TRANSCRIPCIÓN CARTA DEL MINISTERIO

A HUGO BENAVIDES LEGARDA

Bogotá, D. C., 13 MAR 2005

Señor
HUGO BENAVIDES LEGARDA
Calle 140 no. 17-18
Bogotá

Asunto: Rad. 19200

Pensión de vejez Voluntaria.

Respetado señor Benavides:

En atención al contenido de su comunicación mediante la cual consulta si la

pensión vitalicia de jubilación, reconocida por el Banco de la República a través de
conciliación, constituye una pensión voluntaria extralegal o una pensión
indemnizatoria unilateral, nos permitimos señalarle lo siguiente:

Las categorías existentes en materia pensional, pueden ser clasificadas como

Pensiones Legales, Extralegales y Pensiones Voluntarias.

En efecto, las pensiones legales, esto es, aquellas prestaciones reconocidas por el
Sistema General de Pensiones, están constituidas por la Pensión de Vejez,
Sobrevivientes e Invalidez atendiendo a los riegos y contingencias que cubren
cada una de ellas.

En primer lugar, la pensión de vejez consagrada en los artículos 33 de la Ley 100

de 1993 modificada por el artículo 9 de la Ley 797 de 2003 y 64 de la Ley 100 de
1993, protege la disminución de los ingresos ocasionada por la vejez siempre y
cuando se hayan acreditado los requisitos en edad y tiempo de servicio, ya sea en
el Régimen de Prima Media con Solidaridad o en el de Ahorro Individual con
Solidaridad. Por su parte, la Pensión de Sobrevivientes regulada en el artículo 46
de la Ley 100 de 1993 modificada por el artículo 12 de la Ley 797 de 2003, asume
como contingencia la muerte del afiliado o pensionado por vejez o por invalidez,
siempre que se hayan presentado la muerte y las cotizaciones al sistema de
pensiones. Finalmente, la pensión de invalidez por riesgo común, cuya
contingencia es la pérdida de los ingresos ocasionada por la disminución de la
capacidad laboral, es reconocida por el sistema cuando se haya acreditado la
pérdida de la capacidad laboral en un 50% o más y se hayan cumplido con las
semanas de la cotización.

Por su parte, las pensiones de carácter extralegal son constituidas por aquellas
que son reconocidas por convención, pacto o acuerdo colectivo, las cuales
establecen válidamente y con efectos obligatorios, beneficios para los
trabajadores, obteniendo prerrogativas económicas y sociales superiores a las que
establece la ley, de tal manera que durante la vigencia de una convención
colectiva de trabajo, todo derecho, privilegio o beneficio que se adquiera bajo su
amparo, debe ser reconocido por el empleador en los términos y condiciones allí
pactados.

Así, la Convención tiene el carácter de verdadera ley a la que quedan sometidas

las partes contratantes, lo cual conlleva a que lo contratos de trabajo deban
regirse por estipulaciones allí establecidas.

Si en la convención colectiva se pactaron beneficios pensionales tales como

disminución o eliminación del requisito de la edad, tiempo de servicio especial a
una entidad, aumento del monto de la pensión, o factores adicionales para
determinar el ingreso base de liquidación, el empleador deberá reconocerlos
siempre que en vigencia del acuerdo colectivo, el trabajador acredite las
condiciones allí pactadas.

En consecuencia, a aquellos trabajadores que cumplieron los requisitos de edad y

tiempo de servicios establecidos en la convención colectiva de trabajo para
acceder a la pensión durante su vigencia, la entidad obligada mediante la
convención colectiva, deberá proceder al reconocimiento de la pensión en los
términos y condiciones allí establecidas, toda vez que estas personas están
amparadas por un derecho adquirido, lo que por expresa prohibición constitucional
no puede ser desconocido o vulnerado.

En relación con las pensiones voluntarias, se encuentra que la legislación laboral y

de seguridad social no prohíben al empleador el reconocimiento de estas
pensiones a sus trabajadores.

En electo, las pensiones voluntarias y demás reconocimientos que otorgue un

empleador a un trabajador, no tienen una regulación expresa, toda vez que estas
se reconocen por mera liberalidad y sin que exista obligación de hacerlo.

Sin embargo para la Corte Suprema de Justicia una vez reconocida la pensión
voluntaria, ésta adquiere los mismos efectos de una pensión de jubilación. Así lo
expresó dicha corporación en sentencia de Casación laboral del 5 de diciembre de
199l al señalar, que “… cuando el empleador reconoce al trabajador pensión
voluntaria, vale decir cuando éste no tiene los requisitos para la pensión legal,
contrae ipso facto una obligación de cubrir al trabajador tal pensión, y éste
adquiere el derecho sobre esa pensión voluntaria con todos los efectos legales
propios de la jubilación”.

Así las cosas, otorgada una pensión voluntaria nace para el trabajador un derecho
y para el empleador una obligación, cual es la de pagarla en forma oportuna y en
los términos que establece la ley.

En los términos de la sentencia antes señalada, como el trabajador adquiere el

derecho sobre esa pensión voluntaria con todos los efectos legales propios de la
jubilación, es claro que toda normatividad que se expida con posterioridad al
otorgamiento de la misma no le será aplicable.

Finalmente, este despacho encuentra pertinente aclararle que la pensión

indemnizatoria unilateral no tiene cabida en su caso particular toda vez que la
indemnización busca el resarcimiento de un daño o perjuicio ocasionado por una
situación de desventaja para el trabajador, y en este caso, no se presenta tal
situación. Respecto del carácter unilateral, puede considerarse que no existió el
pago de la pensión sin la voluntad del trabajador, toda vez que esta prestación
tuvo su origen en una conciliación, esto es, un acuerdo de voluntades sobre la
terminación del contrato y el reconocimiento de la pensión vitalicia de jubilación en
las condiciones aprobadas por ambas partes.

En este orden de ideas y teniendo en cuenta las consideraciones normativas

expuestas, esta oficina concluye frente a su consulta, que la pensión vitalicia de
jubilación que le otorgó el Banco de la República es una pensión voluntaria
otorgada mediante acuerdo conciliatorio, en virtud de la cual, el trabajador
adquiere el derecho a la pensión de jubilación con todos sus efectos legales.

En los términos del artículo 25 del Código Contencioso Administrativo se

absuelven sus inquietudes.

Cordialmente,

(firmado)
ALBA VALDERRAMA DE PEÑA
Jefe Oficina Jurídica y Apoyo Legislativo