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Florencia Alvarez la información, transformar una costumbre en

institución pública alrededor de una taza de café.


LECTURA DE En el mismo barco de Peter Sloterdijk
“El Decamerone se deja leer todavía hoy como
Infancia en Berlín de Walter Benjamin
una pieza maestra sobre la conexión entre lo
festivo regenerador y la política en pequeño
formato. Después de que la peste irrumpiera en
Florencia, se vio que en poco tiempo, se
desmoronaron todos los vínculos civiles y
humanos entre los individuos, como si una peste
psíquica se hubiera superpuesto a la peste
física. La estancia en la ciudad agonizante se
convierte para los supervivientes en una
pesadilla. Como los florentinos apenas si saben
a qué deben temer más, si al contagio, al
saqueo o al hambre, caen en una desorientación
semejante a una parálisis. En la ciudad que ha
perdido su tarea común puesto que ya no
protege la buena vida de todos sus ciudadanos,
Los textos que traje para leer están relacionados con todo está, de pronto, permitido, todo es
un ciclo que realizamos dos años atrás que se llamó pasajero. Atomizados sujetos de la angustia se
desayunando y que comparte con visitas la idea de esconden en sus casas o vagan solos por la
realizar una lectura pública, de generar un espacio calle; (...) los jóvenes florentinos que se han
donde compartir con otra gente los textos que cada reunido alrededor de la amena Pampínea,
uno está leyendo y la forma en que uno los lee. Cada hablan de la posibilidad de la pertenencia
día alguien era invitado a leer y desayunar, y cada mutua tras la ruina de la forma política. Ellos
desayuno se realizaba en un lugar distinto elegido por encarnan la lección decisiva de todas las
el invitado para realizar la lectura. ciencias antropológicas modernas: si los grandes
órdenes se parten en dos, el arte de la
Para empezar quería leer un fragmento de En el pertenencia mutua sólo puede comenzarse de
mismo barco de Peter Sloterdijk en el que habla de nuevo desde los órdenes pequeños. La
qué sucede cuando las grandes estructuras sociales regeneración de los hombres por obra de los
se desintegran o cómo pueden reconstruirse los hombres presupone un espacio en el que por la
vínculos entre las personas en la decadencia de las convivencia se inaugure un mundo.
superestructuras.
Si la escena se representase en el siglo XVIII,
“...en su decadencia se muestra que la ayuda podría tomársela por un Salon; en el XIX, por
que las superestructuras pueden prestar a los una colonia de Bohemios y Reformadores; en el
esfuerzos del individuo particular por proseguir siglo XX, por una comuna campestre o un
la vida es tanta como ninguna. Entonces es Retreat de meditación.”
cuando se hace más reconocible que en cuanto
el oppus commune se desintegra en el nivel En el siglo XXI reuniones de lectura en livings
superior, los hombres sólo pueden regenerarse prestados.
en pequeñas unidades.
Esto último pertenece a las lecciones que hay “En todos estos escenarios sería reconocible el
que extraer de la mayor catástrofe natural y renacimiento de las hordas originarias, las
social de Europa, la Peste Negra de mediados posibilitadoras de seres humanos a la altura de
del siglo XIV. Giovanni Bocaccio es el poeta que las habitaciones civilizatorias correspondientes a
ha hecho inolvidable para los europeos el cada caso. Son figuras típicas de aquella
teorema de la supervivencia en pequeñas segunda ola de insularizaciones, en las que del
comunidades en medio del desastre de lo favorecimiento de los hombres por los hombres
grande.” se extraen los más notables florecimientos.”

La regeneración social se plantea en el texto de De estos fragmentos me interesa especialmente la


Sloterdijk entonces como únicamente posible a partir parte donde habla de las habitaciones civilizatorias a
de la reunión en pequeños grupos donde la lo largo de las distintas épocas. Pensar cómo éstas
convivencia tiene un rol esencial. Pero la convivencia forman parte de la experiencia urbana, cómo se
no entendida necesariamente como vivir juntos sino ocupan o se generan. Cómo las costumbres de
como la posibilidad de compartir con un grupo de reunirse van generando habitaciones (como en el caso
gente más o menos heterogéneo una actividad y un de los salones) o abren la posibilidad de habitar
lugar. La reunión abierta y festiva deviene una forma ciertos ámbitos ya existentes. Pensar cómo la forma
de regeneración política. En desayunando se abría la de habitar tiene que ver con las relaciones civiles y
posibilidad de generar una espacio de circulación de
como la civilización va generando costumbres y relación a los deseos de sus habitantes pero que a la
habitaciones. vez no llega a pertenecerles. Un lugar con leyes
propias dadas por las costumbres y el habitar que lo
En relación a esto quería leer un artículo de Walter diferencian tanto del exterior como de los ambientes
Benjamin que forma parte de Infancia en Berlín y que que le dan forma. El tiempo transcurre de otra forma
se llama, casualmente o no, Logias. Esta palabra porque la luz llega más tarde y constituye al lugar en
tiene en español una doble lectura (no se en alemán): un ámbito aparte de lo que lo rodea.
logia como galería en torno a un patio y como grupo
que se reúne bajo una consigna o interés común. Más “Pero antes de que cayera en el olvido, el arte
allá del juego de palabras, me interesaba del artículo había intentado transfigurarlo varias veces (...)
de Benjamin la descripción de un ambiente y de sus Y, a pesar de que esas antiguallas raras veces
cualidades. enaltecían el lugar, las logias fueron adquiriendo
en el transcurso del tiempo un carácter arcaico.
“Al igual que la madre coloca a su pecho al (...) El tiempo envejecía en esas sombrías piezas
recién nacido sin despertarlo, así trata la vida que se abrían hacia el patio. Y por eso, la
por algún tiempo los tiernos recuerdos de la mañana ya era la mañana hacía mucho tiempo,
infancia. Nada fortalecía más los míos que la cuando la encontraba en nuestra logia, parecía
vista de los patios, una de cuyas logias, ser ella misma mucho más que en cualquier otro
sombreada en verano por las marquesinas, fue sitio. Lo mismo sucedía con las otras partes del
mi cuna (...) incluía el vaticinio por el cual el día. Jamás pude esperarlas; siempre me estaban
aire de los patios habría de tener siempre un esperando a mí. Estaban allí hacía ya tiempo,
efecto embriagador sobre mi (...) y es este pasadas de moda, por decirlo así. Cuando por
mismo aire en el que aparecen las imágenes y fin conseguía dar con ellas.”
alegorías que dominan mis pensamientos, como
las cariátides de las logias reinan sobre los "Desde mi infancia las logias habían cambiado
patios del Oeste de Berlín.” menos que otras estancias. Pero no sólo por esto
me siento todavía allegado a ellas, sino por el
El patio aparece como un espacio para la consuelo que emana de su condición de
representación de ciertas imágenes y alegorías. Un inhabitables para quien apenas llega a
lugar poseedor de una atmósfera que le trae establecerse fijo en alguna parte. En ellas, las
recuerdos de la vida que allí transcurrió y a la vez le moradas de los berlineses tenían sus límites.”
permite exponer sus pensamientos. Un espacio de
transición y reunión entre distintos tiempos y lugares. Estas dos condiciones de inalterable e inhabitable
De ahí la posibilidad que surgía en desayunando de quizás tengan que ver con su situación intermedia
que un texto pueda ser afectado, además de por entre lo público y lo privado. Un lugar que es de un
quién lo lee, por el lugar en que se lo lee. grupo de gente pero que a la vez no le pertenece a
ninguno. Un lugar que sólo se convierte en habitable
“Lo que más hondamente me afectaba era el a partir de la convivencia en el mismo. Una logia.
lugar del patio donde se encontraba el árbol.
Habían dejado abierta una parte del pavimento, “En las noches que seguían a esas tardes, se
en el que estaba hincado un ancho aro de nos veía reunidos a veces en la logia a mí y a
hierro. (...) Me parecía que no la tenían cercada mis compañeros. Nuestros asientos eran
inútilmente. (...) Más tarde amplié mis muebles de jardín de hierro que parecían
indagaciones hasta la parada de los coches de trenzados o cubiertos de junco. Y sobre los
punto. Los árboles allí habían echado sus raíces libros de bolsillo caía la luz de gas que salía de
de una manera parecida (...) Éstas paradas , un globo de llamas rojas y azules y en el cual
cuya tranquilidad se interrumpía rara vez por la zumbaba el mechero incandescente: un círculo
llegada o salida de los coches, eran para mí de lectura.”
provincias alejadas de mi patio.”

“La situación de estas piezas cuadradas, una


encima de la otra, enseñaba mejor que nada
cuántos negocios fatigosos iba transmitiendo un
día al siguiente. Cuerdas para tender la ropa
corrían de una pared a la otra; la palmera se
veía tanto más desamparada por cuanto su
patria ya no era el Continente Negro, sino el
salón vecino. Así lo quería la ley del lugar, al
que en otros tiempos envolvieran las ilusiones
de sus habitantes.”

Esta relación entre lejanía y proximidad me interesa


particularmente. Un lugar que se conforma en
Martín Di Peco ipséité, de su subjetividad (su subjetividad es
rehén). Así pues, es precisamente el dueño de
LECTURA DE desayunando con Mauricio Corbalán casa, el que invita, el anfitrión que invita al que
se vuelve rehén – quien en verdad lo habrá sido
La cabeza de Goliat de E. Martínez Estrada
siempre. Y el huésped, el rehén invitado (guest),
No existe hospitalidad de Jacques Derrida
deviene el que invita al que invita, el dueño de
casa del anfitrión (host). El huésped deviene el
anfitrión del anfitrión.”

Más adelante dice:

“Se entra así desde el interior: el dueño de casa


está en su casa, pero llega sin embargo a entrar
a su casa gracias al huésped –que viene de
afuera-. El dueño de casa entra pues, desde
adentro como si viniese de afuera. Entra en su
casa gracias al visitante, por la gracia de su
huésped.”

Para esta ocasión pensé en dos temas conectados, en A través de este tema pensaba que el problema de la
principio, de manera indirecta. Por un lado, el hospitalidad se presenta como un punto en común
problema de la invitación, de la hospitalidad, que entre desayunando y visitas, si se los puede pensar
aparece en el desayuno de Mauricio Corbalán, más como continuos. El problema de la invitación misma
específicamente cuando él hace una lectura de “No es lo que posibilita que estas y aquellas lecturas/
existe hospitalidad”, de Derrida. El otro tema al cual encuentros sean llevadas a cabo.
quería referirme también aparece no casualmente en
el mismo desayuno de Mauricio: los paseos. Aunque “Me atrae la figura de la hospitalidad en este
para este tema no voy a leer a Corbalán sino a sentido, en pensar que el trabajo es invitar a
Ezequiel Martinez Estrada, con fragmentos de “La otro. Puedo pensar que el objeto de mi
cabeza de Goliat – Microscopía de Buenos Aires”. fabricación es una invitación”
Veremos de que manera podemos vincular ambos
tópicos. “La hospitalidad es una invitación y la invitación
es fabricar tiempo. Me parece que habría que
Comienzo entonces con una frase del texto de pensar que quiere decir que uno pueda fabricar
Mauricio: tiempo”.

“Pero antes que nada quiero recordarme, y Siguiendo con el tema, ahora voy a leer fragmentos de
recordarles que este acto de lectura es posible “Visitas al ausente”, un capítulo del libro “La cabeza
por una invitación.” de Goliat”, de Martinez Estrada.
Me permití anotar unas palabras/ eslabones que guían
En relación al problema de la invitación, del huésped una re-lectura del texto, conformando una cadena un
y del anfitrión, él hace una lectura de “No hay poco heterogénea:
hospitalidad”, de Jacques Derrida. Hospitalidad – huésped/ anfitrión – propiedad – Don
Juan Manuel de Rosas – el rosedal – paseos
“Pasar el umbral es entrar, y no solo acercarse o románticos.
venir. Extraña lógica, pero tan esclarecedora Aclaro que voy a leer los fragmentos en desorden; es
para nosotros, como la de un dueño de casa decir, siguiendo el orden propuesto anteriormente, no
impaciente que espera a su huésped como a un es así como aparecen en el texto originalmente.
liberador, su emancipador. Es como si el
extranjero poseyera las llaves. Esa es siempre la “Palermo se llamaba el primitivo dueño del
situación del extranjero, también en política, la predio, y ese nombre quedará para siempre al
de venir como un legislador a hacer la ley y lugar más poético de la ciudad. Nombre poético
liberar al pueblo o la nación viniendo de afuera, en sí y que por eso se ha perpetuado a pesar del
entrando en la nación o en la casa, en el propio propósito de borrárselo por el otro más prosaico
hogar que lo deja entrar después de haberlo y afrentoso de “3 de Febrero”. Hoy rememora,
invocado. Es como si (y siempre aquí un como si más que un apellido de oscuro hortelano, la
construye la ley) el extranjero, como Edipo en corte fastuosa de Federico II, poeta, político y
definitiva, es decir, aquel cuyo secreto guardado sibarita de todas las exquisiteces de la
sobre el lugar de la muerte fuera a salvar la inteligencia y la sensualidad.”
ciudad o a prometerle la salvación mediante el
contrato que acabamos de leer, como si el “Lo que da su peculiar encanto a Palermo es la
extranjero, pues, pudiera salvar al dueño de ciudad misma, por contraste de su duro gesto de
casa, prisionero de su lugar y de su poder, de su edificios en bloque, de calles angostas y rectas,
de aire enrarecido. Palermo es, precisamente, lo siente sin saberlo: no está en un sitio de la
contrario de la ciudad y nos atrae en razón ciudad sino en una posesión privada.”
directa de cómo nos repele Buenos Aires.”
“Desde hace más de cincuenta años todas las
“Este oasis tiene un borde de edificios tardes, particularmente de domingo, concurren
modernos y de río; pero lejos se presiente la estas caravanas de coches y viandantes como a
calma de la pampa. El carácter de Palermo es una visita sin recepción. Acuden como por la
también contradictorio, aunque sea de lo menos necesidad del trato y la plática con un hombre
heterogéneo, en el estilo de otros barrios. que representó al país mejor que nadie.”
Cisnes, garzas y flamencos se confunden a la
distancia con bicicletas, automóviles, caballos “La pausada vectación, la marcha peripatética
de pista y botes con nautas ocasionales. Entre el (ridícula o extravagante), la formación de
follaje se delinean frontispicios de palacios, tertulias que avanzan con la armonía de las
fachadas de casas de departamentos, recreos y figuras del rigodón (danza francesa que estuvo
cielos destrozados. Esas son las cosas de muy en boga en el s. XVII, de compás binario,
Palermo; la unidad está en el alma.” ritmo moderado y carácter alegre), nos avisan
que estamos en una zona neutral de Buenos
“De todas las fotografías de antaño que se Aires, como dentro de una heredad cuyo dueño
conservan, esas de Palermo guardan una hubiera muerto en tierras lejanas.”
actualidad que debió de ser la misma cincuenta
años antes. Palermo ha sido siempre medio siglo Me gustaba este texto porque trataba el problema de
más viejo que la ciudad.” los paseos y el problema de la propiedad, el problema
de los paseos en una propiedad pública y privada a la
“El parque conserva una tonalidad agreste, vez. Me sirve para volver a referirme a los desayunos,
simple y hospitalaria, como debieron tenerlo un preguntándome cuanto de público y cuanto de
siglo atrás las fincas suburbanas, pero su privado tenían. A la vez, me preguntaba si tenían algo
grandeza le es dada por los concurrentes (o de paseos, si podían entenderse como parte de una
huéspedes), que van a él como a un recreo experiencia urbana, principalmente a partir del
sobre el que se sienten con cierto derecho de segundo ciclo en el que “desayunando” devino
propiedad de casta y de rango. Todos nos itinerante. Cada desayuno implicaba un lugar, un
sentimos en algún grado accionistas de esa ambiente distinto, con lo cual podría pensarse en una
posesión ancestral que sería absurdo considerar serie de paseos pre-evento, si es que el acto “previo”
perteneciente a la Municipalidad. Palermo sigue de recorrer la ciudad no conformaba parte ya del
siendo una finca de propiedad privada que tiene desayuno mismo. ¿qué mapa se dibujaría entonces
un dueño (o anfitrión) ausente y que nos está conectando los enclaves del ciclo? ¿qué itinerarios (no
permitido disfrutar con tan legítimo derecho solo geográficos fueron conformados?
como disfrutamos de los bienes inmateriales
que nos legaron los próceres.” Volviendo ahora con el tema de los paseos al libro de
Martinez Estrada, podría pensárselo dentro de la
“Esta era la posesión particular de Don Juan categoría de “libros de paseos”: “libros de personajes
Manuel de Rosas y aquí se alzaba su residencia, solitarios que hacen itinerarios mentales y
llamada “La Quinta”. El nombre de Palermo ha espaciales.” El autor lo define así:
perdurado a pesar de la caída y aborrecimiento
del tirano, cuya derrota –si fue así- el 3 de “este libro (...) es casi una meditación, el
febrero de 1852 se quiso celebrar con un divagar por las calles de un hombre solitario que
bautismo sin padrinos que nadie recuerda ya. A ni siquiera se ha propuesto un paseo agradable”
esto se debe que siga siendo una propiedad
privada, cuyo carácter de tal se percibe en la En el prólogo advierte que este es un libro que “pudo
familiaridad de los concurrentes. no haberse escrito”. Sin embargo “el paseo, una
La adornaban entonces árboles frutales y actividad distractiva, supuestamente una digresión
plantas de claveles, alhucemas y, naturalmente, con respecto a su tarea, se convertía en el
de rosas que persisten alegóricas en profusión y alojamiento de su actividad principal.”
variedad únicas en el mundo. La rosa se
pluraliza y celebra así, en su tierra, el nombre Un dato esclarecedor para mi fue saber que Martinez
del verdadero dueño, en blasón vivo y Estrada vivía en Bahía Blanca, y solo venía a Buenos
reivindicatorio. (...) Palermo es todavía una Aires en ocasiones. De vuelta es el extranjero quien
fiesta con invitados que han olvidado el objeto mejor puede d(escribir) (escribir y describir) nuestra
de la visita. Después de aquella fecha, que propia ciudad. Para volver visible y hacer presente
quiso ser un nombre, se abrió al público por nuestra propia morada nos hace falta un huésped:
invasión. Aquí los partidarios de Urquiza
castigaron con la horca, el cuchillo y el fusil a ”es como si el extranjero, pues, pudiera salvar al
los partidarios de Rosas. Este parque señorial dueño de casa, prisionero de su lugar y de su
fue confiscado y el visitante de Palermo lo poder”
Natalia Muñoa que se percibe es más bien una masa sin forma aquí
hinchada o arrugada por los edificios, allá cortada por
LECTURA DE El diseño de la megamáquina y una mancha verde de una avenida arbolada o de un
parque.
The Lewis Mumford Reader de L. Mumford
La cabeza de Goliat de E. Martínez Estrada
En Palermo se manifiesta, en palabras de Martínez
Estrada, «el contraste con el duro gesto de edificios
en bloque». También allí, como en otros parques,
plazas, jardines y cementerios, «brota al menor
descuido el yuyo de los campos».
Pero además «Palermo es un intervalo en la semana,
el día de fiesta de la ciudad».
Y, como la institucionalización del sábado, ¿podría
Mi aporte está compuesto por dos textos de Lewis pensarse como «un modo de quebrar periódica y
Mumford. El primero al cual me voy a referir es el deliberadamente la actividad de la megamáquina,
diseño de la megamáquina, la máquina invisible. mediante una pausa que corta su poderío»?

“Denominar máquinas a estas entidades colectivas no Buscar identificar espacios y organizaciones,


es mero ni ocioso juego de palabras. Según la existentes o posibles, donde estas cualidades se
definición de Franz Reuleaux, una máquina es una manifiesten.
combinación de partes resistentes, cada una de las
cuales se especializa en una función y todas operan “Pequeñas y aparentemente desvalidas
bajo el control humano, para utilizar la energía y organizaciones, dotadas de fuerte coherencia interior
realizar trabajos; de acuerdo con esta definición, la y de ideales bien propios, se han mostrado mucho
gran "máquina de trabajo" de que estamos hablando más eficientes para socavar el poder arbitrario, que
es, en cada uno de sus aspectos, una genuina las más grandes unidades militares... aunque sólo sea
máquina: mucho más porque sus componentes, por lo difícil que es acosarlas y perseguirlas.”
aunque hechos de huesos, músculos y nervios
humanos, se veían reducidos a sus meros elementos “La cooperación urbana, basada en el intercambio
mecánicos y estaban rígidamente estandarizados para voluntario, fue, a través de toda la historia, seria rival
realizar tareas bien precisas y delimitadas.” de la regimentación mecánica, a la que a menudo
reemplazó eficazmente.”
“Para mejor comprensión, designaré a la primera gran
máquina arquetípica con más de un nombre, de O simplemente buscar en las experiencias urbanas,
acuerdo con cada una de sus operaciones específicas. donde aparecen el sentido del lugar, el
Es que los componentes de tal máquina, aunque reconocimiento, y otras percepciones a las cual se va
funcionaban como un todo rígidamente integrado, a referirse después Marina. También en cuanto
ocupando diversos y distantes espacios, por lo que experiencias de la infancia pasar al otro texto,
resultaba entonces una "máquina invisible"; en también de Mumford, The Lewis Mumford Reader,
cambio, cuando se utilizaba para realizar trabajos descripciones de la ciudad en su niñez y
concretos al servicio de propósitos colectivos adolescencia, relatos de experiencia urbana
supremamente organizados, la denominaremos construidos a partir de recuerdos. La influencia de las
"máquina de trabajo"; y cuando se aplicaba a terribles experiencias infantiles en la percepción de la ciudad.
acciones de destrucción y coerción colectiva, merece
el título, usado todavía hoy, de "máquina militar". Y The backyard, where I played, was safe from all
cuando debamos referirnos a todos sus componentes, intruders but cats, by reason of one of the high
tanto políticos y económicos, como los burocráticos y wooden fences with which New Yorkers always
monárquicos la llamaremos "la megamáquina", es enclosed those dreary areas, thought its paved path
decir: la Gran Máquina.” was too uneven to encourage even tricycle riding.
From Sixty-fifth Street up, Broadway was still full of
Pensar la ciudad como parte de ésta y como el vacant lots, with visible chickens and market gardens,
espacio donde se pueden distinguir algunos de sus genuine beer gardens like Unter den Linden, and even
elementos, leer algunos de sus funcionamientos, more rural areas. Since for the first quarter of a
identificando tensiones que la mantienen en century of my life I lived between Central Park and
constante equilibrio inestable. Riverside Drive, wide lawns and tree-lined
Palermo, volviendo al texto de Martin, con un doble promenades are inseparable in my mind from the
papel, desde un aspecto físico y otro temporal. design of every great city; for what London, Paris, and
Desde cierta percepción de Buenos Aires, de la Rome boasted, New York then possessed…
ciudad en su gigantismo sin forma.
The two main outdoor excursions of my elders –going
A medida que el ojo se extiende hacia la nebulosa to the racetrack and going to the cemetery– were
periferia no se puede encontrar forma definida, always welcome diversions in my youth, on account of
excepto aquella determinada por la naturaleza (…) lo the journey itself if not its somber destination.
Marina Zuccon guiado por las imágenes que describen un paseo a la
deriva.
LECTURA DE Estética de la desaparición de Paul Virilio El divagar de un paseante en la ciudad, donde puede
perder el sentido, marearse, encontrarse con objetos
extraños o familiares, donde puede reconocerse o
sentirse extranjero.
Similar al estado en el que uno entra al subir a un
colectivo, algunos leen otro se sumergen en esa
atmósfera autista, y ver sin mirar por la ventanilla a la
ciudad.
Y para aquel que está ausente hay un tiempo muerto
que no transcurre.

Estas ausencias llamadas picnolepsia, según Virilio


son recreadas en aquellos juegos infantiles donde se
busca el mareo, la pérdida del equilibrio o del sentido
del tiempo, como la ronda, el giro o el cuarto oscuro.

“... los niños asimilan vagamente el juego de la


Desayunando se llamó el ciclo de lecturas, ahora desobediencia; la sociedad infantil rodea sus
quizás también lo podemos llamar un paseo de actividades de una verdadera estrategia del
lecturas o un ciclo de encuentros itinerantes en una secreto, soporta con dificultad la mirada de los
ciudad, de allí la posibilidad de pensarlo como una adultos y siente ante ellos una inexplicable
experimento o experiencia urbana. vergüenza. Por esa razón la incertidumbre del
juego renueva la incertidumbre picnoléptica, su
Como un paseo, cuyo mapa se dibuja en el devenir o carácter a la vez sorprendente y reprensible... “
en el propio suceso, los desayunos construyeron una
figura apoyada sobre puntos geográficos y textos. Entonces el texto empieza describir juegos infantiles,
¿Cuál será la forma de ese plano? Se preguntaba algunos muy conocidos que no solo juegan con el
Martín, y yo también me pregunto. ¿Cuál era la tiempo y el discurrir de los momentos sino que
atmósfera de esos encuentros? ¿Cuál es el humor del pueden llegar a tener que ver con la forma de
paseante? ¿cuál es la forma de los recuerdos de esas nuestros recuerdos.
experiencias?
“En otro juego, un niño se coloca de frente a la
El libro Estética de la desaparición de Paul Virilio, del pared y de espalda a sus compañeros, que se
cual voy a leer unos fragmentos del primer capitulo, mantienen a bastante distancia sobre la línea de
comienza hablando de la atmósfera que se propicia partida. El niño golpea la pared tres veces ante
en el desayuno, dada por la luz tenue de la mañana, de volverse de súbito. Durante ese corto lapso
entre el sueño y la vigilia, cuando el cuerpo está de tiempo, los compañeros deben avanzar hacía
despierto. Pero la mente todavía se encuentra un él, pero cuando éste se vuelve, deben haber
poco boba para responder a los estímulos exteriores.. encontrado una postura inmóvil. Los que son
sorprendidos en movimiento quedan eliminados,
“Durante el desayuno son frecuentes las aquel que logra alcanzar la pared sin que el niño
ausencias, y la taza volcada sobre la mesa es haya podido ver que se movía, gana y lo
una consecuencia bien conocida. La ausencia reemplaza.”
dura unos segundos, comienza y termina de
improviso. Los sentidos permanecen despiertos, Malboro 73: Un intercambio de tiempo… el que
pero no reciben las impresiones del exterior. cuenta contra la pared se tapa la cara, el resto corre,
Puesto que el retorno es tan inmediato como la para los que corren el tiempo transcurre, pero cuando
partida, la palabra y el gesto detenidos se el que contaba se da vuelta el resto se inmoviliza, se
reanudan allí donde fueran interrumpidos. El convierten en estatuas…el tiempo se interrumpe para
tiempo consciente se suelda automáticamente aquellos que tienen que avanzar...el tiempo se
formando una continuidad sin cortes aparentes. fragmenta y se lo van pasando uno a otro...
Las ausencias, denominadas picnolepsia, suelen experimentando el tiempo fragmentado, el instante
ser muy numerosas, cientos al día, y en general donde el tiempo no transcurre, como sucede con el
pasan desapercibidas para quienes nos rodean. tiempo de los recuerdos o de la memoria, que no son
Mas para el picnoléptico nada ha sucedido; el hechos sucediendo sino más bien cuadros estáticos,
tiempo ausente no ha existido. Sólo que, sin que instantáneas.....
lo sospeche, se le escapa en cada crisis una
pequeña parte de su duración.” “ El juego sería, entonces, un arte simple, el
contrato con lo aleatorio consistiría sólo en la
Ese estado distraído y un poco autista se repite en la formulación de una pregunta esencial sobre la
apatía del flaneur que se deja llevar en la ciudad relatividad de la percepción de lo que está en
movimiento, la búsqueda de la forma sería sólo Para recordar lo visto no hay que verlo, cerrar los
búsqueda técnica del tiempo. El juego no es ojos........convertir al cuerpo en la máquina
inocente ni gracioso; se inicia al nacer, fotográfica, que se marea que pierde su sentido de
paradójicamente la misma austeridad de su sí...que se aturde
instrumentos, reglas y representaciones genera
placer y hasta pasión en el niño: una pocas El tiempo interrumpido de la picnolepsia es quizás la
líneas o signos trazados de manera efímera, que nos da la posibilidad de construir el tiempo de
ciertas cifras particulares ..... los recuerdos de nuestra experiencia
Lo esencial del juego transcurre entre los polos
de lo visto y lo no visto, razón por la que su “ si se admite que la picnolepsia es un
construcción, el consenso que lleva a los niños a fenómeno que afecta a la duración consciente
aceptar espontáneamente las reglas, nos de cada uno....., la meditación sobre el tiempo
devuelve a la experiencia picnoléptica” no será ya la tarea preliminar confiada al
metafísico, reemplazada hoy por algunos
Lo que plantea Virilio, que me parecía interesante es omnipotentes tecnócratas, sino que cualquier
que éstos juegos no sólo responden a una necesidad podrá vivir una duración que será la suya propia
infantil de desobediencia sino que pueden pensarse y de ningún otro, en virtud de lo que podríamos,
como los mecanismos de construcción de nuestros denominar la conformación incierta de sus
recuerdos y la forma de retener el tiempo de la tiempos intermedios; y el ataque picnoléptico
infancia. podría considerase como una libertad
constituiría una margen dado a cada ser humano
“ Cito de memoria las declaraciones hechas por para que invente sus propias relaciones con el
el fotógrafo Jacques Henri Lartigue durante una tiempo.”
entrevista reciente:
p. – mencionó usted una trampa de la vista o
algo parecido, ¿se trata de la cámara ....la noción misma de ritmo implica un cierto
fotográfica? automatismo, un retorno simétrico de un tiempo
r. – no, nada de eso, es más bien una cosa fuerte o débil superpuesto al tiempo vivido del sujeto.
que yo hacía cuando era pequeño. Cerraba a En lo que respecta a irregularidad del punteado
media los ojos hasta no dejar más que un epiléptico, definido como sorpresa y variación
resquicio por el que miraba intensamente lo que indeterminada de las frecuencias, no se trata ya de
quería ver. Después, giraba tres veces sobre mí y tensión o de atención, sino de suspensión pura y
pensaba que así había atrapado, cogido en la simple (por aceleración), de desaparición y
trampa, lo que había visto, y que podía guardar reaparición efectiva de lo real, de separación de la
indefinidamente no sólo eso sino también los duración..... el estado de vigilia paradójica permitiría
olores, los ruidos. Por supuesto, a la larga caí en conciliar las dos opiniones: es nuestra duración lo que
la cuenta de que mi truco no funcionaba, sólo a piensa, la primera producción de la coincidencia seria
partir de entonces recurrí a las herramientas la velocidad que le es propia durante el recorrido de
técnicas para conseguir el mismo efecto... su tiempo. Entendida así, la velocidad sería idea
causante, idea anterior a la idea.
Otro fotógrafo ha escrito que su primera cámara
oscura fue su habitación de niño, y su primer ”... se trata de registrar los hechos, o si quiere
objetivo, la rendija luminosa de los postigos cerrados. de tomar vistas, pues todo lo que se ofrece a la
Pero lo notable en el caso del pequeño Lartigue es visión en el instante de la mirada ¿ no es acaso
que asimila su propio cuerpo al aparato, la cámara de una impostura de la inmediatez, el intempestivo
su ojo a la de la herramienta técnica, el tiempo de apresamiento de un convoy de elementos
exposición a las tres vueltas sobre sí. percibe en esto objetivos entre los que se realiza la toma de
una trama que puede ser restituida mediante un posiciones en la guerra de la vista?”
“saber hacer”. El niño Lartigue permanece en la
trama pero, sin embargo, está ausente; gracias a la quizás los recuerdos estén formados más por esos
velocidad adquirida ha logrado modificar su duración hechos laterales que nos suceden estando ausentes
sensible, la ha despegado de su tiempo vivido. Para sin percibirlos conscientemente, y que las
dejar de “grabar “le basta con provocar una impresiones de los paseos en la ciudad sean las
aceleración del cuerpo, un aturdimiento que reduzca huellas de esos lapsos que duran las distracciones. Y
su entorno a una especie de caos luminoso. Pero a los recuerdos sean más de aquellos momentos no
cada vuelta, cuando trata de resolver la imagen, sólo vividos que el cerebro ausente registró, que aquellos
obtiene la percepción aún más clara de sus momentos vividos y que pasan a formar otro tipo de
variaciones. La sociedad infantil utiliza con experiencia.
frecuencia el giro, la ronda, el desequilibrio; busca las
sensaciones de vértigo y extravío como fuentes de
placer.

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