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Para los animales inmaduros la miectomia pectineal,la osteotomía pélvica y la oateotomia

femoral son técnicas frecuentemente utilizadas mientras escision total de la cabeza y el


cuello femorales y el reemplazo total de cadera son las técnicas mas empleadas en animales
maduros.Con la excepción de la miectomia pectineal y la escisión total de la cabeza del
femur y el reemplazo total de cadera, estas técnicas requieren de equipo especializado y
entrenamiento.

La displasia de cadera, la luxación de cadera, las fracturas de la cabeza del fémur y del
cuello y la necrosis avascular de la cabeza femoral son trastornos dolorosos que conducen a
la osteoartritis (OA) en perros y gatos.

El tratamiento médico incluye analgésicos para aliviar el dolor, agentes orales


condroprotectores, terapia de rehabilitación, inyecciones de viscosuplementación y
restricciones dietéticas para mantener una condición corporal magra.

Algunos perros y gatos, al igual que los seres humanos, podrán llegar a un punto en que el
manejo médico del dolor es insuficiente. La intervención quirúrgica debe ser considerada
cuando los signos clínicos se hacen refractarios al tratamiento médico.

Foto 1: Una prótesis Micro THR.

La opción quirúrgica contemporánea para el tratamiento de la patología coxofemoral en


perros y gatos pequeños es la ostectomía de la cabeza femoral (FHO). Numerosos informes
publicados sobre los resultados clínicos de la FHO han proporcionado resultados
subjetivos, pero los datos objetivos como los generados a partir del análisis informatizado
de la marcha evaluando los efectos a largo plazo en un gran número de pacientes son
escasos.

Los datos objetivos disponibles en pacientes después de la FHO revelan un alto porcentaje
de resultados subóptimos. Después de la FHO, la extremidad posterior se reduce en un
grado variable, la función biomecánica está muy alterada, el alivio del dolor es
impredecible, la atrofia muscular con debilidad es un hallazgo común a largo plazo y la
rehabilitación postoperatoria se prolonga.
Por el contrario, los informes publicados de medidas objetivas adoptadas a raíz del
reemplazo total de cadera (THR) en los perros grandes documentan consistentemente un
retorno a la función normal.

Foto 2: Subluxación coxofemoral bilateral en


un Lhasa Apso tratado Micro procedimientos de cirugía THR con etapas bilaterales con un mes de
diferencia.

El objetivo del THR es una articulación sin dolor que imite la función biomecánica normal
con una función excelente a largo plazo. El THR es un procedimiento común utilizado para
tratar la OA y otras artropatías de cadera en los perros grandes, y debe ser considerado en
pacientes más pequeños.

El micro reemplazo total de cadera (THR Micro) ha estado disponible para los gatos y
perros pequeños desde abril de 2005, con implantes e instrumentos diseñados
específicamente para los pacientes pequeños (Foto 1).
Foto 3: Una radiografía ventrodorsal de una
THR Micro en un gato (también vea el tema "El éxito quirúrgico" enlace de abajo para ver los
videos de este mismo paciente).

El perro más pequeño en recibir un THR Micro hasta la fecha es un Malta de 2.45 kg con
necrosis avascular de la cabeza femoral. El rango de peso para el procedimiento de Micro
THR es de unos 2,5 a 12 kg. La dimensión interna acetabular craneal del paciente debe ser
≥ 11 mm, y el diámetro interior del canal medular del fémur debe ser ≥ 3,5 mm para aceptar
la prótesis. Se han reportado Micro cirugía THR bilateral con etapas en perros (Foto 2) y
Micro THR en los gatos (Foto 3).

Los principios básicos para la implantación de la THR Micro son similares a los del
procedimiento estándar de THR. El perfil de la prótesis y el diseño son versiones más
pequeñas de tamaños más grandes. La única cosa sobre el procedimiento es que el paciente,
la prótesis y la instrumentación son más pequeños. La tasa de complicaciones es baja, lo
más común es la luxación de la prótesis. Otras complicaciones, incluidas las causadas por
errores de carácter técnico, puede ser resueltas por la revisión de implantes o por
explantación resultando en una FHO.

Más de 120 razas de perros pesan menos de 12 kg, y numerosos perros de raza mixta
también entran en esa categoría de peso. Las patologías de cadera que requieren una
intervención quirúrgica para aliviar el dolor o la disfunción pueden ocurrir en cualquier
raza de perro o gato, por lo que las indicaciones para las Micro THR son numerosas.

La Micro THR se debe ofrecer como una opción de tratamiento para los animales de
compañía pequeños con alguna patología de la cadera cuando el pronóstico a largo plazo
para una recuperación completamente funcional y sin dolor es mejor que con otros
tratamientos. La FHO seguirá siendo una opción alternativa de tratamiento, especialmente
cuando hay restricciones por parte del cliente, incluidas las financieras, que limitan el
tratamiento a la gestión de seguimiento médico o al presente procedimiento de rescate. Sin
embargo, los clientes deben ser informados de las ventajas y desventajas de un THR y un
FHO.

Fuente: DVM Magazine

Displasia de cadera canina


Descripción general

La displasia de cadera canina es una enfermedad que empieza en perros jóvenes con
inestabilidad o profundo relajamiento de la articulación de la cadera (Figura 1). La laxitud
de la articulación de la cadera es responsable de los primeros signos clínicos. El
movimiento anormal de la cadera estira la cápsula articular fibrosa y el ligamento que
conecta la cabeza del fémur con la pelvis, produciendo dolor y cojera. El acetábulo (la
cavidad de la cadera) se deforma con facilidad por el continuo movimiento de la cabeza
femoral. Puede ocurrir una microfractura del hueso acetabular, causando más dolor y cojera
en perros jóvenes. La respuesta fisiológica del perro ante la laxitud articular es una
fibroplasia proliferativa o engrosamiento de la cápsula articular y formación de osteofitos o
de hueso nuevo en el borde del acetábulo y el cuello femoral (Figura 2).

Figura 1. La displasia de cadera se presenta en


animales jóvenes como inestabilidad de la articulación de la cadera. A medida que el perro
gana peso, la cabeza del fémur (la “bola”) sale del acetábulo (la “cavidad”) hasta el grado
que la cápsula articular y el ligamento lo permitan. La cápsula articular y el ligamento se
estiran gradualmente permitiendo que la cabeza femoral salga del acetábulo aún más.

Figura 2. La inestabilidad de la articulación origina


un desgaste anormal del cartílago. El desgaste del cartílago conduce a la formación de
osteofitos (espolones óseos) y al engrosamiento de la cápsula articular, que son signos
característicos de osteoartritis o enfermedad degenerativa de las articulaciones.

Estas respuestas ayudan a estabilizar la articulación de la cadera. La formación de hueso


nuevo es visible en las radiografías y se considera como osteoartritis o enfermedad
degenerativa de las articulaciones (Figura 3).

Figura 3. Radiografía pélvica de un perro con


enfermedad degenerativa de las articulaciones (osteoartritis) en la cadera como
consecuencia de una displasia de cadera.
La osteoartritis progresa durante la vida del perro. Sin embargo, los signos radiológicos de
osteoartritis no siempre están asociados con la función clínica.

Causas

Las causas de la displasia de cadera son multifactoriales, e incluyen tanto factores


hereditarios como ambientales. Un rápido crecimiento y aumento de peso ocasionado por
una ingesta nutricional excesiva puede fomentar el desarrollo de displasia de cadera. Algún
traumatismo leve y repetido que causa inflamación sinovial (revestimiento de las
articulaciones) también puede ser una causa importante.

Incidencia y prevalencia

La incidencia de displasia de cadera es mayor en perros de raza grande. Dos poblaciones de


animales presentan signos clínicos de cojera: (1) pacientes de 5 a 10 meses de edad, y (2)
pacientes con enfermedad degenerativa de las articulaciones.

Signos y síntomas

Los signos clínicos de la displasia de cadera incluyen cojera, resistencia a levantarse o a


saltar, desplazamiento del peso a las extremidades delanteras, pérdida de masa muscular en
las extremidades traseras y dolor al manipular las caderas. Los perros pueden mostrar
signos clínicos en cualquier etapa de desarrollo de la enfermedad, aunque muchos perros
con displasia de cadera no muestran signos clínicos aparentes. Algunos perros muestran
dolor entre los 6 y 8 meses de edad, pero se recuperan mientras crecen. A medida que la
osteoartritis progresa con la edad, algunos perros pueden mostrar signos clínicos similares a
los de las personas con artritis, tales como cojera después de hacer ejercicio inusual, cojera
después de un prolongado confinamiento, problemas graves si tienen sobrepeso.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la DCC son la raza (genético), el rápido crecimiento y el exceso
de nutrientes.

Algunos veterinarios recomiendan tomar una radiografía de las caderas a los 6 meses de
edad a fin de identificar a los perros con displasia de cadera con suficiente tiempo para
realizar una triple osteotomía pélvica. En el caso de muchos perros, los propietarios buscan
el asesoramiento quirúrgico de un veterinario cuando el perro ha estado cojo durante un
período regular de tiempo, y no ha respondido a la terapia médica. Muchos de los
tratamientos quirúrgicos para la displasia de cadera son realizados por cirujanos
especialistas.

Exámenes, pruebas de detección e imágenes

El examen físico incluye una evaluación de la cojera y la palpación de las caderas. Muchos
perros tienen dolor cuando se estira la articulación de la cadera al mover la pata hacia atrás.
La vista radiográfica estándar para diagnosticar una displasia de cadera es la vista
ventrodorsal de la pelvis con las extremidades traseras extendidas de forma simétrica y
giradas hacia el interior para centrar las patelas en el surco troclear (Figura 3). El perro
debe estar muy sedado o anestesiado para descansar y estar en la posición adecuada. La
Fundación Ortopédica para los Animales (Orthopedic Foundation for Animals), una
agencia que detecta la displasia de cadera canina, certificará a un perro después de 2 años
de edad. Las radiografías de estrés pueden ser utilizadas a los 4 meses con el objetivo de
detectar la susceptibilidad de la raza a la displasia de cadera. Se puede utilizar una vista del
borde dorsal acetabular para definir el ángulo y la condición del borde dorsal acetabular en
la evaluación de un perro para una triple osteotomía pélvica.

Diagnóstico diferencial

Cierta cantidad de problemas neurológicos y ortopédicos causa signos clínicos similares a


los observados en la displasia de cadera. En perros jóvenes, se debe hacer una distinción
entre la displasia de cadera y la cojera causada por panosteítis, osteocondrosis y
ocasionalmente por lesión parcial o total del ligamento cruzado craneal. En los pacientes
mayores, es necesario descartar el dolor y la cojera asociada con la presión sobre las raíces
nerviosas en la espalda baja, y la cojera asociada con la rotura del ligamento cruzado
craneal, poliartritis o neoplasia ósea (cáncer) antes de atribuir síntomas clínicos de displasia
de cadera. Muchos perros tienen una evidente displasia de cadera en las radiografías, sin
embargo, la cojera es causada por otro problema.

Complicaciones causadas por la enfermedad

La principal complicación causada por la displasia de cadera es el desarrollo de osteoartritis


o enfermedad degenerativa de las articulaciones. Los perros con caderas inestables como
consecuencia de una displasia de cadera son más propensos a dislocarse la cadera con un
traumatismo mínimo, por ejemplo, pueden caerse mientras corren en el patio.

Opciones de tratamiento

El tratamiento depende de la edad del perro, del grado de malestar, los hallazgos físicos y
radiográficos, y de las expectativas y situación económica del propietario. Existen opciones
conservadoras y quirúrgicas para animales jóvenes y adultos con dolor de cadera como
consecuencia de una displasia de cadera. En la mayoría de animales jóvenes se usa un
tratamiento conservador o médico. Aunque la intervención quirúrgica temprana con
sinfisiodesis púbica juvenil o triple osteotomía pélvica puede mejorar el pronóstico de la
función clínica aceptable a largo plazo, aproximadamente el 75% de los pacientes jóvenes
tratados de forma conservadora recuperan la función clínica aceptable en la madurez. El
25% restante necesita tratamiento médico o quirúrgico en algún momento en la vida.

En cachorros de menos de 20 semanas, puede llevarse a cabo una sinfisiodesis púbica


juvenil (SPJ), una técnica para detener el crecimiento del pubis (parte de la pelvis), con el
objetivo de modificar el crecimiento de la pelvis y aumentar el grado de cobertura del
acetábulo sobre la cabeza femoral. La mayoría de cachorros de esta edad no muestra signos
clínicos de displasia de cadera, de modo que el diagnóstico depende de la utilización de una
técnica de cribado para documentar la laxitud de la cadera, tal como Penn Hip, que
determina los animales que pueden ser candidatos para el procedimiento. Aunque no se han
desarrollado los criterios específicos para la aplicación de SPJ, los cachorros de menos de
20 semanas de edad que tienen pruebas palpables y radiográficas de la laxitud en la cadera
puedan considerarse aptos para el procedimiento.

Los perros jóvenes (menos de un año) con relajamiento profundo de caderas, pero sin
cambios artríticos, pueden ser tratados con osteotomía pélvica (también llamada en
ocasiones triple osteotomía pélvica). Este procedimiento consiste en cortar el hueso pélvico
en tres lugares y girarlo para estabilizar la articulación de la cadera y en muchos casos,
retrasar la progresión de la osteoartritis. (Figura 4).

Figura 4. Radiografía pélvica de un perro tras una


triple osteotomía pélvica. El objeto de esta cirugía es crear un acetábulo (cavidad) lo
suficientemente profundo para que la cabeza femoral ya no salga de la cavidad cuando el
perro suba de peso.

Los perros jóvenes con osteoartritis no se beneficiarán de este procedimiento y serán


tratados médicamente, según sea necesario. Se debe buscar asesoramiento veterinario para
tratar el dolor y la cojera con antiinflamatorios no esteroideos (AINES). También puede ser
recomendado un tratamiento concurrente con un agente nutracéutico.

Los perros adultos con displasia de cadera que no muestran signos clínicos no requieren
tratamiento médico o quirúrgico. Estos perros deben estar delgados y practicar ejercicios
moderados y consistentes para desarrollar una buena masa muscular que soporte las
caderas. Los perros adultos con cojera ocasional pueden ser tratados con antiinflamatorios
no esteroideos y descanso. Si la cojera puede estar asociada con una determinada actividad,
es mejor evitar la actividad. Una vez que la cojera disminuye, se debe establecer de manera
lenta un programa de ejercicio consistente. Si se repite la cojera, se debe reducir el ejercicio
y administrar nuevamente los medicamentos. Debe hacerse todo esfuerzo para que el perro
se mantenga delgado. Idealmente, se debería poder sentir fácilmente las costillas. En los
perros obesos, solamente la pérdida de peso puede aliviar los síntomas clínicos. Cuando el
tratamiento médico no proporciona alivio del dolor y la función razonable, el perro es un
candidato para uno de los dos procedimientos quirúrgicos para reconstruir la articulación de
la cadera. La osteotomía de cabeza y cuello femoral consiste en quitar la parte femoral de la
articulación de la cadera. (Figura 5). La articulación se recupera con tejido fibroso y en
muchos casos permite una vida sin dolor.

Figura 5. Radiografía pélvica


de un perro tras una osteotomía de cabeza femoral. El objeto de este procedimiento es
eliminar el contacto entre los huesos de la articulación de la cadera en degeneración y
permitir la formación de una pseudoartrosis (articulación falsa) con tejido cicatrizante que
se traduce en menos dolor.

El reemplazo total de cadera (RTC) consiste en reemplazar la articulación de la cadera con


una prótesis de metal y polietileno (Figura 6). Este procedimiento permite recuperar el
normal funcionamiento de las extremidades en los perros grandes. El procedimiento es
costoso debido a los implantes y los requisitos técnicos de la cirugía, y requiere un
compromiso de los propietarios en la atención de seguimiento.
Figura 6. Radiografía pélvica
de un perro tras reemplazo total de cadera (RTC). El objeto de este procedimiento es
reemplazar el cartílago del acetábulo (cavidad) con un implante de polietileno, y la cabeza
femoral con una prótesis de metal. L a mayoría de perros recupera de manera excelente la
función después de un reemplazo total de cadera.

Posibles complicaciones después de la cirugía

Los riesgos de complicaciones después de una sinfisiodesis púbica juvenil son bajos y el
fracaso del procedimiento para reducir la subluxación de la cadera no impide un
tratamiento quirúrgico en el futuro.

Las complicaciones reportadas después de la osteotomía pélvica incluyen falla del


implante, pérdida de la abducción del miembro, y estrechamiento de la pelvis. Sin embargo,
la incidencia de complicaciones es baja y los informes sobre la función clínica a largo plazo
son desde buenos a excelentes.

Los resultados después de la osteotomía de la cabeza femoral varían. El pronóstico depende


en gran medida del tamaño del paciente y la fisioterapia postoperatoria. En los pacientes
grandes, el 50% de los animales tienen una función buena o excelente. El resto de perros
tienen diversos grados de cojera, pero la función por lo general mejora en comparación con
el estado preoperatorio. Los pacientes de tamaño medio y pequeños suelen tener una
función del miembro buena o excelente.

El resultado del reemplazo total de cadera es la excelente recuperación de la función normal


a menos que se produzcan complicaciones. Las complicaciones después del reemplazo total
de cadera son la infección, luxación de cadera y la fractura.

Seguimiento de los pacientes quirúrgicos

Después de la osteotomía pélvica la actividad del perro debe ser restringida a ejercicios de
correa hasta que las osteotomías se curen, generalmente 6 semanas. La mayoría de
pacientes sube de peso poco después de la cirugía y debe ser confinada para evitar el uso
excesivo de la pierna durante el período de cicatrización.

Posterior a la osteotomía de cabeza y cuello femoral, los pacientes deben utilizar la


extremidad tan pronto como sea posible. La terapia física y el ejercicio controlado para
aumentar el rango de movimiento de la cadera son esenciales para un resultado óptimo.
Pueden pasar 6 o más semanas después de la cirugía para que algunos perros muestren
mejoría.

Tras un reemplazo total de cadera, la mayoría se siente lo suficientemente cómodo para


usar la pierna ya que las prótesis se estabilizan con cemento óseo. Muchos perros estarán
activos rápidamente, y deberán ser confinados a una pequeña zona con actividad restringida
solamente a caminata con correa. El perro debe evitar escaleras, superficies deslizantes e
interacciones con otros perros. Si todo va bien, después de 4-6 semanas, se puede
incrementar lentamente la actividad hasta llegar a la normalidad.

Micro-reemplazo total de cadera para


gatos y perros de razas pequeñas
Esta técnica se puede ofrecer como una opción de tratamiento para mascotas de razas
pequeñas con artropatías de cadera ya que sus resultados son muy positivos.

La displasia de cadera o la fractura de la cabeza del fémur, entre otros, son algunos de los
dolorosos problemas que pueden llevar a la osteoartritis a perros y gatos. El manejo de esta
patología incluye analgésicos para aliviar el dolor. No obstante, algunos animales al igual
que las personas pueden llegar a un punto en el que esta solución ya no sirve y se debe
realizar una intervención quirúrgica.
Una opción para tratar las patologías coxofemorales en perros y gatos es el reemplazo total
de la cadera. Su objetivo es el de obtener una articulación libre de dolor que imite a la
natural y que dure mucho tiempo. Es una técnica habitual que se utiliza para tratar la
osteoartrosis y otras artropatías de cadera en perros de razas grandes, sin embargo, también
debería considerarse en pacientes de menor tamaño. En ellos se puede aplicar el micro-
reemplazo total de cadera (micro THR), una técnica con implantes e instrumentos
diseñados específicamente para pacientes de pequeño tamaño.
Para evaluar los resultados de esta técnica se diseñó un estudio* prosprectivo en el que se
escogieron 49 perros de razas pequeñas y 8 gatos con artropatía coxofemoral, en concreto
artritis. Se evaluó mediante radiografías la posición del implante y la calidad de la capa de
cemento. También se realizó un examen ortopédico y se pasó un cuestionario a los
propietarios para evaluar los resultados obtenidos.
La micro THR se realizó de forma unilateral (40 perros y 8 gatos) y bilateral (9 perros) para
resolver el dolor asociado con la osteoartritis o trauma. El peso corporal medio de los
pacientes fue de 7,2 kg. Entre las complicaciones posoperatorias se encontraban luxación
protésica (9), pérdida aséptica del protector de la prótesis (1) y neuropraxia ciática (1). El
seguimiento medio de las radiografías fue de 96,1 semanas; 10 articulaciones se
controlaron durante >/= 3 años. Sesenta de las 66 (91%) micro THR dieron excelentes
resultados. Dos perros (<2,75 kg) eran demasiado pequeños para la prótesis y a 4 perros
con una luxación que ue no se podía tratar se les extrajo el implante.
La conclusión de este estudio es que la micro THR se considera un procedimiento satisfactorio
para el manejo de razas pequeñas de perros y gatos con enfermedades coxofemorales que no
responden al tratamiento médico. Esto tiene una importante relevancia clínica ya que la micro
THR es una opción viable para tratar enfermedades discapacitantes de la cadera. Más de 170 razas
de gatos y de perros pequeños, así como muchos mestizos, pueden beneficiarse de la cirugía micro
THR.

ARTICULACION DE LA CADERA

Coxofemoral (CF) luxaciones en perros y gatos en general el resultado de un trauma


externo, con un 59% a 83% causado por el trauma de vehículos.
La mayoría de luxaciones CF son lesiones unilaterales, y debido a las fuerzas masiva que se
necesita para producir la luxación, alrededor del 50% tienen lesiones asociadas importantes,
a menudo un traumatismo torácico.
Daños en los tejidos blandos varía considerablemente, en todos los luxaciones, sin embargo, una
porción de la cápsula articular y el ligamento redondo se rompen. En los casos más graves, uno o
más de los músculos de los glúteos puede ser parcial o totalmente roto
Los objetivos del tratamiento para la luxación de la cadera son la reducción de la luxación con el
menor daño a las superficies articulares como sea posible y para estabilizar la articulación
suficiente como para permitir la cicatrización del tejido blando, con la expectativa de la función
clínica habitual

La mayoría de los pacientes pueden ser tratados mediante reducción cerrada. Los casos más
crónicos y aquellos con lesiones múltiples puede requerir una reducción abierta. Algunos de estos
pacientes pueden necesitar fijación adicional para mantener la reducción. En algunos casos,
luxación de cadera es irreparable, debido a la displasia preexistentes, a la abrasión severa en el
cartílago articular de la cabeza femoral, y concomitante irreparables fracturas del acetábulo o de
la cabeza femoral. Estos pacientes generalmente son tratados con artroplastia de resección o el
reemplazo total de cadera, que se tratan más adelante

ESTUDIOS CLINICOS
Debido a la historia habitual de trauma con luxaciones CF, los signos clínicos se asocian a
la aparición repentina, dolor, deformidad, crepitación y limitación de movimiento o
anormal de la extremidad. Los signos específicos varían un poco dependiendo de la
ubicación de la cabeza femoral en relación con el acetábulo. (Véase el Capítulo 1 para una
discusión de la exploración física de la cadera.)

Craneodorsal Luxación
Craneodorsal es el tipo más común de luxación de la CF, visto en el 78% de los perros
afectados y 73% de los gatos.

Caudodorsal luxación
luxación caudodorsal es una enfermedad poco frecuenteEn este caso la cabeza del fémur se apoya
caudal y dorsal al acetábulo, y existe cierto riesgo de lesión del nervio ciático
LUX ACION VENTRAL

Luxación ventral es relativamente rara (1,5% -3,2% en estudios de casos reportados


) y se puede presentar como una entidad independiente o puede estar asociada con una fractura
por impactación del acetábulo Luxaciones craneoventral son probablemente luxaciones
craneodorsal que se han manipulado a la posición ventral, antes del diagnóstico. Luxaciones
caudoventral, sin embargo, se producen de forma espontánea de un trauma y puede ir
acompañada de fractura del trocánter mayoR.
DIBUJOS

DX
Aunque la presencia de una luxación generalmente se puede determinar sobre la base de los
signos clínicos, es imperativo que las radiografías hacerse en cada caso para descartar varias otras
lesiones que presentan signos clínicos similares y que no responden al tratamiento de la luxación.
Estas lesiones incluyen fracturas del acetábulo, luxación de la cadera y fractura del acetábulo, y la
fractura de la fisis femoral o fractura de la cabeza o el cuello. Además, la presencia de displasia o
enfermedad de Legg-Calvé-Perthes generalmente previene la estabilización de una cadera
dislocada después de la reducción

Reemplazo total de cadera sustitución total de cadera (THR)

consiste en la implantación de un polietileno de alta densidad de copa acetabular y el acero


inoxidable o de titanio cabeza femoral y el componente vástago femoral. La implantación es
precedido por la eliminación de la cabeza femoral y el cuello y la preparación del acetábulo por
fresado y el canal medular del fémur a aceptar los implantes. Estas prótesis son por lo general en
condiciones de servidumbre permanente al hueso con cemento óseo polimetilmetacrilato (Figura
16-14), aunque las prótesis cementadas han recibido la aplicación clínica limitada en los perros.
Varios tamaños de las prótesis están disponibles, lo que permite el reemplazo en la mayoría de los
perros que pesan más de 18 kg (40 libras). El procedimiento no se debe hacer antes de la fisis se
cierran. Por lo tanto, la mayoría de las razas grandes no pueden someterse a cirugía antes de los
12 a 14 meses de edad, pero no hay límites específicos de edad superiores. La Richards canina
prótesis II (Richards Manufacturing Co., en Memphis, Tennessee) ha sido sustituido en nuestras
manos por el modular canina total de reemplazo de cadera (Sistema BioMedtrix, de Allendale,
Nueva Jersey). Este último sistema es más versátil debido a la mayor oferta de tamaños de la
cabeza acetabular, femoral y componentes femorales madre. Instrumentos especializados
necesarios para la implantación están disponibles para ambos sistemas

Indicaciones
Además de la displasia de cadera, THR se puede utilizar en perros mayores de 18 kg para
reemplazar articulaciones de la cadera dañada por EAD de otras causas de la displasia de cadera;
necrosis o avascular de la cabeza del fémur, seudoartrosis o consolidación viciosa de la cabeza
femoral, el cuello o las fracturas acetabulares; luxación traumática de la cadera. Crónicamente
caderas luxación debe abordarse con cautela, ya que pueden ser muy difíciles de reducir después
de la implantación de la prótesis debido a la contractura crónica de los músculos rotadores glúteos
y externos y la adherencia de tejido cicatricial del desplazamiento. Fig 16-14

Contraindicaciones.
No todos los perros con displasia de cadera es un candidato a la THR, ya que no todos los
perros displásicos presentan signos clínicos. Estos animales deben ser periódicamente
reevaluados por el deterioro de su condición. Extrema uso del borde acetabular dorsal se ve
ocasionalmente en perros más viejos y hace estar bien de la componente acetabular difícil,
el resultado es el aflojamiento final de la copa. A menudo se sugiere que la THR se podría
hacer en los perros con una función satisfactoria después de la cabeza femoral y la
extirpación del cuello (explicado más adelante). La remodelación ósea que sigue a la
artroplastia de escisión hace extremadamente difícil THR que hacer en esta situación y no
se recomienda. Causas neurológicas de los trastornos de la marcha debe ser
cuidadosamente eliminado como causa de los problemas del perro. Mielopatía degenerativa
es el problema más común en estos pacientes, pero rompió la columna vertebral del disco
intervertebral o tumor raíz nerviosa, y la enfermedad de la cola de caballo son otras
posibilidades. Cuando la extremidad posterior cojera empeora repentinamente en un perro
displásico conocidos, hay una fuerte tendencia a echarle la culpa a la displasia, pero la
rotura del ligamento cruzado craneal es una causa mucho más común. Cualquier proceso
infeccioso, tales como dermatitis, otitis, enfermedades del saco anal, enfermedad dental,
cistitis, prostatitis o, debe ser tratada con éxito antes de THR para prevenir la
contaminación de la herida quirúrgica.

La técnica quirúrgica.

La técnica de THR más utilizado en América del Norte fue perfeccionado por Olmstead y
Hohn FIGURA 16-14. La Richards canina II reemplazo total de cadera (Richards
Manufacturing Co., en Memphis, Tennessee). Polimetacrilato de metilo anclajes óseos de
cemento del polietileno de alta densidad de copa acetabular de la pelvis y la aleación de
cobalto-cromo componente femoral en el fémur.
Las técnicas originales han sido ligeramente modificado para utilizar la prótesis BioMedtrix
modular.
La operación es técnicamente exigente e implacable de los errores en la técnica.
Instrumentación adecuada y la asistencia debe estar disponible para el cirujano para que el
procedimiento que debe completarse dentro de 2 horas, o la tasa de infección será
inaceptable. La capacitación especial debe ser obtenido antes de intentar esta operación,
como la tutoría de un cirujano familiarizado con la técnica o inscribirse en cursos específicos de
corte
Las precauciones más aséptico, con una preparación cuidadosa del paciente y los cirujanos,
drapeado, y la velocidad de la cirugía son necesarias para minimizar las complicaciones de la
infección. Intraoperatorio y postoperatorio antibióticos tipo cefalosporina se utilizan
habitualmente como complemento de una buena técnica aséptica.

Postratamiento.

No hay apoyo externo se utiliza en el limbo después de THR. Cefalexina oral se inicia tan
pronto como sea posible y se continuó durante 3 días. Confinamiento y el ejercicio limitado
correa está estresado durante el primer mes después de la operación. La mayoría de los
perros están caminando cómodamente por 2 semanas y trote fácil a las 4 semanas. En este
momento, una evaluación física para el rango de movimiento, la evidencia del dolor y el
grado de función se lleva a cabo, y si todo va bien, el ejercicio se aumenta lentamente
durante el segundo mes. Si funcionalmente de sonido, el animal es de alta para regresar a la
actividad normal, aunque puede tomar hasta 6 meses para la atrofia muscular para resolver
y para la función máxima de regresar. En este punto, no es necesario imponer ninguna
limitación en la actividad del perro. Las decisiones sobre la conveniencia de un segundo
procedimiento en la cadera opuesta debe se retrasará al menos hasta 6 meses, ya que es difícil
evaluar la pierna no operada hasta que la pierna operada alcanza la función normal. Si la pierna no
operados ser o seguir siendo cojo, las opciones son o bien otro reemplazo de cadera o artroplastia
de escisión

El pronóstico.

La mayoría de los perros volver a la función completa a las 8 semanas después de la THR. La
función satisfactoria ocurrió en el 95% de 362 casos, seguida de 3 meses o más.
Esto se define como la carga de peso completo, rango normal de movimiento, marcha normal, y el
nivel de actividad normal, sin signos de dolor en la cadera. Otro estudio informó buena función
excelente en el 96% de los pacientes.
La naturaleza de complicaciones reportadas varía en los informes publicados. Un informe indica
una prevalencia del 7,2% de aflojamiento aséptico del componente femoral, pero este informe se
hizo antes de los cambios específicos realizados en el diseño de componentes y la técnica de
cementación.
Otro informe indica que el aflojamiento aséptico del componente acetabular es la complicación
más importante y desarrollado en el 3% de los casos.

Un estudio informa que la tercera luxación dorsal del componente femoral fue la complicación
más común y se desarrolló en el 4,7% de los casos.

Algunas complicaciones, como la luxación de componentes, probablemente secundaria a los


matices de la técnica quirúrgica que puede estar bajo control del cirujano. Otras complicaciones
pueden estar relacionadas con la fisiología canina en lugar de técnica quirúrgica. Infarto medular
femoral se ha informado que se desarrollan en 14% de los caninos artroplastias totales de cadera,
sin causa descrita y poca importancia clínica o raras.
El osteosarcoma se ha informado en el sitio de THR en varios perros, con un efecto devastador.
Cuando las complicaciones tales como el aflojamiento aséptico del cemento se han
desarrollado, el salvamento de la extremidad se consigue normalmente mediante la
eliminación de la prótesis y el cemento óseo y tratarla como una artroplastia de escisión, a
pesar de la revisión mediante la implantación de una nueva prótesis es posible.
No parece haber ninguna tendencia a que las prótesis para romper o aflojar con el tiempo
como en pacientes humanos, excepto como se señaló anteriormente. Por lo tanto, en este
punto, el procedimiento no parece ser un tiempo limitado, lo que indica que la técnica de
THR se ha establecido como un procedimiento clínico confiable para el tratamiento de una
variedad de condiciones anormales de la cadera

Variable Símbolo Unidad


Frecuencia Respiratoria RR Respiraciones/minuto
Volumen tidal o corriente Vt Litro
Volumen de reserva inspiratoria VRI Litro
Volumen de reserva espiratoria VRE Litro
Volumen espirado por minuto Ve Litro/minuto
Capacidad vital predicha Cvpredicha Litro
Volumen Residual VR Litro
Capacidad inspiratoria CI Litro
Capacidad espiratoria CE Litro
Capacidad vital CVcalculada Litro
Capacidad total pulmonar CTP Litro

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