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[ Cultura ]

Escribe Javier Sinay


Fotos Marina Taibo

E
l 17 de julio de 2010 a las seis de
la tarde, Paco Ignacio Taibo II y
Juan Madrid se sentaron frente a
un auditorio colmado de gente que des-
tapaba cervezas y hojeaba los libros que Entrevista con el escritor Paco Ignacio Taibo II

“México se cae a
acababa de comprar en los stands de la
mítica Semana Negra de Gijón. A Taibo y
a Madrid –dos nombres grandes, pesados,
institucionalizados en la literatura policial

pedazos entre narcos


iberoamericana– los convocaba el home-
naje a Toni Romano, el detective (ex poli y
ex boxeador) al que Madrid le viene dando
vida en sus novelas desde hace 30 treinta

y policía corrupta”
años. “¿Cómo nació Toni Romano?”, pre-
guntó Paco para comenzar. Madrid eludió
la respuesta. Prefirió hablar del género
negro, de las secretarias de las editoriales,
de sus viejas máquinas de escribir. “Pues
muy bien”, dijo Paco, “pero ¿cómo nació
Toni Romano?”. Y Madrid, de nuevo, se
salteó los recuerdos y habló de la colección Es autor de una monumental biografía sobre el Che Guevara y de destacadas
Etiqueta Negra, de la Asociación Interna- novelas policiales. Sus libros comenzaron a circular masivamente en la
cional de Escritores Policíacos y del gusto
Argentina en los últimos meses. Retrato de un admirador de Rodolfo Walsh.
de la cerveza asturiana. Cuando Paco pre-
guntó por tercera vez, la platea ya sabía que
Juan Madrid iba a responder de todo, salvo
lo que Taibo quería saber.
El sketch era digno de ver: dos viejos lobos
de mar buscándose mutuamente, midién-
dose como si ambos estuvieran calzados
con las Smith & Wesson .38 Special que
pusieron tantas veces en manos de sus per-
>> Ficción y realidad. Taibo II se mueve entre
sonajes. La Semana Negra de Gijón es así. estos dos campos. Y tiene un libro a cuatro ma-
El clima es distendido, se respiran aires nos escrito con el Subcomandante Marcos.
detectivescos en cada rincón y se escuchan
argots de todos los países latinos. En 2010,
en su edición número 23, la Semana Negra
confirmó el gran momento de los escrito-
res policiales argentinos, que se llevaron
tres de los seis premios que se entregan,
revalidando una racha ganadora que en
el grand prix, el Dashiell Hammet, inició cultural incansable que, además de em-
Leo Oyola en 2008, continuó Guillermo prenderla cada temporada con la Semana
Saccomano en 2009 y confirmó Guillermo Si no es posible el cambio, al menos es Negra en el verano gijonés, se ha pasado
Orsi en 2010. Taibo II, el fundador del en- deseable. Ya me aburrí de pensar qué el último año recorriendo México con la
cuentro, es uno de los responsables de que es posible y qué no. Si sigo pensando Brigada Cultural para Leer en Libertad,
el ambiente sea tan amistoso –y lidiar con en eso, me quedo sin hacer nada.” un proyecto político de fomento a la lec-
los egos de un centenar de escritores invi- tura y de divulgación histórica que parte
tados no es nada fácil–. Durante las nueve también escritor–, el director de la Semana de la premisa de que un pueblo que lee es
jornadas que dura la Semana Negra, el tipo Negra forma parte de una camada de au- un pueblo más crítico, y que en un año ha
está omnipresente: cada día participa de tores que en la década de 1960 se propuso editado 22 títulos y regalado 42 mil ejem-
varias tertulias, presentaciones y entre- ensuciar el policial latinoamericano con un plares. Desde esa trinchera, Paco eleva la
vistas abiertas. Y esa es, quizás, la mejor poco de mugre sudaca: en las novelas de voz por su país: “México está cayéndose a
manera de contar quién es Paco Ignacio esa generación, la policía es corrupta y los pedazos por el delirio de la guerra contra el
Taibo II. traidores abundan. narco, que se da sin preparación y con fuer-
Nacido en Gijón, Asturias, en 1949, y cria- Pero Taibo II es mucho más que un escri- zas policiales corruptas. Llevamos en tres
do en México DF –adonde encontró exilio tor prolífico de historias negras –que no es años 35 mil muertos. Este país está pidien-
su padre, el primer Paco Ignacio Taibo, poco–. El “asturmexicano” es un difusor do a gritos una nueva revolución, entendi-

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En Argentina, este asturmexicano presen-
tó dos libros en los últimos seis meses: El
retorno de los Tigres de la Malasia y Er-
nesto Guevara. También conocido como el
Che, ambos de Editorial Planeta.
En el primero rescató a los personajes de
Emilio Salgari y les hizo vivir una última y
gran aventura para homenajear a la novela
decimonónica. En el segundo, se abrigó en
su oficio de historiador para ampliar su
biografía del Che –ya célebre y publicada
en 28 países– con más de 400 fotos inédi-
tas y 100 nuevas páginas (ahora, en total,
918 carillas). Mientras tanto, el Grupo
Editorial Norma reeditó Días de combate
y Cosa fácil, dos policiales protagonizados
por Belascoarán Shayne, su detective.
Así las cosas, pareciera que en la vida de
este intelectual –que suele tener a mano un
cigarrillo apagado o un vaso de Coca Cola
(y esta es otra historia: como catador de
la gaseosa se jacta de haber ganado varias
apuestas)– la gran cuestión es el tiempo.
¿Cómo hace para producir tanto? ¿Cómo
puede ser que en su agenda haya seis confe-
rencias semanales con la Brigada Cultural
para Leer en Libertad y aparte escriba sin
parar? ¿Cuánto dura su día? “En las no-
ches escribo y, aunque me faltan horas, me
las rebusco”, dice con cierta humildad. Y
cuenta que está terminando un libro que
le demandó muchos años de investigación
en universidades norteamericanas. Se ti-
tula El Álamo. Una historia no apta para
Hollywood,y cuenta una versión crítica de
la batalla de El Álamo, que produjo la inde-
pendencia de Texas y que ha sido referida
en decenas de películas yanquis. “Y además
estoy trabajando en siete otros proyectos”,
agrega, como quien no quiere la cosa.

Cita en Buenos Aires


“La elaboración de la primera versión de
esta biografía me dejó en un estado deplo-
da como una transformación profunda de rable, repleto de obsesiones y angustias”,
la sociedad”. Desde el DF, en comunicación anota Paco en el prólogo a la nueva edición
telefónica con El Guardián, Taibo II no se No sabía lo cerca de la locura que te de su biografía del Che. “No sabía lo cerca
amedrenta por las adversidades contra las pone pasar varios años encerrado con de la locura que te pone el estar varios años
que podría chocar su propuesta: “Si no es un personaje como el Che. Resulta obsesivamente encerrado con un persona-
posible el cambio, al menos es deseable. Yo peligroso acercarse demasiado.” je, en el cuarto originalmente vacío, que
ya me aburrí de pensar qué es posible y qué poco a poco se llena de detalles mientras
no. Si sigo pensando en lo que es posible y incómodos, fue escrito a cuatro manos y la historia se fabrica. Resulta peligroso
en lo que no, al final me quedo sin hacer a través de cartas –que iban y volvían con acercarse demasiado a un personaje así”.
nada. Y ya basta de esperar a que el gobier- ciertas medidas de seguridad– con el Sub- Si –como cree– la novela es de los lectores
no haga las cosas; los ciudadanos debemos comandante Marcos, y se publicó como y una vez que tiene su punto final ya no se
avanzar porque tenemos más talento y más folletín en el diario La Jornada. “Yo le toca, la Historia, en cambio, es de todos,
capacidad”. pedía que no metiera más personajes se- de los lectores pero también de los autores,
Pero la agenda de Taibo II da para más: el cundarios porque me obligaba a explicar y y permite actualizaciones y correcciones
hombre escribe sin parar sobre (casi) cual- conectar”, recuerda. “Él me respondía: ‘Yo porque muta día a día. El trabajo original
quier cosa. Su currículum es una sucesión aprendí eso leyendo tus novelas, no veo por –que a Taibo II le demandó cuatro años
de unos 50 títulos. Uno de ellos, Muertos qué no puedo hacerlo’”. de investigación– se publicó por primera

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[ Cultura ]

>> En su lugar de trabajo. Paco Taibo II, rodeado de libros en su escritorio. De fondo, colgada en la biblioteca, una foto de Rodolfo Walsh. “Él es el jefe”, asegura.

vez en 1996 y se impuso como una de las los buenos? Pues los que andan por el bos- tantos proyectos como tengo en mente,
biografías más minuciosas sobre Ernesto que robándoles a los ricos lo que tienen con creo que la cuarta gran biografía sería un
Guevara, pero también como la más “gue- arcos y flechas para dárselo a los pobres”). trabajo combinado, para Roque Dalton y
varista”, según dice Miguel Bonasso –ami- Pero, justo un día antes de la cita, Kirchner Rodolfo Walsh”, agregaba en el café por-
go del autor, ganador dos veces del premio murió. Y el luto alcanzó también a las ac- teño. “Porque ellos dos son la suma de un
Rodolfo Walsh al mejor libro de no ficción tividades culturales, que se suspendieron. tipo de intelectual creado en la década de
en la Semana Negra y destinatario (junto Desencantado, Taibo ahogó sus penas en 1960 al que hay que rendirle un homenaje
con Juan Gelman) de la dedicatoria–: “El un vaso de Coca Cola, al abrigo del sol crítico, enamorado pero amable, y al mis-
texto de Taibo está escrito con una admi- matinal, en la terraza de un bar porteño mo tiempo hay que animarse a revisar sus
ración y una cercanía que no atenta contra decisiones”.
el rigor”. Y es que de otra manera no se En aquellos días, Taibo venía bajando por
podría acompañar a Guevara en la vida de el continente, de país en país, de presenta-
“aventurero, vagabundo y romántico” –se- ¿Quiénes son los buenos? Pues los ción en presentación, de feria en feria. Sus
gún la describe Paco– que lo llevó a con- que andan por el bosque robándoles valijas iban repletas con los libros que car-
vertirse en el mito que aquí se rehumaniza a los ricos lo que tienen con arcos y gaba en cada nuevo destino, pero en Bue-
una y otra vez. flechas para dárselo a los pobres.” nos Aires pudo agregar uno diferente. Era
Con los últimos aires de la primavera, el un volumen ajado que le había regalado un
escritor asturmexicano llegó a Buenos Ai- con tradición. “La historia es rigor, orga- admirador porteño: Crimen Satanowsky.
res para presentar El retorno de los Tigres nización del hecho, debate de la verdad, Operación homicidio, una edición de 1958
de la Malasia. Sus amigos Bonasso y Sas- información sólida que no admite ficción”, anónima y querellante del libro que hoy se
turain lo iban a acompañar en una mesa decía aquel día sobre su trabajo con el Che. consigue en cualquier lado con la firma de
redonda, en la que iban a discutir sobre “Tú no puedes ponerle a un personaje en la Rodolfo Walsh.
la novela de aventuras y los recuerdos que boca un diálogo que no tengas plena cons- El autor asturmexicano se sorprendió
guardaban de aquellos piratas, y Paco iba a tancia de que se escuchó. Pero, a la hora cuando lo recibió. “Walsh es el jefe”, admi-
explicar por qué esos personajes idealistas de ordenar el material, la historia es arte tió, entonces. “De él es el retrato que tengo
lo formaron en lo político y lo convirtieron narrativo y hay que usar la milicia literaria detrás de mí en mi estudio de México: él
en un antiimperialista de Sandokán más para narrar”. me vigila y me protege del mal”. Después,
que de Lenin (tal vez dijera lo que comentó Paco sabía de lo que hablaba: además del provisto con texto de su guardián, Paco
más tarde, a solas: “Esa época me educó, Che, Pancho Villa y el cubano Tony Guite- Ignacio Taibo II continuó viaje. 
soy el que soy gracias a ella. Soy hijo de Ro- ras fueron objetos para sus biografías. “Si
bin Hood y de Bertolt Brecht. ¿Quiénes son tuviera más años de vida por delante para jsinay@elguardian.com.ar

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