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Vestidos de gracia
Vestiduras figuradas en la Biblia
Lección 2
9 de Abril de 2011
De exaltado a abatido
Sábado 2 de abril
En la Palabra de Dios se describen dos bandos opuestos que influyen sobre los
seres humanos en nuestro mundo, y los dominan. Esos bandos están actuando
Domingo 3 de abril:
El Creador de todo lo hecho
Muchos, cuando ven que son incapaces de medir al Creador y sus obras con su
propio conocimiento científico imperfecto, dudan de la existencia de Dios y
atribuyen poder infinito a la naturaleza. Estas personas han perdido la sencillez
de la fe, y están mental y espiritualmente muy alejadas de Dios. Debe haber
una fe establecida en la divinidad de la santa Palabra de Dios. La Biblia no
debe ser probada por las ideas científicas de los hombres, sino que la ciencia
debe presentarse para soportar la prueba de esta norma infalible. Cuando la
Biblia hace declaraciones sobre hechos de la naturaleza, la ciencia puede
compararse con la Palabra escrita; y un conocimiento correcto de ambas
demostrará que ambas están en armonía. La una no contradice a la otra. Todas
las verdades, ora estén en la naturaleza, ora en la revelación, están mutuamente
de acuerdo.
"Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios: mas las reveladas son
para nosotros y para nuestros hijos por siempre" (Deuteronomio 29:29). Nunca
reveló Dios al hombre la manera precisa en que llevó a cabo la obra de la
creación; la ciencia humana no puede escudriñar los secretos del Altísimo. Su
poder creador es tan incomprensible como su propia existencia (Patriarcas y
profetas, p. 105).
Lunes 4 de abril:
Un ser perfecto y hermoso
Mientras todos los seres creados reconocieron la lealtad del amor, hubo
perfecta armonía en el universo de Dios. Cumplir los designios de su Creador
era el gozo de las huestes celestiales. Se deleitaban en reflejar la gloria del
Todopoderoso y en alabarle. Y su amor mutuo fue fiel y desinteresado mientras
el amor de Dios fue supremo. No había nota discordante que perturbara las
armonías celestiales. Pero se produjo un cambio en ese estado de felicidad.
Hubo uno que pervirtió la libertad que Dios había otorgado a sus criaturas. El
pecado se originó en aquel que, después de Cristo, había sido el más honrado
por Dios y que era el más exaltado en poder y en gloria entre los habitantes del
cielo. Lucifer, el "hijo de la mañana", era el principal de los querubines
cubridores, santo e inmaculado. Estaba en la presencia del gran Creador, y los
incesantes rayos de gloria que envolvían al Dios eterno, caían sobre él. "Así ha
dicho el Señor Jehová: Tú echas el sello a la proporción, lleno de sabiduría, y
acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste: toda piedra
preciosa fue tu vestidura... Tú, querubín grande, cubridor: y yo te puse; en el
santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego has andado.
Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste criado, hasta que se
halló en ti maldad" (Ezequiel 28:12-15) (Patriarcas y profetas, p. 13).
Era un ser de poder y gloria admirables el que se había levantado contra Dios.
Acerca de Lucifer el Señor dice: "Tú echas el sello a la proporción, lleno de
sabiduría, y acabado de hermosura". Lucifer había sido el querubín cubridor.
Había estado en la luz de la presencia de Dios. Había sido el más alto de todos
los seres creados y el primero en revelar los propósitos de Dios al universo.
Después que hubo pecado, su poder seductor era tanto más engañoso y
resultaba tanto más difícil desenmascarar su carácter cuanto más exaltada había
sido la posición que ocupara cerca del Padre (El Deseado de todas las gentes,
p. 706).
Martes 5 de abril:
La caída de un ser perfecto
Antes que Lucifer fuera expulsado del cielo, intentó abolir la ley divina.
Argumentaba que los seres celestiales no caídos no necesitaban de una ley, sino
que eran capaces de gobernarse a sí mismos y mantener su perfecta integridad.
Lucifer era el querubín cubridor, el más exaltado de los seres creados.
Permanecía cerca del trono de Dios y estaba plenamente identificado y
conectado con la administración del gobierno divino. Era el más ricamente
dotado de gloria, majestad y poder. El profeta describe su exaltada posición,
diciendo: "Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de
Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras
en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti
maldad" (Ezequiel 28:14, 15) (Signs of the Times, 28 de abril, 1890).
Miércoles 6 de abril:
Querer ser Dios
Lucifer habría podido seguir gozando del favor de Dios, amado y honrado por
toda la hueste angélica, empleando sus nobles facultades para beneficiar a los
demás y para glorificar a su Hacedor. Pero el profeta dice: "Se te ha engreído el
corazón a causa de tu hermosura; has corrompido tu sabiduría con motivo de tu
esplendor". Poco a poco, Lucifer se abandonó al deseo de la propia exaltación.
"Has puesto tu corazón como corazón de Dios". "Tú... que dijiste: ... ¡Al cielo
subiré; sobre las estrellas de Dios ensalzaré mi trono, me sentaré en el Monte
de Asamblea; me remontaré sobre las alturas de las nubes; seré semejante al
Altísimo!" (Ezequiel 28:6,17; Isaías 14:13, 14, V.M.). En lugar de procurar que
Dios fuese el objeto principal de los afectos y de la obediencia de sus criaturas,
Lucifer se esforzó por granjearse el servicio y el homenaje de ellas. Y,
codiciando los honores que el Padre Infinito había concedido a su Hijo, este
príncipe de los ángeles aspiraba a un poder que solo Cristo tenía derecho a
ejercer (El conflicto de los siglos, p. 548).
Jueves 7 de abril:
Satanás sobre la Tierra
"Porque ninguno de nosotros vive para sí" (Romanos 14:7). Este principio
divino rige tanto en el cielo como en la tierra. Dios es el poderoso centro. Toda
forma de vida se origina en él, y a él pertenecen todo servicio, honra y lealtad.
Para todo ser creado existe un gran principio de vida: dependencia y
cooperación con Dios. La misma relación que existe en la perfecta familia
celestial, también debía existir en la familia de Dios en la tierra. Bajo la
dirección de Dios, Adán debía estar a la cabeza de la familia de Dios en la
tierra para mantener los principios de la familia celestial. Esto debía ocasionar
paz y felicidad. Pero Satanás estaba empecinado en oponerse a la ley según la
cual "ninguno de nosotros vive para sí"; está empecinado en vivir para sí
mismo. Procuró convertirse en el centro de influencia. Esto fue lo que incitó a
la rebelión en el cielo, y fue la aceptación por parte del hombre de este
principio lo que introdujo el pecado en el mundo. Cuando el hombre pecó, se
separó del centro que Dios había dispuesto. Un demonio se convirtió en el
poder central en el mundo. Satanás había establecido su trono en el lugar donde
debía estar el trono de Dios. El mundo rindió su homenaje, como una ofrenda
voluntaria a los pies del enemigo (Testimonios para la iglesia, tomo 6, p. 239).
Como nunca antes Satanás está ahora intensamente ocupado en jugar el juego
de la vida por las almas; y a menos que estemos permanentemente en guardia,
introducirá en nuestro corazón orgullo, amor al yo, amor al mundo y muchos
otros malos rasgos. Empleará también todo recurso posible para desarraigar
nuestra fe en Dios y en las verdades de su Palabra. Si no tenemos una
experiencia profunda en las cosas de Dios, si no poseemos un conocimiento
cabal de su Palabra, seremos engañados para nuestra ruina por los errores y la
sofistería del enemigo. Las doctrinas falsas minarán los cimientos de los
hombres, porque no han aprendido a discernir la verdad del error. Nuestra
única salvaguardia contra las tentaciones de Satanás consiste en estudiar con
diligencia las Escrituras, en tener una comprensión inteligente de las razones de
nuestra fe y en cumplir con fidelidad todo deber conocido (En lugares
celestiales, p. 348).▫
Viernes 8 de abril:
Para estudiar y meditar