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INTRODUCCIÓN:

La Criminología, como ciencia, es bastante joven, su fase


de acreditación científica no supera más de un siglo,
aunque con anterioridad ya se habían producido
aproximaciones.

Tiene gran influencia del Derecho Penal, naciendo de un


enfrentamiento entre distintas posiciones teóricas.

Perspectivas a la hora de estudiar la Criminología:

-Perspectiva de corte jurídico.


-Perspectiva de corte psicológico / sociológico.

En España, y en general en toda la zona de influencia continental europea, predomina


la perspectiva jurídica.

A finales del siglo XIX, el Derecho Penal se encontraba inmerso en una crisis
provocada por el elevado nivel de teorización. Algunas corrientes criticaban ese
exceso, surgiendo el positivismo criminológico con connotaciones de carácter
psicológico-determinista.

Los positivistas se oponen a los planteamientos de la Escuela Clásica. Se cuestiona la


culpabilidad como pena y se introduce el concepto de peligrosidad.

En esa lucha de escuelas nace la Criminología, con la pretensión de ofrecer una visión
real del fenómeno delictivo desde todas las perspectivas, en oposición al Derecho
Penal que se reduce a las normas y sistemas penales.

Los objetivos de esta nueva ciencia eran el estudio de:

-Autores de hechos delictivos.-Psicología.


-Técnicas de comisión del delito.
-Técnicas de persecución del delito.
-Tratamiento preventivo desde la víctima o el autor.

La Criminología contemporánea es una ciencia empírica y multidisciplinar que tiene


como objeto de estudio:

-Delincuente.
-Delito.
-Víctima.
-Control social del comportamiento desviado.

Mediante estos cuatro enfoques la Criminología ofrece datos de la realidad criminal al


Derecho Penal y a la Política Criminal.

LA CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA:

La Criminología puede ser estudiada desde distintos puntos de vista:

Metodológico:

Es una ciencia, que no una praxis, que se adquiere con el positivismo, utilizando el
método empírico basado en el estudio y observación de la realidad.

Utiliza el método empírico, al sustituir la especulación y el razonamiento abstracto,


formal y deductivo del mundo clásico por el análisis, la observación y la inducción.

Es interdisciplinar porque la realidad criminal es compleja y


precisa en su estudio la intervención de distintas
disciplinas. Entre ellas el Derecho Penal, la Psicología,
Sociología, Medicina, Criminalística …, siempre con el
denominador común del crimen.

No todas intervienen con el mismo peso específico, existe


un debate en torno a cuál de estas disciplinas debe
prevalecer sobre las demás, aunque hoy se entiende que
en realidad se complementan unas con otras, siendo la
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Enviado: 22/02/2007
De: ppcrimo 19:22

EL DELITO - EL DELINCUENTE

EL DELITO.

El objeto de estudio de la Criminología ha


sufrido un proceso de ampliación al tomar
interés una serie de aspectos que hasta
entonces no se habían tenido en cuenta,
como son la víctima y el control social.

El delito, como objeto de estudio, es


definido de forma distinta desde el
Derecho Penal y la Criminología, aunque tienen ciertos puntos de conexión. Cada uno
ve el delito desde su propio enfoque, el criminólogo con la utilización de su método y el
análisis de los factores, el penalista con la utilización de la norma y aspectos
concretos.

La definición legal o concepto jurídico positivo de delito lo encontramos en el art. 10 del


Código Penal, que establece: “son delitos o faltas las acciones u omisiones dolosas o
imprudentes penadas por la Ley”.

Se ha pretendido buscar un concepto universalmente válido de delito. Garofalo


señalaba que la motivación del delito está basada en dos sentimientos, la piedad y la
probidad en las personas no delincuentes, la piedad sería el sentimiento de compasión
que nos hace evitar hacer daño a los otros, la probidad estaría relacionada con los
valores del daño material y el respeto por la propiedad ajena. En el delincuente
fallarían uno o los dos.

Si falta la piedad existiría una predisposición a la comisión de delitos contra las


personas, si faltaba la probidad a delitos contra la propiedad.

Este concepto de delito no resultó válido por no ser generalizable.

La sociología aporta el concepto de conducta desviada, aunque tampoco puede ser


empleado como un concepto universal de delito, la conducta desviada es más amplia
ya que todo delito es una conducta desviada pero no al contrario.

Por tanto estos conceptos no definen exactamente el delito, por lo que continúa la
búsqueda de un concepto material y neutro, teniendo además en cuenta que estamos
ante una realidad cambiante.

Para la Criminología el delito es un problema social que debe tener como respuesta
del Estado una sanción penal. Dentro de la investigación en Criminología no se puede
prescindir del todo del Derecho Penal, diferenciando en cada caso el concepto de
delito que se va a utilizar, va a depender de lo que se persigue analizar para utilizar el
concepto jurídico formal o el concepto material cuando la investigación se oriente a la
descriminalización o a la neocriminalización.

Esta perspectiva social del concepto de delito se contrapone al enfoque legal, en el


que sólo se dispone una definición circular que no aclara lo que es delito o no lo es,
únicamente hace referencia a conductas tipificadas o no.

Sólo serán delictivas aquellas acciones u omisiones expresamente tipificadas en la


legislación penal, pero ¿cuál es el mecanismo que convierte a una conducta en
infracción penal?. Para responder a esta cuestión se ha de realizar un análisis de la
repercusión que esa conducta genera en la concreta sociedad, en un concreto
momento histórico y, lo más importante, cómo es interpretada por los ciudadanos y por
los Poderes Públicos.

Por ejemplo, el art. 147.1 C.P. establece que el que por cualquier medio o
procedimiento causare a otro una lesión que menoscabe su integridad corporal o su
salud física o mental, será castigado como reo de delito de lesiones con la pena
de……

Ahora pensemos en varios ejemplos: un boxeador ha de golpear contundentemente a


su oponente, es consciente de que va a causarle un daño físico y tiene voluntad para
ello. Un cirujano realiza una incisión en el tórax de un paciente, le extrae el corazón, lo
coloca sobre una mesa, opera y vuelve a clocarlo en su sitio.

En el primer caso el boxeador está amparado por la aceptación social, se asume que
es un deporte de contacto y el contrincante acepta las reglas. Si la misma agresión se
produjese fuera del ring entraríamos en la esfera penal.

En el caso del cirujano, la finalidad terapéutica ejercida por quien posee conocimiento
y capacidad convierte la conducta en atípica, además aquí juega un papel importante
el consentimiento del paciente.

El delito es una realidad cambiante, su contenido varía en función de factores


externos, sólo pueden ser etiquetadas como delictivos los
actos que supongan los mayores ataques hacia bienes
jurídicos, únicamente las conductas más graves entrarán en
la definición legal (Principio de legalidad y de intervención
mínima).

El mecanismo de construcción del delito parte de una


conducta que, en un determinado momento, pasa a ser
considerada como tal a través de un proceso de
criminalización. Así, la conducción de vehículos a motor a una
excesiva velocidad es hoy una simple infracción
administrativa, pero la alarma social que causan los accidentes de tráfico está
provocando una movilización social que aboga por tipificar penalmente estas
conductas.

El legislador es quien tiene la potestad de determinar lo que es delito y lo que no lo es,


pero son los ciudadanos quienes deciden, a través del sufragio, quienes son
legisladores, por tanto éstos últimos han de tener muy presentes cuáles son las
inquietudes sociales, es el denominado “populismo punitivo”. En este proceso de
autorregulación intervienen de manera activa otros actores, con fuerza de grupos de
presión, que tratarán de imponer sus argumentos en el Parlamento, el resultado de
esta lucha de presiones no siempre resulta respetuoso con los principios informadores
del Derecho Penal.

Vicente Garrido clasifica los delitos en función de la reacción social que provocan en:

1.-Comportamientos penalizados y castigados en (casi) cualquier sociedad moderna.


Son los delitos más graves (contra las personas, libertad sexual, patrimonio,…).

2.-Comportamientos penalizados pero sobre los que la ley se aplica con escasa
frecuencia. Conductas que aun estando penadas se realizan con frecuencia y relativa
impunidad (conducción bajo influencia de bebidas alcohólicas, tráfico de drogas a
pequeña escala, contra la Hacienda Pública,…).

3.-Comportamientos en vías de penalización o despenalización. Son conductas sobre


las que existen posturas contrapuestas, dependiendo de la concreta sociedad, cultura
y momento histórico. Infracciones que pasan a ser delictivas y otras que dejan de
serlo.

Gottfredson y Hirschi (1990) lo definen como “la utilización del engaño o la fuerza para
conseguir un objetivo”. No pueden incluirse todas las infracciones penales en este
concepto, únicamente aquellas más graves.

Desde la perspectiva criminológica, el concepto de delito es tan amplio y puede


abarcar tantas concepciones que resulta más útil acudir a otros términos.

Así el contenido de “desviación” es más amplio, abarca mucho más que la simple
actividad delictiva. Becker (1971) ofrece una visión de este término e varias
perspectivas: alejamiento excesivo de promedio estadístico común, desviación como
enfermedad y visión funcionalista. Todas ellas están basadas en la visión de la
sociedad como un organismo estructurado, las conductas que sirvan para su desarrollo
serán prosociales, las que se alejen de la media, sean patológicas o amenacen la
estabilidad serán desviadas. Pese a que desviación es más amplio que delito,
chocamos de nuevo con la interpretación de los valores (prosociales o desviados
según el colectivo que los interprete), además retomamos el intervencionismo político
en la definición.

Profundizando aun más, el interaccionismo simbólico no concibe una definición social


de la infracción a la norma de forma clara, no siempre se estiman como delictivos
ciertos comportamientos, se justifican hasta que las circunstancias lo desaconsejan. La
denuncia pública puede hacernos recapacitar sobre hechos a los que asistimos
cotidianamente y no relacionamos (simbolismo) con comportamientos desviados, son
“normales” hasta que la comunidad deja de percibirlos como tales. Ejemplos de ello
podemos tenerlos en situaciones cercanas: parece que nadie sabía lo que estaba
sucediendo en el Ayuntamiento de Marbella hasta la denuncia y posterior
investigación, lo cierto es que muchos lo conocían pero lo asumían como algo
“normal”. Ciertas formas de acceso a la Función Pública (oposiciones, concursos,..)
suelen verse envueltos en aureolas de sospecha, en general son aceptadas hasta
cierto punto, pero en muchas ocasiones traspasan el límite, sin denuncia pública nadie
se lo plantearía como delictivo.

Esta teoría no considera al delito como hecho aislado sino como una interacción entre
actores, objetos y situaciones.

EL DELINCUENTE.

En relación con el delincuente, se ha producido un fenómeno de problematización que


afecta a conceptos de los que se ha ocupado la Criminología tradicional, actualmente
se cuestiona su contenido.

El Positivismo criminológico, que introduce el concepto de delincuente nato y otros


prototipos como los la Escuela Clásica, el Correccionalismo o el Marxismo, son
ejemplos de las distintas concepciones en relación con la figura del delincuente.

La Escuela Clásica entendía que no existe un individuo predispuesto a delinquir desde


que nace, sino que estos respondían al libre albedrío. Toda persona nace libre y es
responsable de sus actos, haciendo un mal uso de su libertad comete el delito. No
existe una diferencia cualitativa entre el delincuente y el que no lo es.

Para los positivistas el delincuente desde que nace está predispuesto a delinquir, no
tiene esa libertad de actuación, responde a un determinismo biológico.

El Correccionalismo y el Marxismo lo entienden desde la perspectiva del entorno.

En el correccionalismo aparece el delincuente como una víctima de las circunstancias


que le rodean, haciendo especial hincapié en que el responsable de los delitos es la
propia sociedad y poniendo énfasis en que el Estado debe centrarse más hacia una
respuesta correctora y de protección con una visión alternativa a la pena.

El Marxismo parte de un argumento parecido, el delincuente es víctima de una


sociedad desigual que fomenta las desigualdades que favorecen la delincuencia. La
diferencia es que para éste prototipo se propugnan una serie de cambios de
estructuras a todos los niveles. De existir otro tipo de estructura social no existiría el
delito.

Actualmente la Criminología comienza a ampliar el concepto de delincuente, no se


trata de un ser anormal, enfermo mental o atávico, no es distinto a los demás pero sí
tiene matices.

El Principio de Normalidad:
Este principio dispone que no
necesariamente el delincuente es un ser
distinto, aunque no responda a los
principios de normalidad.

Para poder considerar que un delincuente


es normal, que es imputable, debe reunir
una serie de cualidades que, en el
momento de cometer el hecho delictivo, le
hagan comprender la ilicitud del acto y
actúe conforme a esa comprensión, debe
actuar conociendo la ilicitud del mismo. En
esas condiciones nos encontramos con
una persona capaz de responder
personalmente, es decir, imputable.

La realidad nos demuestra que no todos


los delincuentes se adaptan a esta
definición, además no existe una barrera
que separe la normalidad de la
anormalidad, es cuestión de grado que
habrá que matizar.

El Derecho Penal, para responder a estas


situaciones prevé tres posibles
graduaciones:

-Los imputables: con plena capacidad de querer y entender.

-Los inimputables: los que tienen profundamente alteradas sus capacidades de querer
y entender. Responden a las eximentes completas del art. 20.1, 2 y 3 C.P. Anomalía o
alteración psíquica por la que no puedan comprender la ilicitud del hecho o actuar
conforme a esa comprensión; estado de intoxicación plena por consumo de alcohol,
drogas tóxicas, estupefacientes, psicotrópicos o sustancias análogas o se halle bajo el
síndrome de abstinencia; alteración de la percepción desde el nacimiento o la infancia
que altere gravemente la conciencia de la realidad.

-Los semi-inimputables: los que tienen la imputabilidad disminuida. Responden a las


eximentes incompletas del art. 21 C.P. Las causas expresadas en el artículo anterior,
cuando no concurran todos los requisitos necesarios para eximir de responsabilidad
criminal; actuar a causa de su grave adicción a las sustancias antes mencionadas;
obrar por causas o estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato, obcecación
u otro estado pasional de entidad semejante.

Partiendo de estas premisas, al delincuente “normal”, es decir, al imputable se le


puede imponer una pena.

Para los inimputables están previstas las medidas de seguridad, para su aplicación
será necesario que se halla cometido un delito y exista probabilidad de que se puedan
cometer otros en el futuro, con los problemas que eso conlleva. Al margen del Derecho
Penal, sólo queda como solución el Derecho Civil, que contempla la posibilidad de
incapacitar a una persona cuando no pueda gobernarse por sí misma, ofreciendo
como otras posibilidades el internamiento en centro psiquiátrico de carácter civil sujeto
a control judicial. Si el internamiento es por razones de urgencia, se comunicará al
Juez en 24 horas, si no es urgente necesitará autorización judicial.

La culpabilidad y la peligrosidad:

La culpabilidad es un juicio de valor sobre el hecho ya cometido, mientras que la


peligrosidad supone un pronóstico de futuro orientado hacia la posibilidad de que se
cometan nuevos delitos.

Para que la peligrosidad de lugar a la aplicación de medidas de seguridad ha de


tratarse de peligrosidad criminal.

El art. 6.1 C.P. dispone que las medidas de seguridad se fundamentan en la


peligrosidad criminal del sujeto al que se impongan, exteriorizada en la comisión de un
hecho previsto como delito.

La peligrosidad criminal es por tanto un concepto objetivo, el art. 95 C.P. recoge dos
presupuestos:

1.-Que el sujeto haya cometido un hecho previsto como delito.

2.-Que del hecho y de las circunstancias personales del sujeto pueda deducirse un
pronóstico de comportamiento futuro que revele la probabilidad de comisión de nuevos
delitos.

Reincidencia:

El art. 22.8 C.P. señala la reincidencia como circunstancia agravante de la


responsabilidad criminal.

Para que exista reincidencia se exige que el sujeto haya sido condenado por un delito
del mismo Título y de la misma naturaleza, estando la naturaleza en relación a la
igualdad de bienes jurídicos protegidos.

La agravante de reincidencia valora al autor y no al hecho.

La solución ofrecida por el Derecho Penal cuando se materializa la peligrosidad es la


aplicación de la reincidencia.

Frente al concepto de reincidencia aparece el concepto de delincuente habitual, el art.


94 C.P. señala como delincuentes habituales los que hayan cometido tres o más
delitos comprendidos en el mismo Capítulo, en un plazo no superior a cinco años y
hayan sido condenados por ello.

Factores de riesgo:

Son aquellos que permiten predecir que una persona es más vulnerable hacia el delito.
Factores predoctores de un comportamiento antisocial o delictivo pueden ser:
personales (infancia, inteligencia, temperamento, habilidades sociales, locus de
control,…), sociales (paro, marginación, desectructuración familiar,…).

El adecuado funcionamiento de estos factores ayuda a continuar adecuadamente en la


vida, aunque es preciso adquirir conocimientos de carácter educativo y otras
habilidades de intervención con los demás así el grado de integración en la familia, el
apoyo emocional del entorno, el grado de comunicación con los demás, la medida en
que se logra adoptar unos valores sociales y los modelos de referencia en el ámbito
social son de gran importancia. La ausencia de tales factores constituye un gran riesgo
para cometer actos ilícitos.

El Código Penal, en cumplimiento del art. 25 de la Constitución Española, dispone


penas, especialmente las privativas de libertad, para recuperar al individuo y
reinsertarlo en la sociedad.

Los programas de reinserción se basan en intervenciones a todos los niveles:

-Educativo: con la finalidad de adquirir conocimientos.

-Terapias no conductuales: aplicar los conocimientos teóricos del psicoanálisis para


indagar en los traumas del sujeto.

-Aprendizaje operante: asociando a un comportamiento adecuado una respuesta


gratificante, así como una respuesta negativa ante las conductas inadecuadas.

-Terapias cognitivo-conductuales: persiguen la adquisición de habilidades sociales,


valores morales y sociales así como técnicas de control emocional.

-Comunidades terapéuticas: pretenden evitar el internamiento carcelario sustituyéndolo


por centros terapéuticos.
-Otros programas alternativos: enfocados a evitar el internamiento como única vía de
cumplimiento de la pena.

La Criminología y el delincuente:

Las penas tienen como finalidad la resocialización, intervenciones sobre el delincuente


tras delinquir. Pero la Criminología se interesa además por la prevención a través de la
predicción.

Conocer los factores de riesgo y las etiologías delictivas produce una serie de datos de
gran interés para las políticas de prevención.

Los diseños de investigación pueden ser:

-Transversales: estudios referidos a un momento concreto, su objeto de estudio es un


determinado grupo de sujetos y estudia las variables que intervienen en ese grupo.

·Estudio de grupos con caracteres extremos: análisis de contraste entre delincuentes


primarios y reincidentes, en función de las variables que los distinguen.

·Estudio de grupos de delincuentes en atención a las variables que inciden en su


proceso criminal, para identificar los factores que les llevan al delito.

-Longitudinales: son estudios que se realizan a lo largo del tiempo, se mide la


evolución para determinar tendencias y poner en marcha programas directamente
dirigidos hacia ellas.

Los resultados de los estudios predictivos pueden resultar:

-Válido positivo: existe la predicción de que van a cometer delitos y los cometen. El
pronóstico se cumple.

-Válido negativo: se predice que no van a cometer delitos y no los cometen. El


pronóstico también se cumple.

-Falso positivo: predicción de que cometerán delitos y no los cometen. No se cumple el


pronóstico.

-Falso negativo: se predice que no van a cometer delitos y sí los cometen. Tampoco se
cumple el pronóstico.

Es importante determinar qué factores llevaron a la existencia de falsos positivos y


falsos negativos. Para ello hay que acudir a los factores protectores, que hacen al
sujeto más resistente al delito, entre ellos:

-A nivel personal: inteligencia, habilidades sociales, empatía, locus de control interno,


-A nivel familiar: situación en relación con la familia.

-A nivel social: modelos de referencia adecuados.

Ciertos factores influyen en la consolidación de las carreras delictivas:

-Volumen de delitos en el tiempo.

-Escenarios múltiples.

-Variedad de los problemas de conducta: a mayor complejidad de trastornos, mayor


probabilidad de que se prolonguen en el tiempo.-Comienzo temprano en la actividad
delictiva.

CONCEPTOS DE INTERÉS:

Factores de riesgo: aquellos que permiten predecir que una persona es más vulnerable
hacia el delito. Factores predictores de un comportamiento antisocial o delictivo
pueden ser: personales (infancia, inteligencia, temperamento, habilidades sociales,
locus de control,…), sociales (paro, marginación, desectructuración familiar,…).

Delincuente de carrera: es quien hace del delito un modo de vida, hasta el punto de
llegar a cometer delitos graves si es necesario.

Carrera delictiva: es la secuencia longitudinal de los delitos que un mismo delincuente


va cometiendo en el transcurso del tiempo. Exige tomar un cierto periodo temporal
para conocer los delitos que ha cometido.

Bibliografia

Salvador F. Ruiz Ortíz - Criminologo


http://www.ascolcrim.es

-Garrido, V. Stangeland, P. Redondo, S. (2001). Principios de Criminología. 2ª Edición. Valencia: Tirant


Lo Blanch.

-García-Pablos de Molina, A. (1996). Criminología: una introducción a sus fundamentos teóricos para
juristas. 3ª Edición. Valencia: Tirant Lo Blanch.

-Cobo del Rosal, M. Vives Antón T.S. (1999). Derecho Penal Parte General. 5ª Edición. Valencia: Tirant
Lo Blanch.

-García-Pablos de Molina A. (1996). Criminología, una introducción a sus fundamentos teóricos para
juristas. 3ª Edición. Valencia. Tirant lo Blanch.

-Garrido V., Stangeland P., Redondo S. (2001). Principios de Criminología. 2ª Edición. Valencia. Tirant
lo Blanch.

Ferri: Teoría de los factores determinantes del delito

INTRODUCCIÓN
Basa su teoría en dos aspectos:

• Aspecto endógeno. Toma la Antropología, el atavismo y la Teoría del Criminal


nato de Cessare Lombroso.
• Aspecto exógeno. El medio ambiente—lo que también Auguste Comte había
establecido—. La base fundamental de la Teoría de Ferri es el Medio ambiente.
Este factor es fundamental para hacer que el individuo caiga en el delito o se
vuelva delincuente.

Enrico Ferri yuxtapone estos dos aspectos para formar su teoría, que tiene tres factores
fundamentales:

TEORÍA DE LOS FACTORES DETERMINANTES DEL DELITO

Explica la etiología del delito por medio de su Teoría de los factores determinantes del
delito.
Los motivos están en 3 factores:
1. El Factor Antropológico (constitución orgánica, psíquica y biosociales del
delincuente).
2. Factor Cosmotelúrico (el clima, naturaleza del suelo, la estación).
3. El Factor Social o Mesológico (densidad de población, migración campo ciudad,
alcoholismo, socialización imperfecta, moral, la familia, costumbres).

FACTOR ANTROPOLÓGICO

Son:

La constitución orgánica del delincuente: Fisonomía


Está de acuerdo con Lombroso que la herencia es el rasgo de criminalidad. Sostienen
que determinados genes son transmisores de delito, de padres delincuentes, hijos
delincuentes.
Se establece que—de acuerdo a los estudios de los mellizos de Greiff—si uno de ellos
comete un delito, existe una alta probabilidad de que el otro también cometa un delito.
Esta teoría del ambiente social fue corroborada tanto por la Ontogenia, la Filogenia y la
Holística (concepción del hombre como un todo funcional).

Constitución psíquica del delincuente: sentimientos


Examinando el cráneo de los criminales también presentaron rasgos y anomalías dentro
el cerebro.
Características del delincuente
Edad, sexo, etc.

EL FACTOR FÍSICO O COSMOTELÚRICO


Son el clima, el medio ambiente físico, etc.
EL FACTOR SOCIAL

Son:

La densidad de población
En los grandes centros urbanos la criminalidad es alta.

Migración campo-ciudad.
Al no poder alcanzar un nivel de vida alto, el campesino suele emigrara hacia las
ciudades para buscar empleo. La criminalidad suele darse en dos aspectos:

Estado de necesidad.
El campesino al no encontrar trabajo es inducido al delito.

Mafias.
Las migraciones de Italia a los EUA en los años 40 llevaron también con ellos sus
organizaciones criminales, que en suelo americano encontraron un fértil suelo donde
crecer rápidamente.

Actualmente la criminalidad en Suecia es baja, pero la migración de chilenos—luego del


golpe de Estado de Pinochet—, polacos , etc., hicieron que los índices d criminalidad
subieran.

El estado o clase de opinión.


Si el Estado es injusto o hay injusticia social, los delitos se incrementarán. Si el sistema
no crea empleos, si no hay seguridad social, si los programas de gobierno son malos, lo
que estará haciendo el Estado es crear un caldo de cultivo para la delincuencia.

Esto se vio en la Rusia zarista, los delitos eran de sangre, en las sociedades capitalistas
modernas los delitos son mas contra la propiedad.

La costumbre o religión.
Se cometen delitos en nombre de ellos. Ataca el fanatismo religioso lleva a la comisión de
delitos.

El régimen jurídico.
Un Estado con régimen jurídico confiable hace que disminuyan los delitos. Ferri dice que
es causa de criminalidad cuando existe un régimen jurídico que no tipifica delitos—
lógicamente va contra la Escuela Clásica del fundamento de legalidad que dice que no
hay sanción sin ley previa—y cuando no existen jueces confiables que puedan castigar
los delitos.

El alcoholismo.
Conforme el sistema de gobierno trate este problema, hay una alta incidencia de delitos
en este estado.

El ordenamiento de la administración pública.


Una administración que no esté bien pagada hace que los empleados cometan delitos,
por ejemplo el cohecho. Esto no debe ser así, ya que quien accede a un puesto público
sabe cuanto es el salario. Si es bajo no debería postular a ese puesto. El aumento de
sueldos a los empleados públicos o a la policía no hace que rebaje la criminalidad.

La constitución de la familia.
La familia para Ferri es el factor de socialización, que se da en tres etapas:

El destete.
El niño nace en un mundo de fantasía, donde todavía no hay normas que regulen su vida,
pero desde el primero momento en que la madre lo desteta, comienza la primera etapa
de socialización.
Educación de esfínteres.
Es donde y cuando el niño debe hacer sus necesidades fisiológicas (defecar, orinar). Esta
educación se da inclusive con amenaza de castigo corporal.

Vencimiento de los complejos

Complejo de Edipo
El Complejo de Edipo en los niños comienza a los tres años. El niño desea
inconscientemente a su madre (Freud). El niño es celoso de su padre. Este complejo se
va superando con los años.

Si no se supera el problema es ahí de donde deviene el problema. Existe frustración que


va afectando la personalidad del individuo o niño, incluso cae en la desviación de la
personalidad.

No se puede vencer el Complejo de Edipo a causa de una madre dominante, el resultado


es un individuo sin personalidad y este individuo puede desarrollar tendencias criminales.

Complejo de Electra
En la mujer se da el Complejo de Electra, la niña se da cuenta de la falta del pene.

Actualmente este complejo es superado fácilmente ya que la mujer esta casi integrada a
la sociedad además la sociedad machista de antaño va desapareciendo gradualmente.

Las Escuelas Penales

Fundamentos Del Derecho De Castigar

Teorías Relativas O Utilitarias

Teoría De La Prevención

Teoría De La Enmienda

Teoría De La Defensa Social

Teorías Absolutas

Teoría De La Expiación

Teoría De La Retribución

Teorías Mixtas, Unitarias O Eclécticas

EL DELITO - EL DELINCUENTE
>EL DELITO.
>El objeto de estudio de la Criminología ha sufrido un proceso de ampliación
>al tomar interés una serie de aspectos que hasta entonces no se habían
>tenido en cuenta, como son la víctima y el control social.
>El delito, como objeto de estudio, es definido de forma distinta desde el
>Derecho Penal y la Criminología, aunque tienen ciertos puntos de conexión.
>Cada uno ve el delito desde su propio enfoque, el criminólogo con la
>utilización de su método y el análisis de los factores, el penalista con la
>utilización de la norma y aspectos concretos.
>La definición legal o concepto jurídico positivo de delito lo encontramos
>en el art. 10 del Código Penal, que establece: “son delitos o faltas las
>acciones u omisiones dolosas o imprudentes penadas por la Ley”.
>Se ha pretendido buscar un concepto universalmente válido de delito.
>Garofalo señalaba que la motivación del delito está basada en dos
>sentimientos, la piedad y la probidad en las personas no delincuentes, la
>piedad sería el sentimiento de compasión que nos hace evitar hacer daño a
>los otros, la probidad estaría relacionada con los valores del daño
>material y el respeto por la propiedad ajena. En el delincuente fallarían
>uno o los dos.
>Si falta la piedad existiría una predisposición a la comisión de delitos
>contra las personas, si faltaba la probidad a delitos contra la propiedad.
>Este concepto de delito no resultó válido por no ser generalizable.
>La sociología aporta el concepto de conducta desviada, aunque tampoco puede
>ser empleado como un concepto universal de delito, la conducta desviada es
>más amplia ya que todo delito es una conducta desviada pero no al
>contrario.
>Por tanto estos conceptos no definen exactamente el delito, por lo que
>continúa la búsqueda de un concepto material y neutro, teniendo además en
>cuenta que estamos ante una realidad cambiante.
>Para la Criminología el delito es un problema social que debe tener como
>respuesta del Estado una sanción penal. Dentro de la investigación en
>Criminología no se puede prescindir del todo del Derecho Penal,
>diferenciando en cada caso el concepto de delito que se va a utilizar, va a
>depender de lo que se persigue analizar para utilizar el concepto jurídico
>formal o el concepto material cuando la investigación se oriente a la
>descriminalización o a la neocriminalización.
>Esta perspectiva social del concepto de delito se contrapone al enfoque
>legal, en el que sólo se dispone una definición circular que no aclara lo
>que es delito o no lo es, únicamente hace referencia a conductas
>tipificadas o no.
>Sólo serán delictivas aquellas acciones u omisiones expresamente
>tipificadas en la legislación penal, pero ¿cuál es el mecanismo que
>convierte a una conducta en infracción penal?. Para responder a esta
>cuestión se ha de realizar un análisis de la repercusión que esa conducta
>genera en la concreta sociedad, en un concreto momento histórico y, lo más
>importante, cómo es interpretada por los ciudadanos y por los Poderes
>Públicos.
>Por ejemplo, el art. 147.1 C.P. establece que el que por cualquier medio o
>procedimiento causare a otro una lesión que menoscabe su integridad
>corporal o su salud física o mental, será castigado como reo de delito de
>lesiones con la pena de……
>Ahora pensemos en varios ejemplos: un boxeador ha de golpear
>contundentemente a su oponente, es consciente de que va a causarle un daño
>físico y tiene voluntad para ello. Un cirujano realiza una incisión en el
>tórax de un paciente, le extrae el corazón, lo coloca sobre una mesa, opera
>y vuelve a clocarlo en su sitio.
>En el primer caso el boxeador está amparado por la aceptación social, se
>asume que es un deporte de contacto y el contrincante acepta las reglas. Si
>la misma agresión se produjese fuera del ring entraríamos en la esfera
>penal.
>En el caso del cirujano, la finalidad terapéutica ejercida por quien posee
>conocimiento y capacidad convierte la conducta en atípica, además aquí
>juega un papel importante el consentimiento del paciente.
>El delito es una realidad cambiante, su contenido varía en función de
>factores externos, sólo pueden ser etiquetadas como delictivos los actos
>que supongan los mayores ataques hacia bienes jurídicos, únicamente las
>conductas más graves entrarán en la definición legal (Principio de
>legalidad y de intervención mínima).
>El mecanismo de construcción del delito parte de una conducta que, en un
>determinado momento, pasa a ser considerada como tal a través de un proceso
>de criminalización. Así, la conducción de vehículos a motor a una excesiva
>velocidad es hoy una simple infracción administrativa, pero la alarma
>social que causan los accidentes de tráfico está provocando una
>movilización social que aboga por tipificar penalmente estas conductas.
>El legislador es quien tiene la potestad de determinar lo que es delito y
>lo que no lo es, pero son los ciudadanos quienes deciden, a través del
>sufragio, quienes son legisladores, por tanto éstos últimos han de tener
>muy presentes cuáles son las inquietudes sociales, es el denominado
>“populismo punitivo”. En este proceso de autorregulación intervienen de
>manera activa otros actores, con fuerza de grupos de presión, que tratarán
>de imponer sus argumentos en el Parlamento, el resultado de esta lucha de
>presiones no siempre resulta respetuoso con los principios informadores del
>Derecho Penal.
>Vicente Garrido clasifica los delitos en función de la reacción social que
>provocan en:
>1.-Comportamientos penalizados y castigados en (casi) cualquier sociedad
>moderna. Son los delitos más graves (contra las personas, libertad sexual,
>patrimonio,…).
>2.-Comportamientos penalizados pero sobre los que la ley se aplica con
>escasa frecuencia. Conductas que aun estando penadas se realizan con
>frecuencia y relativa impunidad (conducción bajo influencia de bebidas
>alcohólicas, tráfico de drogas a pequeña escala, contra la Hacienda
>Pública,…).
>3.-Comportamientos en vías de penalización o despenalización. Son conductas
>sobre las que existen posturas contrapuestas, dependiendo de la concreta
>sociedad, cultura y momento histórico. Infracciones que pasan a ser
>delictivas y otras que dejan de serlo.
>Gottfredson y Hirschi (1990) lo definen como “la utilización del engaño o
>la fuerza para conseguir un objetivo”. No pueden incluirse todas las
>infracciones penales en este concepto, únicamente aquellas más graves.
>Desde la perspectiva criminológica, el concepto de delito es tan amplio y
>puede abarcar tantas concepciones que resulta más útil acudir a otros
>términos.
>Así el contenido de “desviación” es más amplio, abarca mucho más que la
>simple actividad delictiva. Becker (1971) ofrece una visión de este término
>e varias perspectivas: alejamiento excesivo de promedio estadístico común,
>desviación como enfermedad y visión funcionalista. Todas ellas están
>basadas en la visión de la sociedad como un organismo estructurado, las
>conductas que sirvan para su desarrollo serán prosociales, las que se
>alejen de la media, sean patológicas o amenacen la estabilidad serán
>desviadas. Pese a que desviación es más amplio que delito, chocamos de
>nuevo con la interpretación de los valores (prosociales o desviados según
>el colectivo que los interprete), además retomamos el intervencionismo
>político en la definición.
>Profundizando aun más, el interaccionismo simbólico no concibe una
>definición social de la infracción a la norma de forma clara, no siempre se
>estiman como delictivos ciertos comportamientos, se justifican hasta que
>las circunstancias lo desaconsejan. La denuncia pública puede hacernos
>recapacitar sobre hechos a los que asistimos cotidianamente y no
>relacionamos (simbolismo) con comportamientos desviados, son “normales”
>hasta que la comunidad deja de percibirlos como tales. Ejemplos de ello
>podemos tenerlos en situaciones cercanas: parece que nadie sabía lo que
>estaba sucediendo en el Ayuntamiento de Marbella hasta la denuncia y
>posterior investigación, lo cierto es que muchos lo conocían pero lo
>asumían como algo “normal”. Ciertas formas de acceso a la Función Pública
>(oposiciones, concursos,..) suelen verse envueltos en aureolas de sospecha,
>en general son aceptadas hasta cierto punto, pero en muchas ocasiones
>traspasan el límite, sin denuncia pública nadie se lo plantearía como
>delictivo.
>Esta teoría no considera al delito como hecho aislado sino como una
>interacción entre actores, objetos y situaciones.
>EL DELINCUENTE.
>En relación con el delincuente, se ha producido un fenómeno de
>problematización que afecta a conceptos de los que se ha ocupado la
>Criminología tradicional, actualmente se cuestiona su contenido.
>El Positivismo criminológico, que introduce el concepto de delincuente nato
>y otros prototipos como los la Escuela Clásica, el Correccionalismo o el
>Marxismo, son ejemplos de las distintas concepciones en relación con la
>figura del delincuente.
>La Escuela Clásica entendía que no existe un individuo predispuesto a
>delinquir desde que nace, sino que estos respondían al libre albedrío. Toda
>persona nace libre y es responsable de sus actos, haciendo un mal uso de su
>libertad comete el delito. No existe una diferencia cualitativa entre el
>delincuente y el que no lo es.
>Para los positivistas el delincuente desde que nace está predispuesto a
>delinquir, no tiene esa libertad de actuación, responde a un determinismo
>biológico.
>El Correccionalismo y el Marxismo lo entienden desde la perspectiva del
>entorno.
>En el correccionalismo aparece el delincuente como una víctima de las
>circunstancias que le rodean, haciendo especial hincapié en que el
>responsable de los delitos es la propia sociedad y poniendo énfasis en que
>el Estado debe centrarse más hacia una respuesta correctora y de protección
>con una visión alternativa a la pena.
>El Marxismo parte de un argumento parecido, el delincuente es víctima de
>una sociedad desigual que fomenta las desigualdades que favorecen la
>delincuencia. La diferencia es que para éste prototipo se propugnan una
>serie de cambios de estructuras a todos los niveles. De existir otro tipo
>de estructura social no existiría el delito.
>Actualmente la Criminología comienza a ampliar el concepto de delincuente,
>no se trata de un ser anormal, enfermo mental o atávico, no es distinto a
>los demás pero sí tiene matices.
>El Principio de Normalidad:
>Este principio dispone que no necesariamente el delincuente es un ser
>distinto, aunque no responda a los principios de normalidad.
>Para poder considerar que un delincuente es normal, que es imputable, debe
>reunir una serie de cualidades que, en el momento de cometer el hecho
>delictivo, le hagan comprender la ilicitud del acto y actúe conforme a esa
>comprensión, debe actuar conociendo la ilicitud del mismo. En esas
>condiciones nos encontramos con una persona capaz de responder
>personalmente, es decir, imputable.
>La realidad nos demuestra que no todos los delincuentes se adaptan a esta
>definición, además no existe una barrera que separe la normalidad de la
>anormalidad, es cuestión de grado que habrá que matizar.
>El Derecho Penal, para responder a estas situaciones prevé tres posibles
>graduaciones:
>-Los imputables: con plena capacidad de querer y entender.
>-Los inimputables: los que tienen profundamente alteradas sus capacidades
>de querer y entender. Responden a las eximentes completas del art. 20.1, 2
>y 3 C.P. Anomalía o alteración psíquica por la que no puedan comprender la
>ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión; estado de
>intoxicación plena por consumo de alcohol, drogas tóxicas, estupefacientes,
>psicotrópicos o sustancias análogas o se halle bajo el síndrome de
>abstinencia; alteración de la percepción desde el nacimiento o la infancia
>que altere gravemente la conciencia de la realidad.
>-Los semi-inimputables: los que tienen la imputabilidad disminuida.
>Responden a las eximentes incompletas del art. 21 C.P. Las causas
>expresadas en el artículo anterior, cuando no concurran todos los
>requisitos necesarios para eximir de responsabilidad criminal; actuar a
>causa de su grave adicción a las sustancias antes mencionadas; obrar por
>causas o estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato, obcecación u
>otro estado pasional de entidad semejante.
>Partiendo de estas premisas, al delincuente “normal”, es decir, al
>imputable se le puede imponer una pena.
>Para los inimputables están previstas las medidas de seguridad, para su
>aplicación será necesario que se halla cometido un delito y exista
>probabilidad de que se puedan cometer otros en el futuro, con los problemas
>que eso conlleva. Al margen del Derecho Penal, sólo queda como solución el
>Derecho Civil, que contempla la posibilidad de incapacitar a una persona
>cuando no pueda gobernarse por sí misma, ofreciendo como otras
>posibilidades el internamiento en centro psiquiátrico de carácter civil
>sujeto a control judicial. Si el internamiento es por razones de urgencia,
>se comunicará al Juez en 24 horas, si no es urgente necesitará autorización
>judicial.
>La culpabilidad y la peligrosidad:
>La culpabilidad es un juicio de valor sobre el hecho ya cometido, mientras
>que la peligrosidad supone un pronóstico de futuro orientado hacia la
>posibilidad de que se cometan nuevos delitos.
>Para que la peligrosidad de lugar a la aplicación de medidas de seguridad
>ha de tratarse de peligrosidad criminal.
>El art. 6.1 C.P. dispone que las medidas de seguridad se fundamentan en la
>peligrosidad criminal del sujeto al que se impongan, exteriorizada en la
>comisión de un hecho previsto como delito.
>La peligrosidad criminal es por tanto un concepto objetivo, el art. 95 C.P.
>recoge dos presupuestos:
>1.-Que el sujeto haya cometido un hecho previsto como delito.
>2.-Que del hecho y de las circunstancias personales del sujeto pueda
>deducirse un pronóstico de comportamiento futuro que revele la probabilidad
>de comisión de nuevos delitos.
>Reincidencia:
>El art. 22.8 C.P. señala la reincidencia como circunstancia agravante de la
>responsabilidad criminal.
>Para que exista reincidencia se exige que el sujeto haya sido condenado por
>un delito del mismo Título y de la misma naturaleza, estando la naturaleza
>en relación a la igualdad de bienes jurídicos protegidos.
>La agravante de reincidencia valora al autor y no al hecho.
>La solución ofrecida por el Derecho Penal cuando se materializa la
>peligrosidad es la aplicación de la reincidencia.
>Frente al concepto de reincidencia aparece el concepto de delincuente
>habitual, el art. 94 C.P. señala como delincuentes habituales los que hayan
>cometido tres o más delitos comprendidos en el mismo Capítulo, en un plazo
>no superior a cinco años y hayan sido condenados por ello.
>Factores de riesgo:
>Son aquellos que permiten predecir que una persona es más vulnerable hacia
>el delito. Factores predoctores de un comportamiento antisocial o delictivo
>pueden ser: personales (infancia, inteligencia, temperamento, habilidades
>sociales, locus de control,…), sociales (paro, marginación,
>desectructuración familiar,…).
>El adecuado funcionamiento de estos factores ayuda a continuar
>adecuadamente en la vida, aunque es preciso adquirir conocimientos de
>carácter educativo y otras habilidades de intervención con los demás así el
>grado de integración en la familia, el apoyo emocional del entorno, el
>grado de comunicación con los demás, la medida en que se logra adoptar unos
>valores sociales y los modelos de referencia en el ámbito social son de
>gran importancia. La ausencia de tales factores constituye un gran riesgo
>para cometer actos ilícitos.
>El Código Penal, en cumplimiento del art. 25 de la Constitución Española,
>dispone penas, especialmente las privativas de libertad, para recuperar al
>individuo y reinsertarlo en la sociedad.
>Los programas de reinserción se basan en intervenciones a todos los
>niveles:
>-Educativo: con la finalidad de adquirir conocimientos.
>-Terapias no conductuales: aplicar los conocimientos teóricos del
>psicoanálisis para indagar en los traumas del sujeto.
>-Aprendizaje operante: asociando a un comportamiento adecuado una respuesta
>gratificante, así como una respuesta negativa ante las conductas
>inadecuadas.
>-Terapias cognitivo-conductuales: persiguen la adquisición de habilidades
>sociales, valores morales y sociales así como técnicas de control
>emocional.
>-Comunidades terapéuticas: pretenden evitar el internamiento carcelario
>sustituyéndolo por centros terapéuticos.
>-Otros programas alternativos: enfocados a evitar el internamiento como
>única vía de cumplimiento de la pena.
>La Criminología y el delincuente:
>Las penas tienen como finalidad la resocialización, intervenciones sobre el
>delincuente tras delinquir. Pero la Criminología se interesa además por la
>prevención a través de la predicción.
>Conocer los factores de riesgo y las etiologías delictivas produce una
>serie de datos de gran interés para las políticas de prevención.
>Los diseños de investigación pueden ser:
>-Transversales: estudios referidos a un momento concreto, su objeto de
>estudio es un determinado grupo de sujetos y estudia las variables que
>intervienen en ese grupo.
>·Estudio de grupos con caracteres extremos: análisis de contraste entre
>delincuentes primarios y reincidentes, en función de las variables que los
>distinguen.
>·Estudio de grupos de delincuentes en atención a las variables que inciden
>en su proceso criminal, para identificar los factores que les llevan al
>delito.
>-Longitudinales: son estudios que se realizan a lo largo del tiempo, se
>mide la evolución para determinar tendencias y poner en marcha programas
>directamente dirigidos hacia ellas.
>Los resultados de los estudios predictivos pueden resultar:
>-Válido positivo: existe la predicción de que van a cometer delitos y los
>cometen. El pronóstico se cumple.
>-Válido negativo: se predice que no van a cometer delitos y no los cometen.
>El pronóstico también se cumple.
>-Falso positivo: predicción de que cometerán delitos y no los cometen. No
>se cumple el pronóstico.
>-Falso negativo: se predice que no van a cometer delitos y sí los cometen.
>Tampoco se cumple el pronóstico.
>Es importante determinar qué factores llevaron a la existencia de falsos
>positivos y falsos negativos. Para ello hay que acudir a los factores
>protectores, que hacen al sujeto más resistente al delito, entre ellos:
>-A nivel personal: inteligencia, habilidades sociales, empatía, locus de
>control interno,…
>-A nivel familiar: situación en relación con la familia.
>-A nivel social: modelos de referencia adecuados.
>Ciertos factores influyen en la consolidación de las carreras delictivas:
>-Volumen de delitos en el tiempo.
>-Escenarios múltiples.
>-Variedad de los problemas de conducta: a mayor complejidad de trastornos,
>mayor probabilidad de que se prolonguen en el tiempo.-Comienzo temprano en
>la actividad delictiva.
>CONCEPTOS DE INTERÉS:
>Factores de riesgo: aquellos que permiten predecir que una persona es más
>vulnerable hacia el delito. Factores predictores de un comportamiento
>antisocial o delictivo pueden ser: personales (infancia, inteligencia,
>temperamento, habilidades sociales, locus de control,…), sociales (paro,
>marginación, desectructuración familiar,…).
>Delincuente de carrera: es quien hace del delito un modo de vida, hasta el
>punto de llegar a cometer delitos graves si es necesario.
>Carrera delictiva: es la secuencia longitudinal de los delitos que un mismo
>delincuente va cometiendo en el transcurso del tiempo. Exige tomar un
>cierto periodo temporal para conocer los delitos que ha cometido.
>
>Bibliografia
>Salvador F. Ruiz Ortíz - Criminologo
>http://www.ascolcrim.es
>-Garrido, V. Stangeland, P. Redondo, S. (2001). Principios de Criminología.
>2ª Edición. Valencia: Tirant Lo Blanch.
>-García-Pablos de Molina, A. (1996). Criminología: una introducción a sus
>fundamentos teóricos para juristas. 3ª Edición. Valencia: Tirant Lo Blanch.
>-Cobo del Rosal, M. Vives Antón T.S. (1999). Derecho Penal Parte General.
>5ª Edición. Valencia: Tirant Lo Blanch.
>-García-Pablos de Molina A. (1996). Criminología, una introducción a sus
>fundamentos teóricos para juristas. 3ª Edición. Valencia. Tirant lo Blanch.
>-Garrido V., Stangeland P., Redondo S. (2001). Principios de Criminología.
>2ª Edición. Valencia. Tirant lo Blanch.
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