Decálogo sobre la mediación y parejas en proceso de divorcio

La separación conyugal implica habitualmente enfrentar y resolver más de un conflicto, la

mayoría de ellos requiere una ayuda externa para prevenir que la confrontación los lleve a
un divorcio destructivo. Para esto han surgido sistemas denominados Resolución
alternativas de disputas (RAD):”conjunto de procedimientos que permiten resolver un
conflicto sin recurrir a la fuerza y sin que lo resuelva un juez”. Dentro de este conjunto está
la mediación.

Principios de la mediación:

• El conflicto es algo inherente a las relaciones sociales y también una fuente de

crecimiento y dllo humano, por lo que es importante como abordarlo y resolverlo.

• La clara intensión de cooperar con el otro en la búsqueda de acuerdos es indispensable

en el proceso. Sin que ninguna parte se sienta subordinada o atemorizada respecto a la
otra.

• La autodeterminación; hombres y mujeres son capaces de reconocer sus necesidades,

tomar decisiones propias y hacerse responsable por ellas.

• La mediación es voluntaria; requiere la participación activa y directa de cada uno.

• El mediador debe ser imparcial, neutral respecto al contenido y las soluciones.

• La mediación es confidencial; resguarda aspectos íntimos de la vida familiar.

Mediación: “sistema de resolución de conflictos, no adversarial, en que un tercero, neutral,

sin poder coercitivo, ayuda a las partes a encontrar por sí mismas una solución a su
problema”.

Decálogo:

1. La mediación en un proceso de divorcio es una intervención acotada que busca abrir la

comunicación y encontrar puntos de contacto en un conflicto que puede ser doloroso,
que da incertidumbre y dificulta la comunicación entre las partes.

2. Las más de las veces la separación es empujada por un cónyuge mientras que el otro se
ve obligado a aceptar. Puede tentarse a sugerir terapia familiar; esto puede parecer que
el mediador es un aliado de uno, dificultando la imparcialidad.

3. Las personas llegan a mediación porque tienen puntos en conflicto que no pueden
resolver, pero prima el interés por el bienestar propio y el de los hijos comunes.
Céntrese en lo es común, los intereses compartidos por sobre las divergencias.
4. En las entrevista conjuntas provea un espacio que los haga sentir protegidos,
desahogados, mantenga el respeto; evite y controle peleas y discusiones. Las entrevistas
individuales permiten hablar libremente y aclarar reales intereses.

5. Busque desfocalizar de los componentes competitivos y agresivos en la relación de los

participantes. Potencie las conductas cooperativas; resumir lo dicho rescatando lo
relevante y restando lo negativo ayuda a escuchar lo que no se escucho antes.

6. Controle el tiempo según situación de cada familia, no fuerce los arreglos, deje pasar
tiempo entre sesiones si es necesario. Si tras un par de sesiones uno o ambos no
muestran interés, termine la mediación; esto requiere disposición y voluntad.

7. En la mediación, la mayoría de las personas busca llegar a acuerdos concretos,

definidos y prácticos. Las partes deberán validarlo como conductor y apoyo en el
proceso de resolución. Sin embargo el protagonismo en las decisiones lo tienen los
interesados. No fuerce las soluciones, permita que los acuerdos tentativos se vayan
proando antes de decidir (por ej. Papá quiere dar más plata de la que puede dar).

8. Considere la participación de otras personas de la familia que sean importantes en su

funcionamiento (hijos, abuelos, etc.). Esto porque los acuerdos los afectaran
directamente. Idealmente los niños pueden participar al momento de firmar el acuerdo,
verá que a pesar de los problemas y dificultades de sus padres son cuidadosos y
responsables en el cuidado de ellos.

9. Ambas partes deben conocer sus deberes y derechos legales y de lo que podrían
eventualmente conseguir en un juicio. Oriente a los padres a obtener esta información,
no la de Ud. ya que uno puede salir más beneficiado que el otro.

10. La mediación puede ser un buen rito de término de matrimonio y de continuidad de la

relación parental y familiar, ayuda a encontrar un nuevo equilibrio, distinguir
responsabilidades de la separación y responsabilidad del cuidado futuro de los hijos.

Decálogo sobre algunos aspectos a atender al inicio de un proceso de medición

familiar

1. Cambiar el eje del paradigma de resolución de conflictos. La mediación no es

confrontación, es colaboración.

2. Dejar claro que la mediación es voluntaria para todos los participantes. Potencia el
protagonismo.

3. Informar que es confidencia, sólo se excluye la comisión de delitos.

4. El mediador será neutral, no “tomará partido” por ninguno de ellos.

5. El mediador actuará como facilitador, sin tomar decisiones o ejercer opiniones.

6. Los consultantes serán responsables de los acuerdos.

7. La mediación está orientada hacia el futuro, usando el pasado sólo como plataforma
para los acuerdos a futuro.

8. La creatividad de los consultantes debe ser estimulada.

9. Informar que es un proceso breve.

10. Informar de normas y reglas especificas (por ej. Hablar x turno, no descalificarse).

11. No negociar en base a posiciones, sino en base a las necesidades que subyacen de estas.

12. Generar un clima de confianza entre las partes.