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Seminario 5 de Organografía.

1º de Bioquímica:
Linfocitos T y B. Inmunidad humoral y celular.

Apuntes del tema 10

Tati:
1. Inmunidad
1.1. '' humoral
1.2. '' celular

Saray:
2. Células implicadas en la inmunidad
2.1. Linfocitos
2.2. Macrófagos
2.3. Células presentadoras de antígenos

Javi:
3. Linfocitos
3.1. Tipos
3.2. Papel en la respuesta inmune

Ale:
4. Linfocitos B
4.1. Células plasmáticas (anticuerpos)

Patri:

5. Linfocitos T
5.1. Rechazo de órganos extraños
5.1.1. Transplantes
5.1.2. Injertos
_____

3. Linfocitos

Células responsables del reconocimiento específico de los gérmenes o


antígenos (respuesta inmune humoral o celular), que necesitan a veces la
colaboración de células no específicas (células presentadoras de
antígenos, APC) como los macrófagos.
Un antígeno es una sustancia que el organismo reconoce como extraña.

Los antígenos pueden unirse a uno o varios


anticuerpos. Esto da un criterio de
clasificación ya sean monovalentes
(necesitan un sólo anticuerpo) divalentes
(necesitan formar un complejo con 2
anticuerpos), o haptenos (sustancias de poco
peso molecular que, unidas a proteínas,
actúan en respuestas inmunes)
Recordemos su biogénesis:
En los órganos primarios del sistema inmunitario se procesan y maduran los linfocitos,
puestos en contacto células propias para que no las destruyan una vez maduros. Por ello no
han de tener contacto con los antígenos en su estancia en el timo (en el caso de los linfocitos
T; gracias a la barrera hematotímica), pero sí con células presentadoras de antígenos para que,
por selección, sean linfocitos eficientes.

Para los linfocitos B, la maduración es en la bilsa de


Fabricio en aves (de ahí la B) o en la médula ósea en
mamíferos.

El proceso de selección se da primero para los que


reconocen células propias, y luego para los mismos, que
reconozcan antígenos. Sólo el 10% pasa la primera
selección, y el 1% del total la segunda; el 99% restante son
inespecíficos, fagocitados por macrófagos.

En los órganos linfoides secundarios desencadenan la respuesta inmunitaria, informando a


otras células inmunitarias de la existencia de antígenos.

3.1. Tipos
Hay dos tipos de linfocitos, cuyas iniciales
guardan relación con su biogénesis:
Linfocitos B (inmunidad humoral) ~
Bolsa de fabricio/médula ósea
Linfocitos T (inmunidad intracelular) ~ Timo

Los linfocitos B son los responsables de la inmunidad humoral, en aves maduran en la bolsa
de Fabricio (en la cloaca), y en mamíferos en la médula ósea, tejido óseo esponjoso. Forman
nódulos en los O.L.S.

Destacan por producir anticuerpos (inmunoglobulinas,


glucoproteínas con una estructura de dos cadenas ligeras
y dos pesadas, normalmente en forma de Y, con regiones
constantes en las que se unen a los antígenos por un
lado, y a la célula por otro) en contato con el antígeno.
Hay 5 subtipos (abajo).

Nota:
Estas características son comunes para los
linfocitos B y T.
Los linfocitos T son los responsables de la respuesta celular, en mamíferos maduran en el
timo y la médula ósea roja. Forman tejido linfoide difuso en los O.L.S.
Actúan destruyendo células eucariotas extrañas o propias, modificadas. Liberan
citoquinas/citocinas (sustancias que amplifican la respuesta inmune, como interferones en
infecciones víricas, linfocinas, monocinas, interleucinas, factores de necrosis tumoral....).

Pueden ser supresores, citotóxicos (eliminación de células cancerosas y rechazo de órganos


transplantados) o colaboradores. Los colaboradores son también llamados T4. Recordemos no
confundir linfocitos T4 con el nombre de la hormina tiroxina en endocrinología, ni tampoco
con el bacteriófago del mismo nombre. No guardan relación.

3.2. Papel en la respuesta inmune


La respuesta inmunitaria tiene lugar una vez el patógeno ha contactado con las células propias
del organismo tras atravesar las barreras defensivas (tejido epitelial, conjuntivo, componentes
degradantes extracelulares...)

A los órganos linfáticos secundarios (ganglios y bazo) llegan los linfocitos maduros, y allí
desencadenas la respuesta inmune, a infecciones intracelulares (linfocitos T) o extracelulares
(linfocitos B).

La respuesta inmune primaria es aquella que se


da tras el primer contacto con el antígeno. Es
lenta, duradera, y con pocos anticuerpos. En
ella se desarrolla memoria inmune.
Tras la exposición al antígeno, hay un breve
período de latencia durante el cual se identifica
el antígeno y los linfocitos comienzan a
multiplicarse. Tras él hay un período de
latencia y se inicia la fase de crecimeinto, que
lleva a la aparición exponencial de Igs en
sangre. IgM.

La respuesta inmune secundaria se da como


consecuencia de las células memoria. Es
rápida, duradera, y con muchos anticuerpos.
Menor período de latencia, mayor y más rápida
producción de Igs, y declinación más lenta. IgA e IgG. Esto provoca la memoria
inmunológica, respuesta a lso antígenos por linfocitos B y T transformados en células de larga
duración.

El sistema inmune puede presentar situaciones de autoinmunidad (reconocer células propias


como antígenos), hipersensibilidad a los antígenos (alergia), o “hiposensibilidad” a los
antígenos (inmunodeficiencia).

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