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DEL INFIERNO AL PARAÍSO

Jennie Carrasco Molina


Quito, 2007
AMORES OSCUROS
Mi cuerpo es templo
donde se ofrecen ceremonias a los dioses
es embate en el océano
serpenteo fluvial
lo navegan ondinas y sirenas

Mi cuerpo es tierra fecunda


para esparcir placeres
y conseguir la gloria

Entran en él los elegidos


Telúrico y astral
me abrazas en la armonía circular
de los planetas
la casa se ilumina
con el cristal de tu risa
niño sabio que camina de puntillas
sobre los techos del mundo

¿De qué color son tus ojos?

Adivino el silencio
en el fondo
en tu cabalgadura de quijote
que despierta
hasta al molino más duro

Eres hada madrina y centauro


mariposa y caballero medieval
sacerdote en las pirámides de Teotihuacan
monje tibetano y coya raymi

¿Cuándo vendrás a mostrarme


la tierra prometida?

Mientras llegas
subo al monte a dejar la ofrenda
escucho al cuervo
y camino a tientas
por mi casa a oscuras

Tal vez entonces


el universo sea posible
La locura de romper
espacios
de volar y deshacer
adrenalina
subir
bajar
en nombre de lo oscuro
del gusto amargo
líquido vertiginoso y vaginal
viaje a la nada
a la luz de estrellas apagadas

locura de abandonar el Edén

por la reiterada urgencia


de acompañar a Virgilio
al tormento de la carne
al infierno
Llega el cíclope
con su ojo ensangrentado
corazón de mármol
la mujer lo recibe
lluvia de alcohol y llanto de cigarro
se revuelcan en la tierra seca
mujer que busca agua en el desierto
un poco de amor en el único ojo
él hiere
y vacía su pecho de promesas
la mujer llora a gritos
quiere arrancar las púas
con que él coronó su frente
no hay luz en el camino
ambos caen,
ruedan,
se abrazan
esqueletos tristes
hasta rehacerse cada uno
al filo de ríos diferentes
Aquel
que la ama en secreto
y roba besos en la calle a oscuras
debe morir crucificado
porque suelta sus perros
sobre los campos de fresas
y ciega el oído
con inútiles palabras
compra amor en el mercado
y subasta sus caricias

Ella lo mira
tras un cristal empañado
inútil estirar los brazos
en vano llamarlo cada siglo
él seguirá ciego, sordo y mudo
al grito de su propio ser
y terminará colgado de un árbol
su pecho a merced de los buitres
Siento un animal
apoderarse de mi entraña
ruge, hambriento,
nada para alimentarse
aunque una presa duerme a su lado
Vos no tienes la culpa
de que mi cuerpo sea
habitáculo dantesco del deseo
apenas has posado tu lengua
en los pliegues más hondos
en el confín de mi garganta
no es tu destino amarme
pero calmas mi sed
con tu semen
conviertes mi sueño en pájaro

Cada beso a la orilla del fuego


transforma mi agua en vino
y el paraíso existe en vos
no es tierra ni cielo, es tu cuerpo
y aunque te crees cadáver
siembras y cosechas
no es tu culpa
señalarme con el dedo
para olvidar tu propia muerte
¡Ah! el exterminio imaginado
la venganza del deseo
otros llegarán a poseerme
y tu fantasma
yacerá debajo de mi cama
Sangre en mis manos,
la tos y el cigarrillo
cuando te vi sobre el barniz del piso
creí que dormías
pero al besar tu quietud,
te sentí estatua de cera,
tus pulmones en pedazos,
tu sudor evaporado

Entonces palpé la tenebrosa libertad


y me fui por el callejón
a tomar un agua de hierbas
Mientras estás lejos
lapido tu amor contra la pared verde de mi cuarto
cuando llegas
derrito entre las brasas
de mi cocina de leña
toda la pasión que cabe en mi cuerpo

Cada mañana invento un juego asesino


cada tarde el sol me arrastra hasta tu lecho
es un viaje interminable y sucio
porque es mentira todo el amor que te tengo
porque es mentira todo el amor que me tienes

Vivimos dentro de una caja de cristal


caja de Pandora
caja mortuoria
pobre hombre amado y amante
mientras me escribes cursis poemas de amor
yo clavo alfileres al muñeco que fabriqué
hace mil años
y quemo los pelos que te arranqué aquella vez
que dormías a mi lado junto al río

Tal vez llegues algún día con todas tus maletas


entonces bailaré para ti y beberemos vino
y nos amaremos a la orilla del fuego

Sólo cuando te tenga a mi lado


dejaré de matarte
No habrá atardecer que no te espere
no queda calle, monte o nube
que no haya andado por buscarte
sin entender que habitas mi cerebro
donde mato y muero
donde crecen las alas
de mis propios murciélagos,
anidan palomas extinguidas
y galopan caballos desbocados

Prestidigitador
vampiro
camaleón
en la esquina de mi desazón
te espero
para arrancarte los ojos
y cercenar tus sesos
que son los míos
porque eres apenas
un engendro de mi memoria alucinada
Aquí está él
casi tan hermoso como tú
con su risa cavernosa
y su abrazo incandescente
con su voz que viene de otro mundo
y su incontenible avalancha

Es casi tan perfecto como tú


casi tan apasionado y lujurioso
y a la vez retraído y eremita
demoníaco y ensombrecido
dulce
como tú

Pero tú eres el rey del infierno


no quiero tus emisarios
toma posesión de mis encantos
de mi ofrenda y mi delirio
hasta cuando algún ángel caído
te arrebate la corona
No es cierto que los amores se pierden
en la oscuridad del cielo cibernético
aquí estamos
más unidos que nunca
mientras más nos apegamos
a la ventanita sideral

Así te amo
releyendo tus ojos en cada frase entrecortada
que me llega desde tu ordenador
en cada guiño de colores
que envías por el Chat

Saboreo tus besos de letra times new roman


y cuando cierro los ojos
imagino el satélite llevándote mi eterno abrazo
de magnetismo y relatividad

Tal vez cuando nos encontremos


las pieles se detengan en un corto circuito
tal vez nuestras voces metálicas
y nuestras miradas de webcam
se quiebren como mercurio
cuyos pedazos tengamos que recoger
para reconstruirnos
humanos, entonces, sí,
y llenarnos de fuego y agua
hombre y mujer de carne y hueso
No quiero adorarte
y pintarme los labios para otro
no quiero cantarte boleros
mientras bailo para otro
no tiene caso
guardarte un lado de la cama
cuando otro lo calienta

Por eso ven antes


ven siempre
adelanta el regreso a casa

Porque muchos ojos me miran


y muchas manos
intentan tocarme
porque rápido se secan los desiertos
con la gota de agua
que les cae cada siglo
El chico roba el auto de su padre
amor en el asiento trasero
no es posible
tampoco en el jardín
entre nardos y claveles

Es tu cumpleaños
te regalo las tinieblas,
tierra y zacudón
final de juego

A las seis am tomamos un bus frente al motel


¡Cuánta momia alrededor!
¡cuánta negación!
recojo los pedazos
nunca termino
donde miro huele a mortecina
a huertos pisoteados
nadie apaga la luz
sólo en tu abrazo estoy a salvo
en la perfecta anatomía de tus ojos

Un ave de rapiña
sobrevuela nuestra casa
Amor eterno
desde una pobre noche
para siempre
pero nunca más

Te confío mi única llave


aunque me has robado
aunque dentro de mí
la vida se muere de tristeza

Corazón abierto
corazón informe
latiendo lento
lamiendo tanto
las heridas de tu rostro
la delicia de tu sexo

Al despertar
sólo quedan los despojos
(¿o destellos?)
de esa pobre noche
cuando me juraste amor eterno
Habitación 311

Entre el sí y el no del destino


sólo restan unas cuantas calles
unas castañas de cajú
y un baile con sombrero azul

Arriba, en la habitación 311


las claraboyas reverdecen
la magia se repite en cada espejo
en el simple enlace de los signos

También se repiten el tamborileo de los versos


el verseo de los sexos
el sexo de dos ángeles
el ángel que cayó un día de enero

Ahora es octubre
y el ángel vuelve a descender
su espada brilla más que nunca
ángel de alas intocadas
ángel de ojos bicolores
baja, suave, divino
sobre el encanto de su musa

La habitación 311
la verdadera y la del espejo
se vuelven selva exuberante
agua salada
explosión cósmica

No caben las palabras


sólo el átomo invencible
la transmutación de ángel en carne
presencia omnisciente en la habitación 311
La tentación de Cristo

He tentado al cristo en el desierto


y han respondido
las magdalenas que me habitan
voces desgarradas
promesas indebidas

Dios levanta la cabeza y me mira


desde el ordenador
la nada, el vacío
un terrible surtidor al fondo del pozo
naranjas fulgurando en un jardín que no existe

¿Esperar?
¿qué debo esperar?
¿a quién?
¿al demonio alucinado
que durmió conmigo en un hotel sin nombre?
¿al ángel que despertó a mi lado
después de la guerra de Irak?

Almuerzo trigo, tristeza vagabunda


otra vez las lágrimas, la sangre, el sudor
de nuevo el vestido violeta impregnado de cenizas
la lluvia ácida frente a la torre del volcán

Cristo me mira y agoniza


Y el cielo resplandece
Entre mi caída y la cruz
Puedo sentir tu aire
el eco de tu voz en el cuarto vacío
te imagino con el dedo en la nariz
pendiente del teléfono al que nadie llama
resistiendo estoico
la grave enfermedad del amor
en lucha eterna con tu propia belleza
SUEÑO DE LESBOS
Pequeña temeraria
el columpio en el árbol
en la rama más alta
toma el fruto
cómelo
así sabrás
el sabor de lo prohibido
¿De dónde viene
que no sana esta herida?

De la escisión de tu ser
cuando eras ella y él
en uno
y te alimentabas
sola

De ahí la herida
de ahí docenas de hombres fragmentarios

Quien venga a completarte


deberá haber recuperado
su andrógino
su dobledad
su diosa
Es el silencio de la creación
sonata a cuatro manos sobre la piel de seda
Safo me abraza en el sueño de Lesbos
risa diáfana
espuma
los cabellos confundidos en la almohada

Hace años que me miro al espejo


Safo me llama desde el fondo
Si te encuentro
¿mirarás la hora en mi reloj?
si tiemblo al verte
¿pasarás de largo?

Detente.
Recoge el silencio
que brilla al fondo de mi plato
invéntame una cama
un nuevo jarrón con flores
borra mi lista de teléfonos
píntame el pelo

Yo romperé los retratos


para mirarme en tu rostro
y desvelar las máscaras

Entonces vendrán todas las musas


y las voces del planeta
golpearán a nuestra puerta
más allá de los hombres
más allá de Dios
“Cuidado oveja
no te descarríes”
y fui oveja descarriada
y busqué redil
pregunté al mar y me advirtió
“corta tu cabeza, vigila los sueños”
un cangrejo me miró de lado
“alto”, dijo
y la brisa helada me quitó la piel

Me rehago, arena y torbellino


“libertad”, gritan los cormoranes
mi cabeza transparece
se la ofrezco a la señora del mar
hay una tregua
las olas respiran
en el suave aliento de mi amada
Bailo sin prisa entre las rocas
la marea sube lentamente
entonces entiendo el ciclo de la luna
Sólo queda el cuenco
en el que hacía mis rituales con la luna
vacío, seco,
silencioso
la piel se encoge
y duerme la sangre
caverna adentro se apaga la luz

En otro lugar de la historia


la savia enciende los frutos
el tiempo me acurruca
quiero un cuenco colmado
una respiración
un encuentro que detenga el universo

Llegas en el momento justo


al preciso lugar
el ritual es de dos, ahora
deidades reflejadas en el agua
tus ojos son míos para ver
los míos son tuyos para saber
el cuenco está lleno
Se abre el cielo y llueven crisantemos
te sigo a grandes trancos
por la arena mojada
mojadas tú y yo
en una cama de espuma
la sombra de las gaviotas
cubre nuestro sueño

Mañana,
al amanecer,
tras la ventana
tu cuerpo dormirá
en el silencio de mi cuerpo
y en la placidez de tu sonrisa
el sol reflejará la mía
Es infinito el recorrido
por tu flanco
tus ondulaciones
tus dunas
el círculo se cierra
el falo es un mito

maestras
repartimos
la caricia vedada
el movimiento
arco y violín
agua y vasija
delicia eterna

Duerme tranquila
hace mucho que enterré a mis muertos
Venadita de sol y de viento
tu olor me llama
tu voz de flauta dulce

El cerro está tan lejos


La niña no duerme
ha visto al fiero lobo y teme
su rugir la esconde en el armario

Hermanita, dame tu mano


toca aquí
el perlado tesoro
mi piel de chocolate
mañana el lobo será humo
y quedarán
el dulce sabor en tu lengua
florecido placer en mis dedos
A las cinco y media de la tarde
las metálicas nubes
reducen el sol a cenizas
derriten la luna

Me hundo en tu arco iris


llamarada en mi vientre y en el tuyo
callada trova
viola contoneante
tu risa se detiene al ángelus
el camino se hace corto

Después de la lluvia
viene el silencio
BESOS DE AZUFRE
Pasen.
Pasen, señoras
levanten los brazos y aspiren
ya nada es igual
muerdan la manzana
y acaricien sus pezones
perciban en sus vaginas
el dulce lamido de los perros

Hace tiempo que las niñas malas


tomaron posesión de los cielos
los besos de azufre
se han vuelto miel de anís
se diría que la virgen no es virgen
que el crucificado se convirtió en Luzbel

Pasen señoras
olviden sus barrigas
y sus tacos número 10
el pecado y las tricomonas
el barniz de sus mejillas
y el rouge

El velo del templo se rasga


las mujeres pasan adelante
Cristo nació en Berlín
llueven bendiciones como clavos
candentes, ruidosas,
una mujer desdentada
recoge las monedas
“¡bautícese en el Rin!”, grita,
“¡en el río cubierto de espuma!”

Cuando cayó el muro


hablaron las piedras
Hitler sonrió en los labios
de los cabezas rapadas
calaveras huecas
reviviendo el holocausto

Cristo murió en Berlín


Mujeres de cabello azul
al fondo la cueva se calienta
los hombres tranzan hojas muertas
el chillido de un cordero sin ojos
agota la paciencia del templo
todos callan
y en la última fila
el cráneo del cordero revienta

Las mujeres cortan sus cabellos


No hay flores ni cantos de Salomé
soy pinchazo, gloria, enfermedad
la muerte me espera en una esquina
en los brazos de un robot
o comiendo aceitunas
con drogas en mi sangre
o con algodón de azúcar
¿dónde está la diferencia
cuando miro bajar del bus
al niño fundeado
que camina como viejo?
¿cuando las mujeres de las calles
no son mujeres
y los cerdos atropellan su sexo?
ausencias y temblores
lluvia ácida en mi vientre
¡qué importan Dios y el homo sapiens!
Pájaros negros
pisotean mi cabeza
sus plumas de humo me aturden
he perdido las fotos
David en baile eterno
la sirena ulula en mi cerebro
¡dónde están las fotos!
sus manos, su cuerpo,
su mirada
David, escultura
nadie encuentra mis ojos
resbalo en mi propia sangre
los pájaros han alzado vuelo
La vida misma
es un arma letal... a veces
un abanico
que nos conduce al temblor
de una vela
al parpadeo de la nada
entre el cuchillo que se hunde
y el elefante suicida
agujero negro, emanación
copa de ambrosía y cicuta
equilibrio y vaivén
vida que mata
que se esconde y revela

Cae el telón
Oscuro, oscuro
una taza de té vacía
el narrador de fútbol
cada vez más lejos
la fría montaña me acuna
mis dedos violáceos
se congelan
en la pantalla de tu televisor
Es el riesgo:
quedar paralizada
por el frío
que es lo mismo que decir
por la soledad
temida e irremisible
o seguir trayendo hijos al mundo
hijos vivos y muertos
de hielo y de fuego
hijos de palabras
y de fantasías

El barranco se llena de ceniza


la nieve es negra
Un pedazo de pan
una dura silla
y el invisible deseo
de partir muy lejos
de hacer el acto de magia final
y atravesar el túnel
y ver la luz
Mirar al fondo
el cráter
y entender
que no todo es un infierno
Las paredes son de piedra
no hay atajo posible
subir
las manos sangran
subir
el mundo no es fácil
al final
las nubes
No quiero tus espadas, dolorosa,
en mi corazón
ni tus clavos, cristo,
en mis manos
quiero cinco mil
ahí al frente
y multiplicar el placer
y hacer milagros

Mira cómo brillan los árboles


las lechuzas despiertan
El público me mira impasible
no concibe mi desnudez
ni el intermitente goteo
de mi sexo
corro detrás de las vacas
ellas cagan en el asfalto
yo vomito sobre sus lomos
la gente no sabe si echar
piedras
o besar los sagrados culos
de las vacas
Blanca Nieves vestida de novia
es la obsesión de los locos
y los magos de la botella

Sube al árbol
manzana, bruja, reverbero
no quiere ir a la escuela
Prendo la tele
la muñeca me mira
desde su rincón
se rehace,
baila,
se retuerce...
soy yo misma
en un juego estúpido
de celos
y arquetipos fracturados
la noche amanece
la náusea...

un billete más para sobrevivir


La ciudad me atrapa
me seduce
me ama
soy una más
busco qué vender, qué comprar
consumo humo
digiero polvo
mi sangre se vuelve alcohol

En la ciudad tormenta
megalópolis de frío y lluvia
capital del robo y la incertidumbre
yo, mujer urbana
persigo un pedazo de cielo
¿dónde están las palomas?
¿dónde está Dios?

Me pierdo entre motociclistas


y anuncios de neón
me veo a la vuelta de un café
comiendo pizza con lágrimas de esmog

Pasan payasos, tragafuegos


y malabaristas
drogadictos, amigos
el alcalde y la policía

Regreso a los amores viejos


a los hijos de la noche
a los brazos de hombres sin rostro
para cantar a voz en cuello
con miedo a que me lo corten
con miedo a los ladrones
con miedo al presidente y todos ellos
con miedo a mi padre y a mi madre
con miedo al miedo
con miedo
con miedo
No encuentro la piedra filosofal
Jesucristo no está en lugar alguno
todos le alaban fuera de los templos
nadie se atreve a entrar
tampoco encuentro a la virgen
ha volado del Panecillo
no está en los altares
ni en las calles
ni en la última casa
de la última beata de la ciudad

Alguien me grita
¡se encuentra en el CDP!
allí está, junto a la puerta
esperando a su hijo preso por nada
preso porque sí, preso porque no

Envuelta en su chalina negra


escucha al guardia
llamar a gritos a su hijo
que está por salir

Debajo de la chalina trae una muda


Jesucristo sale ensangrentado
pero sonriente de verse libre al fin
se desviste en plena calle
a plena luz del día
María quema las ropas, las energías de la cárcel

Bajan lento por la calle Rocafuerte


les sigo de cerca
compran un atado de hierbas
entran a un hotelucho en Santo Domingo
María retira la chalina y muestra su traje dorado
Jesucristo en un manto blanco

Envuelta en un chal invisible


me cuelo entre las hendijas de su puerta

El baño de hierbas hace su efecto


el hijo transfigurado se eleva al cielo
la mujer vuela de regreso al Panecillo
ha dejado su chalina negra
la tomo, pesa una tonelada
un leve maullido suena entre los pliegues de lana
tal vez sea la piedra filosofal
Desde la última vez que escuché
los pasos de la gata
desde que resonó
su ronroneo en mi almohada
no he podido detener
un llanto enajenado
lágrimas pisoteadas
por las cucarachas de la muerte
zumbido de avión sin vuelo
que cruza un cielo lleno de sangre

Desde la primera vez que rasgué una sábana


en cama ajena
mis piernas reclaman por la ausencia
del póstumo amante que se fue entre espasmos
cuando daba el último lamido
depositando en mi boca su licor de ámbar

Una mariposa negra cruza el cuarto


un rayo despedaza la noche de verano
aullido solitario que resquebraja mi ventana
No es el juicio final, susurran los árboles
jamás te irás de este mundo
gritan los patos del vecino
cabras que graznan en un jardín devastado
todos los perros están muertos

Hoy es el último día y el primero


siempre ha sido así, duermo y despierto
salto
de la metáfora a la leche con fresas
del odio al amor más generoso
digna hija de esta tierra
ando en equilibrio por veredas de salmuera
quiero ser santa y busco todos los pecados

Hace poco estuve a punto de olvidar


las drogas, el rock and roll y el sexo
pero la hostia consagrada que engullí el lunes a las ocho
abrió nuevamente mi lascivia
bendito cristo muerto por mi culpa
realizo el acto mayor y te ofrezco el cáliz de mi sangre

No puedo tapar el sol con un dedo


la intención era sublimar el espíritu
rituales nocturnos, mantras, mudras
verbo hacer deshecho y dormido
el rezo y la música sacra me asfixian
¿Dónde está el demonio que me hacía feliz?
no quiero ser santa por agradar a mi madre
ni suponer que estoy loca
porque bailo desnuda
no quiero que la vecina me muestre sus dientes
ni que mis hijos suban a los altares

Quiero dormir en los brazos de un fauno


o entre las piernas de una ninfa
dormir
dormir
dormir
después de un orgasmo interminable
Cierro la cortina
y aparece, nítido, un filme de Almodóvar
agridulce, pan comido,
nada me asemeja a sus mujeres muertas
ni la mala educación ni las cebollas
de su almuerzo

Tacones rojos, tacones rotos


eran tan grandes para mis pies de niña
mamá los combinaba con una cartera roja
con sombrero rojo, abrigo rojo
labios rojos
mirada enrojecida de llorar por todo

Pero en el fondo ella era dura


fuerte
como las mujeres de Almodóvar
como la Penélope o la Carmen
mujer de pueblo chico
mujer de cocina y bordado
yo, otra más, siguiendo su sombra
para no caer al abismo
cayendo
buscando unas alas urgentes
para redimirme
no cabía en ningún fotograma
mamá acomodando mi almohada
zurciendo mis medias
y encomendándome a Dios

Tal vez sus oraciones lleguen al cielo


tal vez sus aleluyas me salven.
Por ahora espero el próximo filme
ningún público, oscura sala donde aprendo
el arte de caer en picada
sobre la sábana blanca, sobre la espuma

Que nadie conozca este guión sin estructura


que Almodóvar me invente un personaje
y me sume a su cortejo de mujeres muertas
de damas vestidas de negro
hermosas chicas trans
que me haga a imagen y semejanza de mi madre
POEMAS PARA GATOS
Como gatos negros

Como gatos negros


Panteras de ojos oscuros
Pasan sigilosos frente a mí
Tus amores de otras
Las palabras echadas al viento
Los silencios

Mi alma indefensa
No puede frente al tropel
De felinos con hambre
Errantes por los desiertos del mundo
Felinos traicioneros
Hermosos animales que me atrapan
En cada esquina
En cada una de mis siete vidas

No importan el karma
Ni las maldiciones gitanas
Estoy hecha del material de las estrellas
Mi estructura soporta tormentas
Y hecatombes
Así ha sido, así será

Cuando el mundo se termine


Los gatos negros, las panteras
Vendrán conmigo para reconstruirlo
Odio a los gatos

Que no se me acerque ese gato, madre,


Su mirada me quema hasta los huesos
Ha devorado doce mil quinientos pájaros
Ha destrozado mis muebles y mis plantas

Sus olores me producen náuseas


Sus garras laceran mi carne
Su odioso maullido turba mi sueño

No soporto el regurgitar de sus fauces


Ni su lloriqueo nocturno
Cuando no sale la luna
Me estremece su lamento
Porque otras gatas lo abandonan
Me enerva su chillido de dolor
Cuando ha buscado el placer

Madre, encierra a ese gato en una jaula


Córtale la garganta
Arráncale el sexo

Sólo entonces dormiré tranquila


Sólo así podré afilar mis uñas
Y salir a pasear por los tejados
Big bang

Se acomoda en el confín de la galaxia


Un viernes de Venus
Un martes de Marte

Indaga, explora

Entre átomo y mandala


El terciopelo de sus patas
Multiplica mis placeres

Recorre, lame, saborea

Hace miles de años luz


Que marcó su territorio
Son suyas mis constelaciones
Mi luna y mis planetas

Un par de estrellas le amanecen en los ojos


Cuando, en silencio,
Su ser entero
Es un big bang en lo profundo de mi vientre
G de gato

Su nombre comienza con la G de gato


G de gloria, de guitarra y girasol

Mi vagina es una guinda


para su lengua de gato goloso
“qué rica tu chucha”
dice, entre gemido y gemido

Pero a veces es guerra


gatillo, gasolina
vuelto gusano, grita, gruñe,
me ataca con sus garras

Gato al fin, siempre se marcha


para volver, gitano, gota de lluvia
greda

Entra sin golpear


y gusta de mis galas y mis gestos
gozoso, decora mi garganta
con su galanura y su gracia

Y vuelve a irse
gato ingrato
con su garfio y su gancho
con su ganzúa y sus gafas
hasta la próxima vuelta
garabato amado
El gato comió

Ronronea entre mis piernasg


Y adora mi monte de Venus
Con él he trepado a los árboles más altos
He compartido los libros y la leche

Llegó hambriento y mojado


En una noche de lluvia
Se bebió mi licor de menta
Se fumó mi marihuana
Gato ladrón

Se quedó a dormir conmigo


El tiempo no alcanzaba
Para comer, engullir, deglutir
Sorbernos, tragarnos, digerirnos

Y entre ronroneo y ronroneo


Se nos fueron los días y las noches
Las vidas y las muertes

Aún se acomoda en mi almohada


Aún nuestros amores resplandecen
Entre el lamido y la caricia
Desde la punta del pie

Seré suya por los siglos de los siglos


Gata insomne

Te haré creer que estoy feliz


Porque has venido a rescatarme
Que me encanta que lamas mis heridas
Que repases mi piel con tu lengua

Te escribiré largas cartas de amor


Para que no olvides mi leche
Para que sepas que te espero en la vereda
Y que quiero sentir tu mano en mi lomo

Pero no lloraré por vos


Ni saldré a ver la luna llena en el tejado
Mientras vives tu otoño allá en el sur
Me dedicaré a inventar versos gatunos
En la rama más alta del cedrón

Cuando llegues, no olvides las anchoas


Ni el vino
La puerta estará abierta
No dormiré, no,
Hasta que llegues

Gata insomne, aguardaré sin tregua


Para que enciendas la luz
Y veas que aún me quedan unas cuantas vidas

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