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Concepto de sustentabilidad

La ambigüedad del termino sostenible no puede resolverse de manera simple,


el contenido de este concepto es fruto del sistema de razonamiento que
apliquemos. Según el sistema económico consiste en conseguir una valoración
adecuada del capital natural y hacer que la inversión compense holgadamente
el deterioro del mismo, “el desarrollo sustentable es aquel que provee las
necesidades de la generación actual sin comprometer las capacidades de las
generaciones futuras para solventar sus propias necesidades,( “nuestro futuro
común “ 1987). La política se orienta hacia la búsqueda de alternativas
buscando promover el balance adecuado entre crecimiento, dinámica y
estructura urbana y una alta eficiencia de la utilización de los recursos y
funciones ambientales que ofrecen los sistemas biofísicos de la ciudad.
Hemos optado por denominar sustentabilidad débil a aquella que aborda el
tema desde la perspectiva monetaria propia de la economía estándar y
sustentabilidad fuerte desde la perspectiva material propia de la ecología y las
ciencias de la naturaleza a ella vinculadas.
Hablaremos, pues, de sostenibilidad global, cuando razonamos sobre la
extensión a escala planetaria de los sistemas considerados, tomando la Tierra
y sus recursos disponibles como escala de referencia, y de sostenibilidad local
cuando nos referimos a sistemas o procesos más parciales o limitados en el
espacio y en el tiempo. Así mismo, hablaremos de sostenibilidad parcial
cuando se refiere sólo a algún aspecto, subsistema o elemento determinado
(por ejemplo, al manejo de agua, de algún tipo de energía o material, del
territorio) y no al conjunto del sistema o proceso estudiado con todas sus
implicaciones. Evidentemente a muy largo plazo tanto la sostenibilidad local
como la parcial, están llamadas a converger con la global. Sin embargo, la
diferencia entre sostenibilidad local (o parcial) y la global cobra importancia
cuando, como es habitual, no se razona a largo plazo.
El problema es que a la luz de que el desarrollo sustentable tanto a nivel de
ciudad como a nivel territorial no existen reglas claras en cuanto a asignación
de recursos naturales lo que da lugar al abuso de estos en pro de beneficios
individuales generando un costo ambiental y ecológico colectivo que lo paga la
sociedad. Aquí nace el concepto de calidad de vida.

Para que los ciudadanos quieran vivir en la ciudad las condiciones de


habitabilidad y calidad de vida tienen que satisfacer sus expectativas y deseos.
El problema es que las ideas dominantes, los propósitos conscientes que
conforman la calidad de vida de los individuos están basados en la
competitividad, en el poder, en la individualidad y en la cultura del objeto,
relegando cada vez más aquellas ideas basadas en la cooperación, en la
dependencia y en la solidaridad.

La calidad de vida de los ciudadanos es un reflejo de las expectativas sociales,


siendo los propósitos dominantes en nuestra sociedad los mismos que antes
hemos mencionado. La aplicación de estos propósitos por parte de las
actividades, sean estas económicas o no, utilizando las tecnologías actuales y
en un contexto de globalización, provoca una transformación en los
ecosistemas de la Tierra claramente insostenible.
“La situación puede equipararse a una tragedia de los recursos comunes
( Hardin ,G.,1973 “THE TRAGEDY OF THE COMMONS ”)
• Criterios para un desarrollo urbano sustentable

Como ya se ha señalado, una política ambiental eficaz para nuestras ciudad


requiere de interpretar los problemas y retos de sustentabilidad a partir de su
estructura espacial/ territorial y de las políticas y dinámicas socioeconómicas
que la configuran. Tanto en lo que se refiere al manejo de cuencas
atmosféricas, zonas de recarga de acuíferos y defensa de zonas de
conservación ecológica, así como en la eficiencia global urbana, pueden jugar
un papel preponderante los siguientes criterios:

• Evitar el crecimiento suburbano extensivo y descontrolado, propiciando la


densificación y promoviendo el uso diversificado, eficiente y plurifuncional del
suelo, de manera compatible con expectativas de calidad de vida y seguridad
• La revitalización de centros históricos y otras áreas centrales mediante la
promoción de la inversión pública y privada dando particular importancia a
programas de vivienda con un claro sentido urbano • La conservación y manejo
efectivo de las áreas verdes y de las zonas de conservación ecológica • La
creación y mantenimiento de espacios públicos, la convivencia colectiva como
factor de identidad, cohesión social y calidad de vida •Mantener una política
que atienda a los ciclos de vida de distintos áreas urbanas, previendo el
decaimiento y combatiendo el abandono y el deterioro urbano, mediante
programas y acciones de renovación, reciclaje y re-desarrollo del suelo urbano
• Transporte La política de transporte es un elemento crucial del esquema de
sustentabilidad urbana. Una de las implicaciones de fondo de los sistemas de
transporte se refiere a su estrecha interdependencia con los patrones de
urbanización. La posibilidad de recorrer distancias y trayectos a ciertas
velocidades y con condiciones determinadas de seguridad, confort y costo van
transformando paulatinamente el concepto que todavía a principios de siglo se
tenía de la ciudad. Hoy en día, abundan por ejemplo las áreas urbanas
dormitorio en donde pernoctan millares de individuos que a primera hora
invaden las carreteras y los medios de transporte suburbanos para dirigirse a
trabajar durante el día y regresar a casa al fin de la jornada, pudiendo destinar
hasta 2, 3 ó 4 horas cotidianas al transporte.

El transporte urbano establece sistemas de movilidad que organizan la


ocupación territorial y definen modalidades de intensidad, densidad y
diversidad en los usos del suelo. A su vez, la estructura urbana generada,
determina patrones y demandas de transporte, creándose múltiples canales de
retroalimentación entre ambos procesos. Esto, moldea estructuralmente ciertas
conductas y variables que explican muchos problemas ambientales
estratégicos. Por ejemplo, en circunstancias de alta suburbanización y de usos
del suelo especializados, donde prevalece el uso del vehículo automotor
privado, es posible esperar una onerosa factura energética, un gran volumen
de horas- hombre perdidas en desplazamientos y embotellamientos, severos
costos ambientales que incluyen la contaminación de cuencas atmosféricas, y
la ocupación extensiva de grandes superficies necesarias para la recarga de
acuíferos y la conservación de ecosistemas. En este orden de cosas la
suburbanización extensiva impide el desarrollo de un buen sistema de
transporte colectivo, el cual sólo puede ser redituable y eficiente dentro de
ciertas condiciones de densidad urbana y de intensidad y diversidad de los
usos del suelo.
Los márgenes de maniobra para mejorar el desempeño del trinomio transporte-
estructura urbana - calidad ambiental son amplios, y deben ser aprovechados
en una política clave de sustentabilidad. Ahí destaca la necesidad de un
proceso de cambio modal en el transporte urbano, donde una proporción
mayoritaria de los viajes/persona/día se lleven a cabo en sistemas colectivos
de alta eficiencia energética y ambiental. En este sentido, es necesario
promover algunos lineamientos considerados fundamentales:
• Coordinación efectiva de los planes rectores de transporte y de desarrollo
urbano.
• En el caso de las zonas metropolitanas conviene promover líneas de
transporte masivo eléctrificado que conecten las áreas centrales con zonas
suburbanas
• Separación o confinamiento de las rutas prioritarias de transporte colectivo de
superficie, con respecto a aquellas destinadas al tránsito vehicular privado
• Promoción del transporte institucional, escolar y empresarial
• Preferencia vial y acceso a zonas restringidas para los vehículos de
transporte colectivo
• Sistemas estrictos de regulación, tecnológica y funcional, y de inspección y
vigilancia vial a los sistemas de transporte colectivo de superficie, con énfasis
especial en las emisiones contaminantes de la atmósfera
• Fomento de la participación privada en la prestación de servicios de
transporte y actividades asociadas a los mismos, asegurando el correcto
cumplimiento de las normas de funcionamiento y operación
• Fomento de alternativas diferenciadas de transporte según preferencias y
capacidades de pago de los usuarios, asegurando que no queden
desatendidas áreas que son rentablemente menos atractivas
• Racionalización del transporte de mercancías mediante sistemas de bodegas
de transferencia, vehículos de reparto eléctricos, horarios adecuados de carga
y descarga
• Introducción y mejoramiento de la infraestructura destinada a medios de
desplazamiento no motorizados, como pueden ser la bicicleta y recorridos
peatonales
• Modernización tecnológica para el control de la contaminación atmosférica
La modernización tecnológica en el transporte, la industria y los servicios,
seguirán siendo el horizonte de la sustentabilidad urbana, y su dirección debe
ser determinada por objetivos ambientales, de eficiencia y bienestar social.
Esta modernización tecnológica ha de impulsarse a través de instrumentos
normativos con horizontes de largo plazo, de la concertación y del desarrollo
institucional. Cabe para ello, distinguir los lineamientos más importantes:

• Actualización de las normas de emisión de contaminantes atmosféricos para


vehículos automotores, industria y servicios; y, desarrollo de un esquema
normativo que promueva una eficiencia energética creciente
• En la industria, es necesario adecuar la regulación directa, tanto en materia
de aire como de residuos y procurar la modernización productiva dentro de
criterios de protección ambiental y competitividad .
• El control de los compuestos orgánicos volátiles en gasolineras y en la
fabricación de pinturas y solventes .
• El impulso al mejoramiento de combustibles y la utilización de combustibles
más limpios como el gas natural.

El propósito inicial es explorar a fondo las posibilidades de un conjunto de


instrumentos, buscando un uso socialmente eficiente de los recursos comunes
ambientales de la ciudad. Este debe conducir en su momento a iniciar la
aplicación de aquéllos que resulten factibles. A continuación se presentan
algunos que, desde este punto de vista, deben ser ampliamente estudiados y
considerados:
• Conjugación de restricciones a la circulación vehicular con una normatividad
que promueva la renovación tecnológica y la creación de una cultura ambiental
de los usuarios del transporte.
• Establecimiento de estacionómetros en diversas zonas de la ciudad utilizando
la recaudación para fines de beneficios públicos en los barrios y colonias donde
se ubiquen.
• Incentivos fiscales para la utilización de tecnologías ambientales

Proyectos y acciones prioritarias

Proyecto y/o acción


• Ordenamiento ecológico territorial integrado a planes de desarrollo urbano en
zonas metropolitanas críticas
• Formulación de programas de gestión de calidad del aire en zonas
metropolitanas prioritarias, integrando políticas urbanas, ambientales y de
transporte
• Promoción de programas de defensa de la zonas de protección ecológica en
torno a las áreas metropolitanas
• Definición de políticas de calidad y suministro de energéticos ambientalmente
adecuados para zonas metropolitanas
• Desarrollo de un sistema normativo que favorezca la reconversión tecnológica
en la industria y el transporte en zonas metropolitanas
• Promoción de sistemas de información y monitoreo ambiental en zonas
metropolitanas
• Publicación y promoción de criterios de desarrollo urbano sustentable
• Publicación y promoción de criterios ambientales para el transporte urbano
• Regulación y normatividad para la modernización tecnológica en procesos
industriales y de transporte
• Divulgación y promoción de criterios ambientales para la política económica
urbana
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. Naredo, J.M. (1984) "La ordenación del territorio. Sus presupuestos y


perspectivas en la actual crisis de civilización" (Curso de ordenación del
territorio, Ilustre Colegio de Arquitectos de Madrid.)

2. Lynch, K. (1965) La ciudad como medio ambiente (Alianza Ed., Madrid.)

3. Mumford, L. ((Sin fecha)) La cultura de las ciudades (EMCE, 3 tomos,


Buenos Aires.)

4. UNESCO, Programa MAB, () Aproximación al estudio del medio ambiente.


Implicaciones de la urbanización contemporánea (Nota técnica n. 14.)

5. Guimarâes, R.P. (1994) "El desarrollo sustentable: ¿propuesta alternativa o


retórica neoliberal? (Revista EURE, Vol. XX, n. 61).

Naredo, J.M. (1987,) "La economía en evolución. Historia y perspectivas de las


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6. Margalef, R. (1995) "La ecología entre la vida real y la física teórica"


(Investigación y ciencia. Ed. Prens.Científica.)

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