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DE LA FUERZA ARMADA
APLICACIONES DE LA REFRIGERACIÓN.
Integrantes:
Yelitza Ceballos
Francis Espinoza
Omayca Rivera
La refrigeración implica transferir la energía del cuerpo que pretendemos enfriar a otro,
aprovechando sus propiedades termodinámicas. La temperatura es el reflejo de la cantidad o
nivel de energía que posee el cuerpo, ya que el frío propiamente no existe, los cuerpos solo
tienen más o menos energía térmica. De esta manera enfriar corresponde a retirar Energía
(calor) y no debe pensarse en términos de " producir frío o agregar frío".
La firma del Acuerdo de Kyoto hace que aumente la necesidad de las prácticas ya que
muchos de los sistemas de refrigeración y de aire acondicionado usan una considerable
cantidad de energía y por lo tanto contribuyen ya sea directa o indirectamente al
calentamiento global.
Métodos de Enfriamiento
Los métodos más antiguos para enfriar son la evaporación, como en el caso del botijo
(proceso adiabático); o la utilización del hielo o la nieve naturales. Para la preparación de
refrescos o agua fría, se bajaba nieve de las montañas cercanas (a menudo por las noches)
que se guardaba en pozos y, en las casas, en armarios aislados, que por esa razón se
llamaban neveras.
Otros métodos son mediante un par termoeléctrico que genera una diferencia de
temperatura; mediante una sustancia fría, como antiguamente el hielo y hoy en día la
criogenia, con nitrógeno líquido o mezcla de sustancias, como sal común y hielo.
Al igual que se puede aprovechar diferencias de temperatura para producir calor, para
crear diferencias de calor, se requiere energía. A veces se llama refrigeración simplemente a
mejorar la disipación de calor, como en la refrigeración de los motores térmicos, o
simplemente la ventilación forzada para sustituir aire caliente por aire más fresco.
REFRIGERACIÓN CRIOGÉNICA
Suelen considerarse como temperaturas criogénicas las que están por debajo de la de
la nieve carbónica (punto de sublimación normal T = 194 K = -79 ºC), aunque desde ahí
hasta la temperatura de ebullición normal del metano (112 K= -161 ºC) apenas hay
aplicaciones de interés. Desde el punto de vista termodinámico, sabiendo que la temperatura
de equilibrio de la radiación del espacio vacío interestelar es de unos 3 K, cualquier
temperatura superior se podría conseguir simplemente por transmisión de calor al espacio
vacío y sólo por debajo de 3K sería obligatorio aportar energía para refrigerar un sistema (de
hecho, en muchos satélites se mantienen sistemas (p.e. detectores de radiación infrarroja) a
unos 70 K por medios pasivos (protegiendo para que no llegue calor por conducción ni por
radiación solar, ni reflejada de la tierra (albedo) ni emitida por la tierra u otros cuerpos
calientes)).
Ya en 1845 Faraday había logrado licuar todos los gases conocidos excepto seis:
O2 , N 2 , H 2,CO, NO y CH 4, que no licuaban ni a presiones de cientos de megapascales y
temperaturas de hasta 163K, por lo que se les denominó como gases permanentes. Pero en
1883 Von Wroblewski en Polonia logró licuar oxígeno, refrigerándolo a presión con etileno
hasta 137 K y pasándolo por un expansor. En 1898, Dewar (el inventor del frasco de doble
pared al vacío, que lleva su nombre) consigue licuar el hidrógeno refrigerándolo a presión
con aire líquido y expandiéndolo en una válvula. En esa última década del XIX se
descubrieron todos los gases nobles y se consiguió licuarlos, excepto el helio, que no fue
licuado hasta 1908, por Kamerlingh Onnes, refrigerándolo con hidrógeno líquido; fue él
también quien en 1.911 descubrió la superconductividad eléctrica de los metales. Todos los
gases nobles pueden obtenerse por la destilación del aire líquido, pero (excepto para el Ar) a
un coste muy alto, ya que su concentración en el aire seco es de 9300 ppm para el Ar, 18
ppm para el Ne, 5,2 ppm para el He, 1,l ppm para el Kr y 0,1 ppm para el Xe.
Refrigerando el hidrógeno con nitrógeno líquido para llevarlo por debajo de los 205 K
de su temperatura de inversión (la del nitrógeno es 625 K) se puede obtener el hidrógeno
líquido a 22 K. Con este hidrógeno se puede enfriar helio (casi todo es He4 ) por debajo de los
50 K de su temperatura de inversión hasta licuarlo a 4K. Bajando la presión de vapor del
isótopo He 3(existe en la proporción de 1 ppm en el helio natural, y curiosamente, no tiene
punto triple) se puede llegar a 0,5 K.
Enfriando sales paramagnéticas a 1 K y desmagnetizándolas bruscamente se
consiguen 10−3 K. Si se enfrían núcleos paramagnéticos hasta 10−2 K y se desmagnetizan
bruscamente se consiguen 10−6 K. La superfluidez es la propiedad que tienen las mezclas de
helio ricas en el isótopo He4 por debajo de 2,17 K (transición de fase de tipo lambda) de fluir
sin resistencia viscosa. La superconductividad es la propiedad que presentan algunos
metales y muchas sales metálicas, por debajo de unos 10 ó 30 K, de no ofrecer resistencia al
paso de la corriente eléctrica. Ya se han conseguido sustancias superconductoras por
encima de 100 K, y si se lograran a temperatura ambiente ocasionarían una gran revolución
en las aplicaciones electrotécnicas.
En los trabajos criogénicos, hay que tener presente que al enfriarse el aire húmedo se
condensaría el vapor de agua dando gotitas o hielo de gran conductividad térmica con
relación al aire (puede dar cortocircuitos en equipos eléctricos), por lo que los aislantes han
de ir al vacío o presurizados con nitrógeno. Además, por debajo de 80 K también hay que
eliminar el aire seco y trabajar en vacío, pues aun el aire seco condensaría.
Como aplicaciones criogénicas de mayor interés ingenieril se van a analizar con más
detalle la licuación de gases (el proceso criogénico de mayor envergadura industrial) y el
almacenamiento de gas natural licuado, el segundo proceso criogénico en importancia.
LICUACIÓN DE GASES
El proceso de licuación más importante, el del aire, es realmente complejo por todo el
equipo de rectificación necesario para separar la mezcla, de la que se extraen el oxígeno y
como subproducto el nitrógeno (los demás componentes suelen eliminarse con parte del
nitrógeno).
El camino que resulta más práctico es el ADEE'F, que consta de una compresión lo
más isoterma posible AD (en realidad se aproximará por una serie de compresiones
adiabáticas con refrigeración intermedia hacia la atmósfera), de una refrigeración a presión
constante DE' (el tramo DE con una máquina refrigerante externa y el tramo EE' en el
cambiador de calor del licuador propiamente dicho, como se esquematiza en la Fig. b) y de
una expansión isentálpica E'F (pues, aunque si se utilizase un expansor isentrópico se
llegaría a F' y la fracción licuada sería mayor, la complicación no compensa). En F se
separan la fracción licuada FG/BG (en condiciones B y que ya constituye la salida de la
planta de licuación) y la fracción gaseosa BF/BG en condiciones G, que se hace circular a
contracorriente para enfriar el gas a presión que entra al licuador en E', saliendo el gas a
presión atmosférica del licuador en las condiciones H (nótese que si se mezcla H con A para
formar un circuito de recirculación, variarán las condiciones de entrada a la etapa de
compresión).
El almacenamiento del gas natural no sigue las mismas pautas del gas ciudad, donde
se usaban gigantescos depósitos flotantes de hasta 200.000 m3, porque el consumo es
mucho mayor y no se daría abasto; por eso se almacena licuado (ocupa 600 veces menos),
aunque hay que apuntar algunos métodos novedosos para no tener que sufrir los problemas
de la criogenia, como son el almacenamiento en grandes cavernas naturales (yacimientos
agotados) o artificiales (empujando una bolsa de agua subterránea o disolviendo una cavidad
salina), normalmente entre 0,5 km y 1 km de profundidad.
Aunque el transporte marítimo también se hace en depósitos criogénicos3 y en un
tiempo se propusieron canalizaciones criogénicas para su distribución, sólo ha prosperado la
distribución por gasoductos: conducción de gas a presión y a temperatura ambiente. En 1987
el consumo total en España fue de 4.109 kg, procedente el 50% Argelia, el 30% de Libia y el
20% de España (el transporte en tierra se hace por tubería de 0,6 m de diámetro a 7,2 MPa,
la distribución por tubería de 0,2 m a 1,6MPa, y el consumo doméstico por tubería de unos
0,03 m a 1 kPa de sobrepresión). Hasta que en 1993 quede enlazada la red española de
gasoductos con la europea (ya se ha contratado gas noruego y ruso) la mayor parte del gas
se trae licuado y se regasifica en puerto (Barcelona y, en menor cuantía, Cartagena y
Huelva).
El problema de las variaciones de presión atmosférica puede ser complicado. Por una
parte, la cubierta superior del depósito ha de ser lo más liviana posible, así que se diseña
para trabajar a una sobrepresión nominal de 6 kPa, por lo que si por ejemplo, la presión
ambiente baja 3 kPa, habrá que bajar también la presión interior, lo que implica bajar la
temperatura de todo el GNL, vaporizando un poco. Por otra parte, el depósito ha de ser
perfectamente estanco para evitar la entrada de aire cuando se extrae mucho gas (la presión
puede llegar a unos 3kPa por debajo de la atmosférica). Téngase en cuenta que el GNL es
un combustible.
Para el diseño, hay que tener en cuenta los problemas de las dilataciones (el diámetro
de la vasija se reduce en 0,l m al pasar de 300 a 100 K) y de materiales; el hormigón seco es
permeable al líquido, cuya viscosidad es 7 veces menor que la del agua, pero al
humedecerse y enfriarse se forma hielo que lo hace impermeable, aunque en cualquier caso
se suele poner una delgada envoltura metálica para asegurar la impermeabilidad (de
aluminio, acero inoxidable, acero al níquel o invar). Pese al aislamiento, el suelo debe ser
calentado para que la tierra no se hiele y abombe y rompa los cimientos (se ponen
resistencias eléctricas o tubos de aire caliente). Otro problema térmico es la inestabilidad
fluidodinámica debida al calentamiento del suelo y el enfriamiento por evaporación arriba; si
no se fuerza un poco de movimiento, llega un momento en que la estratificación se hace
inestable y aparecen grandes movimientos convectivos, generándose 100 veces más de
vapor que en el caso normal, que habría que evacuar rápidamente y tirar (o tratar de
almacenarlo para volverlo a licuar posteriormente).
Como regla general, las aplicaciones industriales son mas grandes en tamaño que las
aplicaciones comerciales. Algunas aplicaciones industriales típicas son plantas de hielo,
plantas empacadoras de alimento, cervecerías, plantas industriales tales como refinerías de
petróleo, plantas químicas, plantas huleras, etc.
En motores térmicos
A su vez lo que también se busca es mantener la temperatura del motor dentro de unos
márgenes, en los que el rendimiento es máximo, y no correr el riesgo de deteriorar las partes
móviles del mismo.
1) Tipos de sistemas de refrigeración
1.1.1Directa.
1.1.2. Forzada.
• La corriente de aire que circula a través de las aletas, es impulsada por un ventilador,
asegurándose la presencia de la misma, e independizando la refrigeración, de las
condiciones de marcha del vehículo.
• Se dispone una bomba (denominada de agua) para impulsar el líquido refrigerante por
el circuito, con ello se asegura el caudal suficiente para garantizar la refrigeración del
motor.
1.3.1. Aire-agua.
• Consiste en refrigerar por aire el cilindro directamente, sin circulación forzada del
mismo, y la culata por liquido, generalmente por termosifón, y dotando también a la
misma de aletas disipadoras de calor.
1.3.2. Aire-aceite.
• Sistema que ha caído en desuso, por no ofrecer la misma eficacia que la refrigeración
líquida.
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• Para evitar la formación de óxidos y sales calcáreas, que provocan disminución de las
otras cualidades que ha de poseer, contribuyendo a formar depósitos de lodo, que
disminuyen la sección del circuito, pudiendo llegar a provocar graves obstrucciones,
que originarían un rápido sobrecalentamiento del motor.
Se ha de evitar por tanto, que el liquido refrigerante entre en ebullición, pues la consiguiente
formación de burbujas trae consigo un aumento de la presión, que puede originar la rotura de
los elementos más frágiles del circuito. Asimismo puede dar lugar al fenómeno de la
cavitación.
2.3. Bomba.
• FUTURO: bombas eléctrico para así poder ser gobernadas por la centralita de gestión
del motor, adecuando su velocidad y por tanto su caudal a la condiciones de marcha
del vehículo.
2.4. Termostato.
• Se dispone en la salida de líquido del motor hacia el radiador, para así controlar el
paso del mismo. Está formado por una válvula, accionada por una cápsula rellena de
un material muy sensible a la temperatura, el cual al dilatarse o contraerse, en función
de la temperatura del refrigerante, abre o cierra la citada válvula.
• La misión del vaso de expansión es absorber los incrementos de volumen del liquido
refrigerante, alojando el exceso de líquido, cuando la temperatura del mismo sea muy
alta, y devolviéndolo al circuito cuando éste se enfríe.
• En la actualidad, por el vaso de expansión se hace pasar una parte del líquido
refrigerante, utilizándose como desgasificador y, en muchos casos, como recipiente
de llenado, al ubicarse el tapón de llenado en el mismo.
2.6. Ventilador.
• El ventilador dispone de una polea, en la que se ubica una correa que le transmite el
movimiento desde el cigüeñal.
• Poco utilizado hoy en día, ya que el ventilador gira siempre que el motor está en
marcha, absorbiendo potencia del motor constantemente.
• Este sistema ofrece pérdidas de potencia generadas por el arrastre del ventilador.
• Es muy usado en turismos de clase alta y vehículos todo-terreno, por el alto grado de
fiabilidad que ofrece.
• Se disponen unas bobinas, que al ser atravesadas por la corriente, generan un campo
magnético, que provoca el accionamiento del embrague.
2.7. Termocontacto.
• Los manguitos son los conductos exteriores, a través de los cuales el líquido se
desplaza de un elemento a otro.
• Otros casos la mayor parte del manguito es rígida, construyéndose a base de PVC o
aluminio, siendo flexible en los extremos, para los cuales se vuelve a recurrir al
caucho.
• Los purgadores, se disponen para evacuar el posible aire existente en el circuito.
• Está formado por un radiador recorrido por el líquido refrigerante, el cual le cede parte
de su calor.
3.1. Termosumergido.
• Conductos que hacen circular una parte del refrigerante, por la base del colector de
admisión o la base del carburador, para así calentar dichos elementos y evitar
problemas de condensación de combustible en sus paredes. Con ello se mejora la
vaporización de la gasolina.
Cuando hablamos de motor Stirling, estamos cometiendo un error. Para ser correctos
deberíamos hablar de Maquinas de Ciclo de Stirling, ya que la mayoría de estas maquinas
no solo pueden trabajar como motor entre dos focos a distinta temperatura, sino que también
como bomba de calor transfiriendo calor del foco frío al caliente. Cada maquina está siempre
diseñada para obtener el mayor rendimiento posible para aquella función para la que se ideó,
por lo cual no siempre es posible utilizar una maquina Stirling diseñada como motor para
refrigeración. La utilización del ciclo de Stirling para refrigeración es una posibilidad más. Se
podrían diseñar maquinas que funcionaran en ambos sentidos para climatizar viviendas o
locales, actuando como una bomba de calor en invierno y como aire acondicionado en
verano. Resulta curioso que uno de los usos con mayor consistencia comercial haya sido
precisamente en refrigeración criogénica, aun cuando se diseñara inicialmente como
maquina para producir trabajo.
En el campo comercial.
Casi todas las fábricas de hielo en escamas son ejemplos de este tipo. Por otra parte,
el hielo húmedo se fabrica normalmente con máquinas que emplean un procedimiento de
des escarchado para desprender el hielo. El des escarchado derrite parcialmente el hielo que
está en contacto con la superficie de enfriamiento y, a menos que la temperatura se haya
reducido bastante por debajo de 0°C (o sea, que el hielo se sub enfríe), las superficies
permanecen húmedas; los sistemas de hielo en tubos y en placas son ejemplos de este tipo.
Hielo en bloques.
El peso del bloque puede oscilar entre 12 y 150 kg, con arreglo a las necesidades; se
considera que el bloque de 150 kg es el mayor que un hombre puede manipular
adecuadamente. Cuanto más grueso sea el bloque de hielo, tanto más largo será el tiempo
de congelación. Los bloques de menos de 150 mm de espesor se rompen con facilidad, y es
preferible un espesor de 150 a 170 mm para evitar que se quiebren. El tamaño que ha de
tener el tanque guarda relación con la producción diaria. Una grúa rodante levanta una fila de
moldes y los transporta a un tanque de descongelación situado en un extremo del tanque de
congelación, donde los sumerge en agua para que el hielo se desprenda. Los moldes se
voltean para que salgan los bloques, se llenan nuevamente de agua dulce y se vuelven a
colocar en el tanque de salmuera para un nuevo ciclo (Fig. 1). Este tipo de planta suele exigir
una atención continua, por lo que se trabaja con un sistema de turnos; una planta de 100
t/día necesita normalmente entre 10 y 15 trabajadores. Las fábricas de hielo en bloques
requieren abundante espacio y mano de obra para manipular el hielo. Este último factor ha
impulsado fuertemente el desarrollo de equipo automático moderno para la fabricación de
hielo.
El hielo en bloques aún se utiliza y puede ofrecer ventajas con respecto a otras formas
de hielo en los países tropicales. El almacenamiento, manipulación y transporte se
simplifican si el hielo está en forma de grandes bloques; y la simplificación suele ser
imperativa en las pesquerías en pequeña escala y en los sitios relativamente remotos. Con
ayuda de un buen triturador de hielo, los bloques pueden reducirse a partículas del tamaño
que se desee, pero la uniformidad de tamaño será menor que la que se logra con otros tipos
de hielo.
En otro modelo de máquina de hacer hielo rápido, el refrigerante circula por una
camisa que rodea cada molde de agua y también por tuberías que pasan por el centro de
los mismos. El hielo se forma entonces simultáneamente en el exterior y en el centro de los
moldes. Los bloques se extraen luego por gravedad, después de un des escarchado con gas
caliente.
Hielo en escarcha
En otros, la cuchilla gira y saca hielo de la superficie de un tambor fijo, que en este
caso tiene la forma de un cilindro de dos paredes. Lo común es que el tambor gire en un
plano vertical, pero en algunos modelos la rotación es horizontal. Una clara ventaja del
método del tambor giratorio es que tanto las superficies en que se forma el hielo como el
mecanismo de extracción están a la vista y el operador puede observar si el equipo está
funcionando satisfactoriamente (Fig. 2). La máquina con el tambor fijo tiene la ventaja de que
no requiere un obturador rotatorio en los conductos de entrada y salida del refrigerante. Sin
embargo, las máquinas modernas cuentan con obturadores de un alto grado de fiabilidad. El
hielo que se saca está sub enfriado; el grado de sub enfriamiento depende de varios
factores, principalmente de la temperatura del refrigerante y del tiempo que el hielo
permanece expuesto a esa temperatura. La zona de sub enfriamiento del tambor está
situada inmediatamente delante de la cuchilla, donde no se añade agua durante una parte de
la rotación del tambor y el hielo baja de temperatura. Esto asegura que sólo caiga hielo seco
sub enfriado en el espacio de almacenamiento situado inmediatamente debajo de la cuchilla.
La temperatura del refrigerante, el grado de sub enfriamiento y la velocidad de rotación del
tambor son factores variables en este tipo de máquina e influyen tanto en la capacidad de la
misma como en el espesor del hielo producido.
Figura 2.
Hielo en tubos.
A medida que el hielo sale del tubo, una cuchilla lo corta en trozos de la longitud
adecuada, normalmente de 50 mm, pero esta dimensión es ajustable (Fig. 3). El transporte
del hielo a la zona de almacenamiento suele ser automático, por lo cual, al igual que en las
plantas de hielo en escamas, las operaciones de recogida y almacenamiento no requieren
ningún esfuerzo manual ni la presencia de un operador.
Figura 3.
Hielo en placas.
El hielo en placas se forma en una de las caras de una placa vertical refrigerada y se
desprende haciendo circular agua por la otra cara para des escarcharlo. Otros sistemas
forman hielo en ambas superficies y utilizan un procedimiento de des escarchado interno.
Una máquina de hacer hielo comprende múltiples placas, que con frecuencia son unidades
autónomas situadas encima de la maquinaria de refrigeración. El espesor óptimo del hielo
suele ser de 10 a 12 mm y el tamaño de las partículas es variable.
Un triturador de hielo rompe las placas en trozos del tamaño adecuado para su
almacenamiento y uso (Fig. 4). El agua para el desescarchado debe calentarse si su
temperatura es inferior a 25°C aproximadamente; por debajo de este valor el período de des
escarchado es demasiado largo y provoca una pérdida de capacidad y un aumento del costo.
Esta máquina, al igual que la de hielo en tubos, funciona según un ciclo de tiempo
automatizado; el hielo es transportado a la zona de almacenamiento, o bien, cuando es
posible colocar la máquina directamente sobre el espacio de almacenamiento, la recogida se
efectúa por gravedad.
Figura 4.
Hielo fundente.
Hay varias otras máquinas de hacer hielo que funcionan con sistemas distintos de los
que se han descrito aquí, pero normalmente tienen una capacidad que no supera algunos
cientos de kilogramos de hielo por día, y su principal aplicación es en la venta al detalle y en
los servicios de restauración.
Las plantas de hielo modernas en régimen continuo están diseñadas para funcionar
las 24 horas del día, casi siempre sin personal de vigilancia. Por consiguiente, el sistema de
refrigeración, que comprende el compresor, el condensador, los conductos, el equipo de
control y la máquina de hielo misma, deberá estar diseñado de manera que sea altamente
confiable, con dispositivos de seguridad para cualquier tipo de avería o mal funcionamiento
previsibles.
Las unidades centralizadas suelen tener unos costos de capital más bajos, pero
cualquier deficiencia en su funcionamiento, en comparación con las unidades individuales,
puede originar pérdidas de ingresos en otras esferas, por ejemplo por el deterioro de la
calidad en los almacenes refrigerados o en los congeladores y cámaras frigoríficas
asociados. Estas pérdidas pueden contrarrestar el ahorro en gastos de capital.
En todos los sistemas de refrigeración el colector del compresor contiene aceite que
puede llegar a introducirse en la máquina de hacer hielo y ensuciar la parte refrigerante de
las superficies de enfriamiento, reduciendo así la capacidad de la máquina. Los sistemas de
refrigeración están dotados de separadores de aceite para reducir al mínimo este peligro,
pero también es necesario asegurarse de que haya un buen retorno de aceite desde la
máquina de hacer hielo, a fin de evitar su acumulación en la mezcla. Esta función suele estar
incorporada en el diseño de la unidad, pero en algunas modelos es preciso seguir las
instrucciones del fabricante para eliminar el aceite de la máquina a intervalos frecuentes.
Como se menciona en otra sección, hay varios factores que influyen en la capacidad
de una máquina de hacer hielo y del equipo de refrigeración asociado. Los cuadros que
aparecen a continuación ponen de manifiesto las consecuencias de las variaciones de
algunas condiciones de funcionamiento en lo tocante a la capacidad de fabricación de hielo.
La relación que se observa en el Cuadro 6 se aplica a casi todos los tipos de fábricas
de hielo e indica claramente que la mayor temperatura del agua de relleno en las zonas
tropicales reduce en un grado considerable la capacidad de los equipos. El pre enfriamiento
del agua de 35°C a 5°C aumenta la capacidad de una planta en un 20 por ciento
aproximadamente. Cuando las temperaturas del agua de alimentación son particularmente
altas, conviene considerar la posibilidad de instalar una unidad de refrigeración separada,
que enfriará previamente el agua de manera más eficiente que la máquina de hacer hielo,
pudiendo aumentar, por lo tanto, la rentabilidad de la fábrica.
Por lo tanto, es posible que las capacidades más altas de fabricación de hielo que
aparecen en los Cuadros 1 y 2 sólo puedan alcanzarse si se aumenta el tamaño del equipo
refrigerador asociado hasta obtener la capacidad de refrigeración adecuada.
En las zonas que carecen de comunicación directa con una fuente de energía para
accionar una planta refrigeradora, se puede utilizar la energía solar conjuntamente con un
equipo de refrigeración por absorción para fabricar el hielo necesario para una actividad en
pequeña escala.
Puesto que no tiene partes móviles, el equipo no necesita más mantenimiento que una
limpieza semanal.
REFRIGERANTE
Propiedades
Para tener uso apropiado como refrigerante, se busca que los fluidos cumplan con la
mayoría de las siguientes características:
Fácilmente manejable en estado líquido: El punto de ebullición debe ser controlable con
facilidad de modo que su capacidad de absorber calor sea controlable también.
Alto calor latente de vaporización: Cuanto mayor sea el calor latente de vaporización,
mayor será el calor absorbido por kilogramo de refrigerante en circulación.
No corrosivo: Para asegurar que en la construcción del sistema puedan usarse materiales
comunes y la larga vida de todos los componentes.
Inocuo para los aceites lubricantes: La acción del refrigerante en los aceites lubricantes no
debe alterar la acción de lubricación.
Bajo punto de congelación: La temperatura de congelación tiene que estar muy por debajo
de cualquier temperatura a la cuál pueda operar el evaporador.
Alta temperatura crítica: Un vapor que no se condense a temperatura mayor que su valor
crítico, sin importar cuál elevada sea la presión. La mayoría de los refrigerantes poseen
críticas superiores a los 93°C.
Moderado volumen específico de vapor: Para reducir al mínimo el tamaño del compresor.
Bajo costo: A fin de mantener el precio del equipo dentro de lo razonable y asegurar el
servicio adecuado cuando sea necesario.
Haremos hincapié en las más importantes para la selección del refrigerante adecuado
para la aplicación de que se trate y el equipo disponible. Todos los refrigerantes se
identifican mediante un número reglamentario.
La relación de compresión
Excepto para sistemas muy pequeños, es deseable tener un valor alto de calor latente
para que sea mínimo el peso del refrigerante circulando por unidad de capacidad. Cuando se
tiene un valor alto del calor latente y un volumen específico bajo en la condición de vapor, se
tendrá un gran aumento en la capacidad y eficiencia del compresor, lo que disminuye el
consumo de potencia. Y permite el uso de un equipo pequeño y más compacto. En los
sistemas pequeños, si el valor del calor latente del refrigerante es muy alto, la cantidad de
refrigerante en circulación será insuficiente como para tener un control exacto del líquido.
Es mejor tener un calor específico bajo en el líquido y un valor alto en el vapor en tanto
que ambos tiendan a aumentar el efecto refrigerante por unidad de peso, el primero se logra
aumentando el efecto de sub enfriamiento y el último disminuyendo el efecto de
sobrecalentamiento. Cuando se cumplen estas condiciones en un fluido simple, se logrará
mejorar la eficiencia del cambiador de calor líquido-succión.
La presión condensante debe ser razonablemente baja, ya que esto permite usar
materiales de peso ligero en la construcción del equipo para condensación, reduciéndose así
el tamaño y el costo.
Salvo unas pocas excepciones, el aceite necesario para la lubricación del compresor
es el contenido del cárter del cigüeñal del compresor que es donde está sujeto al contacto
con el refrigerante.
Cuando hay contaminantes en el sistema tales como aire y humedad, en una cantidad
apreciable, se desarrollan reacciones químicas involucrando a los contaminantes y tanto el
refrigerante como el aceite refrigerante como el aceite lubricante pueden entrar en
descomposición, formándose ácidos corrosivos y sedimentos en superficies de cobre y/o
corrosión ligera en superficies metálicas pulidas. Las temperaturas altas en las descargas,
por lo general aceleran estos procesos.
En los sistemas que usan refrigerantes halocarburos, es muy común que varias partes
del compresor se encuentren cobrizadas. La causa exacta del cobrizado no ha sido
determinada en forma definitiva, pero se tienen grandes evidencias que los factores que
contribuyen a eso son la humedad y la pobre calidad del aceite lubricante.
Las placas de cobre no se emplean en los sistemas de amoníaco.
Son los de toxicidad e inflamabilidad despreciables. De ellos, los refrigerantes 11, 113
y 114 se emplean en compresores centrífugos. Los refrigerantes 12, 22, 500 y 502 se usan
normalmente en compresores alternativos y en los centrífugos de elevada capacidad.
Son los tóxicos o inflamables, o ambas cosas. El grupo incluye el Amoníaco, Cloruro
de etilo, Cloruro de metilo y Dióxido de azufre, pero solo el Amoníaco (r-717) se utiliza aún
en cierto grado.
Estos refrigerantes deben trabajar a presiones mayores que la atmosférica para evitar
que aumente el peligro de explosión. Las presiones mayores que las atmosféricas impiden la
penetración de aire por pérdidas porque es la mezcla aire-refrigerante la que resulta
potencialmente peligrosa.
Amoníaco
El amoníaco es el refrigerante que tiene más alto efecto refrigerante por unidad de
peso.
El amoníaco no es miscible con el aceite y por lo mismo no se diluye con el aceite del
cárter del cigüeñal del compresor. Deberá usarse un separador de aceite en el tubo de
descarga de los sistemas de amoníaco. El amoníaco es fácil de conseguir y es el más barato
de los refrigerantes.
Refrigerante 22
Las temperaturas en el evaporador son tan bajas como 87°C. Resulta una gran
ventaja el calor relativamente pequeño del desplazamiento del compresor.
Refrigerante 123
El refrigerante 123 fue diseñado para trabajar en equipos nuevos existentes. Cuando
se considere u reacondicionamiento para refrigerante 123 de un equipo existente, debe
considerarse el ciclo de vida útil del equipo, la diferencia de costo de operación y
mantenimiento y el costo de reacondicionamiento.
Los equipos nuevos que han sido diseñados para trabajar con el refrigerante 123
tienen menor costo de operación comparada con los equipos existentes.
Debido a que tiene un olor tan leve que no se puede detectar por medio del olfato es
necesaria una verificación frecuente de fugas y la instalación de detectores de fugas por
áreas cerradas utilizadas por el personal. Se comercializa en tambores de 283,5kg, tambores
de 90,72kg y tambores de 45,36kg. Su composición en peso es de 100% HFC-123.
Este refrigerante no contiene cloro y puede ser usado en muchas aplicaciones que
actualmente usan CFC-12. Sin embargo en algunas ocasiones se requieren cambios en el
diseño del equipo para optimizar el desempeño del Suva 134ª en estas aplicaciones.
Las propiedades termodinámicas y físicas del Suva 134ª y su baja toxicidad lo
convierten en un reemplazo seguro y muy eficiente del CFC-12 en muchos segmentos de la
refrigeración industrial mas notablemente en el aire acondicionado automotriz, equipos
domésticos, equipo estacionario pequeño, equipo de supermercado de media temperatura y
chillers, industriales y comerciales. El Suva134a ha mostrado que es combustible a
presiones tan bajas como 5,5 psig a 177°C cuando se mezclan con aire a concentraciones
generalmente mayores al 60% en volumen de aire. A bajas temperaturas se requieren
mayores presiones para la combustibilidad. No deben ser mezclados con el aire para
pruebas de fuga. En general no se debe permitir que estén presentes con altas
concentraciones de aire arriba de la presión atmosférica. Se comercializan en cilindros
retornables (CME) de 56,7kg, cilindros desechables de 13,61kg, y cajas de 12 latas de
3,408kg cada una. Temperatura del evaporador -7°C a 7°C. Su composición en peso es de
100% HFC-134ª.
Refrigerante 407c/410 a
Refrigerante 401ª
Tiene capacidades y eficiencia comparables a las del Freón 12, en sistemas que
operan con una temperatura de evaporación de -23°C (-10°F) y superiores.
Refrigerante 401-b
Comercializado por DuPont con el nombre de Suva MP66, provee capacidades
comparables al CFC-12 en sistemas que operan a temperatura de evaporación debajo de los
-23°C (-10°F), haciéndolo adecuado para el uso en equipos de transporte refrigerado y en
congeladores domésticos y comerciales. También puede sr utilizado para reemplazar en
equipos que usan R-500. Se comercializa en cilindros retornables (CGT) de 771kg, cilindros
retornables de 56,7kg y cilindros desechables de 13,61kg. Sus composición en peso es de
60% HCFC-22, 13% HFC-152ª y 27% HCFC-124.
Refrigerante 402ª
Refrigerante 402b
Comercializado por DuPont con el nombre de Suva HP81, todos los refrigerantes
designados HP fueron diseñados para reemplazar al R-502 en sistemas de refrigeración de
temperatura media y baja. Está diseñado para el reacondicionamiento de equipos como
máquinas de hielo. Además ofrece mas alta eficiencia comparado con el R-502 y una
capacidad relativamente mejor. Sin embargo el mayor contenido de HCFC-22 resulta en
temperaturas de descarga de compresor en un rango de 14°C (25°F). Se comercializa en
cilindros desechables de 5,9kg. Su composición en peso es de 60% HCFC-22, 38% HFC-
125 y 2% de propano.
Hidrocarburos directos