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Las causas provocan los cambios accidentales. Podría decirse que las
causas son lo que permite que las cosas sean. Por ejemplo, el papel es causa
del libro, pero no es su única causa, es su causa material únicamente (se
refiere a la materia de la cual están formadas las cosas), ya que un montón
de papel no hace un libro: se necesita también la idea o el concepto de libro.
A esto se le lama causa formal (se refiere a la idea o concepto del objeto). Sin
embargo esas dos causas siguen sin ser suficientes para conformar un libro,
se necesita un agente que realice el cambio, en este caso, el escritor; a esta
causa se le llama causa eficiente. La causa final se refiere a la finalidad del
objeto, en este caso podríamos decir que la lectura es causa del libro. Sin
embargo, el papel, el escritor y la lectura no son todas las causas que tiene el
libro. Todo lo que interviene entre el motor y un objeto se considera causa, es
decir, la imprenta, la tinta, la literatura, etc. También son causas del libro, ya
sea directa o indirectamente, y se pueden contener dentro de alguno de los
cuatro tipos de causa. De hecho, podríamos clasificar todas las causas en
materiales y formales. Hay varios tipos de relaciones entre las causas.
Pueden ser de reciprocidad (por ejemplo la lectura y el libro), de anterioridad
y posterioridad, (el escritor es anterior al libro), de lejanía y proximidad (se
puede decir que el hombre es causa del libro), y en acto y potencia (un
escritor puede ser causa potencial de un libro aunque no esté escribiendo).
Ejemplos:
De los entes, unos son por naturaleza, otros por otras causas; por naturaleza,
los animales
y sus partes, las plantas y los cuerpos simples, como la tierra, el fuego, el
aire y el agua (pues de estas cosas y de otras semejantes decimos que son
por naturaleza), y todos ellos parecen diferenciarse de los que no están
constituidos por naturaleza; ya que cada uno tiene en sí mismo un principio
de movimiento y de reposo, unos en cuanto al lugar, otros en cuanto al
aumento y la disminución, otros en cuanto a la alteración. Por el contrario,
una cama, una prenda de vestir y cualquier otra cosa de este género, en
tanto que en cada caso las predicamos así, es decir, en cuanto que son
productos de la técnica, no tienen en sí mismas ninguna tendencia natural al
cambio, sino solamente en cuanto tienen el accidente de ser de piedra o de
tierra o de una mezcla de ambas y bajo este respecto; pues la naturaleza es
un principio y una causa de movimiento y de reposo para la cosa en la que se
da primariamente por sí y no por accidente.
Aristóteles pensaba que al igual que las demás capas y clases sociales que
coexistían en la sociedad de su época, también los esclavos podían alcanzar
la plenitud de su ser en tanto tales y, por esta vía, la eudaimonía, esto es, la
felicidad y otras virtudes morales, aunque no del mismo modo que los demás
miembros de la sociedad, contribuyendo así al bienestar de la comunidad
cívica en su conjunto. Justificar la existencia de la esclavitud, sin la cual no
podría entenderse la categoría de señor, es consecuente con su teoría del
ser, según la cual no existe nada, planta, animal, cosa u hombre, que carezca
de una potencialidad que lo impulse necesariamente hacia lo bueno, hacia un
fin último que constituye su plenitud, su realización, su telos.
Por más conflictiva que resulte a menudo la convivencia no hay duda de que
las personas nos buscamos las unas a las otras. Por placer o por necesidad.
Por si ésta no fuese una evidencia suficiente de nuestra sociabilidad natural,
Aristóteles aportaba otro argumento: la existencia del lenguaje. El fin y al
cabo, ¿qué sentido tendría un lenguaje si no lo situamos en el marco de
nuestra compleja vida social? La palabra crea vínculos y establece
relaciones. Cuanto más rico es nuestro lenguaje más denso es nuestra red de
relaciones sociales. Pensemos, por ejemplo, qué sería de la institución
familiar sin palabras como "padre" o "madre", o bien que sería de la política
sin conceptos como "mandar", "obedecer", "poder" o "jefe". En definitiva, el
lenguaje otorga un nuevo marco de posibilidades a la sociabilidad humana.