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UNIVERSIDAD NACIONAL DE RÍO CUARTO

Facultad de Ciencias Humanas


Departamento de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales
Profesorado en Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales
SEMINARIO DE DERECHOS HUMANOS

“Hacia la Cuarta Generación de Derechos Humanos: La


Libertad de Expresión”

Alumna: Gutierrez Anabel


DNI: 30.645.165
Profesora: Lilián Martella
2009

Introducción

A inicios del Siglo XXI, el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información


vinculadas con la revolución de las telecomunicaciones ha planteado una nueva
problemática. Las denominadas TIC han penetrado en nuestras relaciones sociales
de un modo tan acelerado, que han producido una auténtica revolución de la
información, amenazando con transformar por completo nuestra idea de sociedad
y de las estructuras que la conforman.
Estas transformaciones, que conllevan a la transición hacia una sociedad de la
información, subrayan la necesidad de crear garantías normativas y políticas
públicas que guíen el proceso hacia el resultado deseado. Así se abre camino a un
gran desafío del derecho constitucional en el Siglo XXI: el desarrollo y proceso de
positivación de nuevas categorías de derechos fundamentales, así como la
adecuación de las ya existentes de primera, segunda y tercera generación, al
entorno de la sociedad de la información y del conocimiento: es decir, el
advenimiento de la cuarta generación de los derechos humanos, que garantizarán
un nuevo estatus del individuo de la sociedad digital, y en los que la
universalización del acceso a las TIC, la libertad de expresión en la red y la libre
distribución de la información y conocimientos son elementos esenciales para su
definición.
Introducir la tecnología en este contexto significa atender a la necesidad de traducir
dicho discurso en términos que puedan también abarcar a la ciencia y a la
tecnología como elementos que modifican el concepto de espacio o ámbito en el
que se manifiestan, profundizan, y desarrollan los derechos humanos. Este ámbito
está permitiendo generar nuevas perspectivas para entender, de una forma
sustancialmente más amplia, la declaración universal de los derechos humanos de
1948. Toda una serie de problemas éticos y jurídicos que tienen que ver con
dichos derechos, y que están pidiendo urgente respuesta, están a la espera de ser
reformulados. De dicha reformulación, que nos encamina hacia una cuarta
generación de los derechos humanos, es el tema del presente escrito.
En el siguiente informe se intentará, en primer lugar, delimitar el concepto de
ciberespacio para luego desarrollar, brevemente, la relevancia actual de la

2
problemática del ciberespacio en relación con los Derechos Humanos.
Seguidamente se realizará un análisis de las diferentes generaciones de derechos
humanos que han surgido con el transcurso del tiempo para luego poder establecer
porqué es necesaria la incorporación de una cuarta generación. En virtud de las
nuevas necesidades se torna relevante determinar en qué consiste la libertad de
expresión como derecho de cuarta generación, dada la incorporación de las
Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, para luego poder
realizar una recopilación parcial de algunos casos de violación a los derechos
humanos relacionados con la libertad de expresión en distintos países del mundo.
Finalmente se expondrá una propuesta de Declaración de los Derechos Humanos
en el Ciberespacio basada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de 1948 elaborada por Robert Gelman.

3
Desarrollo

Concepto de ciberespacio
El prefijo "ciber" de la palabra ciberespacio, está tomado de otro concepto más antiguo:
cibernética, que a su vez, tiene una raíz etimológica griega; procede de kybernetike,
cuyo significado es el de arte de la navegación1. Pese a lo que pudiera parecer a primera
vista, el término ciberespacio, que algún autor ha propuesto rebautizar con el nombre de
telépolis o ciudad global, no es un término unívoco. De ciberepacio, como de
cibercultura o de globalización, se lo utiliza de diferentes maneras, en distintos
contextos y con variados propósitos. Un diccionario de tecnología de la información
describe el ciberespacio, atendiendo a su estructura, como "la geografía virtual creada
por computadoras y redes"2. En este mismo sentido ha sido equiparado a las autopistas
de la información, entendidas éstas como el espacio común creado en las redes
telemáticas.

Relevancia actual de la problemática del ciberespacio en relación con los derechos


humanos
En los dos últimos años se está acentuando, y de forma progresiva, la preocupación
por la problemática ética, jurídica, política y antropológica del ciberespacio. Basta
señalar a título de ejemplo la celebración de la Mesa Redonda sobre Cibercultura,
celebrada en la ciudad de Hannover en el año 2000, El Seminario Infoética 2000 de
expertos gubernamentales de Latinoamérica y del Caribe sobre “El Derecho al Acceso
Universal a la Información en el Siglo XXI: los Desafíos Éticos, Jurídicos y
Socioculturales de la Sociedad de Información para la América Latina y el Caribe”3, la
celebración del III Congreso Internacional de la UNESCO sobre los Desafíos Éticos,
Jurídicos y Sociales del Ciberespacio, que tuvo lugar en París el 15 de Noviembre del
año 20004 o la celebración del 1° y 2º Congreso Virtual de Antropología y
Arqueología5.

1
Kleinsteuber 2002: 54.
2
Brunner, J.J.: Cibercultura: la Aldea Global dividida. Disponible en Internet: http://www.geocities.com/
3
El Seminario Infoética 2000 de expertos gubernamentales de Latinoamérica y del Caribe sobre El
Derecho al Acceso Universal a la Información en el Siglo XXI: los Desafíos Éticos, Jurídicos y
Socioculturales de la Sociedad de Información para la América Latina y el Caribe fue realizado, bajo los
auspicios de la UNESCO y del Gobierno del Brasil, los días 26 y 27 de octubre del 2000, en la Isla de
Itacuruçá, Estado de Río de Janeiro.
4
En Internet: http://webworld.unesco.org/infoethics2000/forum.html
5
En Internet: http://www.naya.org.ar/articulos/cibercultura.html.

4
La naturaleza multidisciplinar de los derechos humanos (ética, jurídica, antropológica,
política…) les permite ocupar un papel central en esos debates y estudios. Como
problemas fundamentales deberían ser planteados en los diferentes foros y eventos
cuestiones tales como la referente a la necesidad de producir un discurso ético-jurídico
en términos que puedan abarcar a la ciencia y a la tecnología como elementos que
modifican el concepto de espacio en el que se manifiestan los derechos humanos6; la
necesidad de abrir nuevas perspectivas para entender, de una forma sustancialmente más
amplia, la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 de forma que ésta
resulta adaptada a las nuevas exigencias éticas, jurídicas y políticas de la sociedad en
red; todos los problemas que se plantean a la hora de reformular los concretos derechos
fundamentales y el planteamiento de nuevas vías de garantía de los mismos; el
problema de cómo contrarrestar y superar los efectos devastadores de la globalización
sobre el sistema de derechos humanos y sus garantías, entre otras temáticas.

La necesidad de una cuarta generación de Derechos Humanos


El desarrollo social y moral del ser humano no ha sido nunca opaco al desarrollo de las
realidades técnicas científicas. Dichas realidades se constituyen en condición de
posibilidad para el cambio social, la emergencia de nuevos valores, la aparición de
nuevos paradigmas éticos y, en definitiva, el advenimiento de nuevas formas de
organización social. Es por esa razón que resulta necesario reflexionar constantemente y
sobre el sentido de la relación entre los desarrollos técnicos y el entorno humano.
Resulta evidente constatar que la tecnociencia está presente como uno de los hechos
configuradores de la realidad actual, y que el mundo ha cambiado de forma sustancial a
partir de ese impulso. Pero también debemos entenderlo como un fenómeno
multidimensional que proyecta su influencia de una manera directa sobre las realidades
morales, psicológicas y sociales. Es por esta razón que según el profesor Manuel
Maceiras es necesario considerar dos programas de acción distintos pero convergentes.
El primero, de carácter teórico, estudia la forma en que la tecnociencia está modelando
la identidad y la conciencia humanas. Los nuevos medios técnicos extienden el ámbito
de la expresión y la comunicación a otros espacios hasta ahora vedados a los individuos.
El segundo objetivo es de carácter político pragmático, y nos previene frente a la
necesidad de elaborar políticas coherentes que reconozcan las nuevas necesidades
humanas para aprovechar dichos medios, y los nuevos derechos que son inherentes al

6
Bustamante Donas 2001 en Internet: http://www.oei.es/revistactsi/numero1/bustamante.htm

5
hecho mismo del vivir en una sociedad tecnológica, las llamadas exigencias políticas de
la tecnociencia7.
Analizar este nuevo marco social nos obliga a revisar la historia sobre la evolución de
los derechos humanos. Los derechos civiles y políticos de primera generación, aquellos
que inciden sobre la expresión de libertad de los individuos, proceden de la tradición
constitucionalista liberal. Estos derechos están recogidos en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 1948 y los Pactos Internacionales de 1966, a saber, el de los
Derechos Civiles y Políticos, y el de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
El derecho a la dignidad de la persona, y a su autonomía y libertad frente al Estado, su
integridad física, las garantías procesales, son derechos que tienen como soporte la
filosofía de la ilustración y las teorías del contrato social. Fue el constitucionalismo y el
liberalismo progresista quienes impulsaron la inclusión de dichos derechos en las
constituciones de los estados nacionales europeos durante siglo XIX, favoreciendo así la
universalización de los derechos civiles y políticos básicos. Se limitan así el poder del
Estado frente a los individuos, estableciendo un equilibrio entre institución y ciudadano.
Los derechos de segunda generación se incorporan a partir de una tradición de
pensamiento humanista y socialista; son de naturaleza económica y social, e inciden
sobre la expresión de igualdad de los individuos. Los derechos de primera generación
defendían a los ciudadanos frente al poder del Estado, pero ahora se exige cierta
intervención del Estado para garantizar un acceso igualitario a los derechos
anteriormente citados, es decir, para compensar las desigualdades naturales creadas por
las ventajas y desventajas de clases, etnia y religión que caracterizan las diferencias
sociales de los individuos desde sus inicios. Se pedía así que el Estado garantice el
acceso a la educación, el trabajo, la salud, la protección social, etc., creando las
condiciones sociales que posibiliten un ejercicio real de las libertades en una sociedad
donde no todos los hombres nacen iguales. La universalización del sufragio y el
reformismo social permitieron que las constituciones liberales del siglo XIX pudieran
encajar estos derechos. El movimiento obrero y las ideologías de corte internacionalista
impulsaron definitivamente la consciencia de la necesidad de extender a todos los
ciudadanos, y de forma progresiva, el derecho de educación, al trabajo, a una salud
garantizada por el estado, etc.
Los llamados “derechos de la solidaridad” constituyen una tercera generación que se
concretiza en la segunda mitad del siglo XX. Esta vez, su motor impulsor será la acción

7
Véase Manuel Maceiras, “Tecnociencia y política de derechos humanos”, en Graciano González.

6
de determinados colectivos que reclaman legítimos derechos. Se comienzan a
configurar en forma de declaraciones sectoriales que protegen los derechos
determinados grupos discriminados ya sea por condición sexual, edad, género, étnica,
religión, entre otras. En las dos últimas décadas del siglo, estos derechos han ido
cobrando un papel cada vez más importante, y gracias a ellos se ha desarrollado
concepto de diálogo tales como el respeto y la conservación de la diversidad cultural, la
protección del medio ambiente, la conservación del patrimonio cultural de la
humanidad, etc. Estas políticas, son el reconocimiento de un contexto en el que surgen
nuevas necesidades humanas y donde estas exigencias obligan a desarrollar nuevos
derechos que garanticen el acceso universal a formas más avanzadas de ciudadanía y
civilidad, de libertad y de calidad de vida. La globalización económica, así como la
ideológica y simbólica, la transición de la sociedad de información a la sociedad del
conocimiento, la integración del mundo a través de la extensión universal de los medios
de comunicación de masas, así como los fenómenos de multiculturalismo provocado
por los flujos migratorios, son claros síntomas de que algo sustancial está cambiando.
Estas nuevas condiciones permiten que vayan cristalizando nuevos derechos que aspiran
a concretarse en Declaraciones como las anteriores de los derechos civiles y políticos y
de los derechos económicos, sociales y culturales. Se reivindica el derecho a la paz y a
la intervención desde un poder legítimo internacional en los conflictos armados; el
derecho a crear un Tribunal Internacional que actúe en los casos de genocidio y
crímenes contra la humanidad; el derecho a un desarrollo sostenible que permita
preservar el medio ambiente natural y el patrimonio cultural de la humanidad; el
derecho a un mundo multicultural en el que se respeten las minorías étnicas, lingüísticas
y religiosas; el derecho a la libre circulación de las personas, no sólo de capitales y
bienes, que permita condiciones de vida dignas a los trabajadores inmigrantes.(3) Este
conjunto de derechos va tomando forma en las últimas décadas, y abre el camino para
un gran reto añadido en el siglo XXI: las nuevas formas que cobran los derechos de
primera, segunda y tercera generación en el entorno del ciberespacio, es decir, la cuarta
generación de los derechos humanos.

La libertad de expresión como derecho de cuarta generación


Quizá uno de los aspectos más relevantes de la tecnología en relación a los derechos
humanos hace referencia a la libertad de expresión. En este contexto no sería sólo uno
de los derechos humanos fundamentales, sino también una condición de posibilidad

7
para la defensa y el desarrollo de los demás derechos. En un nuevo orden en el que la
información se convierte en el recurso estratégico por excelencia, la falta de libertad de
expresión hace que la vida humana pierda una de sus características más sustantivas.
También surgen otras libertades esencialmente relacionadas con la anterior, a saber, la
libertad de pensamiento en todas sus manifestaciones, y la libertad de buscar y recibir
información. Esto ya aparece reconocido en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948, donde cobra un papel fundamental el reconocimiento de la libertad
de pensamiento, de conciencia y de religión (art. 18), la libertad de investigar y de
recibir información (art. 19), y la libertad de opinión y de difundirla sin limitación de
fronteras, por cualquier medio de expresión (art. 19).
El hecho de que Internet se haya democratizado y convertido en una infraestructura
técnica orientada a proporcionar una cobertura de comunicación accesible y de ámbito
global, hace que la libertad de expresión y el resto de las libertades asociadas a ella
deban aplicarse en toda su extensión a las actividades personales que se llevan a cabo en
la red. Se produce una transformación, y estos nuevos mecanismos de comunicación
cobran una relevancia que no poseen los medios tradicionales de comunicación.
Teóricamente cualquiera puede exponer sus opiniones a través de estos medios. En la
práctica, sólo los grandes grupos de la comunicación y aquellos que componen los
variados mecanismos del poder social tienen la posibilidad real de hacer oír su voz. Por
el contrario, en Internet es posible comunicar una información o un mensaje de manera
sencilla y rápida, de modo tal que pueda ser vista instantáneamente en todos los
rincones del globo. Cualquiera puede crear sus páginas Webs, Blogs y difundir sus ideas
a través de ella, participar activamente en foros de discusión, enviar y recibir mensajes
de correo electrónico a un número extraordinariamente alto de usuarios con un costo
prácticamente nulo. En la red, cualquier ciudadano se convierte en emisor y receptor al
mismo tiempo, y la interactividad y la participación se revelan como las reglas básicas
del juego. Con la llegada de Internet, los métodos de acceso y difusión de información
han cambiado radicalmente, con grandes consecuencias para las personas, la sociedad
civil y los gobiernos.
Comienzan a surgir comunidades de intercambio basadas en fenómenos socio-
tecnológicos que transforman el concepto de negocio y de intercambio de bienes,
poniendo en jaque el sistema de mercado y la separación de roles entre productor y
consumidor. Estas características son ajenas a la forma tradicional de hacer negocios.
Los medios tradicionales que son interactivos no tienen un gran alcance, y los que

8
poseen este alcance son de uno a muchos, es decir asimétricos y escasamente
interactivos. No permiten tampoco una relación P2P (peer to peer, esto es, negocios
entre usuarios sin intervención de una empresa que venda o preste un servicio a un
consumidor), lo que resulta técnicamente sencillo y hasta natural en Internet. Los
nuevos medios reúnen las características de alcance, anonimato, interactividad y
reproductibilidad. Dichas características crean la necesidad del desarrollo de una ética
on-line que dé razón de los intercambios humanos que se producirán sin mediación de
una presencia física, en el contexto del ciberespacio. Sin una pluralidad de fuentes no
podríamos hablar con propiedad de libertad de pensamiento, conciencia o religión. Sin
acceso a medios de alcance internacional no tiene sentido hablar de libertad de opinión
y de difusión de las mismas sin limitación de fronteras. Sin el desarrollo de una nueva
ética, no se podrá profundizar en los usos solidarios del poder que las nuevas
tecnologías ponen al alcance de nuestras manos.

Antecedentes Legislativos
En los últimos años se ha podido ver cómo el interés regulador de la libertad de
expresión por parte de los gobiernos se ha centrado también en Internet. En regímenes
dictatoriales o en los que los derechos civiles no están plenamente reconocidos se
intenta frecuentemente censurar el acceso a la Red con la excusa de la defensa de los
valores culturales autóctonos frente a modelos de vida extranjeros. En muchos casos, el
envío de correo electrónico al extranjero o la consulta de páginas Web no autorizadas
traen consigo distintos tipos de penas, algunos ejemplos de ello son los siguientes casos:
Actualmente en China, la represión se lleva a cabo a través de las regulaciones que
limitan la libertad de expresión y de acceso a la información. Una de estas medidas es la
implantación de cortafuegos (firewalls), barreras informáticas que impiden la consulta y
la visualización de cualquier tipo de páginas Web de dominios extranjeros no
autorizados por el gobierno. Antes de entrar por primera vez en Internet todo ciudadano
chino está obligado a rellenar un exhaustivo formulario, de tal manera que se garantiza
la plena identificación del usuario en la red, el control gubernamental de cualquier tipo
de acceso o intercambio de información. Por si dicho control no fuera suficiente, se
hace responsables a los proveedores de acceso a Internet de las actividades que los
usuarios lleven a cabo a través de los mismos, y están obligados a colaborar con las
autoridades y con la persecución de dichas actividades subversivas. Se parte de un
principio de presunción de culpabilidad del internauta, considerándole un enemigo

9
potencial del Estado, y se institucionaliza una nueva forma de censura aún más
sofisticada que aquellas que tradicionalmente han caracterizado a los regímenes
dictatoriales.
Otros países han adoptado también medidas legislativas que limitan el ejercicio de los
derechos civiles a través de las autopistas de la información. Los estados miembros de
la ASEAN (Asociación de países del Sudeste Asiático) formada por Brunei, Indonesia,
Vietnam, Singapur, Filipinas, Tailandia y Malasia, firmaron en 1996 un protocolo por el
que establecían un marco de cooperación para limitar el acceso a Internet a sus
ciudadanos. El argumento utilizado fue la necesidad de defender las tradiciones
culturales y morales de dichos países frente a la decadencia moral de Occidente,
evitando así la exposición de sus ciudadanos a contenidos informativos que podían
generar dudas con respecto a la legitimidad de sus regímenes y gobernantes. Los
propios proveedores de acceso a Internet aparecen como responsables de las acciones
que los usuarios puedan desarrollar en Internet, por lo que se convierten en nuevos
policías de la red.
El gobierno de Vietnam también tomó medidas legislativas conducentes a implantar la
censura previa de cualquier página Web proveniente del extranjero. Todos los
proveedores nacionales se conectan a través de una pasarela dotada de un sistema de
filtrado que depura el acceso a cualquier contenido que no resulta del agrado del
gobierno. También en otros países de otras regiones del globo se están implantando
sistemas de cortafuegos y filtrado que suponen un serio riesgo para la libertad de
expresión, y que sirven además para crear una cortina de secretismo sobre las acciones
de dichos gobiernos, en contra del espíritu de transparencia que rige, al menos en teoría,
el espíritu de la vida social y política en las sociedades democráticas8.

Propuesta de Declaración de los Derechos Humanos en el Ciberespacio


Se debe a Robert B. Gelman la redacción en 1997 de una propuesta de Declaración de
los Derechos Humanos en el Ciberespacio9, basada en los principios que inspiran la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1948. El
documento mencionado puede ser entendido como una serie de propuestas que intentan
8
Véase Javier Villate, “La libertad de expresión en Internet: retos y amenazas”. Este artículo y otros
materiales del sitio Web de Fronteras Electrónicas (Free), (www.arnal.es/free/docs) tienen un valor
inestimable para la elaboración de este texto. Esta asociación está dedicada a la defensa de la libertad de
expresión en Internet, y el autor se hace solidario con dicha orientación.
9
Posteriormente, en el año 2008, se realizaron acotaciones y correcciones a la original propuesta en virtud
del 60° Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La nueva Declaración de
Derechos del Ciberespacio fue debatida por especialista de Europa y América.

10
ser un punto de partida para un debate sobre la defensa y promoción de los derechos
humanos en el entorno virtual que han creado las redes temáticas, además de ser la
expresión de un espíritu de compromiso voluntario que pueden tomar tanto individuos
como organizaciones con respecto a sus acciones políticas en la sociedad de la
información. El objetivo que se persigue es hacer de este entorno virtual un espacio en
el que se promuevan lo más noble del pensamiento y de los ideales humanos, así como
un nuevo tipo de concepto de ciudadanía que ayude a promover una ética solidaria.
En algunos de sus puntos se hace referencia a nuevas versiones o modalidades de
derechos tradicionalmente aceptados, que cobran en el nuevo espacio on-line una
importancia especial, amplificando tanto los riegos para su defensa como las nuevas
posibilidades de promoción y desarrollo. En otros puntos se presentan derechos que
están basados en las nuevas vías para la libertad de expresión y de asociación (por
ejemplo, en colegios invisibles, comunidades virtuales, comunidades de intercambio
tipo Napster10, etc.) que surgen al abrigo de las nuevas tecnologías. En su filosofía se
advierte también la cautela frente a dos posiciones antagónicas. Por una parte, la de
aquellos que confían ciegamente en la tecnología y en el carácter determinista del
cambio social, ignorando que la tecnología encubre en las formas que adopta, los
intereses, visiones del mundo y expectativas de los grupos sociales que las promueven.
Por otra parte, la actitud de aquellos que no encuentran en el cambio tecnológico
motivos de esperanza, ni detectan que una parte importante del futuro de la humanidad
se juega en el terreno del desarrollo, implantación y extensión a todas las personas de
tecnologías próximas a las necesidades humanas y respetuosas con su dignidad.
En el preámbulo de esta declaración se destacan varios factores que justifican dicha
iniciativa. En primer lugar, las autopistas de la información representan un camino
abierto para la potencial mejora de la condición humana, para la libertad, la justicia, la
igualdad y la paz mundial, acercando a las personas más allá de las fronteras y creando
un entorno en el que la diferencia no es vista como un elemento amenazador. La
transición de una sociedad basada en la propiedad y la fuerza de los bienes de consumo
a otra basada en la información crea nuevas estructuras de poder. Sin embargo, también
tiene el potencial de discriminar a quienes no tienen acceso a los medio telemáticos, y
también a aquellos que no poseen el conocimiento para hacer uso de los mismos.

10
Napster era un servicio de distribución de archivos de música (en formato MP3) Uno de los pioneros
de las redes P2P de intercambio creado por Shawn Fanning. Su popularidad comenzó durante el año
2000. Su tecnología permitía a los aficionados a la música compartir sus colecciones de MP3 fácilmente
con otros usuarios, lo que originó las protestas de las instituciones de protección de derechos de autor.

11
También se denuncian los intentos llevados a cabo por diversos gobiernos de afirmar su
autoridad y valores en este espacio no regulado y no localizado, sometiéndolo a sus
reglas, leyes y valores específicos. En la mayoría de los casos esto se hecho sin tomar
en consideración los contextos culturales, las creencias religiosas o las circunstancias
económicas de sus habitantes. Se reconoce que todas las personas tienen derechos
inalienables relativos a la libertad de expresión, y que en una sociedad global, los
derechos humanos se deben extender para incluir el acceso a la educación y el derecho a
estar conectados libre y universalmente a las redes telemáticas. Por último, se señala
que es vital promover la difusión de información, como un recurso que, al compartirse,
se multiplica, en lugar de dividirse entre sus poseedores, que no se degrada con el uso,
no se consume, sino que adquiere una mayor calidad cuando se difunde y se comparte, y
cuyo valor no se relaciona directamente con su escasez. El valor de los bienes materiales
está en función de la abundancia o escasez de los mismos. Sin embargo, el sector de la
información y el conocimiento obedece a una lógica diferente. Internet es valioso
porque mucha gente tiene acceso a dicho recurso, y existe una extraordinaria
abundancia de información. Si sólo unos pocos tuvieran acceso a la Red, también sería
escasa – y, por ende, poco valiosa – la información en ella disponible. Paralelamente,
mi correo electrónico es valioso cuando muchos otros usuarios también lo poseen. Si yo
fuera el único poseedor de dicha tecnología, no podría enviar a ni recibir de nadie
información. Cuantos más usuarios acceden al servicio, mayor es el valor del mismo
para todos11.

11
Para más referencias al respecto, véase Javier Bustamante, ¿Sociedad informatizada, sociedad
deshumanizada? Madrid: editorial Gaia, 1993.

12
Reflexión Final
En la actualidad, no es posible ignorar los aportes que nos brindan las Tecnologías de la
Información y la Comunicación, pero al mismo tiempo se torna necesario abordar dicho
fenómeno desde la complejidad que le es propia. Es fundamental elaborar un análisis
abarcador de los aspectos éticos, jurídicos y políticos que la tecnología trae consigo para
poder modernizar el ordenamiento jurídico vigente ajustándolo a las necesidades que la
sociedad de la información demanda. Sólo a través de una regulación acorde a los
sucesos que inevitablemente ya han cambiado la naturaleza misma del diseño y
circulación de la información se podrá brindar un verdadero mecanismo de protección
de los Derechos Humanos de Cuarta Generación, que se relacionan con la incorporación
de las nuevas tecnologías.
Más allá de que el presente informe es meramente descriptivo, en referencia a la
temática estudiada, se desprenden del trabajo conclusiones relevantes respecto del
avance de los Derechos de Cuarta Generación, en los recientes debates sobre
problemáticas jurídicas, éticas, políticas, entre otras. Por su parte, como se ha podido
observar, existen algunos intentos de regulación en el orden internacional de este tipo de
derechos, sin embargo, es claro que las propuestas recién se inician, y requieren aún de
un profundo debate que pueda aclarar y dilucidar cuestiones que son polémicas en la
actualidad.
En definitiva, esta propuesta de Declaración de los Derechos Humanos en el
Ciberespacio, como otras que han surgido posteriormente, son un buen ejemplo de
aplicación de los Derechos de Cuarta Generación, y aparecen como un intento de norma
común reguladora con el fin de que cada institución que regule o actúe en el entorno del
sector de la información y el conocimiento, se esfuerce por promover el respeto por
estos derechos y libertades, asegurando mediante medidas orientadas tanto al
ciberespacio como al mundo físico, su reconocimiento y observancia universal, es decir,
por parte de proveedores de servicios, usuarios individuales, organizaciones privadas e
instituciones públicas.

13
Bibliografía
Bobbio Norberto, “El problema de la guerra y la vía de la paz”. Barcelona. Gedisa,
1992.

Bustamante Donas Javier, “Derechos humanos en el ciberespacio”, en Graciano


González, “Derechos Humanos: La condición humana en la sociedad tecnológica”.
Madrid. Tecnos, 1999.

Bustamante Donas Javier, “¿Sociedad informatizada, sociedad deshumanizada?”


Madrid. Gaia, 1993.

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García Emilio, “Derechos humanos y calidad de vida”, en Graciano González,
“Derechos Humanos: La condición humana en la sociedad tecnológica”. Madrid.
Tecnos, 1999.

González Graciano, “Derechos Humanos: La condición humana en la sociedad


tecnológica”. Madrid. Tecnos, 1999.

Kleinsteuber, H., “El surgimiento del ciberespacio: la palabra y la realidad”, en Vidal


Beneyto, J., “La ventana global”. Madrid. Taurus, 2002.

Queraltó Ramón, “El caballo de Troya al revés: Diseño de una estrategia ética en la
sociedad tecnológica”. Actas del III Congreso de la Sociedad de Lógica, Metodología y
Filosofía de la Ciencia en España. San Sebastián. UPV/EHU, 2000.

Formato Digital
Brunner,   J.J.:  Cibercultura:   la   Aldea   Global   dividida  en   Internet: 
http://www.geocities.com/brunner_cl/cibercult.html

Bustamante Donas J.”Hacia la Cuarta Generaciòn de Derechos Humanos: repensando la


condición humana en la sociedad tecnológica”. Revista Iberoamericana de Ciencia,
Tecnología, Sociedad e Innovación. Nº1/2001. http://www.oei.es/revistactsi/numero1/

Concepto de Napster en Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Napster

14
INFOÉTICA 2000. Tercer Congreso Internacional de la UNESCO sobre los desafíos
éticos, jurídicos y societales del ciberespacio.http://webworld.unesco.org

NAYA. Noticias de Antropoloigía y Arqueología http://www.naya.org.ar/articulos/

Torrado Jesús Lima, “Ciberespacio y protección de los Derechos: ¿Hacia una


cibercultura de los derechos humanos?”. Cuadernos Electrónicos de Filosofía del
Derecho. núm. 5-2002. Publicado en Internet: http://www.uv.es/CEFD/5/lima.html

Villate Javier, “La libertad de expresión en Internet: retos y amenazas”. Web de


Fronteras Electrónicas (Free). www.arnal.es/free/docs

15
Índice
Introducción…………………………………………………………………………....2

Desarrollo……………………………………………………………………………….3
Concepto de ciberespacio……………………………………………………..…4
Relevancia actual del problemática del ciberespacio en relación con los derechos
humanos………………………………………………………………….………4
La necesidad de una cuarta generación de Derechos Humanos…………………5
La libertad de expresión como derecho de cuarta generación…………………...7
Antecedentes Legislativos…………………………………………………….....9
Propuesta de Declaración de los Derechos Humanos en el Ciberespacio……...10

Reflexión Final…….…………………………………………………………………..13

Bibliografía…………………………………………………………………………….14

16

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