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BOBAL

http://www.vilaviniteca.es/index.asp?URL=./productos_servicios/tipos_uva/
La Bobal rompe con los estereotipos de las cepas tintas españolas por su grado alcohólico
relativamente bajo, en torno a los 11 grados, y su elevada acidez (5,5 a 6,5 de tartárico). Domina el
viñedo de la región valenciana de Utiel-Requena, donde representa más del 90 por ciento de la
superficie cultivada. Variedad altamente productiva, puede llegar a dar entre 60 y 70 hectólitros por
hectárea asentada en suelos profundos y frescos. Conocida también como Tinto de Requena, Requení
o Provechón, sus vinos se caracterizan por un intenso color cereza oscuro con ribetes granates
violáceos; en nariz aparecen matices ligeramente herbáceos; y en boca resaltan los taninos y la
acidez. Se emplea también para la elaboración de rosados, bastante finos y afrutados, y de sabor
fresco. La zona de Utiel-Requena, situada hacia el interior, goza de un clima en el que se cruzan las
influencias mediterráneas con rasgos más continentales que se traducen en fuertes oscilaciones de
temperatura entre el día y la noche. Por su gran resistencia y rusticidad, la Bobal se adapta
perfectamente al rigor climático de la comarca. Sus sarmientos largos y ramificados pueden llegar a
cubrir totalmente el suelo, manteniendo así el frescor y la humedad necesarios para soportar la sequía
estival. Brota más tarde que otras variedades tintas como las Monastrell, Garnacha y Tempranillo,
con lo que se protege del riesgo de heladas primaverales. Aunque no está claro su origen, puede
considerarse como variedad autóctona, pues fuera de Valencia apenas ocupa una mínima extensión
en las zonas limítrofes de La Mancha, Murcia y Alicante (aquí participa en la elaboración de tintos
junto a la Garnacha y la Monastrell), y en las comarcas vitícolas aragonesas de Campo de Borja,
Calatayud, Cariñena y Valdejalón. Se tiene constancia de su presencia en la región desde el siglo XV
y en esta época aparece ya citada en la obra de Jaume Roig, Espill o llibre de les dones. Según
explica Juan Piqueras en su obra Historia y guía de los vinos valencianos, a mediados del siglo
pasado comenzaron a llegar a Utiel-Requena comisionistas franceses y catalanes atraídos por las
buenas posibilidades que ofrecía la Bobal como vino de mezcla, gracias a su sabor bastante neutro y,
sobre todo, a la fuerza de su color. Existía una demanda bastante grande por parte de elaboradores
nacionales y los vinos se enviaban además a Francia, Alemania y Suiza. Más tarde, con la llegada de
la filoxera, su papel se revalorizó aún más y dio lugar a plantaciones masivas de la variedad. La
bobal resistió la plaga mucho mejor que otras cepas de la comarca y la Sierra de Las Cabrillas hizo
de cortafuegos que evitó su propagación hacia el viñedo de Requena. Esta época verá también la
introducción de la cepa en Francia, en la zona del Rosellón, donde todavía subsiste. En el Aude se la
bautizó como Carignan Espagnol y acabó confundiéndose con la Beni-Carlo, que recibe el mismo
nombre en el país vecino. Por entonces, la Bobal se utilizaba sobre todo para elaborar vinos de pasto
destinados a mezclas, ásperos y con un alto contenido en taninos. No importaba tanto la calidad
como que el vino tuviera el mayor color posible y la suficiente graduación para aguantar el viaje a
Francia. Esta situación se prolongó hasta bien entrados los ochenta y, todavía en 1986, el 90 por
ciento de la cosecha de la comarca se vendía a granel. A partir de entonces nacen algunas iniciativas
de crianza en madera y se elaboran vinos de marca en mezcla con Tempranillo, Garnacha y
Monastrell.
Cerrogallina 2008

D.O. Utiel-Requena
Raïm: boval
Celler: Cerro Gallina. Campo Arcís. Requena (Vila-real, Castelló)
Enòleg: José Hidalgo
Criança: 18 mesos bóta roure francés
Grau alcohòlic: 14%
Preu: 13,75 €

CerroGallina es un pequeño y singular viñedo en vaso de 6 hectáreas, que cuenta con una edad de 90
años, donde se cultiva artesanalmente la variedad tinta Bobal.
Con una exigua producción menor a medio kilogramo de uva por cepa, se obtiene este excepcional
vino, que ofrece lo mejor de esta uva autóctona, donde la fruta varietal, potencia, frescura y
equilibrio en la boca son sus principales rasgos de tipicidad; todo ello unido a una larga estancia de
18 meses en barricas nuevas de roble francés de grano fino y una posterior maduración en botella,
que terminan de definir su personalidad y singularidad.
El vino se embotelló sin ningún tratamiento de clarificación o de estabilización alguno, por lo que es
posible que con el tiempo pueda aparecer un sedimento natural de materia colorante o de tartratos,
que es inequívoco signo de pureza e integridad.
Evolucionará positivamente en la botella durante los próximos 10 años. Conservar en un local fresco
(12º - 14ºC) y oscuro en posición horizontal.

Cerro Gallina: el carácter de ser fieles a la tierra y a la uva.


Cerro Gallina S.L. es un proyecto de viticultura y enología radicado en Campo Arcís, Requena. Su
nombre se debe a que fué concebido a partir de un viñedo situado junto a una colina singular, que en
los mapas topográficos figura como el Cerro Gallina.         
Dándole el mismo nombre al proyecto y a la empresa que al paisaje de referencia del viñedo,
quisimos resaltar desde el primer momento la prioridad que para nosotros tiene todo lo que concierne
a la tierra.
Cuando adquirimos el viñedo, de entre 60 y 90 años de antigüedad, tuvimos que esperar tres años
para vitalizarlo y recuperar su capacidad productiva. Hoy podemos decir que con un uso nulo de
fertilizantes químicos, pero con una atención exquisita en laboreo y poda, y la adición cuidadosa de
abonos orgánicos, mantenemos la viña en un nivel de producción óptimo. Es decir, no más de uno a
dos Kg de uva Bobal por cepa.
De ningun otro modo podríamos esperar un vino excelente de una variedad como la Bobal, de
por sí recia y muy productiva.
El viñedo, en su pequeña extensión de seis Has., tiene una variedad notable de tipos de suelo. En
consecuencia, la labor del equipo está en equilibrar la producción y valorar las proporciones de uva
que entran en la añada.
Este proceso, lógicamente, va seguido de una esmerada vendimia y de un proceso de vinificación
con la más alta tecnología y una elección de materiales (levaduras, barricas etc ) en donde solamente
se atiende a la excelencia.
Todo esto no hace más que responder a la filosofía de nuestro proyecto, que no es otra que ser
fieles a la tierra y a la uva que mejor se da en ella. Nuestra tierra es Requena, y nuestra uva es la
Bobal. En consecuencia, hay que hacer lo necesario para extraer de ella lo mejor de su identidad.
Cada día son más los amantes del vino que disfrutan buscando y encontrando en la copa la
personalidad de cada tipo de uva; y a través de ella, la personalidad de cada tierra.
El paisaje y la tierra de Requena es complejo. En muchas cosas te deja ver a Cuenca y sus serranías
de contrastes duros. En otras te recuerda a La Mancha, con su luz inagotable. Y en otras te  permite
presentir el mar y su olor lento y alegre. Toda esta complejidad está y puede desarrollarse en un
buen Bobal.
Precisamente en nuestro primer vino de Bobal, el “CERROGALLINA 2008”,  hemos querido
aportar todo lo que un enófilo pueda desear de esa variedad. Esperamos haberlo conseguido.
Quisiéramos que al probarlo se pudieran percibir, junto al carácter recio y personal de la uva,
toda la complejidad aromática de la fruta bien cuidada y el sabor lento y duradero de la tierra.

CERRO GALLINA S.L.


A principios del año 2006 concebimos la idea de crear una empresa vitivinícola de pequeño tamaño
pero con una gran ambición: la de elaborar vinos excelentes y dotados de un carácter inconfundible.
Comenzamos por establecer la explotación en un viñedo de Bobal con cepas centenarias, situado
junto al Cerro Gallina, en el paraje denominado “Quinchas del Hoyo” de Campo Arcís (Requena).
En primer término comenzamos el cultivo del viñedo con un doble propósito: conservar el carácter
de las viejas cepas pero llevándolas con criterios modernos de control analítico constante, tanto
de la tierra como de la vegetación. Y al mismo tiempo dirigir la poda encaminando la viña hacia una
producción de calidad incuestionable.
En 2009, tres años después, podemos decir que nuestros propósitos iniciales se han conseguido. La
viña de Bobal ha recuperado el vigor adecuado a la pequeña producción de alta calidad que
necesitamos.
En una parcela apropiada, hemos procedido al arranque para sustituir el Bobal por viñedo de Pinot
Noir sobre espalderas, proceso que se completó en los meses de mayo y junio de 2009.
La combinación del mejor Bobal con uva selecta de Pinot Noir es la esperanza de futuro de Cerro
Gallina S.L. para la elaboración de un vino de alta expresión en el que se perciba siempre la raza
que aporta el viñedo viejo de Bobal.

Apuesta por la bobal CARLOS DELGADO - 19/03/2011 (“El viajero” El País)

Vaya por delante que soy consciente de las dificultades intrínsecas que ofrece la uva tinta autóctona
bobal para conseguir grandes vinos, incluso si se trata de viñas viejas. Lo saben muy bien en la
valenciana Denominación de Origen Utiel-Requena, histórica suministradora de graneles al
insaciable puerto de Valencia con destino a los mercados centroeuropeos y nórdicos. Es un varietal
que produce tintos con mucho color, buena graduación alcohólica y nariz cargada de fruta. Y
sabrosos, pero con la peligrosa tendencia a cierta tosquedad, aspereza y taninos rudos. Por no hablar
de sus desequilibrios en años calurosos, que cada vez son más. Vinos de pasto para mezclas, que se
pagaban a buen precio. Por eso resulta encomiable la labor de algunas bodegas y enólogos,
empecinados en torcerle el brazo a la tradición granelista; o salirse del destino habitual de la bobal: el
rosado. Y sin recurrir, salvo en proporciones muy pequeñas, a otras variedades como Tempranillo,
Syrah (¡la gran correctora!), Merlot, Cabernet o Pinot Noir. Hablo, por ejemplo, de Pablo Osorio y su
excelente labor en Hispano Suizas y Murviedro. Ahora se incorpora Pepe Hidalgo, un enólogo fuera
de serie, asesor de numerosas bodegas. Lo último es este vino de nombre simpático y un punto
disparatado. Servidumbres del marketing basado en la idea de terruño.
Cuestiones nominalistas aparte, Cerrogallina es una apuesta loable por la bobal, asumiendo sus
limitaciones, pero compensadas por la carga de personalidad. Tiene una nariz bien conformada, con
abundante peso de frutillos rojos y negros en sazón, un fondo discreto de tostados y especias, y
oportunas pinceladas sensuales de hierba y flor. La boca, fresca y sabrosa, si bien algo tosca y
prosaica, resulta decididamente sensual. Un buen diseño, que necesita estilizarse.

pepecano 13/03/11

Es una de las variedades que quiero descubrir, los pocos vinos que he catado de esta variedad me han
gustado.
Es de color cereza muy cubierto.
En nariz y sin decantar la fruta esta muy presente ( cerezas guindas, arandanos ), aromas florales,
aromas especiados, ligeros tostados.
En boca le falta tiempo de botella, pero se adivina un vino con corpulencia, es sabroso y fresco,buena
acidez, la madera esta bien integrada, tiene un final medio que cae algo rapido.

Paco Higón 9/01/11

Picota violáceo muy vivo con ribete púrpura. Nariz intensa, con profundidad y una franca expresión
frutal, sobre todo frutilla negra del bosque, algunos tostados, recuerdos a flor morada y un fondo de
regaliz negra. En boca tiene buen ataque, con cuerpo medio, el paso es ligero y fluido, bastante bien
de acidez, con un tanino ligero, dulce y pulido, largo y muy bien definido, con una trama
notablemente ligera. Madurez y extracción que visual y olfativamente son muy evidentes dan paso a
una boca muy fina y con una excelente expresión frutal.

P.F 2009
D.O. Manchuela
Raïm: boval
Celler: Bodegas y viñedos Ponce. Villanueva de la Jara / Iniesta (Cuenca)
Enòleg: Juan Antonio Ponce
Criança: 10 mesos bóta roure
Grau alcohòlic: 14%
Preu: 14,95 €

LA BODEGA
La familia Ponce es propietaria de 22 ha de viñedo en la emergente D.O. Manchuela, donde aplica
una filosofía basada en la vinculación del hombre al viñedo a su trabajo. El pilar de su propuesta es
la casta autóctona bobal, con la que elabora distintos vinos, vinificados de forma diferente en función
del terruño de donde proceden. Recientemente, la bodega ha incrementado su producción con un
viñedo de cepas muy viejas de esta casta (de más de 60 años), para mejorar la calidad de los vinos y
evitar la desaparición de estos viejos viñedos. Todas las parcelas se cultivan de forma tradicional
(vaso), en secano y evitando cualquier tratamiento de origen sistémico o químico.
EL VIÑEDO Y LAS UVAS
Las fincas de Bodegas y Viñedos Ponce se concentran dentro del término municipal de Iniesta,
localidad situada a 870 m de altitud dentro de la provincia de Cuenca. Las duras condiciones
climáticas (veranos calurosos) y las escasas precipitaciones anuales (máximo 400 l/año) obligan a
realizar plantaciones de muy baja densidad, 1.100 cepas/ha. La diversidad de suelos (desde arcillo-
calcáreos hasta calcáreos) donde se ubican las diferentes parcelas de la bodega permite obtener vinos
con caracteres diversos. El viñedo ha sido y sigue siendo trabajado por la familia para poder extraer
toda su esencia y cualidades, del modo que sólo pueden hacerlo quienes han trabajado en esta tierra
durante décadas.
ELABORACIÓN Y CRIANZA
El Pie Franco procede de una pequeña viña (0,5 ha) de 60 años de edad, sin portainjertos, lo que da
el nombre a este vino. El vigor de sus cepas y la textura del suelo, pone de manifiesto el asombroso
potencial de este viñedo. La maduración de la uva transcurre de forma más lenta que en el resto de
las parcelas de Bodegas Ponce, lo mismo sucede con la fermentación alcohólica, que puede alargarse
durante un mes hasta que las levaduras autóctonas son capaces de metabolizar por completo los
azúcares. La fermentación maloláctica transcurre sobre sus lías, en barricas de roble francés de
distintas capacidades. La crianza tiene una duración 10 meses.

DO Manchuela (2000)
Enmarcada entre los valles de los ríos Júcar y Cabriel, la Manchuela se ve favorecida por unas
condiciones edafoclimáticas muy particulares.
Los suelos arcillosos con base calcárea de los sedimentos de ambos ríos recogen y mantienen el agua
de lluvia que cae cuando aún no ha crecido la uva.
La escasa humedad, la ausencia casi total de lluvias entre los meses de mayo y septiembre, y la gran
cantidad de horas de sol recibidas durante su maduración hacen que el riesgo de enfermedades sea
ínfimo, y por lo tanto su calidad no se ve afectada por tratamientos fitosanitarios.
Los viñedos, cultivados en una superficie aproximada de 72.000 hectáreas se ubican a una altitud de
entre 600 y 1.100 metros sobre el nivel del mar en un clima continental, influidos por los vientos
húmedos del  Levante. Las altas temperaturas diurnas producidas por el viento de poniente y el
frescor nocturno de la brisa mediterránea favorecen una maduración lenta y una perfecta formación
de los polifenoles de la uva.
Todo esto, unido a los tradicionales sistemas de cultivo de Manchuela con unas moderadas
producciones, nos dará un marco idóneo para garantizar la personalidad y extraordinaria calidad de
sus vinos.
Vinos blancos: Vinos de atractivo color amarillo muy pálido, brillante, con reflejos verdes, limpios y
transparentes, aromáticos y muy afrutados. Su paso en boca es ligeramente ácido, fresco y picante,
con un postgusto persistente y floral.
Otra variante son los vinos blancos de “fermentación en barrica”, los cuales dan una nariz más
compleja, con una boca estructurada y algo tánica. En definitiva, son unos vinos con buen equilibrio
fruta-madera con una mayor vida en botella.
Vinos rosados: Vinos elaborados a partir de mosto de Bobal y Cencibel, bien varietales o en mezcla,
de bonito color rosa fresa-frambuesa muy brillantes con tonos violáceos que denotan su juventud. De
nariz intensa muy afrutada, con un cuerpo moderado y ligero matiz ácido, son agradables al paladar,
elegantes en boca, con gran frescura y armonía. Unos vinos jóvenes con buena presencia.
Vinos tintos: Elaborados principalmente con las variedades de Cencibel (tinta fina, tempranillo) o
Bobal, son caldos con carácter propio. Su intensidad de color, según la procedencia, oscila entre el
cereza y el rojo guinda con tonos azulados y violáceos muy vivos. De intensos aromas primarios de
carácter frutal, principalmente frutas silvestres rojas (mora, frambuesa,...), su paso por boca es largo,
persistente y amplio de sabores, con una buena carga tánica.

PEÑÍN
P.F 2008 (94) Color cereza, borde granate. Aroma con carácter, expresivo, mineral, roble cremoso,
especiado. Boca sabroso, potente, carnoso, complejo, especiado.
elmundovino
P.F 2007 (tast 2008) De vivo color rojo, posee una nariz muy noble y fragante, con buena expresión
aromática de frutos negros maduros, con matices de hierbas de monte, flores y minerales. En la boca
resulta fresco, con magnífica estructura, taninos dulzones y envolventes y buena persistencia.
Mileurismogourmet.com
P.F. (Pie Franco) 2008 de Bodegas Ponce, un 100% bobal de viñas prefiloxericas de más de 70 años
en Iniesta (Cuenca) perteneciente a la D.O. Manchuela.
Un tinto elaborado de manera tradicional que hace la maloláctica con sus lías para después ser criado
en roble francés usado durante 10 meses.
Se mostró con vivos colores de juventud y, pese al jarreo, una terrible nariz de inicio con potentes
animales y coles de bruselas en ebullición que poco a poco se fueron disipando para dejar paso a los
arándanos, el pimiento verde, monte bajo y un fondo muy especiado.
Aunque evolucionaba con la oxigenación de forma exponencial, creo que hubiera convenido abrirlo,
al menos, una hora antes. Sorprende en todo caso su boca dispar en la que se alternaban una fruta
rústica, casi grosera, con un tanino domesticado hacia lo dulce. Me gustó, si bien yo (tio raro entre
los raros) le pediría un pelín más de acidez y descaro pues pese a que no conozco la variedad me da
que hay razones para esperar mucho de ella en términos de frescura y de este terruño en el futuro, por
no hablar de su joven enólogo, que apunta a figura.
Volviendo a este 2008 diria que pese a atesorar cierta capacidad de evolución en positivo, yo no me
olvidaría de él durante más de un par de años.
Un vino valiente, de elaboración tradicional y respetuosa con el terroir que consigue recuperar y
dignificar una variedad que, como otras, ha sido denostada durante bastante tiempo, y al que
conviene no perder de vista en las próximas añadas.
SYRAH

Es la tercera variedad tinta de un triunvirato de fama en el que comparte honores con la Cabernet
Sauvignon y la Pinot Noir. Aunque más escasos en número, sus mejores vinos se sitúan a la misma
altura que los grandes borgoñas y burdeos (en el pasado se utilizó incluso para mejorar estos
últimos). En el mapa, dos lugares clave para esta cepa que raramente va acompañada de otras
variedades: el sello de la tradición en la zona norte del valle del Ródano y la versión del Nuevo
Mundo en tierras australianas. En ambas se escribe con el sello de unos tintos opulentos, vigorosos,
con cuerpo, gran cantidad de taninos y materias colorantes, un característico aroma a violeta y cassis,
y ligeros toques ahumados, así como una gran capacidad de envejecimiento. No hay que confundir la
variedad, también llamada Petite Syrah con la Grosse Syrah o Mondeuse. La uva de calidad es la
primera. La Syrah se asienta bien en suelos graníticos, guijarrosos e incluso arcillo-calcáreos. Dice
Jancis Robinson que "la Cabernet es al vinificador lo que la Syrah al viticultor", pues esta última
resulta fácil de cultivar y poco vulnerable a las enfermedades, pero es más difícil elaborar con ella
vinos de calidad: Habrá que "controlar los rendimientos, preservar la concentración de aromas en la
vinificación, realizar una fermentación larga, vigilar atentamente la temperatura e, idealmente, criarla
en barricas de roble". Pero el resultado merece la pena. Los elegantes vinos del Ródano van desde los
sabores especiados, minerales y ahumados de un hermitage, al púrpura oscuro y aroma a violeta de
un corte (donde se puede incluir hasta un 20 por ciento de la blanca Viogner) o los más suavizados
crozes-hermitage. Otras denominaciones de la zona son Cornas y St.-Joseph. Más al sur, la Syrah
aporta longevidad, color y sabor a los vinos de Chateauneuf-du-Pape y Gigondas. El origen de la
cepa podría estar en la ciudad persa de Schiraz, en el actual Irán, o bien en Siracusa (Sicilia) por las
sinonimias Sirac, Syra, Sirah y Syrac. Su llegada al valle del Ródano, según una de las teorías
existentes podría haberse producido de manos de los colonos griegos (se encontraron ánforas griegas
en Tain -Hermitage) y Hugh Johnson dice que no se sabe si descenderán ésta o la "Mondeuse de
Savoya de la Allobrogica" citada por Plinio y tan apreciada por los romanos. Mientras, Jancis
Robinson considera que la cepa estaba ya implantada en el Ródano en tiempos de la ocupación
romana. Otra teoría fecha el acontecimiento en el siglo XIII  y se atribuye a un hermitaño el haberla
llevado al Ródano. Australia la recibió probablemente hace un par de siglos, entre las 400 estacas de
viníferas reunidas por James Busy en su viaje a Europa de.l832. En 1840 Sir Walter Macarthur la
describía en sus Cartas sobre la viña como "una uva excelente, robusta, que produce bien y no parece
estar sujeta a accidentes y enfermedades". La Shiraz o Hermitage como se la conoce aquí ha sido la
base principal de los tintos de mesa australianos desde hace un siglo, pero no se ha reconocido como
vino de calidad, digno rival de sus colegas franceses, hasta hace poco. En los años cincuenta Max
Schubert creó para Penfolds el Grange Hermitage, el primer vino de la variedad que se desmarcó por
su calidad. Pero el gran boom vendría en los ochenta. Hoy, frente a vinos más o menos corrientes de
Syrah y Garnacha, Australia elabora monovarietales de gran calidad en Hunter Valley, Coonawara,
Victoria y, sobre todo, en Barossa Valley. En general, en estos syrah de las antípodas destaca más la
fruta y su textura es más suave. Un descubrimiento típicamente australiano ha sido el ensamblaje
entre Syrah y Cabernet Sauvignon, combinando la opulencia especiada de la primera con la
austeridad herbácea de la segunda. La Syrah está también presente desde el siglo XIX en el Midi
francés, sobre todo en el Languedoc-Rusillón y Provenza, convertida en cepa mejoradora  de los
tintos de estas regiones, a los que da estructura y capacidad de envejecimiento. Se encuentra
asimismo en California (Napa, Sonoma, Mendocino, Valle de San Joaquín y San Diego), Nueva
Zelanda (Marlborough y Hawke's Bay), Italia (Toscana y Valle de Aosta), Grecia, Sudáfrica, Brasil,
México y Argentina. En España, donde también empieza a hacer sus primero pinitos, hay un syrah
de lujo con acento australiano: el elaborado por el Marqués de Griñón. Una zona donde la Syrah
puede desarrollar toda su gloria es en las áridas tierras del sureste español. En Jumilla se prepara la
que será compañera de viaje de la Monastrell y que hará que la rápida evolución oxidativa de la
variedad levantina se frene cubriendo el vino de fragancias y especias. Será la futura silueta del
jumilla del tercer milenio; así lo testifican las actuales experiencias de la estación enológica de esta
localidad murciana.

SINONIMIAS: Candive Noir, Entournerein, Hignin Noir, Plan de la Biaune, Schiraz, Sérine,
Sérdne, Sirac, Syra, Syrac, Sirah (Francia), Petite Syrah (Brasil). Hermitage

SAINT-JOSEPH 2008

Zona: Saint-Joseph (Roine)


Raïm: sirà
Celler: Pierre Gonon (Mauves. Ardèche. França)
Enòleg: Jean / Pierre Gonon ¿?
Criança: 18 mesos bóta roure francés
Grau alcohòlic: 13%
Preu: 24,60 €

Fede Vidal 19/12/10


Vino muy disfrutable que muestra la mediana añada en la zona, a pesar de lo cual está muy bien.
El aroma es sumamente interesante, muy fresco y bastante cárnico.
La boca es expresiva, pero de cuerpo ligero y paso muy rápido con poca consistencia
04/07/10
Color frambuesa muy oscuro de capa muy alta.
Aroma potente muy balsámico, frambuesas y moras intendsas, presencia licorosa, café y torrefactos.
Boca ligera, liviana, pasa muy rapido, con poco volumen, acidez buena y bien equilibrada, excelente
expresividad frutal, y regularmente largo.
Vino marcado por su juventud y añada, irá a más. Se detecta la buena elaboración y mimo que ha
tenido. Conviene darle mucho aire.

J_de_Castro 30/09/10
Rojo cereza de capa media.
Comienza desplegando las frutas rojas en sazón (frambuesa y cassis) con algún apunte lácteo.
Aparecen después notas vegetales con algún matiz de regaliz, especias (pimienta), un punto de
ahumados, alguna nota animal y balsámicos. Armónico y conjuntado.
En boca es más bien magro y de ataque vivo, con una muy buena acidez y algunos taninos vivos que
se pulirán en botella. También le auguro una muy buena evolución en botella. Si se quiere tomar ya
es un vino muy vivo que acompañará bien platos recios y pesados (un ragú de ternera, un asado...);
también recomiendo airear bastante.

Paco Higón 12/03/11 22:36

2007: Picota violáceo de buena capa. La nariz comienza con cierto mutismo, y necesita bastante
trabajo en copa para comenzar a despertar, mostrando un cierto carácter medicamentoso, con notas
especiadas, matices densas de violetas, fruta negra en sazón y cierta sensación mineral. En boca tiene
buen ataque, suaves amargos, cuerpo medio, una buena punta de acidez, reaparecen las sensaciones
medicamentosas, el tanino está vivo, con toques terrosos, buena estructura y bastante longitud.

http://www.vilakia.com/2010/05/aprofundint-en-les-arrels-del-domaine.html
Elaborat de la combinació dels millors raïms de les parcel·les de les tres comunes de Tournon,
Mauves i Saint-Jean-de-Muzols. Un negre saborós, ric i profund, sense excés de densitat, digestiu i
de magnífica persistència. Un Syrah de tall clàssic, les notes del qual son especiades i una concreta
despuntada cítrica de taronja fan molt diferenciable el seu nas.
Vallegarcía Syrah 2005
VT Castilla. Montes de Toledo
Raïm: sirà
Celler: Pago de Vallegarcía. Retuerta del Bullaque. Ciudad Real
Enòlegs: Adolfo Hornos, Javier García, Teresa Delgado de Torres
Criança: 12 mesos en bóta de roure francés i 9 en botella
Grau alcohòlic: 15%
Preu: 20 €

http://www.gourmets.net/img_revistas/3035%20Vinos%20Montes%20de%20Toledo.pdf

Descripción de la bodega:
La bodega es probablemente, de las más equipadas y modernas de España. La sala de elaboración
cuenta con 24 depósitos de acero inoxidable de doble camisa para el control de la temperatura de
fermentación y una prensa neumática de última generación. Las uvas estrujadas rebosantes de mosto
entran en los tanques de acero donde son enfriadas hasta los 8ºC y así permanecen durante un tiempo
variable, entre 72 y 96 horas, es lo que se denomina maceración pre.fermentativa en frío y en este
proceso se extrae principalmente aromas frescos de fruta. Luego se inicia la fermentación y durante
21 días el mosto se va convirtiendo en vino, extrayéndose durante este tiempo mediante remontados
más aromas, más color y la estructura que aportan los polifenoles de las pieles de uva. Al finalizar la
fermentación, se prensan orujos y los vinos pasan a las barricas.
Historia:
En 1997 movido por su gran afición a los grandes vinos de Burdeos y Borgoña, D. Alfono Cortina de
Alcocer encarga la reconocido profesor de viticultura australiano, el Dr Richard Smart, proyectar la
plantación de un viñedo en la finca Vallegarcía, situada en los Montes de Toledo.
El primer viñedo se planta en 1999 y la primera cosecha se obtuvo en 2001. Durante los cuatro años
siguientes se evaluó el potencial de calidad de las uvas, elaborando pequeñas partidas de vino en las
instalaciones de la bodega vecina, Dehesa del Carrizal. La calidad de los primeros vinos, reconocida
por prestigiosos críticos, entre ellos Robert Parker, animó a D. Alfonso Cortina a construir su propia
Bodega. El 14 de septiembre de 2006, S.M. el Rey Don Juan Carlos I inauguró las instalaciones de la
nueva bodega.

http://www.quebodega.es/vinos/visitamos-pago-de-vallegarcia.htm

http://www.rocowines.net/2009/10/vallegarcia-syrah-2005.html
Un estupendo vino, de entrada ya lo califico así. Este Vallegarcia Syrah 2005 está elaborado por
Pago de Vallegarcía y se ubica en el corazón de los Montes de Toledo, por cierto si visitais la web
debo reconocer que la bodega, su arquitectura me ha llamado la atención positivamente.
Este Syrah, monovarietal, procede de un viñedo de 7 Has, fue vendimiado a finales de Septiembre y
posee un encubado de 21 dias. Posee 15%, fue embotellado entre Junio y Julio de 2007. Posee una
crianza de 9 meses en barricas de roble francés y 12 meses de botella.
Vallegarcía posee buenos comentarios sobre sus vinos, en particular este syrah y su viognier, pero
como de momento no se ha cruzado por mis copas el viognier, nos centraremos en el que si he
podido catar y beber.
Se trata de un syrah elegante, sabroso y pleno. En copa presenta color picota de capa alta con ribete
granate con notas violáceas. Muestra densidad.
En nariz es intenso, profundo. Al principio se muestra algo cerrado y nos pide tiempo, si se lo
concedemos nos ofrece lácteos, compota, moras, notas vegetales, vainilla, nata y cremosidad.
Además posee claras notas a mermelada de mora.
En boca los taninos están maduros, pulidos, es largo, llena la boca, de nuevo compota, moras,
cremosidad. Es sabroso, el alcohol está integrado, aparece cacao ligero y cerezas maduras. Es una
boca llena de moras, frambuesas, compotas, lacteos e intensidad.
Uno de los mejores syrah que he probado, su precio ronda los 19-20€. Nos ofrece la cara amable de
la syrah, la elegancia y se muestra lejos de la rudeza que a veces nos podemos encontrar en otros
monovarietales de esta variedad. Un vino muy recomendable, sin lugar a dudas y un claro ejemplo
que en zonas fuera de las grandes como es esta de Montes de Toledo se hacen magnificos vinos.

Vista: De color ciruela oscuro casi negro pero brillante, de capa muy cubierta. Su lágrima es suave
Nariz: Complejo. Notas minerales con recuerdos a tinta china. A medida que se abre expresa todo su
carácter con aromas a mermelada de frutas negras y chocolates suaves. La madera está muy bien
integrada.
Boca: Intenso y elegante a la vez. Envolvente y carnoso con un punto aterciopelado. Vuelven a
aparecer las frutas de bosque muy maduras que le dan un punto goloso. Recuerdos a café y chocolate
con aromas de regaliz. Es largo en recorrido, para disfrutarlo.

PEÑÍN (91): Color cereza, borde granate. Aroma potente, fruta madura, especiado, chocolate. Boca
sabroso, potente, carnoso, taninos dulces, cremoso.

Nmontaner 19/02/11

Vista: Rojo picota muy oscuro casi negro muy brillante y de capa alta.
Nariz: Fruta madura, tinta china, café, tostados, ahumados, cacao, especies...
Boca: Bastante cuerpo, recorrido bien estructurado, amplio, bien de acidez sin llegar a ser fresco,
resulta cálido y es bastante largo.

Sky-Walker 03/02/11
Deambulas unos meses entre vinos buenos ya conocidos, agradables novedades y algunas
frustraciones, y a la vuelta de un recodo, sin más merecimiento, te hallas inmerso en una de esas
experiencias que te imbuyeron hace ya algún lustro en el Universo Enológico. Tras seguir la pista de
alguna muy buena crítica y con una inversión de 21€ nos encontramos con este precioso picota
ensangrentado de gran extracción y aspecto distinguido. Al agitar la copa se atisbó una fina
reducción inicial que dejó paso a zarzamoras, ciruelas y violetas componiendo una nariz de gran
calidad y profundidad. Especias y chocolate amargo no faltaron a la cita. La boca, como me estaba
barruntando a estas alturas, nos deleitó con gran amplitud y estructura barriendo los carrillos con una
magnífica acidez compensando la madura frutuosidad con que nos vuelve a recompensar.
Finalmente, la longitud y condición de su posgusto nos graba la impronta de un recuerdo imborrable,
el que dejan los grandes vinos como este Syrah, advenedizo sí, pero desde este instante y para
siempre, en nuestra memoria sensitiva.
topfuel 19/01/11
VISTA: Negro amoratado que intimida.
NARIZ: De potencia anunciada. Intimida. Notas de ciruela pasificada, lácteos, bolleria, fruta negra
escarchada. Endrinas. Café y torrefactos. Bosque umbrío. Sándalo. Chimenea.
BOCA: Intenso y con recorrido. Lleno de fruta. Más fruta que en la nariz. A pesar de la potencia no
cansa.
La añada anterior era potente, pero esta es exclusiva. Excelente.

directoalpaladar.com
bodega emplazada en los Montes de Toledo (aunque ya en la provincia de Ciudad Real) sus inicios,
allá por el fin del siglo pasado (1999), fueron el fruto de acertados consejos que el Marqués de
Griñón proporcionó a su amigo Alfonso Cortina (hermano de uno de los albertos). Con el tiempo,
esos consejos acabaron fraguando en una moderna bodega que en una área fuera de las populares
zonas del vinificación elabora caldos de inusitada calidad.
En vista arroja un color picota muy oscuro de capa muy alta con una tenue corona violácea. Lágrima
densa y elegante que resbala por la pared de la copa con dificultad y elegancia. Donde lo hay que se
note.
en la nariz se muestra muy expresivo y complejo dominando de inicio fruta negra muy madura,
ciruela, grosella, moras… sobre un sutil fondo floral a violetas, la conveniente oxigenación va
paulatinamente arrojando aromas especiados y vegetales, dando paso a la sempiterna fragancia de
regaliz negro y más balsámicos completados con lácticas notas que aportan cremosidad al conjunto y
también matices de carácter mineral que otorgan al vino virilidad en su fase olfativa.
En boca, entrada de manera potente, con fuerza, con opulencia, como el caballo de la etiqueta. Entra
con todo el poderío que le otorga la carga frutal que comporta, con mucho cuerpo, los taninos dulces,
maduros confieren al conjunto un amargor muy agradable, lo cual acompañado de una oportuna
acidez, resta relevancia al singular hecho de que tenga 15 grados. Persistente en boca termina
dejando tras su paso un agradable regusto a fruta, especias y balsámicos.

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