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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

UNIDAD 13

Libre cambio y proteccionismo. La tesis librecambista. La tesis proteccionista.


Políticas comerciales. Intervenciones. Las relaciones económicas
internacionales de 1840 a 1945. La organización internacional a partir de
1945. El Fondo Monetario Internacional. El Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento (BIRF). El GATT. La Comunidad Europea.
Las etapas del desarrollo económico argentino. Situación actual.
Los movimientos económicos: concepto, clases, fases y causas.

LIBRE CAMBIO Y PROTECCIONISMO

El libre cambio y el proteccionismo expresan cada uno diferentes actitudes


esenciales: negarse o no al darle un sentido económico a las fronteras
políticas. La doctrina del libre cambio nace con los fisiócratas, se desarrolla
con los clásicos ingleses y es parte integrante del liberalismo del siglo XIX y
del neoliberalismo contemporáneo.
La doctrina proteccionista, que nace con los mercantilistas, encuentra sus
máximos defensores durante el siglo XIX. En nuestros días las doctrinas
sostenidas por los keynesianos se podrían denominar neo mercantilistas.

Definiciones
Antes de analizar el librecambio y el proteccionismo, vale recordar sus
definiciones:
Librecambio: Política económica que suprime las trabas al comercio
internacional.
Proteccionismo: Política económica que dificulta la entrada en un país de
productos extranjeros que hacen competencia con los nacionales. Doctrinas
que fundamentan la política proteccionista.

Tesis librecambista
Los seguidores de esta tesis formulan tres críticas esenciales a los
proteccionistas:
1. La protección no es ventajosa desde el punto de vista de la producción
nacional, ya que destruye el espíritu de competencia, desarrolla los
privilegios y esclerosa la economía.
2. La protección daña a los consumidores nacionales puesto que el producto
protegido puede experimentar subas en su precio, dentro de las fronteras
aduaneras, que deben ser soportados por los consumidores.
3. La protección es una amenaza para la paz mundial ya que, según los
librecambistas, la protección acentúa las rivalidades nacionales.

Los argumentos del librecambismo


Se deducen a partir de la crítica anterior:
1. El librecambio permite que las producciones se distribuyan según la ley
de los costos comparativos y, además, permite una especialización
nacional ventajosa para todos.
2. El librecambio facilita el progreso de la competencia y sostiene el espíritu
de innovación.
3. El librecambio permite un ensanchamiento del mercado, llevando consigo
el desarrollo de la producción en masa, disminución de los costos de
producción y la consecuente baja de precios, aspecto provechoso para los
consumidores.

Tesis proteccionista

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La tesis proteccionista se apoya sobre argumentos que ponen en el primer


plano de la discusión el punto de vista nacional y el punto de vista político.
Estos argumentos se pueden agrupar en dos: extraeconómico y económicos.
Argumentos extraeconómicos
• De seguridad nacional: son los que hacen resaltar los riesgos que la
especialización de una economía puede surgir en caso de guerra. Se
afirma que un país debe establecer y conservar en su territorio las
producciones que le aseguren la posibilidad de subsistir y salvar su
independencia en caso de conflagraciones, en especial las producciones
agrícolas básicas y las industrias necesarias para la defensa nacional.
• De defensa del nivel de vida: la protección debe asegurar un nivel de vida
progresivo y mantener los salarios elevados contra la competencia
comercial de los países cuyo nivel de vida es más bajo.
• Los argumentos de amparo a ciertas clases sociales o actividades:
motivados fundamentalmente por la defensa de los sectores más
desprotegidos de la sociedad.

Argumentos económicos
Son aquellos que justifican el proteccionismo por la maximización de la renta
nacional que produciría. Algunos de ellos se centran en el desarrollo
económico (argumentos a largo plazo) y otros en los desequilibrios
(argumentos a corto plazo).
• Argumentos a largo plazo: El más conocido de estos argumentos es
el de las industrias nacientes o protección educativa. La evolución de las
sociedades hace que éstas pasen por el estado salvaje, pastoril, agrícola,
agrícola-manufacturero y, por último, agrícola-manufacturero-comercial.
En este último estadio, la Nación es “compleja” y “normal”. La protección
puede facilitar el acceso a aquel último estadio, favoreciendo las industrias
nacionales, temporalmente (hasta que la industria no necesite tutor) y de
forma moderada (con impuestos de compensación).
Este tipo de argumentos plantean dos clases de dificultades: ¿qué
industrias deben ser protegidas? y ¿cuándo debe terminar la protección?
El otro argumento a largo plazo es el de la atracción del capital. No se
puede discutir que muchos países, al establecer derechos de aduana a los
productos terminados han impulsado a las empresas extranjeras a instalar
en ellos sucursales o filiales. Sin embargo, muchos especialistas opinan
que esta protección no debe ser general.
• Argumentos a corto plazo: El principal argumento es el
mejoramiento del nivel de empleo, tomando como base que el
proteccionismo aumentará el nivel de las exportaciones, disminuyendo
notablemente las importaciones. Esto es viable si el país tiene una
demanda extranjera rígida o una economía dominante.
El segundo argumento a corto plazo es que la protección mejora la relación
de intercambio, pues es el país extranjero el que paga los aranceles.
Finalmente se encuentra el argumento del recurso de protección en
situaciones excepcionales, considerándose como tales a aquellas en que
otros países toman las mismas medidas, bien sea un derecho anti dumping
o una crisis de la balanza de pagos.

Controversia
La controversia entre los partidarios de ambas tesis ha descuidado en
muchos casos que el libre cambio es un enfoque a largo plazo mientras que
el proteccionismo se produce normalmente bajo la presión de las
necesidades.

POLÍTICAS COMERCIALES

La intervención del Estado en los intercambios comerciales es antigua y su


práctica es corriente. En este contexto, la principal arma de intervención es

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el arancel, usado como instrumento eficaz para limitar la competencia


extranjera y orientar la actividad productiva del país. A partir de 1930
aparecen nuevas medidas de intervención referidas a los cambios
comerciales.

Intervención sobre las importaciones


Este tipo de intervención se manifiesta por el establecimiento de las
siguientes medidas:
Derechos de aduana: son impuestos aplicados sobre las mercaderías
cuando cruza la frontera, teniendo un fin protector o fiscal. El conjunto de los
derechos de aduana es el arancel de aduana. Este arancel se puede
establecer siguiendo el principio de autonomía de derecho o el principio de
convenio.
De acuerdo con el principio de autonomía de derecho el país establece y
modifica libremente el arancel. Es característico de los períodos
proteccionistas.
El arancel de convenio resulta de una negociación internacional y desemboca
en un tratado o acuerdo comercial entre dos o más países. Este arancel no
puede ser variado por una de las partes mientras rija el tratado o acuerdo.
Una característica general de estos tratados es que tienen casi siempre la
cláusula de “nación más favorecida” que prevé para los contratantes la
extensión de todas las ventajas que puedan ser concedidas a otros países.
Regímenes aduaneros: Corresponden a preocupaciones específicas,
pudiendo distinguirse cinco tipos fundamentales:
1. Régimen de derecho de tránsito: grava las mercaderías extranjeras que
atraviesan el país. Son débiles y tienen un fin fiscal.
2. Régimen de depósito: prevé que las mercancías extranjeras que entran al
país y son reexportadas. El depósito puede ser verdadero o ficticio.
3. Régimen de admisión temporal: suspende los derechos de aduana sobre
los productos extranjeros que son transformados por la industria nacional
y, posteriormente, reexportados en un período determinado.
4. Régimen de draw-back (“volver atrás”): similar al de admisión temporal,
pero se percibe el impuesto al ingreso reintegrándolo cuando se exporta.
5. Régimen de zonas francas o libres: son superficies que tienen extra
territorialidad aduanera, destinadas a favorecer el desarrollo de
actividades económicas, industriales y comerciales.
Las tasas para-aduaneras: Son gravámenes que se establecen en forma
paralela a los derechos de aduana en circunstancias excepcionales y se
puede reducir a tres categorías:
1. Impuestos de compensación fiscal, aquellos que gravan productos
similares a los importados.
2. Impuestos de represalia, aplicados a los productos que provienen de
países con actitudes discriminatorias.
3. Impuestos anti dumping que gravan los productos extranjeros
beneficiarios de una prima a la exportación o de una prima de cambio.

La intervención sobre las exportaciones


Una de las formas de manifestación son los derechos de aduana, que se
establecen excepcionalmente con un fin protector: impedir la salida de
materias primas para su utilización en las industrias nacionales o suministrar
al gobierno ingresos fiscales importantes de aquellos productos básicos que
son el núcleo de las exportaciones.
Otra manera de intervenir sobre las exportaciones, cuyo objetivo no es frenar
la exportación sino desarrollarla, es mediante técnicas conocidas con el
nombre de dumping, cuyo fin es permitir la venta al extranjero de productos
nacionales a un precio inferior al establecido en los países exportadores. Los
objetivos del dumping son:
1. Comerciales: conquista de mercados y eliminación de la competencia o
defensa de mercados amenazados.

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2. Monetarios: adquisición de divisas extranjeras.


3. Políticos: resulta del dominio económico de algún país importador.
Para terminar debe remarcarse los efectos negativos del dumping:
• El consumidor nacional soporta un precio más alto que el exportado y el
contribuyente debe financiar las primas a las exportaciones.
• Atenta contra la eficacia de la producción nacional, ya que le permite
escapar del influjo de la ley de costos, mal utilizando los recursos.
• Introduce en el comercio internacional el espíritu de competencia desleal
y provoca represalias.
Se comprende porque todos los acuerdos internacionales condenan la
práctica de esta técnica.

LA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA INTERNACIONAL

Las relaciones económicas internacionales de 1840 a 1945


Si bien la delimitación de un momento histórico es arbitraria, es entre 1840 a
1945 el período que comprende a rasgos la formación, el funcionamiento y la
desintegración de un sistema de intercambios internacionales en el que
Europa occidental y particularmente Gran Bretaña fue su centro.
Este período se puede dividir en dos fases:
1) De 1840 a 1930 en la que se forma la red mundial de intercambios y de
pagos. La depresión de 1929 y 1930 es su fin. Se caracterizó por el libre
cambio relativo comercial, multilateralismo de pagos, convertibilidad de
monedas y una red compleja de pagos mundiales.
a. Las relaciones comerciales no fueron de libre cambio absoluto,
puesto que existía un proteccionismo moderado, siendo el punto
culminante la Conferencia Económica Mundial de 1927 que
recomienda la reducción de las barreras aduaneras y la
consolidación de la cláusula de “nación más favorecida”.
b. Las relaciones monetarias y financieras se caracterizan por la
adopción del patrón oro por las grandes potencias del mundo, a
partir de la segunda mitad del siglo XIX, brevemente interrumpida
por la Primera Guerra en la que tuvieron que recurrir al papel
moneda de curso forzoso. Asimismo, en esa segunda mitad del siglo
XIX, se verificaron movimientos de grandes capitales de Europa
hacia los nuevos países de América, Asia y África.
c. Las redes de pagos internacionales. Hacia 1928 los intercambios
internacionales estaban equilibrados. En una hipotética división
geográfica del mundo en grupos se verificaba que cada uno de ellos
acusaba un excedente de exportaciones con cada grupo que lo
sigue y un excedente de importaciones con el que le antecede. Este
sistema se disgrega a partir de 1930.
2) De 1930 a 1945 la economía internacional se divide y se desintegra por
efectos de las políticas restrictivas y de la II Guerra Mundial.
a. Las relaciones comerciales se caracterizan por el apogeo del
proteccionismo, pudiendo hablarse de un nuevo mercantilismo, con
restricciones cuantitativas.
b. Las relaciones monetarias y financieras muestra que el patrón oro
es abandonado por todo el mundo y en el ámbito exclusivamente
financiero, las crisis monetarias favorecen los movimientos de
capitales especulativos y la Guerra produce la adopción de controles
de cambio en todo el mundo.
c. Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial se provoca un
desajuste completo del sistema de pagos internacionales. Del
mismo derivan dos efectos:
i. Los países europeos pasan a ser deudores estructurales
mientras que Estados Unidos pasa a ser acreedor universal.

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ii. El quiebre de las economías conduce a los países a un


considerable grado de autarquía (Política de un Estado que
intenta bastarse con sus propios recursos).

Sistema Monetario Internacional (SMI)


Sistema Monetario Internacional (SMI), expresión que designa el conjunto de
reglas elaboradas por los Estados para garantizar, con respecto a la moneda,
una estabilidad de los cambios; también se aplica al conjunto de instituciones
encargadas de controlar y organizar los cambios monetarios entre los
distintos países.
La exigencia de una colaboración internacional en materia monetaria deriva
de la propia naturaleza del comercio internacional, que constituye una
riqueza para las naciones, pero también una fuente potencial de
desequilibrios monetarios. En efecto, la mayoría de los países que comercian
con el extranjero registran tanto déficit como superávit comerciales que
provocan fluctuaciones de sus monedas en el mercado de cambios, es decir,
que el valor de una moneda expresado en otra moneda (el euro en dólares
estadounidenses, por ejemplo), puede verse modificado en función de los
resultados comerciales, pero también en función de fenómenos
especulativos. Los movimientos de los tipos de cambio no favorecen el
intercambio de bienes y servicios entre naciones, en tanto en cuanto las
empresas dependen de estos cambios y tienen que enfrentarse a riesgos que
pueden disuadirlas a la hora de comerciar. El aspecto negativo de la ausencia
de unas reglas que permitan organizar el comercio sobre una base estable de
tipos de cambios queda de manifiesto en periodos de enfrentamiento entre
naciones. En la década de 1930, los Estados europeos limitaron la
convertibilidad externa de su moneda, y se vieron inmersos en un proceso de
devaluación competitiva incesante, que consistía en reducir el valor de sus
monedas respectivas con el fin de favorecer las exportaciones, pero que se
anulaban unas a otras, produciendo así una contracción en los cambios
internacionales y una serie de medidas proteccionistas. Frente a este peligro,
y ante la necesidad de favorecer los cambios de bienes y servicios, los
países, para desarrollar el comercio internacional, trataron de elaborar un
sistema de pagos internacional que garantizara la seguridad de las
transacciones.
Objetivo del SMI: El objetivo de un sistema monetario internacional es el
de asegurar una cierta estabilidad en los tipos de cambio. Este último, por
tanto, no puede basarse en un sistema de cambios flotantes, según el cual,
el valor de la moneda lo determina sólo el juego de la oferta y la demanda en
el mercado de cambio. Por el contrario, un sistema de cambio fijo es aquel en
el que los bancos centrales tienen que mantener constantemente la paridad
de sus monedas respectivas, es decir, comprar o vender divisas para
sostener o modificar la cotización de su moneda, teniendo en cuenta
eventualmente los márgenes de fluctuación entre las monedas, decididos de
manera concertada. Así es que las autoridades monetarias dejan fluctuar las
divisas dentro de unos márgenes y no intervienen en el mercado de cambios
mientras dichas variaciones no superen los márgenes establecidos. En el
marco de un sistema monetario internacional, el sistema de cambio puede
ser, de este modo, relativamente flexible.
Para que haya un cambio fijo es necesario que exista un patrón de
referencia, una unidad de medida común entre las monedas cuya cotización
sea estable. Durante mucho tiempo el oro constituyó esa base de referencia,
ya que cada moneda se definía por su peso en este metal. En 1914, el dólar
era convertible en 0,053 onzas de oro, y la libra esterlina en 0,257. Esto
quería decir que el valor en oro de la libra era igual a 4,86 veces la del dólar,
ya que una libra valía 4,86 dólares. Sin embargo, una moneda también
puede servir de patrón de referencia (el dólar, por ejemplo), y a menudo
sucede que monedas artificiales sirven de unidad monetaria a nivel
internacional. Tal fue el caso del ECU (unidad de cuenta de la Unión Europea

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(UE) hasta la entrada en vigor del euro), y así ocurre con los derechos
especiales de giro (DEGs) utilizados por el Fondo Monetario Internacional
(FMI). Pero las monedas artificiales sólo aseguran parcialmente las funciones
de reserva y pago indispensables en las verdaderas monedas y, por lo tanto,
apenas se utilizan para financiar los déficit de balanza de pagos. La liquidez
de la que disponen los países miembros del Sistema Monetario Internacional
son el oro y las divisas que son aceptadas en todo el mundo; actualmente, el
dólar estadounidense, el yen japonés y el euro.
El régimen del patrón oro: El patrón oro es un sistema de cambio fijo en el
que cada moneda viene definida por su peso en oro y los tipos de cambio
vienen determinados por la relación de los valores en oro de cada una de las
monedas. Este sistema se elaboró a mediados del siglo XIX para facilitar los
intercambios entre los países industrializados de Europa y de Norteamérica.
Fue suprimido en 1914. El patrón oro garantizaba, en teoría, una estabilidad
de los tipos de cambio y un equilibrio automático de las balanzas de pagos,
gracias a la libre circulación de oro entre los países y la convertibilidad de las
monedas nacionales en oro. Los tipos de interés sólo fluctuaban en los
puntos de salida y entrada de oro, llamados puntos de oro. Si un país
importaba más bienes de los que había exportado, la demanda de divisas era
superior a la oferta, y una parte de los agentes que deseaban efectuar pagos
al exterior se encontraban con la imposibilidad de conseguir las divisas que
deseaban. Entonces lo que hacían era convertir su moneda nacional en oro, y
suministrar este último como pago por sus importaciones. De este modo, los
países deficitarios perdían oro, y los países con excedentes lo ganaban. Los
movimientos internacionales de metal provocaban una bajada de la oferta de
la moneda del país deficitario y un aumento de la de los países con
excedentes. Según la teoría cuantitativa de la moneda, las variaciones en la
oferta interior de la moneda provocan variaciones en los precios internos. Los
precios bajan en los países con déficit, y suben en los que tienen excedente.
Las exportaciones de los países deficitarios son más baratas que las de los
países con excedente.
Tras la Primera Guerra: Este sistema se vino abajo con la I Guerra
Mundial, cuando la excesiva fabricación de moneda y el consecuente
desarrollo de la inflación hicieron imposible la convertibilidad en oro, que se
suspendió en 1914. Durante la década de 1920 se estableció un nuevo
sistema monetario internacional estable a raíz de la Conferencia de Génova
(1922), por la cual se estableció que el oro dejaba de definirse como el
principal instrumento de reglamentación en las transacciones entre países, y
se sustituía por la libra esterlina y el dólar, convertibles en oro. No obstante,
desde los comienzos de la crisis económica, cuyo inicio vino marcado por el
crac de 1929, numerosos países abandonaron la convertibilidad en oro de su
moneda, precipitando así el final de la etapa del patrón oro.
El sistema de Bretton Woods: La Conferencia de Bretton Woods reunió en
1944 a los representantes de las 44 naciones que habían firmado la Carta de
la Organización de las Naciones Unidas. La Conferencia definió las reglas de
funcionamiento precisas para fijar las relaciones monetarias internacionales y
creó una institución específica, el Fondo Monetario Internacional (FMI),
encargada de vigilar esas reglas. El sistema resultante se basaba en un
patrón de cambio oro, a su vez basado en el dólar. Los cambios eran fijos, ya
que cada moneda tenía una igualdad oficial declarada en el FMI, definida con
respecto al oro o al dólar, que a su vez quedaba definido en relación al oro
(en 35 dólares la onza). Estados Unidos era el único país obligado a mantener
la convertibilidad de su moneda en oro (poseía entonces los dos tercios de
las reservas mundiales oficiales en oro), mientras que el resto de los países
tenía que fijar la paridad de su moneda con respecto al dólar. Las
modificaciones de la paridad sólo se podrían realizar si el FMI lo autorizaba,
aunque en la práctica esta medida afectaría exclusivamente a aquellos
países que no pudieran corregir sus déficit comerciales sino a través de la
devaluación. En caso de desequilibrio temporal, los países tenían la

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posibilidad de beneficiarse de créditos particulares, los DEGs, puestos a su


disposición por el FMI, el cual se reservaba el derecho a exigir al país que
solicitara una ayuda importante medidas de política económica interna
vinculantes.
La crisis del Sistema Monetario Internacional: El sistema de Bretton
Woods dejó de funcionar de manera satisfactoria a partir del momento en
que la confianza en el dólar, clave del sistema, cayó por completo. Por varias
razones (principalmente un alto nivel de inflación y un crecimiento del déficit
comercial americano derivado de las guerras de Corea y de Vietnam), se
desarrolló una gran especulación contra el dólar a partir de finales de la
década de 1960, lo que empujó a Estados Unidos a poner fin a la
convertibilidad en oro del dólar el 15 de agosto de 1971, e incluso a devaluar
su moneda (acuerdos de Washington de 1971). En 1973, los bancos centrales
europeos dejaron de apoyar el dólar y dejaron de evaluar sus monedas con
respecto al dólar. Esta crisis supuso el fin del sistema de cambio fijo basado
en el patrón dólar y la llegada de la fluctuación generalizada de monedas.
Los convenios de Jamaica, firmados en 1976, marcaron el abandono de los
cambios fijos en beneficio de los cambios fluctuantes, poniendo así fin al
sistema de Bretton Woods.
Desde 1976, los países son libres de adoptar el régimen de cambio que
quieran. Se puede hablar del patrón divisa. Una divisa puede servir de patrón
de cambio internacional sin tener que mantener su convertibilidad en oro. El
valor de una moneda se fija con respecto a otras, lo que se llama la ‘cesta de
divisas’. Estados Unidos, Japón, Canadá o Suiza decidieron dejar que sus
monedas fluctúen. Otros países prefirieron establecer un tipo de cambio para
su moneda tomando como referencia la divisa de algún país con el que
guardase relación comercial (por ejemplo el dólar, o el marco para los países
que comercian con Alemania). Otra modalidad es la de los Estados que se
acogieron a una unidad de cuenta (por ejemplo, el ECU, antigua unidad
monetaria europea para los países de la Comunidad Europea, dentro del
marco del Sistema Monetario Europeo) con el fin de sacar el mayor provecho
posible de los tipos de cambio estables, pero flexibles. Para combatir los
posibles desórdenes del mercado de cambios, muy ligados a los
desequilibrios de Estados Unidos, los grandes países industrializados
buscaron, en la década de 1980, una cooperación para favorecer una
intervención acordada de los bancos centrales sobre el mercado de cambios:
los acuerdos del Plazza (septiembre de 1985) y los del Louvre (febrero de
1987) permitieron bajar, y luego estabilizar, el dólar (tendente a grandes
fluctuaciones en ese periodo). La irrupción en 1999 del euro como moneda
de la UE conllevó un nuevo cambio del SMI, por cuanto supuso la fusión de
monedas tradicionalmente empleadas en el cambio internacional (el marco,
el franco, etc.). Esta modificación cristalizó tras la culminación, el 1 de marzo
de 2002, de su fase transitoria.

El Fondo Monetario Internacional (FMI)


Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo financiero autónomo,
independiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pero que en
sus relaciones con ésta tiene la designación de "agencia especializada". Su
creación surgió, junto con la del Banco Internacional para la Reconstrucción y
el Desarrollo (BIRD), después de la celebración de la Conferencia de Bretton
Woods (New Hampshire, Estados Unidos) celebrada en 1944.
Fundación y objetivo: El FMI fue fundado en 1946. Tiene como objetivo
promocionar la cooperación monetaria internacional y facilitar el crecimiento
equilibrado del comercio mundial mediante la creación de un sistema de
pagos multilaterales para las transacciones corrientes y la eliminación de las
restricciones al comercio internacional. El FMI es un foro permanente de
reflexión sobre los aspectos relativos a los pagos internacionales; sus
miembros tienen que someterse a una disciplina de tipos de cambio y evitar
las prácticas restrictivas del comercio. También asesora sobre la política

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económica que ha de seguirse, promueve la coordinación de la política


internacional y asesora a los bancos centrales y a los gobiernos sobre
contabilidad, impuestos y otros aspectos financieros. Cualquier país puede
pertenecer al FMI, que en la actualidad está integrado por 183 estados
miembros.
Actividades principales: Los miembros se comprometen a informar al FMI
sobre sus políticas económicas y financieras que afecten al tipo de cambio de
su unidad monetaria nacional para que el resto de los miembros puedan
tomar las decisiones oportunas. Cada socio tiene asignada una cuota de
derechos especiales de giro (DEGs), la unidad de cuenta del Fondo desde
1969; su valor depende del promedio ponderado del valor de cinco monedas
(en marzo de 2002 un DEG equivalía a 1,26 dólares estadounidenses y a 1,43
euros). Este sistema sustituye al anterior que obligaba a los países a
depositar el 75% de su cuota en moneda nacional y el 25% restante en oro.
Las cuotas totales a finales de 2001 suponían 212.400 millones de DEGs. La
cuota de cada miembro corresponde a su posición relativa en la economía
mundial. La principal economía, la de Estados Unidos, tiene la mayor cuota,
en torno a 37.000 millones de DEGs; la más pequeña asciende a unos 2
millones de DEGs. La cantidad de la cuota establece el poder de voto de cada
miembro en las reuniones del FMI, cuántas divisas pueden obtener del Fondo
y cuántos DEGs recibirá. Así, la Unión Europea posee el 25 por ciento de los
votos y Estados Unidos en torno al 18 por ciento.
Los miembros con desequilibrios transitorios en su balanza de pagos pueden
acudir al Fondo para obtener divisas de su reserva, creada con las
aportaciones —en función de la cuota— de todos los miembros. El FMI
también puede pedir dinero prestado de otras instituciones oficiales; con el
Acuerdo General de Préstamos de 1962 se autorizó al Fondo a acudir a la
financiación del denominado Club de París que concedió un crédito de hasta
6.500 millones de dólares (más tarde se aumentó el crédito a 17.000
millones). Todo país miembro del FMI puede acudir a esta financiación con un
límite temporal (cinco años) para resolver sus desequilibrios; después debe
devolver las divisas al FMI. El prestatario paga un tipo de interés reducido
para utilizar los fondos de la institución; el país prestamista recibe la mayor
parte de estos intereses, el resto lo recibe el FMI para sufragar sus gastos
corrientes. El FMI no es un banco, sino que vende los DEGs de un país a
cambio de divisas.
EL FMI también ayuda a los países a fomentar su desarrollo económico, por
ejemplo, a los estados que integraron el Pacto de Varsovia (disuelto en 1991)
para reformar sus economías y convertirlas en economías de mercado. Para
ello, en 1993 se creó una partida especial transitoria que ayuda a estos
países a equilibrar sus balanzas de pago y a mitigar los efectos del abandono
del sistema de control de precios. Los instrumentos de ajuste estructural del
FMI permiten a los países menos desarrollados emprender reformas
económicas: a finales de marzo de 1994 se habían concedido 4.300 millones
de DEGs a 44 países. Estos préstamos del FMI suelen incluir cláusulas
relativas a la política económica nacional del país receptor de la ayuda, que
han generado tensiones entre el FMI y los países más endeudados.
Historia: Tras su creación en 1946, el FMI hizo una importante reforma en
1962, cuando se firmó el Acuerdo General de Préstamos. Al principio, el
Fondo pretendía limitar las fluctuaciones de los tipos de cambio de las
monedas de los países miembros a un 1% por encima o por debajo de un
valor central establecido respecto al dólar estadounidense que a su vez tenía
un valor fijo respecto al patrón oro; el 25% de las aportaciones de los
miembros debía hacerse también en oro. La primera reforma permitió la
creación del Acuerdo General de Préstamos, firmado en 1962 al hacerse
evidente que había que aumentar los recursos del Fondo. En 1967, la reunión
del FMI en Río de Janeiro creó los derechos especiales de giro como unidad
de cuenta internacional.

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En 1971 el sistema de cambios del FMI se reformó, devaluando el dólar en un


10% y ampliando al 2,25% el margen de variación de los tipos de cambio. El
fuerte aumento de los precios del petróleo en 1973 influyó de forma negativa
sobre la balanza de pagos de los países miembros y rompió el sistema de
tipos de cambio fijos creado en Bretton Woods. La modificación de los
estatutos en 1976 terminó con el papel del oro como eje del sistema de
cambios del FMI, forzando al abandono del patrón oro que ya en 1978 había
sido sustituido por el dólar estadounidense.
A partir de 1982, el FMI dedicó la mayor parte de sus recursos a resolver la
crisis de la deuda externa generada por el excesivo endeudamiento de los
países menos industrializados. Ayudó a los endeudados a diseñar programas
de ajuste estructural, respaldando esta ayuda con nueva financiación. Al
mismo tiempo, animó a los bancos comerciales a incrementar sus líneas de
crédito. A medida que se hacía patente que los problemas de los países
miembros se debían a desajustes estructurales, el FMI creó nuevos
instrumentos financieros y utilizó fondos provenientes de los países en mejor
situación para facilitar liquidez a largo plazo a los que estuvieran dispuestos
a reformar sus economías.
El FMI tiene nuevas competencias desde finales de la década de 1980,
debido al colapso del comunismo en Europa y a la demanda de los países ex-
comunistas para convertir sus economías en economías capitalistas. Para
poder ayudar a estos países se crearon nuevos fondos para reformar las
economías planificadas de los países de Europa central y oriental.
El FMI ha perdido en gran medida su estructura y sus objetivos iniciales; los
tipos de cambio se determinan ahora en función de las fuerzas del mercado.
Las recientes crisis financieras han dejado patente que los fondos del FMI no
son suficientes para controlar los flujos de capitales privados de la economía
mundial. Incluso su reciente actuación durante la crisis asiática de 1997
generó muchas críticas. No obstante, sigue teniendo un papel importante
para el desarrollo económico de los países menos desarrollados al facilitar la
transición hacia una economía mundial integrada.
Organización: La Junta de Gobernadores, compuesta por las autoridades
monetarias de cada uno de los países miembros, es el órgano rector del FMI.
Las operaciones diarias son gestionadas por la Junta Ejecutiva, que es
presidida por el director general. Los últimos directores generales del FMI
han sido Michel Camdessus (elegido en 1987, y reelegido en 1992 y 1997) y
Horst Köhler (que le sucedió en 2000). La sede del FMI radica en la ciudad
estadounidense de Washington.

Banco Mundial
El Banco Mundial es organismo económico internacional fundado junto con el
Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la Conferencia de Bretton Woods en
1944, con la función de conceder créditos a escala mundial, pero muy
especialmente a los estados en vías de desarrollo.
En la actualidad el Banco Mundial está integrado por varias instituciones: el
Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD), la
Asociación Internacional para el Desarrollo (AID), la Corporación Financiera
Internacional (CFI) y la Agencia Multilateral de Garantías de Inversiones
(AMGI). Por extensión, y debido a ser el principal organismo de este grupo de
organizaciones, generalmente se habla del Banco Mundial para referir al
BIRD.

Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)


Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD), también
conocido como Banco Internacional para la Reconstrucción y el Fomento
(BIRF), agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) creada en 1946 como consecuencia de los acuerdos logrados durante
la Conferencia de Bretton Woods (1944), en la cual se fundó también el

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

Fondo Monetario Internacional (FMI). El BIRD forma parte, junto a otras


instituciones, del Banco Mundial.
Los principales objetivos del Banco, tal y como establecen sus estatutos,
consisten en “ayudar a la reconstrucción y el desarrollo de los países
miembros facilitando la inversión de capital productivo y promoviendo la
inversión extranjera privada, proporcionando avales o ayudas para financiar
los préstamos y complementar la inversión privada mediante financiación,
con su propio capital, de proyectos productivos”.
El BIRD sólo concede préstamos a los países miembros para financiar
proyectos concretos. Para que un país obtenga un crédito, los asesores y
expertos del Banco analizan su economía para asegurar que cumple las
condiciones impuestas por la entidad. Estas condiciones pretenden
garantizar que los préstamos se utilizarán de modo productivo y que podrán
ser devueltos. El Banco exige que el prestatario no pueda conseguir la
financiación que necesita de ninguna otra institución y que el proyecto sea
técnica y económicamente viable. Para asegurar la devolución, los gobiernos
tienen que garantizar dentro de sus territorios los créditos privados. Una vez
concedido el préstamo, el Banco exige unos informes periódicos, realizados
tanto por el país prestatario como por los propios observadores de la entidad,
sobre la utilización de los fondos y los adelantos del proyecto.
Al principio, los préstamos concedidos por el BIRD estaban destinados a
reconstruir las industrias de los países europeos devastadas durante la II
Guerra Mundial. Sin embargo, a partir de finales de la década de 1960 la
mayoría de los créditos se concedieron a países en vías de desarrollo de
África, Asia y Latinoamérica. El Banco favorece los proyectos que benefician
a los más pobres; ayuda a los países menos desarrollados a aumentar su
productividad y a crear infraestructuras para facilitar el acceso al agua
corriente, para construir vertederos, instituciones de salud, planificación
familiar, nutrición, educación y vivienda. Se pretende fomentar el acceso de
los más pobres a la actividad económica concediendo préstamos para
promover la agricultura y el desarrollo rural, las pequeñas empresas y el
crecimiento urbano. El BIRD también presta asistencia a proyectos
energéticos y de conservación medioambiental.
Fuentes de Recursos: La principal fuente de ingresos del Banco proviene
de la venta de sus acciones o participaciones del capital. Cada país miembro
debe comprar una cantidad mínima de acciones que depende de su peso
relativo en la economía mundial. Los fondos suscritos no se depositan en su
totalidad en el Banco; sólo el 8,5% del capital suscrito debe depositarse. El
resto se depositará a petición del Banco cuando necesite liquidez, pero nunca
se ha llegado a producir este caso. El BIRD se financia emitiendo bonos y
otros títulos valores en los mercados de capitales internacionales, cobrando
los préstamos concedidos y con los beneficios que obtiene de otras
operaciones. Desde 1947 el Banco tiene beneficios.
Todos los poderes del BIRD se concentran en la Junta de Gobernadores,
compuesta por un representante de cada país miembro. La Junta se reúne al
menos una vez al año. Los gobernadores delegan gran parte de sus
competencias a una junta ejecutiva de 21 directores que se reúnen de forma
periódica en la sede del Banco en la ciudad de Washington. De éstos, cinco
son nombrados por los cinco países con más acciones. Los 16 restantes son
elegidos por los gobernadores de los demás países por un periodo de dos
años. Los directores ejecutivos dependen del presidente del Banco al que
eligen por un mandato de cinco años y no puede ser ni un gobernador ni un
director ejecutivo.
Organismos Asociados: Del BIRD dependen la Corporación Financiera
Internacional (CFI), creada en 1956, y la Asociación Internacional de Fomento
(AIF), creada en 1960. Para pertenecer a alguno de estos dos organismos es
indispensable ser miembro del Banco. Las tres instituciones tienen el mismo
presidente y las mismas juntas de gobernadores y de directores ejecutivos.

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

La AIF es la institución encargada de canalizar los préstamos que concede el


Banco, otorgando financiación para proyectos de desarrollo a los países que
no pueden pagar los tipos de interés de mercado. Los créditos blandos que
concede la AIF tienen un plazo de amortización mayor que los del BIRD y no
devengan intereses, excepto una cuota anual del 0,75%. La financiación de
la AIF proviene de las suscripciones que realizan los países más prósperos y
de las propias transferencias del Banco.
Las tres instituciones son, en lo jurídico y en el plano financiero,
independientes, pero el BIRD y la AIF comparten el mismo personal laboral.
La CFI tiene personal propio, pero utiliza los servicios administrativos y de
asesoría del Banco. Para formar parte de estas tres instituciones es
indispensable pertenecer al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Balance: El BIRD ha sido muy criticado durante los últimos años por sus
escasos resultados para fomentar el desarrollo económico, sobre todo en lo
que concierne a los aspectos sociales y medioambientales negativos de los
programas realizados en los países del Tercer Mundo. El propio Banco ha
reconocido sus errores. Sin embargo, se puede alegar en su defensa que
tiene menos culpa que los gobiernos corruptos o incompetentes que
presentan los programas de desarrollo necesitados de financiación. En
cualquier caso, el papel del Banco como promotor del desarrollo se ha visto
reducido con la entrada de grandes flujos de capital privado para financiar
inversiones rentables en los países menos desarrollados. No obstante, ciertas
actividades, como la salud, la educación y otras áreas no rentables para el
sector privado, siguen necesitando el apoyo financiero de una institución
como el BIRD.

El Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT)


Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (en inglés, General Agreement
on Tarifs and Trade, GATT), tratado firmado en la Conferencia Arancelaria de
Ginebra en 1947 por los representantes de 23 países no comunistas. El
principal logro de este acuerdo fue la creación de un foro internacional
dedicado al aumento del comercio multilateral y a la resolución de los
conflictos comerciales internacionales. Este acuerdo sustituyó a una
propuesta de creación de una Organización Internacional de Comercio de las
Naciones Unidas que no se constituyó debido a las tensiones generadas por
la Guerra fría. El GATT entró en vigor en enero de 1948, y se fueron
adhiriendo paulatinamente más países. En 1988, 96 países, que acaparaban
la mayor parte del comercio internacional, pertenecían al GATT, mientras que
otros tenían acuerdos particulares incluyendo adhesiones de facto al tratado.
Los miembros del GATT han llevado a cabo, desde 1947, ocho conferencias
arancelarias, denominadas ‘rondas’. La séptima ronda, conocida como Ronda
Tokyo, finalizó en 1979. La octava conferencia arancelaria, denominada
Ronda Uruguay, se inició el 15 de septiembre de 1986 y se clausuró el 15 de
diciembre de 1993, con un acuerdo que incluía la sustitución del GATT por la
Organización Mundial del Comercio (OMC) a partir del 1 de enero de 1995.
Políticas comerciales: Los miembros del GATT estudiaron y propusieron
medidas que minimizaran las barreras comerciales, tanto las nuevas como
las ya existentes, incluyendo la reducción de los aranceles a la importación,
así como los contingentes de importación, aboliendo los acuerdos
comerciales preferentes entre los países miembros. Las concesiones
arancelarias se negociaban bajo el principio de reciprocidad. Una concesión
arancelaria respecto a un determinado producto se aplicaba a todas las
partes contratantes, aunque se podía pedir una cláusula de salvaguarda para
retirar una concesión inicial en caso de que la reducción arancelaria
provocara graves problemas a la industria nacional. Una de las
características fundamentales del GATT es el principio de no discriminación
comercial entre los países miembros. Todos los países adheridos al GATT
acordaron una política de nación más favorecida entre todos los miembros.
Las naciones integrantes acordaron tratar a todos los demás miembros de la

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

misma manera. Todos los aranceles, reducidos o no, se incluían en esta


política. Los miembros del GATT persiguen, en teoría, la abolición de todas
las barreras proteccionistas no arancelarias. El primer intento de supresión
de estas barreras se llevó a cabo durante las conversaciones de la Ronda
Kennedy (1964-1967). Durante las rondas Tokyo y Uruguay se volvió a
insistir en la necesidad de reducir estas barreras.
Reformas del GATT: Las primeras reformas importantes del Tratado se
ratificaron en 1955. Los países miembros acordaron tomar medidas más
severas respecto a los subsidios a la exportación y a la limitación de las
importaciones. Durante la década de 1960, el GATT fue reformado de nuevo
con el fin de reflejar el creciente interés que los países desarrollados tenían
en lo que respecta a los problemas comerciales de los países menos
desarrollados. Gracias a estas reformas, los países más desarrollados no
estaban obligados por el principio de reciprocidad a corresponder a las
concesiones arancelarias hechas por otros miembros. En la Ronda Uruguay
se realizó la reforma más importante: la sustitución del GATT por la OMC.
El GATT y la OMC: Aunque se creó para reemplazar al GATT, la OMC
incorpora todas las medidas del tratado original y las posteriores reformas,
revisadas y mejoradas, denominándose GATT 1994. La OMC amplía el
mandato del GATT a nuevas áreas, como el comercio de servicios y de la
propiedad intelectual, y proporciona un marco legal a nivel internacional para
reforzar las medidas del GATT. Puesto que la OMC desarrolla el Acta Final de
la Ronda Uruguay, está, de hecho, perpetuando la organización y decisiones
del GATT bajo una nueva estructura reforzada. De hecho, el GATT en sí no
era más que un tratado provisional administrado por una secretaría
improvisada, pero ha sido transformado de manera efectiva en una
organización internacional con plenos poderes.

LA UNIÓN EUROPEA

Unión Europea (UE), organización supranacional del ámbito europeo


dedicada a incrementar la integración económica y política y a reforzar la
cooperación entre sus estados miembros. La Unión Europea nació el 1 de
noviembre de 1993, fecha en que entró en vigor el Tratado de la Unión
Europea o Tratado de Maastricht, ratificado un mes antes por los doce
miembros de la Comunidad Europea (CE): Bélgica, Dinamarca, Francia,
Alemania, Reino Unido, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos,
Portugal y España. Con la entrada en vigor del Tratado, los países de la CE se
convirtieron en miembros de la UE, y la CE se convirtió en la UE, que en 1995
se vio ampliada con el ingreso en su seno de Austria, Finlandia y Suecia.
Con el Tratado de la Unión Europea, se otorgó la ciudadanía europea a los
ciudadanos de cada Estado miembro. Se intensificaron los acuerdos
aduaneros y sobre inmigración con el fin de permitir a los ciudadanos
europeos una mayor libertad para vivir, trabajar o estudiar en cualquiera de
los estados miembros, y se relajaron los controles fronterizos. Se fijó como
meta conseguir una moneda única europea para 1999.
Antecedentes: La CE, precursora de la UE, surgió de lo que en principio
eran tres organizaciones independientes: la Comunidad Europea del Carbón y
del Acero (CECA), creada en 1951, la Comunidad Económica Europea (CEE,
también denominada a menudo Mercado Común) y la Comunidad Europea de
la Energía Atómica (o Euratom), ambas fundadas en 1957. Los organismos
ejecutivos de las tres instituciones se fusionaron en 1967, dando vida a la CE,
cuya sede se estableció en Bruselas (Bélgica).

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

Organigrama de la Unión Europea: Esta ilustración reseña los principales


órganos institucionales de la Unión Europea y señala las relaciones
existentes entre ellos.

Toma de decisiones en la UE: La toma de decisiones en la UE se divide


entre las instituciones europeas supranacionales y los gobiernos de los
estados miembros. Los tres principales órganos de la UE son la Comisión
Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros (compuesto este
último por ministros de cada uno de los gobiernos de los estados miembros).
El Tribunal Europeo de Justicia actúa como árbitro final en asuntos legales o
disputas entre instituciones de la UE, o entre éstas y los estados miembros.
Comisión Europea: La Comisión Europea es el brazo ejecutivo de la UE.
Elabora normas y las presenta al Consejo de Ministros. La Comisión Europea
también representa a la UE en las relaciones económicas con otros países u
organizaciones internacionales. La función administrativa de la Comisión
afecta a los fondos y programas de la UE y al reparto de ayudas a otros
países.
Consejo de Ministros: Principal cuerpo legislativo de la UE, está formado
por los ministros de los gobiernos de los estados miembros y auxiliado por el
Comité de Representantes Permanentes (o embajadores) de cada Estado
miembro.
Consejo Europeo: El país que asume la presidencia del Consejo de Ministros
convoca reuniones de los jefes de Estado o de gobierno de los países
miembros, por lo menos, una vez cada seis meses. Esta cumbre recibe el
nombre de Consejo Europeo. Tales reuniones tienen un carácter regular
desde 1975. El Consejo Europeo se convirtió en parte oficial de la estructura
de la CE en 1987.
Parlamento Europeo: El Parlamento Europeo es el único órgano de la UE
cuyos miembros son elegidos directamente por los ciudadanos de los estados
miembros. En un principio sólo órgano consultivo, sus competencias
aumentaron tras la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea. Se
reúne en Estrasburgo (Francia), aunque la mayor parte del trabajo de sus
comisiones se realiza en Bruselas (Bélgica) y su Secretaría está ubicada en
Luxemburgo. Sus actuales 626 escaños se asignan en función de la población
de cada Estado miembro. En 1994 Alemania tuvo la mayor representación,
con 99 escaños.
Los distintos comités del Parlamento Europeo revisan la legislación propuesta
por la Comisión Europea. Estos comités proponen enmiendas a las leyes
antes de presentarlas al Consejo de Ministros. El Parlamento puede vetar una
propuesta después de haber llegado al Consejo de Ministros si está en

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

desacuerdo con la posición de éste. También interviene en la preparación del


presupuesto de la UE y puede rechazarlo si no se llega a un acuerdo dentro
del Consejo.
Comités: Una vez que el Tratado de la Unión Europea incrementó el poder
político del Consejo Europeo, otros órganos asumieron un papel consultivo
similar al que antes tuvo el Parlamento. El Comité Económico y Social es uno
de ellos. Sus miembros son nombrados cada cuatro años por el Consejo de
Ministros para representar a empresarios, trabajadores y otros grupos de
interés. El Comité tiene estrictamente una función asesora, pero el Consejo
de Ministros y la Comisión Europea están obligados a consultarlo en muchas
decisiones legislativas. Otro grupo importante es el Comité de las Regiones,
creado por el Tratado de la Unión Europea para acercar la UE a los
ciudadanos y permitir que se expresen las autoridades regionales y locales.
Carece de poder legislativo pero tiene que ser consultado sobre temas
relacionados con cuestiones económicas y sociales.
Tribunal Europeo de Justicia: El árbitro final de todas las materias legales
de la UE es el Tribunal Europeo de Justicia. Los jueces que lo integran, al
menos uno por cada Estado miembro, son elegidos para un periodo de seis
años. El Tribunal media en las disputas entre los gobiernos de los estados
miembros y las instituciones europeas, y entre las instituciones europeas
entre sí, así como en las apelaciones contra fallos y decisiones de la UE. Los
tribunales de los estados miembros remiten a menudo al Tribunal Europeo de
Justicia casos relativos a puntos poco claros de la legislación de la UE. El
Tribunal emite fallos de cumplimiento obligatorio que ayudan a los tribunales
nacionales a la hora de dictar sentencia. Los fallos del Tribunal Europeo de
Justicia sientan precedentes legales y se convierten en parte de la
jurisprudencia de cada Estado miembro.
La toma de decisiones en la UE se divide entre las instituciones europeas
supranacionales y los gobiernos de los estados miembros. Los tres
principales órganos de la UE son la Comisión Europea, el Parlamento Europeo
y el Consejo de Ministros (compuesto este último por ministros de cada uno
de los gobiernos de los estados miembros). El Tribunal Europeo de Justicia
actúa como árbitro final en asuntos legales o disputas entre instituciones de
la UE, o entre éstas y los estados miembros.

HISTORIA: La II Guerra Mundial (1939-1945) devastó la economía del


continente. Algunos europeos esperaban que la reconstrucción de Europa
Occidental llevaría a un acuerdo para crear un Estado europeo unificado.
Pero la idea de una Europa unida se quebró con el comienzo de la Guerra fría
y la desconfianza que todavía inspiraba Alemania Occidental. Dos franceses,
el político y financiero Jean Monnet y el ministro de Asuntos Exteriores Robert
Schuman, creían que Francia y Alemania podrían superar su secular
antagonismo si existían incentivos económicos que estimularan la
cooperación. En mayo de 1950, Schuman propuso la creación de una
autoridad común para regular la industria del carbón y del acero en Alemania
Occidental y Francia; la oferta se extendía también a otros países de Europa
Occidental. La idea fue bien recibida por el gobierno de Alemania Occidental
y por los de Bélgica, Italia, Luxemburgo y Países Bajos. Junto con Francia,
estos cinco países firmaron el 18 de abril de 1951 el Tratado de París
(efectivo desde el 10 de agosto de 1952), por el que se creaba la Comunidad
Europea del Carbón y del Acero (CECA). El gobierno británico rechazó el
carácter supranacional de la CECA y optó por no unirse a dicha organización.
Firma del Tratado de Roma El 25 de marzo de 1957 se creaba por medio de
la firma del llamado Tratado de Roma la Comunidad Económica Europea
(CEE), también conocida como Mercado Común, que entraría en vigor el 1 de
enero de 1958. En esta fotografía, que recoge uno de los momentos de la
reunión, aparecen, de izquierda a derecha, los delegados de Bélgica, Paul
Henri Spaak y J. Ch. Snoy; los franceses, C. Pineau y M. Faure; los
representantes alemanes, Konrad Adenauer y Walter Hallstein; los italianos,

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Antonio Segni y C. Martino; los delegados de Luxemburgo, J. Bech y L.


Schaus; así como, finalmente, J. Luns y J. Linthorst Homan, representantes de
los Países Bajos.AFP
En junio de 1955, en Messina (Sicilia, Italia), los ministros de Asuntos
Exteriores de los seis estados que conformaban la CECA decidieron estudiar
las posibilidades para lograr una mayor integración económica. Este nuevo
esfuerzo desembocó en la firma del Tratado de Roma (25 de marzo de 1957),
por el que se creaban la Comunidad Económica Europea (CEE) y la
Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom). Esta última resultó
tener poca importancia ya que cada gobierno nacional mantuvo el control
sobre su programa de energía nuclear.
Comunidad Económica Europea: En términos económicos, el Tratado de
la CEE estableció un plazo de doce años para la eliminación de las barreras
comerciales entre sus miembros, la implantación de un arancel común para
las importaciones del resto del mundo y la creación de una política agrícola
conjunta. Políticamente, el Tratado otorgó a los gobiernos nacionales un
papel mayor que el del Tratado de la CECA, aunque también determinó que
la CEE fuera más supranacional conforme progresaba la integración
económica.
Como respuesta a la CEE, el Reino Unido y otros seis países no comunitarios
formaron la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) en 1960. Sólo un
año después, tras el evidente éxito económico de la CEE, el Reino Unido
inició negociaciones para su ingreso. Pero, en enero de 1963, el presidente
francés Charles de Gaulle vetó la candidatura británica, especialmente por
sus estrechos lazos con Estados Unidos. De Gaulle volvió a vetar la entrada
británica en 1967.
Creación de la CE: Las metas económicas básicas del Tratado de la CEE se
fueron cumpliendo gradualmente y las tres comunidades (CEE, CECA y
Euratom) fusionaron sus respectivos ejecutivos en julio de 1967. Este hecho
supuso el nacimiento de la Comunidad Europea (CE). Sin embargo, no se hizo
ningún progreso sobre ampliación o cualquier otra propuesta hasta que De
Gaulle hubo dimitido como presidente de Francia en mayo de 1969. El
siguiente presidente francés, Georges Pompidou estaba más abierto a
nuevas iniciativas en el seno de la CE. En diciembre de 1969 y a su
propuesta, se celebró una reunión de los líderes de los estados miembros en
La Haya (Países Bajos). Esta cumbre preparó el terreno para la creación de
una forma de financiación permanente de la CE, el desarrollo de un marco de
cooperación en política exterior y la apertura de negociaciones para el
ingreso de Reino Unido, Irlanda, Dinamarca y Noruega.
Ampliación de la CE: En enero de 1972, casi después de dos años de
negociaciones, se firmaron los tratados para la adhesión de los cuatro países
aspirantes el 1 de enero 1973. Reino Unido, Irlanda y Dinamarca se
adhirieron como estaba previsto; sin embargo, en un referéndum los
noruegos votaron en contra de su ingreso.
En el Reino Unido continuó la oposición a la pertenencia a la CE. Después de
que el Partido Laborista volviera a ocupar el poder en 1974, llevó a cabo su
promesa electoral de renegociar las condiciones de la pertenencia británica
(especialmente las financieras); la renegociación acabó en cambios
marginales, pero creó un periodo de incertidumbre en el interior de la CE. Un
gobierno laborista dividido confirmó la pertenencia a la CE y convocó un
referéndum nacional sobre el tema en junio de 1975. A pesar de la fuerte
oposición de algunos grupos, el pueblo británico votó a favor de la
permanencia.
En 1979 y 1980, el gobierno británico, que afirmaba que el valor de su
contribución superaba con mucho el valor de los beneficios recibidos, intentó
una vez más cambiar los términos de su pertenencia. El conflicto se resolvió
en la primavera de 1980, cuando varios países miembros aceptaron pagar
una mayor contribución a los costes de la CE. En 1984 se acordó que el Reino

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

Unido recibiría una disminución parcial de su contribución anual neta a la CE,


comenzando con una rebaja de 800 millones de dólares para ese año.
Grecia ingresó en la CE en 1981 y, tras ocho años de negociaciones, en 1986
se adhirieron España y Portugal. Otros acontecimientos importantes en las
décadas de 1970 y 1980 fueron la ampliación de la ayuda de la CE a países
menos desarrollados (especialmente a antiguas colonias de los países
miembros); la institución del Sistema Monetario Europeo (SME) para dar una
cierta estabilidad a las relaciones entre las monedas de los estados
miembros, y los avances en la eliminación de las barreras comerciales
interiores con la finalidad de establecer un mercado único.
Sistema Monetario Europeo: El 13 de marzo de 1979 entró en vigor el
Sistema Monetario Europeo (SME), lo que suponía el primer paso para la
consecución de una unión económica y monetaria. Sus orígenes se
remontaban al denominado Plan Werner (formulado en 1970 por el entonces
primer ministro luxemburgués, Pierre Werner), que pretendió alcanzar la
total unión monetaria en 1980, previsiones demasiado optimistas, en tanto
que las monedas de los estados miembros fluctuaron y la devaluación de
algunas de ellas limitó el crecimiento económico y favoreció el aumento de la
inflación. El SME pretendía estabilizar los tipos de cambio y frenar la
inflación, al limitar el margen de fluctuación de cada moneda miembro en
una pequeña desviación desde un tipo de cambio central. Se introdujo una
unidad de cuenta europea común (el ECU) mediante la cual se podía
establecer el tipo de cambio central. El ECU afectaría a todas las monedas de
la CE con un peso acorde con la importancia económica de cada país.
Cuando una moneda alcanzaba el límite del margen de fluctuación, situado
en un 2,25%, los bancos emisores de los respectivos países debían intervenir
vendiendo la moneda más fuerte y comprando la más débil. El SME también
exigía a los gobiernos que adoptasen políticas económicas apropiadas para
prevenir la continua desviación del tipo de cambio central. El SME ayudó a
mantener tasas de inflación más bajas en la CE y aligeró el impacto
económico de las fluctuaciones monetarias durante la década de 1980.
Mercado Único Europeo: Jacques Delors Después de una notable carrera
en el gobierno francés, Jacques Delors fue nombrado presidente de la
Comisión Europea en 1985, cargo que desempeñó hasta 1994. Fue el
inspirador del Acta Única Europea y del Tratado de Maastricht que creó la
Unión Europea a partir de la antigua Comunidad Europea. Su estilo y política
provocaron una considerable oposición en algunos países, como Gran
Bretaña. Después de abandonar la Comisión Europea, Delors sorprendió a
muchos al no presentar su candidatura a la presidencia de Francia.Tim De
Waele/Photo News/Liaison Agency
El avance más significativo en la CE durante la década de 1980 fue la marcha
hacia la puesta en práctica de un mercado único europeo. La campaña para
lograr este objetivo fue promovida por Jacques Delors, antiguo ministro de
Economía y Finanzas francés, que se convirtió en presidente de la Comisión
Europea en 1985. En la Cumbre de Milán (Italia), la Comisión propuso un
plazo de siete años para eliminar prácticamente todas las barreras
comerciales que aún existían entre los estados miembros. El Consejo
Europeo aprobó el plan, y el propósito de alcanzar el Mercado Único Europeo
el 1 de enero de 1993 aceleró las reformas en la CE e incrementó la
cooperación y la integración entre los estados miembros. Finalmente, todo
ello culminó con la formación de la Unión Europea.
Un obstáculo para la total integración económica era la Política Agraria
Común (PAC). Durante la década de 1980 la PAC recibía las dos terceras
partes del desembolso anual de la CE (los ingresos se obtenían de los
aranceles sobre las importaciones y de hasta un 2% del impuesto sobre el
valor añadido (IVA) recaudado en cada uno de los países miembros). La PAC
alentaba la producción de grandes excedentes de algunos productos que la
CE tenía el compromiso de comprar, lo que era un modo de conceder
subsidios para unos países a expensas de otros. En una cumbre

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

extraordinaria celebrada en 1988, los líderes de la CE establecieron unos


mecanismos para limitar esos pagos; en el presupuesto de 1989, y por
primera vez desde la década de 1960, las ayudas a la agricultura
representaron menos del 60% del gasto total de la CE.
Acta Única Europea: El calendario fijado para alcanzar el Mercado Único
Europeo puso al descubierto la necesidad de otorgar un mayor poder a la CE
para resolver las cuestiones anejas a la eliminación de las barreras
comerciales antes de la fecha tope. El Consejo de Ministros tenía que
alcanzar acuerdos unánimes sobre cada decisión, con lo que, de hecho, se
daba a los estados miembros poder de veto y se demoraba el proceso
político. El Acta Única Europea, introducida en diciembre de 1985 y aprobada
por los doce miembros en julio de 1987, introdujo los mayores cambios en la
estructura de la CE desde el Tratado de Roma de 1957. Entre las
modificaciones incluidas figuró la introducción del sistema de mayoría
cualificada que ayudó a acelerar el proceso de creación del Mercado Único
Europeo.
El Acta Única Europea introdujo también otros cambios importantes; el
Consejo Europeo, que había aportado el impulso principal para la
consecución del Mercado Único, consiguió personalidad jurídica; el
Parlamento Europeo logró tener mayor voz e influencia; y los estados
miembros acordaron unificar normativas fiscales, sanitarias y referentes al
medio ambiente. Además, se estableció el Tribunal de Primera Instancia para
atender las apelaciones a las decisiones de la CE que presentaran personas,
organizaciones o empresas; y cada Estado miembro decidió alinear su
política económica y monetaria con la de sus vecinos, utilizando el SME como
modelo.
Cambios en Europa y en la CE: Los partidarios de una unión económica y
monetaria argumentaban que no habría mercado único mientras las
restricciones sobre las transferencias de dinero y las primas de cambio
limitaran el flujo libre de capitales. Se sugirió un plan en tres etapas para
alcanzar la Unión Económica y Monetaria (UEM). Al mismo tiempo, la
Comisión Europea propuso una carta social sobre derechos humanos. Reino
Unido se opuso a ambas propuestas, manifestando su preocupación por la
pérdida de soberanía que sufriría cada Estado si se incrementaba el poder de
la CE. Sin embargo, se sumó al proyecto de la UEM cuando los cambios
operados por toda Europa provocaron la necesidad de una respuesta rápida
unida de la CE.
Cuando el comunismo se desplomó en Europa del Este, muchos de los países
de su órbita buscaron en la CE ayuda política y económica. La CE aceptó
concertar acuerdos de ayuda militar y de asociación con muchos de esos
estados pero descartó adhesiones inmediatas. Una cumbre de emergencia,
celebrada en abril de 1990, hizo una excepción con Alemania Oriental,
permitiendo que este país fuera automáticamente incorporado a la CE tras la
reunificación alemana. En la misma cumbre, la República Federal de
Alemania y Francia propusieron una conferencia intergubernamental para
conseguir alcanzar una mayor unidad europea después de los grandes
cambios políticos que habían tenido lugar. La primera ministra británica,
Margaret Thatcher, se opuso a una mayor unidad, pero en 1990 John Major
se convirtió en primer ministro y adoptó una actitud más conciliadora hacia
la idea de la unidad europea. La Conferencia Intergubernamental, junto con
una conferencia similar que preparaba la UEM, comenzó a trabajar en una
serie de acuerdos que desembocaron en el Tratado de la Unión Europea.
El Tratado de la Unión Europea: Representantes de cada país de la CE
negociaron el Tratado de la Unión Europea en 1991, y en diciembre el
Consejo Europeo se reunió en Maastricht (Países Bajos) para examinar un
borrador. Tras intensas negociaciones entre los miembros, el tratado final fue
firmado por el Consejo Europeo el 7 de febrero 1992. Una disposición del
Tratado establecía que los electores de cada Estado miembro tenían que
aprobar la Unión Europea por referéndum; el Tratado fue ratificado en

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octubre de 1993. La Unión Europea quedó establecida el 1 de noviembre,


fecha en que el Tratado entró en vigor. El 1 de enero de 1995 se produjo una
cuarta ampliación de la UE con el ingreso de Austria, Finlandia y Suecia. Ese
mismo mes, el hasta entonces primer ministro luxemburgués, Jacques
Santer, elegido el año anterior para ejercer la presidencia de la Comisión
Europea, sustituyó a Delors al frente de la misma. El futuro reto de la UE
pasaba por afrontar el cumplimiento de lo acordado en Maastricht. En este
sentido, el 15 de diciembre de 1996 se aprobó el estatuto jurídico del euro
(nombre adoptado un año antes para la futura moneda única europea), el
nuevo SME y el llamado Pacto de Estabilidad, por el que los estados
miembros deberían continuar sus respectivas políticas de convergencia una
vez que, en 1999, comenzara a utilizarse el euro.
El Tratado de Amsterdam y sus consecuencias: Si bien el Tratado de la
Unión Europea firmado en Maastricht marcó las directrices sobre las que
habría de construirse el futuro europeo, pronto se consideró la inevitable
necesidad de revisarlo, especialmente para adoptar una reforma institucional
que permitiera, a corto plazo, el previsible ingreso de nuevos estados
miembros. Tal percepción fue la que surgió en la Conferencia
Intergubernamental que tuvo lugar el 29 de marzo de 1996. Con la intención
de elaborar un nuevo tratado de la UE que reformara el de Maastricht, se
celebró una cumbre del Consejo Europeo en Amsterdam (Países Bajos), en
junio de 1997, con el objetivo de abordar la reforma de algunos de los más
importantes y controvertidos puntos de la Unión: reforma de sus
instituciones, defensa, libre circulación, justicia, flexibilidad y empleo. Los dos
primeros puntos, fundamentales para la consolidación de la UE, no fueron
revisados. Respecto a los cambios institucionales (reducción del número de
comisarios por Estado miembro en la Comisión, reparto del poder en el
Consejo de Ministros y cuestión de la aprobación de las propuestas por
mayoría, en vez de por unanimidad, entre otros), las diferencias entre los
jefes de Estado y de gobierno asistentes obligaron a retrasar la adopción de
reformas hasta una nueva Conferencia Intergubernamental. Únicamente se
llegó al acuerdo de que, cuando la UE se viera ampliada, sólo existiría un
comisario por país en la Comisión. La cuestión del sistema defensivo en que
habrá de enmarcarse la UE fue, igualmente, pospuesta, debido a la oposición
británica a plantear la integración de la Unión Europea Occidental (UEO) en la
UE. El Tratado de Amsterdam quedó, por tanto, carente de resoluciones
auténticamente reformadoras: la ratificación del Pacto de Estabilidad y el
acuerdo para fomentar políticas activas de empleo, financiadas por el Banco
Europeo de Inversiones (BEI), fueron sus principales logros. Por lo que
respecta a España, en Amsterdam se reconoció el estatuto de Canarias como
región ultraperiférica, que permitiría a las Islas acogerse a un régimen
económico y fiscal propio en virtud de su peculiaridad.
La latente preocupación por la cuestión del desempleo (que en 1997
afectaba, aproximadamente, a 18 millones de personas en el conjunto de
países integrados en la UE) condicionó (especialmente por parte francesa) la
ratificación del Pacto de Estabilidad a la adopción de políticas tendentes a
erradicar dicho lastre social. A fin de abordar este asunto, el Consejo Europeo
se reunió en Luxemburgo los días 20 y 21 de noviembre de 1997 en la que
fue denominada “Cumbre del Empleo”. El objetivo de los Quince era adoptar
una política común (mediante mecanismos de coordinación de las políticas
nacionales) para lograr que disminuyera la tasa de desempleo
(especialmente juvenil y de larga duración). El principal acuerdo adoptado
por el Consejo determinó la creación de un programa (ejecutable en cinco
años) por el cual se ofrecería la reinserción laboral o formativa (a través de
formación profesional, reciclaje o trabajo en prácticas) a los parados menores
de 25 años que llevasen seis meses en paro y a todos los trabajadores con
un año de permanencia en situación de desempleo. El BEI aumentaría los
créditos dirigidos al cumplimiento de este plan.

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

Finalmente, el Tratado de Amsterdam fue firmado el 2 de octubre de 1997 y,


tras las necesarias ratificaciones parlamentarias nacionales de los Quince,
entró en vigor el 1 de mayo de 1999. Su texto definitivo preveía el futuro
establecimiento de una política exterior y de seguridad común (PESC) y la
reforma del funcionamiento institucional, aunque sólo dejaba enunciadas
ambas cuestiones. Otras notables disposiciones del nuevo documento
“constitucional” de la UE eran las referentes a la planificación y coordinación
de políticas conjuntas para fomentar el empleo (ya aplicadas en la citada
Cumbre del Empleo); la lucha contra todo tipo de discriminación (el Consejo
de Ministros quedaba facultado para suspender el derecho de voto de
cualquier Estado miembro que vulnerara de manera grave o constante los
derechos humanos); la libre circulación de personas y la progresiva supresión
de controles fronterizos (se incorporó al Tratado el Acuerdo de Schengen,
resultante de los acuerdos firmados en 1985 y 1990 por Alemania, Bélgica,
Francia, Luxemburgo y Países Bajos, y más tarde suscritos por Italia, España,
Portugal, Grecia y Austria); y la adopción de políticas sociales y
medioambientales comunes.
Ampliación al Este: La futura consolidación de la UE como entidad
aglutinadora de gran parte de los territorios europeos (tanto en el orden
político como económico) quedó refrendada en una nueva cumbre del
Consejo Europeo celebrada en Luxemburgo los días 12 y 13 de diciembre de
1997. En ella se gestó y planificó el proceso por el cual la UE admitiría el
ingreso de nuevos países miembros en su seno. Salvo en los casos chipriota
y turco, el grupo de candidatos estaba integrado por estados de Europa
oriental. Finalizada la cumbre, once países recibieron la invitación formal
para comenzar los distintos y progresivos pasos de adhesión. Esos once
países fueron divididos en dos grupos, cada uno de los cuales representaría
una distinta “velocidad” de ingreso. Chipre, la República Checa, Estonia,
Polonia, Hungría y Eslovenia fueron seleccionados en el primer bloque; de
hecho, el 30 de marzo de 1998 comenzaron las conferencias
intergubernamentales que suponían el inicio de las primeras negociaciones
formales. El segundo grupo (compuesto por países que necesitarían mayor
tiempo para cumplir los necesarios requisitos de ingreso) lo formaban
Bulgaria, Letonia, Lituania, Rumania y Eslovaquia (a los que luego se sumó la
candidatura de Malta). En ambos casos, el cumplimiento de determinados
parámetros económicos y políticos será obligatorio para el definitivo ingreso
de cada uno de estos estados. La no mención de Turquía abrió una profunda
brecha en las relaciones entre este país y la UE, aunque la candidatura turca
fue finalmente aceptada en diciembre de 1999.
Nacimiento del euro y del Banco Central Europeo: Si decisiva fue la
cumbre relativa a la ampliación de la UE hacia el Este, de histórica se puede
calificar la reunión que el Consejo Europeo celebró en Bruselas los tres
primeros días de mayo de 1998. En ella, la UEM recibió el espaldarazo
definitivo para afrontar su fase determinante, caracterizada por la puesta en
marcha del euro y del Banco Central Europeo (BCE).
Pese a que ya se conociera su nombre, la Cumbre de Bruselas debe
considerarse como fecha de nacimiento del euro como moneda única
europea. En la capital belga quedaron identificados los once países de los
cuales el euro se convertiría en moneda única a partir del 1 de enero de 1999
(fecha oficial en que el euro pasó, de hecho, a ser la unidad monetaria
financiera de aquéllos). La definitiva fase de la UEM no sería, pues, afrontada
por los Quince de forma simultánea. Reino Unido, Dinamarca y Suecia
decidieron autoexcluirse en este primer arranque, mientras que Grecia no
pudo cumplir los criterios de convergencia (relativos a las tasas de déficit,
deuda pública, inflación y tipos de interés) fijados en Maastricht para poder
acceder al euro en este primer momento. Además, en Bruselas quedaron
fijadas las paridades bilaterales (determinantes para el mecanismo de tipos
de cambio del SME) de las distintas monedas nacionales. Asimismo, nació el
llamado Euro Once, organismo informal que habría de congregar a los

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

respectivos ministros de Economía y Finanzas de los once países integrantes


del grupo de vanguardia del euro.
Por lo que respecta al BCE, en Bruselas quedó establecido que comenzaría a
realizar actividades preliminares a partir del 1 de julio de 1998 (al igual que
el euro, su fecha oficial de entrada en funcionamiento fue el 1 de enero de
1999). Con sede en Frankfurt del Main, recogió las competencias de su
predecesor (el Instituto Monetario Europeo), convirtiéndose en el organismo
que, desde el 1 de enero de 1999 (y de forma conjunta con los distintos
bancos centrales nacionales, con los que conforma el Sistema Europeo de
Bancos Centrales), pasó a determinar las políticas económica y monetaria
por las que se regiría la moneda única. La composición del primer Comité
Ejecutivo (o directorio) del BCE había constituido motivo de severos
enfrentamientos entre distintos países miembros, especialmente por lo que
se refería a quién ocuparía su presidencia. Finalmente se consensuó una
directiva integrada por el holandés Wim Duisenberg (presidente, podrá
permanecer ocho años en el cargo), el francés Christian Noyer
(vicepresidente, cuatro años), el alemán Otman Issing (vocal, ocho años), el
italiano Tommaso Padova-Schioppa (vocal, siete años), el español Eugenio
Domingo Soláns (vocal, seis años) y la finlandesa Sirkka Hämäläinen (vocal,
cinco años).
En la cumbre del Consejo Europeo celebrada en Feira (Portugal) en junio de
2000 se anunció que Grecia, finalmente, había cumplido los criterios de
convergencia necesarios para incorporarse al grupo del euro, hecho que
tendría lugar el 1 de enero de 2001. En cambio, en Dinamarca se celebró un
referéndum el 28 de septiembre de 2000 en el que el 53,1% de los votantes
optó por rechazar la integración danesa.
Finalmente, en 2002 el proceso de unión monetaria culminó con la entrada
en circulación del euro como única moneda de curso legal en los doce países
del grupo del euro.
Cuestión de la financiación y crisis institucional: El nacimiento del euro
y del BCE, símbolos de la tercera y definitiva fase de la UEM, así como el
futuro ingreso de nuevos países, fueron factores determinantes en la
importancia que la cuestión de la financiación de la UE adquirió en el seno de
ésta, en tanto que afectaba a las aportaciones que cada país debía hacer a
los presupuestos comunes y a las partidas de éstos que recibiría en distintos
conceptos. En la cumbre celebrada en octubre de 1998 en la ciudad
austriaca de Pörtschach, los principales líderes europeos llegaron a un
acuerdo para fomentar una política económica tendente al crecimiento
económico y al fomento del empleo a través de una rebaja de los tipos de
interés. En diciembre de ese mismo año, el Consejo Europeo, reunido esta
vez en Viena, abordó las primeras negociaciones y propuestas para la
reforma de la financiación de la UE; en el fondo de la cuestión se encontraba
la negociación de la denominada Agenda 2000, paquete presupuestario para
el primer septenio (2000-2006) del siglo XXI, cuya discusión prosiguió en el
transcurso de la cumbre extraordinaria que el Consejo desarrolló en febrero
de 1999 en el castillo de Petersberg (cerca de Bonn, Alemania).
Muy poco tiempo después, la UE afrontó una de las crisis institucionales más
graves de su historia: el 16 de marzo de ese mismo año, tras ver la luz un
informe redactado por un comité de expertos independiente (que fue
conocido como Grupo de Sabios) acerca de las irregularidades cometidas en
el seno de la Comisión Europea, todos los miembros de ésta, con Jacques
Santer al frente, presentaron su dimisión. En los últimos días de ese mismo
mes de marzo de 1999, el Consejo Europeo, reunido en Berlín, propuso al ex
primer ministro italiano, Romano Prodi, para que se convirtiera en sucesor de
Santer al frente de la Comisión (nombramiento que aprobaría el Parlamento
Europeo el 6 de mayo siguiente y que le llevaría a tomar posesión cuatro
meses más tarde). Además, en Berlín tuvo lugar la definitiva discusión entre
los líderes de la UE para pactar la Agenda 2000. Tras enconadas disputas, se
llegó a un acuerdo acerca del reparto de los principales componentes de

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

ésta: los Fondos Estructurales (que incluyen el Fondo Europeo de Desarrollo


Regional, FEDER; el Fondo Social Europeo, FSE; el Fondo Europeo de
Orientación y Garantía Agrícola, FEOGA; y el Instrumento Financiero de
Orientación de la Pesca, IFOP) y los Fondos de Cohesión.
Política exterior y de seguridad común: El siguiente reto de la UE fue
decidir el marco concreto en el que tendría lugar su proyecto de política
exterior y de seguridad común (PESC), previsto, pero no desarrollado, por el
Tratado de Amsterdam. Tal fue el principal punto de discusión de la Cumbre
del Consejo Europeo que tuvo lugar en Colonia (Alemania) los días 3, 4 y 5 de
junio de 1999 (en un contexto marcado por la crisis de Kosovo y por el nuevo
papel internacional asumido por la OTAN). En Colonia, los jefes de Estado y
de gobierno de los Quince acordaron fijar la finalización del año 2000 como
plazo máximo en el que la UE crearía el órgano coordinador de su política
defensiva (que, en principio, supondría la subsunción de la UEO en la UE y el
establecimiento de un comité militar, un centro de satélites y diversos
consejos conjuntos de los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa) y
nombraron al español Javier Solana (cuyo mandato como secretario general
de la OTAN finalizaba ese mismo año) secretario general del Consejo de
Ministros (cargo, más conocido como mister PESC, al que el Tratado de
Amsterdam otorgaba la máxima responsabilidad en la organización de la
política exterior y de seguridad común de la UE). Por lo que respecta a la
nueva estrategia de defensa, se apostó por incrementar el peso que la UE
debería tener en el conjunto de las relaciones internacionales y por el papel
específico que habría de desempeñar, en el seno de la OTAN, en las misiones
que tuvieran a Europa por escenario. También se logró el compromiso de los
estados miembros caracterizados por el mantenimiento de políticas
neutralistas (especialmente Austria, Irlanda, Finlandia y Suecia) para
participar en misiones de paz. La materialización del denominado Pacto de
Estabilidad para los Balcanes y la creación de una agencia encargada de
aplicarlo fueron las primeras manifestaciones de este nuevo paso que la UE
dio para acercarse a su objetivo final: la plena integración de sus miembros
en todos los ámbitos.
Fue en la cumbre europea celebrada en diciembre de 1999 en Helsinki
cuando se aprobó la creación del denominado Eurocuerpo, llamado a
convertirse en la piedra angular de la PESC. Esta unidad, que estaría
operativa en un plazo no superior a 2003, sería un cuerpo militar conjunto y
permanente, estaría integrado por 15 brigadas (entre 50.000 y 60.000
soldados) y su actividad se desarrollaría, por medio de operaciones de acción
rápida, en misiones de paz, ayuda y rescate. Un año después, la UE asumió
las funciones que hasta entonces había desempeñado la UEO.
El Tratado de Niza: reforma institucional y ampliación: Durante los
días 7, 8, 9 y 10 de diciembre de 2000, reunido en Niza (Francia), el Consejo
Europeo abordó los puntos no resueltos en el Tratado de Amsterdam. Se
acordó la reforma institucional de la UE, un nuevo reparto de poder en su
seno y se establecieron, a partir de las dos premisas anteriores, los cauces
estructurales necesarios para poder afrontar su próxima ampliación hasta un
número de 27 estados. Fue uno de los episodios más trascendentales de la
historia reciente de la organización y alcanzar cierto consenso se convirtió en
una difícil tarea, pues cada país pretendió garantizarse una posición lo más
privilegiada posible de cara al futuro.
En Niza quedó establecida la ponderación de votos que cada país tendría a
partir del 1 de enero de 2005 en el Consejo de Ministros. El sistema oscilaría
entre un mínimo de 3 y un máximo de 29 (para los casos de Alemania, Reino
Unido, Francia e Italia, que entonces tenían 10); España pasaría de 8 a 27.
Asimismo, quedaron fijadas las tres posibilidades para bloquear la aprobación
de decisiones: por la suma de votos que alcancen la cifra de la minoría de
bloqueo, por la oposición de la mitad más uno de los estados o por la
oposición de los votos que representen a un 38% de los habitantes de la UE
(en virtud de la denominada "cláusula de verificación demográfica"). Es decir,

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

la aprobación de una propuesta requeriría la mayoría cualificada de los votos,


la mayoría simple de los estados y que la población de éstos suponga por lo
menos el 62% de la total de la UE.
Pese a que el Tratado de Amsterdam fijaba el número máximo de
eurodiputados en 700, el Parlamento Europeo incrementaría su número de
miembros hasta 732. Los países con más escaños serían Alemania (99), y
Reino Unido, Francia e Italia (72 cada uno). España contaría con 50.
También quedó fijada la futura composición de la Comisión. El ejecutivo
europeo no podría rebasar la cifra de 27 comisarios, por lo que los países que
contaban con 2 (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España) perderían
uno a partir de 2005 para que los nuevos países miembros cuenten con el
suyo. No obstante, cuando la UE alcance los 27 miembros, se fijará por
unanimidad el número definitivo de miembros de la Comisión, que deberá ser
inferior a 27, por lo que exigirá un sistema rotatorio de comisarios. Por otro
lado, el presidente de la Comisión, que veía reforzados sus poderes, pasaría
a ser elegido por los estados miembros por mayoría cualificada (y no por
unanimidad) y su designación requeriría la aprobación del Parlamento.
En Niza también se discutieron cuestiones como la del derecho de veto (que
seguiría vigente en determinadas áreas) y la Carta de Derechos
Fundamentales de la UE. Este documento, integrado por 54 artículos y
redactado ese mismo año, fue proclamado pero no incorporado al Tratado y
su definición jurídica se aplazó hasta 2004. Precisamente para este último
año se anunciaba una nueva conferencia que delimitaría las competencias
entre la UE y sus miembros. Además, el Tratado de Niza creaba un sistema,
denominado “de cooperaciones reforzadas”, por el que un grupo de países
(en número mínimo de ocho) podría progresar en el camino de la integración
en áreas específicas. Se sancionaba, por tanto, la opción del sistema de
“velocidades”.
Declaración de Laeken: El 15 de diciembre de 2001, al término de una
cumbre celebrada en Laeken (Bélgica), los jefes de Estado y de gobierno de
los países miembros de la UE aprobaron la llamada Declaración de Laeken
sobre el futuro de Europa. El documento trazaba la actual situación de la UE
frente al reto de la ampliación y de la globalización. Igualmente, fijaba la
necesidad de simplificar y redistribuir los actuales tratados de la Unión así
como la conveniencia de que éstos conduzcan a largo plazo a la adopción de
una Constitución.
El texto establecía la convocatoria de una Convención que a partir de marzo
de 2002 debatiría sobre el futuro de Europa y diseñaría la reforma
institucional y constitucional que la UE necesita para afrontar su ampliación y
para dar respuesta a los desafíos que plantea el estado actual del mundo.
Los Quince designaron como presidente de dicha Convención al ex
presidente francés Valéry Giscard d’Estaing, el cual presentó en octubre de
2002 el primer anteproyecto del Tratado Constitucional de la UE.
La Europa del siglo XXI: El largo proceso hacia la unificación de Europa
vivió un momento importante el 13 de diciembre de 2002, cuando, durante
una cumbre celebrada en Copenhague, el Consejo Europeo cerró las
negociaciones para la entrada en la UE de diez nuevos países: Letonia,
Lituania, Estonia, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia,
Chipre y Malta. El 16 de abril de 2003, como paso previo a la incorporación
efectiva de estos países, que está previsto se produzca el 1 de mayo de
2004, los 10 nuevos socios firmaron el tratado de adhesión a la UE. Queda
para 2007 la entrada de Rumania y Bulgaria. Turquía está citada para 2004
con vistas a una evaluación de sus reformas. Sólo si éstas satisfacen
plenamente los criterios políticos exigidos por la UE sería posible el inicio de
negociaciones para su posible adhesión.

ECONOMÍA ARGENTINA

Las etapas del desarrollo económico

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

Desde el siglo XVI hasta fines del XVIII no había en el actual territorio
argentino una economía nacional por cuanto no existía un mercado en tal
sentido. Las economías regionales eran, en general, autosuficientes y las
actividades económicas eran de escaso volumen, mientras que, por el
dominio español existía un férreo monopolio comercial.
Desde fines del siglo XVIII y hasta 1860, mientras se vive el proceso del fin
de la colonia, se produce la primera apertura comercial particularmente con
ingleses y franceses, con lo que el puerto de Buenos Aires adquiere una gran
importancia en relación al comercio internacional. Comienza el desarrollo de
la ganadería destinada a la exportación de cueros. Sin embargo esto no fue
más que una etapa de transición.
A partir de 1860 comienza una nueva etapa de desarrollo: Argentina se
integra a la economía mundial incorporándose a su vez la casi totalidad del
territorio nacional a la producción. Aparece el ferrocarril y las innovaciones
tecnológicas y se inician los procesos masivos de inmigración europea.
Asimismo comienzan las inversiones extranjeras particularmente de los
ingleses.
Entre 1860 y 1913 el total de capitales extranjeros en la Argentina
representaba:
• 8,5 % del las inversiones de los países exportadores de capital de todo el
mundo.
• 33 % de las inversiones extranjeras totales en América Latina.
• 42 % de las inversiones del Reino Unido en América Latina.
El país se convirtió en el “Granero del Mundo” gracias a sus enormes
extensiones de campos feraces y la expansión de la red ferroviaria.
Este período fue el más importante del crecimiento económico argentino y
para algunos economistas termina o muestra signos de cansancio con el
inicio de la I Guerra Mundial (1914), continuando sin mayores alteraciones
hasta 1930 (meseta económica).
Este último año, como consecuencia del crack de 1929 y la baja de demanda
y de precios de productos primarios (principal fuente de divisas del país)
finaliza el período de economía exportadora y la Argentina se ve obligada a
iniciar una acelerada política de sustitución de importaciones. En la década
del ´30 el Estado interviene fuertemente en la economía creando entre otros
la Junta Reguladora de Granos y de Carnes, la Corporación Argentina de
Productores de Carnes (CAP), el Banco Central (control de cambios).
Con el comienzo de la II Guerra Mundial (1939) la Argentina comienza
nuevamente a exportar en gran volumen, disminuyendo sus importaciones,
aspecto que le permite al terminar la conflagración contar con enormes
reservas internacionales. Esto permite la estatización posterior de los
principales servicios públicos e iniciar una política de desarrollo de la
industria liviana, concreción de importantes obras públicos y atención a una
mejor distribución de la renta nacional.
A partir de 1955 se inicia un período de inestabilidad política, perdiendo
Argentina importancia relativa en el mercado internacional ya que sus
exportaciones siguen siendo las tradicionales. A partir del Proceso iniciado en
1976 comienza el incremento de gran endeudamiento del país.

Aspectos generales de la economía argentina: La economía argentina


se basa tradicionalmente en la producción agrícola y ganadera, aunque los
sectores industrial, minero, pesquero y de servicios han registrado un
marcado crecimiento en las últimas décadas. Es una de las principales
naciones productoras de carne, cereales y aceite del mundo. En la actividad
fabril, las principales empresas son las productoras de alimentos y bebidas,
las metalúrgicas, automotrices, de refino de petróleo, textiles y cemento. El
producto interior bruto (PIB) para 2001 fue de 268.638 millones de dólares,
con una renta per cápita de 7.170 dólares (cifras del Banco Mundial).

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

Agricultura y ganadería: Argentina cosecha suficientes productos


agrícolas no sólo para satisfacer la demanda interna, sino también para
exportar los excedentes. Del total de la superficie del país (unos 280 millones
de ha), poco más del 50% se utiliza para el pastoreo y el 9,9% está cultivado;
los bosques ocupan un 12,7% del territorio nacional. La Pampa es la principal
zona agrícola del país, con una importante producción de trigo y otros
cereales. Regiones como Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan y las
provincias del Noroeste son ricas en explotaciones frutícolas y vitivinícolas.
En la producción de caña de azúcar destacan Tucumán, Salta y Jujuy.
La producción ganadera es un sector importantísimo en la economía
argentina, así como la refrigeración y procesamiento de carne y
subproductos. La producción anual supera los 3,4 millones de toneladas. En
2002 el país contaba con 50,4 millones cabezas de ganado vacuno, 14
millones de ganado ovino y 4,25 millones de porcino; además, existían unos
3,65 millones de caballos, con gran fama internacional en el mundo de la
hípica y del polo.
A pesar del retroceso sufrido durante la década de 1980, la exportación de
ganado sigue jugando un importante papel en el comercio internacional. En
1994 los ingresos en concepto de carne y pieles (véase Cuero) ascendieron a
1.700 millones de dólares; las exportaciones de alimentos suponen en torno
al 44,2% del total exportado. Desde hace mucho tiempo, Argentina es líder
mundial en la exportación de carne cruda, aunque cada vez es más
importante la exportación de la carne procesada y envasada.
El país produce y exporta ingentes cantidades de lana. En 2002 se
produjeron 56.000 toneladas de lana en bruto. Aproximadamente el 40% de
las ovejas se crían en la Patagonia.
El trigo es el cultivo más importante y Argentina se cuenta entre los
principales productores mundiales de este cereal. La producción anual es de
13,2 millones de toneladas; otros cereales destacados son el maíz, la avena y
la cebada.
Otros productos agrícolas de importancia son la soja, el sorgo, el lino, el
girasol, el algodón, las patatas (papas), el arroz, la yerba mate, el cacahuete
(maní) y el tabaco, así como uvas, manzanas y cítricos.
Silvicultura y pesca: Situadas fundamentalmente en las áreas montañosas
distantes de los centros poblados, la mayoría de las 34.648.000 ha de
bosque no está muy aprovechada. Las maderas más explotadas son las de
álamo y sauce para la producción de celulosa, el quebracho blanco para
combustible, el quebracho colorado para el tanino (que se utiliza en el
curtido del cuero y piel) y el cedro para la fabricación de mobiliario; otras
maderas de aprovechadas son las de la araucaria, el pino y el ciprés. La
producción total de madera en 2001 fue de 10,6 millones de m³.
Los caladeros argentinos, potencialmente muy productivos, no se explotan
en su totalidad, aunque la productividad se incrementó de forma constante
en las décadas de 1960 y 1970. En 1999 las capturas, principalmente de
merluza, calamar, langostino y anchoa o boquerón, alcanzaron los 1,03
millones de toneladas.
Minería: Aunque el país cuenta con una gran variedad de reservas
minerales —sobre todo petróleo, carbón y diversos metales— la minería ha
sido relativamente poco importante en la actividad económica. A pesar de
ello, en las últimas décadas se ha incrementado significativamente la
producción de petróleo y carbón. En términos de valor, el principal producto
mineral es el petróleo. En 2001 la producción de petróleo era de 304 millones
de barriles anuales, suficiente para cubrir la demanda interna y permitir la
exportación. Con este fin se ha construido un oleoducto hacia Chile, a través
de la cordillera de los Andes. Se espera que, con las licencias otorgadas para
la exploración de nuevas zonas del país y de las áreas marítimas, se
incremente significativamente la producción.
El país cuenta también con una importante producción de gas natural (véase
Combustible gaseoso), que en 2001 alcanzaba los 37.150 millones de m³. Por

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

otra parte, existe una modesta explotación de oro, plata, cobre, plomo, cinc,
hierro, estaño, tungsteno, mica, uranio y piedra caliza. Al amparo de la nueva
Ley de Minería, los planes de exploración y explotación se incrementaron a
base de cuantiosas inversiones extranjeras que potenciarán el surgimiento
de la gran minería.
Industria: El grueso de la industria argentina se centra en Buenos Aires. El
25% de la población activa está empleada en las empresas industriales. La
industria más importante y antigua del país es el procesamiento y envasado
de productos alimenticios, seguida por el sector textil. Otras importantes
industrias producen artículos de goma (natural y sintética), cemento,
productos químicos, papel, plásticos y derivados del petróleo. La industria
siderúrgica (véase Siderurgia) ha alcanzado una gran expansión; en 1994 la
producción de hierro primario, acero crudo y laminado llegó —en conjunto—
a los 10,4 millones de toneladas. El sector automotriz produjo 408.000
vehículos.
Energía: El sistema energético de Argentina está compuesto por las redes
de conductos y de energía eléctrica. Entre las redes de conductos se
distinguen los gasoductos, los oleoductos y los poliductos, que conectan las
áreas productivas de la Patagonia, Cuyo y Noroeste con los grandes centros
de consumo o de industrialización derivada. Las redes de energía eléctrica se
integran en el sistema interconectado nacional, los sistemas regionales y las
estaciones de transformación, y ponen igualmente en contacto las centrales
eléctricas con las grandes áreas de consumo. Están compuestas por líneas de
transmisión, equipamientos de generación y subestaciones de
transformación. Las principales líneas conectan el sistema hidroeléctrico del
río Limay (Neuquén-Río Negro) con Buenos Aires, Bahía Blanca y La Plata.
También destacan las líneas de Yaciretá (Argentina-Paraguay) y de Salto
Grande (Argentina-Uruguay) con Rosario y el Gran Buenos Aires. La energía
eléctrica instalada es estimada en 14.000 megavatios.
El país cuenta con abundantes recursos energéticos y sobre todo con una
gran diversidad de fuentes, entre las que destacan la hidroeléctrica y el gas,
además del petróleo, carbón y uranio. También revisten especial importancia
las fuentes no convencionales de energía: geotérmica, eólica, mareomotriz,
solar y biomasa. En el contexto del MERCOSUR se están realizando obras
significativas, como los gasoductos a Chile, Uruguay y Brasil, y las
interconexiones eléctricas del litoral. Los sistemas energéticos de Argentina
han sido privatizados, salvo Yacyretá, Salto Grande y las centrales nucleares
que están en proceso de concesión al capital privado.
Las principales cuencas de hidrocarburos son la Austral (golfo de San Jorge),
la Neuquina, la Cuyana y la del Noroeste. Existen otras cuencas de
exploración como la del Chaco-Paranaense y varias en la plataforma
submarina. La cuenca más importante en producción de gas es Loma de la
Lata (Neuquén), además de Santa Cruz y Puesto Hernández.
En el campo hidroeléctrico hay que señalar que la mayoría de los ríos y saltos
con potencial para producir energía están muy alejados de los centros
industriales, aunque, a pesar de estas limitaciones técnicas, los recursos
hidroeléctricos se desarrollan a pasos acelerados. Los proyectos más
importantes, iniciados en las décadas de 1970 y 1980, están situados en el
norte de la Patagonia sobre los ríos Limay (El Chocón, Alicurá, Piedra del
Águila y Pichi-Picún-Leufú) y Neuquén (Cerros Colorados), sobre el río Paraná
(Yaciretá, explotado en colaboración con la República del Paraguay) y sobre
el río Uruguay (Salto Grande, en colaboración con Uruguay). También
merecen atención las centrales de Garabí (con Brasil), Corpus (con
Paraguay), Los Blancos (Mendoza) y Río Santa Cruz-La Leona.
En 2001 Argentina producía un total de 97.167 millones de KWh, de los
cuales el 40,81% se generaba en instalaciones hidroeléctricas, el 6,73%
mediante energía nuclear y el 52,24%52,24% en centrales termoeléctricas
convencionales. Hay que destacar las centrales nucleares de Atucha I y II,
localizadas en la provincia de Buenos Aires.

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UNIDAD 13 - ECONOMÍA

Moneda y banca: Originariamente, el sistema monetario argentino se


basaba en el peso oro, aunque en realidad no circulaban monedas de ese
metal. La moneda en uso era el peso moneda nacional, dividido en 100
centavos. La crisis generada por la Gran Depresión, en la década de 1930,
terminó con el régimen monetario oro y en 1935 se fundó el Banco Central
de la República Argentina —de sociedad mixta—, responsable de controlar la
emisión de moneda, sin perjuicio de otras funciones de supervisión de los
bancos. En 1946 el Banco Central quedó bajo el control del gobierno, siendo
cabeza del sistema bancario nacional.
En materia monetaria, a principios de la década de 1970 se instauró el peso
ley 18.188, equivalente a 100 de los antiguos. En junio de 1985 se creó el
austral, equivalente a 1.000 pesos ley. Después de experiencias
hiperinflacionarias, a principios de 1992 se implantó el nuevo peso argentino,
equivalente a 10.000 australes. En 2001, 1 peso argentino equivalía a 1 dólar
estadounidense.
En diciembre de 1994 había 168 bancos, de los cuales 33 eran públicos y 135
privados. El 60% de los depósitos estaba en los bancos privados.
Comercio e intercambio: Desde 1992 la balanza comercial es desfavorable
para Argentina, tendencia que se ha ido corrigiendo en los últimos años. En
2001 las exportaciones totalizaron 26.610 millones de dólares y las
importaciones 20.321 millones de dólares. El principal socio comercial, tanto
en exportaciones como en importaciones, es la República Federal de
Alemania; otros socios importantes son: Brasil, Estados Unidos, Bélgica y
Países Bajos. Véase Comercio internacional.
El comercio regional con otros países latinoamericanos se enmarca en la
Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), a la que pertenece
Argentina. En 1994 se exportaron a esta asociación 6.907 millones de
dólares y se importaron 6.600 millones de dólares, correspondiendo a Brasil
el 52% de las exportaciones y el 65% de las importaciones.
En 1991 se firmó el Tratado de Asunción, por el que quedaba creado el
Mercosur (Mercado Común del Sur). Este bloque subregional ha dinamizado
notablemente el comercio en esta zona y se encuentra en pleno proceso de
integración. En 1995 se fijó el arancel externo común a aplicar en el futuro.
En 1994 sus exportaciones al Mercosur alcanzaron el valor de unos 4.800
dólares y sus importaciones unos 5.147 dólares. De este movimiento, el 80%
correspondió a Brasil.
Trabajo: En 2001 la población activa sumaba unos 15,4 millones de
trabajadores. La mayoría de los 1.100 sindicatos argentinos están afiliados a
la Confederación General del Trabajo (CGT). El derecho de asociación
sindical, suspendido en 1976, fue restablecido en 1982. A principios de la
década de 1990, el movimiento sindical contaba con unos 3 millones de
afiliados; en esa época, los programas de privatización del presidente Carlos
Saúl Menem habían provocado la pérdida de varios centenares de miles de
puestos de trabajo. En 1998 la tasa de desempleo era del 12,8 por ciento.
Transportes
Red ferroviaria: La red ferroviaria argentina comenzó a tenderse en la
segunda mitad del siglo XVIII. En 1870 ya había 722 km de vías. El ferrocarril
del Oeste fue el primero en entrar en funcionamiento para cubrir la distancia
entre plaza Lavalle y Floresta, en Buenos Aires. El trazado no parte
radialmente desde la capital, sino desde ésta, Buenos Aires, y desde Rosario.
El Ferrocarril del Sud (construido con capital inglés) llegó primero a
Chascomús y, más tarde, a Las Flores, Bahía Blanca, Neuquén, Zapala y Mar
del Plata, además de contar con varios ramales secundarios. El ferrocarril
Central tuvo sus inicios en Rosario, se extendió a Córdoba y después a Santa
Fe y Tucumán; posteriormente, enlazó con Buenos Aires. Otra línea se
extendía desde Río Cuarto hasta Mendoza. El ferrocarril que comunicaba
Buenos Aires con el Pacífico y el ferrocarril del Oeste llegaron al pie de los
Andes: San Rafael, Mendoza y San Juan.

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Una verdadera “fiebre ferroviaria” se preparaba a comienzos de la década de


1870. Entre 1870 y 1914 se construyó la mayor parte de la red ferroviaria
argentina con capital inglés, francés y argentino. Esta red llegó a ocupar el
décimo puesto en el mundo, con cerca de 47.000 kilómetros. El ferrocarril fue
palanca del desarrollo y poblamiento del territorio del país.
A partir de 1946 la extensa red ferroviaria pasa a depender en su totalidad
del Estado. En 1958 comienza un periodo que puede llamarse de “regresión”.
En efecto, políticas a favor del desarrollo de la red caminera (transporte por
carretera) desarrollaron planes de clausura y levantamiento de vías; así, en
1980, la red ferroviaria era de 34.113 km, mientras que en 1976 contaba con
41.463 kilómetros. En 1989 se inicia un nuevo proceso de concesiones al
capital privado de la red ferroviaria de carga, de pasajeros del área
metropolitana de Buenos Aires y de pasajeros interurbanos.
En la actualidad, la red ferroviaria argentina posee una extensión de 28.291
km, con tres anchos de vía. Dos líneas que cruzan los Andes permiten la
comunicación con Chile; los ferrocarriles argentinos también conectan el país
con Bolivia, Paraguay, Uruguay y Brasil. Como resultado de la privatización
de la red, en algunas regiones del país se ha interrumpido el servicio. Las
líneas nacionales que la integran son: el ferrocarril Nuevo Central Argentino
(4.512 km), que conecta Buenos Aires con Rosario, Santa Fe, Córdoba,
Tucumán, Río IV y Santiago del Estero (La Banda); el ferrocarril de Buenos
Aires al Pacífico (5.254 km), que enlaza Buenos Aires con Junín, Rufino, San
Luis, Mendoza, San Juan, San Rafael y accede al puerto de Rosario; el
ferrocarril Ferrosur Roca (3.343 km), que comunica Buenos Aires con
Necochea-Quequén, Tandil, Olavarría, Bahía Blanca, Neuquén y Zapala; el
ferrocarril Ferroexpreso Pampeano (4.953 km), que conecta a los puertos del
complejo San Martín-Rosario con Bahía Blanca por medio de dos líneas
troncales y varios ramales; el Ferrocarril Mesopotámico, S.A. (2.739 km), que
enlaza Buenos Aires con Rojas, Concordia, Paraná, Paso de los Libres, Monte
Caseros, Corrientes y Posadas, y el ferrocarril General Belgrano, S.A. (10.841
km), que comunica Buenos Aires con Rosario, Santa Fe, Córdoba,
Resistencia, Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, San Juan y Mendoza, y la
localidad de Salta con Formosa.
La red ferroviaria argentina se conecta con la de los países colindantes: con
Bolivia, a través de la línea F.C. Belgrano S.A., por La Quiaca y Yacuiba hasta
La Paz y Santa Cruz de la Sierra; con Chile, también por la línea ferroviaria de
Belgrano S.A., desde Socompa a Antofagasta y por Las Cuevas a Valparaíso
(este ramal está desactivado pero con miras de ser rehabilitado); con
Uruguay, por la línea F.C. Mesopotámico S.A., entre Salta y Salto Grande; con
Brasil, a través de la línea de F.C. Mesopotámico S.A., por Paso de los Libres
a Uruguaiana, y con Paraguay, por otra línea del F.C. Mesopotámico S.A.,
entre Posadas y Encarnación.
A su vez, existen líneas provinciales extensas como Viedma–San Carlos de
Bariloche, en la provincia de Río Negro (817 km), o más pequeñas como
Córdoba–Cruz del Eje (150 km) o Jacobacci-Esquel (Río Negro-Chubut) de 402
km. La línea de pasajeros más importante es la del corredor Buenos Aires-
Mar del Plata-Miramar y su derivación General Guido-Pinamar (536 km),
operado por Ferrobaires; esta empresa, de carácter provincial, cubre todo el
sistema interurbano de pasajeros de las provincias de Buenos Aires y La
Pampa. Los ferrocarriles metropolitanos de Buenos Aires son operados por
varias empresas privadas (línea Urquiza, Sarmiento, Mitre, San Martín,
Belgrano Sur, Belgrano Norte y Roca). Existe además una línea de carácter
turístico (18 km) que se denomina Tren de la Costa.
Red caminera: Hasta la tercera década del siglo XX la red caminera fue
considerada complementaria de los ferrocarriles, ya que los caminos locales
de las zonas rurales conducían a las estaciones del ferrocarril. Primero los
carruajes y luego los automotores se convirtieron en alimentadores de la red
ferroviaria, en cuanto a tráfico se refiere. En 1952 se crea la Dirección
Nacional de Vialidad, estableciéndose una cuota sobre la nafta y un

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porcentaje sobre los lubricantes, destinados ambos a la construcción de


caminos (véase Carretera). A partir de ese momento comienza a
desarrollarse la red caminera nacional que, en líneas generales, siguió el
trazado de las vías férreas. En las décadas de 1950 y 1960 se produce una
importante expansión de la red y del transporte automotor, tanto de carga
como de pasajeros.
En total existen 215.471 km de carreteras. La red vial se clasifica, de acuerdo
con su jurisdicción, en nacional y provincial; por su importancia en lo
concerniente al tráfico circulado, en rutas troncales, rutas secundarias y
rutas locales o alimentadoras. Además, se distinguen unas rutas
transnacionales de gran importancia ante el Mercosur. Una tercera
clasificación se establece en función del estado de la red: pavimentada (casi
60.000 km), mejorada (más de 40.000 km) y natural o de tierra (el resto).
Hacia finales de la década de 1980 la red vial argentina se encontraba muy
deteriorada por la sobrecarga de los camiones, sin control peso/eje, y por
insuficientes inversiones en el mantenimiento. Por otro lado, se observaban
varios estrangulamientos en la circulación, sobre todo en el acceso al área
metropolitana de Buenos Aires, así como a otras grandes ciudades. Es
entonces cuando se decide privatizar, por el sistema de concesión, las
principales rutas troncales del país, como Buenos Aires-Mar del Plata, Buenos
Aires-Bahía Blanca, Buenos Aires-San Luis-Mendoza, Buenos Aires-Rosario-
Córdoba o Zárate-Concordia-Paso de los Libres, entre otras. También se
desarrolla un plan de obras para el acceso a las grandes ciudades.
Por otro lado, Vialidad Nacional está llevando a cabo un Plan Maestro,
denominado Corredores Viales y Pasos de Integración, para mejorar la
infraestructura en los corredores de exportación y de integración,
fortaleciendo el desarrollo de tres ejes bioceánicos al norte, centro y sur, así
como la Ruta 40, que corre paralela a la cordillera por el oeste, desde La
Quiaca hasta Río Gallegos. La estructura se apoya en los siguientes pasos
montañosos al oeste: Jama (Jujuy), Sico (Salta), San Francisco (Catamarca),
Peña Negra (La Rioja), Agua Negra (San Juan), Cristo Redentor (Mendoza),
Paso Pehuenche (Mendoza), Pino Hachado (Neuquén), Cardenal Samoré
(Neuquén), Coihaique (Chubut) y Huemules (Santa Cruz). En el este se dirige
a los puertos del Atlántico y del Plata-Paraná, y a los puertos de Paysandú-
Colón, Puerto Unzué-Fray Bentos, Concordia-Salto, Paso de los Libres-
Uruguayana, Posadas-Encarnación y Puerto Iguazú-Foz do Iguaçu. Entre los
proyectos estratégicos se pueden mencionar: las redes de autopistas de
acceso al área metropolitana de Buenos Aires; las autopistas Córdoba-
Rosario, Buenos Aires-La Plata y Buenos Aires-Mar del Plata; los puentes
Buenos Aires-Colonia, Rosario-Victoria y Santo Tomé-São Borja, y el túnel de
montaña Juan Pablo II, de baja altura, entre Mendoza y Chile. La ampliación
del túnel ferroviario que cruza los Andes (1940) permite el paso de vehículos.
En 1998 había 181 vehículos por cada mil habitantes.

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