factor humano
Administración profesional
de proyectos en México:
¿mito o realidad?
Eduardo Alvin Gonsenheim Paillés
Tan importante ha resultado ser esta
práctica profesional que diversas
instituciones educativas estadounidenses
ofrecen programas de estudio a nivel
licenciatura, maestría y doctorado.
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La administración profesional de proyectos no
es una práctica generalizada en nuestro país.
Tal aseveración podría parecer razonable si nos
basamos en las cifras que publica el Project
Management Institute (PMI) en su página web
(www.pmi.org):
4 Al finalizar enero del 2007, había poco más
de 212 mil miembros certificados a nivel mun-
dial. Dentro de la región latinoamericana se
contaba con 7,169 miembros certificados.
4 De acuerdo con la información proporcionada
por el ingeniero Gerardo Sierra, presidente
del Capítulo del pmi en México, en nuestro
país contamos con alrededor de 900 profe-
sionales certificados por esta organización.
4 La mayoría de los miembros certificados
del pmi se localizan en Norteamérica (59
por ciento). Estados Unidos tiene más de
110 mil profesionales certificados, en tanto
que Canadá tiene aproximadamente
14,332. Estas cifras resultan abrumadoras
al compararse contra los 900 miembros
registrados en los cuatro capítulos del
PMI establecidos en nuestro país: México,
Monterrey, Guadalajara y Puebla.
¿Por qué tomar al pmi como referencia?
Esta organización afirma ser la mayor asociación
de administradores de proyectos en el mundo
n ov i e m b r e • d i c i e mbre 2007
y tiene su sede en Estados Unidos de América.
Fue fundada en 1969 y actualmente cuenta con
presencia en más de 90 países.

Tan importante ha resultado ser esta prác-

tica profesional que diversas instituciones
educativas estadounidenses ofrecen progra-
mas de estudio a nivel licenciatura, maestría
y doctorado, de los que egresan profesiona-
les en administración de proyectos. Canadá,
Francia y Australia son otros países que ejer-
cen esta práctica.

Irlanda, China, Sudáfrica, España, Reino

Unido y Dubai (Emiratos Árabes), cuentan con
instituciones a nivel superior que están trami-
tando su acreditación como Centros Globales
de Acreditación para Administradores de Pro-
yectos (gac Accreditation).

Podríamos tratar de justificar las bajas cifras ment Professional”

de México y comparar nuestro nivel de matrí-
cula en el pmi contra el de algún otro país que
estuviera peor, sin embargo, no debemos olvi-
dar que el vecino del norte continúa siendo
nuestro principal socio comercial.
¿Cuáles podrían ser las causas de una
matrícula tan baja?
En el pasado, la falta de difusión y el desco-
nocimiento sobre esta disciplina, confinada
principalmente al ámbito de los proyectos de
ingeniería y construcción, pudieron ser algunas
de las causas para esta situación.
Hoy en día se puede observar una creciente
oferta de cursos de formación en administra-
ción de proyectos. Una búsqueda en Internet,
utilizando Google, especificando las palabras
“Curso de Administración de Proyectos”, arrojó
casi 1.6 millones de resultados para páginas
web de México. Otra consulta con el mismo
motor de búsqueda, especificando las palabras
“Certificación pmp”, acotada también para pági-
nas web en México, arrojó 9,080 resultados. Por
lo anterior, podríamos afirmar que ya no se trata
de falta de oferta de capacitación.
Quizás el problema radica en cubrir los requi-
sitos para convertirse en un “Project Manage-
o PMP, pues hay que acre-
ditar cierta experiencia profesional y capacita-
ción, así como pagar y presentar un examen de
conocimientos.
Y eso… ¿nos afecta?
Si el conocimiento y práctica de esta disciplina
es muy importante para el principal cliente
de México en el ámbito de las exportaciones,
mal haríamos dejándola de lado, pues en este
mundo globalizado muchos países desearán
hacerse cargo de aquellos negocios que no
podamos atender por falta de dicha certifica-
ción.
A nivel individual, afecta en la medida en
que exista una demanda para profesionales
certificados por el pmi, y no pueda ser satisfe-
cha debido a la baja matrícula en nuestro país.
Eventualmente, pueden encontrarse anuncios
en las bolsas de trabajo norteamericanas, como
Monster.com y Yahoo!, Hotjobs, en donde apa-
recen ofertas de empleo solicitando profesio-
nales certificados por el pmi para venir a trabajar
a México. Esto representa un claro ejemplo de
la pérdida de oportunidades de empleo por
falta de una certificación profesional, a pesar
de que se cuenta con talento local para ocupar
tales puestos.

27 factor humano

El pmi es una agrupación
profesional que recopila,
documenta y difunde prácticas
con gran reconocimiento
internacional.
Como sociedad nos afecta, toda vez que el
PMI es una agrupación profesional que reco-
pila, documenta y difunde prácticas con gran
reconocimiento internacional. El conocimiento
y aplicación de tales prácticas nos permitiría lle-
var a cabo una administración de proyectos más
efectiva, eficiente y eficaz. Por lo tanto, estaría-
mos utilizando nuestros recursos con mayor
racionalidad.
¿Cómo puede corregirse este
problema?
Propongo cuatro líneas de acción:
1. Incrementar la matrícula de profesionales
certificados en administración de proyectos.
Particularmente, para el caso de los proyec-
tos de inversión realizados por el gobierno
federal, los gobiernos estatales y municipa-
les, debería ser obligatorio contar con admi-
nistradores de proyectos certificados por el
PMI. Esta disposición tendría efectos inme-
diatos incentivando la matrícula nacional de
profesionales certificados en administración
de proyectos. Eventualmente, este talento
podría permear desde el sector público hacia
el sector privado. Lo anterior no impide que
a nivel privado se busquen incentivos para
incrementar la matrícula de profesionales en
este campo de acción.
2. Adoptar prácticas profesionales que permitan
mejorar la gestión de proyectos en el sector
público. Sería deseable desarrollar, adaptar
o adoptar alguna metodología de adminis-
tración de proyectos adecuada para nuestro
entorno. Podemos tomar como ejemplo el
caso del gobierno británico, que cuenta con
28
su propia metodología para administrar pro-
yectos. En 1989 la ccta (Central Computer and
Telecomunications Agency) estableció el uso
de un instrumento denominado Prince2, cuyo
significado es “Projects In Controlled Environ-
ment”.1 Esta metodología tiene gran acepta-
ción en el Reino Unido y ha sido adoptada
como estándar para administrar proyectos
relacionados con los sistemas de información,
inclusive dentro del sector privado.
3. Reconocer la importancia que tiene la for-
mación profesional sobre administración de
proyectos. Si ya resulta factible encontrar
presencia de materias optativas sobre admi-
nistración de proyectos dentro de algunos
programas de licenciatura que ofrecen uni-
versidades públicas y privadas en nuestro
país, muy pronto deberíamos contar con una
oferta académica más sólida.
   No es suficiente cursar una o dos mate-
rias con esta especialización, cuando un
programa de licenciatura frecuentemente
incluye 40 o más asignaturas. Por otra parte,
si se dejan al final de la carrera como mate-
rias optativas, puede suceder que los estu-
diantes ya estén trabajando y solamente las
cursen para obtener los créditos necesarios
a fin de obtener su título profesional. Incre-
mentar el número de materias dedicadas
a esta disciplina y ubicar su programación
dentro de los primeros años de los planes
de estudio, puede resultar benéfico para la
práctica profesional.
   También podríamos pensar en contar con
un programa de Maestría en Administración
de Proyectos. Por ejemplo, Costa Rica, un
país cuyo pib en el año 2004 equivalía al 2.72%
del PIB de México en el mismo periodo,2 ya
cuenta con un programa de maestría avalado
por el PMI, que imparte la Universidad para
la Cooperación Internacional (http://www.
uci.ac.cr) bajo las modalidades presencial y
a distancia.
1
“Proyectos en un entorno controlado” Para mayor
información sobre la metodología Prince2, puede consul-
tarse el sitio http://www.prince2.com
2
Para el año 2004, el PIB de Costa Rica fue de 18,395.3
millones de dólares. Para el mismo año, el pib de México
fue de 676,495.3 millones de dólares. Datos de la Comisión
Económica para América Latina (cepal), disponibles en:
http://www.eclac.cl
n ov i e m b r e • d i c i e mbre 2007
4. Conformar un acervo documental que sirva
como referencia para realizar futuros pro-
yectos. Todos los éxitos y fracasos deri-
vados de la ejecución de proyectos en el
sector público deberían documentarse bajo
lineamientos y formatos estandarizados,
para constituir una base de conocimientos
que sea públicamente accesible para redu-
cir el tiempo de aprendizaje y mejorarlo.
¿Qué resultados podríamos esperar?
Administrar los proyectos con profesionalismo
contribuirá para que éstos concluyan dentro del
tiempo previsto, con los costos presupuestados
y los alcances estipulados.
El costo de los proyectos emprendidos por
el gobierno es cubierto por la sociedad en
su conjunto, a través del pago de impuestos,
mediante incrementos a la deuda pública o
dedicando parte de los ingresos derivados de la
explotación petrolera que pudieran destinarse
a otras cuestiones más apremiantes. Cualquiera
de estas alternativas planteadas para el finan-
ciamiento de los proyectos públicos, supone
un sacrificio por cuenta de los ciudadanos de
este país, ya que resulta necesario intercambiar
nuestras posibilidades de consumo en el pre-
sente, en espera de recibir mayores beneficios
en el futuro.
Si, debido a una deficiente administración,
un proyecto no concluye a tiempo o cuesta más
de lo que originalmente fue considerado, o
requiere de recortes en su alcance, el perjuicio
de tales consecuencias recaerá sobre la socie-
dad en su conjunto.
Administrar profesionalmente los proyectos
que son emprendidos en nuestro país debería
ser un tema de interés nacional. Si así fuera, muy
pronto se abriría una ventana de oportunidad
para quienes desean dedicarse a la formación
de profesionales en esta materia, así como para
quienes desean convertirse en profesionales en
administración de proyectos.
El costo de formación para los administrado-
res profesionales podría recuperarse a partir de
los ahorros producidos por una eficiente ges-
tión de los proyectos, provocando un efecto de
capacitación autofinanciable. Entonces, ¿qué
estamos esperando para actuar?
L.A. Eduardo Alvin Gonsenheim Paillés
Subgerente de atención a usuarios de TI en la
Conagua
Especialista en Administración de Proyectos
edgonsenh@yahoo.com
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