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CORREO INFORMATIVO

12 de abril de 2011

El estado de salud de don Sindulfo Agüero alarma a sus abogados

Don Sindulfo llamó ayer a sus defensores y les dijo que se sentía muy mal. Hace 64 días que está en huelga de hambre y
empeoró su hernia y su problema de próstata. Ahora fue llevado a un centro médico. Mientras, sigue esperando que se
defina el juez que retomará el proceso judicial en su etapa pre-liminar. Hace un año y tres meses que espera este proceso
en la cárcel de Tacumbú.

La abogada de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY), Ximena López, afirmó que
estaban de reunión esta mañana para definir qué medidas tomar para intervenir en favor de Sindulfo Agüero (70),
el líder campesino que supuestamente colaboró con el EPP en el secuestro del ganadero Luis Lindstron. Esto
porque la salud de don Sindulfo, que está hace más de un año en la cárcel de Tacumbú sin condena, está muy
deteriorada luego de agravarse en los últimos días.

La CODEHUPY ya había denunciado la situación insalubre en que lleva presidio Agüero, y debido a su salud
delicada y avanzada edad, pidió beneficiarlo con prisión domiciliaria, entre otras medidas. Pero la instancias
judiciales dijeron no. Por esto sus abogados responsabilizaron al Estado paraguayo de lo que le pueda pasar al
líder campesino.

Desde el 7 de febrero don Sindulfo no come ningún alimento sólido, como parte de la huelga de hambre que
decidió hacer, junto con otros detenidos por la misma causa, como respuesta a la privación de su libertad, que
muchos organismos de Derechos Humanos definen como un caso de preso político.

El abogado Roque Orrego dijo semanas atrás que don Sindulfo y muchos otros de los detenidos son un chivo
expiatorio para justificar el trabajo del Estado y los gastos en los operativos en busca del EPP por parte del
gobierno. Y advirtió que mientras se apresa a gente como don Sindulfo, los verdaderos criminales del EPP
siguen sueltos.

En espera de un juez
En febrero pasado los fiscales que acusan a don Sinfulfo y compañeros, pidieron que el juez José Benítez se
aparte de la causa porque supuestamente opinó sobre el caso. Los abogados defensores, sin embargo, dijeron que
los fiscales se quedaron sin pruebas para acusar y entonces decidieron incidentar el proceso, que está recién en
su etapa inicial.

La Cámara de Apelaciones de la ciudad de Concepción dio la razón a los fiscales y dispuso que otro juez
prosiguiera el caso. Por turno, le tocaba al juez Fabio Cabañas, quien pidió apartarse del proceso, porque una de
las acusadas trabajó en su casa, porque es pariente de la esposa de Sindulfo Agüero y porque es amigo de uno de
los fiscales acusadores.

La siguiente en la lista de jueces era Petrona Giácommi. Ésta impugnó a Cabañas, argumentando que no había
razones jurídicas para que Cabañas no fuera el juez. La Cámara de Apelaciones le dio la razón a Giácommi y le
puso de vuelta a Fabio Cabañas al frente. Allí, CODEHUPY y los abogados públicos exigieron que Cabañas sea
apartado, por todas las razones antes citadas.

Finalmente, ahora de vuelta la Cámara de Apelaciones tiene que definir quién será el juez que se encargue de
terminar la audiencia preliminar. En ella se tendrá que definir si hay suficientes pruebas para que los acusados
vayan o no a un juicio público por ser acusados supuestamente de participar como logística en el secuestro de
Lindstron.

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