
los mensajes ocultos en la imagen.
Este nuevo enfoque cuaja en los 80, no olvidemos que el cambio
en educación siempre es lento, con un libro: “Imágenes en 1
Libertad” que aparece en 1980 y luego se reedita actualizado
en 1990 (“Imágenes en acción”, Alonso y Matilla) y con el
curso de Lectura de Imagen de la UNED. En ese momento hay
profesores y profesoras que continúan con el cine, otros que
han pasado a la lectura de imagen y otros que combinan los dos
enfoques; aunque la mayoría, nada de nada, estamos hablando de
personas aisladas.
En 1982, con los mundiales de futbol en España, llega el vídeo
doméstico en tres sistemas: VHS, Beta y 2000, y la
generalización de la televisión.
En 1985, con el PSOE en el gobierno y la Reforma Educativa
comenzando, aparecen los proyectos Mercurio y Atenea (en el
territorio MEC) con un nuevo enfoque: la integración
curricular de las tecnologías, es decir, por fin los medios,
la imagen, el cine ... entran en los programas educativos y
ahora son además de instrumentos didácticos, contenidos,
materia de aprendizaje.
El vídeo y el ordenador son las novedades del momento y el
Ministerio de Educación y algunas comunidades autónomas
comienzan una política de dotaciones que es bendecida por el
Ministerio de Industria (se estaban proyectando un vídeo y un
ordenador españoles, que no llegaron a cuajar). También lo
aplaudieron el comercio internacional y el discurso político
del momento: “la modernidad”, por eso no se hablaba de vídeos
y ordenadores, sino de Nuevas Tecnologías
Pero la modernidad va muy deprisa y llegan los satélites. A
finales de los ochenta ataca el neoliberalismo y lo moderno es
el autoaprendizaje, que como dice Ángel San Martín (1995) es
el correlato del autoempleo, y con él la enseñanza a
distancia, vía satélite preferentemente. El MEC alquila el
satélite Olimpus, dota a todos sus centros de profesores (unos
110) de parabólicas y decodificadores (unas 100.000 pts, de
las de entonces, por centro), incluso al de Melilla que estaba
fuera de cobertura, pero al fin y al cabo era un centro de
profesores (como no les avisaron, el técnico de Málaga por más
que cruzaba el estrecho, no conseguía solucionar el problema).
El Olimpus descarriló a los seis meses y los decodificadores
ya no sirvieron para el Hispasat. ¡Qué se le va a hacer! ¡Así
es la tecnología!
La televisión educativa de TVE2 no llegó a descarrilar porque
no consiguió coger velocidad, incluso en los últimos años la
ha ido perdiendo. Empezó con tres horas diarias y ya lleva
varios cursos emitiendo una hora siempre que no haya tenis en
Australia o campeonatos de natación.
Los que ya llevábamos unos años en esto, no hicimos mucho caso
ni del Olimpus ni de la Televisión Educativa y seguimos
nuestro camino. Lo malo es que el Ministerio y algunas 2
comunidades no se desanimaron y consideraron que ahora lo
moderno es Internet y aquí nos tienen: envueltos en la red.
Dónde estamos
Los enfoques o líneas de trabajo que he ido enunciando siguen
siendo cultivadas por profesores y profesoras aislados o en
grupo. Al menos el proyecto Mercurio, los festivales de cine,
antes el de Gijón y luego Cinema Jove, el Curso de Lectura de
Imagen de la UNED, etc. han producido un efecto multiplicador
en cuanto al número de profesores que trabajamos en esto y que
hace que ya no nos sintamos tan aislados.
Pero en los últimos años han ocurrido algunas cosas nuevas, al
menos tres muy importantes:
a) El nuevo currículo,
b) Un nuevo enfoque psicológico que conlleva un nuevo modelo
de aprendizaje y que concede un gran protagonismo a la
televisión y las nuevas tecnologías.
c) La explosión de las tecnologías.
El nuevo currículo
La reforma, como todo, tiene sus pros y sus contras. Un
aspecto positivo es que incluye los medios como contenidos de
aprendizaje. Ya no puede venir un inspector a decirte que te
dejes de tonterías y pongas a los niños a leer y escribir. Hay
opiniones encontradas sobre si están o no suficientemente
recogidos y si lo están de una manera adecuada (área
específica, materia transversal, etc.), pienso que el nuevo
currículo permite trabajar los aspectos más importantes, para
los alumnos, de los medios.
¿Cuales son los inconvenientes? Que están enunciados los
contenidos pero no hay un desarrollo curricular ni materiales
adecuados, es decir faltan programaciones desarrolladas en
unidades didácticas (objetivos, contenidos, actividades, etc.)
y materiales didácticos. Gran parte del profesorado, que nunca
trabajó en esto, se encuentra con que tiene que impartir unos
nuevos contenidos y no sabe cómo hacerlo, ni con qué
materiales.
Este trabajo de diseño y desarrollo curricular, que está en su
mayor parte por hacer, es un reto y una labor urgente y nos
debería llevar a integrar los medios en los proyectos
curriculares. En el momento en que esto se realice, se podrá
decir que la enseñanza de los medios está consolidada.
9
“Cuando nos propusimos llevar a cabo este proyecto, no éramos conscientes de la cantidad
de trabajo que nos iba a suponer debido a lo que sucesivamente nos fue apareciendo y que
podemos resumir en algunos puntos:
(http://web.jet.es/cprsg/grupotfqmq.htm)
Por tanto:
· Las NNTT no son un medio más. Producen cambios sustanciales
en el individuo, en la sociedad, en la economía, etc. La
postura de decir: “hay esta herramienta, vamos a ver que
podemos hacer con ella” es buena para la tecnología y el
mercado pero no tan buena para la educación. Para la educación
es más útil decir: “tenemos estos problemas ¿qué tecnologías
nos serán más útiles para resolverlos?”
. Hay que poner las tecnologías al servicio de la educación,
no la educación al servicio de las tecnologías: Conocerlas,
evaluarlas y aplicarlas con lucidez.
. Las tecnologías tienen ventajas e inconvenientes para el
usuario y contribuyen a aumentar las diferencias sociales. Hay
10
que estar atentos ante las presiones del mercado que, con
enormes campañas informativo/publicitarias, tratan de ocultar
los inconvenientes y los costes reales.
. En los centros, debería valorarse siempre la relación
precio/prestaciones reales. Los costes reales suelen
permanecer encubiertos (formación, fallos del sistema, etc.) y
comprar cuando la situación es favorable (en términos
educativos, no económicos). No deberían introducirse nuevas
tecnologías hasta que no estuviesen consolidadas y
estandarizadas.
Las nuevas tecnologías, en coherencia con el sistema
neoliberal que las produce, van enfocadas al autoaprendizaje,
al aprendizaje individual, desde la relación individuo-
máquina. Se opera desde ordenadores personales. Incluso la
televisión camina hacia el visionado individual: un televisor
en cada estancia para que cada uno elija su canal preferido
individualmente. Luego resulta que todos los canales son
parecidos y además malos, pero simultáneamente la televisión
está haciendo a todas las personas más parecidas. En el futuro
veremos la gran cadena única, pero cada uno en nuestro
televisor, este es el correlato del pensamiento único. No hay
que perder de vista que la liberalización del mercado no está
llevando a una mayor competencia sino a la concentración
empresarial.
Pero hay un pequeño problema. El autoaprendizaje a través de
la máquina era coherente con un modelo de aprendizaje
conductista: esto eran las máquinas de enseñar de los años 50.
Pero este modelo está obsoleto para la mayor parte de los
aprendizajes escolares y en el modelo constructivista actual
hay barreras insalvables para el autoaprendizaje, salvo para
temas muy concretos y especializados. Porque en el
autoaprendizaje a distancia (la máquina no enseña, sino el
programador) ni se pueden contemplar los conocimientos
previos, ni se pueden verificar suficientemente los resultados
del aprendizaje.
Entonces ¿para qué nos sirven unas nuevas tecnologías que
consiguen su mayor rendimiento con modelos de aprendizaje
obsoletos?
BIBLIOGRAFÍA
Alonso, M. y Matilla, L. (1990) Imágenes en acción. Ed. Akal,
Madrid.
Campuzano, A. (1988) "El Jugador oculto ¿quién juega con
nosotros?" Acción Educativa Boletín Informativo, n. 52
noviembre 1988 pp 37-41
Del Río, Pablo (1996) Psicología de los medios de
11
comunicación. Editorial Síntesis, Madrid. 431 págs.
San Martín, A. (1995) La escuela de las tecnologías. Ed.
Universitat de València.
Sierra, B. y Carretero, M. (1990) “Aprendizaje, memoria y
procesamiento de la información: la psicología cognitiva de la
instrucción”. En Coll, C. Y otros: Desarrollo psicológico y
educación. Editorial Alianza, Madrid.
12