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Alumna: Magdalena Benzo Comisión: martes/ mañana

Excluidos globales

En la última década la globalización introdujo una serie de valores predominantes tales como la
rapidez, la movilidad y el reciclaje. Actualmente no alcanza con entender qué es lo que está
pasando alrededor para sentirse parte de una misma realidad sino que es fundamental ser actores
y usuarios de los cambios tecnológicos y sociales para no ser excluidos de la sociedad global.
Estamos atravesando una época dónde la exclusión no sólo se da por el hecho de padecer una
situación de desventaja económica, profesional, política o de estatus social, sino que reside en la
incapacidad de integrarse a un mundo en continuo cambio y desarrollo que impone reglas propias,
las cuáles hay que respetar para poder pertenecer. Por lo tanto, el excluido es aquél que no
consigue integrarse a los sistemas de funcionamiento social contemporáneos. Como menciona el
sociólogo Zygmunt Bauman en “Vida Líquida”1, la impresión es que día tras día estamos en una
encrucijada, hay muchos caminos hacia muchas direcciones y no sabemos cuál transitamos ni cuál
deberíamos transitar, hay que transformarse todo el tiempo para no quedar obsoletos.
En la vida cotidiana son millones los mensajes que se emiten minuto a minuto. Las empresas
multinacionales proveedoras de servicios y productos son principales responsables de la creación
de mensajes que llegan a las mentes de las personas a través de diferentes vías tecnológicas. Tal
como analiza Pascal Weil en “La comunicación global”2, su discurso ya no es solamente comercial
sino que es de orden político y se dirige a la comunidad. Es decir, que las grandes corporaciones
empresariales, gracias a los avances en la comunicación, pueden llegar a toda una comunidad
global con un mensaje del tono político sin necesidad de analizar a cada sociedad en particular ni
como parte de una entidad colectiva nacional. Relacionado con este punto, Bauman dice que
deberíamos llegar a un acuerdo global sobre instituciones para armonizar las vidas, formar un
código global para todo el mundo, pero a la vez menciona que no hay un camino claro para la
realización colectiva. Se puede inferir que no existe un camino claro, ya que tanto la economía
como la política y el consumo, poseen leyes globales difíciles de aceptar como propias en cada
sociedad particular. Debido a ello, quienes hoy logran ser usuarios y consumidores de los mensajes
creados por las grandes instituciones, pueden sentirse como partícipes dentro de un movimiento
global y quienes no logran percibir éstos mensajes como propios, se transforman en excluidos
sociales dentro de una sociedad bombardeada por mensajes externos.
Naomi Klein, en su libro “No Logo”3, da un claro ejemplo de la influencia de lo global sobre lo
nacional a través de ejemplificar todo lo referido a la puesta en marcha del proceso que implica la
creación de una marca por parte de una institución determinada. La autora concibe a la marca
como una serie de ideas, actitudes, valores, experiencias, como una extensión de la cultura y no
sólo como “su valor agregado” ya que el objetivo principal de las marcas es crear
cultura. Sobre éste postulado, se deduce que ya no importa dónde se desarrolla el producto ni
quien lo produce, lo que realmente interesa es generar adeptos a todo costo, lograr el consumo de
diferentes culturas, unificar a las sociedades e imponer un único modo de comportamiento social
apto para sobrevivir en un mundo cada vez más moderno.
Por lo tanto dentro de lo global se destaca a la individualización. Lo colectivo no existe en el
punto en que los holding de empresas buscan resaltar valores individuales a modo de debilitar a
cada cultura local. En este sentido, es que se genera una vez más la exclusión hacia aquellos
individuos que no son capaces de adoptar una postura de cambio. Excluidos globales son quienes
no pueden recibir como propios los mensajes. Mensajes que en realidad son producidos solamente
para aquellos que tienen la capacidad de transformarse continuamente y de integrar la rapidez, la
movilidad y el reciclaje como valores primordiales.

1. BAUMAN, Zygmunt (2007). Vida liquida. Buenos Aires: Paidós. Introducción y capítulo 1.
2. WEIL, Pascale (1992). La comunicación global. Barcelona: Paidós. Primera parte: capítulo 1.
3. KLEIN, Naomi (2001). No logo: El poder de las marcas. Buenos Aires: Paidós. Introducción, capítulos 1 y 2.

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