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AFECCIONES NEUROLÓGICAS

OBJETIVOS

• Identificar los factores de riesgo presentes en las afecciones neurológicas.


• Conocer la epidemiología, manifestaciones clínicas, diagnóstico y tratamiento del
Accidente Cerebro Vascular, Epilepsia y Alzheimer.
• Conocer el Proceso de Enfermería en estas afecciones y sus respectivas intervenciones

EPIDEMIOLOGÍA

El Accidente Cerebro Vascular es la tercera causa de muerte en países industrializados,


luego de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Es también la segunda causa de
muerte en el grupo etáreo mayor de 85 años y la primera causa de invalidez en el mundo,
según los datos epidemiológicos de OMS. La Enfermedad Cerebro Vascular (ECV) en Chile
representa aproximadamente el 65% de todos los eventos cerebro vascular.
Dentro del perfil epidemiológico chileno, la ECV es la segunda causa de muerte en Chile y
representa el 9% de todas las muertes el año 2005. Además:
• 1,2% de todos los egresos hospitalarios fueron por ECV y 4,3% de los egresos en mayores
de 65 años, que corresponde a la 5ta causa de egresos en este grupo de edad el 2005.
• 7.698 personas fallecieron y 19.805 se hospitalizaron con el diagnóstico de ECV en Chile el
2005.

En Chile el Accidente Cerebro Vascular figura entre las diez primeras causas de muerte en
hombres y mujeres, a partir de los 20 años de edad, con tasas que aumentan
sostenidamente a medida que se envejece.
La tasa cruda anual de incidencia de Accidente Cerebro Vascular en Chile, según un
estudio poblacional realizado recientemente en la ciudad de Iquique [Lavados 2005], fue de
95.8 por cien mil habitantes. En Chile, las tasas de mortalidad cardiovascular ajustadas por
edad han disminuido gracias a los progresos terapéuticos en problemas como accidentes
cerebro-vasculares y cardiopatía coronaria; sin embargo, en términos porcentuales, las
enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en el país.

Considerando el alarmante aumento en la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular


(FRCV) que ha experimentado la población chilena en las últimas dos décadas, es
indispensable desarrollar estrategias de prevención de la patología cardiovascular, ya que
según proyecciones del Banco Mundial hasta el año 2020, este flagelo continuará como
principal causa de mortalidad en el mundo y sufrirá el mayor incremento porcentual en los
países en vías de desarrollo.

Un número considerable de adultos y adultos mayores afectados por accidente cerebro


vascular isquémico mueren al mes siguiente del evento, pero más inquietante aún son los
aspectos cualitativos de la vida de los sobrevivientes; muchos se ven incapacitados para
caminar, ver, sentir y comunicar. En numerosos casos esta incapacidad redunda en una
situación de dependencia aún para las actividades básicas de la vida diaria. Debido a esta
problemática, en Chile, se desarrolló una Guía Clínica en el año 2007, para el manejo del
accidente cerebro vascular isquémico que orientara la atención de aquellos pacientes que
sufren de esta afección.
Cuando se habla de accidente cerebro vascular, es importante, no hacer referencia
únicamente a la patología, sino que también se debe considerar las secuelas de esta
afección en el individuo, quien forma parte de una familia, que constituye su principal red
de apoyo social.
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CONCEPTUALIZACIONES

• AFASIA: Pérdida de la capacidad para expresarse a sí mismo o comprender el lenguaje.

• AFASIA EXPRESIVA: Incapacidad para formar palabras que sean comprensibles, es capaz
de responder con una sola palabra.

• AFASIA RECEPTIVA: Incapaz de comprender la palabra hablada, es capaz de hablar pero


sin sentido.

• AFASIA GLOBAL: Combinación de afasia receptiva y expresiva.

• AGNOSIA: Incapacidad para interpretar o reconocer objetos por medio de los sentidos
(visual, auditivo y táctil).

• APRAXIA: Incapacidad para utilizar un objeto adecuadamente.

• ATAXIA: Incapacidad para coordinar los movimientos musculares, lo que produce


dificultad para caminar, hablar y realizar tareas de cuidados personales. Tambaleo,
modo de andar inestable. Incapaz de mantener juntos los pies, necesita una base amplia
para pararse.

• DISARTRIA: Incapacidad para formar palabras.

• DISFAGIA: Dificultad para deglutir.

• DIPLOPÍA: Visión doble.

• HEMIANOPSIA HOMÓNIMA: Pérdida de la mitad de un campo visual. Inconsciencia de


personas u objetos del lado de la pérdida visual. Descuido de un lado del cuerpo.
Dificultad para juzgar distancias.

• HEMIPARESIA: Debilidad de la cara, brazos y piernas del mismo lado (debido a una lesión
en el hemisferio opuesto).

• HEMIPLEJIA: Parálisis de la cara, brazos y piernas del mismo lado. (debido a lesión del
hemisferio opuesto).

• PARESTESIA: Entumecimiento y hormigueo de las partes corporales. Dificultad con la


propiocepción.(que se presenta en el lado opuesto de la lesión)

• PÉRDIDA DE VISIÓN PERIFÉRICA: Dificultad para ver en la noche. Inconsciencia de objetos


o bordes de los objetos.

• DEFICIENCIAS COGNOSCITIVAS: Pérdida de la memoria de corto y largo plazo. Tiempo de


atención disminuido. Alteración de la capacidad concentración. Racionamiento
abstracto deficiente. Juicio alterado.

• DEFICIENCIAS EMOCIONALES: Pérdida del control de sí mismo. Inestabilidad emocional.


Disminución de la tolerancia a situaciones de estrés. Depresión. Introversión. Temor,
hostilidad y enojo. Sentimientos de aislamiento.
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• POSTURA DE DECORTICACIÓN: Postura anormal de flexión y rotación interna de brazos y


muñecas, extensión y flexión plantar y rotación interna de los pies.

• POSTURA DE DESCEREBRACIÓN: Postura anormal con extensión y rotación externa de


brazos y muñecas, extensión y flexión plantar, y rotación interna de los pies.

ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR

1. DEFINICIÓN

• ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR isquémico agudo o reciente


Síndrome clínico caracterizado por síntomas y/o signos focales que se desarrollan
rápidamente, y en ocasiones también, pérdida global de la función cerebral (pacientes
comatosos), que duran más de 24 horas o que conducen a la muerte, sin otra causa
aparente más que un origen vascular por obstrucción u oclusión arterial.

• ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR no reciente


Síndrome clínico de similares características a lo descrito para el ACV isquémico agudo
cuyo inicio se produce 14 días antes de la evaluación.

• CRISIS ISQUÉMICA TRANSITORIA aguda o reciente (CIT)


Síndrome clínico caracterizado por síntomas y/o signos focales que se desarrollan
rápidamente, y en ocasiones, pérdida global de la función cerebral (en pacientes
comatosos), que duran menos de 24 horas, sin otra causa aparente más que un origen
vascular por obstrucción u oclusión arterial. Esta definición enfatiza el carácter focal que,
la mayoría de las veces tiene el ACV, particularmente cuando se trata de uno de
naturaleza isquémica.

• CRISIS ISQUÉMICA TRANSITORIA no reciente


Síndrome clínico de similares características a las descritas anteriormente para CIT, pero
cuyo inicio ocurre 14 días antes de la evaluación.
Estas definiciones son clínicas y universales y para uso epidemiológico. Un paciente con
síntomas como los descritos para el accidente cerebral vascular agudo con 2 horas de
evolución con o sin imágenes que demuestren isquemia debe ser tratado como un
infarto cerebral.

2. HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD – PERÍODO PRECLÍNICO.

FACTORES DE RIESGO

Los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares son los mismos que determinan
la incidencia del Accidente Cerebro Vascular, a saber:
- Factores de riesgo no modificables: edad y sexo masculino.
- Factores de riesgo modificables:
- Conductuales asociadas al estilo de vida: tabaquismo, consumo excesivo de
alcohol, obesidad y hábito sedentario.
- Fisiológicos: hipertensión arterial, fibrilación auricular, diabetes, dislipidemia.
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HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD PERIODO SUBCLÍNICO A.C.V.

• Crisis Isquémica Transitoria (CIT)


• Déficit Neurológico Isquémico Reversible(DNIR)
• Accidente Cerebral Vascular Establecido (ACVE)

El pronóstico depende del tiempo que dura el evento:

• En paciente con C.I.T. Más probabilidades de hacer un A.C.V.E.


• En paciente con C.I.T. Dura menos de 24 hrs. Y no compromete Conciencia.
• En paciente con D.N.I.R. Dura más de 24 hrs. y menos 1 semana.

1. ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR POST HEMORRAGIA SUBARACNOÍDEA :

El diagnostico se realiza a través de:


ƒ ANGIOGRAFÍA. (Aneurismas).
ƒ TOMOGRAFIA AXIAL COMPUTARIZADA:

2. ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR ISQUÉMICO (A.V.C.I)

TOMOGRAFÍA AXIAL COMPUTARIZADA

HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD PERIODO CLÍNICO.

A.V.C.I. - Cuadro inicio agudo. Déficit en minutos u hrs.


- Adormecimiento de la manos lo cual cede. Disfagia la cual también
cede.
- El paciente no le da le da importancia.
- Pérdida del Equilibrio

A.V.C. - Se presenta Cefalea, estado nauseoso, vómitos, crisis hipertensiva.


HEMORRÁGICO - Se Inicia con actividad que requiera esfuerzo.
- Cuando es hemorragia Subaracnoídea: Se presenta cefalea intensa,
cuello rígido.
- Compromiso conciencia sutil.

DÉFICIT NEUROLÓGICO:

1. DEFICIENCIAS DEL CAMPO VISUAL :


Hemianopsia Homónima
Pérdida Visión Periférica
Diplopía
Reflejo Corneal Ineficaz

2. DEFICIENCIAS MOTORAS:
Hemiparesia
Hemiplejia
Ataxia
Disartria
Disfagia
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3. DEFICIENCIA SENSORIAL:
Parestesia

4. DEFICIENCIA VERBAL:
Afasia Expresiva
Afasia Receptiva
Afasia Global

5. DEFICIENCIA COGNOSCITIVAS

6. DEFICIENCIAS EMOCIONALES

SÍNTOMAS ASOCIADOS AL AVC ISQUÉMICO

La historia y el examen clínico permiten sospechar un ACV agudo. El inicio brusco de


síntomas neurológicos focales como debilidad de la cara, brazo o pierna tiene una alta
probabilidad de ACV. Si esto ocurre en mayores de 45 años, sin hiper o hipoglicemia, sin
historia previa de epilepsia y en personas ambulatorias, la probabilidad es aun mayor.
Estos síntomas son:

• Presión Arterial Elevada


• Cefalea
• Vómitos
• Convulsiones
• Afasia-Disfasia-Disartria
• Insensibilidad Peribucal
• Trastornos Visuales: Diplopía - Visión Borrosa
• Trastornos Motores y Coordinación
• Confusión
• Amnesia

EN EL CASO DE CRISIS ISQUEMICA TRANSITORIA (CIT) OBSERVAMOS QUE EXISTE:

• Un Episodio de isquemia cerebral focal.


• La Resolución clínica se completa en 24 horas.
• Los Síntomas son según el territorio afectado.

MÉTODOS DIAGNÓSTICOS

- Eco doppler carotídeo en todos aquellos pacientes cuya isquemia cerebral corresponda a
un territorio de la circulación cerebral anterior,

- Ecocardiografía, transtorácica o transesofágica, dependiendo de las características


clínicas del paciente. Permite detectar eventuales fuentes DE EMBOLIA cardíacas. Se realiza
en pacientes que pudiesen recibir terapia anticoagulante o en quienes se sospeche una
patología cardiaca responsable del ACV (por ejemplo una endocarditis bacteriana).

- Angioresonancia se realiza en pacientes en los cuales se sospeche por la historia clínica,


por los hallazgos del examen físico, o por el resultado del eco doppler carotídeo.
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- Resonancia nuclear magnética cerebral, se recomienda para aquellos casos en los


cuales el paciente consulta con posterioridad a diez días de ocurrido el ACV, y en los
cuales sea imprescindible -para establecer su plan de manejo- distinguir si se trató de un
ACV isquémico o de una hemorragia intracerebral.
En casos excepcionales, ante la sospecha clínica y la ausencia de otra causa definida, se
debe estudiar la eventual existencia de una patología trombofílica subyacente. Del mismo
modo, en aquellos paciente en que por razones calificadas se sospeche de una alteración
paroxística del ritmo cardíaco, y que además sean susceptibles de tratamiento con terapia
anticoagulante, se deberá solicitar un holter que pueda pesquisar esta alteración.

TRATAMIENTO

Los pacientes que presentan un cuadro clínico compatible con un ACV deben ser
atendidos, en forma urgente, en un establecimiento de salud en el que se cuente con la
posibilidad de acceder a una evaluación por neurólogo y a un estudio de imágenes
(tomografía computada de cerebro sin contraste), que permitan confirmar el diagnóstico,
precisar la localización del daño, el pronóstico, y establecer un plan de tratamiento inicial.
Aquellos pacientes en los cuales se cuente con evaluación neurológica y estudio de
imágenes antes de tres horas de iniciado el cuadro, en los cuales se confirme el diagnóstico
de ACV isquémico, deberán ser considerados candidatos a recibir terapia trombolítica
endovenosa con activador del plasminógeno tisular. En cada centro asistencial, donde se
esté en condiciones de administrar esta terapia (vigilancia médica continua y monitoreo
continuo no invasivo las 24 horas del día), se debe contar con un protocolo detallado en el
que consten los criterios de inclusión y contra-indicaciones para el uso de activador del
plasminógeno tisular, así como los procedimientos que deben ser seguidos para su
administración y manejo posterior. De especial importancia es el cumplimiento riguroso del
plazo máximo en el cual el fármaco puede ser administrado, que es de tres horas después
de iniciado el cuadro clínico.
Otras Medidas son las de protección no-farmacológicas, como el reposo con la cabeza
entre 0º y 30º, régimen 0 las primeras 24 horas, uso de solución fisiológica, normotermia,
euglicemia, control de la natremia, y evitar el uso de hipotensores salvo que esté
estrictamente indicado.

COMPLICACIONES

• Las complicaciones más frecuentes de pacientes hospitalizados por ACV agudo son:
caídas (25%), úlceras por presión (21%), infecciones urinarias (24%), neumonías (22%),
confusión y agitación (56%), depresión y ansiedad (30%), dolor (34%).
• El contar con protocolos para tratar estas situaciones clínicas mejora la oportunidad y
disminuye la variabilidad en el manejo de estas.
• Los pacientes con accidente cerebro vascular con hiponatremia hipovolémica
producida probablemente por un síndrome perdedor de sal de origen cerebral, por lo
que se benefician con reposición de volumen isotónico.
• Los pacientes con disfagia neurogénica deben ser realimentados por sonda naso
enteral. La sonda naso yeyunal tiene menos riesgo de neumonía aspirativa que la
nasogástrica.
• La gastrostomía es una alternativa a la sonda nasoyeyunal en pacientes en que se
proyecta tendrán una disfagia prolongada (más de 1 mes).
• La papilla espesa es más fácil de deglutir y los líquidos más difíciles para pacientes con
disfagia neurogénica.
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• El 64-90% de los pacientes con ACV tienen disfagia y riesgo elevado de neumonía
aspirativa. Los pacientes con disfagia neurogénica tienen mayor probabilidad de muerte
que los que no la tienen.
• Los pacientes con infarto hemisférico, de tronco, infartos múltiples, con compromiso de
pares craneanos y compromiso de conciencia tienen mayor riesgo de disfagia
neurogénica.
• La Trombosis Venosa Profunda es frecuente en pacientes con infarto cerebral
inmovilizado. Esto es más frecuente en infartos severos y a mayor edad.
• El Trombosis Embólica Pulmonar es responsable de hasta un 10% de las muertes después
de un infarto cerebral y normalmente se produce por embolia desde las extremidades
inferiores o pelvis.
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PROCESO ENFERMERÍA

VALORACIÓN (basada en la guía de valoración del paciente neurológico)

ANAMNESIS

o Edad
o Conductas asociadas al estilo de vida: Tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y
drogas, hábito sedentario, obesidad.
o Estado Mental (Conciencia, orientación, etc.)
o Antecedentes mórbidos personales y familiares: Hipertensión arterial, fibrilación auricular,
diabetes mellitus, dislipidemia.
o Datos Subjetivos:
o Síntomas (cefalea, insensibilidad peribucal)
o Alteración de otras necesidades (Reposo-sueño, bienestar, alimentación, etc)
o Manifestaciones generales
o Datos Objetivos
o Signos (Presión arterial, rigidez de cuello, vómitos, convulsiones, afasia, disfasia,
disartria, trastornos motores, trastornos visuales, amnesia)

EXAMEN FÍSICO GENERAL

• Control de signos vitales (presión arterial, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria y


saturación de oxigeno, temperatura)
• Estado de la piel para prevenir UPP
• Estado de ánimo
• Estado de conciencia. Se recomienda Escala de Glasgow. ANEXO 3
• Estado neurológico. Se recomienda Escala de NIHSS. ANEXO 1.
• Deglución. Se recomienda Prueba del Vaso de Agua. ANEXO 2
• Compromiso del estado general (glicemia capilar o sanguínea, natremia)
• Estado Nutricional
• Deficiencias motoras
• Deficiencias sensoriales
• Deficiencias del campo visual
• Deficiencias verbales
• Deficiencias cognoscitivas
• Deficiencias emocionales

EXAMEN FÍSICO SEGMENTARIO (CÉFALO-CAUDAL)

• Cabeza y Cara: simetría, sensibilidad, percepción, deficiencias del campo visual y


verbal.
• Tórax: movimientos respiratorios, características de la respiración.
• Extremidades superiores: movilidad, sensibilidad, percepción, deficiencias motoras y
sensitivas.
• Abdomen: Distensión, características de la piel, dolor a la palpación, ubicación del dolor
según topografía.
• Extremidades Inferiores: movilidad, sensibilidad, percepción.
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INTERVENCIÓN DE ENFERMERIA

PACIENTE CON AUMENTO PRESION INTRACRANEANA

• Comprobar signos y síntomas de aumento de la presión intracraneal (PIC)


• Respuesta Ocular. ¿Responde mejor el ojo a los estímulos auditivos, los dolorosos, o
no se produce reacción alguna?
• Respuesta Motora. ¿Responde el cuerpo a las órdenes verbales, sabe localizar el
dolor, se contrae el cuerpo de manera adecuada, o no se produce reacción
alguna?
• Respuesta Verbal. ¿Se encuentra centrado el paciente en relación a las personas,
lugares y tiempo, tiene dificultades para mantener una conversación, produce un
discurso inconexo, emite sonidos incomprensibles, o no se produce reacción alguna?
• El pulso: ¿Se encuentra en un nivel igual o inferior a 60 pulsaciones, o por el contrario
va en aumento hasta llegar a 100 o más pulsaciones?
• Anomalías respiratorias: ¿Decrece el número de respiraciones y se producen periodos
de apnea cada vez más largos?
• Examinar las pupilas con una linterna eléctrica y evaluar el tamaño, la disposición, y
la reacción a la luz. Comparar ambos ojos y buscar similitudes y diferencias.
• Detectar la presencia de: Vómitos, Cefalea (constante, crece en intensidad o
empeora con el movimiento o al realizar un esfuerzo), Cambios sutiles como letargo –
inquietud – respiración forzada – movimientos sin ningún sentido.
• Elevar la cabecera de la cama de 15 a 30 grados a menos que se le haya
contraindicado. Evitar los cambios bruscos de posición.
• Mantener un entorno tranquilo, relajado y sin mucha luz. Planear actividades que
ayuden a reducir la PIC.

INDICADORES

• Frecuencia cardiaca 60-100 por minuto.


• Frecuencia respiratoria 16-20 por minuto.
• Presión arterial › 90/60 y ‹ 140/90 mm Hg.
• Isocoria, pupilas reactivas a la luz.
• Despierto y orientado.

INTERVENCIÓN DE ENFERMERIA

ATENCIÓN FASE AGUDA

• Controlar el estado de conciencia. Se recomienda Escala de Glasgow


• Observar la deglución. Se recomienda Prueba del Vaso de agua
• Control de Presión arterial. Se recomienda técnica no invasiva.
• Control de signos vitales c/4 hrs.
• Frecuencia respiratoria y saturación de oxígeno c/4hrs
• Control de exámenes de acuerdo a las indicaciones médicas: Glicemia capilar o
sanguínea natremia
• Vigilar el estado de la piel para prevenir escaras.
• Prevenir Trombosis Venosa Profunda.
• Prevenir caídas. A través de medidas de contención de acuerdo a la normativa del
servicio.
• Los pacientes con ACV agudo se deben colocar en posición entre 0 y 15º las primeras 24
horas para mejorar la perfusión cerebral. Esto puede prolongarse si hay fluctuación de los
síntomas.
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• Los pacientes con insuficiencia cardiaca, con riesgo de aspiración, neumonía, edema
cerebral, sospecha de aumento de la presión intracraneal deben permanecer en
posición 30-40º.
• Toda persona con deglución anormal debe ser evaluada por un fonoaudiólogo quien
debe establecer un plan de rehabilitación y una recomendación respecto de la técnica
de alimentación segura, consistencia de los alimentos y forma de administrar los
medicamentos orales (molidas, enteros con compota, enteros con agua).
• La vía de alimentación oral (sonda naso enteral o gastrostomía) y la consistencia del
alimento se decidirá de acuerdo a un protocolo preestablecido.
• Se recomienda usar sonda naso enteral en pacientes con disfagia.
• Se recomienda gastrostomía en pacientes con disfagia prolongada.
• La vía (oral, sonda), forma (con agua o con compota) y consistencia (enteros o molidos)
de administrar los medicamentos orales se establecerá en función de la capacidad de
deglución de cada paciente y de acuerdo a un protocolo establecido.
• Los pacientes con infarto cerebral deben ser hidratados con solución fisiológico al 9%, y
un volumen de al menos 1500 o 2000 cc día.
• Se recomienda uso profiláctico de protectores gástricos o antiácidos, especialmente en
pacientes con infarto cerebral severo, personas de mayor edad y con antecedentes de
úlcera gástrica.
• Para prevenir la Trombosis Venosa Profunda se recomienda: o AAS en dosis 250mg/día o
Medias antitrombóticas en especial en aquellas personas que pueden recibir AAS, o
Movilización precoz desde el primer día de hospitalización.
• No se recomienda el uso rutinario de heparinas profilácticas para prevenir TVP.
• En casos de alto riesgo de Trombosis Venosa Profunda (pacientes inmovilizados,
antecedentes previos de TVP o trombofilia conocida) se recomienda el uso de heparina
subcutánea, en dosis 5000 UI SC c/12.
• También se pueden usar heparinas de bajo peso molecular en las dosis habituales de
profilaxis.
• Se recomienda mantener las medidas de profilaxis hasta que el paciente camine.
• En pacientes con retención urinaria se recomienda el cateterismo vesical intermitente.
• Para prevenir la constipación se recomienda: o Dieta rica en fibras. o Líquidos
abundantes. o Laxantes osmóticos como lactulosa.
• No usar vaselina como ablandador de deposiciones por riesgo de neumonía aspirativa.
• Para prevenir úlceras por presión (escaras), especialmente en pacientes inmovilizados se
recomienda: Movilización frecuente.
• Iniciar rehabilitación durante las primeras 24 horas de la hospitalización.

INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA EN LA DEFICIENCIA CAMPO VISUAL

1. HEMIANOPSIA HOMÓNIMA: Colocar objetos en campo visual intacto.


Enseñar que gire la cabeza. Colocar objeto en el centro de la visión.

2. POR REFLEJO CORNEAL INEFICAZ: Mantener cuidado de los ojos, realizar aseo ocular
frecuente y aplicar lágrimas artificiales.
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INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA EN LA DEFICIENCIA MOTORA

1. HEMIPARESIA O HEMIPLEJIA:
- Colocar objeto lado no afectado.
- Ejercitar lado no afectado.
- Inmovilizar y acojinar lado afectado.
- Apoyo y ayuda deambulación.
- Alineamiento corporal.
- Afirmar pie.
- Afirmar cadera.

2. POR DISFAGIA RIESGO BRONCOASPIRACIÓN O REGURGITACIÓN:


- Mantener en posición decúbito lateral, efectuar aseo cavidades.
- Dar alimentación por lado no afectado de la boca.
- Sonda Naso Gástrica.

INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA EN LAS DEFICIENCIAS VERBALES

1. DISARTRIA – AFASIA:
- Palabras simples.
- Expresiones comunes, frases cortas, hablarle mientras se le atiende.
- Respuesta SI o NO.
- Brindar paciencia.
- Hablar con tono de adulto. Darle tiempo. Brindarle compañía.
- Estimular constantemente con ejercicios simples la memoria y el conocimiento.
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ANEXO 1

AN
EX
O2
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ANEXO 3
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EPILEPSIA

DEFINICIÓN

La Epilepsia es una “disfunción neurológica episódica espontáneamente recurrente,


producto de descargas neuronales hipersincrónicas patológicas”. Los síntomas y signos
pueden ser muy variados e incluyen alteraciones de conciencia, fenómenos motores,
sensitivos, visuales, auditivos, emocionales, y tantos síntomas y signos como funciones tiene la
corteza cerebral.

EPIDEMIOLOGÍA

La epilepsia es una afección neurológica crónica, de alta frecuencia, de manifestación


episódica y de etiología diversa. Se estima que afecta a 50 millones de personas en el
mundo. En Chile los datos de prevalencia son de 10.8 a 17 por mil habitantes y la incidencia
de 114 por 100.000 habitantes por año. En relación a la incidencia acumulativa, que es el
riesgo individual de desarrollar epilepsia en un tiempo determinado, en nuestro país así como
en el resto de Latinoamérica, esta información es desconocida. En países europeos es del 2%
al 4%.
La epilepsia tiene una distribución bimodal, siendo mayor en las dos primeras décadas de la
vida y luego a partir de la sexta década. La mortalidad es 2 a 3 veces mayor que la
población general.

FACTORES ETIOLÓGICOS

• Genéticas
• Traumatismo encefalocraneano complicado
• Alcoholismo
• Enfermedad cerebro vascular
• Infección por SIDA
• Abuso de sustancias
• Esclerosis temporal mesial
• Infecciones virales, bacterianas y parasitarias del sistema nervioso central
• Malformaciones vasculares y corticales
• Tumores cerebrales
• Abscesos cerebrales
• Demencias

CLASIFICACIÓN DE LAS CRISIS EPILÉPTICAS

1) Crisis focales o parciales: la descarga neuronal se inicia en un punto de la corteza.


Generalmente ocurren en adultos, secundarias a una lesión focal de la corteza cerebral,
que puede tener distintas causas, como por ejemplo:

• Tumor
• Infarto
• Cicatriz
• Hemorragia
• Inflamación
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2) Crisis generalizadas: la descarga neuronal se inicia en toda la corteza simultáneamente.


Generalmente ocurren en niños y son idiopáticas o de causa genética (por ejemplo déficit
de neurotransmisores inhibitorios). Menos frecuentemente la causa es un daño estructural, en
que se alteran las conexiones entre corteza y neuronas subcorticales del tálamo (por
ejemplo por traumatismos).

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

La manifestación de la crisis focal dependerá de la función específica del foco dañado:

ƒ Corteza motora: contracciones musculares de la cara, brazo o pierna, o de todo un


hemi-cuerpo.
ƒ Corteza sensitiva: sensaciones de adormecimiento, hormigueo, dolor, etc. (en distintos
segmentos corporales)
ƒ Corteza visual: visión de luces, figuras, etc.
ƒ Corteza temporal (zona de integración psíquica): conductas automáticas inconscientes
(movimientos repetitivos de la boca, etc.), síntomas afectivos (miedo, risa, etc.), síntomas
olfatorios, etc.

La manifestación clínica de la crisis generalizada es variable, pero siempre con compromiso


de conciencia:

ƒ Generalizada tónico-clónica (“Gran mal”): hipertonía seguida de una fase clónica, con
contracciones musculares generalizadas.
ƒ Ausencia (“Petit mal”): compromiso de conciencia exclusivamente.
ƒ Mioclónicas: sacudidas musculares bilaterales.
ƒ Tónicas: sólo aumento del tono muscular.
ƒ Atónicas: pérdida del tono muscular, que puede llevar a una caída al suelo.
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DIAGNÓSTICO

a) Clínico: Anamnesis, características de la crisis, búsqueda de factores desencadenantes.

b) Exámenes de sangre: luego de una primera crisis se deben descartar causas metabólicas
por tanto se realizan ELP, glicemia, calcemia, pruebas hepáticas, pruebas de función renal,
niveles de tóxicos (drogas).

b) Electroencefalograma (EEG): Se debe realizar lo antes posible después de una crisis,


idealmente antes de 24 horas. Debido a la presencia de falsos positivos y negativos de la
técnica, el EEG aislado no debe establecer un diagnóstico definitivo.
Cuando el diagnóstico de epilepsia no es claro pueden realizarse EEG repetidos y de no
lograrse el diagnóstico ni la clasificación, se debería realizar un EEG con privación de sueño.
En pacientes en que presentan dificultades diagnósticas se realiza un registro de larga
duración en video o ambulatorio para contribuir al estudio.

c) Neuroimágenes (RNM, TAC): La resonancia magnética cerebral es el estudio por


imágenes de elección en pacientes con epilepsia y es particularmente útil en:
• En quienes la historia, el examen o el EEG sugieren origen focal de sus crisis.
• En quienes las crisis persisten a pesar de un tratamiento de primera línea correctamente
realizado.
• En aquellos pacientes cuyo examen con tomografía axial computarizada sea insuficiente
para completar el estudio o fundamentar el planteamiento terapéutico.

La Tomografía cerebral es útil en la evaluación de urgencias de crisis o cuando la


resonancia esté contraindicada.
No se necesitan neuroimágenes como examen de rutina cuando se tiene un diagnóstico
confiable de epilepsia generalizada idiopática y si hay respuesta rápida y completa a los
medicamentos antiepilépticos de primera línea.

TRATAMIENTO

Disminuir las frecuencias de las crisis y permitir que el paciente desarrolle una vida normal.
Comprende medicamentos anti-epilépticos, el manejo de aspectos psico-sociales y
mantener un control periódico del equipo multidisciplinario.

• Medidas Generales: Educar al paciente y su familia, incentivar la inserción laboral,


prohibir el consumo de drogas psicotrópicas, restringir el consumo de alcohol, supervisar
la natación, evitar el trabajo sobre andamios, escalar montañas, supervisar las
actividades en proximidad del fuego, prohibir la conducción de vehículos de transporte
público, informar a toda mujer en edad fértil sobre la planificación de sus embarazos,
efectuar las medidas de rehabilitación física y psico-social.

• Medicamentos antiepilépticos: El tratamiento farmacológico está indicado después de


que el paciente ha presentado 2 o más crisis de epilepsia no provocadas. En algunos
casos se indica luego de crisis única, pero solo si es muy alta la posibilidad de recurrencia
o cuando ésta pueda tener riesgo para la persona.
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SITUACIONES ESPECIALES: STATUS CONVULSIVO

Está definido por la presencia de una convulsión mayor de 5 minutos de duración o dos o
más convulsiones de menor duración, entre las cuales no hay completa recuperación de
conciencia.
La mortalidad global de pacientes con status epiléptico en adultos es de 20%, y pacientes
que debutan con status epiléptico tienen mayor riesgo de episodios futuros y de desarrollar
epilepsia crónica. El pronóstico también es peor en pacientes con status de larga duración y
en aquellos que tienen trastornos fisiológicos graves.
El status convulsivo de más de 30 a 45 minutos de duración puede causar injuria cerebral.

ATENCIÓN DE ENFERMERÍA EN STATUS CONVULSIVO

• Valoración rápida.
• Aplicar el ABC de la reanimación.
• Colocar cánula mayo para evitar daños.
• Preparar materiales para la intubación naso u oro traqueal.
• Se debe administrar oxígeno al 100%.
• Instalar vía venosa periférica.
• Toma de exámenes de acuerdo a la indicación medica. (Glicemia, hemograma,
uremia, glicemia, gases arteriales, electrolitos plasmáticos, pruebas de coagulación y
hepáticas).
• Administración de medicamentos de acuerdo a la indicación medica, verificando los 5
correctos.
• Vigilar la aparición de signos de alteración de conciencia, depresión respiratoria,
hipotensión y arritmias cardíacas.
• CSV.
• Instalación de catéter urinario permanente.

EPILEPSIA EN EL ADULTO MAYOR

Aproximadamente el 25% de las nuevas epilepsias se desarrollan en adultos mayores. La


mayoría de las convulsiones son de inicio parcial, con o sin generalización secundaria. En el
10 a 30% de los pacientes mayores, se presentan con status epiléptico tónico clónico.
La enfermedad cerebro vascular de vasos pequeños y grandes es el principal factor
patológico subyacente, siendo responsable de más de un tercio de los status epilépticos en
la edad adulta. Las convulsiones se asocian principalmente a grandes hemorragias o infartos
con compromiso cortical. Las convulsiones precoces, en estos casos, definidas como
aquellas iniciadas en el 1° mes del evento, se asocian a una mayor mortalidad y desarrollo
de epilepsia crónica.
La enfermedad de Alzheimer y otras demencias de origen no vascular se asocian a
epilepsia.
El riesgo de morbilidad asociado a la convulsión es mayor, dado el grado de osteoporosis y
de debilidad. Además la edad tiende a prolongar el estado postictal.
La farmacocinética de las drogas antiepilépticas, difiere de los pacientes jóvenes, debido a
un cambio en el volumen de distribución, menor unión a proteínas, metabolismo hepático
disminuido, y menor eliminación renal, por lo cual pueden producir efectos neurotóxicos o
deterioro cognitivo.
19

AVANCES EN CIRUGÍA RESECTIVA

Aproximadamente el 20% de los pacientes epilépticos son refractarios al manejo médico. La


cirugía puede controlar la enfermedad en la mayoría de ellos, así como en pacientes con
epilepsia relativamente controlada, pero con convulsiones graves, y en pacientes
candidatos a cirugía en que el tratamiento médico tenga consecuencias psicosociales
irreversibles dado lo prolongado de la enfermedad.
Se localiza el foco epileptógeno a través de RMN y estudios EEG. A veces se requiere de
varios días de monitorización video-EEG para su localización. Esta aún es una técnica
experimental y los resultados son similares a los obtenidos con nuevas drogas antiepilépticas.

A continuación se presenta flujograma Auto-explicativo de derivación del paciente con


Epilepsia en la red asistencial.
20

PROCESO ENFERMERÍA

VALORACIÓN (basada en la guía de valoración del paciente neurológico)

ANAMNESIS

ƒ Edad
ƒ Conductas asociadas al estilo de vida: Tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y
drogas, hábito sedentario, obesidad.
ƒ Estado Mental (Conciencia, orientación ,etc)
ƒ Antecedentes mórbidos personales y familiares: Hipertensión arterial, fibrilación auricular,
diabetes mellitus, dislipidemia.
ƒ Datos Subjetivos:
o Síntomas (cefalea, insensibilidad peribucal)
o Alteración de otras necesidades (Reposo-sueño, bienestar, alimentación, etc)
o Manifestaciones generales
ƒ Datos Objetivos
o Signos (Presión arterial, rigidez de cuello, vómitos, convulsiones, afasia, disfasia,
disartria, trastornos motores, trastornos visuales, amnesia)

EXAMEN FÍSICO GENERAL

ƒ Control de signos vitales (presión arterial, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria y


saturación de oxigeno, temperatura)
ƒ Estado de la piel para prevenir UPP
ƒ Estado de ánimo
ƒ Estado de conciencia. Se recomienda Escala de Glasgow. ANEXO 3
ƒ Estado neurológico. Se recomienda Escala de NIHSS. ANEXO 1.
ƒ Deglución. Se recomienda Prueba del Vaso de Agua. ANEXO 2
ƒ Compromiso del estado general (glicemia capilar o sanguínea, natremia)
ƒ Estado Nutricional
ƒ Deficiencias motoras
ƒ Deficiencias sensoriales
ƒ Deficiencias del campo visual
ƒ Deficiencias verbales
ƒ Deficiencias cognoscitivas
ƒ Deficiencias emocionales

EXAMEN FÍSICO SEGMENTARIO (CÉFALO-CAUDAL)

ƒ Cabeza y Cara: simetría, sensibilidad, percepción, deficiencias del campo visual y


verbal.
ƒ Tórax: movimientos respiratorios, características de la respiración.
ƒ Extremidades superiores: movilidad, sensibilidad, percepción, deficiencias motoras y
sensitivas.
ƒ Abdomen: Distensión, características de la piel, dolor a la palpación, ubicación del dolor
según topografía.
ƒ Extremidades Inferiores: movilidad, sensibilidad, percepción.
21

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER (EA)

El envejecimiento de la población, producido por la notable disminución de la fecundidad y


mortalidad infantil es una característica demográfica cada vez más importante.
Los crecientes avances de la medicina han hecho que los ancianos representen un
segmento creciente de la población, que plantea necesidades y desafíos médico-sociales.
Según el censo de 2002 en nuestro país existe un 11,4 % de adultos mayores de 60 años.
Según las proyecciones este porcentaje aumentará rápidamente, sobretodo a expensas del
sexo femenino.
El proceso de envejecimiento está asociado a un progresivo deterioro biológico y aumento
de los problemas de salud.
Dentro de los problemas que afectan a los adultos mayores están las demencias, que
deben distinguirse de las alteraciones cognitivas inherentes al proceso de envejecimiento
normal.
Una de las demencias más comunes es la Enfermedad de Alzheimer.

DEFINICIÓN

La enfermedad de Alzheimer es una afección degenerativa y progresiva cerebral, de


carácter irreversible. De progresión lenta e inexorable, la enfermedad afecta de modo
difuso a las neuronas de la corteza cerebral, así como otras estructuras adyacentes. Esto
provoca un deterioro de la capacidad para controlar las emociones, reconocer errores y
pautas de conducta, coordinar los movimientos y la memoria, que es lo que en conjunto se
conoce como demencia.

EPIDEMIOLOGÍA

La Enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente, alcanzando el 60-80% de ellas,


el 20% restante corresponde a demencia vascular y el otro 5% está asociado a la
Enfermedad de Parkinson.
En 1907, Alois Alzheimer, un siquiatra y neuropatólogo alemán describió la enfermedad que
después llevaría su nombre. Fue originalmente descrita como una demencia progresiva
presenil, antes de los 65 años, cuyos hallazgos patológicos fueron: atrofia cerebral, depósitos
neurofibrilares y placas en la corteza cerebral.
Es una enfermedad que se inicia después de los 60 años, pero existen casos aislados en
menores de 40 años.
La Enfermedad de Alzheimer afecta actualmente a 15 millones de personas en el mundo
.Su incidencia se incrementa desde 0.5% por año de edad sobre los 65 años a
aproximadamente el 8% por año después de los 85 años.
La incidencia es prácticamente igual en todas las razas, pero en Estados Unidos se ha
observado un riesgo ligeramente más elevado en individuos de raza afro-americanos e
hispano-americanos.
Se ven mayoritariamente afectadas las mujeres por que su esperanza de vida es mayor.
Las personas con Síndrome de Down tienen un riesgo elevado de sufrir EA y pueden
aparecer los primeros síntomas en torno a los 20 años de edad. A partir de los 40 años el 95%
tiene características neuroanatomopatológicas de EA en la autopsia.
22

ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA

No se conoce la causa precisa de la EA. Al igual que en otras formas de demencia, la edad
es el factor de riesgo más importante. Sin embargo, la EA no es propia del envejecimiento
normal.
Cuando la enfermedad se desarrolla antes de los 60 años se habla de EA de inicio precoz,
representa menos del 10% de los casos. Si hablamos de un inicio posterior a los 60 años,
hablamos de EA de inicio tardío.
Cuando existe un patrón familiar se habla de EA Familiar (EAF), asociada con un inicio
precoz y un curso más rápido, además en los casos en que no existen antecedentes
familiares se habla de EA esporádica.
Los hallazgos neuroanatomopatológicos característicos de la EA son los agrupamientos
anormales en el cerebro (placas neuríticas o seniles) y los haces enmarañados de fibras,
denominados ovillos neurofibrilares. Las placas neuríticas son un agrupamiento de axones y
dendritas degeneradas que contienen proteína ß-amiliode. Los ovillos neurofibrilares se
observan en el citoplasma de las neuronas de las áreas del cerebro más afectadas
(hipocampo, corteza cerebral) por la enfermedad. En la corteza cerebral, se pueden ver
ovillos neurofibrilares en las áreas que controlan el pensamiento, el aprendizaje, el sueño y la
memoria.
Los factores genéticos pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de la
enfermedad. Se sabe que existen mutaciones en los genes de la proteína precursora
amiloide (APP) en el cromosoma 21, gen de la presenilina-1 en el cromosoma 14, gen de la
presenilina-2 en el cromosoma 1, presencia de apolipoproteína E (ApoE)-4 gen en el
cromosoma 19.
La producción en exceso de la proteína ß-amiliode parece ser un factor de riesgo
importante de EA. Esta proteína forma parte de otra mayor denominada proteína
precursora amiloide (APP), que participa en la el funcionamiento de la membrana celular y
es producida por las células de todo el organismo. El cerebro produce gran cantidad de
APP. Las placas neuríticas están compuestas de proteína ß-amiliode. Se cree que los valores
elevados de esta proteína provocan daño celular, de forma directa o a través de una
respuesta inflamatoria que finalmente produce la muerte de la neurona.
En un intento de saber por qué las neuronas producen proteína ß-amiliode se han estudiado
las enzimas y genes responsables de la síntesis y el procesamiento de la APP.
Cuando existe mutación en los genes de la presenilina-1 y de la presenilina-2, se observa
una sobreproducción de la proteína ß-amiliode por parte de las neuronas del cerebro.
La ApoE puede contribuir a la disminución de las placas de proteína ß-amiliode, pero las
mutaciones de este gen dan lugar a un aumento de los depósitos de ésta.
La proteína tau es un componente importante de los ovillos neurofibrilares. Estas proteínas
están implicadas en el soporte de las estructuras intracelulares, mantienen los microtúbulos
unidos y en orden. En la EA se produce una alteración de esta proteína y los microtúbulos
se retuercen formando una especie de espiral, dando aparición a los ovillos neurofibrilares
que se observan en el cerebro de los pacientes con EA.
Estas estructuras, placas neuríticas y ovillos neurofibrilares, parecen ser responsables de
muerte neuronal, sin embargo no se ha determinado si es por su toxicidad o por otros
mecanismos.
Las placas neuríticas y ovillos neurofibrilares no son exclusivos de pacientes con EA si no
también están presentes en otras demencias e inclusive en pacientes que no poseen
deterioro cognitivo. No obstante son mucho más numerosas en la EA.
En las áreas del pensamiento y la memoria se produce una pérdida de neuronas
colinérgicas. Durante el curso de la enfermedad otros neurotransmisores como la serotonina
y la noradrenalina también se ven afectados en el curso de la enfermedad.
23

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

ƒ Deterioro cognitivo leve: estado caracterizado por alteraciones cognitivas y capacidad


funcional situada entre el envejecimiento normal y el inicio de la EA.

ƒ Los síntomas principales son:


ƒ Pérdida de memoria que afecta la capacidad laboral (reuniones, nombres, números
de teléfono).
ƒ Dificultad para realizar las tareas domésticas (dejar algo en el fuego de la cocina
hasta que se quema).
ƒ Problemas con el lenguaje (olvidan o confunden palabras sencillas).
ƒ Desorientación temporo-espacial (pueden perderse en la propia calle donde viven).
ƒ Disminución de la capacidad de juicio (vestimenta inadecuada para la estación
climática).
ƒ Problemas con el pensamiento abstracto (dificultad para reconocer los números o
hacer operaciones aritméticas sencillas).
ƒ Dejar las cosas en el lugar equivocado (por ejemplo dejar los cubiertos en el cajón
de la ropa).
ƒ Cambios de comportamiento o de estado de ánimo (cambios exagerados, sin razón
evidente).
ƒ Cambios de personalidad (son cambios drásticos como por ejemplo de ser afables
pasan a ser antipáticos).
ƒ Pérdida de iniciativa (pierden el interés por tareas que antes eran de su interés).

La velocidad de progresión de estas manifestaciones varía de un paciente a otro. Algunos


pueden presentar un deterioro cognitivo leve durante años y otros pacientes progresar en
pocos años desde el deterioro leve al grave.

Inicialmente la enfermedad se manifiesta por un deterioro cognitivo leve de memoria,


inevitablemente este progresa a un trastorno amnésico más profundo que interfiere en la
capacidad funcional del paciente. Al progresar la enfermedad, el paciente y familia se dan
cuenta con más claridad de que lago sucede, por lo tanto consultan al equipo de salud.
En esta etapa el paciente no puede recordar hechos recientes ni la información que acaba
de dársele. Pierde la capacidad de concentrase y mantener la atención y la higiene
personal se ve deteriorada.

Como continúa la pérdida neuronal se presentan conductas imprevisibles como por ejemplo
agitación. En algunos casos se pueden presentar síntomas sicóticos como alucinaciones y
delirio.

Según avanza la enfermedad aparecen otras alteraciones cognitivas como afasia, apraxia,
agnosia y disgrafía (dificultad apara escribir).
Finalmente, se pierde la memoria remota y el paciente no reconoce a los miembros de su
familia más cercanos ni a sus amigos. Es frecuente que se escapen de su hogar y caminen
por la calle sin rumbo fijo.

Posteriormente el paciente con EA es incapaz de comunicarse con los demás y de realizar


cualquier actividad de la vida diaria. En la fase terminal el paciente no responde a los
estímulos, pierde la continencia fecal y urinaria y necesita cuidados permanentemente.
24

DIAGNÓSTICO

No existe pruebas diagnósticas específicas para la EA, por lo que cuando el paciente
presenta deterioro cognitivo moderado es importante realizar evaluación cognitiva con
técnicas psicométricas.

Una vez que se han descartado todas las causas de deterioro cognitivo se realiza el
diagnóstico de EA. La evaluación incluye anamnesis, examen físico, examen neurológico y
pruebas de laboratorio.

Las neuroimágenes como la TAC Y RNM pueden mostrar atrofia cerebral y agrandamiento
de los ventrículos en etapas avanzadas, sin embargo estos hallazgos no son específicos de
EA y pueden observarse en otras enfermedades neurológicas con deterioro cognitivo.
Si bien las pruebas psicométricas, las neuroimágenes y los marcadores genéticos pueden
proporcionar una probabilidad diagnóstica pero ciertamente el diagnóstico concluyente
sólo se puede realizar en la autopsia.

El mini-mental es utilizado para valorar el estado mental y documentar el deterioro cognitivo


y así obtener una ponderación basal y determinar así el progreso de la enfermedad a lo
largo del tiempo.

TRATAMIENTO

Es una enfermedad irreversible, por lo tanto el tratamiento tiene como objetivo controlar o
mejorar el deterioro cognitivo y evitar los comportamientos indeseables.

• Inhibidores de la colinesterasa para el tratamiento de la demencia leve a moderada. El


mecanismo de acción consiste en el bloqueo de la colinesterasa que es responsable de
la degradación de la acetilcolina (rivastigmina, galantamina)

• La memantina es un fármaco utilizado desde fases medias a tardías y su mecanismo de


acción consiste en la protección de las neuronas del cerebro del daño producido por la
acumulación de glutamato, que es liberado en grandes cantidades por las neuronas
dañadas.

• Otros medicamentos utilizados son para controlar las alteraciones del comportamiento
como los neurolépticos atípicos. La risperidona es eficaz para tratar episodios de
agresividad produciendo menos efectos adversos que los neurolépticos tradicionales.

• También se debe tratar la depresión que en muchos casos está asociada a la EA, suele
tratarse con inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina como la fluoxetina,
sertralina, etc.
25

PROCESO DE ENFERMERÍA EN PACIENTES CON ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

INTERVENCION DE ENFERMERÍA

Es importante que en cuanto se produzca el diagnóstico se lleve a cabo una programación


para el futuro. Las necesidades de cuidados van a ir cambiando, desde tener que realizar
una observación moderada y discreta de las actividades que el enfermo realiza, en una fase
inicial, a la sustitución total de las actividades del enfermo en los estadios finales del proceso.
En cada etapa, que el paciente realice por si mismo todo cuanto pueda, aunque lo haga
mal y/o tarde mucho tiempo.
Es vital que al paciente le sea programada su actividad para las 24 horas de cada día, de
manera que tanto él, mientras sea posible, como la familia sepan en cada momento lo que
se debe estar haciendo.

CLASIFICACIÓN DE INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA

EL PACIENTE PRESENTA RIESGO DE ASFIXIA

Esta situación se suele presentar en fases iniciales y puede deberse a múltiples hechos:
pequeños objetos que se dejan al alcance del paciente, armarios en los que se meten y no
saben salir, costumbre de fumar en la cama, atragantamientos de comida, inmersión en
bañera y/o piscina, posibilidad de hacer funcionar el automóvil dentro del garaje cerrado.
Siempre hay que hacer una valoración del riesgo y emprender medidas tales como:
ƒ Modificaciones en el hogar para disminuir los riesgos.
ƒ Impedir que el enfermo se bañe sólo, tanto en la bañera como en la playa.
ƒ Evitar que el enfermo fume en la cama.
ƒ Prevenir que esté solo en el garaje y ponga el automóvil en marcha.
ƒ Retirar tanto los objetos pequeños que puede introducir en su boca y/o nariz como las
grandes bolsas en los que se puede meter.
ƒ Aconsejar medidas para prevenir el atragantamiento alimenticio.

EL PACIENTE PRESENTA RIESGO DE ASPIRACIÓN

En etapas más avanzadas de la enfermedad puede ocurrir que el paciente realice una
aspiración al árbol traqueo bronquial de sólidos, líquidos, secreciones gastrointestinales. En
este caso las acciones a llevar a cabo son del tipo de:
ƒ Valorar los factores de riesgo e intentar evitarlos.
ƒ Si no hay contraindicación mantener la cabecera de la cama elevada a 30º y la cabeza
girada hacia un lado.
ƒ Procurar que durante la comida y al menos durante una hora después el enfermo
permanezca sentado.
ƒ Repartir la comida en más tomas de menor cantidad.
ƒ No administrar nunca a la vez sólidos y líquidos.
ƒ Evitar un aumento la presión abdominal: estreñimiento, ropa apretada.
ƒ Si la administración es a través de una sonda, comprobar antes que esta no se ha
desplazado y que esté permeable.
26

EL PACIENTE SE NIEGA A COMER

Si el paciente de forma sistemática se niega a comer hay que:


ƒ Vigilar que no existe ninguna dificultad para ello: prótesis en mal estado, lesiones en
boca, etc.
ƒ Procurar comidas compartidas y que el momento de la comida sea agradable y
relajado.
ƒ Darle al paciente la misma comida que al resto de la familia.
ƒ Procurar respetar al máximo sus gustos anteriores.
ƒ Servir ésta de forma atractiva y preparada de forma que resulten apetitosa y cuidar los
olores.
ƒ No discutir con el paciente ni intentar forzar su alimentación.
ƒ Si es preciso aumentar el valor energético de las pocas comidas que realice, añadiendo
a los platos alimentos enriquecidos: jugo de carne, o una cucharada de leche en polvo,
complementos farmacológicos, etc.
ƒ Fijar un horario de comida estable para facilitar el hábito.
ƒ Identificar el acto de la comida, realizando antes de cada toma un rito que identifique
con esta: lavado de manos, cambio de ropa, puesta de la mesa, etc.
ƒ Hacer de la comida un acto rutinario: mismo sitio en la mesa, mismo color de servilleta,
misma vajilla, etc.
ƒ Servir los platos de uno en uno. Si retiene la comida en la boca, juega con ella y le
cuesta trabajo tragar darle alimentos jugosos y que estimulen la salivación y si es preciso
masajear en el cuello a nivel medio intentando forzar la deglución.
• Intentar evitar reacciones catastróficas: llantos, gritos.

EL PACIENTE SE NIEGA A BEBER

Además de muchas de las recomendaciones ya dichas para el supuesto anterior se debe


procurar:
ƒ Buscar cada día alguna disculpa para realizar una ingesta compartida.
ƒ Proporcionar líquidos en envases herméticos y opacos: zumos, batidos, etc.
ƒ Ofrecer alternativas al líquido tradicional: frutas jugosas, budines, helados, gelatinas,
líquidos espesados, etc.

EL PACIENTE QUIERE ESTAR COMIENDO CONTINUAMENTE

Es situación que puede ser debida al aburrimiento, por lo que es muy importante que el
enfermo tenga siempre programadas actividades cotidianas para realizar. Además se
pueden llevar a cabo acciones como:
ƒ Procurar raciones pequeñas, repartiendo la totalidad de la comida que deba ingerir en
más porciones.
ƒ Dar comidas bajas en calorías: frutas, líquidos, verduras, lácteos descremados.
ƒ No discutir con el paciente, entretenerle si es posible con otras actividades.
ƒ Utilizar comida muy troceada: verdura partida muy fina, tiras de hortalizas, etc.
ƒ Si traga casi sin masticar servir la comida a temperatura tibia y utilizar alimentos de fácil
digestión.

EL PACIENTE PRESENTA APRAXIA PARA LA EJECUCIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE LA COMIDA

Si el enfermo ha olvidado el uso de los cubiertos o presenta apraxia para la realización de


actividades básicas como cortar, pelar, pinchar, etc., se intentaran actividades tales como:
ƒ Utilizar cubiertos de mango ancho, de mango curvo, anclados a la mano, etc.
ƒ Servir la comida en platos y vasos irrompibles y antivuelcos.
27

ƒ Servir la comida en trozos pequeños y fáciles de comer.


ƒ Dejarle que coma con las manos, proporcionándole en este caso comida adaptada:
croquetas, albóndigas, empanaditas.

EL PACIENTE NECESITA ALIMENTACIÓN ASISTIDA

SI el paciente presenta incapacidad para llevarse la comida a la boca hay que darle de
comer, para ello:
ƒ Sentarlo completamente recto y proveerle de un babero o delantal.
ƒ Sentarse frente a él y si está inclinado hacia delante, hacerlo en un nivel ligeramente
inferior.
ƒ Administrar la comida en la textura que este pueda admitir triturando si es preciso.
ƒ Administrar lentamente y vigilar que ha tragado una porción antes de administrar la
siguiente.

EL PACIENTE PRESENTA PROBLEMAS PARA MASTICAR:

En este caso hay que:


ƒ Recurrir a la alimentación triturada, pero recordando que esta debe continuar siendo
completa, variada y equilibrada.
ƒ Administrar con cuchara, jeringa o con biberón según sea preciso, pero siempre cuidar
la preparación, la temperatura, la velocidad de la ingesta.
ƒ Colocar al paciente en la postura que soporte más parecida a la natural para comer, es
decir lo más incorporado posible.
ƒ Si la administración es con jeringa colocar está en el interior de la boca y en el centro de
la lengua y administrar presionando de ella ligeramente para abajo.

EL PACIENTE TIENE DIFICULTADES PARA TRAGAR:

ƒ Utilizar alimentos pastosos o espesos, ya que los atragantamientos son más frecuentes
con los líquidos.
ƒ En caso de atragantamiento realizar maniobra de Heimlich.
ƒ Valorar la conveniencia de solicitar la indicación de una sonda nasogástrica.

EL PACIENTE PRESENTA INCONTINENCIA URINARIA:

La aparición de incontinencia de forma brusca puede tener una causa distinta al proceso
demencial, como puede ser una infección, el efecto de algún fármaco, etc., en este caso
se debe buscar la causa. Si la incontinencia es frecuente se debe actuar como sigue:
ƒ Intentar evitar que se orinen en la ropa, y si el hecho ocurre no realizar comentarios ni
regañarle.
ƒ Señalar el cuarto de baño con una indicación gráfica en la puerta.
ƒ Despejar el camino al cuarto de baño de objetos que dificulten la llegada a este.
ƒ Señalizar el camino desde el dormitorio al baño con luces piloto nocturnas y dejar una luz
encendida en el cuarto durante la noche.
ƒ Procurar que el paciente orine antes de acostarse y si se considera necesario reducir la
ingesta de líquidos a última hora de la tarde.
ƒ Determinar la frecuencia de la eliminación vesical y acompañar al baño cada vez que
se prevea que el paciente vaya a eliminar que suele ser cada 2 - 3 horas.
ƒ Simplificación de las maniobras de desvestido.

Cuando el paciente necesite usar pañales, situación que se debe retrasar al máximo, hay
que:
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ƒ Hacer un estudio serio de marcas, modelos, tallas y capacidad de absorción, para ver
que tipo se adapta mejor a cada necesidad concreta.
ƒ Procurar que durante el día, mientras pueda, siga utilizando su ropa interior habitual,
aunque sea con el absorbente.
ƒ Recordar, sobre todo en las mujeres, que cuando se deba proceder al cambio, el sucio
siempre ha de retirarse por detrás y el limpio ha de colocarse de delante hacia atrás.
ƒ Si la incontinencia es sólo vesical valorar la alternativa de utilizar un colector de orina en
varones.

EL PACIENTE PRESENTA INCONTINENCIA FECAL:

Suele ser de aparición más tardía que la vesical. Se puede intentar controlar con medidas
como:
ƒ Establecer una rutina de defecación, estableciendo un horario y/o una situación (tras el
desayuno, antes del baño) para evacuar y comprobar que evacua.
ƒ Identificar si el paciente realiza algún preámbulo antes de la evacuación: inquietud,
agitación, uso de alguna palabra o sonido, etc., y si es así ponerlo inmediatamente en el
inodoro cuando este se produzca.
ƒ Mantener al paciente en el baño el tiempo suficiente para que se pueda producir la
evacuación - unos 20 minutos - aunque para ello tenga que utilizarse algún sistema
accesorio de seguridad: barras de sujeción, soportes, etc.
ƒ Procurar una ingesta de nutrientes y de líquidos correcta.
ƒ Si el paciente necesita usar absorbentes hacer que el cambio de este absorbente sea lo
más frecuente posible.
ƒ No permitir que el paciente permanezca con el absorbente sucio y realizar aseo externo
tras cada deposición.
ƒ Si la incontinencia fecal es secundaria a un estreñimiento con presencia de fecalomas,
que es una situación frecuente en fases avanzadas de la demencia, procederemos a la
extracción de éste.

EL PACIENTE PRESENTA ESTREÑIMIENTO:

Es un problema muy frecuente sobre todo si el enfermo posee una alimentación escasa en
fibra, una ingesta de líquido no muy aceptable y una actividad física reducida.
La prevención es el mejor remedio y esta pasa por actuar contra los factores de riesgo, es
decir contra la alimentación muy refinada, contra una mala hidratación, contra la falta de
la actividad física.
• Siempre se deben intentar medidas para facilitar la evacuación de forma natural tales
como:
o Dar un vaso de zumo o de agua tibia en ayunas.
o Agregar salvado a los platos.
o Aplicar masajes abdominales.
o Mantener mientras sea posible el uso del baño.
• No utilizar laxantes sin prescripción médica y valorar la necesidad de utilizar
ablandadores de heces como los supositorios de glicerina.
• Si se requiere la administración de enemas, que pueden ser caseros o de farmacia, hay
que colocar estos siempre en posición de decúbito lateral izquierdo.
• Si se presentan fecalomas, que son impactaciones duras de heces en el recto, intentar
ablandar estos, partirlos mediante un tacto rectal y posteriormente extraerlos.
29

EL PACIENTE SE MUESTRA HIPERACTIVO O PRESENTA UN DEAMBULAR CONSTANTE:

En esta situación, propia de las primeras fases, hay que:


• Procurar una actividad física normal: paseos, participación en las actividades cotidianas
de la vida diaria.
• Averiguar si el paciente realiza estos comportamientos por aburrimiento e intentar
evitarlo, ofreciéndole alternativas que le gusten.
• Mostrarle, a menudo, nuestro cariño y una presencia cercana mediante el tacto y las
caricias.
• Si a pesar de estas medidas el deambular persiste, procurarles un calzado cómodo y
silencioso, trazarles una ruta segura, como un largo pasillo, y dejarles hacer.

EL PACIENTE SE MUESTRA HIPOACTIVO:

Es una situación frecuente en etapas avanzadas y puede acarrear un deterioro importante


de los sistemas.
A medida que la movilidad disminuye los tiempos de encamamiento son cada vez mayores,
lo que puede conducir a la aparición de complicaciones circulatorias, respiratorias, urinarias,
digestivas, cutáneas. Las acciones que debemos emprender en esta ocasión son del tipo
de:
• Incentivar la movilización tanto activa como pasiva:
o Diseñar y ejecutar una tabla de ejercicios que el enfermo pueda realizar incluso
sentado o en la cama: mover el cuello, mover los brazos, mover las piernas.
o Realizar, cada día, movilización pasiva de todas sus articulaciones.
o Movilizar y masajear las zonas distales para facilitar el retorno venoso.
o Mantener una buena alineación corporal, utilizando si es preciso la ayuda de
almohadas, cojines.

• Diseñar y ejecutar un programa de cambios posturales en la cama que contemple todas


las posiciones y teniendo en consideración hechos como:
o El decúbito prono, o boca abajo, es mal soportado.
o Las horas de la ingesta deben coincidir con el decúbito supino, o boca arriba.
o Colocar con el tronco elevado si hay complicaciones respiratorias.
o Retirar la almohada si hay problemas de ulceras por presión.
o Elevar los pies de la cama si hay que facilitar el retorno venoso.
o Si es posible dejar descansar a los pacientes por la noche.

A modo de ejemplo podemos seguir un esquema como el siguiente:

HORA POSICIÓN
8-9 BOCA ABAJO
9 - 11 BOCA ARRIBA
11 - 13 DEL LADO IZQUIERDO
13 -15 BOCA ARRIBA
15 - 17 DEL LADO DERECHO
17 -18 BOCA ABAJO
18 - 20 BOCA ARRIBA
20 - 22 DEL LADO IZQUIERDO
22 - 24 BOCA ARRIBA
24 - 4 DECUBITO LATERAL DERECHO
4-8 DEL LADO IZQUIERDO
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• Proteger la integridad de la piel mediante una higiene cuidadosa, hidratación corporal


con aceites o cremas hidratantes, protección de las prominencias óseas. No masajear
zonas de apoyo.
• Cuidar la nutrición, asegurándose una ingesta correcta de proteínas y fibra y no
descuidar los líquidos.
• Controlar y cuidar los problemas de incontinencias y/o estreñimiento.
• Continuar, mientras sea posible con el levantamiento, cuidando de la seguridad del
paciente.

EL PACIENTE SE NIEGA AL ASEO

• Intentar averiguar la causa que da lugar a tal negación (miedo ante su falta de
seguridad para la higiene, olvido de los hábitos higiénicos, etc.) e intentar buscar una
solución sin entrar en discusión ni imponerle el acto a la fuerza.
• Procurar las máximas facilidades para su ejecución.
• Incrementar las medidas de seguridad.
• Procurar tranquilidad, evitar ruidos, prisas.
• Esforzarse por conseguir intimidad, haciéndole sentirse cuidado pero no vigilado.
• Buscar la máxima comodidad mimando el contexto ambiental: luz, temperatura, colores.
• Hacer del aseo corporal un acto rutinario: misma hora, mismo útiles, mismos colores y
establecer un rito para su realización.
• Realizar comentarios positivos acerca de lo bien que se le ve cuando esta limpio, decirle
el gusto que da cuando huele tan bien y mostrarse particularmente afectivo cuando
aparece bañado y bien vestido. Por contra abstenerse de hacer comentarios cuando
no se asea.
• Si el problema es que el paciente a olvidado sus hábitos higiénicos y/o las maniobras
para el aseo, deben de recordársele cada vez, pudiendo intentar el que repita las
maniobras por imitación, o también haciendo que el cuidador inicie éstas para
posteriormente dejarlo que continúe solo.

EL PACIENTE NECESITA AYUDA PARA EL ASEO

Cuando comiencen a precisarse ayudas, hay que intentar que el acto de la higiene sea lo
más parecido al que se hacia cuando no se daba esta circunstancia, así pues se ha de
procurar que:
• Continúe con el baño o la ducha todo el tiempo que sea posible, desplazándolo para
ello hasta el cuarto de baño, con silla de ruedas o con una grúa doméstica para
traslados, si es preciso, e incrementando al máximo las medidas de seguridad.
• Las pautas de aseo han de seguir la misma rutina que tenían anteriormente, diciéndole
antes de cada acción lo que se le va realizar y nunca ejecutar sin avisar acciones que
pueden causarle miedo, ni dejarle solo.
• Intentar que participe aunque sea en actividades mínimas: lavarse las manos, echarse
agua por la cara, mojarse el pelo, etc.
• A veces existe un gran pudor y el paciente se niega a dejarse asear por otras personas,
sobre todo si son de distinto sexo, aunque éstas sean su cónyuge o su hija/o; en este caso
se recurrirá a colocar una sabana amplia sobre su cuerpo y se realizará la higiene por
debajo de esta.

EL PACIENTE NECESITA SUPLENCIA PARA EL ASEO

En las últimas etapas de la enfermedad el aseo del paciente tiene que ser llevado a cabo,
íntegramente por otras personas, siendo habitual el que se haga en la propia cama de éste,
siendo conveniente que se tomen medidas como:
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• Considerar que el aseo debe seguir teniendo las características que hemos apuntado
anteriormente: seguridad, tranquilidad, comodidad, intimidad.
• Preparar todo el material necesario y situarlo en la proximidad del paciente, para que
una vez que se haya iniciado el acto no se le tenga que abandonar y se pueda
mantener siempre un contacto con él.
• Realizar el aseo en el siguiente orden: cara, brazos, tronco, piernas, zona genital y ano.
• Poner especial cuidado en el lavado y secado de zonas como: ojos, nariz, orejas, axilas,
zona submamaria, ombligo, espacios interdigitales.
• Dar un masaje con crema hidratante.
• Perfumar con colonia.
• Periódicamente realizar un aseo más minucioso que incluya lavado del cabello, y uñas
de pies y manos.

EL PACIENTE UTILIZA UNA ROPA INADECUADA

• Retirar de su alcance la ropa correspondiente a una estación climatológica distinta.


• Preseleccionarle la ropa y ofrecérsela formando conjuntos armoniosos y a base de
prendas cómodas y fáciles de poner y quitar.
• Cambiar, si es preciso, los sistemas clásicos de cierre por otros más sencillos: cremalleras,
velcro, etc.
• Si el paciente ha olvidado el orden en que se debe poner las prendas, prepararle éstas
en montones colocados en orden inverso, de manera que encuentre en primer lugar
aquello que ha de ponerse más en el interior, esto es desde bragas o calzoncillos, que
estarán arriba del todo, hasta el suéter o la chaqueta que quedarán en la base de la
ropa.

EL PACIENTE PRESENTA INSEGURIDAD FISICA

Evitar los peligros y mantener la seguridad física del paciente es una tarea propia de los
comienzos, debiendo en este caso realizar, de forma sutil y paulatina, cambios en el entorno
ambiental encaminados a hacer un hogar lo más sencillo, cómodo, agradable y seguro
posible. Cambios tales como:
• Procurar un ambiente luminoso, con buena luz.
• Intentar mantener una temperatura agradable y estable en toda la casa, extremando
las precauciones en el caso de uso de aparatos tales como estufas, ventiladores, etc., y
dotando, si es posible, de un sistema de calefacción / refrigeración / ventilación,
centralizado y a cuyo mecanismo no tenga acceso el paciente.
• Procurar un entorno estimulante y que contribuyan a la reorientación del paciente:
relojes, calendarios, letreros en las puertas; evitar estímulos excesivos y/o superfluos que
pueden contribuir a una mayor desorientación y a una menor seguridad.
• Intentar que se sigan recibiendo visitas, y que éstas acudan de una forma programada,
evitando que coincidan muchas personas distintas a un mismo tiempo.
• Señalar con un distintivo las puertas de los cuartos que el paciente utilizará y mantener
cerradas aquellas que donde no es conveniente que entre.
• Incrementar la vigilancia en lugares potencialmente peligrosos: escaleras, piscinas,
terrazas, etc.
• Retirar objetos eventualmente peligrosos: alfombras, muebles de cristal, objetos con
aristas o esquinas cortantes, etc.
• Si es preciso tapar los espejos de los lugares donde tenga acceso.
• Preferir la utilización de productos domésticos siempre idénticos, teniendo cuidado,
además, de que se diferencien claramente de los dedicados a otros usos: alimentación,
higiene corporal, etc.
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• Tener fotocopias o duplicados de documentos importantes: cartilla de la seguridad


social. y guardar una copia de éstos en un sitio donde el paciente no tenga acceso.
• Procurarse copias idénticas de utensilios cuya pérdida suele ser frecuente: gafas y/o
fundas, llaves, el monedero lo que suele causar desasosiego en el paciente.
• En los lugares potencialmente más peligrosos de la casa, como son el dormitorio, el baño
y la cocina se incrementará la seguridad con medidas como:
o Colocar la cama en el medio de la habitación, de esta manera si se levanta
desorientado podrá hacerlo con seguridad por ambos lados de ésta.
o Sustituir las lámpara de mesilla por apliques en la pared y a los que no pueda
llegar si estira los brazos.
o Instalar una iluminación de seguridad para la noche, para que marque
claramente su itinerario nocturno, si es que decidiera levantarse.
o Colocar, si es preciso, barandas a ambos lados de la cama para impedir que el
paciente se caiga.
o Dotar al enfermo de un sistema de sujeción adicional para impedir que se deslice
de lugares como el sillón, la silla de ruedas, el baño.
o Dotar de un sistema antideslizante la bañera e instalar asas que faciliten la
entrada y salida en esta.
o Cambiar la bañera por una ducha si aparece dificultad para entrar y salir.
o Procurar en toda la casa suelos mate y evitar que estén húmedos y resbaladizos.
o Reducir los accesorios del hogar, permitiendo sólo los que se consideren
necesarios.
o Retirar de su alcance utensilios peligrosos: cortantes, punzantes, eléctricos, etc.
o Instalar alarmas para las fugas de gases y humos.
o Regular el calentador de agua caliente, haciendo que ésta siempre salga a
temperatura templada.
o Preferir grifos automáticos y que se cierren solos una vez transcurrido un tiempo.
o Impedir el acceso a productos tóxicos y/o de limpieza.
o Trasladar el botiquín a un lugar de la casa donde el paciente no tenga acceso o
cerrar este con llave.

EL PACIENTE PRESENTA PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN

Mantener un nivel óptimo de comunicación/relación con este tipo de pacientes debe


procurarse a lo largo de toda la enfermedad, aunque el deterioro sea importante, siendo
recomendable que se emprendan acciones como:
• No forzarle a comunicarse en un momento o circunstancia que no desee.
• No intentar que de forma permanente esté conversando, respetar los silencios
• Cuando haya que decirle algo significativo, que se quiera que entienda y/o que
recuerde se debe:
o Escoger el momento en que esté más relajado.
o Procurar un sitio tranquilo, sin ruidos y con buena iluminación.
o Usar un lenguaje sencillo y simple.
o Evitar que le hablen más de una persona al mismo tiempo.
o Situarse siempre de frente y a la altura de sus ojos.
o Vocalizar bien.
o No elevar el volumen.
o Darle tiempo para que procese la información y responda.
o Si lo que busca es una opinión plantear el tema de manera que sólo precise
responder "si ó no". No plantearle el que tenga que elegir entre varias opciones.
• Si tiene problemas con algún tema o palabra concreto eludir éste.
• No terminar las frases por él, ni antedecir lo que él puede tardar un rato más en
pronunciar.
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• Utilizar el lenguaje de los gestos para ayudarle a comprender nuestras palabras y


fomentar el suyo facilitándole objetos y/o personas que pueda señalar.
• Aprender a descifrar sus "nuevas palabras".
En los últimos estadios buscar alternativas a la comunicación tradicional: hablándole
frecuentemente aunque no responda, haciéndole participe de la vida familiar, creando
un ambiente grato, utilizando el tacto como medio de comunicación, evitar pronunciar
en su presencia, aunque presente signos de total desconexión, expresiones que puedan
afectarle negativamente.

EL PACIENTE PRESENTA APATÍA POR EL SEXO

La apatía puede deberse a un olvido de las prácticas sexuales: las caricias, los preámbulos,
su rol en la práctica sexual. En este sentido hay que:
• Informar al componente de la pareja sano que ha de ser él quien tome la iniciativa y
hacer que las prácticas sexuales sean lo mas parecidas posibles a las que realizaban
antes de la enfermedad.
• Recomendar a la pareja: Mantener con el paciente relaciones deseadas, agradables y
sin violencia, es una expresión máxima de cariño.
• Si el paciente rechaza la relación sexual, más frecuentemente el coito que otras
practicas sexuales, igual que en otros comportamientos cotidianos, ya citados, no insistir,
ya que la insistencia suele conducir a la agitación.

ACTITUDES ANTE LA PÉRDIDA DE MEMORIA

Es fundamental mantener la rutina diaria, evitar la corrección continua, ya que de esta


forma vamos a generar un nivel de frustración contraproducente en el paciente, ante la
reiteración desviar la atención. Podemos potenciar la memoria inmediata mediante
ejercicios de repetición de series de palabras, imágenes familiares, objetos cotidianos a los
que haya mostrado interés. Un tipo de memoria que suele alterarse muy precozmente es la
memoria olfatoria, para estimular esta, podemos realizar ejercicio de olfación discriminativa
acompañada de reconocimiento visual. Para trabajar la memoria reciente recordar un
acontecimiento cotidiano por ejemplo comida efectuada, o bien recordar una información
o noticia periodística y evocarla al tiempo. Para trabajar la memoria remota efectuar
trabajo de recuerdos cotidianos como nombres de la familia, direcciones y teléfonos.

ACTITUDES Y CUIDADOS ANTE PROBLEMAS DE LENGUAJE

Dirigirnos al paciente prestándole la máxima atención y cercanía corporal a fin de poder


captar el lenguaje no verbal que a veces utiliza para suplir al verbal. Mantenerse relajado,
hablando despacio con tono afectivo, mirándole a los ojos, evitando así las barreras que
pudieran existir en la comunicación. Podemos potenciar el lenguaje mediante ejercicios de
nominación de objetos, potenciando la capacidad de repetición, ejercitar el lenguaje
automático y espontáneo, estimular la compresión verbal, y la fluidez. Para ello le pediremos
que nos relate sus viejas historias, potenciar la escritura mediante dictados, escritura de
frases, series de palabras.

AYUDA A UN PACIENTE CON DESORIENTACIÓN

Es fundamental mantener la calma, orientarles continuamente tanto temporal como


espacialmente, ponerle señales orientadoras en la casa, tales como calendarios, señales
para localizar el servicio, la habitación, la cocina.
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Es muy frecuente la desorientación nocturna. Con el fin de evitar accidentes es necesario


tener luces nocturnas tenues no deslumbrantes que le ayuden en la orientación espacial en
el hábitat. Para evitar pérdidas es necesario tener elementos de identificación personal.

AYUDA A PACIENTE CON TRASTORNOS PRÁXICOS Y DÉFICIT EN EL AUTOCUIDADO

Tener paciencia y dar tiempo para la realización de las tareas, no anular al paciente
realizando nosotros la tarea. Proporcionar instrucciones sencillas para que pueda realizar el
máximo de actividades por sí solo. Entregar una serie de objetos reales y pedirle que los
nombre y nos comente para qué sirven Para trabajar la apraxia constructiva pedirle que
pinte, que dibuje un coche, una casa, un paisaje, Para vestirse, ponerles la ropa en el orden
que debe de ponérsela, evitar vestidos con muchos botones o con cremalleras dificultosas.

AYUDA A UN PACIENTE CON TRASTORNOS DE SUEÑO

Esto puede ser debido a cambios de medicación, de ambiente, a la propia enfermedad, a


manifestaciones depresivas y al tipo de vida que lleve el paciente.
En estas circunstancias mantenga la tranquilidad. A la hora de dormir demuéstrele seguridad
y afectividad, efectúele ejercicios diurnos. En caso de que esté en casa, mantenga una
buena iluminación diurna. En la alimentación, procurar cenas ligeras, evitar bebidas
excitantes, masaje en la planta de los pies y baño antes de acostarse. Evitar las barreras
arquitectónicas que pudieran generar accidentes si se levanta por la noche. Procurar un
ambiente confortable en la habitación. Léale algo relajante con voz monótona, o bien
efectúe una oración de su infancia por él conocida. El paciente suele dormir mal por las
noches en todas las fases de la enfermedad, siendo este uno de los problemas que más
desazón causa a los cuidadores.
La recuperación de un adecuado patrón de sueño nocturno es una tarea difícil y
generalmente con poco éxito; no obstante se deben poner en marcha todas las acciones
conocidas y que son del tipo de:
• Hacerle sentir que aunque está enfermo siempre habrá alguien a su lado para
acompañarle y dispuesto a ayudarle.
• Procurar que tenga debidamente satisfechas el resto de sus necesidades básicas, como
alimentación, eliminación, higiene, vestido, comunicación, entretenimiento, etc.,
intentando que se acueste limpio, agradablemente cansado, sin hambre, con una ropa
cómoda y adecuada, en un lecho confortable, rodeado de un ambiente sin factores
distorsionantes.
• Realizar cada día higiene del sueño, haciendo del acostamiento un rito rutinario: misma
hora, misma cama.
• Procurar un ambiente que invite al descanso: música tranquilizante, relajación, leerle un
rato, contarle o dejarle que te cuente alguna historia.
• Hacer que permanezca en la cama aproximadamente siempre el mismo tiempo,
aunque no esté durmiendo y establecer también una rutina para que se levante.
• Si se levanta desorientado a media noche y decide la realización de un actividad que
no son propias ni del lugar ni de la hora (hacer la maleta para irse a su casa, irse a la
cocina a comer, vestirse para salir, etc.) no intentar razonar acerca de lo inadecuado de
su proceder, entretenerlo con alguna otra actividad e intentar con cariño que vuelva a
la cama. Si se empeña en su realización y no es peligrosa dejarle hacer y controlarle a
distancia, así como extremar las medidas de seguridad: cerrojos en puertas y ventanas,
rejas en sitios peligrosos.
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AYUDA A UN PACIENTE CON CUADRO DE VAGABUNDEO:

En estas circunstancias lo primero es intentar descubrir la causa que le está generando dicho
movimiento continuado sin parada y sin sentido. Muchas veces este problema se debe
simplemente a cambios de ambiente, ruidos, la presencia de mucha gente o de gente
extraña, miedos, dolores o malestares físicos, exceso de energía, hábitos, o bien por la
propia enfermedad. Esto nos genera cuadro de ansiedad, incomprensión, nerviosismo y
sentimientos de culpa. En esta situación permanecer en calma, no transmita su propia
inquietud, intente expresarle su compresión y déle a entender que lo comprende.
Acérquese relajado, de frente, mirándole a los ojos, ofrézcale el máximo de afectividad,
ponga medidas preventivas para evitar que pueda salir de casa o perderse.

AYUDA A UN PACIENTE CON CUADRO DE ILUSIONES Y/O ALUCINACIONES:

Las ilusiones son distorsiones visuales, olfativas, auditivas, gustativas y/o táctiles, en la
percepción de cosas presentes. Las alucinaciones son distorsiones, que también pueden ser
visuales, olfativas, auditivas, gustativas y/o táctiles, en este caso, en la percepción de cosas
no presentes.
Ante una percepción distorsionada el paciente puede reaccionar de muy diversas maneras,
siendo pues necesario valorar el alcance de éstas. Si la reacción no es violenta, o si no
provoca miedo, temor, ira, intentos de huida, son menos dramáticas que si las provoca.
Cada distorsión puede tener un abordaje diferente aunque suele resultar útil el recomendar
medidas generales como:
• No intentar razonar con él explicándole el absurdo de su comportamiento.
• No le de la razón, pero si no hay peligro, como por ejemplo amenaza a su integridad o a
la de las personas que le rodean, déjele disfrutar un rato de ellas y a continuación intente
liberarlos, proporcionándoles una alternativa que les distraiga: cámbieles de habitación,
ofrézcale una golosina, dirija su conversación hacia otros temas, etc.
• Si la percepción errónea se produce en un lugar público y causa asombro, hilaridad,
confusión, miedo, entre las gentes que allí están, el cuidador no debe avergonzarse del
comportamiento del enfermo e intentar explicar el trastorno que padece.

¿QUÉ HACER SI NUESTRO PACIENTE SE PONE AGRESIVO?

Los cambios de carácter son frecuentes a lo largo de la enfermedad, pero sobre todo en su
fase inicial, pudiendo ocurrir que de repente y sin causa aparente el paciente se muestre
agitado y/o agresivo, siendo en estos momentos la comunicación con el paciente
particularmente importante. Es útil seguir recomendaciones como:
• Intente averiguar la causa que ha desencadenado el comportamiento, ya que aunque
aparentemente no la haya, puede que existan razones que la hayan originado: frío,
hambre, entornos estresantes, una conversación que ha mal interpretado, y en lo
sucesivo procure evitarla.
• Si no es peligrosa desdéñela y, como hemos indicado para otros comportamientos no
adecuados, intente distraerle con algún entretenimiento.
• Aproxímese a él pero sin llegar a sujetarlo en un primer momento.
• Háblele muy despacio, déjese ver, e intente calmarlo.
• Comience a tocarle y acariciarle lentamente y por las zonas más distales.
• Si la agresión es peligrosa aproxímese por detrás sin ser visto y sujételo y/o retírelo del
lugar del peligro.
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BIBLIOGRAFÍA:

• REPÚBLICA DE CHILE, MINISTERIO DE SALUD. Guía Clínica Ataque Cerebro Vascular


Isquémico del Adulto. Septiembre 2007.
• REPÚBLICA DE CHILE, MINISTERIO DE SALUD. Guía Clínica Hemorragia Subaracnoídea
Secundaria a Rotura de Aneurismas Cerebrales. Junio 2007.
• CARPENITO – MOYET, L. PLANES DE CUIDADOS Y DOCUMENTACIÓN CLÍNICA EN
ENFERMERÍA. Diagnósticos Enfermeros y problemas en colaboración. Cuarta edición.
Editorial Mc Graw-Hill Interamericana, Madrid 2005. ISBN: 84-486-0541-1.
• LEWIS, SH Enfermería Medicoquirúrgica, valoración y cuidados de problemas clínicos.
Sexta edición. Volumen II. Capítulo 58. Editorial Elsevier-Mosby. Madrid 2004. ISBN:84-8174-
826-9

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