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La ética es uno de los aspectos más importantes, no solo del magisterio, sino de la conducta
humana en sociedad. La ética como cultura ha brillado por su ausencia, no solo en los
programas y curricula, sino lamentablemente también en la enseñanza informal en los hogares.
La ética es la intelectualización del principio del bien y el mal, de lo que debe ser en el
comportamiento humano. Existe un vínculo entre la ética y el "ser social"; al margen de la vida
gregaria la ética no tiene sentido. Uno de los objetivos principales de la ética -y ahí su esencia
social- es no hacer daño ("primun non nocere").
Existe la equivocación frecuente de confundir ética con moral. Quintana compara la ética en
función de la moral con la estética en función del arte; símil que definitivamente logra su
objetivo.
Las reglas que determinan el catálogo moral de una determinada formación social, en sus
características, difieren mucho de los principios que rigen la conducta de los seres humanos.
Aquellos varían con la cultura, las creencias, la geografía y los tiempos. Por ejemplo, lo que era
una inmoralidad en el vestir en la Inglaterra de 1820, no lo era en los habitantes de Nueva
Guinea en esa fecha, pero tampoco lo es en la Inglaterra de hoy. En cambio, principios que
sustancian la ética y que han regido la conducta humana, puede decirse que han variado muy
poco (si acaso) en los 116 años que distan entre nuestro ejemplo y el día de hoy.
Si embargo, puede decirse que no hay trasgresión ética cuando se obra de buena fe, o sea,
cuando se cree que se está obrando bien; la historia está llena de ejemplos. Pero aunque esta
digresión podría ser interesante, no es el objeto de este artículo.
Al mencionar los instrumentos, nos referimos a los medios usados en el proceso de evaluación y
por su naturaleza y calidad, a qué tan bien han sido planificados, diseñados y construidos. Como
errores frecuentes en los instrumentos de evaluación se señalan: ambigüedad o carencia de
información para ejecutar los mandatos, extensión extrema de las pruebas (muy cortas o muy
largas), mala redacción en las preguntas, errores en los patrones de corrección y falta de
unificación de criterios entre quienes corrigen el examen, entre otros.
Las características fisiológicas del estudiante por lo común se miran de soslayo. Aspectos tan
relevantes como la falta de sueño o de descanso, el ayuno, la sed, el dolor ocasional o alguna
limitación o condición física que presente el estudiante, deberían ser motivos más que
suficientes para individualizar el o los casos que presenten esta condición. La Inflexibilidad ante
situaciones como las descritas se refleja negativamente en el desempeño del estudiante antes,
durante y/o después de la evaluación.
Del mismo modo, aspectos tan sensibles como la capacidad mental, la madurez emocional y
cognitiva del estudiante pueden ir -si no son tomados en cuenta igual que sus características
físicas- en detrimento de la evaluación del estudiante. Los ejemplos sobran: no haber estudiado
o haber estudiado mal el material objeto de evaluación, estar sometido a estrés extremo, falta
de concentración, trastornos emocionales diversos y fatiga mental, cuya máxima expresión es el
surmenage
.
Por último, los aspectos físicos del medio en que se lleva a cabo la evaluación también influyen
en esta: el ruido excesivo, la iluminación inadecuada, los extremos de temperatura, la
incomodidad de los asientos, los educadores que interrumpen al estudiante durante su
evaluación, sacándolo de su concentración, o estudiantes que importunan a sus compañeros,
son elementos del entorno cuyo efecto nocivo al proceso evaluativo nadie puede cuestionar.
La ética, como fuente de principios de nobleza humana para la vida en comunidad, es
imprescindible desligarla del proceso educativo. El desempeño de nuestra labor como
educadores al amparo de los principios éticos debe redundar, necesariamente, en un mejor
producto final, sujeto que en definitiva va a actuar sobre la sociedad y su realidad, influyendo en
su transformación. De ahí lo grave de nuestra responsabilidad como formadores.