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CONTEMPLEMOS LA VISIÓN
La lectura atenta del texto nos ha hecho ver que lo que el autor del evangelio
nos relata no es una crónica que registra detalladamente lo que cualquier
hombre podría haber visto si hubiera estado con Jesús y sus discípulos en la
montaña. Más bien, por medio de comparaciones, simbolismos y palabras
tomadas del Antiguo Testamento nos ha puesto ante los ojos, para que
también nosotros lo contemplemos, a Jesús verdadero Dios y verdadero
hombre, Mesías Rey y Mesías sufriente. La experiencia religiosa, la visión, que
tuvieron los discípulos elegidos de aquella ocasión, tiene que ser ahora nuestra
visión. Si tomamos el libro de 1os evangelios y buscamos el texto que estamos
comentando, podremos apreciar que los hechos vienen narrados con una
pedagogía admirable: Jesús felicita a Pedro porque éste confiesa que Jesús es
el Hijo de Dios; inmediatamente después reprende a Pedro porque el mismo
apóstol "O quiere oír hablar de la pasión. Jesús anuncia su pasión y también
invita a todos sus discípulos a seguirlo por el camino de la cruz. Después de
esto, va a la montaña y se transfigura mostrándose como el Hijo de Dios con
gloria igual al Padre, en una escena que recuerda a la de la triste oración en el
monte de los Olivos.
En primer lugar el autor del evangelio nos indica que no debemos disociar: el
Jesús que padece la pasión es el Hijo de Dios. No nos escandalicemos al verlo
sufrir. En segundo lugar nos ensena que para llegar ala gloria que El nos quiere
hacer compartir, debemos compartir el camino de la cruz. ¿Qué significa seguir
a Jesús por el camino de la cruz? Se trata de tomar el mismo camino difícil que
Jesús tomó para redimir al mundo y llevar la salvación a todas las naciones. La
tarea de instaurar el Reino de Dios podía ser entendida de muchas maneras.
Así fue como Pedro no quería oír hablar de la pasión, Y Santiago y Juan
pretendieron tener tronos y dignidades (¡y los tres están ahora ante la
visión!).En la voz del Padre que resuena durante la visión se dice que este
Jesús, Hijo de Dios glorioso, es el mismo servidor que tomó las cargas de
todos hasta morir por todos. Seguir a Jesús por el camino de la cruz es
entonces hacerse servidor de todos los demás. Este es el único camino que
conduce a la gloria del hijo de Dios.
El Padre nos ordena escuchar a este Jesús que nos promete la gloria celestial,
pero siempre sepamos ir con él por el camino del servicio a los demás y de la
solidaridad con todos, especialmente con los más débiles y más necesitados.