El cine de animación

Las películas son capaces de influir sobre nosotros y sobre nuestra percepción de la realidad,
poniendo en relación nuestros deseos y las aspiraciones sociales, conformando y creando cultura,
participando de la construcción de identidades, tanto individuales como colectivas.
La historieta también llamada “cómic”, tienen la capacidad de combinar elementos visuales,
gráficos y literarios, creando incluso un dinamismo y movimiento dentro de la imagen. Teniendo
una tipografía especifica según el mensaje que se quiera entregar y la forma en que se muestre;
por otra parte su estilo “fotográfico” también vendría a depender del mensaje que se este
entregando, teniendo el cómic un lenguaje tipográfico y fotográfico propio.
Los dibujos animados nacieron antes que el cine, y para que este pudiera hacerse realidad era
necesaria la invención del trucaje (llamado paso de manivela o imagen por imagen). Earl Hurd
revoluciono la técnica de los dibujos animados, al usar hojas transparentes de celuloide, dibujando
imágenes que permitían superponer a un fondo fijo las partes en movimiento. Más adelante los
hermanos Fleischer crearon el “rotoscopio”, aparato que permite calcar personajes animados sobre
personajes reales proyectados.
Hoy en día la tecnología ha marcado un antes y un después en este tipo de creaciones, ahora las
computadoras materializan los principios de la animación; a pesar de todo esto no se llega a creer
que ellas puedan simular completamente el estilo del animador gráfico.

Un cómic muy conocido en su época, Patorozú nos muestra como los personajes de animaciones
responden a algún estereotipo y como el tiempo y lugar influencian en su identidad y personalidad,
yendo el mismo evolucionando a través de los años y de los cambios históricos que se iban
produciendo.

Después se presenta a Mafalda, historieta de gran parecido a un mundo real, donde la política, la
historia, lo social, lo económico y lo cultural juegan un rol fundamental. De esta manera la pequeña
niña nos habla de temas y preocupaciones ya adultos, contextualizados en su propio tiempo y
espacio, creando un mundo tan ficticio como real.

En Japón, los mangas (cómic) y animes (animados), muestran aún un contexto social de su país
donde representan su renacimiento, luego de la Segunda Guerra Mundial, por lo tanto se hace ver
que según el lugar y momento donde hayan sido creadas estas obras, vendría a ser el primer
influyente para su historia.

Las narraciones, los relatos, historias contadas de la misma manera, en cómics y en películas,
contribuyen a crear y recrear la cultura en la que vivimos. A pesar de contarnos historias de ficción
dentro de ellas siempre existe algún personaje que represente modelos, formas de sentir, de
pensar y de hacer, que nos permitan hacer asociaciones con nuestra propia realidad.