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Universidad Autónoma de Chile

Sede Talca
Escuela de Ciencias Jurídicas y Sociales
Cátedra Introducción al Derecho.
Ayudantía 2011

Guía Pedagógica Nº 1

PRIMERA PARTE.- LA UNIVERSIDAD

Desde épocas remotas han existido, en diversas regiones del mundo


civilizado, establecimientos de educación de nivel superior, pero sin la
organización institucional, el carácter público y las funciones de
docencia, investigación y difusión cultural que caracterizan a las
actuales universidades.1

La Época Preuniversitaria.

Universidad: Corporaciones integradas por maestros y alumnos,


destinada a la investigación, creación y difusión del saber superior. Han
existido desde la más apartada antigüedad.
Si bien el concepto que de ellas se tenia, no corresponde exactamente a
la concepción actual de estas instituciones.

Según la RAE.
Universidad: del latín universĭtas, -ātis
1) Institución de enseñanza superior que comprende diversas
facultades, y que confiere los grados académicos
correspondientes. Según las épocas y países puede comprender
colegios, institutos, departamentos, centros de investigación,
escuelas profesionales, etc.
2) Edificio o conjunto de edificios destinado a las cátedras y oficinas
de una universidad.
3) Conjunto de personas que forman una corporación.
4) Instituto público de enseñanza donde se hacían los estudios
mayores de ciencias y letras, y con autoridad para la colación de
grados en las facultades correspondientes.

Los primeros establecimientos los encontramos en los países orientales


del mediterráneo que fueron la cuna de la civilización occidental.

1
Monte Jano, Bernardino. La Universidad. Ghersi Editor, Buenos Aires, 1979. Pág. 206.-
Así, en Egipto existieron colegios sacerdotales como los que funcionaron
en Menphis y el Heliópolis, y una que casi nos atreveríamos a llamar
universidad en Tebas, ya que contó con cursos de Derecho, Medicina,
Teología, Matemáticas, Astronomía, Gramática, etc.
La Escuela Filosófica griega aparece en el S. IV en Atenas, como una
asociación libre de alumnos y profesores para realizar un trabajo
intelectual determinado.
La primera de estas escuelas, es la de Mileto. Luego destacan la
Academia fundada por Platón; la Escuela Aristotélica; la Escuela de
Esmirna que fue la sede de la Escuela Jónico de Sofistas, la Escuela
Pitagórica y la Escuela de Atenas.

Del Periodo Helenístico, se hace necesario señalar que parece


indiscutible que la ciudad de Alejandría (de donde proviene la Escuela de
Alejandría) se transformó en la capital del mundo antigua. Visible a 50
km de distancia por un monumental faro levantado en su costa, la
ciudad también poseía la luz del conocimiento acumulado en más de
700.000 volúmenes, dispuestos en una gran biblioteca, que formaban
parte de una infraestructura mayor - el Museo -, donde también había
un observatorio, un jardín botánico, un zoológico y gabinetes de trabajo
para los estudiosos de la época. Desgraciadamente gran parte de ella
fue destruida por el incendio que se produjo en Alejandría a raíz del
combate naval en que el César destruyó la flota egipcia en ese puerto.

Las Primeras Universidades.

a.) La Universidad en Europa Sur oriental.

A la caída del Imperio Romano de Occidente no hubo un periodo de


barbarie en todo el mundo civilizado del Mediterráneo. El Imperio de
Oriente continuó su labor civilizadora y de letras, que en la parte
occidental se hallaban en situación tan desmedrada, siguieron
desarrollándose y prosperando bajo la protección de los emperadores
británicos.
Desde el S. IV hasta el S. XV funciono en Constantinopla una
Universidad Imperial que mantuvo la orientación clásica Helenística y
Romana, continuando la labor creadora y difusora del saber universal.
Se enseño en ella Literatura, Filosofía, Ciencias y Derecho. La
universidad Imperial tenía por objetivo la formación de juristas y de
funcionarios capaces de redactar actas en un estilo correcto y de
acuerdo a las reglas de la lógica.

b.) La Universidad en Europa Occidental.

La mayor riqueza cultural del Medioevo se desarrolló en la Baja Edad


Media. Por un lado, las Cruzadas recibieron la fuerte influencia de las
civilizaciones bizantina y musulmana, que, junto a sus propios
aportes, permitieron a Europa redescubrir la herencia de la
Antigüedad clásica. Por otra parte, la reactivación comercial, el
florecimiento económico y el resurgimiento urbano, agregaron a la
religiosidad de la cultura medieval y a su ideal caballeresco, el
espíritu burgués de corte individualista y mundano, primeras semillas
del pensamiento humanista, laico y racional.
Este movimiento cultural tuvo como centro la Universidad y su
expresión filosófica se manifestó en la escolástica2 y el misticismo.
La escasa educación que existía al comienzo de la Edad Media se
desarrolló en las escuelas conventuales y episcopales. En ellas se
impartían las siete artes liberales, que eran el Trivium (gramática,
retorica y dialéctica) y el Quadrivium (aritmética, geometría,
astronomía y música).
De estas escuelas surgieron, en el siglo XII, las Universidades. Este
término, significaba originalmente gremio o corporación, como
referencia a que estaban organizados, maestros y estudiantes, en
sociedades corporativas al estilo de los gremios de artesanos y
comerciantes.

Algunas Universidades nacieron como fundaciones libres y


espontaneas de profesores y discípulos; otras eran fundadas por
algún monarca y algunas por iniciativa de la Iglesia; pero todas ellas
necesitaban de la aprobación del Papa para funcionar.
Los príncipes y la Iglesia daban bienes y rentas a las universidades,
gozando así de independencia económica. De acuerdo con el sistema
feudal y corporativo, las universidades recibieron privilegios
especiales entre los cuales estaba el de tener tribunales propios, que
juzgaban a sus miembros.

Factores que favorecieron la organización de la Universidad


Medieval.

a.) Luchas entre el Papado y el Imperio:


2
La Filosofía durante la Edad Media estuvo subordinada a la teología y se la llamó escolástica, porque,
inicialmente, se cultivo en las escuelas monásticas, mas tarde, en las escuelas urbanas y finalmente, en las
universidades.
Este tipo de filosofía se basaba en la convicción de que la verdad religiosa y la filosofía, es decir, la fe y la
razón, son una porque ambas proceden de Dios.
El más grande de los escolásticos fue Santo Tomás de Aquino, que en su obra “Summa Theológica” reunió
todo el saber filosófico y teológico de la Edad Media, alcanzando la completa armonización del sistema
aristotélico con la doctrina cristiana. Según Santo Tomás, la razón natural puede conocer y probar
lógicamente la existencia y los atributos de Dios; no hay oposición entre la razón y la fe.
(continuación anterior)
A pesar de su carácter dogmático, la escolástica dio al espíritu occidental un método preciso y sutil de
razonamiento: el silogismo, que al combinarse con la observación y la experimentación dio origen a la ciencia
moderna.
Este conflicto iniciado con la querella de las investiduras, produjo
una viva agitación espiritual en el ambiente del medioevo, que se
tradujo en un resurgimiento de los estudios con las consecuentes
ventajas para la vida universitaria.
b.) La Organización Política de las Comunas:
Los comerciantes y obreros de las agrupaciones comunales
aprovecharon la rivalidad entre el Papado y el Imperio para
formular exigencias, encaminadas a obtener una cierta autonomía
en el manejo de los asuntos locales. El logro de estas aspiraciones
consiguió acabar poco a poco con el poder feudal y de este
proceso de transformación política, resultaron notables adelantos
para la vida y desarrollo de las universidades.
c.) La influencia de la expansión árabe:
Éstos trajeron los textos que completaron el conocimiento de los
grandes pensadores griegos, especialmente de Aristóteles, y los
comentarios árabes sobre la cultura helénica con la que habrán
estado en contacto en el S. VII.
d.) Desarrollo del Corporativismo:
e.) Influencia de la Iglesia:
La necesidad de educar el clero, el afán de despertar vocaciones,
el celo apostólico por divulgar la doctrina cristiana.

Con el tiempo se formaron organizaciones gremiales entre los profesores


que fueron reconocidas inicialmente en Paría por el Papa Gregorio IX, en
el año 1231. Estos gremios recibieron el nombre de Facultades; y las
cuatro facultades clásicas fueron: Artes, Derecho, Medicina y Teología.
En la primera, se estudiaba filosofía, mas el Trivium y el Quadrivium,
requisito indispensable para estudiar en las otras facultades.

Uno de los privilegios de las Facultades era el otorgamiento de grados


académicos, así por ejemplo, la Universidad de Paris entregaba los
grados de bachillerato, licenciatura y magisterio o doctorado. La entrega
de grados y la gratuidad de la enseñanza, eran principios generales en
el siglo XIII. A las primeras universidades de Salerno y Bolonia en Italia,
siguieron otras consideradas como las más antiguas: en Oxford, París,
Montpellier, Salamanca, Valencia, Sevilla y Cambridge.

La Universidad de Paría fue el gran centro filosófico y teológico de la


Edad Media. Su autoridad fue indiscutida en todo el mundo católico,
pudiendo intervenir en todos los grandes problemas políticos y religiosos
de su época.

La de Bolonia fue un gran centro jurídico; allí se enseñaba, desde el siglo


XII el Corpus Ius Civilis de Justiniano. La de Montpellier, en Francia,
mantuvo relaciones con Italia, con el Oriente y con los centros culturales
de España musulmana. Se pudieron conocer los escritos árabes sobre
medicina, lo que dios un gran prestigio a los estudios médicos.

La universidad medieval tuvo carácter internacional y sus estudiantes


provenían de lejanos lugares, atraídos por la fama y el saber de algún
maestro.

La universidad pudo mantener la alta cultura y secularizarla, esto es,


ponerla al alcance de los laicos después de haber sido patrimonio casi
exclusivo de los clérigos; de ahí su gran importancia.

c.) La Universidad en el Renacimiento

Ya en el siglo XV, con el surgimiento de la civilización europea


occidental, el movimiento renacentista produce obras maestras
insuperables.
Así las cosas, nace en Italia en el siglo XIV, el Humanismo, y puede
definirse como el aspecto intelectual del Renacimiento. Sus principales
centros fueron Roma, Venecia y, de modo particular, Florencia, en donde
el desarrollo político, económico y social creó el clima adecuado para el
estudio de la antigüedad clásica.

En estas ciudades se crean Academias que se transforman en el


principal vehículo de difusión del humanismo. La más importante surge
en Florencia, bajo el amparo de Cosme de Médicis, destacando en ella la
labor de Pico della Mirandola, quien probablemente haya sido el primero
en utilizar la palabra humanista para definir el carácter que el nuevo
movimiento representa. Se afirman los valores del hombre, que ha sido
creado para dominar el mundo con su fuerza e ingenio.

Roma, bajo el patrocinio del Papa, fue también un foco difusor del
Humanismo, que alcanza su apogeo con León X. Importante fue también
la acción de las nuevas universidades, como la de Alcalá de Henares
(España), Lovaina y Roma, así como el Colegio Real de París; mientras
que las viejas universidades, como la Sorbona y Oxford, se mantenían
fieles al saber escolástico.

Estas nuevas ideas se fueron propagando por toda Europa; en España,


se difundió en la época de los Reyes Católicos, y conto con el apoyo del
Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, quien admiraba a los clásicos.
Creó la Universidad de Alcalá de Henares, que se transformó en el
centro de los estudios humanistas. Allí se estudiaban en forma profunda
los manuscritos de las Sagradas Escrituras y se publico la Biblia Poliglota
escrita en caldeo, hebreo, griego y latín. En Inglaterra, el foco humanista
se encuentra en la Escuela de Oxford bajo la influencia de Tomás Moro.
En el siglo XVII, la filosofía se separó de la teología. Aparecieron nuevas
corrientes de pensamiento que contribuían a una mejor comprensión del
mundo y la naturaleza. El inglés Francis Bacon, teórico del empirismo,
defiende el principio de la experimentación en el campo del saber y de
la ciencia. René Descartes, francés, padre del racionalismo moderno,
sostiene que todo aquello que no aparezca como verdadero y cierto a la
luz de la razón, merece ser dudado.
En la difusión de estas nuevas ideas, desempeñaron un rol fundamental
las Academias o Sociedades Científicas. En ellas los científicos apartados
del ambiente estricto y cerrado que mantenían las universidades frente
a las corrientes filosóficas y científicas de la época, se reunían, exponían
y discutían sus ideas. Entre las más importantes destacaron: la
Academia dei Lincei de Roma (1600), la Royal Society de Londres (1662)
y la Academia Royale des Sciences de París (1666), orientadas hacia un
conocimiento práctico: Mecánica, Física y Astronomía.

¿Como nacieron las Universidades?

1.- Organización Espontánea, por la simple reunión de estudiantes y maestros.


2.- Fundación Pontificia.
3.- Creación por edictos de los Príncipes.
4.- Asentamiento por ambas potestades.
5.- Creación por obra de los municipios.

Las Universidades en América

Las primeras universidades americanas fueron creadas por la Corona


Española en la época colonial. La primera Universidad fundada por los
españoles en América fue la de Santo Domingo, de origen pontificio, ya
que fue creada por la Bula de Paulo III.

En América latina, la primera Universidad fundada oficialmente, de


acuerdo a la normativa jurídica impuesta por la monarquía española, fue
la Real y Pontificia Universidad de San Marcos, en Lima, Perú. Fue
fundada por "cédula real" el 12 de mayo de 1551. Además es
considerada la más antigua del continente en mantener un
funcionamiento continuo desde el siglo XVI. En el siglo XVII, cambia el
nombre a Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el 8 de agosto de
1621. Luego, el 27 de marzo de 1624, se transforma en la Universidad
San Francisco Xavier de Chuquisaca (USFX). Ya, el 31 de enero 1676, es
conocida como la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) que
funciona hasta el día de hoy, pero con el nombre de Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. La segunda Universidad fundada por la
corona española fue la Real y Pontificia Universidad de México, fundada
el 21 de septiembre de 1551. Contó con 7 facultades: Teología,
Sagradas Escrituras, Jurisprudencia, Filosofía, Retórica, Gramática y
Derecho Canónico. Su organización se hizo según el modelo de
Salamanca, agregándose a estas cátedras una de Anatomía, Fisiología y
Medicina. Egresaron 595 alumnos.

Además de las ya mencionadas, en Santo Domingo, se constituyó la


Universidad de Santo Tomás de Aquino. Esta fue aprobada por bula
papal, el 28 de octubre de 1538. Sin embargo no fue reconocida
oficialmente por la corona española. Sería recién el 26 de mayo de 1747
que se fundaría oficialmente por "cédula real". Según algunos
historiadores la Universidad fue cerrada, y según otros extinguida, en
1824. La actual Universidad Autónoma de Santo Domingo, abierta
oficialmente en 1914, reclama su sucesión. El tema es aun materia de
controversia historiográfica.

También cabe mencionar a la Universidad Nacional de San Antonio Abad


del Cusco que fue creada por Breve de Erección del Papa Inocencio XII
dado en Roma, Santa María La Mayor, el 1º de marzo de 1692, donde se
autorizó otorgar los grados de Bachiller, Licenciado, Maestro y Doctor. El
documento papal fue ratificado por el Rey Carlos II, mediante Real
Cédula denominada EXEQUÁTUR, otorgada en Madrid el 1º de junio de
1692. Tuvo como primer rector al Dr. Juan de Cárdenas y Céspedes, y el
primer grado académico conferido fue el de Doctor en Teología a Pedro
de Oyardo, el 30 de octubre de 1696. Es la segunda Universidad en
funcionamiento continuo desde su fundación más antigua del Perú,
después de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

El modelo fue el de las universidades de España (Salamanca, Alcalá de


Henares), pero las universidades coloniales son de corriente
eclesiásticas y cerradas (jesuitas, dominicos, franciscanos, carmelitas,
agustinos); sus criterios de pertenencia y métodos perduran sin cambios
por dos siglos. Los aspectos actuales nacen con la Reforma Universitaria
de 1918, extendida por toda América Latina. Serán focos de resistencia
social y política frente a las dictaduras que años después asolarán el
continente.

La Universidad en Chile

Los orígenes de la primera Universidad de Chile son los mismos que los
de las más antiguas universidades americanas: Santo Domingo, San
Marcos de Lima y Santa Fe de Bogotá, fundadas en 1538, 1551 y 1580,
respectivamente. En esas fechas se cursaron las correspondientes
autorizaciones reales para que los conventos dominicos de aquellas
ciudades, que tenían estudios de filosofía y teología, pudiesen conferir
grados.

En nuestro país las aspiraciones de tener una universidad se concretaron


con la bula del Papa Paulo V, de 11 de marzo de 1619, otorgada a
instancias del Rey Felipe III, que estatuyó que en los conventos
dominicos de las Indias que estuviesen a más de 200 millas de las
universidades de México y de Lima y en los que se impartiese
enseñanza de artes y teología, los estudiantes podrían obtener los
grados de bachiller, licenciado, maestro y doctor. El documento llegó a
poder de los dominicos santiaguinos en 1622, y el 19 de agosto de ese
año nacía la primera Universidad chilena, a la que suele llamarse de
Santo Tomás de Aquino. Esta es la primera antecesora de la Universidad
de Chile y entre ambas puede establecerse una línea de continuidad
jurídica, aún cuando desde luego hay grandes cambios de orientaciones,
de regímenes orgánicos y de nombres.

Esto es lo que ocurre el 28 de julio de 1738, cuando el Rey Felipe V


concedió la fundación de la Universidad real, docente y de claustro que,
en su honor, pasó a llamarse de San Felipe.

La Real Universidad de San Felipe quedó habilitada para impartir en


Santiago los mismos cursos que se daban en Lima, México y Salamanca.
En sus facultades de leyes, teología, medicina y matemáticas se
enseñaba y cultivaba desinteresadamente la disciplina respectiva. Su
enseñanza tenía sólo algunas relaciones indirectas con las principales
profesiones de la época. Así por ejemplo, para ser abogado era
necesario ser bachiller en leyes; para desempeñar algunas dignidades
eclesiásticas se requería del doctorado en teología o leyes, y para ser
médico, los estudios universitarios constituían antecedentes de valor.

Al instaurarse la República, la Universidad suprimió en los diplomas de


grado el apelativo de "real" y se añadió la frase "del Estado de Chile" y
más tarde "de la República de Chile". Por Decreto de 17 de abril de
1839, se cambió oficialmente de nombre, a Universidad de Chile.

Fue Manuel Montt, en su calidad de Ministro de Instrucción del


Presidente Bulnes, quien presentó al Congreso el proyecto de la nueva
ley orgánica de la Universidad. Este planteaba la necesidad de
establecer un cuerpo literario y científico, denominado Universidad de
Chile, que tendría la superintendencia de todos los niveles de la
enseñanza. Asimismo, se le encargaba propagar la afición por los
estudios superiores, promover la investigación y la divulgación científica
y literaria y servir de auxiliar a los trabajos que cumplieran las diversas
dependencias de la administración del Estado. Así, la ley orgánica de
1842 mantenía una universidad no docente, pero con una autoridad
amplísima sobre todo el sistema educativo nacional.

Cinco facultades-academias tenía la Universidad: Humanidades y


Filosofía, Ciencias Matemáticas y Físicas, Leyes y Ciencias Políticas,
Medicina, y Teología. La función científica de las facultades quedó
claramente definida en el discurso que Andrés Bello pronunció en la
ceremonia de instalación de la Universidad, el 17 de septiembre de
1843.

A partir de 1850 la Universidad comienza a mantener activo intercambio


con centros universitarios de todo el mundo.

En 1852 suscribe el primer convenio con la Smithsonian Institution, y un


año más tarde se envía a Estados Unidos el primer informe solicitado por
la Academia de Ciencias sobre el gran eclipse de sol.

En 1856, la Universidad reconoce los grados académicos otorgados por


la Universidad de Harvard en 1888 salen los 13 primeros egresados de
la Universidad de Chile en condición de becados para proseguir su
formación en Europa.

El 9 de enero de 1879, se dictó un nuevo estatuto que no sólo restituía a


la Universidad su labor docente y de formación profesional, sino la
convertía en una institución docente en su estructura y en sus fines. La
única facultad que permanece ajena a estas finalidades es la de Filosofía
y Humanidades, que sin embargo las adquirirá a partir de 1889 cuando
se crea "una escuela profesional de educación secundaria" a la que se
da el nombre de Instituto Pedagógico.

En 1927, el gobierno del general Carlos Ibáñez del Campo separó de la


Universidad las funciones de dirección de la enseñanza media,
traspasándolas al Ministerio de Educación. Una vez que la Corporación
quedó liberada de estas obligaciones, el gobierno se abocó a la
preparación de un nuevo estatuto destinado a incentivar el desarrollo de
la doble función universitaria: científica y profesional. El texto de este
nuevo estatuto tuvo tres versiones sucesivas, promulgadas en 1927,
1929 y la final, el 20 de mayo de 1931.

De acuerdo con este Estatuto, la Universidad se compone de facultades


cuya creación o supresión se hace por el gobierno a propuesta del
Consejo Universitario. En 1931 las facultades eran seis: Filosofía y
Ciencias de la Educación, Ciencias Jurídicas y Sociales, Biología y
Ciencias Médicas, Ciencias Físicas y Matemáticas, Agronomía y
Veterinaria, y Bellas Artes. En 1927 había sido suprimida la facultad de
Teología pasando sus miembros a incorporarse a la de Filosofía.

La doble finalidad científica-docente queda explícitamente consignada


en el nuevo estatuto, por cuanto las facultades se integran con institutos
universitarios, los que "tienen por objeto estimular el estudio e
investigación de las ciencias puras sin finalidad utilitaria, propender al
perfeccionamiento de la preparación científica necesaria para los
estudios profesionales o para la docencia superior, y colaborar en el
conocimiento, utilización y desarrollo de la riqueza nacional". Se
establece que las escuelas universitarias están destinadas a la
enseñanza profesional superior. Se incluye, además, un título especial
destinado a la extensión universitaria y a los deberes de la Universidad
con el bienestar estudiantil.

De esta manera, se llega a un gran público que no frecuenta


permanentemente la universidad, además de atraer hasta Chile
pensadores, científicos, literatos y otras personalidades de jerarquía
mundial.

Durante el período rectoral del profesor Juvenal Hernández Jaque,


aumentó el número de institutos y facultades, así como las carreras,
bibliotecas, talleres y laboratorios. Se crearon las facultades de
Comercio y Economía Industrial, Medicina Veterinaria, Arquitectura,
Odontología, y Química y Farmacia. La Universidad de Chile se convirtió,
además, en un centro de investigación científica e irradiación cultural de
primera importancia en América. Las actividades de extensión artística
generaron instituciones como la Orquesta Sinfónica de Chile, inaugurada
en 1941; el Coro Universitario y el Ballet Nacional, ambos fundados en
1945; el Teatro Experimental, que inicia sus actividades en 1941; el
Museo de Arte Contemporáneo inaugurado en 1947, y el Museo de Arte
Popular Americano creado en 1943.

De este modo, la Universidad se encarga no sólo de las obras clásicas


sino de incentivar la creatividad y dar la difusión a los autores
latinoamericanos a las nuevas generaciones de artistas.

La expansión de la Universidad se refuerza durante la gestión rectoral


del profesor Juan Gómez Millas. Especialmente relevante es el desarrollo
de la ciencia en este período, en que se crean institutos de investigación
y la carrera que permite a los investigadores la dedicación exclusiva al
trabajo científico.

La extensión docente hacia las provincias, originó los Colegios


Universitarios Regionales. Su desarrollo dio lugar a las Sedes
Universitarias de provincia, que posteriormente, en 1981, se
constituyeron en Universidades e Institutos Profesionales autónomos.

En el ámbito de la difusión del quehacer de la universidad, la radio y el


canal de televisión cubrieron las necesidades de información, recreación
y formación de buena parte de la comunidad.

A través de su Comité de Publicaciones, la Universidad organiza y


difunde el conocimiento generado en sus aulas, promueve la
investigación y fomenta el intercambio de ediciones que incrementan el
acervo de sus bibliotecas y centros documentales especializados.

El trabajo universitario adquiere una relevancia cada vez mayor para el


desarrollo nacional, especialmente en las áreas de salud, ciencias
agropecuarias, ingeniería, prospección de recursos naturales y ciencias
de la tierra.

Bajo el rectorado del profesor Eugenio González, se inicia el proceso


conocido como " Reforma Universitaria". Producto de los
acontecimientos de este proceso, el rector da paso a la elección de los
organismos universitarios.

Es la primera vez que intervenía toda la comunidad universitaria en la


nominación de sus autoridades. Así, en noviembre de 1969 asume la
rectoría Edgardo Boeninger.

En afán de profundizar la democratización universitaria, se redacta el


Estatuto de 1971, en el que se advierte el énfasis en la distribución del
gobierno entre los diversos estamentos universitario.

El golpe militar del 11 de septiembre de 1973 quiebra el sistema


democrático en Chile. La Junta Militar gobernante pasa a designar los
rectores de la Universidad de Chile, según el Decreto de Ley Nº 50 del 2
de octubre de 1973, perdiéndose de esta manera la autonomía
universitaria.

Los rectores designados son en su mayoría de las fuerzas armadas, los


que imponen un sistema de gobierno autoritario.

En esta etapa se produjo la exoneración de un gran número de


eminentes docentes, investigadores y creadores. Junto con esto, se
redujeron drásticamente los aportes que entregaba el Estado a la
Universidad, con lo cual ésta debió restringir cada vez más sus
actividades.
El debilitamiento de la Universidad más importante de América Latina se
consolida legalmente el 3 de enero de 1981, por el D.F.L Nº 1. Esta
orgánica ordena una profunda reestructuración de la Casa de Bello, con
la cual pierde todas sus sedes de provincia, varias de sus carreras, entre
ellas las pedagogías, y dependencias tradicionales, como el Instituto
Pedagógico.

Durante todo el período en que la Universidad fue intervenida, se


desarrolló una intensa actividad de académicos, estudiantes y
funcionarios en defensa de la Corporación.

Con el regreso de la democracia, la comunidad universitaria se da a la


tarea de restablecer la institucionalidad y la convivencia. Hoy la
universidad mantiene acciones ineludibles por su carácter nacional,
realizando tareas e investigaciones que ni el Estado ni el área privada
desarrollan3.

Misión de la Universidad

Una de las figuras ilustres en esta materia, el Cardenal Henry Newman,


en el siglo XIX, señalaba como objetivos de la Universidad se
encontraban la formación cultural de los estudiantes, en forma amplia,
sin una especialización determinada, y la elevación del nivel intelectual
de la sociedad. La Universidad debe ser como un “imperio del saber y la
cultura”, dentro de un ámbito de amplia libertad.

Ya en el siglo XX, Ortega y Gasset considera a la Universidad como un


poder espiritual, propulsor de la historia europea, la que persigue tres
grandes objetivos:

1.- La transmisión de la cultura.

2.- La enseñanza profesional.

3.- La investigación científica y la formación de hombres de ciencia.

SEGUNDA PARTE.- LA VOCACION.

Vocación: viene del latín “vocatio onis”, acción de llamar. Ella es un


llamado hecho a toda persona a vivir su vida y a cumplir su misión, de
acuerdo a sus capacidades y circunstancias, mediante el
desenvolvimiento ordenado de su potencialidad.
3
http://web.uchile.cl/historia/historia.html
Muchas definiciones se han dado y se pueden dar de lo que
universalmente pueda entenderse como vocación. Según Claparéde, “es
la reunión en el individuo del interés y de las capacidades para una
misma actividad”. Mientras que Rufino Blanco y Sánchez la define como
“una aptitud o disposición natural para un genero de vida, que se revela
por una inclinación o tendencia hacia un estado o ejercicio particular”.

La vocación comprende aspectos generales y particulares. En el mas


amplio esta la vocación vital consistente en que cada ser cumpla la
misión esencial que justifica su existencia. En el más restringido se
encuentran las necesarias especificaciones a que obligan nuestras
limitaciones espaciales y temporales, y aun dentro de estas, en un plano
particularisimo, la vocación profesional.
La vocación humana es la misión de verdad del hombre, “cada hombre
tiene una misión de verdad, donde esta mi pupila no esta otra lo que de
realidad ve mi pupila no lo ve otra. Somos insustituibles, necesarios”.
José Enrique Rodó, “en nosotros hay una voz misteriosa que viniendo de
lo hondo del alma, nos anuncia, cuando no se confunde con el clamor de
las voces exteriores, el sitio y la tarea que nos están señalando en el
orden del mundo”.

La Orientación Profesional.

Cicerón en su Tratado de los Oficios dice frases como la siguiente, “ante


todas las cosas es necesario resolver que figura hemos de hacer en el
mundo y en que genero de vida, resolución por cierto muy difícil, porque
entrado el joven en la adolescencia, cuando es mucha la debilidad de su
consejo, se propone, desde luego aquel modo de vivir que mas le
agrada. Y así se halla empeñado en una carrera de vida antes de haber
podido juzgar cual seria la mejor”.

Comprende 3 elementos fundamentales.

a.) Conocimiento de las profesiones:


“Espejismo de la vocación”, el joven ve la luz del cohete que sube y
no la armadura del palo abrazada que desciende en la noche a contar
a la tierra la mentira del triunfo. (Marañon).

b.) Diagnosis de las vocaciones:


Una vocación puede reconocerse por 2 factores existentes en la
persona: aptitud e inclinación o deseo estable.
La aptitud consiste en la coincidencia real entre las cualidades
fisiológicas, psicológicas y morales de un sujeto, con las condiciones
de igual orden exigidas por la profesión.
La inclinación o deseo estable implica una atracción de carácter
duradero, una preferencia sostenida, por determinada carrera
suficientemente conocida.

c.) Cultivo de las vocaciones:


Debe tender al perfeccionamiento de la cultura de nuestro tiempo y
el progreso de la civilización que, como la afirma Alexis Carrel no es
el progreso de la ciencia ni de las maquinas, sino el progreso del
hombre.
Los periodos de decadencia de la Humanidad suelen caracterizarse
por una desarmonía entre el ser actual del hombre y lo que es
efectivamente como posibilidad. Y este problema merece ser
destacado en toda su magnitud, porque los tiempos que vivimos son
de una franca desproporción entre la conquista de la materia y el
conocimiento del hombre, lo cual se traduce a una forma de
adaptación y una desorganización de la actividad humana.

Vocación Jurídica

“Entre el hombre y so obra puede haber separación cuando lo que el


hombre hace pertenece al ente o técnica; las flaquezas del pintor son
independientes del cuadro que pintó, pero la separación absoluta entre
el hombre de derecho y su obra no es admisible, pues se refiere a la
conducta y obrar humano. El jurista rebaja su obra o la eleva con su
actitud en la vida pública y aun privada”. (Rodière)

Entendemos por Vocación Jurídica, aquella inclinación inconsciente y


estable de un individuo hacia alguna misión en el campo del Derecho,
unida a una suficiente idoneidad para la misma.

Villarroel Leiva la define como aquel requerimiento y la constante


inclinación del espíritu así llamado para desempeñar una misión cierta,
sea en la acción, sea en la abstención o renuncia con relación a la
colectividad o a su propia alma.

La orientación profesional jurídica comprende 3 aspectos:


a.) Conocimiento de las profesiones jurídicas.
El rasgo mas seguro de una autentica vocación es la capacidad de
descubrir a través de la “prosa diaria del oficio” su sentido, profundo
y trascendente; y de alimentar a través de toda la vida, una imagen
permanente y digna de su nobleza.

b.) Diagnosis de la vocación jurídica.


La aptitud jurídica es el conjunto de las condiciones morales, físicas y
sociales requeridos en aquellos que van a dedicarse al ejercicio de
alguna profesión jurídica.

- Condiciones Morales: amor a la justicia, honradez, desinterés,


discreción, paciencia, serenidad, confianza en si mismo.
- Condiciones Intelectuales: criterio jurídico, amor al estudio, buen
manejo de ideas abstractas, orden en el trabajo, imaginación,
cultura amplia, intuición.
- Condiciones Físicas: buena salud general, buena voz y dicción,
capacidad para el trabajo.
- Condiciones Sociales: vinculaciones sociales, cordialidad, respeto
por la opinión ajena y conocimiento de los hombres.

c.) Cultivo de la vocación.


El hombre dedicado al ejercicio de una profesión jurídica que no
alimenta cada día el fuego ardiente de su amor al derecho y no
camine por todas las encrucijadas de la vida con los ojos puestos en
la justicia, corre serio peligro de disgregarse o perderse en la acción o
despertar un día con su corazón marchito en él. Se seco la flor de la
esperanza.

Las Profesiones Jurídicas

- Judicatura
- Abogacía
- Docencia Universitaria
- Diplomacia
- Otras Carreras.

Judicatura:

El juez es la persona que esta revestida de la potestad de administrar


justicia, esto es de la facultad de conocer y juzgar las contiendas que
se promuevan entre partes o los actos no contenciosos que se le
sometan.
El Código de las Siete Partidas decía de ellos, “los judgadores han
nombres de jueces que quiere tanto decir como homes bonnos que
son puestos para mandar et facer el derecho”.
Al juez le esta encomendado imponer la justicia con la fuerza de la
autoridad. El oficio del juez indiscutiblemente es el más puro de los
oficios jurídicos, su función: atribuir a cada uno su derecho. Se
confunde con la definición de Justicia. Tal vez podría llamársele el
“Estado de perfección” dentro de la vida jurídica (Thayer).

El juez se califica de 3 aspectos.


- capacidad: conocer y estar al día respecto de las leyes.
- Celo: cumplir su trabajo, responder los oficios de la Corte.
- Moralidad: relativa a una conducta, no tener vicios.
Se le prohíbe: Admitir regalos, mezclarse en otras atribuciones del
Estado, participar en manifestaciones, prohibidos los alegatos de
pasillo, insinuar su juicio en los fallos, revelar secreto de los procesos
criminales, comprar cosas que estén en conflicto. Son responsables
del delito de cohecho.

Abogacía:

Pocas profesiones han tenido a través de la historia más alternativas


de aprecio y desprecio social, como la de abogado.
En los pueblos como los asirios, caldeos y egipcios, existían ciertos
sabios u oradores que asumían el consejo y la defensa verbal o
escrita de los intereses público y privados ante los organismos
judiciales.

Art. 520 Código Orgánico de Tribunales:


“Los abogados son personas revestidas por la autoridad competente de
la facultad de defender ante los Tribunales de Justicia los derechos de
las partes litigantes”.

Art. 523 Código Orgánico de Tribunales:


“Para poder ser abogado se requiere:
1.º Tener veinte años de edad;
2.º Tener el grado de licenciado en Ciencias Jurídicas otorgado por
una Universidad, en conformidad a la ley.
3.º No haber sido condenado ni estar actualmente procesado por
delito que merezca pena corporal, salvo que se trate de delitos contra la
seguridad interior del Estado;
4.º Antecedentes de buena conducta.
La Corte Suprema podrá practicar las averiguaciones que estime
necesarias acerca de los antecedentes personales del postulante, y
5.º Haber cumplido satisfactoriamente una práctica profesional por
seis meses en las corporaciones de asistencia judicial a que se refiere la
Ley No. 17.995, circunstancia que deberá acreditarse por el Director
General de la respectiva Corporación.
Un reglamento determinará los requisitos, forma y condiciones que
deban cumplirse para que dicha práctica sea aprobada.
La obligación establecida en el No. 5º se entenderá cumplida por
los postulantes que sean funcionarios o empleados del Poder Judicial o
de los tribunales del trabajo, por el hecho de haber desempeñado sus
funciones durante cinco años, en las primeras cinco categorías del
escalafón del personal de empleados u oficiales de secretaría.”

Si bien nuestra profesión tiene por objeto el resguardo de la armonía y el


equilibrio de los derechos en respeto con el orden que la sociedad toda
se ha impuesto para evitar el caos, no esta de más decir que el
profesional no solo dependerá en su vida ocupacional de lo que haya
aprendido en el estudio de su profesión, sino que también de los
conocimientos que adquiera con la practica misma de su profesión. Es
aquí en donde comienza a jugar su papel más importante la Ética, ya
que si nos damos cuenta, la única fuerza capaz de frenar nuestras
motivaciones esta dentro de nosotros mismos y se llama libertad. Es así
que conoceremos algunas de las virtudes que caracterizan a nuestra
profesión.

Villarroel Leiva señala a su vez, que sin el sometimiento estricto del


abogado a las normas de ética profesional, que carezca de una
verdadera vocación jurídica y no la adecue a una eficiente probidad,
estaremos frente a un abogado sin moral, pésimo y desleal.

- El Decoro:
Se entiende por tal, según el diccionario de la RAE el “honor, respeto,
reverencia que se debe a una persona por su nacimiento o por su
dignidad”. En nuestro Código de Ética Profesional encontramos una
norma que nos habla directamente de esta cualidad o virtud, si así se
le prefiere llamar. Señala,

Art. 1º: Esencia del Deber Profesional.


El abogado debe tener presente que es un servidor de la justicia y un
colaborador de su administración; y que la esencia de su deber
profesional es defender empeñosamente, con estricto apego a las
normas jurídicas y morales, los derechos de su cliente.

Nos encontramos entonces frente a una norma que nos señala la


imperiosa necesidad de la honradez, tanto para con los demás
profesionales del ramo como para con nuestros clientes.
Una conducta que no se ajuste a este canon moral solo provoca un
detrimento de una imagen general de la profesión, ya bastante
menoscabada, sino que su reprochabilidad aumenta toda vez que se ha
depositado en nosotros la confianza a la solución de un problema, que
por lo demás no es el nuestro, por que se trabaja siempre con la
esperanza del otro y el derecho ajeno.

- La Probidad:
Se refiere a la honradez y a la rectitud en el obrar.

Art. 3º Honradez.
El abogado debe obrar con honradez y buena fe. No ha de aconsejar
actos fraudulentos, afirmar o negar con falsedad, hacer citas inexactas o
tendenciosas, ni realizar acto alguno que estorbe la buena y expedita
administración de justicia.

- La Dignidad Profesional:
Para los abogados, esta cualidad moral se encuentra establecida en,

Art. 2º Defensa del Honor Profesional.


El abogado debe mantener el honor y la dignidad profesionales. No
solamente es un derecho, sino un deber, combatir, por todos los medios
lícitos, la conducta moralmente censurable de jueces y colegas.

Art. 15º, refiriéndose al empleo de medios publicitarios para consultas,


señala:
Empleo de medios publicitarios para consultas.
Falta a la dignidad profesional el abogado que habitualmente evacue
consultas por radio o emita opiniones sobre su firma por conducto d
periódicos o cualquier otro medio de publicidad sobre casos jurídicos
concretos que le sean planteados, sean o no gratuitos sus servicios.

- Secreto Profesional:
Es esta la cualidad moral mas bien protegida y acatada por los
profesionales del ramo; en especial, si como abogados son sabedores
de los riesgos que su violación acarrea. La sanción esta contemplada
por nuestro C.P inciso 2º del articulo 247.

“Las mismas penas se aplicaran a los que, ejerciendo algunas de las


profesiones que requieren titulo, revelen los secretos que por razón
de ellas se les hubieren confiado”.

Al respecto, encontramos no solo una norma, sino varias, debido al


celo que se debe poner en su observabilidad. Por ejemplo,
Art.10 Secreto Profesional.
Guardar el secreto profesional constituye un deber y un derecho del
abogado. Es hacia los clientes un deber que perdura en los absoluto, aún
después de que les haya dejado de prestar sus servicios; y es un
derecho del abogado ante los jueces, pues no podrí a aceptar que se le
hagan confidencias, si supiese que podrí a ser obligado a revelarlas.
Llamado a declarar como testigo, debe el letrado concurrir a la citación,
y con toda independencia de criterio, negarse o contestar las preguntas
que lo lleven a violar
el secreto profesional o lo expongan a ello.
Art. 11º Alcance de la obligación de guardar el secreto.
La obligación de guardar el secreto profesional abarca las confidencias
hechas por terceros al abogado, en razón de su ministerio, y las que
sean consecuencias de pláticas para realizar una transacción que
fracasó. El secreto cubre también las confidencias de los colegas. El
abogado, sin consentimiento previo del confidente, no puede aceptar
ningún asunto relativo a un secreto que se le confió por motivo de su
profesión, ni utilizarlo en su propio beneficio.

Art. 12º Extinción de la obligación de guardar el secreto


profesional.
El abogado que es objeto de una acusación de parte de su cliente o de
otro abogado, puede revelar el secreto profesional que el acusador o
terceros le hubieren confiado, si mira directamente a su defensa.
Cuando un cliente comunica a su abogado la intención de cometer un
delito, tal confidencia no queda amparada por el secreto profesional. El
abogado debe hacer las revelaciones necesarias para prevenir un acto
delictuoso o proteger a personas en peligro.

- La Lealtad

Art. 5º Abusos de Procedimiento.


El abogado debe abstenerse del empleo de recursos y formalidades
legales innecesarias, de toda gestión puramente dilatoria que
entorpezca injustamente el normal desarrollo del procedimiento y de
causar perjuicios innecesarios.

Art. 22º Influencias personales sobre el juzgador.


Es deber del abogado no tratar de ejercer influencia sobre un juzgador,
apelando a vinculaciones políticas o de amistad, o recurriendo a
cualquier otro medio que no sea el convencer con razonamientos. Es
falta grave intentar o hacer alegaciones al juzgador fuera del tribunal
sobre un litigio pendiente.

Art. 32º Descubrimiento de impostura o equivocación durante el


juicio.
Cuando el abogado descubre en el juicio una equivocación que beneficie
injustamente a su cliente o una impostura, deberá comunicárselo para
que rectifique y renuncie al provecho que de ella pudiera obtener. En
caso de que el cliente no esté conforme, puede el abogado renunciar al
patrocinio.

Importante: Buscar, leer y analizar:


- Código de Ética Profesional
- Mandamientos del Abogado por Eduardo Couture.

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