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El VIH y el SIDA en el Embarazo

SIDA es la sigla de síndrome de inmunodeficiencia adquirida. VIH es la sigla de virus de


inmunodeficiencia humana. El VIH produce el SIDA. Una mujer infectada puede transmitir
el VIH a su bebé durante el embarazo y el parto o al amamantarlo. Se recomienda a todas
las mujeres embarazadas que se realicen una prueba de VIH ya que, por lo general, es
posible prevenir el VIH en el bebé mediante un tratamiento adecuado.

¿Qué es el VIH?
El VIH ataca el sistema inmunológico y destruye las células del sistema inmunológico
llamadas células CD4 que el organismo necesita para combatir las infecciones. Las
personas infectadas con VIH pueden no desarrollar SIDA inmediatamente. De hecho,
pueden tardar muchos años en hacerlo. A medida que el sistema inmunológico se debilita,
la persona infectada va perdiendo su capacidad de combatir las infecciones y ciertos tipos
de cáncer, lo que puede poner en peligro su vida o ser fatal. Hay medicamentos potentes
para tratar el SIDA y que han mejorado considerablemente las perspectivas para las
personas con VIH/SIDA.

¿Cómo se diagnostica el VIH?


El VIH se diagnostica mediante análisis de sangre. Cuando el VIH ingresa en el torrente
sanguíneo de una persona, el organismo comienza a producir anticuerpos para defenderse
del virus. Si se detecta la presencia de estos anticuerpos mediante un análisis de sangre, la
persona es “VIH positiva”, aunque no implica necesariamente que tenga SIDA. Las
personas VIH positivas pueden transmitir el virus a otras.

¿Cómo se transmite el VIH?


El VIH se transmite de una persona a otra a través del contacto con fluidos corporales
infectados. El virus se encuentra presente en:

• Sangre
• Semen
• Fluidos vaginales
• Leche materna

La mayoría de las personas se contagian el VIH a través de las relaciones sexuales o al


compartir agujas. En general, los bebés infectados se contagian por la exposición a la
sangre y secreciones vaginales de su madre durante el parto y el nacimiento. Con menor
frecuencia, el virus atraviesa la placenta e infecta al bebé antes de que nazca o la madre
transmite el virus al bebé al amamantarlo después de su nacimiento.

¿Con qué frecuencia se da el VIH/SIDA en las mujeres y los niños?


En los Estados Unidos, el 73 por ciento de las personas que padecen VIH/SIDA son de
sexo masculino y el 27 por ciento de sexo femenino.3 Se estima que en los Estados Unidos
hay 278,400 mujeres que padecen el virus, muchas de las cuales no lo saben.1,2 La mayoría
de estas mujeres está en edad fértil. Desde 1985, aproximadamente 9,200 niños en los
Estados Unidos han contraído SIDA y cerca de 5,400 han muerto.3 Más del 90 por ciento se
contagió el virus de su madre durante el embarazo o el parto.3
Un estudio realizado en 1994 demostró que un tratamiento a base de fármacos durante el
embarazo puede reducir enormemente el riesgo de que una madre infectada con VIH
transmita el virus a su bebé.4 Desde entonces, el número de bebés infectados de esta manera
en los Estados Unidos ha disminuido de forma considerable, de aproximadamente 1,650 en
1991 a unos 100 a 200 casos en 2005.5

En todo el mundo, cerca de 420,000 bebés contraen VIH de sus madres cada año.6
Aproximadamente el 90 por ciento de estos casos ocurre en los países en desarrollo, donde
los nuevos tratamientos no se encuentran aún ampliamente difundidos. Los investigadores
están estudiando nuevos métodos para prevenir la infección por VIH en estos países. Hay
muchas iniciativas destinadas a facilitar el acceso a los medicamentos en todo el mundo.

¿Cómo se infecta la mayoría de las mujeres?


La forma más común de contagio son las relaciones heterosexuales sin protección (es decir,
sin usar preservativo) con una persona infectada. Los Centros para el Control y Prevención
de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) estiman que de las
nuevas infecciones en mujeres en los Estados Unidos:7

• Aproximadamente el 80 por ciento contrajo el virus a través de relaciones


heterosexuales. (Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de
infectarse a través de las relaciones heterosexuales.)
• Aproximadamente el 20 por ciento contrajo el virus al inyectarse drogas con una
aguja compartida.

Un número pequeño de mujeres ha contraído VIH al recibir sangre, componentes


sanguíneos o tejido infectados en una transfusión o trasplante.

¿Qué mujeres tienen el mayor riesgo de contraer VIH a través de las relaciones sexuales?
Las mujeres con más riesgo incluyen:

• Mujeres cuya pareja heterosexual utiliza drogas intravenosas (IV)


• Mujeres cuyas parejas también tienen sexo con hombres
• Adolescentes y adultos jóvenes con varias parejas sexuales
• Mujeres con otras infecciones de transmisión sexual aparte de VIH

¿Quiénes deben realizarse una prueba de VIH?


Los CDC recomiendan a todas las mujeres embarazadas realizarse una prueba de detección
de VIH.8 Asimismo, aconsejan a los profesionales de la salud informar a las mujeres
embarazadas que la prueba de VIH está normalmente incluida en sus análisis de sangre
rutinarios, a menos que manifiesten que no desean realizársela o que vivan en un estado en
que las leyes exigen a los profesionales de la salud que proporcionen a las mujeres
embarazadas toda la información necesaria y que obtengan su consentimiento antes de
realizarles la prueba de VIH. Los CDC también recomiendan repetir el análisis en el tercer
trimestre en el caso de mujeres que tienen un riesgo mayor de contraer la infección por VIH
o que viven en un área con altos índices de infección por VIH.8 Las mujeres que se enteran
de que son portadoras del virus pueden recibir un tratamiento adecuado para proteger a sus
bebés contra la infección.
Los CDC también recomiendan a todas las mujeres adultas y adolescentes de entre 13 y 64
años realizarse los análisis como parte de sus controles de rutina.8 Lo ideal es que todas las
mujeres sepan si tienen VIH antes de concebir. March of Dimes recomienda a todas las
mujeres en edad fértil que averigüen si están infectadas con VIH realizándose un análisis
antes de quedar embarazadas. Todas las mujeres, aunque se hayan realizado el análisis
antes de concebir, deben realizarse otro análisis de VIH durante el embarazo.

Las mujeres que no se han realizado la prueba durante el embarazo pueden hacerlo durante
el pre-parto o el parto mediante pruebas rápidas que permiten obtener resultados inmediatos
y aplicar el tratamiento adecuado para proteger al bebé en caso de ser necesario.

¿Qué tratamientos para el VIH/SIDA debe recibir una mujer embarazada?


Por lo general, las personas con VIH/SIDA reciben un tratamiento basado en diferentes
combinaciones de fármacos contra el VIH. Estas combinaciones de fármacos retardan la
propagación del VIH por el organismo, mantienen baja la concentración de virus en la
sangre (o incluso indetectable) y ayudan a prevenir las infecciones relacionadas con el
SIDA. El Servicio de Salud Pública de los EE.UU. (U.S. Public Health Service)
recomienda tratar a las mujeres embarazadas infectadas con VIH con estos fármacos
durante todo el embarazo.9 Puede ser necesario modificar la medicación a medida que
avanza el embarazo.

Si una mujer se entera de que tiene VIH durante el primer trimestre de embarazo y aún no
se ha tratado con ningún fármaco contra el VIH, debe realizarse un examen y decidir junto
con su médico cuál es el tratamiento más adecuado. Las mujeres embarazadas infectadas
que ya se están tratando con fármacos contra el VIH deben continuar con el tratamiento
durante todo el embarazo. En algunos casos, el médico puede recomendarle algunos ajustes
o cambios en la medicación.

Algunos medicamentos contra el VIH son nuevos y aún no se sabe si representan un riesgo
para el feto, aunque aquellos utilizados durante el embarazo no parecen presentar un riesgo
significativo. No obstante, algunos de los fármacos más nuevos, como el efavirenz
(Sustiva®) y la delavirdina (Rescriptor®), suelen estar contraindicados durante el embarazo
debido a un posible riesgo de defectos congénitos en el feto.9

¿El tratamiento con fármacos ayuda a prevenir el VIH/SIDA en los bebés de las madres
infectadas con VIH?
El tratamiento con una combinación de fármacos contra el VIH, junto con un parto por
cesárea en ciertos casos, puede reducir el riesgo de que la madre transmita el VIH a su bebé
a un dos por ciento o menos, en comparación con el 25 por ciento en el caso de mujeres no
tratadas.9 Las mujeres embarazadas infectadas deben tomar fármacos contra el VIH desde
comienzos del segundo trimestre y deben continuar tomándolos durante todo el embarazo,
el trabajo de parto y el nacimiento. Los bebés nacidos de una madre infectada deben
tratarse durante las primeras seis semanas de vida para prevenir la transmisión del virus.9

Las mujeres infectadas con VIH que no han recibido ningún tratamiento a base de fármacos
antes del parto deben tratarse con fármacos contra el VIH durante el parto y el nacimiento.
Sus bebés deben tratarse con medicamentos orales durante seis semanas después de su
nacimiento.9 Incluso un tratamiento de corta duración puede reducir el riesgo de transmitir
la infección al bebé en aproximadamente un 60 por ciento.9

¿Un parto por cesárea reduce el riesgo de transmitir el VIH al bebé?


Los estudios demuestran que algunas mujeres infectadas con VIH pueden reducir el riesgo
de transmitir el virus a su bebé sometiéndose a una cesárea antes de comenzar el trabajo de
parto y romper bolsa. El Servicio de Salud Pública de los EE.UU. y el Colegio de Obstetras
y Ginecólogos de los EE.UU. (American College of Obstetricians and Gynecologists,
ACOG) recomiendan someter a las mujeres infectadas con VIH a una cesárea a las 38
semanas de embarazo para reducir aun más el riesgo de que transmitan el VIH a sus bebés,
a menos que tengan concentraciones muy bajas (menos de 1,000 copias por ml) o
indetectables de virus en su sangre.9,10 Aún no se ha comprobado si un parto reduce los
riesgos de transmitir el virus al bebé cuando la mujer tiene concentraciones muy bajas o
indetectables de virus en la sangre como resultado del tratamiento a base de fármacos.9,10

¿Qué otras medidas pueden tomar las mujeres con VIH/SIDA y sus médicos para proteger
al bebé?
Los médicos también pueden recomendar otras precauciones para proteger al bebé. Por
ejemplo, cuando el médico sabe que una mujer es VIH positiva, puede evitar usar
procedimientos que incrementan la exposición del feto a la sangre de la madre durante el
embarazo o el parto, tales como la amniocentesis o el muestreo de sangre del cuero
cabelludo del feto, o que podrían romper las membranas que rodean al bebé.

¿Es seguro para una mujer con VIH/SIDA amamantar a su bebé?


En los Estados Unidos, se recomienda a las mujeres con VIH/SIDA no amamantar a su
bebé ya que al hacerlo pueden transmitirle el virus. Es posible que esta recomendación no
se tenga en cuenta en los países en desarrollo.

¿Cuáles son los síntomas del SIDA en los bebés?


Los bebés infectados con VIH parecen normales al nacer, pero alrededor del 15 por ciento
de los bebés no tratados desarrolla síntomas graves y puede morir antes del primer año de
vida.11 Antes de los tratamientos combinados a base de fármacos, aproximadamente la
mitad de los niños infectados con VIH moría antes de los nueve años.12 Actualmente, más
del 95 por ciento de los niños tratados sobrevive y la mayoría de ellos no experimenta
síntomas graves la mayor parte del tiempo.12

Los bebés de las mujeres con VIH deben someterse a un análisis para detectar el virus entre
los 14 y 21 días de vida y, luego, entre el primer y el segundo mes de vida y a los cuatro a
seis meses.11 Algunos médicos también realizan el análisis a los bebés dentro de las 48
horas de su nacimiento.11 Estas pruebas tempranas, que detectan el virus en lugar de los
anticuerpos, permiten identificar a la mayoría de los bebés infectados antes de que hayan
cumplido su primer mes de vida y prácticamente a todos antes de los cuatro meses.11 El
análisis de anticuerpos contra el VIH no es confiable en el caso de bebés nacidos de madres
infectadas ya que los anticuerpos de la madre pueden estar presentes en la sangre del bebé
hasta 18 meses sin que éste se haya infectado.
El Servicio de Salud Pública de los EE.UU. recomienda tratar a todos los bebés con
síntomas de VIH con una combinación de fármacos contra el VIH ya que la enfermedad
suele avanzar más rápidamente en los lactantes que en los niños más grandes y adultos.11
Los estudios demuestran que la terapia combinada retarda el avance de la enfermedad y
aumenta la tasa de supervivencia en los bebés y niños infectados, así como en los adultos.

La mayoría de los adultos con SIDA sufre infecciones oportunistas muy poco frecuentes en
las personas cuyos sistemas inmunológicos no están debilitados. Los niños con SIDA son
más propensos a las bacterias comunes pero el diagnóstico temprano del VIH y un
seguimiento frecuente pueden ayudar a prevenir o reducir la gravedad de estas infecciones.

Por lo general, los bebés infectados con VIH deben recibir todas las vacunas que reciben
normalmente los demás niños y algunas más. Los bebés con VIH/SIDA deben vacunarse
todos los años contra la gripe a partir de los seis meses de vida. Algunos niños con síntomas
serios no deben aplicarse vacunas a base de virus vivos, como la vacuna contra la varicela,
la vacuna contra el rotavirus y la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola
(vacuna MMR).9,12,13

¿Qué medidas puede tomar una mujer embarazada para no infectarse?


Las mujeres deben evitar, antes y durante el embarazo, toda posible fuente de infección,
como:

• Usar agujas, máquinas de afeitar u otros elementos que pudieran estar contaminados
con la sangre de una persona infectada.
• Tener contacto sexual con alguien infectado; el uso de preservativos ayuda a
proteger contra el VIH y otras infecciones de transmisión sexual.

¿Dónde es posible realizarse una prueba de VIH?


Los profesionales de la salud, departamentos de salud locales, hospitales y clínicas ofrecen
pruebas de VIH, al igual que centros dedicados específicamente a este propósito. Los CDC
ofrecen información y las direcciones de centros de pruebas locales, incluida información
sobre pruebas gratuitas y anónimas. Las mujeres pueden obtener esta información:

• A través de un número de teléfono gratuito: 1-800-CDC-INFO (232-4636)


• Por Internet en: hivtest.org

Los gobiernos y departamentos de salud de cada estado, así como algunos locales, también
cuentan con líneas telefónicas de información sobre servicios relacionados con el VIH y el
SIDA.

¿Dónde pueden los profesionales de la salud obtener más información?


El ACOG ofrece información sobre el VIH perinatal en su sitio Web: http://www.acog.org/.

La Academia de Pediatría de los EE.UU. (American Academy of Pediatrics) ofrece


información sobre el VIH pediátrico en: http://www.aap.org/.
El Servicio Nacional de Consulta y Derivación sobre VIH Perinatal (National Perinatal
HIV Consultation and Referral Service), en el 1-888-448-8765 ofrece un servicio de
consulta y asesoramiento clínico gratuito las 24 horas sobre:

• Tratamiento de mujeres embarazadas infectadas con VIH y sus bebés


• Indicaciones e interpretaciones de pruebas de VIH rápidas y comunes durante el
embarazo

El cuidado de salud antes del embarazo


Los cuidados previos a la concepción son los cuidados que una mujer en edad fértil recibe antes del embarazo o
entre embarazos. Este tipo de cuidados se ocupa de los factores de riesgo biomédicos, de conducta y sociales que
pueden afectar la salud de la mujer. El objetivo es proporcionar a la mujer la información y el tratamiento
necesarios antes del embarazo para mejorar su salud y reducir los riesgos para su futuro bebé.

Todas las mujeres en edad fértil pueden tomar medidas antes de quedar embarazadas para aumentar sus
probabilidades de tener un bebé sano nacido a término. Cada vez son más los bebés que nacen de forma prematura
(antes de las 37 semanas de gestación), lo que aumenta el riesgo de problemas de salud graves. A través de los
cuidados previos a la concepción, la mujer puede aprender qué debe hacer antes de quedar embarazada para
proteger su salud y aumentar al máximo sus probabilidades de tener un bebé sano.

¿Por qué es importante someterse a un examen médico antes de la concepción?


Un examen médico previo a la concepción permite a la mujer asegurarse de que se encuentra lo más saludable
posible antes de concebir. Su médico puede identificar, y a menudo tratar, trastornos de salud que podrían
representar un riesgo durante el embarazo como, por ejemplo, la hipertensión arterial, la diabetes y ciertas
infecciones. El médico puede brindar a la mujer información acerca de factores como la alimentación, el peso, el
hábito de fumar, el consumo de alcohol y las situaciones ocupacionales que pueden representar un riesgo para el
embarazo. Asimismo, el médico puede asegurarse de que la mujer tenga sus vacunas al día y que los
medicamentos que está tomando no impliquen riesgos para su embarazo.

El médico también le hará preguntas a la mujer acerca de sus antecedentes médicos y los de su pareja y su familia.
Si la mujer o su pareja tienen antecedentes de defectos congénitos o nacimientos prematuros o si presentan un alto
riesgo de trastornos genéticos debido a antecedentes familiares, al grupo étnico al que pertenecen o a su edad, el
médico puede derivarlos a un especialista en genética.

¿Cuál es la tarea de un especialista en genética?


El especialista en genética evaluará las probabilidades de que los futuros hijos de la pareja tengan una determinada
enfermedad genética. El especialista puede indicarles análisis de sangre (denominados pruebas de portador) para
identificar si son portadores de ciertas enfermedades genéticas. Si ambos padres son portadores de una
enfermedad, cada uno de sus hijos tiene un 25 por ciento de probabilidades de heredar la enfermedad. Pueden
realizarse pruebas de portador de varias enfermedades como, por ejemplo:

• Fibrosis quística, una enfermedad de los pulmones y el sistema digestivo que generalmente afecta a las
personas de origen caucásico pero que también puede afectar a los niños de diferentes extracciones.

• Enfermedad de Tay-Sachs, que causa daños cerebrales fatales y generalmente ocurre en los
descendientes de judíos de Europa Oriental y en algunas personas no judías de origen francés canadiense
y cajún.

• Anemia falciforme, una enfermedad de la sangre que afecta principalmente a personas de origen
afroamericano.

• Talasemia, una enfermedad de la sangre que afecta principalmente a personas de ascendencia


mediterránea, africana y del sur asiático.

La realización de estudios genéticos y el asesoramiento previo al embarazo pueden ofrecer a la pareja una mayor
seguridad de que sus hijos no corren un riesgo elevado de tener una enfermedad hereditaria específica. El
asesoramiento en genética también les brinda a los portadores la posibilidad de comprender sus riesgos y evaluar
diferentes opciones. Otras mujeres que pueden beneficiarse con el asesoramiento en genética incluyen aquellas de
más de 35 años, las mujeres que tienen ciertos trastornos genéticos (como fenilcetonuria) y las mujeres que han
tenido un hijo con un defecto del tubo neural (defecto congénito del cerebro y la médula espinal).

¿Por qué se recomienda a las mujeres en edad fértil tomar ácido fólico?
El ácido fólico es una vitamina B que puede ayudar a prevenir los defectos congénitos, en particular los defectos del
tubo neural. Los estudios han demostrado que, si todas las mujeres consumieran la cantidad recomendada de ácido
fólico antes del embarazo y durante los primeros meses del mismo, podría prevenirse hasta el 70 por ciento de
todos los defectos del tubo neural.1,2 Los estudios también sugieren que el ácido fólico podría ayudar a evitar otros
defectos congénitos, como labio leporino, paladar hendido y defectos congénitos relacionados con el corazón.1 Un
estudio reciente también sugiere que las mujeres que toman ácido fólico desde al menos un año antes de la
concepción pueden reducir su riesgo de tener un bebé prematuro.4

Para prevenir los defectos del tubo neural, March of Dimes recomienda a todas las mujeres en edad fértil tomar
diariamente un complejo multivitamínico que contenga 400 microgramos de ácido fólico desde antes de quedar
embarazadas, como parte de una dieta sana. Las mujeres que sigan este consejo, basado en las recomendaciones
del Instituto de Medicina (Institute of Medicine, IOM),3 podrán obtener todo el ácido fólico y otras vitaminas que
necesitan. También pueden incorporar el ácido fólico necesario si consumen diariamente cereales enriquecidos con
ácido fólico que contengan 100 por ciento del valor diario recomendado de ácido fólico (400 microgramos). Una
dieta saludable incluye alimentos fortalecidos con ácido fólico y alimentos ricos en folato, la forma natural del ácido
fólico que se encuentra en los alimentos. Muchos productos derivados de granos, como la harina, el arroz, las
pastas, el pan y los cereales, están fortificados con ácido fólico. Entre los alimentos ricos en folato se encuentran las
verduras de hojas verdes, las legumbres, las naranjas y el jugo de naranja.

Las mujeres que han tenido un embarazo afectado con un defecto del tubo neural deben tomar una dosis más alta
de ácido fólico. La ingesta diaria de dosis mayores de ácido fólico (4,000 microgramos o 4 miligramos), desde al
menos un mes antes del embarazo y durante el primer trimestre del mismo, reduce en aproximadamente un 70 por
ciento las probabilidades de tener otro embarazo afectado por dicho trastorno.5 Las mujeres con diabetes o epilepsia
y las mujeres obesas también están expuestas a un mayor riesgo de tener un bebé con un defecto del tubo neural.1
Las mujeres que presenten estas afecciones deben consultar a su médico antes de quedar embarazadas ya que es
posible que necesiten una dosis mayor de ácido fólico.

¿Qué vacunas podría necesitar una mujer antes de quedar embarazada?


Durante la visita previa a la concepción, el médico puede indicar a la mujer un análisis de sangre para determinar si
es inmune a la rubéola (también conocida como sarampión alemán) y a la varicela. Estas dos enfermedades pueden
provocar defectos congénitos y otras complicaciones si la mujer las contrae durante el embarazo. Si la mujer no es
inmune, se debe vacunar antes de quedar embarazada. Deberá esperar un mes luego de haberse vacunado antes
de intentar quedar embarazada. Las mujeres que presentan un riesgo elevado de contraer hepatitis B (como las
profesionales de la salud) que no se han vacunado deben considerar aplicarse la vacuna contra dicha enfermedad
antes o durante el embarazo. Esta enfermedad puede transmitirse al bebé durante el parto. El médico también
podrá recomendar a la mujer otras vacunas, como la vacuna contra la gripe.

¿Qué enfermedades maternas deben tratarse antes del embarazo?

• Diabetes: las mujeres con una diabetes mal controlada desde antes del embarazo tienen
aproximadamente tres veces más probabilidades que las mujeres no diabéticas de tener un bebé con
algún defecto congénito grave.6 Dichas mujeres también presentan un riesgo mayor de aborto
espontáneo, de nacimiento sin vida y de tener a un bebé de gran tamaño. El control del azúcar en la
sangre antes del embarazo y durante los primeros meses del mismo puede ayudar a prevenir los defectos
congénitos.

• Alta presión arterial: la alta presión arterial crónica puede aumentar el riesgo de complicaciones durante
el embarazo, incluso problemas de placenta, crecimiento fetal insuficiente y preeclampsia (un trastorno
relacionado con el embarazo que se caracteriza por el aumento de la presión arterial y las proteínas en la
orina).

• Lupus eritematoso sistémico: esta enfermedad autoinmune puede provocar síntomas similares a los de
la artritis, enfermedades en los riñones, erupciones en la piel y otros problemas. Las mujeres
embarazadas afectadas tienen un riesgo mayor de aborto espontáneo, retraso en el desarrollo del feto,
parto prematuro y nacimiento sin vida.7 No obstante, si los síntomas se controlan bien antes del
embarazo, el riesgo de estas complicaciones será menor.

• Convulsiones: algunos medicamentos que se utilizan para controlar las convulsiones incrementan el
riesgo de tener un bebé con defectos congénitos. Durante una visita previa a la concepción, el médico
podrá ajustar la dosis o cambiar el medicamento por otro más seguro para el feto. La mujer no debe dejar
de tomar sus medicamentos anticonvulsivos sin consultar antes a su médico, ya que las convulsiones
también pueden ser nocivas para el feto.

• Fenilcetonuria: las mujeres que padecen esta enfermedad hereditaria no pueden procesar ciertas
proteínas. Deben seguir una dieta especial y estar bajo supervisión estricta antes y durante el embarazo
para prevenir el retraso mental y los defectos congénitos en su bebé.6

• Enfermedad renal: algunas mujeres con enfermedad renal grave pueden sufrir daño renal adicional
durante el embarazo y sus bebés pueden tener un riesgo mayor de muerte, parto prematuro o crecimiento
deficiente.7

¿Cuánto tiempo debería esperar una mujer entre embarazos?


Para la mayoría de las mujeres, es conveniente esperar al menos 18 meses antes de un nuevo embarazo para que
su cuerpo tenga suficiente tiempo para prepararse físicamente. Además, la mujer cuenta con más tiempo para
adaptarse a su vida como mamá. Si se espera menos tiempo entre un embarazo y otro, puede aumentar el riesgo
de parto prematuro.8 No obstante, no todas las mujeres pueden esperar 18 meses debido a su edad o por otras
razones. Se aconseja a las mujeres consultar a su médico para determinar la cantidad de tiempo que les conviene
esperar en cada caso en particular.

¿De qué manera los cuidados previos a la concepción pueden ayudar a prevenir problemas que se
produjeron en embarazos anteriores?
Incluso si la mujer no ha tenido problemas en un embarazo anterior, los cuidados previos a la concepción pueden
ayudar a prevenir defectos congénitos u otras complicaciones en los embarazos futuros. Por ejemplo, tomar ácido
fólico puede ayudar a prevenir los defectos del tubo neural y el tratamiento de ciertos problemas de salud, como la
hipertensión arterial, puede ayudar a prevenir el parto prematuro. Un informe publicado en 2006 por los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) recomienda que
todas las mujeres que tuvieron un embarazo anterior con un resultado adverso se sometan a una evaluación y
reciban el tratamiento necesario entre embarazos para reducir el riesgo en embarazos futuros.6

Los cuidados previos a la concepción son importantes para las mujeres que han tenido un aborto espontáneo,
nacimiento sin vida del bebé o parto prematuro. El médico evaluará la historia clínica de la mujer y le recomendará
las pruebas que sean necesarias para determinar las causas del resultado adverso. Las pruebas pueden incluir,
entre otras, análisis de sangre e imágenes de diagnóstico, como un ultrasonido. Si las pruebas muestran que la
mujer tiene un problema de salud que podría haber contribuido al resultado adverso, el tratamiento del problema
entre embarazos suele reducir el riesgo que se repita en un embarazo futuro. Si una mujer ha tenido un parto
prematuro, es posible que el médico le recomiende cambios en su estilo de vida, como dejar de fumar, y evaluará la
posibilidad de que se realice un tratamiento con la hormona progesterona durante su próximo embarazo para
reducir el riesgo de otro parto prematuro.

¿Qué puede hacer la mujer para mantenerse sana antes del embarazo?
Se recomienda a la mujer:

• Evitar beber alcohol. La ingesta de alcohol durante el embarazo puede causar defectos congénitos físicos y
mentales en el bebé conocidos con el nombre de síndrome alcohólico fetal. Puesto que no se ha
demostrado que haya una cantidad de alcohol segura durante el embarazo, las mujeres embarazadas y
aquellas que estén planeando un embarazo deben evitar su ingesta por completo.

• Dejar de fumar. Fumar durante el embarazo prácticamente duplica las probabilidades de tener un bebé de
bajo peso al nacer. Además, incrementa el riesgo de parto prematuro, de otras complicaciones durante el
embarazo y del síndrome de muerte súbita del lactante.9 El fumar también puede dificultar la concepción.9

• Abstenerse de consumir cocaína y otras drogas ilícitas, así como medicamentos de venta bajo receta que
no le haya recetado su médico. Estas drogas y medicamentos conllevan numerosos riesgos, como
nacimiento prematuro, bajo peso del bebé al nacer, defectos congénitos, problemas de aprendizaje y
conducta y síndrome de abstinencia.

• Cocer bien la carne que consume y evitar cambiar la arena higiénica del gato. La carne mal cocida y las
heces del gato pueden contener un parásito que causa una infección llamada toxoplasmosis, que puede
producir defectos congénitos. Otro modo de evitar el contacto con las heces del gato es con el uso de
guantes cuando deba hacer algún trabajo en el jardín.

• Evitar el contacto con todos los roedores, incluidos hámsteres, ratones y cobayos. Estos animales pueden
ser portadores de un virus nocivo para su bebé.10

• Evitar tomar baños calientes y baños sauna. Esto puede elevar la temperatura corporal y, posiblemente,
incrementar el riesgo de que su bebé tenga algún defecto del tubo neural.1

• Evitar los productos químicos peligrosos, como los disolventes (sustancias que disuelven otras sustancias,
como por ejemplo el disolvente de pintura). Trabajar con disolventes puede aumentar el riesgo de aborto
espontáneo o de tener un bebé con defectos congénitos.11

• Evitar comer pescado con alto contenido de mercurio. El mercurio es un metal que puede ser nocivo para
el feto. Suele encontrarse en el pescado. Las mujeres embarazadas y aquellas que estén planeando un
embarazo no deben consumir pescado con alto contenido de mercurio, como tiburón, pez espada, caballa
y blanquillo o pez azulejo.12 Estas mujeres pueden consumir hasta 12 onzas por semana de pescado con
bajo contenido de mercurio, como camarones, salmón, abadejo, bagre y atún en lata de bajo contenido
graso. Se recomienda no comer más de seis onzas de atún blanco (albacora) por semana. Se recomienda
a las mujeres consultar siempre a su departamento de salud local antes de consumir cualquier especie que
hayan pescado por su cuenta.12

¿Por qué la mujer debe intentar alcanzar un peso saludable antes de quedar embarazada?
Las mujeres que comienzan el embarazo con sobrepeso o en condiciones de obesidad pueden estar expuestas a un
riesgo mayor de tener alta presión arterial y diabetes, de tener un bebé con ciertos defectos congénitos, de tener
complicaciones antes y durante el parto y de dar a luz un bebé sin vida.6,7 También pueden tener mayor dificultad
para quedar embarazadas.13 Las mujeres de bajo peso pueden estar expuestas a un riesgo mayor de tener un parto
prematuro o un bebé de bajo peso al nacer.7 Las mujeres pueden reducir sus probabilidades de tener estas
complicaciones logrando un peso saludable antes de quedar embarazadas.
El estrés durante el embarazo
El embarazo es una época de muchos cambios para una mujer: en su cuerpo, en sus emociones y en la vida
familiar. Aunque estos cambios ocurren por un motivo feliz, a menudo representan un mayor estrés en la vida de
las mujeres embarazadas activas que ya enfrentan muchas exigencias en su casa y en su trabajo.

El exceso de estrés puede ser perjudicial para cualquier persona. A corto plazo pueden producir cansancio,
insomnio, ansiedad, falta o exceso de apetito y dolores de cabeza y de espalda. Cuando el exceso de estrés se
prolonga demasiado tiempo, puede provocar problemas de salud potencialmente serios, como una menor
resistencia a las enfermedades infecciosas, alta presión arterial y enfermedades cardíacas. Los altos niveles de
estrés también pueden conllevar ciertos riesgos especiales para las mujeres embarazadas.

La mayoría de las mujeres suele lidiar bien con los cambios emocionales y físicos del embarazo y otras causas de
estrés en sus vidas. Por lo general, las mujeres embarazadas que sienten que pueden controlar su estrés (que se
cuidan, que se sienten activas en lugar de cansadas y que funcionan bien en su casa y el trabajo) no están
expuestas a riesgos de salud por esta causa.

Es aconsejable que las mujeres embarazadas que estén preocupadas por el nivel de estrés en su vida hablen con su
pareja, su familia o sus amigos. Ellos podrán brindarle el apoyo necesario para ayudarles a reducir el estrés. Las
mujeres embarazadas que tienen problemas para lidiar con el estrés también pueden preguntar a su médico dónde
pueden recurrir en su comunidad para recibir la ayuda que necesitan para reducir y hacer frente al estrés.

¿Qué tipos de estrés pueden afectar el resultado del embarazo?


El estrés de la rutina diaria, como las exigencias laborales y las demoras en el tránsito, probablemente no
contribuye demasiado a las complicaciones durante el embarazo. No todo el estrés es malo. Si se lo controla
adecuadamente, un poco de estrés puede proporcionarnos la fuerza necesaria para enfrentar nuevos desafíos.

Pero ciertos tipos de estrés severo o permanente pueden representar un riesgo durante el embarazo. Algunos
estudios sugieren que las mujeres que experimentan acontecimientos negativos en sus vidas, como un divorcio, la
muerte de un familiar, una enfermedad grave o la pérdida del trabajo, están expuestas a un riesgo mayor de tener
un parto prematuro (antes de cumplidas las 37 semanas de gestación) y/o un bebé de bajo peso (menos de 5 libras
y media).1,2 No obstante, la mayoría de las mujeres que experimentan un acontecimiento negativo no tiene
resultados adversos en el embarazo. Un estudio reciente encontró que las características maternales, incluyendo la
depresión, trastornos de pánico, violencia doméstica y tener dos o más condiciones médicas estuvieron asociadas
con niveles altos de estrés durante el embarazo3.

Las mujeres que experimentan un acontecimiento catastrófico durante el embarazo también pueden tener un riesgo
mayor de tener un parto prematuro y/o un bebé de bajo peso. Un estudio comprobó que las mujeres embarazadas
que trabajaban en un radio de dos millas de las Torres Gemelas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001
tuvieron gestaciones considerablemente más cortas y bebés mucho más pequeños que las que trabajaban más lejos
del lugar.1,4 Otro estudio comprobó que las mujeres embarazadas que experimentaron un terremoto importante
tuvieron gestaciones más cortas que las mujeres que nunca habían experimentado uno.4 El momento en que tiene
lugar el acontecimiento puede influir en el resultado del embarazo en algunos casos. Los estudios sugieren que, en
general, las mujeres que experimentaron el atentado contra las Torres Gemelas o un terremoto durante el primer
trimestre del embarazo dieron a luz antes que las mujeres que experimentaron los mismos hechos en una etapa
posterior del embarazo.1,4,5

El estrés crónico puede llevar a resultados adversos en el embarazo. Un estudio reciente comprobó que las mujeres
de bajos ingresos con estrés crónico (a causa de las dificultades para conseguir alimentos, tener que cuidar un hijo
con una enfermedad crónica o no tener empleo) tenían un riesgo mayor de tener un bebé de bajo peso.6

El racismo es otra forma de estrés crónico que puede contribuir a problemas durante el embarazo. Las mujeres
afroamericanas pueden experimentar estrés a causa del racismo durante todas sus vidas. Esto explicaría en parte
por qué estas mujeres tienen más probabilidades de tener un parto prematuro y bebés de bajo peso que las
mujeres de otros grupos raciales o étnicos.1

Algunas mujeres experimentan estrés crónico severo debido al embarazo mismo, lo cual pude aumentar su riesgo
de resultados adversos.1,2 Estas mujeres pueden estar especialmente preocupadas por la salud de su bebé o por el
parto en sí. En ese caso, deben conversar con su médico, quien podrá derivarlas a un profesional de la salud mental
si es necesario.

La mayoría de las mujeres que experimentan estrés severo durante el embarazo tiene bebés sanos a término.
Algunas mujeres pueden ser más vulnerables que otras a los efectos del estrés durante el embarazo debido a
factores físicos u otros riesgos.2

¿Cuáles son los riesgos de los altos niveles de estrés durante el embarazo?
Varios estudios sugieren que los altos niveles de estrés durante el embarazo pueden contribuir al nacimiento
prematuro y al nacimiento con bajo peso.1,2 Los bebés demasiado pequeños y prematuros están expuestos a un
riesgo mayor de padecer problemas de salud inmediatamente después de nacer, incapacidades permanentes, como
retraso mental y parálisis cerebral, e incluso la muerte.

¿De qué manera puede el estrés desencadenar resultados adversos en el embarazo?


Los investigadores no están completamente seguros de qué manera el estrés puede desencadenar resultados
adversos en el embarazo. No obstante, ciertas hormonas relacionadas con el estrés pueden ser un factor
determinante. Por ejemplo, el estrés puede contribuir a un parto prematuro causando la liberación de una hormona
llamada hormona liberadora de corticotropina (CRH). Esta hormona, producida por el cerebro y por la placenta, se
encuentra estrechamente relacionada con el trabajo de parto. Hace que el organismo libere sustancias químicas
llamadas prostaglandinas, las cuales producen las contracciones uterinas.

El estrés severo o prolongado también puede interferir con el funcionamiento normal del sistema inmune, lo cual
puede hacer que la mujer embarazada sea más propensa a infecciones que afectan al útero. Las infecciones
uterinas son una causa importante de parto prematuro, especialmente las que se producen antes de las 28 semanas
del embarazo.1

El estrés puede afectar la conducta de la mujer. Algunas mujeres reaccionan al estrés encendiendo un cigarrillo,
bebiendo alcohol o consumiendo drogas ilícitas, lo cual se ha relacionado con partos prematuros, nacimientos de
bajo peso y otras complicaciones durante el embarazo.1 El consumo de alcohol y ciertas drogas ilícitas también
aumenta el riesgo de defectos congénitos.

¿El nivel de estrés durante el embarazo tiene efectos a largo plazo en el bebé (aparte de los causados
por el nacimiento prematuro y con bajo peso)?
Algunos estudios sugieren que los altos niveles de estrés durante el embarazo pueden afectar el desarrollo mental y
emocional del niño.7, 8 El estrés de la madre puede contribuir a problemas de aprendizaje, como dificultades para
prestar atención, y a una mayor ansiedad y temor.7,8 No se sabe de qué manera el estrés de la madre puede causar
estos problemas. No obstante, algunos estudios sugieren que las hormonas relacionadas con el estrés en la sangre
de la madre pueden atravesar la placenta y afectar el cerebro en desarrollo del feto.8

¿Cómo puede reducir el estrés la mujer embarazada?


Cada mujer embarazada debe identificar las causas del estrés, tanto en su trabajo como en su vida personal, y
desarrollar maneras eficaces de controlarlas. Si se siente abrumada por el estrés, debe consultar a su médico.

Las molestias propias del embarazo (como las náuseas, el cansancio, la necesidad frecuente de orinar, la hinchazón
y los dolores de espalda) pueden generar estrés, especialmente si la mujer embarazada trata de hacer todo lo que
hacía antes del embarazo. Para reducir el estrés, debe darse cuenta de que estos síntomas son temporales y que su
médico puede recomendarle formas de controlarlos. También puede considerar la posibilidad de abandonar algunas
actividades innecesarias cuando se sienta molesta.

Muchas mujeres experimentan inestabilidad en su estado de ánimo durante el embarazo. Esta inestabilidad es
causada por cambios hormonales y es normal. No obstante, los cambios de estado de ánimo de la mujer
embarazada pueden hacer que le resulte difícil hacer frente al estrés.

Las mujeres embarazadas pueden controlar mejor el estrés si se encuentran sanas y en buen estado físico. Deben
llevar una dieta saludable, dormir bien, evitar el alcohol, el tabaco y las drogas y hacer ejercicios regularmente (con
la autorización de su médico). El ejercicio las ayudará a mantenerse en buen estado físico, a prevenir algunas de las
molestias comunes del embarazo (como los dolores de espalda, el cansancio y el estreñimiento) y a aliviar el estrés.

Contar con un buen grupo de apoyo, que incluya a la pareja de la mujer embarazada, sus parientes y amigos,
también la ayudará a aliviar su estrés. La mujer embarazada debe pedir y aceptar ayuda de las personas más
cercanas. Por ejemplo, éstas pueden ayudarla con las tareas rutinarias y con el cuidado del niño, conversar con ella
para saber cómo se siente y qué cosas le preocupan o acompañarla a las visitas prenatales. Algunos estudios
sugieren que tener un buen grupo de apoyo reduce el riesgo de la mujer de tener un bebé de bajo peso.1

Existe una serie de técnicas para reducir el estrés que pueden ser útiles durante el embarazo. Entre ellas se
encuentran las clases de yoga, la bioretroalimentación, la meditación y la imaginación guiada. El médico
seguramente podrá recomendarle a la mujer embarazada clases o especialistas a los que puede recurrir en su
comunidad. Las clases de preparación para el parto enseñan técnicas de relajación y ayudan a reducir la ansiedad
educando a los futuros padres sobre lo que va a ocurrir durante el trabajo de parto y el parto.

¿El trastorno de estrés postraumático afecta el embarazo?


Algunas personas que experimentan o son testigos de un acontecimiento traumático, como una violación, un
combate, un desastre natural, ataques terroristas (como el del 11 de septiembre a las Torres Gemelas) o la muerte
de un ser querido, desarrollan trastorno de estrés postraumático. Las personas afectadas pueden experimentar
ansiedad grave, recuerdos del acontecimiento, pesadillas, reacciones físicas intensas cuando algo les recuerda el
hecho (como palpitaciones y sudor) y otros problemas como, por ejemplo, sobresaltarse fácilmente.

El trastorno de estrés postraumático es común durante el embarazo. Un estudio comprobó que cerca del ocho por
ciento de las mujeres embarazadas resulta afectada.9 Las mujeres con trastorno de estrés postraumático pueden
tener un riesgo mayor de complicaciones durante el embarazo, incluido aborto espontáneo, hiperémesis gravídica
(una forma grave de vómitos relacionados con el embarazo) y parto prematuro.9 Las mujeres afectadas también
tienen más probabilidades de tener conductas de salud riesgosas, como fumar, beber alcohol o consumir drogas,
que pueden contribuir a complicaciones durante el embarazo.10 Las mujeres que sospechan que tienen trastorno de
estrés postraumático deben consultar a su médico o a un profesional de la salud mental sobre sus síntomas. Existen
varios tratamientos eficaces, incluidas terapias basadas en el diálogo que pueden aliviar los síntomas.

¿Apoya March of Dimes la investigación sobre el estrés durante el embarazo?


Varios becarios de March of Dimes están estudiando la relación entre la respuesta al estrés y los resultados
adversos del embarazo. Recientemente, algunos investigadores han estado intentando determinar cómo los factores
relacionados con el estrés en el entorno de la mujer embarazada (como las condiciones en su hogar y su vecindario,
el racismo, su ocupación, sus ingresos y los principales acontecimientos en su vida) pueden aumentar el riesgo de
parto prematuro. Estos estudios podrían permitir entender mejor las causas del parto prematuro y descubrir nuevas
formas de prevención y tratamiento. Otro investigador está estudiando el funcionamiento cognitivo y conductual de
niños de 11 años que estaban en el útero cuando ocurrió un desastre natural (el temporal de hielo de Québec de
1998). Este estudio podría llevar a mejores recomendaciones sobre cómo prevenir o limitar el daño potencial del
estrés intenso a las mujeres embarazadas y a sus bebés en desarrollo.

La Cafeína y el Embarazo
La cafeína es un estimulante que se encuentra en muchos alimentos, bebidas y algunos medicamentos. Es
producida naturalmente por una variedad de plantas y se añade a ciertos alimentos y bebidas para darles sabor. La
principal fuente de cafeína para la mayoría de los adultos es el café.

March of Dimes recomienda a las mujeres que están embarazadas o tratando de quedar embarazadas que limiten
su consumo de cafeína diario a 200 miligramos (mg) como máximo. Ésta es la cantidad presente en
aproximadamente una taza de café de 12 onzas.

Algunos estudios sugieren que el consumo de cantidades más grandes de cafeína puede contribuir a problemas de
fertilidad o aborto espontáneo. La fuente de la cafeína no es importante: el riesgo es el mismo para la cafeína
proveniente del café, el té, los refrescos y otros alimentos y bebidas. Las mujeres deben saber qué bebidas y
alimentos contienen cafeína para poder limitar su consumo cuando están embarazadas o intentando quedar
embarazadas.

¿Qué alimentos y bebidas contienen cafeína?


La cafeína se encuentra presente en los siguientes alimentos y bebidas:

• Café y productos con sabor a café, como el yogurt y el helado

• Té

• Algunos refrescos

• Chocolate y productos a base de chocolate, como el jarabe de chocolate y el cacao caliente.

La cantidad de cafeína presente en los alimentos y en las bebidas varía ampliamente. En el caso del café y el té, la
marca, la forma en que se prepara, el tipo de granos u hojas utilizados y la forma en que se sirve (espresso, latte,
etc.) afectan la cantidad de cafeína. En la siguiente tabla se enumera una serie de alimentos y bebidas junto con la
cantidad de cafeína que contienen. Las cantidades indicadas son promedios, por lo que pueden variar según la
marca o la forma en que se prepara el alimento o la bebida.

Contenido de cafeína en los alimentos y en las bebidas

Contenido de
Alimentos y bebidas Cafeína (mg)
(promedio)
CAFÉ (8 oz)*
Infusión 95 mg
Instantáneo 63 mg

TÉ (8 oz)
Infusión
Instantáneo 47 mg
26 mg
Refrescos con cafeína, como la cola (12 onzas) 29 a 53 mg

Cacao caliente (3 cucharaditas ó 1 sobre) 5 mg

Leche chocolatada ( 8 onzas) 5 mg

Caramelos/Dulces
Chocolate negro (1.45 onzas por barra) 26 mg
Chocolate con leche (1.55 onzas por barra) 9 mg
Chispitas de chocolate semi-dulce (1 cucharada) 9 mg
Jarabe de chocolate (2 cucharadas) 2 mg

Helado o yogurt de café (4 onzas) 25 a 34 mg

¿Qué medicamentos contienen cafeína?


Algunos medicamentos que se utilizan para el alivio de los dolores, las migrañas, los resfriados y para permanecer
despierto contienen cafeína. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (Food and Drug
Administration, FDA) exige que las etiquetas de los medicamentos indiquen la cantidad de cafeína que contienen.
Las mujeres embarazadas deben evitar los medicamentos que contienen cafeína a menos que estén indicados por
su médico y siempre deben consultarlo antes de tomar cualquier medicamento (incluidos los medicamentos sin
receta) durante el embarazo.

Algunos productos a base de hierbas, como el guaraná, la yerba mate, la nuez de cola y el extracto de té verde,
contienen cafeína (2). La FDA no exige que los productos a base de hierbas lleven una etiqueta que indique el
contenido de cafeína, por lo que las cantidades pueden variar ampliamente. Un estudio realizado recientemente por
el gobierno comprobó que estos productos contienen la misma cantidad de cafeína que de una a ocho tazas de café
(2)
. Las mujeres embarazadas deben evitar los productos a base de hierbas ya que no se ha estudiado su seguridad
durante el embarazo.

¿Cómo afecta al organismo la cafeína?


La cafeína es un estimulante que aumenta la capacidad para estar despierto. Aumenta levemente la presión arterial
y el ritmo cardíaco y también la cantidad de orina que produce el organismo.

Algunas personas son más sensibles a la cafeína que otras. Las mujeres embarazadas pueden ser especialmente
sensibles a la cafeína ya que les lleva más tiempo eliminarla del organismo que las mujeres que no están
embarazadas (3). La cafeína puede hacer que algunas personas se sientan inquietas y tengan indigestión o
dificultades para dormir.

Durante el embarazo, la cafeína atraviesa la placenta y llega al bebé. La cafeína puede reducir el flujo de sangre a
la placenta, lo que puede ser nocivo para el bebé (3).

¿Contribuye el consumo de cafeína a los abortos espontáneos?


Se han realizado muchos estudios sobre el consumo de cafeína y los abortos espontáneos, pero los resultados han
sido conflictivos. En enero de 2008, por ejemplo, se dieron a conocer los resultados de dos estudios.

• Uno comprobó que las mujeres que consumen 200 mg o más de cafeína por día tienen dos veces más
probabilidades de tener un aborto espontáneo que las que no consumen cafeína (25 por ciento vs. 12.5
por ciento) (3).

• El otro estudio comprobó que no existe mayor riesgo entre las mujeres que beben cantidades moderadas
de café a diario (entre 200 mg/día y 350 mg/día aproximadamente) (4).

En estudios anteriores se comprobó que sólo las mujeres que consumen grandes cantidades de cafeína (500 mg por
día o más) tienen más probabilidades de tener un aborto espontáneo (5,6). No obstante, hasta que se sepa más sobre
los riesgos del consumo de cafeína durante el embarazo, March of Dimes recomienda a las mujeres embarazadas
manejarse con cautela y limitar el consumo de cafeína a menos de 200 mg por día.

¿Contribuye el consumo de cafeína a otras complicaciones durante el embarazo?


Un estudio realizado en Dinamarca en el año 2003 sugirió que las mujeres que beben de cuatro a siete tazas de
café por día pueden tener un riesgo ligeramente mayor de que sus bebés nazcan sin vida (7). Las mujeres que beben
ocho o más tazas de café por día, en cambio, tienen un riesgo dos o más veces mayor de tener un bebé sin vida
que las mujeres que no beben café. No se ha comprobado si la cafeína contribuye a este riesgo mayor.

¿El consumo de cafeína afecta a la fertilidad?


Es probable que el consumo de cantidades moderadas de cafeína no reduzca las probabilidades de la mujer de
quedar embarazada. La mayoría de los estudios no ha encontrado ningún efecto en la fertilidad en el caso de
mujeres que consumen menos de 300 mg de cafeína por día. No obstante, algunos estudios han comprobado una
asociación entre los altos niveles de cafeína (aproximadamente 500 mg o más) y la disminución de la fertilidad (8).

¿La cafeína afecta al bebé recién nacido?


Los resultados de los estudios realizados para determinar si la cafeína afecta al crecimiento del bebé durante el
embarazo son conflictivos. Un estudio comprobó que el consumo diario de pequeñas cantidades de cafeína (100 mg
o más) puede reducir ligeramente el peso del bebé al nacer (9). No obstante, otros estudios comprobaron una
reducción en el peso al nacer sólo cuando las madres consumían más de 300 mg al día, y algunos no establecieron
ninguna relación entre el consumo de cafeína y el crecimiento del feto (10). Si el consumo de cafeína afecta al peso
del bebé al nacer, es probable que el efecto sea muy leve (9,11,12).

Puede suceder que los bebés de las mujeres que consumen grandes cantidades de cafeína (más de 500 mg por día)
tengan un ritmo respiratorio y cardíaco más rápido y que duerman menos durante los primeros días de vida (13).

¿Es seguro para una mujer consumir cafeína durante la lactancia?


La Academia de Pediatría de los Estados Unidos (American Academy of Pediatrics, AAP) considera que es seguro
para una mujer consumir cafeína mientras amamanta a su bebé (14). Sin embargo, una pequeña cantidad de cafeína
llega a la leche materna, por lo que se aconseja limitar su consumo. Los bebés amamantados por mujeres que
beben más de dos a tres tazas de café por día pueden ponerse irritables o tener dificultades para dormir (14).

Ácido Fólico
El ácido fólico es una vitamina B que ayuda a
prevenir los defectos congénitos relacionados con
el cerebro y la médula espinal (llamados defectos
del tubo neural). El ácido fólico es útil en la
prevención de estos defectos sólo si se toma
antes de la concepción y durante las primeras
semanas del embarazo. El folato es la forma
natural del ácido fólico que se encuentra en
ciertos alimentos.

Debido a que los defectos del tubo neural se originan durante el primer
mes de embarazo (antes de que muchas mujeres sepan que están
embarazadas) es importante que las mujeres tengan suficiente ácido fólico
en su organismo antes de la concepción. Es recomendable que todas las
mujeres en edad fértil tomen ácido fólico ya que aproximadamente la
mitad de los embarazos registrados en los Estados Unidos no son
planificados.1 Sin embargo, demasiadas mujeres no están obteniendo la
cantidad recomendada de ácido fólico a diario.

¿Por qué se recomienda a las mujeres en edad fértil tomar ácido


fólico?
Los estudios han demostrado que si todas las mujeres consumieran la
cantidad recomendada de ácido fólico antes y durante la primera etapa del
embarazo, se podría prevenir hasta un 70 por ciento de todos los defectos
del tubo neural.1,2

El tubo neural es la parte del embrión a partir de la cual se forman el


cerebro y la médula espinal. Esta estructura, que comienza como una
diminuta cinta de tejido, normalmente se dobla hacia adentro para formar
un tubo aproximadamente 28 días después de la concepción. Si este
proceso no se realiza bien y el tubo neural no se cierra por completo, se
pueden producir defectos en el cerebro y en la médula espinal. Cada año se
registran unos 3,000 embarazos afectados con defectos del tubo neural en
los Estados Unidos.1,3

Los defectos del tubo neural más habituales son la espina bífida y la
anencefalia. La espina bífida, a menudo conocida como espina dorsal
abierta, afecta a la columna vertebral y, en ocasiones, a la médula espinal.
Los niños que tienen el tipo grave de espina bífida presentan cierto grado
de parálisis en las piernas y problemas de control de la vejiga e intestinos
y, a veces, problemas neurológicos y de desarrollo. La anencefalia es una
enfermedad fatal en la que el bebé nace con el cerebro y el cráneo
sumamente subdesarrollados.

El ácido fólico también puede ayudar a prevenir otros defectos congénitos,


como labio leporino, paladar hendido y ciertos defectos cardíacos.1,4

Un estudio reciente sugiere que las mujeres que toman ácido fólico durante
al menos 1 año antes de quedar embarazadas pueden reducir su riesgo de
tener un bebé prematuro (antes de cumplidas las 37 semanas de
gestación) en la mitad.5 El estudio sugiere también que estas mujeres
pueden reducir su riesgo de tener un bebé muy prematuro (antes de
cumplidas las 32 semanas de gestación) en hasta el 70 por ciento. Los
bebés prematuros tienen más probabilidades de padecer complicaciones e
incapacidades permanentes, como retraso mental, parálisis cerebral y
pérdida de la visión, y aquellos que son muy prematuros corren el mayor
riesgo.

¿Cuánto ácido fólico necesita una mujer?


March of Dimes recomienda a todas las mujeres en condiciones de quedar
embarazadas tomar una multivitamina que contenga 400 microgramos de
ácido fólico diariamente como parte de una dieta saludable desde antes de
quedar embarazadas. Las mujeres que sigan este consejo, basado en las
recomendaciones del Instituto de Medicina (Institute of Medicine, IOM),6
podrán obtener todo el ácido fólico y otras vitaminas que necesiten. Una
encuesta realizada por Gallup para March of Dimes en 2007 indicó que el
40 por ciento de las mujeres en edad fértil de los Estados Unidos tomaban
vitaminas con ácido fólico a diario.7

Una dieta saludable debe incluir alimentos fortificados con ácido fólico y
alimentos ricos en folato, la forma natural del ácido fólico que se encuentra
en los alimentos. Muchos productos a base de granos en los Estados Unidos
están fortificados con ácido fólico. Esto significa que se les ha añadido una
forma sintética (artificial) de ácido fólico. La harina, el arroz, las pastas, el
pan y los cereales enriquecidos son ejemplos de productos a base de
granos fortificados. La mujer puede consultar la etiqueta para saber si un
producto es fortificado. Entre las fuentes ricas en folato se encuentran las
verduras de hojas verdes, las legumbres, las naranjas y el jugo de naranja.

El ácido fólico procedente de los suplementos vitamínicos y alimentos


enriquecidos es más fácil de absorber por el organismo que el folato
natural de los alimentos. Según el IOM, el organismo absorbe
aproximadamente el 50 por ciento del folato de los alimentos,6 mientras
que puede absorber cerca del 85 por ciento del ácido fólico presente en los
alimentos enriquecidos y el 100 por ciento del ácido fólico de los
suplementos vitamínicos.6 La cocción y el almacenamiento pueden destruir
parte del folato de los alimentos.

Muchos estudios han demostrado que la forma sintética del ácido fólico
ayuda a prevenir los defectos del tubo neural. El IOM, los Centros para la
Prevención y Control de las Enfermedades (Centers for Disease Control and
Prevention, CDC) y March of Dimes recomiendan que las mujeres que
pueden quedar embarazadas consuman 400 microgramos al día de la
forma sintética del ácido fólico.1,6 Para ingerir esta cantidad, las mujeres
pueden tomar una multivitamina o comer una porción de cereales que
contenga el 100 por ciento del valor diario recomendado de ácido fólico
(400 microgramos).1 La mayoría de las multivitaminas y unos 50 cereales
para el desayuno contienen esta cantidad en una sola porción.8 Otros
cereales contienen sólo el 25 por ciento de la cantidad recomendada. Se
recomienda a las mujeres consultar la etiqueta del envase del cereal para
saber qué cantidad de ácido fólico contiene.

¿Es posible que algunas mujeres necesiten más ácido fólico?


Si una mujer ya ha tenido un embarazo con defectos del tubo neural, debe
consultar a su médico antes del siguiente embarazo para saber qué
cantidad de ácido fólico debe tomar. Los estudios han demostrado que
tomar una dosis superior de ácido fólico al día (4,000 microgramos o 4
miligramos), desde al menos un mes antes de la concepción y durante el
primer trimestre de embarazo, reduce en un 70 por ciento el riesgo de
tener otro embarazo afectado.1 La mujer sólo debe tomar una vitamina
prenatal, más tres comprimidos de ácido fólico de 1 miligramo para recibir
la cantidad adecuada.1 Tomar más de una vitamina prenatal puede hacer
que la mujer ingiera demasiada cantidad de otras vitaminas, como la
vitamina A.

Las mujeres con diabetes, epilepsia y obesidad corren un riesgo mayor de


tener un bebé con defectos del tubo neural.1 Estas mujeres deben
consultar a su médico antes del embarazo para saber si deben tomar una
dosis mayor de ácido fólico.

¿Las mujeres necesitan ácido fólico durante todo el embarazo?


Sí. Las mujeres embarazadas necesitan ácido fólico adicional durante todo
el embarazo para producir las células sanguíneas adicionales que su cuerpo
necesita durante ese período. El ácido fólico también contribuye al rápido
crecimiento de la placenta y el feto y es necesario para producir nuevo ADN
(material genético) a medida que se multiplican las células. Sin la cantidad
adecuada de ácido fólico la división celular podría verse afectada y llevar al
desarrollo insuficiente del feto o la placenta.

El IOM recomienda que las mujeres aumenten su ingesta de ácido fólico


hasta 600 microgramos al día (a través de suplementos y alimentos) una
vez confirmado el embarazo.6 Casi todos los médicos recomiendan una
vitamina prenatal, la mayoría de las cuales contiene de 800 a 1,000
microgramos de ácido fólico. No obstante, las mujeres no deben tomar más
de 1,000 microgramos (1 miligramo) a menos que su médico lo indique.1,6

¿Cuánto ácido fólico hay en los alimentos enriquecidos?


Desde el 1 de enero de 1998, la Administración de Alimentos y
Medicamentos de EE.UU. (Food and Drug Administration, FDA) requiere la
adición de 140 microgramos de ácido fólico por cada 100 gramos a los
cereales, pan, pastas y otros alimentos que lleven la etiqueta
“enriquecido”. Esto permite a las mujeres obtener más fácilmente la
cantidad de ácido fólico que necesitan a través de los alimentos que
consumen. Los estudios demuestran que el enriquecimiento está asociado
a un incremento de los niveles de folato en la sangre en las mujeres en
edad fértil.9 Desde el enriquecimiento de los cereales, la incidencia de los
defectos del tubo neural se ha reducido en aproximadamente un tercio,
aunque otros factores también han contribuido a esta disminución.10 La
cantidad de ácido fólico añadida a los alimentos enriquecidos (con la
excepción de algunos cereales) es reducida y la mayoría de las mujeres no
puede obtener la cantidad diaria de ácido fólico que necesitan
exclusivamente a través de la dieta. De hecho, un estudio realizado por el
gobierno en 2007 comprobó que los niveles de folato en la sangre
disminuyeron considerablemente en las mujeres en edad fértil de 1999-
2000 a 2003-2004, por razones que no se han establecido con precisión.9

Cuando la FDA estableció que los cereales deben enriquecerse con ácido
fólico, limitó la cantidad que debe añadirse debido a la preocupación de que
altos niveles de ácido fólico podrían enmascarar una deficiencia de vitamina
B-12.11 Este trastorno se denomina anemia perniciosa y se presenta
principalmente en las personas mayores. Las dosis muy altas de ácido
fólico (más de 1,000 microgramos al día) pueden corregir la anemia
producida por la deficiencia vitamínica pero no la deficiencia en sí, lo que
podría hacer que se retrasara el diagnóstico. Si se deja sin tratar durante
mucho tiempo, la deficiencia de vitamina B-12 puede producir daños
neurológicos irreversibles. A la fecha, las investigaciones no han
demostrado ningún riesgo de anemia perniciosa ni de otros efectos
adversos debido a los niveles actuales de enriquecimiento con ácido fólico.

¿Cómo previene el ácido fólico los defectos congénitos?


No se conoce bien el modo en que el ácido fólico previene los defectos del
tubo neural. La mayoría de los estudios sugiere que podría deberse a que
corrige las deficiencias nutricionales. Sin embargo, otros sugieren que se
debe a que el suplemento de ácido fólico ayuda a las personas a
compensar rasgos genéticos característicos que les impiden aprovechar el
folato incluido en su dieta. Estos rasgos podrían suponer para las mujeres
un riesgo adicional de tener bebés con defectos del tubo neural.12

¿Proporciona el ácido fólico otros beneficios para la salud?


El ácido fólico es importante para la salud de todos. Cumple un papel
importante en la producción de glóbulos rojos. Las personas con
deficiencias de ácido fólico a veces desarrollan un tipo de anemia
denominada anemia megaloblástica (caracterizada por un número reducido
de glóbulos rojos). El ácido fólico también podría desempeñar un papel
importante en la prevención de otros problemas de salud.

¿Apoya March of Dimes la investigación sobre el ácido fólico?


March of Dimes ha apoyado diversas becas de investigación para entender
mejor de qué manera el ácido fólico previene los defectos del tubo neural.
Los becarios también están estudiando de qué manera el ácido fólico podría
ayudar a prevenir otros defectos congénitos y problemas de salud. Un
becario está intentando determinar si una deficiencia o exceso de ácido
fólico puede contribuir a errores en la división celular y producir, en
consecuencia, defectos congénitos como síndrome de Down. Esta
investigación podría llevar a nuevas maneras de prevenir algunos defectos
congénitos cromosómicos. Otro becario está investigando si la deficiencia
de ácido fólico en la madre durante las etapas críticas del embarazo podría
afectar los genes impresos (los que actúan de manera diferente según si se
heredan del padre o de la madre) y producir una propensidad a
enfermedades crónicas como diabetes, enfermedad cardíaca y cáncer. De
ser así, podría ser posible desarrollar intervenciones nutricionales para
reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

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