Versión en español

LIBERTAD y FELICIDAD
Un par de términos resbalosos
Luis Felipe Ulloa

Incorporado con el título “Libertad: ¿un término resbaloso?” en el debate del ICAE “Educación en el contexto
de múltiples crisis”, actividad virtual preliminar al FISC (Foro Internacional de la Sociedad Civil ) y CONFINTEA
VI (Sexta Conferencia Internacional de Educación de Adultos)”. 15 al 30 de Octubre 2009. Esta es una versión
afinada.

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-I-
Cuando facilito ejercicios de reflexión sobre
el ser humano, sus organizaciones y sus
roles tanto con adolescentes
comunidades como con estudiantes de
maestría, prefiero no hablar de libertad,
sino de “ejercicio de la libertad”… y lo hago
clasificándolo de entrada como una
evidencia del ser “ser-humano”. Es decir
que en la medida que la ejerzo soy ser
humano y en la medida que dejo de hacerlo
dejo de portarme en lo esencial como ser
humano… me reduzco. Eso significa que
siempre podemos ser libres, solo que no
controlamos las consecuencias de serlo.
Podemos decir “sí” o “No”, decidir hacer o
no… y eso puede tener un costo o una
recompensa no controlable (Referencia:
“Ética para Amador”, del maestro Fernando
Savater)
-II-
Aquí vale aclarar que no se trata
necesariamente de costos o consecuencias
que son espejitos o caramelos ni de ciencia
ficción sino de
situaciones tan
graves como
en
perder la vida o
ver amenazado a
alguien cercano
como ocurre en
regímenes con
fenómenos de
guerra interna,
paramilitarismos
contagiosos,
dictaduras, fanatismos, etc. Entonces el
ejercicio de la libertad o, mejor dicho, su
limitación hemos de asociarla con el
concepto “Miedo”, pero sobre todo con
vivencias reales de ese miedo. Claro, creo
que casi todos sabemos que el miedo no
es externo sino que está en cada yo o cada
nosotros/as… pero, aún sabiéndolo,
muchos todavía nos asustamos e
intentamos asustar a otros con diferentes
matices de la amenaza aparentemente
inocente aunque definitivamente perversa,
que nos persigue desde la infancia: “Si no
haces lo que te digo te lleva el mono” o
“Ahí viene el coco”. Al mono y al coco le
vamos uniendo otros personajes que
gracias a nosotros mismos entran a la
fantasmagoría del terror: el profe va a
bajarte la nota, Te irás a la oficina de la
directora y puede expulsarte, La jefa va a
sancionarte, el patrono te va a descontar,
el oficial te mandará a la cárcel, el papá
sacará su faja y en fin, por obra y gracia de
curas y pastores, el diablo te espera en el
infierno.
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 -IV-

-III-
El uso de preguntas es una evidencia de
En esa dirección nos corresponde también ejercicio de libertad. Ya sabemos que las
reflexionar sobre los mecanismos usados preguntas son uno de los mejores
intencionalmente por nosotros, y por otros, instrumentos para el saber y la creatividad,
para producir miedo… solo así podremos pero son consideradas amenazantes para
contra-restarlos. cualquier statu quo por quienes se ligan a él
por beneficios, ignorancia o temores.
Con ello empezamos a generar preguntas ¿Cuántas personas se preguntan por qué
sobre el miedo en todos los ámbitos de la en los tan famosos exámenes de nuestros
vida cotidiana países latinoamericanos, desde la primaria
incluidos aquellos hasta las maestrías, casi nunca o nunca
que más pedimos a los y las estudiantes que
estimamos: La formulen preguntas, en vez de restringirles
familia, la iglesia, solamente a responder las preguntas de
la escuela, la otros, las de quienes cuentan o creemos
comunidad, la contar con poder formal en ese momento?
institución ¿Nos hemos preguntado seriamente por
escolar, el espacio qué callamos y nos tratamos de hacer
laboral, el grupo invisibles cuando en una actividad grupal
de pares, el “abren” formalmente el espacio de
partido, el equipo, preguntas? ¿Nos hemos preguntado por
un sector social, el qué no preguntamos a quienes tienen las
país, las respuestas?
relaciones
internacionales, etc.

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-V-
Tal vez nos ayude explorar en todos los
ámbitos de la vida cotidiana, sin olvidar en
la familia el fenómeno de los padres que
acallan los incesantes interrogantes de por
qué esto, por qué aquello que expresan sus
hijos pequeños; y en algunos espacios
artísticos el del grupo de teatro infantil
que se molesta al verse interrumpido en
una obra por la pregunta en voz muy alta
de una niña que les interpela con un “¿Y
quién les dijo que los lobos son malvados?”
O las reacciones que produce en ciertos
medios (de comunicación oficial)
sudamericanos que alguien dude
expresando ¿Pero por qué quieren colocar
7 bases militares en aquel país para limitar
el tráfico de droga, en vez de colocar algo
equivalente en el país gran-consumidor, que
al demandar incesantemente incrementa la
oferta? La tendencia generalizada parece
ser reaccionar acallando el ejercicio de
preguntar, limitando la libertad de
cuestionar y cuestionarse, sacrificando al
ser que se muestra libre.
-VI-
Al preguntarnos para qué ejercitamos la
libertad, tocamos la idea de Felicidad.
¿Complejo eso? ¡Sí! Y la complejidad no es
una mala palabra. Podemos decir que el
ejercicio de la libertad, al menos en muchos
casos es motivado por la búsqueda de la
felicidad. Pero ¿Hasta dónde pueden
llegar? Seguro un buen número de lectores
ya respondió “hasta dónde no afecta la
libertad de otros”. Cierto, pero complicado
de manejar. Entonces viene a ayudarnos
otro concepto, retomado de Oriente: el de
la búsqueda permanente de la “triple
armonía”, es decir la armonía con las y los
demás, la armonía con la naturaleza y la
armonía de cada quien consigo mismo/a.
Entonces producimos una imagen que más
que de Libertad, es de “ejercicio de la
libertad” y más que ello es de “ejercicio de
la libertad responsable”, cosa que apenas
vamos aprendiendo porque no ha sido una
práctica usual en nuestras vidas.
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-VII- -VIII-

Pero no es todo: Siempre aparece en las El ejercicio de la libertad, y la búsqueda de

discusiones una persona inquieta que
argumenta algo como “Pero si alguien se
siente feliz siendo esclavo, qué hemos de
respetar ¿Su felicidad o su libertad”? Así
que agregamos otro ingrediente: El enfoque
de derechos. Estamos hablando de que los
Derechos Humanos son inalienables y eso
significa que nadie, ni la persona misma
puede enajenarlos, transmitirlos, cederlos,
venderlos, canjearlos. Son parte de la
esencia humana. Los derechos contemplan
la vida, la libertad y la seguridad de las
personas. Y ahora ya tenemos que
considerar al mismo nivel también los
derechos de la misma Pachamama, de la
madre tierra.
la felicidad en todos los ámbitos de la vida
se convierten de esa manera en verdaderos
motores del cambio hacia el buen vivir,
palabrita mejor que eso del “desarrollo”, y
entendido no solamente como poseer sino
-sobre todo- como crear solidariamente,
en un sentido amplio y profundo una
‘humanidad’ menos discursiva y más real.
Se trata pues de hacer cierto eso de que
“otro mundo es posible”, entender que ya
es el momento y sobre todo que ya
tenemos señales de que lo estamos
logrando al menos desde varias búsquedas
con todo y sus errores, pero siempre
búsquedas, que nos evidencia América
Latina.

---..---

Nota: (Luis Felipe Ulloa, es facilitador de procesos de reflexión y aprendizaje para distintas organizaciones
intermediarias de la sociedad civil y comunitarias. Ha sido profesor en dos maestrías en la facultad de
Humanidades de la UCA Managua y ha colaborado con otra en la Universidad Rafael Landívar, de Guatemala).

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Versión en Inglés. Traducción desde organizadores del debate

English Version

FREEDOM: A SLIPPERY WORD?

By: Luis Felipe Ulloa, from Nicaragua

Translated from Spanish by: ICAE/Uruguay

When I facilitate exercises to reflect upon human beings, their organizations and roles, whether
with teenagers in communities or with master’s degree students, I prefer not to speak of
freedom, but of the “exercise of freedom”…and I do so by classifying it right away as an
evidence of the being “human being”. That is to say, while I exercise freedom I am a human
being and if I cease to exercise it, I cease behaving essentially as a human being…I am
diminished. That means we always can be free, we just don’t control the consequences of being
free. We can say “yes” or “no”, we can decide to do or not to do…and those actions can have a
price or a reward that cannot be controlled. (Reference: “Ética para Amador, by Fernando
Savater)

It is worth mentioning that this is not necessarily about colored glasses, candies or science
fiction, but about situations so grave as dying or as the threat posed to someone close, as it
happens in regimes with internal conflict, contagious paramilitarisms, dictatorships,
fundamentalism, etc. Then, the exercise of freedom, or rather its limitation, has to be
associated to the concept of “Fear”, and especially to really experiencing that fear. Of course, I
think that all of us know that fear is not external but lies within all of us…but even knowing this,
many of us still get frightened and try to frighten others with several shades of the apparently
innocent but definitively perverse threat that chases us since infancy: “If you don’t do what I
tell you to do the bogeyman will get you”, or “the sandman will throw sand in your eyes”. To
the bogeyman and the sandman we continue to add other characters that, aided by us, enter
the phantasmagoria of terror: the professor is going to give you low marks; you’ll go to the
headmaster’s office and you’ll probably get expelled; the boss is going to discipline you; the
employer will lower your salary; the police officer will send you to jail; dad will use his belt on

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you; and finally, by the authority and kind office of priests and ministers of the Church, devil
awaits you in hell.

Along those lines, we should also reflect on the mechanisms we and others intentionally use to
induce fear…only then we’ll be able to counter them. With this, we start to generate questions
about fear in every sphere of everyday life, including those we esteem the most: family, Church,
school, community, the school institution, the workspace, peer groups, the party, a social
sector, the country, international affairs, etc.

The use of questions is proof of the exercise of freedom. We already know that questions are
one of the best tools for knowledge and creativity; however, they are regarded as a threat to
any status quo by those who are bound to it on account of profit, ignorance or fear. How many
people wonder why teachers and professors never or almost never ask students to pose
questions in the renowned exams of our Latin American countries, from primary school to
master’s degree, limiting them only to answer the questions posed by others, by the ones who
hold -or believe to hold- the power at that time? Have we ever seriously wondered why we
keep silent and try to make ourselves invisible when a space for questions is formally “opened”
in a group activity?

It may help us to explore the phenomenon of the parents who silence their little children when
they incessantly ask why this, why that; or the theater group for children that gets annoyed if,
during the play, a little girl interrupts the actors and asks them in a loud voice Who told you
that wolves are evil?; or the reactions in certain South American media if someone has doubts,
saying But why are they establishing seven military bases in that country to counter drug traffic,
instead of establishing something similar in the highly-consuming country which incessantly
raises the offer by demanding the product? The tendency seems to be to react by silencing the
exercise of questioning, limiting the freedom to pose questions and question oneself, sacrificing
that being that shows to be free.

In asking to what end we exercise freedom, we touch the idea of Happiness. Complex?
Definitely. And complexity is not a dirty word. We can affirm that the exercise of freedom, at
least in many cases, is motivated by the pursuit of happiness. But, how far can it go? Most
surely many readers have already replied “up to where it doesn’t affect the freedom of others”.

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True, but difficult to manage. Then, another concept, taken from the East, comes to our aid: the
permanent pursuit of the “triple harmony”: harmony with others, harmony with nature, and
harmony with oneself. We then produce an image of the “exercise of freedom” -rather than
freedom; furthermore, its is the “exercise of responsible freedom”, a thing that we are just
learning because it hasn’t been a usual practice in our lives.

But that is not all: In all discussions a restless person always appears, arguing something like:
“but if someone feels happy being a slave, what should we respect, his/her happiness or his/her
freedom? “ So we added another element: the rights approach. We are saying that Human
Rights are unalienable and that means that nobody, not even the very individual, can alienate
them, pass them on, transfer them, sell them, exchange them. They are part of the human
essence. Rights encompass people’s life, freedom and safety. And now we have to consider the
rights of the very Pachamama, the Mother Earth, at the same level.

From that perspective, the exercise of freedom and the pursuit of happiness in all spheres of
life become the true driving force for change towards living well, an expression that is much
better by far than “development”, understood not only as having but, above all, as creating in
solidarity and, in the broader and deeper sense, a less discursive and more real “humanity”. In
short, it is about making “another possible world” real, understanding that the time is now and
especially that there are signs that we are making it real, in the several pursuits, with their
mistakes and all, that are evident in Latin America.

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Note:(Luis Felipe Ulloa is facilitator of reflective thinking and learning processes for several civil society and
community intermediary organizations; professor in two master’s degree courses in the School of Humanities,
UCA, Managua; By the time of FISC and CONFITEA IV he collaborated with another master’s degree in the
Universidad Rafael Landívar, Guatemala). luisfelipeulloa@gmail.com .

Icaeeducationdebate mailing list/ Icaeeducationdebate@listas.montevideo.net.uy /

http://listas.montevideo.net.uy/mailman/listinfo/icaeeducationdebate
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Fotos de: Luis Felipe Ulloa. México, Nicaragua, Honduras y Colombia