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AFECCIONES NEUROLÓGICAS
OBJETIVOS
EPIDEMIOLOGÍA
En Chile el Accidente Cerebro Vascular figura entre las diez primeras causas de muerte en
hombres y mujeres, a partir de los 20 años de edad, con tasas que aumentan
sostenidamente a medida que se envejece.
La tasa cruda anual de incidencia de Accidente Cerebro Vascular en Chile, según un
estudio poblacional realizado recientemente en la ciudad de Iquique [Lavados 2005], fue de
95.8 por cien mil habitantes. En Chile, las tasas de mortalidad cardiovascular ajustadas por
edad han disminuido gracias a los progresos terapéuticos en problemas como accidentes
cerebro-vasculares y cardiopatía coronaria; sin embargo, en términos porcentuales, las
enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en el país.
CONCEPTUALIZACIONES
• AFASIA EXPRESIVA: Incapacidad para formar palabras que sean comprensibles, es capaz
de responder con una sola palabra.
• AGNOSIA: Incapacidad para interpretar o reconocer objetos por medio de los sentidos
(visual, auditivo y táctil).
• HEMIPARESIA: Debilidad de la cara, brazos y piernas del mismo lado (debido a una lesión
en el hemisferio opuesto).
• HEMIPLEJIA: Parálisis de la cara, brazos y piernas del mismo lado. (debido a lesión del
hemisferio opuesto).
1. DEFINICIÓN
FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares son los mismos que determinan
la incidencia del Accidente Cerebro Vascular, a saber:
- Factores de riesgo no modificables: edad y sexo masculino.
- Factores de riesgo modificables:
- Conductuales asociadas al estilo de vida: tabaquismo, consumo excesivo de
alcohol, obesidad y hábito sedentario.
- Fisiológicos: hipertensión arterial, fibrilación auricular, diabetes, dislipidemia.
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DÉFICIT NEUROLÓGICO:
2. DEFICIENCIAS MOTORAS:
Hemiparesia
Hemiplejia
Ataxia
Disartria
Disfagia
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3. DEFICIENCIA SENSORIAL:
Parestesia
4. DEFICIENCIA VERBAL:
Afasia Expresiva
Afasia Receptiva
Afasia Global
5. DEFICIENCIA COGNOSCITIVAS
6. DEFICIENCIAS EMOCIONALES
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS
- Eco doppler carotídeo en todos aquellos pacientes cuya isquemia cerebral corresponda a
un territorio de la circulación cerebral anterior,
TRATAMIENTO
Los pacientes que presentan un cuadro clínico compatible con un ACV deben ser
atendidos, en forma urgente, en un establecimiento de salud en el que se cuente con la
posibilidad de acceder a una evaluación por neurólogo y a un estudio de imágenes
(tomografía computada de cerebro sin contraste), que permitan confirmar el diagnóstico,
precisar la localización del daño, el pronóstico, y establecer un plan de tratamiento inicial.
Aquellos pacientes en los cuales se cuente con evaluación neurológica y estudio de
imágenes antes de tres horas de iniciado el cuadro, en los cuales se confirme el diagnóstico
de ACV isquémico, deberán ser considerados candidatos a recibir terapia trombolítica
endovenosa con activador del plasminógeno tisular. En cada centro asistencial, donde se
esté en condiciones de administrar esta terapia (vigilancia médica continua y monitoreo
continuo no invasivo las 24 horas del día), se debe contar con un protocolo detallado en el
que consten los criterios de inclusión y contra-indicaciones para el uso de activador del
plasminógeno tisular, así como los procedimientos que deben ser seguidos para su
administración y manejo posterior. De especial importancia es el cumplimiento riguroso del
plazo máximo en el cual el fármaco puede ser administrado, que es de tres horas después
de iniciado el cuadro clínico.
Otras Medidas son las de protección no-farmacológicas, como el reposo con la cabeza
entre 0º y 30º, régimen 0 las primeras 24 horas, uso de solución fisiológica, normotermia,
euglicemia, control de la natremia, y evitar el uso de hipotensores salvo que esté
estrictamente indicado.
COMPLICACIONES
• Las complicaciones más frecuentes de pacientes hospitalizados por ACV agudo son:
caídas (25%), úlceras por presión (21%), infecciones urinarias (24%), neumonías (22%),
confusión y agitación (56%), depresión y ansiedad (30%), dolor (34%).
• El contar con protocolos para tratar estas situaciones clínicas mejora la oportunidad y
disminuye la variabilidad en el manejo de estas.
• Los pacientes con accidente cerebro vascular con hiponatremia hipovolémica
producida probablemente por un síndrome perdedor de sal de origen cerebral, por lo
que se benefician con reposición de volumen isotónico.
• Los pacientes con disfagia neurogénica deben ser realimentados por sonda naso
enteral. La sonda naso yeyunal tiene menos riesgo de neumonía aspirativa que la
nasogástrica.
• La gastrostomía es una alternativa a la sonda nasoyeyunal en pacientes en que se
proyecta tendrán una disfagia prolongada (más de 1 mes).
• La papilla espesa es más fácil de deglutir y los líquidos más difíciles para pacientes con
disfagia neurogénica.
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• El 64-90% de los pacientes con ACV tienen disfagia y riesgo elevado de neumonía
aspirativa. Los pacientes con disfagia neurogénica tienen mayor probabilidad de muerte
que los que no la tienen.
• Los pacientes con infarto hemisférico, de tronco, infartos múltiples, con compromiso de
pares craneanos y compromiso de conciencia tienen mayor riesgo de disfagia
neurogénica.
• La Trombosis Venosa Profunda es frecuente en pacientes con infarto cerebral
inmovilizado. Esto es más frecuente en infartos severos y a mayor edad.
• El Trombosis Embólica Pulmonar es responsable de hasta un 10% de las muertes después
de un infarto cerebral y normalmente se produce por embolia desde las extremidades
inferiores o pelvis.
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PROCESO ENFERMERÍA
ANAMNESIS
o Edad
o Conductas asociadas al estilo de vida: Tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y
drogas, hábito sedentario, obesidad.
o Estado Mental (Conciencia, orientación, etc.)
o Antecedentes mórbidos personales y familiares: Hipertensión arterial, fibrilación auricular,
diabetes mellitus, dislipidemia.
o Datos Subjetivos:
o Síntomas (cefalea, insensibilidad peribucal)
o Alteración de otras necesidades (Reposo-sueño, bienestar, alimentación, etc)
o Manifestaciones generales
o Datos Objetivos
o Signos (Presión arterial, rigidez de cuello, vómitos, convulsiones, afasia, disfasia,
disartria, trastornos motores, trastornos visuales, amnesia)
INTERVENCIÓN DE ENFERMERIA
INDICADORES
INTERVENCIÓN DE ENFERMERIA
• Los pacientes con insuficiencia cardiaca, con riesgo de aspiración, neumonía, edema
cerebral, sospecha de aumento de la presión intracraneal deben permanecer en
posición 30-40º.
• Toda persona con deglución anormal debe ser evaluada por un fonoaudiólogo quien
debe establecer un plan de rehabilitación y una recomendación respecto de la técnica
de alimentación segura, consistencia de los alimentos y forma de administrar los
medicamentos orales (molidas, enteros con compota, enteros con agua).
• La vía de alimentación oral (sonda naso enteral o gastrostomía) y la consistencia del
alimento se decidirá de acuerdo a un protocolo preestablecido.
• Se recomienda usar sonda naso enteral en pacientes con disfagia.
• Se recomienda gastrostomía en pacientes con disfagia prolongada.
• La vía (oral, sonda), forma (con agua o con compota) y consistencia (enteros o molidos)
de administrar los medicamentos orales se establecerá en función de la capacidad de
deglución de cada paciente y de acuerdo a un protocolo establecido.
• Los pacientes con infarto cerebral deben ser hidratados con solución fisiológico al 9%, y
un volumen de al menos 1500 o 2000 cc día.
• Se recomienda uso profiláctico de protectores gástricos o antiácidos, especialmente en
pacientes con infarto cerebral severo, personas de mayor edad y con antecedentes de
úlcera gástrica.
• Para prevenir la Trombosis Venosa Profunda se recomienda: o AAS en dosis 250mg/día o
Medias antitrombóticas en especial en aquellas personas que pueden recibir AAS, o
Movilización precoz desde el primer día de hospitalización.
• No se recomienda el uso rutinario de heparinas profilácticas para prevenir TVP.
• En casos de alto riesgo de Trombosis Venosa Profunda (pacientes inmovilizados,
antecedentes previos de TVP o trombofilia conocida) se recomienda el uso de heparina
subcutánea, en dosis 5000 UI SC c/12.
• También se pueden usar heparinas de bajo peso molecular en las dosis habituales de
profilaxis.
• Se recomienda mantener las medidas de profilaxis hasta que el paciente camine.
• En pacientes con retención urinaria se recomienda el cateterismo vesical intermitente.
• Para prevenir la constipación se recomienda: o Dieta rica en fibras. o Líquidos
abundantes. o Laxantes osmóticos como lactulosa.
• No usar vaselina como ablandador de deposiciones por riesgo de neumonía aspirativa.
• Para prevenir úlceras por presión (escaras), especialmente en pacientes inmovilizados se
recomienda: Movilización frecuente.
• Iniciar rehabilitación durante las primeras 24 horas de la hospitalización.
2. POR REFLEJO CORNEAL INEFICAZ: Mantener cuidado de los ojos, realizar aseo ocular
frecuente y aplicar lágrimas artificiales.
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1. HEMIPARESIA O HEMIPLEJIA:
- Colocar objeto lado no afectado.
- Ejercitar lado no afectado.
- Inmovilizar y acojinar lado afectado.
- Apoyo y ayuda deambulación.
- Alineamiento corporal.
- Afirmar pie.
- Afirmar cadera.
1. DISARTRIA – AFASIA:
- Palabras simples.
- Expresiones comunes, frases cortas, hablarle mientras se le atiende.
- Respuesta SI o NO.
- Brindar paciencia.
- Hablar con tono de adulto. Darle tiempo. Brindarle compañía.
- Estimular constantemente con ejercicios simples la memoria y el conocimiento.
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ANEXO 1
AN
EX
O2
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ANEXO 3
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EPILEPSIA
DEFINICIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
FACTORES ETIOLÓGICOS
• Genéticas
• Traumatismo encefalocraneano complicado
• Alcoholismo
• Enfermedad cerebro vascular
• Infección por SIDA
• Abuso de sustancias
• Esclerosis temporal mesial
• Infecciones virales, bacterianas y parasitarias del sistema nervioso central
• Malformaciones vasculares y corticales
• Tumores cerebrales
• Abscesos cerebrales
• Demencias
• Tumor
• Infarto
• Cicatriz
• Hemorragia
• Inflamación
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MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Generalizada tónico-clónica (“Gran mal”): hipertonía seguida de una fase clónica, con
contracciones musculares generalizadas.
Ausencia (“Petit mal”): compromiso de conciencia exclusivamente.
Mioclónicas: sacudidas musculares bilaterales.
Tónicas: sólo aumento del tono muscular.
Atónicas: pérdida del tono muscular, que puede llevar a una caída al suelo.
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DIAGNÓSTICO
b) Exámenes de sangre: luego de una primera crisis se deben descartar causas metabólicas
por tanto se realizan ELP, glicemia, calcemia, pruebas hepáticas, pruebas de función renal,
niveles de tóxicos (drogas).
TRATAMIENTO
Disminuir las frecuencias de las crisis y permitir que el paciente desarrolle una vida normal.
Comprende medicamentos anti-epilépticos, el manejo de aspectos psico-sociales y
mantener un control periódico del equipo multidisciplinario.
Está definido por la presencia de una convulsión mayor de 5 minutos de duración o dos o
más convulsiones de menor duración, entre las cuales no hay completa recuperación de
conciencia.
La mortalidad global de pacientes con status epiléptico en adultos es de 20%, y pacientes
que debutan con status epiléptico tienen mayor riesgo de episodios futuros y de desarrollar
epilepsia crónica. El pronóstico también es peor en pacientes con status de larga duración y
en aquellos que tienen trastornos fisiológicos graves.
El status convulsivo de más de 30 a 45 minutos de duración puede causar injuria cerebral.
• Valoración rápida.
• Aplicar el ABC de la reanimación.
• Colocar cánula mayo para evitar daños.
• Preparar materiales para la intubación naso u oro traqueal.
• Se debe administrar oxígeno al 100%.
• Instalar vía venosa periférica.
• Toma de exámenes de acuerdo a la indicación medica. (Glicemia, hemograma,
uremia, glicemia, gases arteriales, electrolitos plasmáticos, pruebas de coagulación y
hepáticas).
• Administración de medicamentos de acuerdo a la indicación medica, verificando los 5
correctos.
• Vigilar la aparición de signos de alteración de conciencia, depresión respiratoria,
hipotensión y arritmias cardíacas.
• CSV.
• Instalación de catéter urinario permanente.
PROCESO ENFERMERÍA
ANAMNESIS
Edad
Conductas asociadas al estilo de vida: Tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y
drogas, hábito sedentario, obesidad.
Estado Mental (Conciencia, orientación ,etc)
Antecedentes mórbidos personales y familiares: Hipertensión arterial, fibrilación auricular,
diabetes mellitus, dislipidemia.
Datos Subjetivos:
o Síntomas (cefalea, insensibilidad peribucal)
o Alteración de otras necesidades (Reposo-sueño, bienestar, alimentación, etc)
o Manifestaciones generales
Datos Objetivos
o Signos (Presión arterial, rigidez de cuello, vómitos, convulsiones, afasia, disfasia,
disartria, trastornos motores, trastornos visuales, amnesia)
DEFINICIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA
No se conoce la causa precisa de la EA. Al igual que en otras formas de demencia, la edad
es el factor de riesgo más importante. Sin embargo, la EA no es propia del envejecimiento
normal.
Cuando la enfermedad se desarrolla antes de los 60 años se habla de EA de inicio precoz,
representa menos del 10% de los casos. Si hablamos de un inicio posterior a los 60 años,
hablamos de EA de inicio tardío.
Cuando existe un patrón familiar se habla de EA Familiar (EAF), asociada con un inicio
precoz y un curso más rápido, además en los casos en que no existen antecedentes
familiares se habla de EA esporádica.
Los hallazgos neuroanatomopatológicos característicos de la EA son los agrupamientos
anormales en el cerebro (placas neuríticas o seniles) y los haces enmarañados de fibras,
denominados ovillos neurofibrilares. Las placas neuríticas son un agrupamiento de axones y
dendritas degeneradas que contienen proteína ß-amiliode. Los ovillos neurofibrilares se
observan en el citoplasma de las neuronas de las áreas del cerebro más afectadas
(hipocampo, corteza cerebral) por la enfermedad. En la corteza cerebral, se pueden ver
ovillos neurofibrilares en las áreas que controlan el pensamiento, el aprendizaje, el sueño y la
memoria.
Los factores genéticos pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de la
enfermedad. Se sabe que existen mutaciones en los genes de la proteína precursora
amiloide (APP) en el cromosoma 21, gen de la presenilina-1 en el cromosoma 14, gen de la
presenilina-2 en el cromosoma 1, presencia de apolipoproteína E (ApoE)-4 gen en el
cromosoma 19.
La producción en exceso de la proteína ß-amiliode parece ser un factor de riesgo
importante de EA. Esta proteína forma parte de otra mayor denominada proteína
precursora amiloide (APP), que participa en la el funcionamiento de la membrana celular y
es producida por las células de todo el organismo. El cerebro produce gran cantidad de
APP. Las placas neuríticas están compuestas de proteína ß-amiliode. Se cree que los valores
elevados de esta proteína provocan daño celular, de forma directa o a través de una
respuesta inflamatoria que finalmente produce la muerte de la neurona.
En un intento de saber por qué las neuronas producen proteína ß-amiliode se han estudiado
las enzimas y genes responsables de la síntesis y el procesamiento de la APP.
Cuando existe mutación en los genes de la presenilina-1 y de la presenilina-2, se observa
una sobreproducción de la proteína ß-amiliode por parte de las neuronas del cerebro.
La ApoE puede contribuir a la disminución de las placas de proteína ß-amiliode, pero las
mutaciones de este gen dan lugar a un aumento de los depósitos de ésta.
La proteína tau es un componente importante de los ovillos neurofibrilares. Estas proteínas
están implicadas en el soporte de las estructuras intracelulares, mantienen los microtúbulos
unidos y en orden. En la EA se produce una alteración de esta proteína y los microtúbulos
se retuercen formando una especie de espiral, dando aparición a los ovillos neurofibrilares
que se observan en el cerebro de los pacientes con EA.
Estas estructuras, placas neuríticas y ovillos neurofibrilares, parecen ser responsables de
muerte neuronal, sin embargo no se ha determinado si es por su toxicidad o por otros
mecanismos.
Las placas neuríticas y ovillos neurofibrilares no son exclusivos de pacientes con EA si no
también están presentes en otras demencias e inclusive en pacientes que no poseen
deterioro cognitivo. No obstante son mucho más numerosas en la EA.
En las áreas del pensamiento y la memoria se produce una pérdida de neuronas
colinérgicas. Durante el curso de la enfermedad otros neurotransmisores como la serotonina
y la noradrenalina también se ven afectados en el curso de la enfermedad.
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MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Como continúa la pérdida neuronal se presentan conductas imprevisibles como por ejemplo
agitación. En algunos casos se pueden presentar síntomas sicóticos como alucinaciones y
delirio.
Según avanza la enfermedad aparecen otras alteraciones cognitivas como afasia, apraxia,
agnosia y disgrafía (dificultad apara escribir).
Finalmente, se pierde la memoria remota y el paciente no reconoce a los miembros de su
familia más cercanos ni a sus amigos. Es frecuente que se escapen de su hogar y caminen
por la calle sin rumbo fijo.
DIAGNÓSTICO
No existe pruebas diagnósticas específicas para la EA, por lo que cuando el paciente
presenta deterioro cognitivo moderado es importante realizar evaluación cognitiva con
técnicas psicométricas.
Una vez que se han descartado todas las causas de deterioro cognitivo se realiza el
diagnóstico de EA. La evaluación incluye anamnesis, examen físico, examen neurológico y
pruebas de laboratorio.
Las neuroimágenes como la TAC Y RNM pueden mostrar atrofia cerebral y agrandamiento
de los ventrículos en etapas avanzadas, sin embargo estos hallazgos no son específicos de
EA y pueden observarse en otras enfermedades neurológicas con deterioro cognitivo.
Si bien las pruebas psicométricas, las neuroimágenes y los marcadores genéticos pueden
proporcionar una probabilidad diagnóstica pero ciertamente el diagnóstico concluyente
sólo se puede realizar en la autopsia.
TRATAMIENTO
Es una enfermedad irreversible, por lo tanto el tratamiento tiene como objetivo controlar o
mejorar el deterioro cognitivo y evitar los comportamientos indeseables.
• Otros medicamentos utilizados son para controlar las alteraciones del comportamiento
como los neurolépticos atípicos. La risperidona es eficaz para tratar episodios de
agresividad produciendo menos efectos adversos que los neurolépticos tradicionales.
• También se debe tratar la depresión que en muchos casos está asociada a la EA, suele
tratarse con inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina como la fluoxetina,
sertralina, etc.
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INTERVENCION DE ENFERMERÍA
Esta situación se suele presentar en fases iniciales y puede deberse a múltiples hechos:
pequeños objetos que se dejan al alcance del paciente, armarios en los que se meten y no
saben salir, costumbre de fumar en la cama, atragantamientos de comida, inmersión en
bañera y/o piscina, posibilidad de hacer funcionar el automóvil dentro del garaje cerrado.
Siempre hay que hacer una valoración del riesgo y emprender medidas tales como:
Modificaciones en el hogar para disminuir los riesgos.
Impedir que el enfermo se bañe sólo, tanto en la bañera como en la playa.
Evitar que el enfermo fume en la cama.
Prevenir que esté solo en el garaje y ponga el automóvil en marcha.
Retirar tanto los objetos pequeños que puede introducir en su boca y/o nariz como las
grandes bolsas en los que se puede meter.
Aconsejar medidas para prevenir el atragantamiento alimenticio.
En etapas más avanzadas de la enfermedad puede ocurrir que el paciente realice una
aspiración al árbol traqueo bronquial de sólidos, líquidos, secreciones gastrointestinales. En
este caso las acciones a llevar a cabo son del tipo de:
Valorar los factores de riesgo e intentar evitarlos.
Si no hay contraindicación mantener la cabecera de la cama elevada a 30º y la cabeza
girada hacia un lado.
Procurar que durante la comida y al menos durante una hora después el enfermo
permanezca sentado.
Repartir la comida en más tomas de menor cantidad.
No administrar nunca a la vez sólidos y líquidos.
Evitar un aumento la presión abdominal: estreñimiento, ropa apretada.
Si la administración es a través de una sonda, comprobar antes que esta no se ha
desplazado y que esté permeable.
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Es situación que puede ser debida al aburrimiento, por lo que es muy importante que el
enfermo tenga siempre programadas actividades cotidianas para realizar. Además se
pueden llevar a cabo acciones como:
Procurar raciones pequeñas, repartiendo la totalidad de la comida que deba ingerir en
más porciones.
Dar comidas bajas en calorías: frutas, líquidos, verduras, lácteos descremados.
No discutir con el paciente, entretenerle si es posible con otras actividades.
Utilizar comida muy troceada: verdura partida muy fina, tiras de hortalizas, etc.
Si traga casi sin masticar servir la comida a temperatura tibia y utilizar alimentos de fácil
digestión.
SI el paciente presenta incapacidad para llevarse la comida a la boca hay que darle de
comer, para ello:
Sentarlo completamente recto y proveerle de un babero o delantal.
Sentarse frente a él y si está inclinado hacia delante, hacerlo en un nivel ligeramente
inferior.
Administrar la comida en la textura que este pueda admitir triturando si es preciso.
Administrar lentamente y vigilar que ha tragado una porción antes de administrar la
siguiente.
Utilizar alimentos pastosos o espesos, ya que los atragantamientos son más frecuentes
con los líquidos.
En caso de atragantamiento realizar maniobra de Heimlich.
Valorar la conveniencia de solicitar la indicación de una sonda nasogástrica.
La aparición de incontinencia de forma brusca puede tener una causa distinta al proceso
demencial, como puede ser una infección, el efecto de algún fármaco, etc., en este caso
se debe buscar la causa. Si la incontinencia es frecuente se debe actuar como sigue:
Intentar evitar que se orinen en la ropa, y si el hecho ocurre no realizar comentarios ni
regañarle.
Señalar el cuarto de baño con una indicación gráfica en la puerta.
Despejar el camino al cuarto de baño de objetos que dificulten la llegada a este.
Señalizar el camino desde el dormitorio al baño con luces piloto nocturnas y dejar una luz
encendida en el cuarto durante la noche.
Procurar que el paciente orine antes de acostarse y si se considera necesario reducir la
ingesta de líquidos a última hora de la tarde.
Determinar la frecuencia de la eliminación vesical y acompañar al baño cada vez que
se prevea que el paciente vaya a eliminar que suele ser cada 2 - 3 horas.
Simplificación de las maniobras de desvestido.
Cuando el paciente necesite usar pañales, situación que se debe retrasar al máximo, hay
que:
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Hacer un estudio serio de marcas, modelos, tallas y capacidad de absorción, para ver
que tipo se adapta mejor a cada necesidad concreta.
Procurar que durante el día, mientras pueda, siga utilizando su ropa interior habitual,
aunque sea con el absorbente.
Recordar, sobre todo en las mujeres, que cuando se deba proceder al cambio, el sucio
siempre ha de retirarse por detrás y el limpio ha de colocarse de delante hacia atrás.
Si la incontinencia es sólo vesical valorar la alternativa de utilizar un colector de orina en
varones.
Suele ser de aparición más tardía que la vesical. Se puede intentar controlar con medidas
como:
Establecer una rutina de defecación, estableciendo un horario y/o una situación (tras el
desayuno, antes del baño) para evacuar y comprobar que evacua.
Identificar si el paciente realiza algún preámbulo antes de la evacuación: inquietud,
agitación, uso de alguna palabra o sonido, etc., y si es así ponerlo inmediatamente en el
inodoro cuando este se produzca.
Mantener al paciente en el baño el tiempo suficiente para que se pueda producir la
evacuación - unos 20 minutos - aunque para ello tenga que utilizarse algún sistema
accesorio de seguridad: barras de sujeción, soportes, etc.
Procurar una ingesta de nutrientes y de líquidos correcta.
Si el paciente necesita usar absorbentes hacer que el cambio de este absorbente sea lo
más frecuente posible.
No permitir que el paciente permanezca con el absorbente sucio y realizar aseo externo
tras cada deposición.
Si la incontinencia fecal es secundaria a un estreñimiento con presencia de fecalomas,
que es una situación frecuente en fases avanzadas de la demencia, procederemos a la
extracción de éste.
Es un problema muy frecuente sobre todo si el enfermo posee una alimentación escasa en
fibra, una ingesta de líquido no muy aceptable y una actividad física reducida.
La prevención es el mejor remedio y esta pasa por actuar contra los factores de riesgo, es
decir contra la alimentación muy refinada, contra una mala hidratación, contra la falta de
la actividad física.
• Siempre se deben intentar medidas para facilitar la evacuación de forma natural tales
como:
o Dar un vaso de zumo o de agua tibia en ayunas.
o Agregar salvado a los platos.
o Aplicar masajes abdominales.
o Mantener mientras sea posible el uso del baño.
• No utilizar laxantes sin prescripción médica y valorar la necesidad de utilizar
ablandadores de heces como los supositorios de glicerina.
• Si se requiere la administración de enemas, que pueden ser caseros o de farmacia, hay
que colocar estos siempre en posición de decúbito lateral izquierdo.
• Si se presentan fecalomas, que son impactaciones duras de heces en el recto, intentar
ablandar estos, partirlos mediante un tacto rectal y posteriormente extraerlos.
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HORA POSICIÓN
8-9 BOCA ABAJO
9 - 11 BOCA ARRIBA
11 - 13 DEL LADO IZQUIERDO
13 -15 BOCA ARRIBA
15 - 17 DEL LADO DERECHO
17 -18 BOCA ABAJO
18 - 20 BOCA ARRIBA
20 - 22 DEL LADO IZQUIERDO
22 - 24 BOCA ARRIBA
24 - 4 DECUBITO LATERAL DERECHO
4-8 DEL LADO IZQUIERDO
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• Intentar averiguar la causa que da lugar a tal negación (miedo ante su falta de
seguridad para la higiene, olvido de los hábitos higiénicos, etc.) e intentar buscar una
solución sin entrar en discusión ni imponerle el acto a la fuerza.
• Procurar las máximas facilidades para su ejecución.
• Incrementar las medidas de seguridad.
• Procurar tranquilidad, evitar ruidos, prisas.
• Esforzarse por conseguir intimidad, haciéndole sentirse cuidado pero no vigilado.
• Buscar la máxima comodidad mimando el contexto ambiental: luz, temperatura, colores.
• Hacer del aseo corporal un acto rutinario: misma hora, mismo útiles, mismos colores y
establecer un rito para su realización.
• Realizar comentarios positivos acerca de lo bien que se le ve cuando esta limpio, decirle
el gusto que da cuando huele tan bien y mostrarse particularmente afectivo cuando
aparece bañado y bien vestido. Por contra abstenerse de hacer comentarios cuando
no se asea.
• Si el problema es que el paciente a olvidado sus hábitos higiénicos y/o las maniobras
para el aseo, deben de recordársele cada vez, pudiendo intentar el que repita las
maniobras por imitación, o también haciendo que el cuidador inicie éstas para
posteriormente dejarlo que continúe solo.
Cuando comiencen a precisarse ayudas, hay que intentar que el acto de la higiene sea lo
más parecido al que se hacia cuando no se daba esta circunstancia, así pues se ha de
procurar que:
• Continúe con el baño o la ducha todo el tiempo que sea posible, desplazándolo para
ello hasta el cuarto de baño, con silla de ruedas o con una grúa doméstica para
traslados, si es preciso, e incrementando al máximo las medidas de seguridad.
• Las pautas de aseo han de seguir la misma rutina que tenían anteriormente, diciéndole
antes de cada acción lo que se le va realizar y nunca ejecutar sin avisar acciones que
pueden causarle miedo, ni dejarle solo.
• Intentar que participe aunque sea en actividades mínimas: lavarse las manos, echarse
agua por la cara, mojarse el pelo, etc.
• A veces existe un gran pudor y el paciente se niega a dejarse asear por otras personas,
sobre todo si son de distinto sexo, aunque éstas sean su cónyuge o su hija/o; en este caso
se recurrirá a colocar una sabana amplia sobre su cuerpo y se realizará la higiene por
debajo de esta.
En las últimas etapas de la enfermedad el aseo del paciente tiene que ser llevado a cabo,
íntegramente por otras personas, siendo habitual el que se haga en la propia cama de éste,
siendo conveniente que se tomen medidas como:
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• Considerar que el aseo debe seguir teniendo las características que hemos apuntado
anteriormente: seguridad, tranquilidad, comodidad, intimidad.
• Preparar todo el material necesario y situarlo en la proximidad del paciente, para que
una vez que se haya iniciado el acto no se le tenga que abandonar y se pueda
mantener siempre un contacto con él.
• Realizar el aseo en el siguiente orden: cara, brazos, tronco, piernas, zona genital y ano.
• Poner especial cuidado en el lavado y secado de zonas como: ojos, nariz, orejas, axilas,
zona submamaria, ombligo, espacios interdigitales.
• Dar un masaje con crema hidratante.
• Perfumar con colonia.
• Periódicamente realizar un aseo más minucioso que incluya lavado del cabello, y uñas
de pies y manos.
Evitar los peligros y mantener la seguridad física del paciente es una tarea propia de los
comienzos, debiendo en este caso realizar, de forma sutil y paulatina, cambios en el entorno
ambiental encaminados a hacer un hogar lo más sencillo, cómodo, agradable y seguro
posible. Cambios tales como:
• Procurar un ambiente luminoso, con buena luz.
• Intentar mantener una temperatura agradable y estable en toda la casa, extremando
las precauciones en el caso de uso de aparatos tales como estufas, ventiladores, etc., y
dotando, si es posible, de un sistema de calefacción / refrigeración / ventilación,
centralizado y a cuyo mecanismo no tenga acceso el paciente.
• Procurar un entorno estimulante y que contribuyan a la reorientación del paciente:
relojes, calendarios, letreros en las puertas; evitar estímulos excesivos y/o superfluos que
pueden contribuir a una mayor desorientación y a una menor seguridad.
• Intentar que se sigan recibiendo visitas, y que éstas acudan de una forma programada,
evitando que coincidan muchas personas distintas a un mismo tiempo.
• Señalar con un distintivo las puertas de los cuartos que el paciente utilizará y mantener
cerradas aquellas que donde no es conveniente que entre.
• Incrementar la vigilancia en lugares potencialmente peligrosos: escaleras, piscinas,
terrazas, etc.
• Retirar objetos eventualmente peligrosos: alfombras, muebles de cristal, objetos con
aristas o esquinas cortantes, etc.
• Si es preciso tapar los espejos de los lugares donde tenga acceso.
• Preferir la utilización de productos domésticos siempre idénticos, teniendo cuidado,
además, de que se diferencien claramente de los dedicados a otros usos: alimentación,
higiene corporal, etc.
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La apatía puede deberse a un olvido de las prácticas sexuales: las caricias, los preámbulos,
su rol en la práctica sexual. En este sentido hay que:
• Informar al componente de la pareja sano que ha de ser él quien tome la iniciativa y
hacer que las prácticas sexuales sean lo mas parecidas posibles a las que realizaban
antes de la enfermedad.
• Recomendar a la pareja: Mantener con el paciente relaciones deseadas, agradables y
sin violencia, es una expresión máxima de cariño.
• Si el paciente rechaza la relación sexual, más frecuentemente el coito que otras
practicas sexuales, igual que en otros comportamientos cotidianos, ya citados, no insistir,
ya que la insistencia suele conducir a la agitación.
Tener paciencia y dar tiempo para la realización de las tareas, no anular al paciente
realizando nosotros la tarea. Proporcionar instrucciones sencillas para que pueda realizar el
máximo de actividades por sí solo. Entregar una serie de objetos reales y pedirle que los
nombre y nos comente para qué sirven Para trabajar la apraxia constructiva pedirle que
pinte, que dibuje un coche, una casa, un paisaje, Para vestirse, ponerles la ropa en el orden
que debe de ponérsela, evitar vestidos con muchos botones o con cremalleras dificultosas.
En estas circunstancias lo primero es intentar descubrir la causa que le está generando dicho
movimiento continuado sin parada y sin sentido. Muchas veces este problema se debe
simplemente a cambios de ambiente, ruidos, la presencia de mucha gente o de gente
extraña, miedos, dolores o malestares físicos, exceso de energía, hábitos, o bien por la
propia enfermedad. Esto nos genera cuadro de ansiedad, incomprensión, nerviosismo y
sentimientos de culpa. En esta situación permanecer en calma, no transmita su propia
inquietud, intente expresarle su compresión y déle a entender que lo comprende.
Acérquese relajado, de frente, mirándole a los ojos, ofrézcale el máximo de afectividad,
ponga medidas preventivas para evitar que pueda salir de casa o perderse.
Las ilusiones son distorsiones visuales, olfativas, auditivas, gustativas y/o táctiles, en la
percepción de cosas presentes. Las alucinaciones son distorsiones, que también pueden ser
visuales, olfativas, auditivas, gustativas y/o táctiles, en este caso, en la percepción de cosas
no presentes.
Ante una percepción distorsionada el paciente puede reaccionar de muy diversas maneras,
siendo pues necesario valorar el alcance de éstas. Si la reacción no es violenta, o si no
provoca miedo, temor, ira, intentos de huida, son menos dramáticas que si las provoca.
Cada distorsión puede tener un abordaje diferente aunque suele resultar útil el recomendar
medidas generales como:
• No intentar razonar con él explicándole el absurdo de su comportamiento.
• No le de la razón, pero si no hay peligro, como por ejemplo amenaza a su integridad o a
la de las personas que le rodean, déjele disfrutar un rato de ellas y a continuación intente
liberarlos, proporcionándoles una alternativa que les distraiga: cámbieles de habitación,
ofrézcale una golosina, dirija su conversación hacia otros temas, etc.
• Si la percepción errónea se produce en un lugar público y causa asombro, hilaridad,
confusión, miedo, entre las gentes que allí están, el cuidador no debe avergonzarse del
comportamiento del enfermo e intentar explicar el trastorno que padece.
Los cambios de carácter son frecuentes a lo largo de la enfermedad, pero sobre todo en su
fase inicial, pudiendo ocurrir que de repente y sin causa aparente el paciente se muestre
agitado y/o agresivo, siendo en estos momentos la comunicación con el paciente
particularmente importante. Es útil seguir recomendaciones como:
• Intente averiguar la causa que ha desencadenado el comportamiento, ya que aunque
aparentemente no la haya, puede que existan razones que la hayan originado: frío,
hambre, entornos estresantes, una conversación que ha mal interpretado, y en lo
sucesivo procure evitarla.
• Si no es peligrosa desdéñela y, como hemos indicado para otros comportamientos no
adecuados, intente distraerle con algún entretenimiento.
• Aproxímese a él pero sin llegar a sujetarlo en un primer momento.
• Háblele muy despacio, déjese ver, e intente calmarlo.
• Comience a tocarle y acariciarle lentamente y por las zonas más distales.
• Si la agresión es peligrosa aproxímese por detrás sin ser visto y sujételo y/o retírelo del
lugar del peligro.
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BIBLIOGRAFÍA: