LLIUREX-MÚSICA 10.

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9ª SESIÓN: TRABAJANDO CON MIDI

MIDI son unas siglas que significan “Interfaz Digital de Instrumentos Musicales”. Se trata
de un protocolo de comunicación serial estándar que permite a los computadores, sintetizadores,
secuenciadores, controladores y otros dispositivos musicales electrónicos comunicarse y compartir
información para la generación de sonidos. El MIDI permite, por ejemplo, reproducir y componer
música en este formato, que tiene la extensión .mid. Se caracteriza por la ligereza de los archivos,
pudiendo almacenarse multitud de melodías complejas, como las de música clásica tocadas con
varios instrumentos, en muy poca memoria.
En realidad, el MIDI no transmite señales de audio, sino datos e instrucciones en valores
numéricos (0-127) sobre cuándo generar cada nota de sonido y las características que debe tener; y
es el aparato al que se envía dicha partitura el que lo transformará en música completamente
audible.
Como no es un formato de audio, los archivos midi no se pueden grabar en un CD de audio,
solo se podrían grabar como datos. Para poder pasar música que tengamos en formato midi a audio
necesitamos de ciertos instrumentos o herramientas (programas musicales) que nos permitan
realizar este proceso: conversores de sonido, grabadores, editores de partituras que admitan midi y
que sean capaces de exportar a audio...

Hay veces que hablamos de General Midi (GM). GM define realmente qué sonidos se
pueden crear en el ordenador y cómo van a ser esos sonidos enviados al procesador para que emita
los sonidos. Por tanto es la especificación GM la que define el formato Midi en una tarjeta de
sonido. Sin embargo, aunque GM especifique qué instrumento corresponde con cada número de
programa, no especifica la sintetización que se debe llevar a cabo para cada instrumento.

SoundFont es una marca que se refiere tanto a un formato de archivo como a su tecnología
asociada, diseñados para reducir la distancia y la diferencia entre el grabado y sintetizado de audio,
en especial a los efectos de la composición del equipo de música.
La tecnología SoundFont es similar a un muestreo de software. Un archivo SoundFont
contiene una o más muestras de formas de onda de audio que pueden ser re-sintetizadas en
diferentes tonos y niveles dinámicos. Cada forma de onda de la muestra puede estar asociado con
uno o más rangos de plazas y la dinámica. En términos generales, la calidad de un banco SoundFont
está en función de la calidad de las muestras digitales y la asociación inteligente de muestras con
sus rangos de pitch adecuado. La calidad también depende del número de muestras tomadas de un
rango determinado de plazas.
Los bancos SoundFont están estrechamente integradas con dispositivos MIDI y pueden ser
utilizadas en lugar del General MIDI (GM). La calidad del sonido de los bancos SoundFont es
considerado como superior a la de los bancos de GM. Los bancos SoundFont y muchos han sido
creados específicamente para reemplazar a los bancos de GM con las muestras de cada instrumento
musical correspondiente.

1. Grabar con Audacity

Ya dijimos que Audacity es un editor de audio que no es capaz de abrir un archivo midi para
editarlo. Sin embargo, hay otra forma de conseguir el poder editar un archivo de este formato y que
es otra de las posibilidades de Audacity y de nuestro equipo de música: grabar un archivo .kar o
.mid para pasarlo a audio (.wav) y así también poderlo grabar en un CD de audio.
Para ello, necesitamos abrir la ventana Preferencias de sonido (altavoz situado en el panel de
tareas, abajo a la derecha; o desde Sistema – Preferencias – Control de volumen) y en la pestaña
Entrada, como conector cambiamos el Micrófono por Line-in. Con esta opción podemos grabar
todo lo que se reproduzca en el ordenador y luego podemos convertirlo a otro formato más estándar
como el .mp3 o el .wav, compatibles con un CD de audio.
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Abrimos el programa Audacity y pulsamos sobre el círculo rojo, lo que inicia el proceso de
grabación de audio.
Por último, hacemos clic con el botón derecho del ratón sobre el archivo MIDI y
seleccionamos cualquiera de las aplicaciones capaces de reproducir este tipo de formato:
Pykaraoke, Rhithmbox o Totem (el reproductor de películas). Al acabar la reproducción, detenemos
también la reproducción del midi y ya podemos editarlo o exportarlo con un formato de audio:
wav, mp3, ogg, flac, aiff, wma...

2. Importar música de midis a Musescore

Otra forma que tenemos de trabajar con los archivos midi es, por ejemplo, a traveś de
Musescore, el editor de partituras con el que hemos estado trabajando recientemente. Musescore es
capaz de importar un archivo midi y convertirlo en partitura. El principal inconveniente es que el
MIDI no es un formato de notación, y la partitura obtenida por este método ha de ser rectificada en
la mayoría de los casos para que su lectura sea cómoda. Aun así, este método nos ofrece diversas
posibilidades en el ámbito del aula de música.
Veamos un ejemplo con el midi de la Banda Sonora de “Los Picapiedra”. Abrimos
Musescore y desde el menú Archivo, seleccionamos Abrir y buscamos el archivo midi. El aspecto
de la partitura sería el siguiente.
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– Si nos fijamos, podemos ver que la melodía está en el primer pentagrama. Vamos al menú
Mostrar – Mezclador y nos aparece una ventana con información sobre el sonido de la
partitura que estamos viendo pentagrama por pentagrama, instrumento por instrumento. Así,
por ejemplo, si marcamos la casilla Solo de alguno de los pentagramas, escucharemos
únicamente lo que toca ese o esos instrumentos. Al revés, si marcamos la casilla Silenciar,
podemos reproducir todos los instrumentos excepto este que hemos marcado. Si grabamos
con Audacity tal y como acabamos de explicar antes, obtendremos dos archivos de audio
correspondientes a la voz de la melodía y a la pista de karaoke o base musical, ya que
estamos escuchando el resto de instrumentos sin la melodía. Estas dos pistas musicales las
podríamos grabar en un CD de audio y practicarlo en todas las aulas del nivel al que va
destinada la melodía, como por ejemplo un 4º curso de Primaria.

– También en el Mezclador podemos desplegar la pestaña Sonido de cada uno de estos

instrumentos y cambiar el timbre del instrumento con el que queremos que suene, sobre todo
si queremos que suene lo mejor posible para poder practicar con el alumnado. También
podemos modificar el volumen, el reverb... con las ruedas que tenemos a la derecha.
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3. Exportar partitura de Musescore como midi para crear base musical

Este ejemplo lo vamos a hacer con una canción muy sencilla que puede servir para
completar la instrumentación de un cuento popular infantil: “Blancanieves”. La dificultad de la
canción sería para Primer Ciclo de Primaria.
– Abrimos el programa Musescore. Menú Archivo – Nuevo. Título: Blancanieves. Crear
nueva partitura desde el principio. De instrumento, elegimos Voces – voz. En armadura, Do
Mayor. El compás es 2/4, indicamos un compás de anacrusa de un tiempo y vamos a poner
una duración de 15 compases.
– Introducimos las notas y los silencios de la canción, que podemos ver en el Anexo 6.
– Como en este ejercicio lo importante es el resultado sonoro, no el visual, vamos a necesitar
de tres herramientas que nos van a ayudar a elegir el sonido deseado. Estas tres herramientas
están en el menú Mostrar: Panel de reproducción, Sintetizador y Mezclador.

• En el panel de reproducción podemos modificar la velocidad, la intensidad y el

carácter de la música. Muestra, además, el tiempo de la reproducción.
Hay dos barras verticales. La primera modifica el tempo, la velocidad de la
reproducción (Tmp). Por defecto viene a 120, que sería el metrónomo. Subiendo o
bajando, podemos acelerar o ralentizar (respectivamente) la velocidad de la música.
En este ejemplo lo pondremos a 80 bpm.
La otra barra vertical corresponde al volumen del programa, no del equipo.
Hay una barra horizontal que nos permite desplazarnos a momentos concretos de la
partitura, y arriba se nos mostrará el minuto o segundo que corresponde a esa
posición de la barra.
Abajo del todo, tenemos una pestaña desplegable donde podemos elegir entre
“uniforme”, que quiere decir que se interpreta la partitura tal cual está escrita, y
“swing”, que se interpretaría con puntillos, con swing.

• Con el sintetizador, además de cambiar el soundfont del programa, podemos editar

la reverberación que queremos que tenga el sonido. Cuanto mayor tamaño pongamos
que tiene la habitación, mayor será el reverb y más se alargarán los sonidos. Si
ponemos todos los valores a 0, los sonidos se reproducirán secos, con la duración que
tenga cada figura y según el timbre del instrumento.
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• Desde el mezclador, podemos cambiar el timbre de reproducción de cada

pentagrama. Si tuviésemos varios, como en el ejemplo anterior de Los Picapiedra,
podemos silenciar el que no queramos que se escuche, o hacer que se escuche uno
solo y podemos modificar otras características del sonido.

– Por último toca exportarlo todo. Menú Archivo – Guardar como. En la ventana que nos
aparece, veremos un desplegable abajo a la derecha para seleccionar el formato en el que
podemos guardar nuestro trabajo. Si lo desplegamos, veremos que Musescore ofrece la
posibilidad de trabajar con varios formatos. En este caso seleccionaremos el formato midi y
lo guardamos, aunque no sea una partitura, en nuestra carpeta de Partituras.
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4. MMA: EL BAND-IN-A-BOX DE LINUX

MMA es un programa que genera acompañamientos musicales en formato midi a partir
de acordes y ritmos que pueden ser usados como base musical para líneas melódicas solistas. En
Windows existe un equivalente, que es Band-in-a-box. La principal diferencia entre los dos
programas es que MMA no dispone de interfaz gráfica, es decir, que no tiene una ventana que
podamos ver con botones y menús para trabajar, sino que se trabaja de forma distinta. Para elaborar
un acompañamiento musical con MMA tenemos que editar un texto sencillo, por ejemplo con el
programa Gedit. En este archivo de texto vamos anotando todas las características que queremos
que tenga este acompañamiento: ritmo, compases, acordes, velocidad... y luego, desde un terminal,
le decimos a MMA que convierta este archivo en midi y se realiza esta acción automáticamente.
Podemos editar y modificar el archivo de texto tantas veces sea necesario hasta que se quede como
nosotros deseamos.
Explicado así puede ser un poco difícil de entender, pero lo veremos más claro con un
ejemplo. Realizaremos un ejemplo sencillo y, a partir de ahí, cada uno podrá seguir avanzando y en
detalles como quiera. Usaremos como melodía que queremos acompañar la canción de
Blancanieves que acabamos de elaborar en el punto anterior. A continuación podemos ver la
partitura con la letra y con los acordes debajo de la letra.

– Lo primero que tenemos que hacer, lógicamente, es instalar el programa. Lo haremos desde
el terminal: Aplicaciones – Accesorios – Terminal y escribimos lo siguiente.
sudo apt-get install mma
Le damos al Intro y nos pedirá la contraseña, aunque no la veremos cuando la escribamos.
Volvemos a pulsar Intro y se instalará el programa.
– Abrimos ahora el editor de textos donde vamos a anotar todos los datos de la música que
vamos a crear. Aplicaciones – Accesorios – Editor de textos gedit. El aspecto de este
programa es el siguiente:
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– Para empezar, escribimos el título de la canción pero precedido de dos barras inclinadas, ya
que este dato no lo necesita el programa para crear el acompañamiento. Por lo tanto, si lo
escribiésemos directamente, MMA nos daría error. Todas aquellas líneas de texto precedidas
de doble barra inclinada, quedarán como comentarios y no interferirán en el trabajo del
programa.

– A continuación escribimos el Tempo que va a llevar, y se escribe con la palabra Tempo y el

número del metrónomo. Ese número se refiere a la cantidad de pulsos que caben en un
minuto.
– Después elegimos el ritmo o estilo que va a llevar la música. MMA dispone de muchos
estilos ya creados y nosotros podemos modificarlos o incluso llegar a crear nuevos. El estilo
se escribe con la palabra Groove y el nombre del estilo.
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– Como la melodía comienza en anacrusa, podemos incluir una introducción al estilo, lo que
nos dará unos compases para prepararnos antes del comienzo de la melodía, y para
interiorizar el tempo de la música.
– A continuación escribiremos los compases necesarios para la canción, cada uno en una línea.
Tras escribir la denominación del acorde, una línea inclinada significa la repetición de ese
acorde en otro tiempo más. Es decir, que C/ es lo mismo que C C

– Para acabar, podemos poner que la música acabe con el estilo en forma de final (end).
– Cuando ya tenemos la canción acabada, la guardamos: Archivo – Guardar como. En el
nombre del archivo, le ponemos la extensión .mma y vamos a guardar este archivo también
en la carpeta de partituras.
– A continuación abrimos la carpeta Partituras, donde acabamos de guardar el archivo mma de
Blancanieves, y pulsamos en cualquier espacio vacío con el botón derecho del ratón.
Seleccionamos la opción Abrir en un terminal. En el terminal que se nos ha abierto
escribimos el siguiente comando:
mma Blancanieves.mma
Entonces nos devolverá un mensaje que dice que se ha generado un archivo midi y nos dirá
el número de compases que tiene y la duración en minutos y segundos. Podemos
comprobarlo y escuchar cómo suena por si decidimos hacer algún cambio.
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– Este sería el funcionamiento más sencillo del programa MMA, pero es muchísimo más
completo. Iremos profundizando en su funcionamiento.
Por ejemplo, para ver una lista completa de los estilos disponibles, abrimos un terminal y
escribimos:
mma -g
Como podemos ver en la siguiente imagen, MMA cuenta con un total de 1053 estilos, cada
uno de ellos con numerosas variables de Introducción, Finalización, Estribillos...
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ANEXO 6