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Las promesas de Silos primates tienen sentido del humor,


no hay razón para que los intelectuales no
los monstruos: Una puedan compartirlo.
<Plank, 1989)
política regeneradora
para otros 1. Una biopolítica de la
inapropiados/bies1 reproducción artefactual

«L as promesas de los mons-


truos» será un ejercicio car-
tográfico y de documenta
ción de viajes por los paisajes físicos y menta-
les de lo que puede considerarse naturaleza en
Donna Haraway ciertas luchas globales/locales. Estas contien-
das se localizan en un tiempo raro y alocrónico
—mi propio tiempo y el de mis lectores en la
(traducción: Elena Casado) última década del segundo milenio Cristiano- y
en un espacio extraño y alotópico —el vientre de
un monstruo preñado, aquí mismo, desde donde
escribimos y leemos—. El propósito de esta
excursión es escribir teoría, esto es, hacer visi-
bles modelos sobre cómo moverse y a qué
temer en la topografía de un presente imposible
pero absolutamente real, para encontrar otro
presente ausente, aunque quizá posible. No
busco las señas de presencias absolutas; aunque
sea con resistencias, tengo otra idea. Como el
cristiano en el Pilgrim’s Progress, sin embargo,
me he comprometido a alejarme del abatimien-
to más profundo y de las ciénagas infectas que
no llevan a ninguna parte para arribar a ambien-
tes más salubres 2 La teoría pretende orientar-
nos y facilitarnos el croquis más burdo para via-
jar, moviéndose dentro de y a través de un
artefactualismo implacable, que prohibe cual-
quier observación/localización directa de la
naturaleza, hacia una ciencia ficcional, a un
lugar especulativo factual, a un lugar 5F4 lla-
mado, simplemente, otro lugar. Al menos para
quienes se dirige este ensayo, la «naturaleza»
del artefactualismo no es tanto un lugar dife-
rente como un no-lugar, algo totalmente distin-
to. En efecto, un artefactualismo reflexivo ofre-
ce serias esperanzas políticas y analíticas. La
teoría de este ensayo es modesta. Sin ser una vi-
sión sistemática de conjunto, es un pequeño
recurso de emplazamiento en una larga serie de
herramientas de trabajo. Tales recursos de ob-
servación han sabido recomponer los mundos
para sus partidarios —y para sus oponentes—.

Donna Haraway. University of California (Santa Cruz).


Política y Sociedad, 30 (1999), Madrid (PP. 121-163)
Los instrumentos ópticos modifican al sujeto. convierten en excursiones turísticas que
El sujeto se está modificando de forma inexo- recuerdan al viajero el precio de tales despla-
rable a finales del siglo veinte, como bien sabe zamientos —se paga por ver los reflejos esper-
la diosa. pénticos de uno mismo—. Los intentos de pre-
Los rasgos ópticos de mi teoría reductora servar la «naturaleza» en parques naturales
tienen el propósito de producir no tanto efectos siguen siendo fatalmente problematizados por
de distanciamiento, como efectos de conexión, la huella imborrable de su fundación mediante
de encarnación y de responsabilidad con algún la expulsión de quienes vivían allí, no como
otro lugar imaginado que ya podemos apren- seres inocentes en un jardín, sino como gentes
der a ver y a construir. Me interesa mucho res- para quienes las categorías de naturaleza y cul-
catar la visión de manos de los tecnopornógra- tura no eran las sobresalientes. Proyectos carí-
fos, esos teóricos de las mentes, los cuerpos y simos para reunir la diversidad «de la naturale-
los planetas que insisten eficazmente —es decir, za» y almacenaría parecen dar como resultado
en la práctica— en que la vista es el sentido ade- moneda falsa, semillas empobrecidas y reli-
cuado para llevar a cabo las fantasías de los quias polvorientas. Como en el caso de la hi-
falócratas ~. Creo que la vista puede recons- pertrofia bancaria, la naturaleza que nutre los
truirse en beneficio de activistas y defensores depósitos «desaparece». Los datos del Banco
comprometidos en ajustar los filtros políticos Mundial sobre destrucción medioambiental
para ver el mundo en tonos rojos, verdes y son ejemplares a este respecto. Por último, los
ultravioletas, es decir, desde las perspectivas proyectos para representar y reforzar la «natu-
de un socialismo todavía posible, un ecologis- raleza» humana son famosos por sus esencias
mo feminista y anti-racista y una ciencia para imperialistas, recientemente reencarnadas en el
la gente. Asumo como premisa auto-evidente Proyecto del Genoma Humano.
que «la ciencia es cultura» Q Enraizado en esa Por tanto, la naturaleza no es un lugar físico
premisa, este ensayo es una contribución al al que se pueda ir, ni un tesoro que se pueda
discurso tremendamente vivo y heterogéneo encerrar o almacenar, ni una esencia que salvar
contemporáneo de los estudios de la ciencia en o violar. La naturaleza no está oculta y por lo
tanto que estudios culturales. Por supuesto, lo tanto no necesita ser desvelada. La naturaleza
que ciencia, cultura o naturaleza —o sus «estu- no es un texto que pueda leerse en códigos ma-
dios»— signifiquen no es ni mucho menos temáticos o biomédicos. No es el «otro» que
auto-evidente. brinda origen, provisión o servicios. Tampoco
La naturaleza para mi, y me atrevería a decir es madre, enfermera ni esclava; la naturaleza
que para muchos de quienes somos fetos pla- no es una matriz, ni un recurso, ni una herra-
netarios gestando en los efluvios amnióticos mienta para la reproducción del hombre.
del industrialismo terminal ~, es una de esas Por el contrario, la naturaleza es un topos,
cosas imposibles caracterizadas por Gayatri un lugar, en el sentido de un lugar retórico o un
Spivalc como eso que no podemos dejar de tópico a tener en cuenta en temas comunes; la
desean Atrozmente conscientes de la constitu- naturaleza es, estrictamente, un lugar común.
ción discursiva de la naturaleza como «otro» Atendemos a este tópico para ordenar nuestro
en las historias del colonialismo, del racismo, discurso, para componer nuestra memoria. Co-
del sexismo y de la dominación de clase del mo tópico en este sentido, la naturaleza tam-
tipo que sea, sin embargo encontramos en este bién nos recuerda que en inglés del siglo XVII
concepto móvil, problemático, etnoespecífico los «topic/< gods» eran los dioses locales, los
y de larga tradición algo de lo que no podemos dioses específicos de determinados lugares y
prescindir, pero que nunca podemos «tener». pueblos. Nos hacen falta estos espíritus, cuan-
Debemos encontrar otra relación con la natura- do menos retóricamente si no puede ser de otra
leza distinta a la reificación y la posesión. Qui- forma. Los necesitamos, precisamente, para
zá en aras de infundir confianza en su realidad rehabitar lugares comunes, localizaciones am-
esencial, se han consumido recursos ingentes pliamente compartidas, ineludiblemente loca-
para estabilizar y materializar la naturaleza, les, mundanas, encantadas, esto es, tópicas. En
para vigilar sus fronteras. Los resultados de este sentido, la naturaleza es el lugar sobre el
tales gastos han sido decepcionantes. Los in- que reconstruir la cultura pública8. La natura-
tentos de viajar al interior de la «naturaleza» se leza es también un trópos, un tropo. Es figura,
construcción, artefacto, movimiento, desplaza- diferencial II? ¿Acaso no es esa insistencia en
miento. La naturaleza no puede preexistir a su que la naturaleza es un artefacto prueba de lo
construcción. Esta construcción se articula extremo de la violación de una naturaleza ex-
sobre un determinado movimiento, un tropos o terior y extraña para los arrogantes estragos de
«giro». Fieles a los griegos, en tanto que tró- nuestra civilización tecnofílica, en la que, des-
pos, la naturaleza tiene que ver con cambiar. pués de todo, fuimos educados empezando con
Mediante tropos, recurrimos a la naturaleza los heliotropismos de los proyectos de la ilus-
como si fuera la tierra, la materia prima, geo- tración para dominar la naturaleza con la luz
trópica, fisiotrópica. Tópicamente, viajamos cegadora de la tecnología óptica 12? ¿Acaso no
hacia la tierra, un lugar común. Al hablar de la han empezado a convencemos las ecofe-
naturaleza pasamos de Platón y la estrella ce-
, ministas y otros radicales multi- e intercultura-
gadora de su hijo heliotrópico a ver otra cosa, les de que la naturaleza no ha de verse de la
otro tipo de figura. No renuncio a la visión, forma en la que lo han hecho el produccionis-
pero con estas observaciones sobre los estu- mo y el antropocentrismo eurocéntrico que
dios de la ciencia como estudios culturales han amenazado con reproducir, literalmente,
persigo algo distinto a la iluminación. La natu- todo el mundo en una imagen devastadora de
raleza es un tópico del discurso público en lo Idéntico?
tomo al cual giran muchas cosas, incluso la Creo que la respuesta a esta importante
tierra. cuestión política y analítica está en dos giros
En este viaje hacia otra parte que pretende relacionados entre sí: 1) despojamos de las
ser este ensayo, he prometido metaforizar la historias rituales de la historia de la ciencia y
naturaleza mediante un artefactualismo impla- la tecnología como paradigma del racionalis-
cable, pero ¿qué significa aquí artefactualis- mo, y 2) repensar los actores implicados en la
mo? En primer lugar, significa que la naturale- construcción de las categorías etnoespecíficas
za para nosotros y nosotras está construida, de naturaleza y cultura. Los actores no somos
como ficción y como hecho. Si los organismos sólo «nosotros». Si el mundo existe para no-
son objetos naturales, es crucial recordar que sotros como «naturaleza», esto designa un tipo
los organismos no nacen; los hacen deter- de relación, un proeza de muchos actores, no
minados actores colectivos en determinados todos humanos, no todos orgánicos, no todos
tiempos y espacios con las prácticas tecnocien- tecnológicos 13• En sus expresiones científicas,
tíficas de un mundo sometido al cambio cons- así como en otras, la naturaleza está hecha,
tante. En el vientre del monstruo local/global aunque no exclusivamente, por humanos; es
en el que estoy gestando, al que se suele llamar una construcción en la que participan humanos
mundo postmodemo % la tecnología global y no humanos. La visión es muy diferente si
parece desnaturalizarlo todo, hacer de cual- partimos de la observación postmodema de
quier cosa una cuestión maleable de decisiones que el mundo entero se desnaturaliza y repro-
estratégicas y de procesos de producción y duce mediante imágenes o se copia mediante
reproducción móviles (Hayles, 1990). La des- réplicas. Este tipo específico de artefactualis-
contextualización tecnológica es una experien- mo violento y reductor, en forma de un hiper-
cia cotidiana para cientos, e incluso miles, de produccionismo practicado efectivamente a lo
millones de seres humanos, así como para largo y ancho del planeta, pasa a ser impugna-
otros organismos. En mi opinión, no es tanto ble en la teoría y otros tipos de praxis, sin recu-
una desnaturalización, como una producción rrir a un naturalismo trascendental reconstitui-
particular de la naturaleza. La preocupación do. El hiperproduccionismo rechaza la agencia
por el produccionismo que ha caracterizado ingeniosa de todos los actores excepto del
gran parte de los estrechos discursos y prácti- Uno; ésta es una estrategia peligrosa, para todo
cas occidentales parece haberse hipertrofiado el mundo. Pero el naturalismo trascendental
en algo absolutamente prodigioso: el mundo también rechaza un mundo plagado de agen-
entero se rehace al servicio de la producción cias cacofónicas y opta por una identidad espe-
de mercancías lO cular que sólo simula la diferencia. El lugar
¿Cómo, ante tal prodigio, puedo insistir se- común de la naturaleza que busco, una cultura
riamente en que ver la naturaleza como un pública, tiene muchas casas con muchos habi-
artefacto es una posición opositiva, o mejor, tantes que pueden refigurar la tierra. Quizá
aquellos otros actores/actantes, los que no son Pero los humanos no son los únicos actores en
humanos, son nuestros «dioses tópicos», orgá- la construcción de las entidades de un discurso
nicos e inorgánicos ‘~. científico determinado; las máquinas (delega-
Es este reconocimiento apenas admisible de dos que pueden sorprender) y otros compane-
los tipos extraños de agentes y actores a los ros (no «objetos pre- o extra-discursivos», sino
que/a quienes debemosincluir en la narrativa compañeros) son constructores activos de ob-
de la vida colectiva, incluida la naturaleza, lo jetos científicos naturales. Como otros cuerpos
que simultáneamente, nos hace, en primer lu- científicos, los organismos no son construccio-
gar, rechazar decididamente las premisas nes ideológicas. Lo importante en la construc-
modernas y postmodernas de raíces ilustradas ción discursiva ha sido que no versa sobre
sobre la naturaleza y la cultura, sobre lo social ideología. Los cuerpos, siempreespecíficos ra-
y lo técnico, sobre la ciencia y la sociedad, y, dical e históricamente, y siempre vivos, tienen
segundo, nos rescata del devastador punto de un tipo diferente de especificidad y efectivi-
vista del produccionismo. Tanto el produccio- dad; y, por tanto, requieren una intervención y
nismo como su corolario, el humanismo, se un compromiso de diferentes tipo.
reducen al argumento en el que «el hombre lo En otra parte, he utilizado el término «actor
hace todo, incluido a sí mismo, a partir del semiótico-material» para subrayar el objeto de
mundo, que sólo puede ser recurso y potencia conocimiento como una parte activa del apara-
para este proyecto y agencia activa» I5~ Este to de producción corporal, sin presuponer nun-
produccionismo se refiere al hombre fabrican- ca la presencia inmediata de tales objetos, o, lo
te y usuario de herramientas, cuya producción que es lo mismo, su determinación fmal o
técnica más brillante es él mismo; esto es, el única de lo que puede considerarse conoci-
argumento del falogocentrismo. Consigue así miento objetivo de un cuerpo biológico en un
acceder a esta tecnología maravillosa entrando momento histórico determinado. Como los
en el lenguaje, la luz y la ley, una entrada que objetos de Katie King, llamados «poemas»,
es constitutiva de sujeto, auto-sometida y auto- lugares de producción literaria en los que el
escindida. Cegado por el sol, esclavo del pa- lenguaje también es un actor, los cuerpos co-
dre, reproducido en la imagen sagrada de lo mo objetos de conocimiento son nudos ge-
idéntico, su recompensa es que él es auto- nerativos semiótico-materiales. Sus fronteras
generado, una copia autotélica. Ese es el mito se materializan en la interacción social entre
de la trascendencia de la ilustración. humanos y no humanos, incluidas las máqui-
Volvamos brevemente a mi observación de nas y otros instrumentos que median los inter-
que los organismos no nacen, sino que se ha- cambios en interfaces cruciales y que funcio-
cen. Además de parafrasear la afirmación de nan como delegados de las funciones y
Simone de Beauvoir de que no se nace mujer, propósitos de otros actores. Los «objetos», al
¿qué aporta esta sentencia a la pretensión de igual que los cuerpos, no preexisten como
este ensayo de articular un implacable artefac- tales. De manera similar, la «naturaleza» no
tualismo diferencial/opositivo? Escribí que a puede preexistir como tal, pero su existencia
los organismos los construyen actores determi- tampoco es ideológica. La naturaleza es un lu-
nados y siempre colectivos en tiempos y espa- gar común y una construcción discursiva po-
cios paniculares como objetos de conoci- derosa, resultado de las interacciones entre ac-
miento mediante las prácticas continuamente tores semiótico-materiales, humanos y no
cambiantes del discurso científico. Analice- humanos. La localización/observación de tales
mos más detenidamente esta afirmación con la entidades no supone un descubrimiento desa-
ayuda del concepto de aparato de producción pasionado, sino que implica una estructuración
corporal 16• Los organismos son encamaciones mutua y normalmente desigual, correr riesgos,
biológicas; en tanto que entidades técnico- delegar competencias 17•
naturales, no son plantas, animales, protistos Los diversos cuerpos biológicos rivales
etc. pre-exitentes con fronteras ya determina- emergen de la intersección de la investigación
das y a la espera del instrumento adecuado que biológica, el trabajo literario y la publicación;
los inscriba correctamente. Los organismos de las prácticas médicas y dc otras prácticas em-
emergen de un proceso discursivo. La biología presariales; de las producciones culturales de
es un discurso, no el mundo viviente en si. todo tipo, incluidas las metáforas y narrativas
disponibles; y de la tecnología, como en el pretamos literalmente; las formas de vida están
caso de las tecnologías de visualización que en juego en la cultura de la ciencia. Sin embar-
presentan células T asesinas intensamente co- go, me gustaría, sustituir la terminología de la
loreadas y fotografías íntimas de los fetos en reproducción por la de la generación. En reali-
desarrollo en libros de papel satinado, y en dad, casi nunca se reproduce nada; lo que
informes científicos. Pero también está invita- sucede es mucho más polimorfo que todo eso.
do a entrar en este nodo de intersección el aná- Desde luego las personas no se reproducen, a
logo de las lenguas vivas que intervienen acti- no ser que recurran a la donación, que siempre
vamente en la producción de valor literario: el será cara y arriesgada, por no decir aburrida.
coyote y las personificaciones proteicas de un Incluso la tecnociencia debe hacerse dentro del
mundo como agente y actor astuto. Quizá modelo paradigmático no del cierre, sino de lo
nuestras esperanzas de una responsabilidad impugnado y lo impugnable. Esto implica
tecno-biopolítica en el vientre del monstruo se conocer cómo operan los agentes y actantes
transformen al representar al mundo como un del mundo; cómo vienen/venimos al mundo, y
codificador burlón con el que podemos apren- cómo se los/nos reconstruye. La ciencia se
der a conversar. Así, aunque el sistema inmu- convierte no en el mito de lo que escapa a la
nológico de finales del siglo XX, por ejemplo, agencia y la responsabilidad en el campo de
es un constructo de un aparato complejo de combate, sino más bien en el mito de la
producción corporal, ni el sistema inmunológi- responsabilidad y la formalidad ante las tra-
co ni ningún otro de los cuerpos continuamen- ducciones y solidaridades que vinculan visio-
te cambiantes de la biología —como un virus o nes cacofónicas y voces visionanas que carac-
un ecosistema— son fantasías fantasmagóricas. terizan los conocimientos de los cuerpos
El coyote no es un fantasma, sino simplemen- marcados de la historia. Los actores, al igual
te un embaucador proteico. que los actantes, aparecen de múltiples y mara-
Esta descripción a grandes rasgos de la arte- villosas maneras. Y lo mejor de todo, la
factualidad de la naturaleza y de los aparatos «reproducción» —o menos inadecuadamente,
de producción corporal nos conduce a otro la generación de formas nuevas— no tiene por
punto importante: la corporeidad de la teoría. qué imaginarse en los indigestos términos
De manera contundente, la teoría es corporal, bipolares de los hominidos ‘~.

y la teoría es literal. La teoría no es algo dis- Si los relatos del hiperproduccionismo y la


tante del cuerpo vivido; sino al contrario. La ilustración han girado en torno a la reproduc-
teoría es cualquier cosa menos desencarnada. ción de la imagen sacra de lo idéntico, de la
Las afirmaciones más estrafalarias sobre la única copia verdadera, mediada por las tecno-
descontextualización radical como la forma logías luminosas de la heterosexualidad obli-
histórica de la naturaleza en el capitalismo tar- gatoria y la auto-procreación masculina, en-
dío son tropos de la desencamación, la pro- tonces el artefactualismo diferencial que estoy
ducción, la literalización de la experiencia en intentando imaginar podría dar como resultado
ese modalidad específica. Esto no es una cues- algo más. El artefactualismo está inclinado del
tión de reflejo ni correspondencias, sino de lado del produccionismo; los rayos de mi ins-
tecnología, donde lo social y lo técnico se fun- trumental óptico más que reflejar, difractan.
den. La experiencia es un proceso semiótico, Estos rayos difractarios componen modelos de
una semiosis (de Lauretis, 1984). Las vidas se interferencia, no imágenes reflejas. La «conse-
construyen; por lo tanto más vale que nos con- cuencia» de esta tecnología generativa, resul-
virtamos en buenos artesanos junto con los tado de una preñez monstruosa19 podría equl-
pararse a los «otros inapropiados/bles» de la
otros actantes mundanos del relato. Hay una
enorme reconstrucción por hacer, empezando teórica feminista y cineasta americano-vietna-
mita Trinh Minh-ha 20 (1986/7b; 1989). Para
por un poco más de cartografía con la ayuda de
designar las redes de actores multiculturales,
los artefactos ópticos provistos de filtros rojos, étnicos, raciales, nacionales y sexuales que
verdes y ultravioletas.
emergen a partir de la Segunda Guerra Mun-
En este ensayo aparecen una y otra vez figu- dial, la expresión de Trinh remitía a la posición
ras de embarazo y gestación. Zoe Sofia (1984)
me enseñó que toda tecnología es una tecnolo- histórica de aquéllos que no pudieron adoptar
gía reproductiva. Tanto ella como yo lo inter- ni la máscara del «yo» ni la del «otro» ofreci-
da por las narrativas occidentales modernas de difracción es una cartografía de la interferen-
la identidad y la política anteriormente domi- cia, no de la réplica, el reflejo o la reproduc-
nantes. Ser «inapropiado/ble» no significa «es- ción. Un modelo difractado no indica dónde
tar en relación con», esto es, estar en una reser- aparecen las diferencias, sino dónde aparecen
va especial, con el estatus de lo auténtico, lo los efectos de la diferencia. En tanto que tro-
intocable, en la condición alocrónica y alotópi- pos, para las promesas de los monstruos, lo
ca de la inocencia. Por el contrario, ser un primero invita a la ilusión de la posición esen-
«otro inapropiado/ble» significa estar en una cial y fija, mientras que lo segundo nos habitúa
relación crítica y deconstructiva, en una (ra- a visiones más astutas. La ciencia ficción
cio)nalidad 21 difractada más que refractaria, generalmente tiene que ver con la interpene-
como formas de establecer conexiones poten- tración de fronteras entre ‘yoes’ 22 problemáti-
tes que excedan la dominación. Ser inapropia- cos y otros inesperados y con la exploración de
do/ble es no encajar en la taxon, estar desubi- mundos posibles en un contexto estructurado
cado en los mapas disponibles que especifican por la tecnociencia transnacional. Los sujetos
tipos de actores y tipos de narrativas, pero tam- sociales emergentes denominados «otros ma-
poco es quedar originalmente atrapado por la propiados/bles» habitan esos mundos. SF
diferencia. Ser inapropiado/ble no es ser —ciencia-ficción, futuros especulativos, cien-
moderno ni ser postmoderno, sino insistir en lo cia-fantasía, ficción especulativa— es un signo
amoderno. Thinh buscaba una forma de repre- especialmente adecuado a partir del cual
sentar la «diferencia» como «diferencia crítica investigar lo artefactual como una tecnología
interna», y no como marcas especiales taxonó- reproductiva de la que podría resultar algo
micas que asientan la diferencia al modo del diferente a la imagen sagrada de lo idéntico,
apartheid. Ella escribía sobre personas; me algo inapropiado, impropio, y por tanto, quizá,
pregunto si podrían aplicarse las mismas ob- inapropiable.
servaciones a humanos y a no-humanos, tanto En el vientre del monstruo, incluso los otros
orgánicos como tecnológicos. inapropiados/bIes parecen ser interpelados
El término «otros inapropiados/bIes» puede —llamados por interrupción— a una localización
incitarnos a repensar la relacionalidad social particular a la que he aprendido a llamar posi-
en la naturaleza artefactual —que se puede de- ción de sujeto cyborg 23• Dejadme continuar
cir que es la naturaleza global en los 90—. Las este viaje y estas pesquisas por el artefactua-
metáforas de Trinh Minh-ha sugieren otra geo- lismo con una explicación ejemplificada de la
metría y otra óptica para considerar las rela- naturaleza de los cyborgs tal y como aparecen
ciones basadas en la diferencia ya sea entre en anuncios recientes de Science, la revista de
personas o entre humanos, otros organismos y la Asociación Americana para el Progreso de
máquinas, sin recurrir a la dominación jerár- la Ciencia. Las imágenes de estos anuncios
quica, a la incorporación de partes en todos, a nos recuerdan la corporeidad, la materialidad
la protección paternalista y colonialista, a la mundana, y la literalidad de la teoría. Estas
fusión simbiótica, a la oposición antagonista, o imágenes cyborg publicitarias nos dicen lo que
a la producción industrial de recursos. Sus puede considerarse naturaleza en los mundos
metáforas también sugieren el duro trabajo tecnocientíficos. Sobre todo, nos muestran la
intelectual, cultural y político que requerirán implosión de lo técnico, lo textual, lo orgánico,
estas nuevas geometrías. Si las narrativas lo mitico y lo político en los pozos gravitato-
patriarcales occidentales dijeron que el cuerpo nos de la ciencia en acción. Estas imágenes
físico es producto del primer nacimiento, son nuestros monstruos de compañía en el Pu-
mientras que el hombre era el producto del gri¡n’s Progress de este ensayo de viajes.
segundo nacimiento heliotrópico, quizá una Consideremos la Figura 1: «Unas palabras
alegoría feminista diferencial y difractada sobre reproducción de un reconocido líder en
podría hacer a los «otros inapropiados/bles» el campo», el lema publicitario del sistema de
emerger de un tercer nacimiento en un mundo duplicación de software de la Logic General
SF llamado otra parte —un lugar construido Corporation. El impacto verbal y visual inme-
sobre modelos de interferencia—. La difracción diato insiste en lo absurdo de separar los ele-
no produce un desplazamiento de «lo mismo», mentos técnicos, orgánicos, míticos, textuales
como sí hacen la reflexión y la refracción. La y políticos de la estructura semiótica del anun-
Las promesas de los monstruos: Una política regeneradora... 127
,,
revela en el laboratorio2.'i; el laboratorio es su
nicho característico, es su verdadero hábitat.
Sistema material y símbolo de medición de la
fecundidad, este tipo de coneja no aparece en
otra naturaleza más que en la del laboratorio,
este escenario preeminente de las prácticas de
réplica.
Con Logic General, evidentemente. no esta-
mos en un laboratorio biológico. La coneja
orgánica mira de cerca su imagen, pero la ima-
gen no es ciertamente su reflejo, y sobre todo
no es su mero reflejo. Este no es el mundo de
espejos de Lacan; la identificación primaria y
la sustitución metafórica vencedora se produ-
cirá mediante otras técnicas, otras tecnologías
de inscripción 26. La coneja blanca será inter-
pretada, sus potencias y competencias serán
radicalmente recolocadas. Las tripas de la
computadora generan un producto visual dis-
tinto al de los reflejos deformados auto-produ-
cidos. La conejita simulada se asoma curiosa a
nuestros ojos. Es ella quien clava su mirada en
nosotros. También ella tiene sus patas sobre
una cuadrícula, que apenas recuerda una
máquina de escribir, pero es una clara evoca-
ción de un icono anterior de la tecnociencia -el
sistema de coordenadas cartesiano que ubica el
mundo en espacios imaginarios de modernidad
Figura I
racional-o En su hábitat natural, la coneja vir-
tual está sobre una cuadrícula,que insiste en el
mundo como un juego desarrollado sobre un
cio y del mundo en el que éste cobra sentido. tablero de ajedrez. Esta coneja insiste en que
Bajo los colores mates escalonados del naran- los actores verdaderamente racionales se
ja al amarillo que fonnan el logotipo tierra-sol reproducirán punto por punto en un mundo
de Logic General. el conejo blanco biológico virtual en el que los mejores jugadores no
(¿o la coneja?, puesto que el sexo y el género serán el Hombre, aunque podría persistir como
no son tan fijos en este sistema reproductivo) el carruaje de caballos que prefigura el coche o
nos da la espalda. Tiene sus patas sobre un la máquina de escribir que da fonna imagina-
teclado. ese residuo inerte y pasado de moda ria al interfaz del ordenador. El significante
de la máquina de escribir que hace que los or- funcional privilegiado en este sistema no se
denadores nos parezcan naturales, fáciles para confundirá fácilmente con el órgano copulati-
el usuario, por decirlo de alguna manera 24. vo y urinario de ningún primate masculino. La
Pero el teclado es engañoso; no transfiere nin- sustitución metafórica y otras circulaciones
guna letra de una clave mecánica a una super- por el mismo dominio simbólico material
ficie sólida que la espera. El interfaz ordena- serán efectuadas con mayor probabilidad por
dor-usuario funciona de otra forma. Incluso un ratón competente. La dudosa femineidad de
aunque no entienda los efectos del teclado fal- ambas conejas, por supuesto, no implica con-
so, la coneja blanca está en su hogar natural; es fiar en que los nuevos jugadores, que ya no
completamente artefactual en el sentido más serán el Hombre, serán mujeres. Con mayor
literal del término. Como las moscas de la probabilidad, la coneja a la que se interpela en
fruta, la levadura , los ratones tTansgénicos y el el mundo mediante este escenario no especu-
humilde gusano nematodo, el Caenorhabditis lar, este momento difractaría de constitución
elegans, la historia evolutiva de esta coneja se de sujeto, estará alfabetizada en una gramática
128 Donna Haraway

••
del género bastante diferente. Las dos conejas alcanzó en 1982, y seguramente ha sido com-
aquí son cyborgs --<:ompuestos de lo orgánico, pletamente sobrepasado por las nuevas genera-
lo técnico. lo mítico. lo textual y 10 político-- y ciones de mediadores biotecnológicos de repli-
nos hacen entrar en un mundo en el que podría- cación literaria. Nunca la teoría ha sido más
mos no desear tomar fonna, pero mediante literal, ni más hábil cOIpOral ni tecnológica-
cuyo «Cenagal Fangoso» podríamos1ener que mente. Nunca ha sido más evidente el colapso
viajar para IICigar a cualquier parte. Logic Ge- de las distinciones «modernas» entre lo mítico,
neral se inscribe en un tipo muy particular de lo orgánico, lo técnico, lo político y Jo textual
écriture. Las apuestas reproductivas en este en el pozo gravitatorio, en el que también
texto son fonnas y estilos de vida futuros para desaparecieron los no llorados trascendentales
humanos y no humanos. ~<LJame gratuitamen- ilustrados de Naturaleza y Sociedad.
te» para [escuchar] «unas palabras sobre re- La División Electrophorcsis de LKB tiene
producción de un reconocido líder en el una historia evolutiva que contar, una historia
campo». más completa y mejor que la que nos han con-
Los anticuerpos monoc16nicos de Ortho- tado los antropólogos físicos, los paleontólo-
mune™ hacen que comprendamos mejor una gos o los naturalistas sobre las entidades/acto-
relación de sujeto cyborg con la tecnología de res/actantes que estructuran el espacio-nicho
inscripción que es el laboratorio (Figura 2). En en un mundo extra-laboratorio: «En Macroge-
sólo dos años. estos pequeños monoclónicos ne Workstation no hay eslabones perdidos»
motivaron la publicación de más de cien (Figura 3). Lleno de promesas, rompiendo la
artículos -un número mayor que cualquier primera de las fronteras últimas en constante
producción literaria mía o de cualquiera de mis multiplicación, el monstruo prehistórico [ehth-
colegas humanos en las ciencias humanas-. yostega se arrastra desde el océano amniótico
Este número alarmante de publicaciones se hacia el futuro, sobre la peligrosa aunque exci-
tante tierra frrme. Nuestro ya-no-pez, ni aún-
salamandra terminará completamente identifi-
Qrtho-mune" cado y separado, como hombre-en-el-espacio,
fmalmente descorporeizado, como hizo el
monocIonaI antibodies héroe de la fantasía de J.D. Bernal The World,
in only two years The Flesh, and the Devil. Pero por ahora. ocu-
pando la zona existente entre los peces y los
generated more than anfibios, ellchthyostega está fmnemente ins-
talado en los márgenes, esos lugares potentes
100 published papers donde la teoría se cultiva mejor. Nos incumbe.
entonces, unir esta bestia heroica reconstruida
--
I,,"_~
.• -
-
~----- -_ -
..... ~
... _" ...
"~-'--
e ' _"_
con LKB . para localizar las transferencias de
competencias - la cadena de sustituciones
metafórico-material- en este aparato bastante
literal de producción corporal. Se nos obsequia
con una historia de viajes, un Pilgrim's Pro-
gress, donde no hay vacíos, ni «eslabones per-
didos». Desde el primer actor no original --el
[chthyostega reconstruido-- hasta la última
salida de la búsqueda de homología de ADN

--
WOiOOO , IU_

--
=-,,---
-
mediada por el software de LKB y las múlti-
ples máquinas de separación e inscripción
dibujadas en la parte derecha del anuncio. el
texto promete satisfacer el deseo básico del
falologocentrismo de plenitud y presencia.
Desde el cuerpo que repta en el Cenagal Fan-
goso de la narrativa hasta el código impreso, se
nos asegura un éxito total: la compresión del
Fjgura 2 tiempo en un acceso instantáneo y completo «a
Las promesas de los monstruos: Una política regeneradora... 129

-,~._-.-

1'hcl\.' U~ 00 nURtil~ hUM


IIlIt ,\lucn-'(h'll!:'\brkst.ul.lon

'1

FiguraJ

todo el Banco de Genes ....eo un solo disco elegancia lucrativa- ,la forma cristalina seme-
láser». Como cristianos, hemos conquistado el jante a un virus refleja los cristales luminosos
tiempo y el espacio, moviéndonos desde nues- de las promesas de la Nueva Era. La religión,
tro apresamiento en el cuerpo a la realización la ciencia y el misticismo participan sin difi-
del espíritu, todo ello en los lugares de trabajo cultad en las facetas de la bio-respuesta co-
cotidianos de la División Electrophoresis, de mercial moderna y postmodema. Estos cris-
la que se nos ofrecen los teléfonos de Hong tales/virus prometedores y amenazadores
Kong, Moscú, Amberes y Washington. Elec- simultáneamente desenrollan su cola para re-
trophoresis: pherein. llevarnos o transportar- velar el icono pseudo-lingüístico de la Dogma
nos sin descanso. Central, la estructura codificada del ADN que
Bioresponse, innovadores en muchas face- está en la base de toda respuesta corporalmen-
tas de la vida cultural. interpelan al sujeto cy- te posible, toda semiosis, toda cultura. Como
borg en la Cristiandad Protestante, apenas se- una gema, los cristales congelados en espiral
cularizada. evangélica, que impregna la de Bio-response nos prometen la vida misma.
tecnocultura americana: «Realiza el potencial Es una joya de gran valor, disponible en la ofi-
de tu línea celular» (Figura 4). Este anuncio se cina de producción de servicios en Hayward,
dirige a nosotros directamente. Se nos convo- California. Las imbricaciones de los signifi-
ca a una narrativa de salvación, a la historia, a cantes y significados superpuestos en casca-
la biotecnología, a nuestras verdaderas natura- das jerárquicas de signos nos sirven de guía en
lezas: nuestra línea celular, nosotros mismos, este icono mítico. orgánico, textual, técnico y
nuestro producto feliz. Seremos testigos de la político v .
eficacia de este sistema cultural. Coloreado en Por último, el anuncio de Vega Biotechnolo-
los azules, púrpuras y ultravioletas del multi- gies nos muestra gráficamente la promesa fi-
color anuncio esterilizador -en los que el ano, nal, «el nexo entre la ciencia y el mrulana: Ga-
la ciencia y los negocios forman un arco de rantizado. Puro» (Figura 5). El gráfico repite el
130 Donna Haraway

Guaranleed. Pureo

-- Vf -<
"" ... - W
--~r-

Figlll'a 4 Figura 5

ubicuo sistema de cuadrícula que es la finna y vínculo entre la ciencia y el mañana- , de los
la matriz. el padre y la madre. del mundo actores colectivos en el campo.
moderno. El pico gráfico es el clímax de la
búsqueda de certeza y claridad última. Pero el
aparato difractarío de un artefactualismo
monstruoso puede interferir quizá en este
n. El cyborg cuadrangular: por
pequefio drama familiar, recordándonos que el el camino del artefactualismo
mundo moderno nunca existió y. que sus mara· hacia otro lugar
vi1losas garantías son nulas. Las dos conejas
de Logic General, la orgánica y la del ordena-
dor, podrían reaparecer en este momento para
desafiar a todas las voces pasivas del produc-
cionismo. Las conejitas extrañamente duplica-
E s hora de viajar, por lo tanto, con un
sulx:onjunto particular de sujetos
cambiantes, Cyborgs por la Super
das podrían resistir su interpelación lógica y. vivencia de la TIerra 28, hacia los paisajes físi-
en cambio. hacer alusión a una neo-natología cos y mentales a los que nos referíamos al
de otros inapropiados/bles, donde la criatura principio de este ensayo. Para conseguir pasar
no será la imagen sacr.t de lo idéntico. Cam- de lo artefactual a otra parte, ayudaría tener
biando de fonna , estos cyborgs entrometidos una maquinita de viajes que también sirviera
podrían moldear una lógica difractada de la de mapa. Por ello, el resto de las ~Promesas de
identidad y la diferencia y pronunciar una pa- los Mon struos ~ contará con un dispositivo
labra dife rente sobre la reproducción -sobre el artificial que genera significados escandalosa-
mente: el infame cuadrado semiótico de Grel- dentro de ellos. Casi una broma sobre «estruc-
mas. Las zonas cartografiadas por esta chis- turas elementales de significación» («Garanti-
mosa máquina estructuralista creadora de sig- zado. Puro»), el cuadrado semiótico en este
nificados nunca podrían confundirse con los ensayo, sin embargo, permite a un mundo
dominios trascendentales de la Naturaleza o la colectivo impugnable irse formando para
Sociedad. Junto con Bruno Latour, pondré mi nosotros a partir de las estructuras de la dife-
motor estructuralista al servicio de propósitos rencia. Las cuatro zonas por las que nos move-
amodernos: esto no será un cuento sobre el remos son A, Espacio Real o Tierra; B, Espa-
progreso racional de la ciencia, en una asocia- cio Exterior o lo Extraterrestre; no-B, Espacio
ción potencial con la política progresista, que Interior o el Cuerno; y, por último, no-A, Espa-
desvele pacientemente una naturaleza subya- cio Virtual o el mundo SF oblicuo a los domi-
cente, ni será tampoco una demostración de la nios de lo imaginario, lo simbólico y lo real
construcción social de la ciencia y la naturale- (Figura 6).
za que localice firmemente cualquier agencia Nos moveremos, de manera no del todo
del lado de la humanidad. Tampoco lo moder- convencional, por el cuadro en el sentido de
no será superado ni infiltrado por lo postmo- las agujas del reloj para ver qué tipo de figuras
derno, porque la creencia en algo llamado lo habitan este ejercicio en los estudios sobre la
moderno ha sido un error en si mismo. En vez ciencia entendidos como estudios culturales.
de eso, lo amoderno hace referencia a una vi- En cada uno de los primeros tres ángulos del
sión de la historia de la ciencia como cultura cuadrado, empezaré con una imagen popular
que insiste en la ausencia de principios, ilumi- de la naturaleza y la ciencia que parece inicial-
naciones y finales: el mundo siempre ha esta- mente compulsiva y amistosa, pero que rápi-
do en el medio de las cosas, en una conversa- damente se convierte en un signo de estructu-
ción práctica y no regulada, llena de acción y ras profundas de dominación. Después pasaré
estructurada por un conjunto asombroso de a una imagen y una práctica diferencial/oposi-
actantes y de colectivos desiguales conectados tiva que podría prometer algo más. En el últi-
entre sí. La incapacidad sobradamente critica- mo cuadrante, en el espacio virtual del final
da de los dispositivos estructuralistas para su- del viaje, nos encontraremos con una inquie-
ministrar la narrativa de la historia diacrónica, tante figura guía que promete información
del progreso a lo largo del tiempo, será la ma- sobre las formaciones psíquicas, históricas y
yor virtud de mi cuadrado semiótico. La forma corporales que quizá provenga de procesos
de mi historia amoderna tendrá una geometría semióticos diferentes a lo psicoanalítico en la
diferente, no será la del progreso, sino la de la formulación moderna y postmoderna. Guián-
interacción permanente y multiforme median- donos por el relato del mismo título de John
te la que se construyen las vidas y los mundos, Varley (1986), todo lo que tendremos que ha-
los humano y lo no humano. Este Pilgrim’s cer para seguir a esta inquietante Beatrice
Progress está dando un giro monstruoso. amoderna será «Press Enter» [Pulsa Intro]. Su
Me gustan mis tecnologías analíticas, que trabajo será instruirnos en la neo-natologia de
son modelos no regulados en construcción dis- los otros inapropiados/bIes. La meta de este
cursiva, delegados que han logrado hacer viaje es mostrar en cada cuadrante, y en el
cosas por si mismos, para hacer mucho ruido; tránsito por la máquina que los genera, meta-
de esta forma no olvido todos los circuitos de morfosis y desplazamientos de fronteras que
competencias, conversaciones heredadas y abren el campo para una ciencia y una política
colaciones de actores humanos y no humanos esperanzadoras en épocas verdaderamente
que examinan cualquier excursión semiótica. monstruosas. Los placeres que aquí se prome-
El cuadrado semiótico, así subtitulado a manos ten no son aquellos placeres fantasmagóricos
de Fredric Jameson, será un poco más rígido y libertarios masculinistas de la práctica infinita-
literal aquí (Greimas, 1966; Jameson, 1972). mente regresiva de violación de las fronteras y
Simplemente quiero retener cuatro espacios el frisson acompañante de la fraternidad, sino
con una separación relacional y diferencial, al simplemente quizá el placer de la regeneración
mismo tiempo que exploro cómo ciertas lu- en zonas fronterizas carismáticas menos
chas locales/globales por los significados y las devastadoras29 Sin anclarnos en los orígenes y
personificaciones de la naturaleza tienen lugar sin los tropismos reveladores y progresivos de
Las promesas de los monstruos
Por el camino del artefactualisnio hacia otro lugar....
Una política regeneradora para otros inapropiadoslbles

A B
Espacio real: Espacio exterior:
Tierra Lo extraterrestre
‘La elección es el universo o nada”
‘<Comprender lo es todo”
neo-natología de lo colectivo neo-natología de ETs y terrícolas

Gombe Un pasito
Salvar la naturaleza HAM y lo que hay que tener

Amazonia Ama a tu madre


Naturaleza social
A Tierras de la Western Shoshone y
el estado de Nevada

Espacio vidual:
+41 Espacio interior:
SF El cuerpo biomédico

“Si quieres saber más, pulsa intro U” iiLa materia de las estrellas ha cobrado vida”
neo-natología de otros inaproiados/bles neo-natología del cuerpo

Lisa Foo Feto


Releer lo coleclivo Hombre del espacio vs. ser persona relacional

Cyborg Sistema inmunológico


Una semiótica multucolor Invasores víricos y misiles inteligentes
Vs-
Gramática del sistema inmunológico y ACT UF

Figura 6

la historia, ¿cómo podríamos cartografiar cier- mono y la mujer blanca parece augurar lo que
tas posibilidades semióticas para otros dioses el texto proclama: comunicación, confianza,
tópicos y otros lugares comunes? responsabilidad y comprensión más allá de las
fracturas que han dividido la existencia huma-
na en Naturaleza y Sociedad en las narrativas
A. ESPACIO REAL: TIERRA «modernas» occidentales. Dispuesta por una
práctica científica codificada en términos de
En 1984, para celebrar los nueve años de «años de paciencia», mediante un «gesto
respaldo a los especiales televisivos del Natio- espontáneo de confianza» iniciado por el ani-
nal Geographic Society, La Gulf Oil Corpora- mal, Goodall se metamorfosea en el anuncio
tion publicó un anuncio con el titulo «Com- pasando de ser «Jane» a ser la «Dra. Goodall».
prender lo es todo» (Figura ‘7). El anuncio Aquí aparece una ciencia natural, codificada
hacia referencia a los programas más vistos de inconfundiblemente en femenino, para contra-
la historia de la televisión pública —los progra- rrestar los excesos instrumentalistas de un
mas especiales sobre la naturaleza dedicados a complejo tecnocientífico-industrial-militar, en
Jane Goodall y los chimpancés salvajes del el que el código de la ciencia es estereotipica-
Parque Nacional de Gombe en Tanzania. En mente antropocéntrico y masculino. El anun-
principio, el dulce apretón de manos entre el cio invita al público a olvidar el estatus de la
Las promesas de los monstruos: Una política regeneradora... 133
,,
lismo, mediados por los dramas del género y
las especies, de la ciencia y la naturaleza. En la
narrativa del National Geographic, «Jane»
entra «sola» al jardín en 1960 para buscar a los
parientes más cercanos «del hombre», para
establecer un vínculo de conocimiento que
atraviesa los abismos del tiempo. Está en jue-
go una familia natural; los especiales de la
PBS 3\ documentan un tipo de terapia fam iliar
inter-especies. Al recortar la distancia entre las
especies mediante una disciplina paciente, en
la que los animales sólo podrlan conocerse,
primero, por sus rastros y reclamos, después
mediante breves observaciones y fmalmente
por la invitación directa del animal al contacto
táctil, tras lo cual eUa podría nombrarlos, «Ja-
ne» fue admitida como delegada «de la huma-"
nidad» de vuelta al Edén. La sociedad y la
naturaleza habían hecho las paces; la «ciencia
moderna» y la «naruraleza» podrían coexistir.
Se representaba a Jane{Dra. Goodall casi como
un nuevo Adán, autorizada a nombrar no por la
mano creativa de Dios. sino por el contacto
táctil transfonnMor con el animal. La gente de

- Tanzania desaparece de una historia en la que


Gull

los actores son los monos antropoides y una


mujer joven blanca británica profundamente
Figura 7
comprometida con un drama moderno secular
sagrado. Los chimpancés y Goodall están en-
GuH como una de las Siete Hermanas del petró- redados en relatos de amen~ y salvación. En
leo, la octava en la Forbes 500 en 1980 (pero la era post-Segunda Guerra Mundial los mo-
adquirida por Chevron antes de la reesU\lctura- nos se enfrentan a la extinción biológica, el
ción capitalista transnacional a fmales de la planeta se enfrenta a la aniquilación nuclear y
década). Como respuesta a los desafíos políticos ecológica, y Occidente se enfrenta a la expul-
y fmancieros lanzados a principios de los años sión de sus antiguas posesiones coloniales.
setenta por la Organización de Países Exporta- Sólo con comunicación, la destrucción puede
dores de Petróleo (OPEP) y por el ecologismo a evitarse. Tal y como insiste Goulf Oil , <<nues-
nivel mundial, a finales de los años setenta las tro propósito es provocar c~os idad por el
escandalosamente gigantescas corporaciones de mundo y la frágil complejidad de su orden
petróleo habían puesto en marcha estrategias natural ; satisfacer esa curiosidad mediante la
publicitarias en las que se autopresentaban como observación y el aprendizaje; motivar la com-
los líderes medioambientalistas del mundo, prensión del lugar del hombre en la estructura
prácticamente como las madres del eco-feminis- ecológica y su responsabilidad hacia ella
mo. No podía haber historia mejor que la de Jane -basándonos en la sencilla teoría de que nin-
Goodall y los chimpancés para narrar el contac- guna persona racional puede tomar parte en la
to curativo entre la naturaleza y la sociedad, destrucción de algo que valora-». El progreso,
mediado por una ciencia que produce la comu- la racionalidad y la naturaJeza se unen en el
nicación completa en una cadena que conduce gran mito de la modernidad, completamente
inocentemente «de la curiosidad a la observa- amenazada por una docena de apocalipsis inmi-
ción, al aprendizaje, a la comprensión» JO. He nentes. Un romance fam iliar trans-especies pro-
aquí una historia de incorporación feliz. mete evitar la destrucción amenazadora.
En el anuncio hay también otro conjunto de La comunicación y la comprensión, inaudi-
códigos reprimidos, el de la raza y el imperia- bles en la versión de la Gulf y del National
Geographic, van a emerger de la comunión representado por la mano curtida que estrecha
entre Jane/Dra. Goodall y el chimpancé espon- la de la niña-mujer blanca, bajo la proyección
táneamente confiado en el mismo momento de la luz del sol del logotipo de la Gulf sobre
histórico en el que docenas de naciones africa- el compromiso de las Siete Hermanas con la
nas están alcanzando su independencia nacio- ciencia y la naturaleza—. El gesto espontáneo
nal —15 sólo en 1960, el año en el que Goodall del contacto en las tierras vírgenes de Tanza-
sale para Gombe—. Lo que desaparece de este nia autoriza toda una doctrina de representa-
romance familiar son seres como los tanzanos. ción. Jane, como la Dra. Goodall, está autori-
Los pueblos africanos intentan establecer su zada a hablar en nombre de los chimpances.
hegemonía sobre las tierras en las que viven; La ciencia habla en nombre de la naturaleza.
para hacerlo tienen que desplazar las historias Autorizada por un contacto no forzado, la
sobre la presencia natural de los colonialistas dinámica de la representación asume el
blancos, generalmente mediante historias mando, haciéndonos pasar al reino de la liber-
nacionalistas tremendamente complejas y peli- tad y la comunicación. Esta es la estructura
grosas. Pero en «La comprensión lo es todo», del discurso experto despolitizador, crítico
el metonímico «gesto espontáneo de confian- con las míticas estructuras políticas del mundo
za» de la mano del animal hacia la mano blan- «moderno» y con la mítica falta de esperanza
ca borra de nuevo toda huella de los cuerpos política de gran parte de la «postmoderní-
invisibles de la gente de color a la que nunca dad», minada por los temores al derrumbe de
se ha considerado capaz de representar a la la representación ~. Desafortunadamente, la
humanidad en la iconografía occidental. La representación, sea o no fraudulenta, es una
mano blanca será el instrumento que salve a la práctica muy flexible.
naturaleza —y en ese proceso se salvará a sí Las manos entrelazadas del anuncio de la
misma de una ruptura con la naturaleza—. Ce- Gulf son semióticamente similares al pico grá-
rrando así grandes brechas, los trascendentales fico del anuncio de Vega de la Figura 5: «Ga-
de naturaleza y sociedad se reúnen en la figura rantiz’ado. Puro»; «Comprender lo es todo».
metonímica de las manos suavemente entrela- No hay interrupción en estas historias de
zadas de dos mundos, cuyo inocente contacto comunicación, de progreso y de salvación gra-
táctil depende de la ausencia del «otro mundo», cias a la ciencia y la tecnología. Sin embargo,
el «tercer mundo», donde hoy se transpira el puede hacerse que la historia de Jane Goodall
drama. en Gombe muestre sus condiciones de posibi-
En la historia de las ciencias de la vida, la lidad; incluso en las secuencias de los especia-
gran cadena de seres que va desde las formas les del National Geographic vemos a la mujer
de vida «más bajas» a las «más altas» hajuga- joven en la cima de una montaña por la noche
do un papel crucial en la construcción discur- comiéndose una lata de carne de cerdo con
siva de la raza como objeto de conocimiento y judías, ese signo de la civilización industrial
del racismo como fuerza viva. Después de la tan crucial para la historia del colonialismo en
Segunda Guerra Mundial y de la eliminación África, como dice la voz en off de Orson
parcial del racismo explicito de la biología Welles a propósito de ¡la búsqueda solitaria
evolucionista y de la antropología física, gran del contacto con la naturaleza! En uno de los
parte del discurso racista y colonialista se con- informes publicados de Goodall sobre sus pri-
tinuó proyectando sobre los «parientes más cer- meros días en Gombe, leemos que su madre y
canos del hombre», los monos antropoides 32 ella, de camino a la reserva de chimpancés, se
Es imposible imaginarse las manos entrelaza- pararon a la orilla del lago Tanganica en la ciu-
das de una mujer blanca y un mono africano dad de Kigoma, frente al Congo que ya no era
sin evocar la historia de la iconografía racista belga, cuando uhu;-u, libertad, resonó sobre
de la biología y de la cultura popular europea Africa. Goodall y su madre prepararon dos mil
y americana. La mano del animal es metoní- bocadillos de carne de cerdo en conserva para
micamente la del chimpancé individual, la de los belgas en retirada antes de embarcarse
todas las especies amenazadas, la del tercer hacia las «tierras vírgenes de Tanzania» (Goo-
mundo, la de la gente de color. Africa, la tierra dalí, 1971:27). También se puede reconstruir
amenazada ecológicamente —todo ello firme- una historia de Gombe como un lugar de
mente del lado de la Naturaleza, todo ello investigación en los años setenta. Uno de los
Las promesas de los monstruos: Una política regeneradora... 135

puntos destacables en esta reconstrucción es 42-5). Todas las acotaciones en el artículo de


que, en los años de trabajo científico más Discover nos invitan a leer esta foto como el
intenso, había más gente -entre el personal drama de la confluencia de lo «tradicional» y
investigador y sus familias, africanos, europeos lo «moderno», escenificado en esta popular
y norteamericanos— que chimpancés. La Natu- publicación científica norteamericana dirigida
raleza y la Sociedad se encontraban en una his- a un público interesado en seguir creyendo en
toria determinada; en otra historia, la estructu- esas categorías. Sin embargo nosotros, como
ra de la acción y de los actantes toma una miembros desconfiados de ese público, tene-
forma diferente. mos una responsabilidad semiótica política
Es difícil componer la historia de Jane Goo- diferente, facilitada por otra publicación, Tire
dalí y los salvajes chimpancés despojada de su Fwe of tire Foresí’, de Susanna Hecht y Ale-
mensaje «moderno» de «salvar la naturaleza», xander Cockbum (1989; ver también T. Tur-
tanto en el sentido de la naturaleza salvadora ner, 1990) con la que pretendo sugerir articu-
como en el de los científicos que hablan por laciones y solidaridades con la práctica fílmica
ella y la preservan en un drama de representa- del hombre kayapó, más que leer su foi’ograffa,
cion. Dejemos, por tanto, esta narrativa por que no se reproduce en este ensayo ~.

otro lugar tropical colonizado en el cuadrante En su libro, que fue deliberadamente compi-
Real/Tierra del cuadrado semiótico: la Amazo- lado, publicado y puesto a la venta en un for-
nia. Para recordar que todos los lugares colo- mato adecuado y a tiempo para la temporada
nizados tienen, dicho de forma eufemística, de regalos de diciembre de 1989, un acto sen-
una relación especial con la naturaleza, vamos cillo de política cultural que no debe pasar
a estructurar esta historia para contar algo desapercibido, Hecht y Cockburn tienen un
amoderno sobre la naturaleza y la sociedad —y objetivo central. Pretenden deconstruir la ima-
quizá algo más compatible con la superviven- gen de la selva tropical, especialmente de la
cia de todos los actantes implicados en la red, Amazonia, como «Edén en una vitrina». Lo
humanos y no humanos—. Para contar esta his- hacen para insistir en las localizaciones de la
toria debemos desconfiar tanto de la naturale- responsabilidad y la autorización en las luchas
za como de la sociedad y resistir los imperati- conservacionistas actuales, sobre cuyo resulta-
vos a ellas asociados para representar al do dependen las vidas y formas de vida de las
«otro», para reflejarlo, darle voz o actuar como personas y de otras muchas especies. Apoyan,
sus ventrílocuos. El punto fundamental aquí en especial, no una política de «salvación de la
no será ningún Adán —ni ninguna Jane— que naturaleza» sino una política de «naturaleza
llegue a nombrar a todos los seres del jardín. social», no una política de parques nacionales
La razón es sencilla: no hay tal jardín ni lo ha y reservas protegidas —que responde ineludi-
habido nunca. Ningún nombre ni ningún con- blemente con una técnica fija a cualquier peli-
tacto es original. La pregunta que anima esta gro particular para la supervivencia—, sino de
narrativa difractada, esta historia basada en una organización diferente de tierras y perso-
pequeñas diferencias, es también sencilla: nas, donde la práctica de la justicia reestructu-
¿conllevan diferencias en sus consecuencias ra el concepto de naturaleza.
una semiótica política de la articulación y una Los autores nos cuentan una historia impla-
semiótica política de la representación? cable de una «naturaleza social» de muchos
El número de Agosto de 1990 de la revista cientos de años, en cada momento cohabitada y
Discover incluye una historia titulada «Tecno- co-constituida por humanos, tierras y otros
logía en la Jungla». Una foto de página y organismos. Por ejemplo, la diversidad de es-
media de un indio kayapó, con vestimenta in- pecies de árboles de la selva no puede explicar-
dígena y utilizando una cámara de vídeo, se sin las prácticas deliberadas y duraderas de
acompaña de manera espectacular a los párra- los kayapó y de otros grupos, a los que Hecht y
fos introductorios. El pie de foto nos dice que Cockburn describen, evitando milagrosamente
el hombre está «grabaindo] a los hombres de dar una visión romántica, como «científicos
su tribu, que se han concentrado en la ciudad medioambientales consumados». Hecht y
de Altamira, en el centro de Brasil, para pro- Cockburn evitan la idealización romántica por-
testar contra la construcción de una presa que no invocan la categoría de lo moderno
hidroeléctrica en su territorio» (Zimmer, 1990, como el ámbito especial de la ciencia. De esta

~PhE~Ifi&6
forma, no tienen que navegar por los bancos de cos, conservadores, políticos y especuladores;
comparaciones amenazadoras entre, según el pero su destino está íntimamente entrelazado
gusto de cada cual, la «etnociencia», simple o con el de los otros habitantes históricos sempi-
maravillosa, y la «ciencia moderna», real o ternos de este mundo severamente contestado.
repugnante. Los autores insisten en representar Es de esta gente desesperadamente pobre, parti-
la selva como la consecuencia dinámica de la cularmente de la unión de manipuladores del
historia humana y la historia biológica. Sólo caucho, de donde surge Chico Mendes, el acti-
después de que a las densas poblaciones indíge- vista por la transformación mundial asesinado
nas (que eran de 6 a 12 millones en 1492) se las el 22 de diciembre de 1988 36
hubiera enfermado, esclavizado, asesinado o Una parte crucial de la clarividencia de Men-
desplazado de las márgenes de los ríos de cual- des por la que fue asesinado fue la constitución
quier otra forma, sólo entonces pudieron los de los recolectores y las poblaciones indígenas
europeos representar la Amazonia como de la selva como, según dicen Hecht y Cock-
«vacía» de cultura, como «naturaleza», o, en burn, «los verdaderos defensores de la selva».
términos más recientes, como una entidad Su posición como defensores se deriva no de
«puramente» biológica. una idea de «naturaleza amenazada», sino de
Sin embargo, la Amazonia ni estaba ni se una relación con «la selva como integumento
quedó «vacía», aunque «naturaleza» (como de su propia lucha elemental por la superviven-
«hombre») es una de esas construcciones dis- cia» (p. l96)~~. En otras palabras, su autoridad
cursivas que funcionan como tecnologías para no emana del poder para representar desde la
hacer el mundo a su imagen. En primer lugar, distancia, ni de un estatus ontológico natural,
hay gentes indígenas en la selva, muchas de sino de una relacionalidad social constitutiva
las cuales se han organizado en los últimos en la que la selva es una compañera esencial,
años como sujeto mundialmente histórico y parte de la encamación natural/social. En sus
regionalmente arraigado preparado para inte- reivindicaciones de autoridad sobre el destino
racciones globales/locales, o, en otras pala- de la selva, las poblaciones residentes están
bras, para poner en pie colectivos nuevos y articulando una entidad social colectiva de hu-
poderosos de humanos y no humanos, tanto manos, otros organismos y otros tipos de acto-
tecnológicos como orgánicos. Los Pueblos res no humanos.
Indígenas del Amazonas, integrado por grupos Las poblaciones indígenas se están resis-
nacionales y tribales de Colombia, Ecuador, tiendo a una larga historia de «tutelaje» forzo-
Brasil y Perú (alrededor de un millón de per- so, para hacer frente a las poderosas represen-
sonas) que sucesivamente se unen a otros gru- taciones de medioambientalistas nacionales e
pos organizados de pueblos indígenas de las internacionales, de banqueros, promotores tn-
Américas se han convertido en un nuevo suje- mobiliarios y tecnócratas. Los recolectores, los
to/objeto discursivo, que tiene el poder para manipuladores del caucho, por ejemplo, están
reconstituir lo real implicado en las construc- articulando también independientemente su
ciones discursivas. Además, en la selva hay punto de vista colectivo. Ningún grupo quiere
alrededor de 200fl00 personas de ascendencia ver el Amazonas «salvado» por su exclusión y
mixta, que se superponen en parte con la su permanente sujeción a las fuerzas políticas
población indígena. Tienen una historia de y económicas históricamente dominantes.
muchas generaciones viviendo como peque- Como Hecht y Cockbum señalan, «Los reco-
ños recolectores —de oro, nueces, caucho y lectores de caucho no han arriesgado sus vidas
otros productos de la selva— en el Amazonas. en beneficio de las reservas extractoras para
Es una historia compleja de explotación vivir de ellas como peones endeudados» (p.
horrenda. Estos pueblos también están amena- 202). «Cualquier programa para el Amazonas
zados por los últimos proyectos de bancos empieza por los derechos humanos básicos: el
mundiales y capitales nacionales desde Brasilia fin del cautiverio de la deuda, de la violencia,
a Washington ~. Estos últimos llevan muchas de la esclavitud y de los asesinatos cometidos
décadas en conflicto con las poblaciones indí- por quienes se apoderarían de las tierras que
genas por los recursos y las formas de vida. Su esta gente de la selva ha ocupado durante ge-
presencia en la selva podría ser el fruto de las neraciones. La gente de la selva busca el reco-
fantasías coloniales de bandeirantes, románti- nocimiento legal de los territorios nativos y las

Pfl~L~j~5~
reservas extractoras ocupadas bajo el principio acción—; pero un movimiento así es impugna-
de propiedad colectiva, trabajadas como pro- ble, no es la relación necesaria de la «naturale-
piedades individuales con ingresos individua- za humana» con el resto del mundo. Los otros
les» (p. 207) actores, humanos y no humanos, normalmente
En el segundo encuentro nacional brasileño se resisten a los reduccionismos. Los poderes
de la Alianza de la Gente de la Selva celebra- de la dominación, en realidad, fracasan algu-
da en Río Branco en 1989, poco después de nas veces en sus intentos por doblegar a otros
que el asesinato de Mendes pusiera el tema en actores; la gente puede trabajar para intensifi-
el candelero catapultándolo a los medios de car la elevada proporción de fracasos. La natu-
comunicación internacionales, se formuló un raleza social es el nexo que he llamado natura-
programa, llamado Nossa Naturaleza, enfren- leza artefactual. Los humanos «defensores de
tado a la política estatal brasileña anterior. la selva» no viven hoy ni han vivido nunca en
Articulando una noción bastante diferente de un jardín; es desde un nudo en el nexo siempre
relación de la primera persona del plural con la histórico y heterogéneo de la naturaleza social
naturaleza y el entorno natural, la base del pro- desde donde articulan sus reivindicaciones, O
grama de la Alianza de la Gente de la Selva quizá es dentro de ese nexo desde donde yo y
está controlada por y para las poblaciones de la otra gente como yo narramos una política posi-
selva. Las cuestiones centrales son el control ble de articulación más que de representación.
directo de las tierras indígenas por las pobla- Es responsabilidad nuestra averiguar si con
ciones nativas, una reforma agraria vinculada una ficción así el Amazonas podría querer par-
a un programa medioambiental, el desarrollo ticipar en una alianza para defender la selva
técnico y económico, instalaciones sanitarias, tropical y sus formas de vida humanas y no
salarios mayores, sistemas mercantiles local- humanas, porque sin duda los norteamerica-
mente controlados, el final de los incentivos nos, los europeos y los japoneses, entre otros,
fiscales para los empresarios ganaderos, agrí- no podemos vigilar desde lejos como si no fué-
colas y de la explotación forestal insostenible, ramos actores, lo queramos o no, en la lucha
el final de la servidumbre de la deuda y la pro- por la vida y la muerte en el Amazonas.
tección legal y policial. Hecht y Cockburn En una reseña de Fate of tire Forest, Joe
denominan a esto una «ecología de la justicia» Kane, autor de otro libro sobre la selva tropical
que rechaza una solución tecnicista, sea benig- que salió al mercado en las Navidades de 1989,
na o maligna, para la destrucción medioam- el viaje de aventuras Running tite Amazon
biental. La Alianza de la Gente de la Selva no (1989) planteaba este tema de una forma que
~,

rechaza el saber-hacer técnico o científico, ya puede agudizar y clarificar aquello que me


sea suyo o de otros; lo que se rechaza es la mo- lleva a oponerme a una política de la represen-
derna epistemología política que otorga juris- tación en general, y, en particular, en cuestio-
dicción sobre la base del discurso tecnocientí- nes ecológicas y conservacionistas. En el con-
fico. El punto fundamental es que la Biosfera texto de la preocupación por las formas en que
Amazónica es una entidad irreductiblemente la naturaleza social o la ecología socialista re-
colectiva de humanos y no humanos ~ No cordaban demasiado a las políticas multiuso de
habrá naturaleza sin justicia. La naturaleza y las selvas nacionales de los Estados Unidos,
la justicia, objetos discursivos en liza encama- que han dado como resultado una explotación
dos en el mundo material, se extinguirán o rapaz de la tierra y de otros organismos, Kane
sobrevivirán juntas. se hacia una pregunta sencilla: «¿[Q]uién habla
La teoría aquí es sumamente corporal, y el por el jaguar?». A mi me interesa la supervi-
cuerpo es un colectivo; es un artefacto históri- vencia del jaguar, y la del chimpancé, y la de
co constituido por humanos así como por acto- los caracoles hawaianos, y la del búho motea-
res no humanos orgánicos y tecnológicos. Los do, y la de otros muchos terrícolas. Me intere-
actores son entidades que hacen cosas, tienen san muchísimo; en efecto, creo que tanto yo
efectos, construyen mundos en concatenación como los grupos sociales en los que participo
con otros actores diferentes ~. Algunos acto- somos especial, aunque no exclusivamente,
res, por ejemplo, los específicamente huma- responsables de si el jaguar y muchas otras for-
nos, pueden intentar reducir a los otros actores mas de vida no humanas, y también humanas,
a recursos —mero ámbito y matriz de su perecen. Pero la pregunta de Kane parecía
equivocarse en un nivel fundamental. Entonces fetos porque se los reconstruye discursivamen-
entendí por qué. Su pregunta era precisamente te como seres con «intereses» opuestos. Ni la
como la planteada por algunos grupos pro-vida mujer ni el feto, ni el jaguar ni el indio kayapó
en los debates sobre el aborto: ¿Quién habla son actores en el drama de la representaclon.
por el feto? ¿Qué es lo que falla en ambas pre- Un conjunto de entidades pasa a ser lo repre-
guntas? Y ¿cómo se relaciona este asunto con sentado, el otro se convierte en el ambiente, a
los estudios de la ciencia en tanto que estudios menudo amenazador, para el objeto representa-
culturales? do. El único actor que queda es el portavoz, el
¿Quién habla por el jaguar? ¿Quién habla que representa. La selva ya no será más el inte-
por el feto? Ambas preguntas descansan en una gumento de una naturaleza social co-construi-
política semiótica de la representación ‘4-. Cons- da; la mujer no es de ninguna manera una com-
tantemente mudos, requiriendo siempre los pañera en una íntima e intrincada dialéctica de
servicios de un ventrílocuo, sin forzar una relacionalidad social crucial para su propio ser
votación de destitución, en cada caso el objeto persona, así como para la posibilidad de que
o el campo de representación es la realización sea persona su co-actor social interno —aunque
del fervorosisimo sueño del representante. djferente—43. En la lógica liberal de la represen-
tación, el feto y el jaguar deben protegerse pre-
Como dijo Marx en un contexto algo diferente,
«No se pueden representar a sí mismos, tienen cisamente de quienes están cerca, de sus
«entonos». El poder de la vida y de la muerte
que ser representados» 42, Pero para una semto- debe delegarse a favor del ventriocuo más
logia política de la representación, la naturale- epistemológicamente desinteresado, y es fun-
za y el feto no-nato son incluso mejores, epis- damental recordar que todo esto se refiere al
temológicamente, que los adultos humanos poder de vida y muerte.
sojuzgados. La efectividad de esa representa- ¿Quién, dentro del mito de la modernidad,
ción se basa en operaciones de distanciamien-
está menos sesgado por intereses en contienda,
to. Lo representado debe retirarse de los nexos o menos contaminado por la cercanía excest-
discursivos y no-discursivos que lo rodean y lo va, que el experto, especialmente el científico?
constituyen y resituarse en el dominio autorita- En efecto, por encima del abogado, el juez o el
rio del representante. Realmente, el efecto de legislador nacional, el científico es el repre-
esta operación mágica es desautorizar precisa- sentante perfecto de la naturaleza, esto es, del
mente a quienes —en nuestro caso la mujer
mundo objetivo permanente y constitutiva-
embarazada y las gentes de la selva— están mente mudo. Sea hombre o mujer, su distancia
«cerca» del objeto «natural» ahora-representa- desapasionada es su mayor virtud; esta distan-
do. Tanto al jaguar como al feto se les aparta a cia discursivamente construida, marcada por
la fuerza de una entidad colectiva y se les resi- las estructuras de género, legitima su privile-
túa en otra, donde se les reconstituye como gio profesional, que en estos casos, de nuevo,
objetos de un tipo especial, como la base de es el poder de testificar sobre el derecho a la
una práctica representacional que autoriza
vida y a la muerte. Después de que Edward
para siempre al ventrilocuo. El tutelaje será Said citara a Marx a propósito de la represen-
eterno. Lo representado queda reducido al tación en su epígrafe a Orienta/hm, citó el
estatus permanente de recipiente de la acción, Tancred de Benjamin Disraeli, «El Este es una
sin poder ser nunca un co-actor en una prácti- carrera>. Este mundo objetivo separado —la
ca articulada con otros compañeros sociales naturaleza no-social— es una carrera. La natu-
diferentes, pero vinculados. raleza legitima la carrera del científico, de la
Todo lo que se utiliza para rodear y sustentar misma forma que Oriente justifica las prácti-
al objeto representado, sea la mujer embaraza- cas representacionales del orientalista, incluso
da o la población local, simplemente desapare- cuando «Naturaleza» y «Oriente» son prectsa-
ce del drama o reaparece en él como antago-
mente productos de las prácticas constitutivas
nista. Por ejemplo, la mujer embarazada pasa a de los científicos y los orientalistas.
convertirse jurídica y médicamente, dos domi-
Éstas son las inversiones que han sido objeto
nios muy poderosos, en el «entorno maternal»
de tanta atención en los estudios sobre la cien-
(Hubbard, 1990). La mujer embarazada y la cia. Bruno Latour esboza la doble estructura de
población local son los menos capacitados para representación mediante la que los científicos
«hablar por» objetos como los jaguares o los
establecen el estatus objetivo de su conoci- articulatorias. El potencial para lo inesperado
miento. En primer lugar, las operaciones dan a partir de los actantes, que no están desnudos,
forma y alistan nuevos objetos o aliados humanos y no humanos implicados en las arti-
mediante visualizaciones u otros medios deno- culaciones —es decir, el potencial para la gene-
minados instrumentos de inscripción. En ración— sigue tanto problematizando como
segundo lugar, los científicos hablan como si legitimando ¡a tecnociencia. Los filósofos
fueran portavoces de los objetos mudos a los occidentales a veces se hacen eco de la inade-
que acaban de dar forma y alistar como aliados cuación de los nombres acentuando la «nega-
en un campo agonistico llamado ciencia. tividad» inherente a todas las representacio-
Latour define el actante como lo que es repre- nes. Esto nos lleva de nuevo al punto señalado
sentado; el mundo objetivo se presenta como por Spivak, y citado antes, sobre las cosas
el actante únicamente en virtud de las opera- importantes que no podemos dejar de desear,
ción de representación (Latour. 1987: 70-74, pero que nunca podemos tener —o representar,
90). La autoría depende del representante, ya que la representación depende de la pose-
incluso cuando afirma un estatus de objeto sión de un recurso pasivo, esto es el objeto
independiente para lo representado. En esta mudo, el actante desnudo—. Quizá podamos,
estructura doble, la ambigliedad simultánea- sin embargo, «articular» con humanos y no
mente semiótica y política de la representación humanos una relación social, que en nuestro
es notoria. Primero, una cadena de sustitu- caso está siempre mediada por el lenguaje
ciones, que opera mediante instrumentos de (entre otras mediaciones semióticas, esto es,
tnscnpción, resitúa el poder y la acción en «significativas»). Sin embargo, para nuestros
«objetos» divorciados de contextualizaciones compañeros desemejantes la acción es «dife-
contaminantes y nombrados mediante abstrac- rente», quizá «negativa» desde nuestro punto
ciones formales («el feto»). Después, el lector de vista lingúistico, pero crucial para la gene-
de las inscripciones habla por sus dóciles cir- ratividad del colectivo. El espacio vacio, la
cunscripciones, los objetos. Esto no es un indecibilidad, la astucia de otros actores, la
mundo demasiado vivo, y al final, no ofrece «negatividad», es lo que me lleva a confiar en
demasiado a los jaguares, en cuyo nombre la realidad y por tanto en la irrep-esentabili-
opera supuestamente todo el aparato. dad última de la naturaleza social y lo que me
En este ensayo he estado defendiendo otra hace sospechar de las doctrinas de representa-
forma de ver los actores y los actantes, y, con- ción y objetividad.
secuentemente, otra forma de trabajar para Mi cruda caracterización no acaba en un
situar a los científicos y a la ciencia en luchas «mundo objetivo» o «naturaleza», sino que
importantes que tienen lugar en el mundo. He desde luego insiste en el mundo. Este mundo
destacado los actantes en tanto que entidades debe articularse siempre, desde los puntos de
colectivas que hacen cosas en un campo de vista de la gente, mediante «conocimientos
acción estructurado y estructurante; he presen- situados» (Haraway. 1988; 1991). Estos cono-
tado la cuestión en términos de articulación, cimientos son cordiales con la ciencia, pero no
más que de representación. Los seres humanos facilitan ninguna base para inversiones que
utilizan nombres para referirse así mismos y a escapen a la historia, ni para la amnesia sobre
otros actores y confunden fácilmente esos cómo se construyeron las articulaciones, sobre
nombres con las cosas mismas. Estos mismos su semiótica política, si se quiere. Creo que el
humanos creen también que los trazos de los mundo es precisamente lo que se hace desapa-
instrumentos de inscr¡pción son como nom- recer en las doctrinas de la representación y en
bres —indicadores de cosas—, de forma que las la objetividad científica. Es porque me impor-
inscripciones y las cosas pueden implicarse en tan los jaguares, entre otros actores, incluidos
dramas de sustitución e inversión. Sin embar- los grupos superpuestos aunque no idénticos
go, desde mi punto de vista, las cosas no pree- llamados poblaciones de la selva y ecologistas,
xisten como referentes siempre escurridizos, por lo que rechazo la pregunta de Joe Kane. A
aunque completamente preestablecidos de los algunos estudiosos de la ciencia les ha dado
nombres. Otros actores son más astutos que pavor criticar sus formulaciones constructivis-
eso. Los límites se conforman de manera pro- tas porque la única alternativa parece ser algu-
visional y nunca definitiva mediante prácticas na forma retrógada de «vuelta atrás» a la natu-
raleza y al realismo filosófico t Pero yendo mismos, a la gente que no vive en el Amazo-
más allá que la gente, estos estudiosos deberían nas—. Todos estamos en zonas fronterizas
saber que la «naturaleza» y el «realismo» son quiasmáticas, en áreas limínales en las que se
precisamente las consecuencias de las prácticas están gestando formas nuevas y tipos nuevos
representacionales. No nos hace falta «volver» de acción y responsabilidad en el mundo. El
a la naturaleza, sino ir a otra parte, mediante y hombre con su cámara de video está fraguan-
dentro de una naturaleza social artefactual, a la do una reivindicación práctica que nos dirige a
que estos mismos estudiosos han ayudado a ser nosotros, moral y epistemológicamente, así
expresable en la actual práctica erudita occt- como al resto de la gente de la selva a quienes
dental. Esa práctica de construcción-de-conoci- mostrará la grabación para consolidar la defen-
miento podría articularse mediante otras prácti- sa de la selva. Su práctica invita a una articu-
cas en formas a favor de la vida diferentes a las lación nueva, en los términos formulados por
del feto o el jaguar en tanto que fetiches de la la gente de la selva. Ya no se los representará
naturaleza y diferentes también a las del exper- como Objetos, no porque traspasen la línea
to en tanto que su ventrílocuo. para representarse en términos «modernos»
Preparados ya tras este largo rodeo, pode- como Sujetos, sino porque conformen colecti-
mos volver al hombre kayapó que graba a los vos poderosamente articulados.
hombres de su tribu mientras protestan contra En Mayo de 1990, se celebró un encuentro
una nueva presa hidroeléctrica en su territorio. de una semana en Iquitos, una ciudad antes
La National Geographic Society, la revista próspera por el caucho, situada en el Amazo-
Discover y la Gulf Oil —y gran parte de la filo- nas peruano. La COICA. la Coordinadora de
sofía y la ciencia social— nos harían ver su Organizaciones Indígenas del Amazonas,
práctica como un doble cruce de las fronteras habían reunido a gente de la selva (de todas las
entre lo primitivo y lo moderno. Su práctica naciones que forman la Amazonia), a grupos
representacional, significada por el uso de la ecologistas de todo el mundo (Greenpeace,
última tecnología, lo sitúa en el ámbito de lo Amigos de la Tierra, la Ram Forest Action
moderno. El está, por tanto, atrapado en una Network, etc.), y a medios de comunicación
curiosa contradicción: preservar una forma de (la revista Time, la CNN, la NBC, etc-) para
vida no moderna con la ayuda de la incon- «encontrar una línea común sobre la que tra-
gruente tecnología moderna. Pero, desde la bajar en la preservación de la selva amazóni-
perspectiva de una semiótica política de la arti- ca» (Arena-de Rosa, 1990:1-2). La protección
culación, el hombre podría estar fraguando un de la selva tropical se formulaba como una
colectivo nuevo de humanos y no humanos, cuestión que vinculaba los derechos humanos
compuesto en este caso de kayapós, videocá- con la ecología. La demanda fundamental por
maras, tierra, plantas, animales, públicos pró- parte de los indígenas era que debían participar
ximos y distantes y otros elementos constituti- en todas las negociaciones internacionales que
vos; sin que ello supusiera la violación de afectaran a sus territorios. Las propuestas de
ninguna frontera. La forma de vida no es no- intercambio de «Deuda a cambio de Naturale-
moderna (más cercana a la naturaleza); la za» fueron particulannente controvertidas,
cámara no es moderna ni postmoderna (en el especialmente donde los grupos de indígenas
lado de la sociedad). Esas categorías deberían obtuvieron peores resultados que en acuerdos
dejar de tener sentido. Donde no hay naturale- previos con sus gobiernos como consecuencia
za ni sociedad, no es placentero ni entretenido de las negociaciones entre los bancos, los gru-
representar la violación de las fronteras que las pos conservacionistas externos y los estados
separan. Absolutamente terrible para las publi- nacionales. De la controversia surgió una pro-
caciones sobre la naturaleza, pero una ganan- puesta: en vez de un intercambio de deuda-
cia para los otros inapropiados/bies. por-naturaleza, la gente de la selva apoyaría
Eso no implica ni que la práctica de vídeo- intercambios de deuda-por-territorios-contro-
grabación sea inocente ni que carezca de inte- lados-por-indígenas, en los que los ecologistas
rés; sino que sus significados deben abordarse no-indígenas jugarían un «nuevo papel de
de forma diferente, en términos de los tipos de ayuda al desarrollo del plan de administración
acción colectiva que tienen lugar y las reivin- de la conservación de las regiones particulares
dicaciones que hacen a otros —como a nosotros de la selva tropical» (Arena-de Rosa, 1990).

~1bgJfit,
Los ecologistas indígenas también serían reco- de Tanzania», un «ecosistema» mitico con
nocidos no por su «etnociencia» singular, sino reminiscencias del jardín original del que su
por su conocimiento. especie había sido expulsada y al que volvía
No hay nada en esta estructura de acción para conversar con los habitantes actuales de
que excluya las articulaciones de los científi- las tierras virgenes para aprender a sobrevivir.
cos y otros norteamericanos que se interesan Estas tierras vírgenes estaban en su soñada
por los jaguares y otros actores; pero los excelencia cerca del «espacio», pero las tierras
modelos, flujos e intensidades de poder, con virgenes de Africa estaban codificadas como
toda seguridad, han cambiado. Esto es lo que densas, húmedas, corporales, llenas de criatu-
hace la articulación; siempre es una práctica ras sensuales con las que entrar en contacto
no inocente, impugnable; los compañeros no íntima e intensamente. Por el contrario, lo ex-
se establecen de una vez para siempre. Aquí no traterrestre se codifica para ser absolutamente
hay ventriloquia. La articulación es un produc- general; hace referencia a la huida desde el
to, y puede fallar. Toda la gente que importa, globo limitado hacia un anti-ecosistema llama-
cognitiva, emocional y políticamente, debe do, simplemente, espacio. El espacio no se
articular su posición en un campo constreñido refiere a los origenes del «hombre» en la tierra,
por una nueva entidad colectiva, compuesta de sino a su futuro, los dos tiempos claves alocró-
indígenas y otros actores humanos y no huma- nícos de la historia de salvación. El espacio y
nos. El compromiso y la entrega, no su invali- los trópicos son figuras tópicas utópicas en los
dación, con un colectivo emergente son las imaginarios occidentales, y sus propiedades
condiciones de confluencia entre las prácticas opuestas significan dialécticamente origenes y
de producción de conocimiento y las de cons- finales para la criatura cuya vida mundana esta
trucción del mundo. Esto es el conocimiento supuestamente fuera de ambos: el hombre mo-
situado en el Nuevo Mundo; se levanta sobre derno o postmoderno.
lugares comunes, y toma giros inesperados. Los primeros primates que se dirigieron a
Hasta ahora, ni las grandes compañías petrolí- ese lugar abstracto llamado «espacio» fueron
feras, ni los grandes bancos, ni la industria de monos y simios. Un macaco sobrevivió a un
explotación forestal han patrocinado ese cono- vuelo a más de 133.500 metros de altura en
cimiento. Esta es precisamente una de las razo- 1949. Jane Goodall llegó a «las tierras vírgenes
nes por las que norteamericanos, europeos y de Tanzania» en 1960 para encontrar y nom-
japoneses, entre otros, tienen mucho que tra- brar a los famosos chimpancés del río Gombe
bajo que hacer en la articulación con esos presentados a los televidentes del National
humanos y no humanos que viven en las selvas Geographic en 1965. Sin embargo, otros chim-
tropicales y en muchos otros lugares de ese pancés estaban disputándose los focos a princi-
espacio semiótico llamado tierra. pios de los años 60. El 31 de enero de 1961,
como parte del programa hombre-en-el-espa-
cio de Estados Unidos, el chimpancé HAM,
B. EL ESPACIO EXTERIOR: entrenado para esta tarea en la base aérea de
LO EXTRATERRESTRE Holloman, a 20 minutos en coche desde Ala-
mogordo, Nuevo México, cerca del lugar
Después de haber pasado tanto tiempo en la donde se produjo la primera explosión de la
tierra, un ejercicio profiláctico para residentes bomba atómica en julio de 1945, fue lanzado
del extraño «Primer Mundo», nos sumergire- en un vuelo suborbital (Figura 8). El nombre de
mos apresuradamente en los otros tres ángulos HAM nos recuerda inevitablemente al hijo
del cuadrado semiótico. Pasaremos de un lugar menor, el único negro, de Noé. Pero el nombre
común tópico a otro, de la tierra al espacio, de este chimpancé provenía de un tipo distinto
para ver qué cambios podrían ocurrir en nues- de texto. Su nombre era un acrónimo de la ins-
tros viajes hacia otra parte. titución científico-militar que lo lanzó, Hollo-
Un ecosistema es siempre de un tipo deter- man AeroMedical, describiendo un arco que
minado, por ejemplo, un pradera templada o trazó el camino de nacimiento de la ciencia
una selva tropical. En la iconografía del capi- moderna: la parábola, la sección cónica. La tra-
talismo tardío, Jane Goodall no fue a ese tipo yectoria parabólica de HAM está llena de evo-
de ecosistema. Ella fue a las «tierras vírgenes caciones de la historia de la ciencia occidental.
142 Donna Haraway

sólo se le había conocido corno #65. Si, en el


burlón lenguaje oficial de la Guerra Fría, la
misión tenía que «abortarse», las autoridades
no querían que el público se preocupara por la
muerte de un famoso astronauta, aunque no
fuera humano. con nombre propio. De hecho.
#65 sí que tuvo un nombre para sus entrenado-
res, Chop Chop Chang, haciéndose eco del pas-
moso racismo en el que se había obligado a
participar a otros primates 4S. El hijo vicario de
la carrera espacial era un «suplente del hombre
en la conquista del espacio» (Eimerl y De Vore,
1965: 173). Sus primos homínidos trascenderían
esa figura parabólica cerrada, primero con la
elipse del vuelo orbital , después en las trayec-
torias superiores de huida de la graved.ad de la
tierra.
HAM. sus primos humanos y sus colegas
simios, y su tecnología totalizante y a medida
estaban implicados en la reconstitución de la
masculinidad en los lenguajes de la Guerra
Fría y de la carrera espacial . La película The
Right Stuff [Lo que hay qué tener] (I985)
muestra la primera tripulación de as tro-
nau(seas)tas humanos luchando por su orgullo
ofendido cuando se dan cuenta de que todas
sus tareas las realizan sus primos simios. Los
astronautas y los chimpancés estaban atrapa-
dos en el mismo teatro de la Guerra Fría.
donde los acciones hqoicas masculinistas. de
desafio a la muerte y de gran destreza, de los
Fis ura 8. Ham espera en su cabina, a bordo de la cámara
de recuperación Donner, a que lo liberen desputs de su pilotos de pruebas de los viejos reactores se
lanUlmicnlQ con ~JÚto en el Proyecto M~ury. FOlografía quedaban obsoletas, y eran reemplazadas por
de Henl")' Borroughs. las rutinas de los bombos publicitarios de los
proyectos Mercury, Apollo y sus secuelas.
La trayectoria de un proyectil no escapa a la Después de que el chimpancé Enos completa-
gravedad, la parábola es la fanna estudiada tan ra un vuelo orbital completamente automático
profundamente por Galileo, en el primer el 29 de noviembre de 1961 , John Glenn, que
momento mítico de los orígenes de la moderni- sería el primer astronaüta humano americano
dad. cuando tanto las propiedades sensoriales en girar alrededor de la tierra, defensivamente
no cuantificables de Los cuerpos como sus pro- «miraba hacia el futuro afumando su creencia
piedades matemáticamente cuantificables que- en la superioridad de los astronautas sobre los
daban separadas en el conocimiento científico. chimponautas~. El Newsweek anunció el vuelo
Describe la trayectoria de las annas balísticas. orbital de Glenn el 20 de febrero de 1962, con
y es el tropo para los proyectos del «hombre» el titular «John Glenn: Una máquina que fun-
destinados al fracaso en los escritos de los exis- cionó sin defectos» 46. Los primates soviéticos
tencialistas en los afias 50. La parábola traza la a ambos lados de la línea de hominización
trayectoria del Hombre Cobete del final de la compitieron con sus hennanos estadouniden-
Segunda Guerra Mundial de Gravity's Rainbow ses en la carrera orbital extraterrestre. Las
de Thomas Pynchan (1983). HAM, suplente naves espaciales, las tecnologías de grabación
del hombre, fue sólo a la frontera del espacio, y localización , los animales y los seres huma-
en vuelo suborbital. A su regreso a la tierra, nos se articularon como cyborgs en el teatro de
recibió su nombre. Antes de su exitoso vuelo la guerra, la ciencia y la cultura popular.
Las promesas de los monstruos: Una politica regeneradora... 43

La famosa fotografía de Henry Burroughs destino final como chimpancé adulto enjaula-
de un HAM interesado e inteligente, partici- do. la fotografía de HAM deja rápidamente de
pante activo, que mira cómo las manos de un divenir, y mucho menos de ser edificante. Así,
humano blanco vestido con una bata de labo- veamos otra imagen cyborg para representar
ratorio le liberan de su cápsula, arrojaba cierta las posibles emergencias de otros inapropia-
luz sobre el sistema de significados que vincu- dos/bles que desafíe a nuestros míticos henna-
laba a los humanos y a los simios a finales del nos delirantes, los hombres del espacio post-
siglo XX (Weaver, 1961). HAM es el hijo per- modernos.
fecto, renacido en la fría matriz del espacio. A primera vista , la camiseta que llevaban
Time describió al chimponauta Enos en su quienes participaban en una movilización anti-
«cápsula a medida que parecía una cuna con nuclear el día de la Madre y de las Otras de
adornos electrónicos» 47. Enos y RAM eran 1987 en el polígono de pruebas nucleares de
cyborgs neonatos, nacidos del interfaz de los Nevada, en Estados Unidos, parece oponerse
suenas de un autómata tecnicista y de la auto- ingenuamente a HAM en su cuna electrónica
nomía masculinista. No podría haber otro (Figura 9). Cuando se envió la camiseta a la
cyborg más icónico que un chimpancé telemé- imprenta, el nombre del acontecimiento era
tricamente implantado, sustituto del hombre, todavía «Acción del Día de la Madre», pero no
lanzado desde la tierra en el programa espa- tardaron mucho en aparecer objeciones entre
cial, mientras su compañero de especie en la quienes preparaban esta acción. Para mucha
selva, «en un.gesto espontáneo de confianza», gente, el Día de la Madre era, en el mejor de
entrelazaba la mano de una científica llamada los casos, una fecha ambivalente para la acción
Jane en un anuncio de la Gulf Dil mostrando de las mujeres. La codificación de la ¡;;:ultura
«el lugar del hombre en la estructura ecológi-
ca». En un extremo del tiempo y el espacio, el
chimpancé de las tierras vírgenes sirvió de
modelo comunicativo para el humano moder-
no, ecológicamente amenazado y amenazador.
En el otro extremo, el chimpancé ET sirvió de
modelo para los sistemas de comunicación
cibernéticos técnicos y sociales, que penniten
al hombre postmodemo escapar de la selva y
de la ciudad, en una confianza en el futuro
posible gracias a los sistemas socio--técnicos
de la «era de la infonnación» en un contexto
global de amenaza de guerra nuclear. La últi-
ma imagen de un feto humano arrojado al
espacio en 2001: Odisea en el Espacio de
Stanley Kubrick (1968) completó la travesía
de descubrimiento iniciado por _los simios
armados en el emocionante inicio de la pelícu-
la. Era el proyecto(/il) del hombre autocreado
renacido, en el proceso de extasiarse ante la LOVElOUR
historia. La Guerra Fría simulaba ser la última MOTHER
guerra; los medios de comunicación y las
empresas de publicidad de la cultura nuclear
produjeron en los cuerpos de los animales
- nativos y extraños paradigmáticos- las imá-
genes tranquilizadoras acordes con este estado
de guerra en estado puro (Virilio and Lotrin-
ger, 1983)".
En las secuelas de la Guerra Fría, nos
enfrentamos 00 al final del ouclearismo, sino a Figura 9. Camiseta de la Acción en la zona de ptl.Iebas
su diseminación. Incluso sin "que sepamos su de Nevada el Día de la Madre de 1987.
nuclear patriarcal, sobredeterminada por el tdeal eterna de los filósofos. Esta foto instantá-
género, hace responsables de la paz con dema- nea resuelve el dilema de la modernidad, la
siada facilidad a las mujeres mientras que los separación del Sujeto y el Objeto, de la Mente
hombres manosean sus peligrosos juguetes de y del Cuerpo. Hay, sin embargo, una nota dis-
guerra sin ninguna disonancia semiótica. El cordante en todo esto, incluso para las más
Día de la Madre no es tampoco la fiesta femi- devotas. Esta imagen particular de la tierra, de
nista favorita de nadie por el consumismo y el la Naturaleza, sólo podría existir si una cáma-
reforzamiento a diferentes niveles de la repro- ni en un satélite hubiera hecho la fotografía,
ducción heterosexual obligatoria que lo acom- como es, efectivamente, el caso. ¿Quién habla
pañan. Para otras, la pretensión de reclamar por la tierra? Sin duda en el objeto mundo lla-
otros significados para esa festividad, madres, mado naturaleza, esta fotografía de la madre
y por extensión mujeres en general, tiene efec- tierra, burguesa y afianzadora de la familia, es
tivamente un compromiso especial con la pre- más o menos tan inspiradora como una amoro-
servación de los hijos, y por tanto de la tierra, sa tarjeta de felicitación típica del Día de la
de la destrucción militar. Para ellas, la tierra es Madre. Y a pesar de todo, es hermosa, y es
metafóricamente madre e hija, y en ambas nuestra; debe enfocarse de forma diferente. La
figuraciones, un sujeto de parto y crianza. Sin camiseta es parte de una compleja entidad
embargo, ésta no era una acción de todas-las- colectiva, que implica muchos circuitos, dele-
mujeres, (mucho menos de todas las madres), gaciones y desplazamientos de competencias.
aunque fueran mujeres quienes lo organizaban Sólo en el contexto de la carrera espacial en el
y diseñaban. De la discusión surgió la designa- primer lugar, y la militarización y la mercanti-
ción «Acción del Día de la Madre y de las lización de la tierra global, tiene sentido resi-
Otras». Pero entonces, hubo quien pensó que tuar esa imagen como un signo especial de una
significaba madres y hombres Hicieron falta
~. política antinuclear, antimilitarista, centrada
recordatorios de los análisis feministas para en la tierra. Esa nueva ubicación no anula sus
volver a encender la conciencia compartida de otras resonancias; disputa su resultado.
que madre no equivale a mujer ni viceversa. Veo el «planeta tierra» de la Acción Medio-
Parte de la intención del día era recodificar el ambiental como un signo de una naturaleza
Día de la Madre para significar las obligacio- social artefactual irreductible, como la Gaia
nes masculinas con la crianza de la tierra y de del escritor de ciencia ficción John Varley y la
todos sus hijos. En el espíritu de este conjunto bióloga Lynn Margulis. Resituada en esta
de temas, en un momento en el que Baby M y camiseta particular, la visión del planeta tierra
sus múltiples padres en disputa —y desigual- desde el ojo del satélite incita a una versión
mente posicionados— ocupaban las noticias y irónica de la pregunta, ¿quién habla por la tie-
los tribunales, el grupo de mujeres de afinidad rra (por el feto, la madre, el jaguar, el mundo
en el que yo estaba se puso el nombre de Otras objeto de la naturaleza, todos aquellos que
Sustitutas Estas sustitutas no eran suplentes
~. deben ser representados)? Para muchas de
de los hombres, sino que estaban gestando otro nosotras, la ironía posibilitaba la participación
tipo de emergencia. —en efecto, la participación como ecofeminis-
Desde el principio, el acontecimiento se tas completamente comprometidas, aunque se-
concibió como una acción que vinculaba la mióticamente no normalizadas—. No todo el
justicia social y los derechos humanos con la mundo estaría de acuerdo en el Día de la Ma-
ecología, el antimilitarismo y el antinucleans- dre y de las Otras; para muchas, la imagen de
mo. En la camiseta aparece, efectivamente, el la camiseta significaba lo que decía, ama a tu
icono perfecto de la unión de todos los temas madre que es la tierra. El nuclearismo es miso-
bajo la rúbrica medioambientalista: el «plane- ginia. El abanico de lecturas en tensión es tam-
ta tierra», el maravilloso planeta tierra, rodea- bién parte de esto. El eco-feminismo y el mo-
do de nubes, azul, que es simultáneamente una vimiento de acción directa no violenta se han
especie de feto flotando en el cosmos amnióti- basado en luchas sobre las diferencias, no en la
co y una madre para todos sus habitantes, ger- identidad. Si la identidad se pone por delante,
men de futuro, matriz del pasado y del presen- apenas hacen falta grupos de afinidad ni sus
te. Es un globo perfecto, uniendo la materia procesos interminables. La afinidad precisa-
sustituta de los cuerpos mortales y la esfera mente no es identidad; lo que se está gestando

P9~[jfi~~j
en este Día de la Madre y de las Otras no es la céntimos el acre) en 1979 fueron rechazados
imagen sagrada de lo mismo. Literalmente, al por la única instancia autorizada para decidir,
hacer participar a la cámara de satélite y a la el Western Shoshone National Council. El she-
acción pacifista en Nevada en un nuevo colec- nf del condado y sus ayudantes, sustitutos del
tivo, esta imagen de Ama a tu madre se basa en gobierno federal, estaban, «discursiva» y «cor-
la difracción, en el tratamiento de diferencias poralmente», entrando ilegalmente. En 1986 el
pequeñas pero con consecuencias. Este trata- Western Shoshone empezó a expedir autoriza-
miento de diferencias, acción semiótica, tiene ciones a los manifestantes antinucleares como
que ver con las formas de vida. parte de una coalición que unió el antinuclea-
Las Otras Sustitutas organizaron una cere- rismo con los derechos indígenas a la tierra.
monia de nacimiento en Nevada, e hicieron un Es, por supuesto, difícil que las ciudadanas
canal de nacimiento —un gusano de flores arresten a la policía cuando son ellos quienes
cubierto de poliéster de más de cuatro metros te tienen esposada y cuando los tribunales es-
y medio de largo y casi un metro de diámetro tán del otro lado. Pero es bastante posible con-
con unos hermosos ojos de dragón—. Era una fluir con esta lucha en marcha, que es muy
bestia agradablemente artefactual, dispuesta «casera», y articularía con la defensa del Ama-
para la conexión. El gusano-dragón se colocó zonas. Esta articulación requiere colectivos
bajo el alambre de espino que marcaba el limi- diversos de actores humanos y no humanos.
te entre la tierra en la que la concentración Hubo muchos otros tipos de «acción simbó-
podía realizarse legalmente y la tierra en la que lica» en la zona de pruebas ese día de 1987.
serían detenidas si se dejaban ver. A algunas Los disfraces de los ayudantes del sheriff y sus
de las Otras Sustitutas se les ocurrió arrastrar- antipáticas esposas de plástico fueron también
se por el interior del gusano hacia el lado acción simbólica —una acción simbólica tre-
prohibido como un acto de solidaridad con las mendamente encamada—. La «acción simbóli-
criaturas del desierto que hacen túneles, y que ca» de la detención breve y segura es también
tienen que compartir sus nichos subterráneos algo muy diferente de las condiciones «semió-
con las cámaras de la zona de pruebas. Este ticas» bajo las que se encarcela a la mayoría de
nacimiento sustituto no era ni mucho menos el la gente en Estados Unidos, especialmente la
de la obligatoria familia nuclear heterosexual gente de color y los pobres. La diferencia no es
que se reproduce compulsivamente a sí misma la presencia o ausencia de «simbolismo», sino
en el vientre del estado, con o sin los servicios la fuerza de los respectivos colectivos com-
mal pagados de los vientres de las «madres puestos de humanos y no humanos, de gente,
sustitutas». El Día de las Madres y las Otras otros organismos, tecnologías, instituciones.
estaba yendo lejos. No estoy excesivamente impresionada por el
Con su incursión en el terr¡torio proscrito, poder del drama de las Otras Sustitutas y de
las activistas no sólo se solidarizaban con los otros grupos de afinidad, ni, por desgracia, de
organismos no humanos del desierto. Desde el toda la acción. Pero sí que me tomo en serio la
punto de vista de las manifestantes, estar en el labor de resituar, de difractar, significados en-
terreno de la zona de pruebas era completa- carnados, como labor crucial que ha de hacerse
mente legal. Esto era así no por ninguna consi- en la gestación de un nuevo mundo Es polí-
~.

deración «abstracta» de que la tierra era de la tica cultural, y es política tecnocientifica. La


gente y había sido usurpada por el estado gue- tarea es construir colectivos más poderosos en
rrero, sino por razones más concretas: todas las épocas peligrosamente poco prometedoras.
manifestantes habían conseguido autorizacio-
nes para estar a ese lado firmados por el Wes-
ten Shoshone National Council. El tratado de NO-li. ESPACIO INTERIOR:
1863 de Ruby Valley reconoció al Western EL CUERPO BIOMÉDICO
Shoshone el derecho a este territorio ancestral,
incluida la tierra invadida ilegalmente por el La extensión ilimitada del espacio exterior,
gobierno norteamericano para construir su ins- unida a la Guerra Fría y a la tecnociencia nu-
talación nuclear. El tratado nunca se ha modi- clear posterior a ella, parecen enormemente
ficado ni se ha abolido, y los intentos nortea- distantes de su negación, las regiones cerra-
mericanos de comprar la tierra (a quince das y oscuras del interior del cuerpo humano,
146 Donna Haraway

••
dominio de los aparatos de visualización bio- de espera- además de en muchos textos médi-
médica. Pero estos dos ángulos de nuestro cua- cos, marcan un hito histórico en la fotografía de
drado semiótico están vinculados de fonna múl- los habitantes extraños del espacio interior 53
tiple a los aparatos heterogéneos de producción (Figura 10). Las escenas malditas, las texturas
corporal de la tecnociencia. Como señaló Sarah suntuosas, los colores evocadores, y los mons-
Franklin, «Las dos nuevas fronteras de la inver- truos ET del paisaje inmunológico simplemen-
sión, el esp~io exterior e interior. se disputan el te están ahi, dentro de nosotros. Un zarcillo
mercado de futuros» . En este «mercado de futu- blanco que sale de un macrófago pseudopodino
ros», hay dos entidades especialmente intere- atrapa a las bacterias; los montículos de los
santes para este ensayo: el feto y el sistema cromosomas se levantan aplanados sobre un
inmunológico, ambos embrollados en las deter- paisaje lunar azulado de algún otro planeta; de
minaciones de lo que podría considerarse natu- una célula infectada brotan miríadas de partí-
raleza y humano, objeto natural separado y culas víricas mortales dentro de los límites del
sujeto jurídico. Ya hemos visto brevemente espacio interior donde más células serán vícti-
algunas de las matrices del discurso sobre el mas; una cabeza femoral autoinmune destroza-
feto en la discusión sobre la tierra (¿quién habla da por la enfennedad brilla contra una puesta
por el feto?) y el espacio exterior (el planeta flo- de sol sobre un mundo muerto; las células del
tando libre como gennen cósmico). Aquí me cáncer están rodeadas por escuadrones móviles
concentraré en las contiendas sobre 10 que se letales de células T asesinas que lanzan vene-
considera un 'yo' y un actor en el discurso con- nos químicos dentro de las malignas células
tempoi-áneo del sistema inmunológico. traidoras del yo.
La equiparación entre el Espacio Exterior y
el Espacio Interior, y entre sus discursos com-
binados de lo extraterrestre, las fronteras últi-
mas y la guerra de alta tecnología, es literal en
la celebración histórica oficial de los cien años
de la National Geographic Society (Bryan,
1987). El capítulo que repasa los reportajes de
la revista sobre los viajes Mercury, Gemini,
Apolo y Mariner se titula «Espacio» y se pre-
senta con el epígrafe .:<La opción es el universo
o nada». El capítulo final, lleno de maravillosas
imágenes biomédicas, se titula «Espacio Inte-
rior», y se presenta con el epígrafe «La materia
de las estrellas ha seguido viva» 52. La fotogra-
fía convence a quien ve la relación fraternal
entre el espacio exterior y el interior. Pero,
curiosamente, en el espacio exterior, vemos
astronautas acomodados en una nave explora-
dora o flotando casi como fetos cósmicos indi-
vidualizados, mientras que en los que se supo-
ne que es el espacio terrestre de nuestro propio
interior, vemos unos extraños no-humanoides
que son los medios por los que nuestros cuer-
pos mantienen nuestra integridad e individuali-
Figura JO. Diseño para el libro de Lennan Nilsson.
dad, e incluso nuestra humanidad en la faz de
un mundo de otros. Parecemos invadidos no
sólo por los amenazadores «no-yoes» de los Un diagrama de la «Evolución de los siste-
que el sistema inmunológico nos guarda, sino mas de reconocimiento» en un reciente manual
sobre todo por nuestras propias partes extrañas. de inmunología muestra claramente la intersec-
Las fotografías de Lennart Nilsson, en The ción de lOs temas de la diversidad literalmente
Body Victorious (1987) -uno de esos libros «maravillosa», la complejidad creciente. el yo
enoones que se pueden encontrar en las salas corno baluarte defendido y el extraterrestralis-
mo en el espacio interior (Figura 11). Bajo un preparados para exportar desde las células
diagrama que culmina en la evolución de los expropiadas se preparan alineadas para conti-
mamíferos, representado sin comentarios por nuar su avance por el cuerpo como una fuerza
un ratón y un astronauta vestido con todos sus productiva. El National Geograpiric hace un
complementos, aparece esta explicación: juego de palabras explicito con la Guerra de
«Desde la humilde ameba que busca comida las Galaxias en su gráfico titulado «La Guerra
(arriba a la izquierda) al mamífero con sus so- de las Células» (Jaret, 1986). La fábrica mili-
fisticados mecanismos inmunológicos celular y tarizada y automatizada es una de las conven-
humoral (abajo a la derecha), el proceso de ciones preferidas entre los ilustradores técni-
«reconocimiento del yo versus el del no-yo» cos y procesadores fotográficos del sistema
muestra un desarrollo constante, llevando el inmunológico. Las altas tecnologías de visua-
mismo paso que la necesidad creciente de los lización, que también son fundamentales para
animales de mantener su integridad en un dirigir la guerra y el comercio, tales como los
ambiente hostil. La decisión sobre en qué gráficos asistidos por ordenador, el software
momento apareció la «inmunidad» es así pura- de inteligencia artificial y los sistemas espe-
mente semántica» (Playfair, 1984, en cursiva cializados de visualización radiográfica, facili-
en el original). Esta es la «semántica» de la tan las marcas históricamente especificas de
defensa y la invasión. La perfección del yo una individualidad mantenida con la Guerra de
«victorioso» absolutamente defendido, es una las Galaxias.
fantasía escalofriante, que enlaza a la ameba No es sólo que quienes representan el siste-
fagocítica con el viajero del espacio que cani- ma inmunológico aprendan de las culturas
baliza la tierra en una teleología evolutiva de militares; sino que las culturas militares se ins-
extraterrestralismo postapocapliptico. ¿Cuándo piran simbióticamente en el discurso del siste-
es un yo lo suficientemente yo como para que ma inmunológico, de la misma manera que los
sus fronteras sean centrales para los discursos estrategas se basan directamente en las prácti-
institucionalizados de la biomedicina, la guerra cas de los videojuegos y de la ciencia ficción
y los negocios? al tiempo que contribuyen a ellas. Por ejemplo,
para abogar por una fuerza de elite especial
dentro de los parámetros de la doctrina del
Evolution of recognition systems «conflicto de baja intensidad», un oficial del
44TVCEtLU&~—. ~T4CE4,UA~.— c044.oO4ATE VEO TE ORAtE ejército norteamericano escribió: «El ejemplo
/ P~OO&y~t•ftl : — IY’,ÚGCyt’c 400 más apropiado para describir cómo funciona-
‘1 ‘ 0491VU’1 .JAWLESS t~flS •‘~~0 *flOO”t
ría este sistema es el modelo biológico más
e CRTV.A&t’OJ5
complejo que conocemos: el sistema inmuno-
lógico corporal. En el cuerpo existe un conjun-
1’’T cfltMNC F4SNES to importante de guardianes internos. En tér-
minos absolutos no son muchos —sólo
alrededor de un uno por ciento de las células
«Qq A, ‘ t~LE5
del cuerpo—. A pesar de ello, hay especialistas
de reconocimiento, asesinos, especialistas de
‘‘os ‘~<‘ -
fi
reconstrucción y comunicadores que pueden
‘09’ OIl
— “~ ‘‘JOCIRO-
bono
localizar a los invasores, hacer sonar la alarma,
o-toilís. losloco’ loo iOV IgA loE lOO
reproducirse rápidamente y ser multitud en el
ataque para repeler al enemigo... A este res-
Figura II. De un manual actuat de inniunología.
pecto, el número de Junio de 1986 del Natio-
nal Geographic contiene un relato detallado de
Las imágenes del sistema inmunológico cómo funciona el sistema inmunológico del
como campo de batalla abundan en las seccio- cuerpo» (Timmerman, 1987).
nes científicas de los periódicos y en las revis- Los circuitos de competencias que mantie-
tas populares como, por ejemplo, en el gráfico nen el cuerpo como un yo defendido —personal,
sobre la «invasión» del virus del SIDA de la cultural y nacionalmente— dan vueltas en espi-
célula-como-fábrica publicado en la revista ral gracias a la industria de ocio fantástico, una
Time en 1984. El virus es un tanque y los virus rama de los aparatos de producción corporal


fundamental para dar forma a las importantes en las creencias y prácticas relacionadas con la
alucinaciones consensuales sobre los mundos vulnerabilidad y la mortalidad.
«posibles» que intervienen en la construcción Al igual que la acción directa no violenta o
de los «reales». En el Epcot Center de Disney- la ecología, el discurso del sistema inmunoló-
landia, podríamos ser interpelados como suje- gico se refiere a las oportunidades de vida y
tos en el nuevo Met Life Pavilion, que está muerte desigualmente distribuidas. No es en
«dedicado a representar las complejidades del absoluto sorprendente que prevalezcan las
cuerpo humano». Un recorrido especialmente condiciones de batalla ya que la enfermedad y
emocionante, llamado «Las guerras del cuer- la mortalidad están en el centro de la inmuno-
po», promete que «experimentaremos las logia. Morir no es un asunto sencillo que esté
maravillas de la vida», tales como encontramos pidiendo a gritos una visualización «amiga-
con «el ataque de las plaquetas» Este simu-
~“. ble». Pero la batalla no es la única forma de
lador de batalla en directo se promociona como representar el proceso de la vida mortal. Las
«entretenimiento familiar». La tecnología para personas que se enfrentan a las consecuencias
este viaje por el cuerno humano utiliza un amenazadoras para sus vidas de la infección
simulador de movimiento para producir imáge- del virus VIH han insistido en que están vivien-
nes tridimensionales a un observador estático. do con el SIDA, más que aceptando el estatus
Como en otras formas de turismo de alta tec- de víctimas (¿o prisioneros de guerra?). De la
nología, podemos ir a todas partes, verlo todo y misma manera, los científicos de laboratorio
no dejar rastro. El aparato se ha adoptado para también han llevado a cabo programas de
enseñar anatomía médica en el Centro de Cien- investigación basados en personificaciones
cias de la Salud de la Universidad de Colorado. relacionales no militaristas, más que en las
Por último, no deberíamos olvidar que los ame- capacidades de defensa del yo de individuos
ricanos viajan más a los mundos combinados atomizados. Esto lo hacen para construir arti-
de Disney que a otras máquinas realizadoras de culaciones de forma más efectiva, no para ser
mitos, como Washington DC. Met Life avisa
~. buenos tipos con metáforas pacifistas.
a quienes viajen por «las guerras del cuerpo» Permitidme intentar profundizar en el objeto
que pueden experimentar un vértigo extremo corporal artefactual llamado sistema inmunoló-
por el movinxiento simulado. ¿Es eso también gico, extraído de los libros de texto más impor-
mera «acción simbólica»? tantes y de los informes de investigaciones
En las zonas semióticas encarnadas de la tie- publicados en los años 80. Estas caracterizacio-
rra y el espacio exterior, vimos los modelos de nes son parte de sistemas de trabajo para inte-
difracción posibilitados por las tecnologías de ractuar con el sistema inmunológico en muchos
recomposición visual, los circuitos resituados terrenos, incluidos los experimentos de labora-
de competencias que prometen ser más fáciles tono, las decisiones empresariales y la medici-
para los otros inapropiados/bIes. También, los na clínica. Con aproximadamente 10, células,
espacios internos del cuerpo biomédico son el sistema inmunológico tiene dos órdenes más
zonas centrales de contiendas tecnocientificas, de células que el sistema nervioso. Las células
es decir, de la ciencia como cultura en un marco del sistema inmunológico se regeneran durante
amoderno de naturaleza social. De estos proce- toda la vida a partir de células troncales pluri-
sos están emergiendo nuevos colectivos de alia- potentes. Desde la vida como embrión hasta la
dos y actores humanos y no humanos tremen- edad adulta, el sistema inmunológico se
damente interesantes. Esbozaré brevemente dos encuentra en diversos tejidos y órganos modo-
zonas donde los monstruos prometedores están lógicamente dispersos, incluidos el timo, los
sometiéndose a simbiogénesis en los medios de huesos, la médula, el bazo y los nodos linfáti-
difusión de los que se alimenta el trabajo tecno- cos; pero una gran fracción de sus células están
científico: 1) las teorías de la función inmuno- en los sistemas circulatorios sanguíneos y linfá-
lógica basadas en investigación de laboratorio, ticos y en fluidos y espacios corporales. Si
y 2) los nuevos aparatos de producción de cono- hubiera algún «sistema distribuido», ¡éste sería
cimiento producidos por [el colectivo] Personas uno! Es también un sistema de comunicación
con Sida (PWAs) y sus aliados heterogéneos. altamente adaptable con múltiples interfaces.
Ambos conjuntos de monstruos generan visio- Hay dos linajes celulares principales en el
nes distintamente difractadas del yo, evidentes sistema: (1) el primero son los linfocitos, que
incluyen diferentes tipos de células 1 (ayudan- utilizándose sólo a si mismo» (Gloub, 1987;
te, anuladora, asesina y una variedad de éstas) Jeme, 1985)56. Jerne propuso que cualquier
y células E (cada tipo de las cuales puede pro- molécula anticuerpo debía poder actuar fun-
ducir sólo un grupo del vasto conjunto de po- cionalmente como anticuerpo para algún antí-
tenciales anticuerpos en circulación). Las cé- geno y como antígeno para la producción de
luías T y B tienen características peculiares un anticuerpo para sí mismo, en otra región de
capaces de reconocer casi cualquier formación «si mismo». Estas localizaciones han adquiri-
molecular del tamaño adecuado que pueda do un nomenclatura suficientemente desalen-
existir, sin importar lo inteligente que llegue a tadora como para impedir la comprensión po-
ser la industria química. Esta especificidad es pular de la teoría, pero la concepción básica es
posible por un mecanismo barroco de muta- simple. La concatenación de los reconocimien-
ción somática, la selección clonal y un recep- tos y respuestas del interior continuaría indefi-
tor poligénico o sistema indicador. (2) El se- nidamente, en una serie de reflejos internos de
gundo linaje de células inmunológicas es el localizaciones en moléculas inmunoglobuli-
sistema fagocitario mononuclear, que incluye nas, de forma que el sistema inmunológico
a los polifacéticos macrófagos, que, además de siempre estaría en un estado de respuesta inter-
sus otras capacidades y conexiones de recono- na dinámica. Nunca estaría pasivo, «en des-
cimiento, también parece compartir receptores canso», esperando un estimulo de un exterior
y algunos productos péptidos hormonales con hostil para activarse. En cierto sentido, no ha-
células neuronales. Además del compartimen- bría ninguna estructura antigena exterior, nin-
to celular, el sistema inmunológico incluye un gún «invasor», que el sistema inmunológico no
vasto arsenal de productos acelulares circulan- hubiera «visto» y reflejado ya internamente.
tes, tales como los anticuerpos, las linfoquinas Reemplazado por delicados juegos de lecturas
y componentes complementarios. Estas mo- y respuestas parcialmente reflejadas, el yo y lo
léculas median la comunicación entre los demás pierden su cualidad opositiva racio-
componentes del sistema inmunológico, pero nalista. Una concepción radical de conexión
también entre el sistema inmunológico y los emerge inesperadamente en el centro del yo
sistemas nervioso y endocrino, vinculando así defendido. Nada en el modelo evita la acción
las localizaciones y funciones de control múl- terapéutica, pero las entidades del drama tie-
tiple y coordinación del cuerpo. La genética de nen diferentes tipos de interfaces con el
las células del sistema inmunológico, con sus mundo. Es improbable que la lógica terapéuti-
altas tasas de mutación somática y de empal- ca se grabe en la carne según los modelos de
mes y refundiciones de productos genéticos los últimos tanques de alta tecnología o misiles
para terminar los receptores y anticuerpos su- inteligentes de DARPA.
perficiales, se burla de la idea de un genoma Parte de esta lógica está siendo elaborada e
constante incluso dentro de «un» único cuer- introducida por los grupos de personas con
po. El cuerpo jerárquico de antaño ha dado pa- SIDA y ARC En su intento de mantener la
~‘.

so a un cuerpo en red de especificidad y com- vida y aliviar el dolor en el contexto de una


plejidad asombrosas. El sistema inmunológico enfermedad mortal, las Personas Con Sida
está en todas partes y en ninguna. Sus especi- (PWAs) participan en muchos procesos de
ficidades son indefinidas, si no infinitas, y se construcción de conocimiento. Estos procesos
producen al azar; estas extraordinarias varia- requieren intrincados cambios de códigos, ten-
ciones son los medios críticos para mantener la der puentes entre lenguajes y alianzas entre
coherencia corporal. mundos que antes se mantenían separados. Es-
A principios de los años 70, Niels Jeme, tas «gramáticas generativas» son asuntos de
ganador del premio Nobel por su trabajo, pro- vida y muerte. Como un activista dijo, «el hu-
puso una teoría sobre la auto-regulación del mor de ACT UP no es ninguna broma» (Crimp
sistema inmunológico, llamada la teoría de la y Rolston, 1990:20; ver también Crimp, 1983).
red, que se aparta radicalmente de las nociones La Coalición SIDA para Desencadenar el
de cuerpo victorioso y de yo defendido. «La Poder (ACT UP) es un colectivo compuesto
teoría de la red difiere de las demás interpre- por muchas articulaciones entre diferentes ti-
taciones inmunológicas porque dota al sistema pos de actores —por ejemplo, activistas, máqui-
inmunológico de la capacidad de regularse nas biomédicas, burocracias gubernamentales,

~RMU5&6
mundos gays y lesbianos, comunidades de co- el rápido perfeccionamiento de la base del
lor, conferencias científicas, organismos expe- conocimiento biomédico como en la distribu-
rimentales, alcaldes, información y redes de ción masiva equitativa de sus frutos? ¿Cómo
acción internacionales, condones y profilácti- cohabitarán los híbridos patentemente amo-
cos bucales, ordenadores, médicos, consumí- demos de las prácticas de sanación en el cuer-
dores de drogas por vía intravenosa, compañí- po social emergente? Y. ¿quién vivirá y mon-
as farmacéuticas, publicistas, componentes rá como resultado de estas mismas prácticas
viricos, consoladores, prácticas sexuales inno- no inocentes?
vadoras, bailarines, tecnologías mediáticas,
clubs de compra, artistas gráficos, científicos,
amantes, abogados y muchos más. Sin embar- NO-A. EL ESPACIO VIRTUAL: SF~
go, no todos los actores son iguales. ACT UF
tiene un centro dinamizador, las PWAs, que La articulación no es una cuestión simple.
son para los damnificados por el SIDA y para El lenguaje es el efecto de la articulación, y lo
los intentos de restablecer la salud en todo el mismo se puede decir de los cuerpos. Los arti-
mundo lo que los pueblos del Amazonas son culados son animales ensamblados; no son
para la destrucción de la selva y la ecología. uniformes como los perfectos animales esféri-
Estos son los actores con los que otros deben cos de la fantasía originaria de Platón en el
articularse. Esa estructura de acción es una Timeo. Los articulados están ensamblados de
consecuencia fundamental de aprender a manera precaria. Es la condición misma de ser
visualizar el heterogéneo cuerpo artefactual articulado. Confio en que lo articulado insufla
que es nuestra «naturaleza social», en vez de vida al cosmos artefactual de monstruos en el
estrechar nuestra visión hablando de «salvar la que habita este ensayo. La naturaleza puede
naturaleza» y repeler a los invasores extraños ser muda, puede no tener lenguaje, en sentido
de un edén orgánico intacto llamado el yo humano; pero la naturaleza está profundamen-
autónomo. Salvar la naturaleza es, finalmente, te articulada. El discurso es sólo uno de los
un proyecto mortal. Se levanta sobre la perpe- procesos de articulación. Un mundo articulado
tuación de la estructura de violación de fronte- tiene un número indeterminado de modos y
ras y el frisson falsamente liberador de la localizaciones donde pueden realizarse las
transgresión. Lo que ocurrió en el primer Edén conexiones. Las superficies de un mundo así
debería habernos dejado esto claro. no son planos curvados sin fricción. Cosas
Así pues, si el árbol del conocimiento no desemejantes pueden unirse —y cosas semejan-
puede prohibirse, haríamos mejor aprendiendo tes pueden separarse— y viceversa. Llenas de
cómo comer y alimentarnos con un poco más pelos sensoriales, evaginaciones, invaginacio-
de savia. Este es el difícil proceso en el que nes y muescas, las superficies que me intere-
están implicados las PWAs, Project Inform, san están diseccionadas por articulaciones.
ACT UP, NIH los practicantes de la medici-
~, Los invertebrados segmentados, los articula-
na clínica y muchos más actores que intentan dos son insectoides y cuasi-gusanos, e infor-
construir mecanismos responsables para pro- man la imaginación inflamada de los cineastas
ducir un conocimiento efectivo en la epidemia de ciencia ficción y de los biólogos. En inglés
del SIDA Incapaz de patrullar las fronteras
~. antiguo, articular significa alcanzar términos
mismas que separan a lo dentro de lo de fuera, de acuerdo. Quizá deberíamos volver a vivir
el mundo de la investigación biomédica nunca en ese mundo «obsoleto» y amoderno. Articu-
volverá a ser el mismo. Los cambios se extien- lar es significar. Es unir cosas, cosas espeluz-
den por los dominios epistemológicos, comer- nantes, cosas arriesgadas, cosas contingentes.
ciales, jurídicos y espirituales. Por ejemplo, Quiero vivir en un mundo articulado. Articula-
¿cuál es el estatus del conocimiento producido mos, luego existimos. Quién soy «yo» es una
mediante nuevas combinaciones de toma de [cuestión] muy limitada a la perfección inter-
decisiones en el diseño experimental que están minable de la autocontemplación (clara y dis-
desafiando las convenciones investigadoras tinta). Como siempre injustamente, pienso en
previas? ¿Cuáles son las consecuencias de los ello como la cuestión psicoanalítica paradig-
desafíos simultáneos al monopolio de los in- mática. «¿Quién soy yo?» se refiere a la iden-
vestigadores expertos y la insistencia tanto en tidad (siempre irrealizable); siempre vacilante,
que todavía pivota en la ley del padre, la ima- virtual de la paranoia, una región muy poblada
gen sagrada de lo mismo. Puesto que soy en el último cuarto del Segundo Milenio Cris-
moralista, la pregunta real debe ser más vir- tiano. La paranoia es la creencia en la densidad
tuosa: ¿quiénes somos «nosotros/as»? Esta es monótona de la conexión, que requiere, si se
una pregunta inherentemente más abierta, una quiere sobrevivir, retirarse o defenderse de la
pregunta que siempre está dispuesta a articula- muerte. El yo defendido vuelve a emerger en
ciones contingentes, generadoras de fricción. el centro de la relacionalidad. Paradójicamen-
Es una pregunta remonstrativa. te, la paranoia es la condición de la imposibili-
En óptica, la imagen virtual se forma por la dad de seguir articulado. En el espacio virtual,
aparente, que no actual, convergencia de la virtud de la articulación —esto es, el poder
rayos. Lo virtual parece ser la falsificación de para producir conexión— amenaza con aplastar
lo real; lo virtual tiene consecuencias por pare- y finalmente hundir cualquier posibilidad de
cer, no por ser. Quizá ese sea la razón por la acción efectiva para cambiar el mundo.
que «virtud» todavía hace referencia en los Por lo tanto, en nuestros viajes al espacio
diccionarios a la castidad femenina, que debe virtual, si queremos emerger desde nuestro
permanecer siempre indudable en la ley óptica encuentro con lo articulado artefactual hacia
del padre. Pero entonces, «virtud» también cualquier otra parte habitable, necesitamos una
significaba espíritu y valor, e incluso Dios figura guía para navegar por el abismo de la
nombró a una orden de ángeles las Virtudes, desesperación. Lisa Foo, el personaje principal
aunque eran sólo de rango medio. Sin embar- en una historia corta ganadora del Hugo y
go, sean como sean los efectos de lo virtual, Nebula de John Verley (1986) será nuestra
parecen carecer de alguna manera de una onto- peculiar Beatrice por el Sistema.
logía propia. Los ángeles, el valor masculino, «Si quieres saber más, pulsa intro» (p. 286) 62
y la castidad femenina constituyen efectiva- Con esa invitación fatal, empieza y termina
mente, en el mejor de los casos, una imagen la historia profundamente paranoide de John
virtual desde el punto de vista de los «postmo- Varley. El Arbol del Conocimiento es una Red,
demos» de finales del siglo veinte. Para ellos, un vasto sistema que genera conexiones infor-
lo virtual es precisamente lo que no es real; esa máticas, como una propiedad emergente, una
es la razón de que a los «postmodernos» les entidad colectiva espantosamente no humana.
guste la «realidad virtual». Parece transgreso- La fruta prohibida es el conocimiento del fun-
ra. A pesar de todo, no puedo olvidar que un cionamiento de esta poderosa Entidad, cuya
significado obsoleto de «virtual» era tener vir- esencia mortal es la conexión extravagante.
tud, esto es, el poder inherente para producir Los nombres de todos los personajes humanos
efectos. «Virtu», después de todo, es excelen- coinciden con los de las computadoras, las
cia o mérito, y un significado todavía común prácticas o los conceptos —Victor Apfel, el de-
de virtud hace referencia a tener eficacia. La tective Osborne y los hackers Lisa Foo y Char-
«virtud» de algo es su «capacidad». La virtud les Kluge—. Es un relato de asesinato y miste-
de (alguna) comida es que nutre el cuerpo. El rio. Kluge ha sido encontrado muerto por su
espacio virtual parece ser la negación del espa- vecino Apfel junto a una dudosa nota suicida,
cio real; el dominio de lo SF parece la nega- que aparece al seguir la orden «pulsa intro» en
ción de las regiones terrestres. Pero quizá esta la pantalla de uno de las docenas de ordenado-
negación es la ilusión real. res personales que hay en su casa, también
«El cyberespacio, prescindiendo de su os- llena de drogas ilegales. Apfel es un epiléptico
tentación de alta tecnología, es la idea de la solitario de mediana edad, que fue prisionero
comunidad consensual virtual... Una comuni- de guerra torturado en Corea, lo que le ha deja-
dad virtual es en primer lugar y ante todo una do huellas de terror psicológico, incluidos el
comunidad de creencia» 61 Para William Gib- miedo y el odio a los «orientales». Cuando los
son (1986), el cyberespacio es «una alucina- hombres del detective de homicidios de Los
ción consensual experimentada diariamente Angeles, el decective Osborne, demuestran ser
por miles de millones... Una complejidad absolutamente incapaces de descifrar el com-
impensable». El cyberespacio parece ser la plicado software de las máquinas de Kluge, lla-
alucinación consensual de demasiada comple- man a Cal lech 63 pidiendo ayuda a Lisa Foo,
jidad, demasiada articulación. Es la realidad una joven inmigrante vietnamita, ahora ciuda-

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dana de Estados Unidos; y ella empieza a hacer a esos mensajes entre los diferentes lenguajes a
de Sherlock Holmes para Osborne, convertido los que tienen acceso este personaje tremenda-
en un Lestrade. El relato se narra desde el mente culto. Sus pechos resultan ser implantes
punto de vista de Apfel, pero Foo es el centro de silicona, y como dijo Foo, «No creo que
de la historia e, insisto, su actor fundamental. nunca haya sido tan feliz con algo que haya
De nuevo, me gustaría tomarme la licencia comprado. Ni siquiera con el coche [su Ferra-
propia de las convenciones de lectura antieli- ‘tI» (p. 263). Desde la perspectiva de la infan-
tista de las culturas populares SF. Las conven- cia de Foo, «Occidente... [es] el lugar en el que
ciones SF nos invitan —o al menos permiten puedes comprarte tetas» (p. 263).
más fácilmente de lo que lo hacen las conven- Cuando Foo y Apfel se hacen amantes, en
ciones propagadas académicamente de proto- una de las relaciones interraciales y heterose-
colos de consumo respetuosos para la literatu- xuales más sensiblemente estructuradas que se
ra— a reescribir lo que leemos. Los libros son hayan impreso en ninguna otra parte, también
baratos; no están disponibles durante mucho nos damos cuenta de que el cuerpo de Foo lo
tiempo; ¿por qué no reescribirlos cuando se componía de manera múltiple la historia del
leen? La mayor parte de la SF que a mi me sudeste asiático. Varley le da un nombre que es
gusta me motiva a comprometerme activamen- una versión «orientalizada» del término infor-
te con imágenes, argumentos, figuraciones, mático «fu bar» («jodida hasta ser irreconocí-
artefactos, maniobras lingúisticas, en definiti- ble» 65) Su abuela china había sido violada en
va, con mundos, no tanto para hacer que se Hanoi por un soldado de la ocupación japone-
revelen de manera «correcta», sino para hacer sa en 1942. En el Vietnam de la madre de Foo,
que se muevan de manera «diferente». Estos «Ser china era ya malo, pero ser mitad china y
mundos me motivan a probar su virtud, a ver si mitad japonesa era aún peor... Mi padre era
sus articulaciones funcionan —y para qué fun- medio francés y medio anamita, otra mala
cionan—. Puesto que la SF se identifica con un combinación» (p. 275). Su madre fue asesina-
personaje principal, un alivio dentro del da en la ofensiva de Tet cuando Foo tenía diez
mundo evidentemente construido, o una acti- años. La chica se hizo estafadora callejera y
tud relajada hacia el lenguaje, especialmente prostituta infantil en Saigón, donde fue «prote-
hacia las arriesgadas estrategias de lectura, el gida» por un oficial estadounidense blanco
lector puede ser más generoso y suspicaz pedófilo. Tras rechazar salir de Saigón con él,
—tanto generoso como suspicaz—, exactamente y después de que Saigón «cayera», Foo fue a
la posición receptiva que propongo en la parar a la Camboya de Pol Pot, donde apenas
semiosis política en general. Es una estrategia sobrevivió a los campos de trabajo de los jeme-
fielmente aliada con la conciencia opositiva y res rojos. Escapó a Tailandia, y «cuando por fin
diferencial teorizada por Chela Sandoval y por conseguí que los americanos me vieran, mi ofi-
otras feministas que insisten en navegar por las cial todavía me estaba buscando» (p. 276). A
minadas aguas discursivas. punto de morir de un cáncer que podría haber
La primera vez que vemos a Lisa Foo es a sido la consecuencia de haber sido testigo de
través de los ojos de Apfel; y para el, las pruebas de la bomba atómica en Nevada al
«[q]uitando el bigote, era la viva imagen de principio de su carrera, ese oficial le costeó su
unos dibujos Tojo. Tenía las gafas, las orejas y viaje a Estados Unidos. La inteligencia y la
los dientes. Pero sus dientes tenían un correc- actividad febril de Foo le trajeron sus «tetas de
tor, como las teclas de un piano envueltas en Goodyear» (p. 275), un Ferrari, y una forma-
alambre de espino. Medía 1,65 ó 1,70 y nunca ción como ingeniera en Cal Tech. ¡Foo y Apfel
debía haber pesado más de cincuenta kilos. luchan juntos dentro de sus respectivos legados
Habría dicho 45 pero añadí dos kilos y medio de abusos múltiples, sexual y de otros tipos, y
por cada uno de sus pechos, tan sorprendente- de los racismos entrecruzados. Ambos son
mente grandes en su cuerpo escuálido que todo supervivientes polifacéticos, pero con cicatri-
lo que pude leer del mensaje de su camiseta fue ces. Esta historia, su figura central y su narra-
«POCK LIVE». Hasta que no se giró no vilas dor, no nos dejarán esquivar los temas espeluz-
eses del principio y del final» (Pp. 241-42) 64 nantes de la raza/racismo, el género/sexismo, la
Foo se comunica constantemente mediante un tragedia histórica y la tecnociencia dentro de la
surtido interminable de camisetas, recurriendo región de tiempo a la que llamamos educada-

P1bLE~
mente «el fmal del siglo veinte». Aquí no hay conmigo, un dolor y una ira irreconciliables.
ningún lugar seguro; pero hay muchos mapas Lisa Foo no debería haber sido asesinada de esa
de posibilidad. forma. Desde luego no está bien. El texto y el
HaS’, efectivamente, demasiada conexión en cuerno pierden toda distinción. Caigo fuera del
«Pulsa intro», y es sólo el principio. Foo está cuadrado semiótico y dentro de la viciosa lógi-
profundamente enamorada de los sistemas de ca circular de la cosa-en-sí. Más que ninguna
poder-conocimiento a los que sus capacidades otra cosa, esa muerte pornográfica, cargada de
le dan acceso. «Esto es dinero, Gringo, dijo, y género y de color, esa destrucción excesiva de
sus ojos brillaron» (p. 267). Cuando sigue la su cuerpo, esa ruina total de su ser —esa extra-
pista de las fascinantes redes y cierres de segu- vagante conexión final— sobrepasa los límites
rUad, que empezaron en proyectos informáti- del placer en las convenciones de la ficción
cos militares pero que han emprendido por su paranoide y provoca la necesidad de una rees-
cuenta su propia vida enormemente no humana, critura activa al leerla. No puedo leer este rela-
su amor y sus capacidades le sumergen dema- to sin reescribirlo; esa es una de las lecciones de
siado profundamente en las conexiones infinita- la capacidad de leer y escribir feminista, inter-
mente densas del Sistema, donde ella, como cultural y transnacional. Y la conclusión obliga
Kluge antes que ella, es descubierta. Demasia- a la reescritura no sólo de si misma, sino del
do tarde, intenta retirarse. Poco después, una colectivo entero humano y no humano que es
nota suicida claramente falsa aparece en la Lisa Foo. El interés de la reescritura diferen-
camiseta que lleva puesta su cuerpo arruinado. cial/opositiva no es hacer la historia «correcta»,
La investigación demostró que ella había reto- fuera la que fuera. El interés es rearticular la
cado el microondas de la casa de Kluge para figura de Lisa Foo para perturbar la lógica
burlar sus controles de seguridad. Metió la cerrada de una misoginia racista mortal. La arti-
cabeza en el microondas, y murió poco después culación debe permanecer abierta, con sus den-
en el hospital, con los ojos y el cerebro coagu- sidades accesibles a la acción y la intervención.
lados y con sus pechos horriblemente derreti- Cuando el sistema de conexiones se cierra sobre
dos. La promesa inscrita en su nombre, «fu sí mismo, cuando la acción simbólica se hace
bar», se cumplía demasiado literalmente —jodi- perfecta, el mundo está congelado en una danza
da hasta ser ii-reconocible—. Apfel, que había de muerte. El cosmos se acaba, y es Uno. La
sido devuelto a la articulación con la vida gra- paranoia es la única posición posible; la suspi-
cias a su amor con Lisa Foo, vuelve atrás por cacia generosa se extingue. «Pulsar intro» es, en
completo, desmantelando en su casa todos los ese mundo, un error terrible.
cables y demás medios de conexión con la Toda la argumentación de «Las promesas de
tecno-redes de un mundo que ve ahora total- los monstruos» ha sido que «pulsar intro» no
mente dentro de los términos paranoides de la es un error fatal, sino una posibilidad ineludi-
conexión extraña e infinita. Al final, el yo ble para cambiar los mapas del mundo, para
defendido, solo, se esconde permanentemente construir nuevos colectivos a partir de lo que
del Otro extraño. no es más que una plétora de actores humanos
Se puede leer «Press Enter» como un roman- y no humanos. Mis apuestas por la figura tex-
ce heterosexual convencional, como un relato tual de Lisa Foo y por otros muchos actores de
detectivesco burgués, como una fantasía tenofó- la SF de Varley son elevadas. Construida a par-
bica-tecnofilica, un relato de dama-dragón, y, tir de múltiples interfaces, Foo puede ser una
por último, como una narrativa blanca masculi- guía por los terrenos del espacio virtual, pero
nista cuya condición de posibilidad es el acceso sólo si las delgadas líneas de tensión en las
al cuerno y la mente de una mujer, específica- redes articuladas que constituyen su ser siguen
mente una mujer «del Tercer Mundo», que, aquí en juego, abiertas a la realización inesperada
como en todas partes en la cultura misógina y de un esperanza poco probable. No es un «fi-
racista, es destruida violentamente. No sólo vio- nal feliz» lo que necesitamos, sino un no-final.
lentamente, sino excesivamente, sin limite. He ahí el porqué ninguna de las narrativas del
Creo que una lectura así violenta gravemente apocalipsis patriarcales y masculinistas lo
los sutiles tejidos de la escritura del relato. Sin hará. El Sistema no está cerrado; no hay adve-
embargo, «Press Enter» me produce a mi, y a nimiento de la imagen sagrada de lo idéntico.
otras mujeres y hombres que han leído el relato El mundo no está completo.

PRbgJ~e~t
154 Donna Haraway
,,
La última imagen de este excesivo ensayo rando directamente a quien mira, los ojos de la
es Cyborg, una pintura de Lynn Randolph de mujer y del felino centran toda la composi-
1989, en la que las fronteras de un mundo ción. El esqueleto en espiral de la Vía Láctea,
fatalmente transgresor. regido por el Sujeto y nuestra galaxia, aparece detrás de la figura
el Objeto. dan paso a los territorios fronterizos. cyborg en tres representaciones gráficas dife-
habitados por colectivos humanos y no 'huma- rentes que son posibles gracias a los aparatos
nos (Figura 12)~. Estos territorios fronterizos de visualización de alta tecnología. En el lugar
sugieren una rica topografía de posibilidades del espacio virtual en mi c uadrado semiótico,
combinatorias. Esa posibilidad se llama la Tie- el cuarto ángulo es una figuración del pozo
rra, aquí, ahora, este otro lugar donde se fun- gravitatorio de un agujero negro. Prestad aten-
den el espacio real. el exterior, el interior y el ciÓn a las tres en raya, a las que juegan los sig-
virtual. El cuadro traza el mapa de las articula- nos astrológicos europeos de lo masculino y lo
ciones entre el cosmos, 10 animal, lo humano, femenino (Venus ganó esta partida); a su dere-
la máquina y el paisaje en sus recursivos cha aparecen algunos cálculos que podrian
esqueletos sideral, descamado, electrónico y aparecer en las matemáticas del caos. Ambos
geológico. Su lógica combinatoria está encar- conjuntos de símbolos están justo debajo de un
nada; la teoría es corpórea; la naturaleza social cálculo encontrado en los papeles de Einstein.
está articulada. Los estilizados botones DIP de Las matemáticas y los juegos son como esque-
la placa de circuito integrado que está en el letos lógicos. El teclado está unido al esquele-
pecho de la figura humana son los mecanismos to del planeta Tierra, en el que una pirámide se
que fijan las exclusiones en una forma inter- levanta e n el centro a la izquierda. Todo el cua-
media entre e l cableado y el control lógico dro tiene la cualidad de ser un mecanismo de
--que no es distinto a la anatomía mediadora mediación. E l enorme felino es como un espí-
estructural-funcional del felino y las extremi- ritu animal, quizá un tigre blanco. La mujer,
dades superiores del homínido, especialmente una joven estudiante china en Estados Unidos,
las manos y pezufias homólogas y flexibles-o representa lo que es humano, lo universal, lo
El cuadro está repleto de órganos táctiles y de genérico. La «mujer de color», una identidad
mediación, así como de órganos de visión. Mi- colectiva reciente muy específica y problemá-
tica, resuena con sus conversaciones globales
y locales 61. En este cuadro, e~la personifica los
estatus simultáneos todavía oximorónicos de
mujer, persona del «Tercer Mundo», humana.
organismo, tecnología de comunicaciones,
matemática, escritora, trabajadora, ingeniera,
científica, guía espiritual, amante de la Tierra.
Este es el tipo de «acción simbólica» que los
femini smos transnacionales han hecho legible.
EUella no está acabada.
Hemos completado el círculo en el escando-
loso cuadrado semiótico, volviendo al princi-
pio, donde encontramos las representaciones
comerciales cyborg habitando los mundos de
la tecnociencia. Las conejas singulunnente re-
cursivas de Logic General, zarpas sobre tecla-
dos que prometen mediar la réplica y la comu-
nicación, han dado paso a circuitos diferentes
de competencias. Si el cyborg ha cambiado,
también deberia hacerlo el mundo. El cyborg
de Randolph conversa con el otro inapropia-
do/ble de Trinh Minh-ha, ese ser personal y
colectivo al que la historia le ha prohibido la
ilusión estratégica de la auto-identidad. Este
Figura 12. Lynn Randolph, ..Cybor¡» (1989). cyborg no tiene una estructura aristotélica; y
Las promesas de los monstruos: Una política regeneradora... 155

no hay dialéctica amo/esclavo que resuelva las Nuestra auto-incubación como fetos planetarios no
luchas de recursos y productos, de pasión y ac- es exactamente lo mismo que la política reproductiva en
lo postindustrial, lo postmoderno y otras localizaciones
cion. El/ella no es utópico ni imaginario; es post, pero las similitudes se harán más evidentes a lo
virtual. Surgido, junto con otros cyborgs, de la largo de este ensayo. Las luchas por las consecuenctas
fusión de lo técnico, lo orgánico, lo mítico, lo van unidas.
textual y lo político, está constituido por arti- Aquí tomo prestado el estupendo proyecto de revista
culaciones de diferencias críticas dentro y sin Public Culture, Boletín del Centro de Estudios Culturales
Transnacionales del Museo de la Universidad de Pensil-
cada una de las representaciones. El cuadro vania, Filadelfia, PA 19104. En mi opinión, esta revista
podría encabezarse, «Unas palabras sobre la encanla los mejores impulsos de los estudios culturales.
articulación desde los actores en el campo». Pongo reparos a la etiqueta «postmoderno» porque
Por una inclusión de los astutos estudios sobre estoy convencida con Bruno Latour de que en los domi-
la tecnociencia transnacional en los estudios nios históricos en los que se ha construido la ciencia, lo
«moderno» nunca existió, si por moderno entendemos la
culturales, quiero leer el Cyborg de Randolph, mentalidad racional ilustrada (el sujeto, la mente, etc.)
privilegiando los matices rojo, verde y ul- que procede realmente de un método objetivo y persigue
travioleta, dentro de una semiología política representaciones adecuadas, en ecuaciones matemáticas
multicolor si es posible, del mundo objeto (esto es, natural). Latour
defiende que la Crítica de Kant, que sitúa en potos extre-
mos las cosas-en-sí y el ego trascendental, es lo que nos
hace creer que somos «modernos», con consecuencias
NOTAS calamitosas e imparables para el repertorio de posibilida-
des explicatorias de la «naturaleza» y la «sociedad» para
Reproducido con permiso de Routledge, Inc. de C. los estudiosos occidentales. La separación de las dos tras-
Nelson, 1’, Treichíer and L. Orossberg (eds.) (1991) Cul- cendencias, la del polo objeto y la del polo sujeto, estruc-
tural Studies. Londres y Nueva York. tura la « ‘Construcción política de la Verdad’. Yo lo llamo
2 «Se acercaron a un Cenagal Fangoso .. El nombre ‘moderno’, definiendo la modernidad como la absoluta
de este Retardo era Desesperación» (John Bunyan, Pi!- separación entre la representación de las cosas —la ciencia
grims Progress, 1678; citado en el Oxford English Dic- y la tecnología— y la representación de los humanos —la
tionary). La no estandarización de la pronunciación aquí política y la justicia—.» (Latour, en prensa, a).
debería señalar también, al principio de las «Promesas de Aunque este cuadro de la actividad científica pudiera
los Monstruos», lo sugestivo de las palabras al margen parecer debilirante, ha guiado la investigación disciplinar
de las tecnologías reguladoras de escritura. (histórica, filosófica, sociológica, antropológica), al estu-
N.T.: Haraway emplea un juego de palabras, diar la ciencia con una venganza pedagógica y profilác-
si(ghftings, para fusionar ambos significados que no tica, al hacer que la cultura pareciera diferente a la cien-
tiene equivalente en castellano. cia; la ciencia sola podría obtener los bienes de la
NT.: SF son las iniciales de science-fiction, specu- naturaleza desvelando y vigilando sus encamaciones
lative factual, specu/ative flaures, selence fantasy, spe- ingobernables. Así, los estudios de la ciencia, centrados
culativefiction etc, es decir, de algunas de las construc- en el objeto edificante de la práctica científica «moder-
ciones apositivas con las que Haraway se refiere a ese na», han parecido ser inmunes a los contagios contami-
lugar SE nantes de los estudios culturales; pero seguramente
Salí>’ Hacker, en una ponencia escrita justo antes de nunca más. Rebelarse contra el racionalismo y la ilustra-
su muerte («The Eye of the Beholder: An Essay on Tech- ción o perder la fe en ellos, el estado descreído de los
nology and Eroticism», manuscrito, 1988), proponía el modernistas y los postmodernos respectivamente, no es
término «pornotécnica» para hacer referencia a la encar- lo mismo que mostrar que el racionalismo era el empe-
nación de las perversas relaciones de poder del cuerpo rador que no llevaba ropa, que nunca lo fue, y por tanto
artefactual. Hacker insisía en que el el corazón de la por- nunca fue tampoco su otro. (Hay una confusión termino-
notécnica está lo militar como una institución, con sus lógica casi inevitable entre modernidad, lo moderno y el
raíces profundas y de gran alcance dentro de la ciencia, modernismo. Utilizo modernismo para referirme a un
la tecnología y la erótica. La «euforia técnica» es pro- movimiento cultural que se rebeló contra las premisas de
fundamente erótica; la unión del sexo y el poder es el la modernidad, mientras que el posmodernismo se refie-
toque del diseñador. La técnica y la erótica son las tren- re más a la pérdida de fe que a la rebelión, al no dejar
zas de los mecanismos de enfoque para los campos de nada contra lo que rebelarse). Latour denomina a su posi-
visualización de la destreza y el deseo. Ver también Hac- ción amoderna y defiende que la práctica científica es y
ker (¡989). Partiendo de los argumentos de Hacker, creo ha sido amodema, una observación que hace que desa-
que el control sobre la técnica es la práctica que posibi- parezca la línea divisoria entre lo realmente científico (lo
lila la supremacía de clase, género y raza. Recuperar la occidental) y la etnociencia y otras expresiones cultura-
vinculación de la técnica y la erótica debe estar en el cen- les (todo lo demás). La diferencia reaparece, pero con
tro de la práctica feminista anti-racista. (cf. Haraway, una geometría significativamente diferente, la de las
1989b; Cohn, 1987). escalas y los volúmenes, esto es, las diferencias de mag-
6 Ver la provocativa publicación que reemplazó a Radi- nitud entre las entidades «colectivas» compuestas de
cal Social Journal, Science os Culture, Free Association humanos y no humanos, más que en términos de una
Books, 26 Freegrove Rd., Londres N7 9RQ, Inglaterra. línea divisoria entre la ciencia racional y la tecnoctencta.
Este modesto giro o cambio trópico no aparta el estu- libro de Martin Bernal, Black Athena, vol 1, The Fabrí-
dio de la práctica científica de la agenda de los estudios cation of Ancient Greece, 1785-1 985 (1987) inicia una
culturales y de la intervención política, sino que lo sitúa reevaluación revolucionaria de las premisas fundadoras
decididamente en ellas. Más aún, la atención se centra del mito del carácter único y auto-generativo de la cultu-
claramente en la desigualdad, exactamente donde corres- ra occidental, incluidos desde luego esos pináculos de la
ponde en los estudios culturales. Además, la inclusión de auto-procreación del Hombre, la ciencia y la filosofía. El
la ciencia en los estudios culturales no deja las nociones libro de Bernal es un relato del papel determinante del
de cultura, sociedad y política sin tocar, ni mucho menos. racismo y el Romanticismo en la fabricación de la histo-
En concreto, no podemos hacer una crítica de la ciencia ria de la racionalidad occidental. Quizá irónicamente,
y de sus construcciones de la naturaleza partiendo de una Martin Bernal es hijo de J.D. Bernal, el bioquímico bri-
creencia vigente en la cultura o la sociedad. En la forma tánico más importante antes de la Segunda Guerra Mun-
del construccionismo social, esa creencia ha fundamen- dial además de marxista, cuyos cuatro volúmenes de
tado la estrategia principal de los radicales de la ciencia Sc/ence lo History defienden de modo conmovedor la
de izquierda, feminista y antirracista. Continuar con esa superioridad racional de una ciencia liberada de las cade-
estrategia, sin embargo, es seguir deslumbrados por la nas del capitalismo. Ciencia, libertad y socialismo tenían
ideología de la ilustración. No bastará para abordar la que ser, al fianí, el legado de Occidente. Aún con todas
ciencia como construcción social o cultural, como si la sus imperfecciones, ieso habría sido mejor que la versión
cultura o la sociedad fueran categorías trascendentes, de Reagan y Thatcher! Ver Gary Wersky, The Invisible
más de lo que lo son la naturaleza o el objeto. Fuera de Co/lege: The Collective Rio graphy of British Social/st
las premisas de la ilustración —es decir, de lo moderno— Sc/ent/sts in the 1930s (1978).
los pares binarios de cultura y naturaleza, ciencia y Famoso ya en su tiempo por sus apasionados roman-
sociedad, lo técnico y lo social, pierden su cualidad co- ces heterosexuales, iD. Bernal, vivo retrato de un
constitutiva y opositiva. Tampoco se puede explicar al segundo nacimiento ilustrado tan irónicamente expuesto
otro. «En lugar de generar la explicación, la Naturaleza y por Irigaray, escribió su propia visión del futuro en The
la Sociedad ahora se consideran las consecuencias histó- Word, Me Flesh and Me Devil como una especulación de
ricas del movimiento de lo colectivo. Todas las realida- base científica en la que seres humanos evolucionaban
des interesantes ya no pueden capturarse en los dos hacia inteligencias incorpóreas. En su manuscrito (May,
extremos, sino que se encuentran en la sustitución, en el 1990), «Talking about Science in Three Colors: Bernal
cruce, en las traducciones, mediante las que los actantes and Gender Politics in Ihe Social Studies of Science,>,
modifican sus competencias» (Latour, 1990:170). Cuan- l-iilary Rose discute esta fantasía y su importancia para
do las devociones a la creencia en lo moderno disminu- «la ciencia, la política y los silencios». ID. Bernal apoyó
yen, los dos miembros de los pares binarios se desplo- también activamente a científicas independientes. Rosa-
man como sí entraran en un agujero negro. Pero lo que lind Franklin se trasladó a su laboratorio después de que
les sucede en el agujero negro, por definición, no es visi- el heroico y extravagantemente sexista James Watson le
ble desde el terreno compartido de la modernidad, el robara su trabajo sobre el ácido nucleico cristalográfico,
modernismo o el postmodernismo. Haré un viaje SP en su camino hacia la fama inmortal y deslumbrante de
superluminal al interior de otra parte para encontrar nue- la Doble Hélice de los años 50 y los 60 y su replicante de
vos puntos de ventaja. Donde Latour y yo coincidimos los años 80 y 90, el Proyecto del Genoma Humano. La
en lo fundamental es en que en ese pozo gravitatorio cii historia del ADN ha sido un relato arquetípico de la
el que desaparecen la Naturaleza y ¡a Sociedad en tanto cegadora ilustración moderna y de los orígenes ilimita-
que trascendentales, han de encontrarse actores/actantes dos, desencarnados y autóctonos. Ver Anna Sayre
de diversas y maravillosas clases. Sus relaciones consti- (1975); Mary lacobus (1982); Evelyn Fox Keller (1990).
tuyen el artefactualismo que intento esbozar. Para un argumento sobre la naturaleza como actor
> Para una visión de «producción» y «reproducción» social, ver Elizabeth Bird (1987).
completamente distinta a la encerrada en tanta teoría “~ Actantes no es lo mismo que actores. Como Teren-
política y económica (y feminista) occidental, ver ce Hawkes (1997:89) explica en su introducción a Grei-
Marilyn Strathern (1988:290-308). mas, los actantes operan en el nivel de la función, no del
¡ Chela Sandoval desarrolla la distinción entre con- personaje. Varios personajes de una narración pueden
ciencia opositiva y conciencia diferencial en su próxima constituir un solo actante. La estructura de la narración
disertación doctoral, en la Universidad de California en genera sus actantes. Al considerar qué tipo de entidad
Santa Cruz. Ver también Sandoval (1990). podría ser la «naturaleza», estoy buscando un coyote y
2 Mi deuda en estos párrafos con ¡a estupenda crítica una gramática histórica del mundo, donde la estructura
de la alegoría de la caverna elaborada por Luce lrigaray profunda puede ser una gran sorpresa, en efecto, una ver-
en Speculum de lautrefemme es enonne. Desafortuna- dadera embustera. Los no humanos no son necesanamnen-
damente, lrigaray, como casi todos los blancos europeos te actores en sentido humano, sino que son parte del
y americanos tras la consolidación a mediados del siglo colectivo funcional que construye un actante. La acción
Xix del mito de que «Occidente» surgió de una Grecia no es tanto un problema ontológico como semiótico. Esto
clásica no corrompida por raíces semíticas ni africanas, es quizá en tanto que verdadero para humanos y no huma-
por trasplantes, colonizaciones ni préstamos, nunca ha nos, una forma de mirar las cosas que puede hacernos
cuestionado el estatus «original» de Platón como padre salir del individualismo metodológico inherente al hecho
de la filosogía, la ilustración y la racionalidad. Si Europa de concentrarse en quienes son los agentes y los actores
fue colonizada primero por los africanos, ese elemento en el sentido de las teorías liberales de la agencia.
narrativo histórico cambiaría la historia del nacimiento ~ En este relato producionista, las mujeres producen
de la filosofía y la ciencia occidentat. El importantísimo bebés, pero éste es un sustituto pobre aunque necesario
para la acción real de la reproducción, el segundo naci- minos de Noske (p. xi), son otros «mundos, cuya alteri-
miento mediante la auto-alumbramiento, que requiere la dad no debe ser desencantada ni disminuida a nuestra
tecnología obstetricia de la óptica. La relación del Uno magnitud sino respetada por lo que es». Los animales,
con el falo determina sí uno se alumbra a sí mismo, a un sin embargo, no agotan el mundo del coyote de quienes
precio alto, o si sirve, a un precio aún mayor, como con- no son humanos ni máquinas. El dominio de los no
ducto o pasaje para aquéllos que participarán de la luz humanos, máquinas o no (lo no humano en mi termino-
del auto-alumbramiento. Para una demostración estimu- logía) une a las personas en la construcción de un colec-
lante de que las mujeres no producen niños en todas par- tivo artefactual llamado naturaleza. Ninguno de esos
tes, ver Marilyn Strathem (1988:314-318). actantes puede considerarse simple recurso, terreno,
‘~ Tomo prestada la noción de Katie King de aparato matriz, objeto, material, instrumento, trabajo congelado;
de producción literaria, en la que el poema se congela en todos son menos fijos que todo eso. Quizá las sugeren-
la intersección entre los negocios, el arte y la tecnología. cias que hago aquí se reduzcan a reinventar una vieja
Ver King (1990). Ver también Donna Haraway (1991: opción de una tradición occidental no eurocéntrica en
caps. 8-10>. deuda con el hermetismo egipcio que insiste en la cuali-
U Latour ha desarrollado el concepto de delegación dad activa del mundo y en la materia «animada». Ver
para referirse a las traducciones e intercambios entre la Martin Bernal (1987:121-160); Frances Yates (1964).
gente que hace ciencia y sus máquinas, que actúan como Mundano y espiritual, la naturaleza coyote es un colecti-
«delegados» en un amplio abanico de formas. Marx con- va, un artefacto cosmopolita moldeado en narrativas de
sideraba que las máquinas eran «trabajo muerto», pero actantes heterogéneos.
ese concepto, si bien es todavía necesario para algunos Pero Latour y otras figuras importantes de los estu-
aspectos cruciales de la delegación forzosa y reificada, es dios sobre la ciencia trabajan con un «colectivo» empo-
también demasiado débil para descubrir las muchas for- brecido en un segundo sentido. Al trabajar correctamen-
mas en las que las máquinas son parte de las relaciones te para resistir una explicación «social» de la práctica
sociales «mediante las cuales los actantes modifican sus «técnica» que desacredite los binaiismos, estos estudio-
competencias» (Latour, 1990:170; ver también Bruno sos tienen la tendencia a reintroducir por la puerta de
Latour, en prensa b). Latour, sin embargo, al igual que la atrás los binarismos al rendir culto sólo a uno de los tér-
mayoría de los eruditos consolidados de los estudios minos, lo «técnico». En particular, cualquier considera-
sociales de la ciencia, desemboca en un concepto dema- ción de temas como la supremacía masculina o el racis-
siado restringido de «colectivo», formado exclusivamen- mo o el imperialismo o las estructuras de clase es
te por máquinas y científicos, a quienes se examina en un inadmisible porque son los viejos fantasmas «sociales»
marco espacio-temporal muy estrecho. Pero las circula- que impidieron la explicación real de la ciencia en
ctones de destrezas al final toman giros insospechados. acción. Ver Latour (1987). Como señaló Latour, Micha-
Primero, con la importante excepción de su escritura y el Lynch es el defensor más radical de la premisa de que
enseñanza en colaboración con la primatologista Shirley no hay explicación social de una ciencia, sino que lo téc-
Strum, que ha luchado mucho en su profesión por el reco- nico se satisface a si mismo, lo que sin duda incluye las
nocimiento de los primates como actores sociales inteli- interacciones entre personas y entre las personas y las
gentes, Latour presta poca atención a la no-máquina, máquinas dentro del laboratorio, pero excluye un gran
otros no humanos en las interacciones. Ver Strum (1987). conjunto de elementos que yo incluiría en lo «técnico» si
Lo «colectivo», de lo que la «naturaleza» de alguna realmente no se quiere evitar un par binario rindiendo
manera es un ejemplo desde mi punto de vista, es siem- culto a uno de sus viejos polos. Lynch (1985); Latour
pre un artefacto, es siempre social, no por algún Social (1990):169n). Coincido con Latour y Lynch en que la
trascendental que explique la ciencia o viceversa, sino práctica crea su propio contexto, pero ellos trazan una
por sus actantes/actores heterogéneos. No sólo no es que línea sospechosa en tomo a lo que debe considerarse
todos esos actores/actantes no sean personas; estoy de «práctica». Nunca se preguntan cómo se incorporan y se
acuerdo en que hay una sociología de las máquinas. Pero construyen al margen de máquinas en funcionamiento
eso no es suficiente; no todos los otros actores/actantes las prácticas de supremacía masculina, o de muchos
fueron creados por personas. Lo «colectivo» artefactual otros sistemas de desigualdad estructural. Cómo yen qué
incluye a un ingenioso actor al que yo he llamado coyo- direcciones funcionan estas transferencias de «compe-
te algunas veces. Los interfaces que constituyen lo tencias» debería ser uno de los puntos que centrara nues-
«colectivo» deben incluir a quienes están entre los huma- tra atención. Los sistemas de explotación deberían ser
nos y los artefactos en la forma de instrumentos y máqui- partes cruciales del «contenido técnico» de la ciencia.
nas, un paisaje genuinamente social. Pero debe contarse Pero los estudiosos de los estudios sociales sobre la cien-
con el interfaz entre las máquinas y otros no humanos, cia tienen tendencia a descartar estas preguntas afirman-
así como el interfaz entre humanos y no-humanos-no- do que nos devuelven a los viejos y malos tiempos en los
mdquinas. Los animales son actores bastante obvios, y que los radicales afirmaban que la ciencia simplemente
sus interfaces con las personas y las máquinas son más «reflejaba» las relaciones sociales. Pero desde mi punto
fáciles de admitir y teorizar. Ver Donna Haraway de vista, tales transferencias de competencias, o delega-
(l989~; Barbara Noske (1989). Paradójicamente, desde ciones, no tienen nada que ver con reflejos o armonías de
la perspectiva del tipo de artefactualismo que estoy organización social y cosmologías, como la «ciencia
intentando bosquejar, los animales pierden su estatus de moderna». Su prejuicio sin analizar, consistente y defen-
objeto que los ha reducido a cosas en gran parte de la sivo parecer parte de la mala interpretación que hace
filosofía y la práctica occidentales. No habitan ni la natu- Latour de varios movimientos de Beam Times and Life
raleza (como objeto) ni la cultura (como sustituto huma- Times: The World of High Finergy Physicists (1988) de
no), sino que habitan un lugar llamado otra parte. En tér- Sharon Traweek. Ver también Hilary Rose, «Science in

~PbtWab
Thrre Colours: Bernal and Gender Politics in the Social ideología. Althuser, efectivamente, está jugando con las
Studies of Science», manuscrito sin publicar, 2 de mayo de Lacan, por no mencionar la interrupción de Dios que
de 1990. hace entrar al Hombre, su siervo, como ser. ¿Tenemos
El mismo punto ciego, una lesión en la retina del viejo vocación de cyborgs? Interpelar: Interpellarus, participio
heliotropismo falogocéntrico que Latour sí sabe como pasado de «interrumpido por elocución» -efectuar trans-
evitar en otros contextos, por ejemplo en su crítica mor- formaciones como de Saul a Paul. La interpelación es un
daz de lo moderno y lo postmodemo, parece responsable tipo especial de interrupción, por no decir más. Su signi-
del fracaso abyecto de los estudios sociales de la ciencia ficado clave se refiere a un procedimiento parlamentario
en tanto que discurso organizado a la hora de tener en por el que se pide a un orador que es miembro del gobier-
cuenta los últimos veinte años de investigación feminis- no que explique una determinada acción o una determi-
ta. Lo que se considera «técnico» y lo que se considera nada política, y que normalmente conduce a un voto de
«práctica» no debería ser ni mucho menos auto-evidente confianza. Los siguientes anuncios nos interrumpen.
en la ciencia en acción. Por toda su extraordinaria creati- Insisten en una explicación en un juego de confianza;
vidad, hasta aquí las cartografías de la mayor parte de fuerzan al reconocimiento de cómo se llevan a cabo las
quienes se ocupan de los estudios sociales de la ciencia transferencias de competencias. Una posición de sujeto
se han parado en seco en los terribles mares en los que cyborg deriva de y conduce a la interrupción, a la difrac-
las prácticas mundanas de desigualdad envuelven las ori- ción, a la reinvención. Es peligrosa y está repleta de las
lías, infiltran los estuarios y establecen los parámetros de promesas de los monstruos.
reproducción de la práctica, los artefactos y el conoci- En King’s Salomon Ring, Konrad Lorenz describió
miento científicos. Si fuera una mera cuestión de reflejos cómo el automóvil mantuvo la apariencia del carruaje de
entre las relaciones sociales y las construcciones científi- caballos, a pesar de las diferentes necesidades funciona-
cas, ¡qué fácil sería introducir la investigación «política» les y posibilidades de la nueva tecnología. Pretende
en la ciencia! Quizá el prejuicio tenaz de los profesiona- ejemplificar que la evolución biológica es igualmente
les de los estudios sociales de la ciencia es el castigo por conservadora, casi nostálgica con respecto a las formas
lo trascendental ilustrado, lo social, que efectivamente viejas, familiares, que se refunden para nuevos propósi-
informa al racionalismo de las primeras generaciones de tos. Gaia fue el primer bricolaje serio.
críticas radicales a la ciencia y es todavía demasiado 25 Para una visión de la manufactura de organismos par-
común. Que los dioses locales nos salven de lo técnico ticulares como modelos de sistema flexible para un univer-
reificado y de lo social trascendental! so de práctica investigadora, ver Barbara R. Jasny y Daniel
Ver Lynn Margulis y Dorion Sagan (1986). Este estu- Koshland, Jr., eds., Biological Systems (1990). Como afir-
pendo libro representa la biología y la evolución celular ma el anuncio del libro, «La información presentada será
para una multitud de otros inapropiadosibles. En su dedi- especialmente útil para estudiantes universitarios y para
catoria, el texto afirma «las combinaciones, sexuales y todos los investigadores a los que les interese aprender las
parasexuales, que nos hacen salir de nosotros mismos y nos limitaciones y las ventajas de los sistemas biológicos
convierten en algo más de lo que éramos solos» (p. y). Esto actualmente en uso», Science 248 (1990), p. 1024. Como
debería ser lo que hicieran los estudios de la ciencia en otras formas de protoplasma recogidas en el mundo extra-
tanto que estudios culturales, al mostrar cómo visualizar laboratorio e introducidas en un nicho tecnocientífico, la
los curiosos colectivos de humanos y no humanos que coneja orgánica (por no hablar de la simulada) y sus tejidos
componen la vida naturalsocial (una sola palabra). Subra- tienen un futuro probable de un tipo determinado —como
yar el que los actores de estos colectivos generativos, dis- una comodidad—. ¿Quién podría «poseer» estos productos
persos y estratificados no tienen forma ni función humanas evolutivos? Si el germen del protoplasma se recoge en los
y que no deberían ser antropomorfizados—recuerda que la campos de los campesinos de Perú y se utiliza después para
hipótesis Gaia con la que se asocia a Margulius se refiere producir semillas comercialmente valiosas en los laborato-
al tejido del planeta como entidad viviente, cuyo metabo- nos del «primer mundo», ¿tiene una cooperativa campesi-
lismo y cuyo intercambio genético se ven afectados por na o el estado peruano algún motivo para reclamar los
redes de procariotas. Gala es una sociedad; Gala es natura- beneficios? Un problema similar relacionado con los inte-
leza; Gaia no leyó la Crítica. Ni tampoco lo hizo probable- reses propietarios sobre la «naturaleza» obstruye el desa-
mente John Vearley. Ver su hipótesis Gaia en el libro SF, rrollo en la industria biotecnológica de lineas celulares y de
Titan (1979). TitAn es un alien que es un mundo. otros productos derivados de los tejidos humanos extirpa-
> Recordemos que monstruos tiene la misma raíz que dos, por ejemplo, como resultado de una operación de cán-
demostrar; los monstruos significan. cer Recientemente, el Tribunal Supremo de California rea-
~ Trinh T. Minh-ha, ed., 1986flb, She, Me Inappro- firmó a la industria biotecnológica que un paciente, cuyo
priateid Others. Ver también su Women, Native, Other: bazo cancerígeno fue la materia prima para un producto,
Writing Postcolonial/ty aná Feminism (1989). Colony Simulating Factor, convertido después en una
21 NT.: Utiliza el término (ratio)nality en un juego de patente que produjo para el científico que lo desarrolló un
palabras etimológico difícil de reproducir en castellano, capital en una compañía valorada en alrededor de 3 millo-
puesto que ratio (lat.) hace referencia directamente al nes de dólares, no tenía derecho a compartir esa bonanza.
sentido de relación junto al de razón. La propiedad del yo, ese eje de la existencia liberal, no
22 NT.: Dada la imposibilidad de una traducción uní- parece ser lo mismo que los derechos de propiedad del
voca de self se ha optado por traducir ‘yo’ o ‘si mismo cuerpo o de los productos (fetos o lineas celulares en las
de acuerdo con el contexto. En esos casos, el término que los tribunales tienen un interés regulador) de ese yo.
aparece siempre con comillas. Ver Marcia Barinaga (1990:239).
23 interpelar: Juego con la definición de Althuser de 26 Tanto aquí como a lo largo del ensayo, juego con

la llamada que constituye la producción del sujeto en la las palabras de Katie King, que a su vez juega con De

~P&1Sb
Gramatología (1976) de Derrida. Ver King (1990) y dad y una base-paciente fiscalmente solvente, terminan
King (en elaboración), donde desarrolla su descripción, por aceptar tarifas reducidas y riesgos en aumento». Los
que también es una persuasiva construcción capacitado- códigos son transparentes. La medicina científica se ha
ra, de un campo discursivo denominado «feminismo y visto engañosamente unida con vampirescas pacientes
tecnologías de inscripción>s. femeninas, negras y pobres. Qué riesgos se derivan y para
27 Mitologías (1972) de Roland Barthes me sirve de quién sigue sin analizarse. Las manos entrelazadas en este
guía aquí y en otros lugares. anuncto conllevan un mensaje superficial diferente al del
28 La pacifista y estudiosa de la ciencia Elizabeth Bird anuncio de la Gulf, pero las estructuras semióticas que los
propuso el eslogan y lo utilizó para una chapa política en posibilitan comparten demasiados elementos.
1986 en Santa Cruz, California. ~ En la presentación oral de este ensayo en la confe-
29 Me siento en deuda con otra figura guía a lo largo rencta sobre «Cultural Studies Now and in the Future»,
de este ensayo, Gloria Anzaldúa, Rorderlands, La Fron- Gloria Watklins/bell hooks llamó la atención sobre los
tera: The New Mestiza (1987) y con al menos otras dos desagradables discursos estadounidenses actuales que
viajeras en espacios virtuales encamados, Ramona Fer- presentan a los hombres africano-americanos como
nández, «Trickster Literacy: Multiculturalism and the «especie en peligro». Incrustada en esta metáfora terrible
(Re) Invention of Leaming», ensayo de curso, departa- está la historia implacable de la animalización y la infan-
mento de Historia de la Conciencia, Universidad de Cali- tilización política. Como otras «especies en peligro»,
fornia en Santa Cruz, 1990, y Allucquére R. Stone, estas personas no pueden hablar por sí mismas, sino que
«Following Virtual Communities», ensayo sin publicar, alguien debe hablar por ellas. Deben ser representadas.
Historia de la Conciencia, Universidad de California en ¿Quién habla por el hombre africano-americano en tanto
Santa Cruz. La diversa «comunidad consensual virtual» que «especie en peligro»? Nótese también cómo la metá-
(en palabras de Sandy Stone en otro contexto) de la teo- fora aplicada a los hombres negros justifica la retórica
ría feminista que se incuba en la Universidad de Califor- anti-feminista y misógina de la política hacia las mujeres
ma en Santa Cruz impregna densamente mi escritura. negras. Ellas se convienen en una de las fuerzas, si no en
30 Para una lectura extensa de las historias de Jane la amenaza fundamental, que ponen en peligro a los
Goodall en National Geographic, siempre en tensión con hombres africano-americanos.
otras versiones de Goodall y los chimpancés en Gombe, >‘ Cometiendo sólo un pecado venial neo-imperialis-
ver Haraway, «Apes in Eden, Apes in Space», en Pr/ma- ta en una nota a pie de página, cedo sólo un poco a la
te Visions (1989a:133-195). Mi análisis no debe enten- tentación voyeurística: en Discover la videocámara y el
derse en absoluto como un campo para oponer las con- «nativo» tienen una relación simétrica a la de las manos
versaciones primates o para reivindicar otras Jane de Goodall y el chimpancé. Cada foto representa un
Goodalls; la complejidad de estos temas merece su pro- contacto a través del tiempo y el espacio, y a través de
pia consideración cuidadosa y materialmente específica. la política y la historia, para contar un relato de salva-
Para milo importante son los marcos semióticos y polí- ción, de la salvación del hombre y de la naturaleza. En
ticos dentro de los que actores geopoliticaniente diferen- esta versión de narrativa cyborg, el contacto que vincu-
ciados podrían afrontar la supervivencia. la la alta tecnología portátil y al humano «primitivo»
“ NT.: PBS son las siglas de Public Rroadcasring corre paralelo al contacto que vincula al animal y al
Service. humano «civilizado».
32 Mis archivos están llenos de imágenes recientes de ‘~ Sin embargo, es importante señalar que el hombre

romances familiares de cruces de especies humanas y que está actualmente al cargo de los asuntos medioam-
antropoides que no consiguen disimular la iconografía bientales del Amazonas en el gobierno brasileño ha
racista. La imagen más viciosamente racista me la enseñó adoptado posiciones firmes y progresistas sobre la con-
Paula Treichíer: un anuncio de un seguro médico global, servación, los derechos humanos y la destrucción de los
Premed, en Mineapolis, dirigido a médicos publicado en pueblos indígenas, y los vínculos entre la ecología y la
American Medical News, el 7 de agosto de 1987. Un hom- justicia. Aún más, las propuestas y políticas actuales,
bre blanco de bata blanca, con un estetoscopio en el cue- como el plan gubernamental denominado Nossa Natura-
lío, está poniendo un anillo de boda a una gorila hembra leza, y algunas ayudas internacionales, las actividades de
fea y muy negra vestida de novia. ¡La ropa blanca no sig- organizaciones conservacionistas y las aportaciones eco-
nifica lo mismo para diferentes razas, especies o géneros! logistas, tienen mucho que recomendarles. Además, difí-
El anuncio proclama: «Si te has metido en una alianza cilmente puedo presentarme como juez de estos asuntos
atroz, quizá podamos ayudarte». El <hombre) médico complejos sin que la arrogancia exceda todos los límites.
blanco y masculino unido a la (animal) paciente negra Lo que quiero decir no es que cualquier cosa que venga
femenina en las ciudades internas por las prácticas comer- desde Brasilia o desde Washington sea mala, ni que cual-
ciales en relación con la política de seguros de enfermedad quier cosa que surja de los residentes en la selva sea
debe ser liberado. No hay ninguna mujer en este anuncio; buena, lo que sería una posición evidentemente incierta.
hay una amenaza escondida disfrazada de mona, vestida Ni tampoco quiero decir que nadie que no provenga de
de novia vampiresca de la medicina científica (un único una familia que haya vivido en la selva durante genera-
diente blanco brilla amenazadoramente sobre los labios ciones no tenga un sitio en los «colectivos, humanos y no
negros de la horrible novia) —otra aclaración, por si hicie- humanos», cruciales para la supervivencia de las vidas y
ra falta, esa mujer negra no tiene el estatus discursivo de las formas de vida en la Amazonia y en otros lugares.
mujer/humana en la cultura blanca. «Por todo el país, los Mas bien, mi interés tiene que ver con la auto-constitu-
médicos que una vez se imaginaron un hermoso enlace ción de los pueblos indígenas como actores y agentes
con un seguro médico global se han dado cuenta de que la principales, con los que otros deben interactuar —en coa-
luna de miel ha terminado. En lugar de un cuidado de cali- lición y en conflicto— y no al contrano.
Para el relato de la vida de Chico Mendes y de su re, «With a Reflexive Sociology of Actanís, There Is No
asesinato a manos de quienes se oponían a una reserva Going Back», ofrece «un seguro completamente exhaus-
extractora de explotación forestal, ver Andrew Revkin tivo contra la vuelta atrás», en vez de las formas menos
(1990). buenas de otros competidores «de no volver a la Natura-
“ El resto de las referencias aparecen en el texto leza (la Sociedad o el Yo)». Todo esto sucede en el con-
entre paréntesis. texto de una crisis de confianza entre los estudiosos 4S
~ Temas similares a estos enfrentan a las poblaciones cuyos fructíferos programas de investigación de los últi-
del Amazonas en otros países además de Brasil. Por mos diez años se están precipitando a un punto muerto.
ejemplo, existen parques nacionales en Colombia de los Son ellos. Me abstendré de comentar la descarada miso-
que se ha expulsado a los pueblos nativos, siendo éste su ginia en el terror textualizado de los estudiosos occiden-
territorio histórico, pero a los que las empresas petrolífe- tales a la «vuelta atrás» a una naturaleza fantasmagórica
ras y de explotación forestal tienen acceso bajo una polí- (representada por los críticos de la ciencia como natura-
tica multiuso del parque. Esto debería resultamos fami- leza «objetiva». Los académicos literarios representan
liar a los norteamericanos también. los mismos peligros terribles de forma ligeramente dife-
~ De nuevo recuro a Bruno Latour aquí, revisando y rente; para ambos grupos esa naturaleza es defmitva-
desplazando sus afirmaciones, quien ha insistito en el esta- mente pre-social, monstruosamente no humana, y ame-
tus social de los actores humanos y no humanos. «Utiliza- naza sus carreras). La madre naturaleza siempre espera,
mos actor para referimos a algo que otro actor convierte en las narrativas de estos muchachos adolescentes, a que
en fuente de una acción. No está de ninguna forma limita- el héroe nuevamente individualizado se ahogue. El olvi-
do a los humanos. No implica voluntad, voz, conciencia ni da que esta madre misteriosa es su creación; el olvido, o
deseo>~. Latour señala el punto crucial de que «represen- la inversión, es fundamental en las ideologías de la obje-
tar» (mediante palabras u otra materia prima) a los actores tividad científica y de la naturaleza como «edén en una
no humanos como si fueran personas es una operación vitrina». También juega un papel todavía por examinar
semiótica; las caracterizaciones no representacionales son en algunos de los mejores (más reflexivos) estudios de la
bastante posibles. La semejanza o desemejanza de los ciencia. En la labor reflexiva es indispensable un análisis
actores es un problema interesante que se abre al situarlos de género teorético.
firmemente en el dominio compartido de la interacción ‘~> Time, 10 de febrero de 1961, p. 58. En el pie de la

social. Bruno Latour (en preparación. b). foto de RAM se lee «de Chop Chop Chang a No. 65 y de
40 La reseña de Kane apareción en Voice Literary ahí a un papel pionero». Para el vuelo de RAM y el
Supplement, Febrero 1990, y Hecht y Cockbum le res- entrenamiento de los chimpancés de Holloman, ver Wea-
pondieron con «Getting Historical», Vo/ce Literary Sup- ver (1961) y Life Magazine, 10 de febrero de 1961. Life
plement, Marzo 1990: 26. titulaba «De la selva al laboratorio: los astrochimpan-
~‘ Mi discusión sobre la política de representación del cés». Todos ellos fueron capturados en Africa, lo que
feto se basa en veinte años de discurso feminista sobre significa que muchos otros chimpancés murieron en la
dónde situar la responsabilidad del embarazo y sobre la «siega» de bebés. Los astrochimpancés se eligieron entre
libertad reproductiva y generalmente constreñida. Ver otros chimpancés, entre otras cosas, por su «alto cocien-
argumentos especialmente cruciales para este ensayo en te intelectual». Todos eran buenos científicos.
Jennifer-Terry (1989); Valerie Hartouni (1991); y Rosa- 46 Time, 8 de diciembre de 1961, p. 50; Newsweek, 5

lind Pollock Petchesky (1987). de marzo de 1962, p. 19.


42 The Eighteenrh Brumaire of Louis Bonaparte, cita- ~‘ Tinte, 8 de diciembre de 1961, p. 50.

do en E. Said (1978:xiii) como cita inicial. ~ Ver también Chris Cay, «Postmodem War», exa-
~ Marylin Strathem describe las nociones melanesias men de calificación, Departamento de Historia de la Con-
de niño corno el «depósito acabado de las acciones de ciencia, Universidad de California en Santa Cruz, 1988.
otros múltiples», y no como entre los occidentales, donde NT.: La posible confusión es producto de la ine-
el niño es un recurso que llegará a ser un ser humano xistencia de marca de género en others.
completo mediante la socialización a manos de los otros. NT. En inglés Surrogate Others, paralelo a surro-
Marilyn Strathern. «Between Things: A Melanesianist’s gate mothers, madres sustitutas, madres de alquilen
Comment on Deconstructive Feminism», manuscrito sin >~ Para escritos indispensables teóricos y de observa-

publicar. Las feministas occidentales han luchado por ción participante sobre ecofeminismo, movimientos
articular una fenomenología del embarazo que rechace el sociales y acción directa no violenta, ver Barbara Epstein
marco cultural dominante de produccionismo/reproduc- (1991).
cionismo, con su lógica de recurso pasivo y tecnólogo 52 Para una discusión más completa del sistema inum-
activo. En esos intentos el nexo mujer-feto se representa nológico, ver Haraway, «La biopolítica de los cuerpos
aquí como un nudo de relacionalidad dentro de una red postmodernosx., en Sim/os, cyborgs y mujeres (1995).
más amplia, donde los individuos liberales no son los ~> Recordemos que Nilsson hizo las famosas fotogra-

actores, sino que en ellos los actores son los colectivos fías de fetos (en realidad, abortos) que cambiaron el dis-
complejos, incluidas las personas sociales no liberales (en curso como universos candentes a contraluz flotando
singular y plural). Otras nuevas representaciones apare- libres del «entorno materno». Nilsson (1977)
cen en el discurso ecofeminista. “ Reproducción del anuncio del Mcl Life Pavilion.

~ Sobre el lenguaje de la «vuelta a la naturaleza», ver La exposición está patrocinada por Metropolitan Life
la carta de la Sociedad para el Estudio Social de la Cien- and Affiliated Companies. En las instalaciones de Dis-
cia, publicada en Technoscience 3, n.3, Pp. 20-22, otoño neylandia en Florida, también podemos ver «la isla de las
de 1990. Una sesión de los 4S Encuentros de Octubre se especies en peligro», para aprender las convenciones
titula «Back to Nature». El resumen de Malcom Ashmo- para «hablar por el jaguar» en un edén bajo una vitrina.
Ramona Fernández en «Trickster Literacy», exa- 62 Gracias a Barbara Ige, estudiante de licenciatura de

men de calificación, Departamento de Historia de la Con- la Universidad de California en Santa Cruz por sus con-
ciencia, Universidad de California en Santa Cruz, 1990, versaciones sobre los puntos de interés del personaje de
escribió extensamente sobre Disneylandia y las múltiples Lisa Foo.
literaturas culturales requeridas y enseñadas in sim para 63 N.T.: Cal Tech, California Institute of Technology.
viajar con éxito allí. Su ensayo describía la colaboración “ N.T. En la camiseta aparece la frase «Spock lives»,

de las tecnologías de visualización y de la escuela médi- Spock, el famoso personaje televisivo, vive. Al no leer las
ca en su desarrollo y utilización. Ver el Journal of Ameri- eses nos encontrarnos con un curioso juego de palabras:
can Medical Association, 260, no. 18 (18 de noviembre «rOCK UVE», que podríamos traducir por ‘cicatriz o
de 1988), pp. 2776-83. pústula viva.
56 Para construir un colectivo inesperado, Jeme (1985) 65 N.T. Fu bar es el acrónimo defi¿cked up beyond alí
acudió directamente a las teorías de la lingilística estruc- recognition.
tural de Noam Chomsky. El cuerpo semiótico «textuali- 66 Óleo sobre lienzo, fotografía de 26” por 48” de D.

zado» no es noticia a finales del siglo veinte, pero toda- Caras. Conversando con el ensayo de 1985 «Manifiesto
vía importa qué tipo de textualidad se pone en juego! para Cyborgs», en Haraway 1995, Randolph pintó su
~‘ N.T.: ARC, abreviatura de ADS-Related Complex, Cyborg en el Bunting Institute y lo exhibió a él sólo allí
complicaciones relacionadas con el SIDA. en la primavera de 1990 en una exposición titulada «A
~ NT.: NIR, en Estados Unidos, abreviatura de return to Aliens Roots». La muestra incorporó, a partir
National Instirures ofHealth. de muchas fuentes, «la imaginería religiosa tradicional
~ Ver, por ejemplo, la reciente unificación de Project con un contexto posímoderno secularizado». Randoph
Inform con la Community Research Alliance para acele- pinta «imágenes que dan poder a las mujeres, magnifican
rar las pruebas en la comunidad de drogas prometedoras los sueños y cruzan las barreras raciales, de clase, de
—y los esfuerzos del NIH para tratar con esos desarrollos: género y de edad» (folleto de la exposición). Mientras
PI Perspective, mayo, 1990. Nótese también las diferen- vivía y pintaba en Texas, Randolph fue el organizador
cias entre el Secretario para la Salud y los Servicios del Houston Área Artists’ CalI Against US. Intervention
Humanos del Presidente Bush, Lewis Sullivan, y el in Central America. La modelo humana para Cyborg fue
Director del Instituto Nacional de Enfermedades Alérgi- Grace Li, de Pekín, que estuvo en el Bunting Institute en
cas e Infecciosas, Anthony Fauci, al tratar con activistas fatídico año de 1989.
y PWAs. Después de las acciones de ACT UP contra su «‘ Tomo prestado esta acepción de «conversación» y
política y la de Bush durante el discurso del secretario en la noción de alfabetización feminista transnacional del
la conferencia sobre el SIDA en San Francisco en Junio concepto de mujeres y tecnologías de inscripeión de
de 1990, Sullivan dijo que no volvería a tener relación Katie King (en preparación).
con ACT UP y dio órdenes a los oficiales del gobierno
para que limitasen sus contactos con ellos. (Bush había
sido invitado a inaugurar la conferencia internacional de BIBLIOGRAFÍA
San Francisco, pero su agenda no lo permitió. En el
momento de la conferencia estaba en Carolina del Norte ANZALDUA, 0. (1987): Borderlands, La Frontera: The
consiguiendo dinero para el senador ultra-reaccionario New Mestiza. San Francisco, Spinsters/Aunt Lute.
Jesse Helms). En julio de 1990, en el noveno encuentro — (ed.) (1990): Mak/ng Face, Making Soul: Haciendo

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ticiparon por primera vez pacientes activistas, Fauci dijo ARENA-DE RosA, J. (1990): «Indigenous leaders host
que trabajaría para que se incluyera la circunscripción US. environmentalists in the Amazon», Oxfam Ame-
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