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Gregor Mendel

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Mendel.

Gregor Johann Mendel

Nacimiento 20 de julio de 1822


Heinzendorf, Imperio austríaco

Fallecimiento 6 de enero de 1884 , 61 años


Brno, Austria-Hungría

Nacionalidad Imperio de Austria,


luego Austro-húngaro

Campo Genética, Historia natural,


taxónomo

Instituciones Abadía de Santo Tomás de Brno

Alma máter Universidad de Viena

Conocido por Descubrimiento de las Leyes de la


genética
Abreviatura en Mendel
botánica

religioso católico

Gregor Mendel.

Gregor Johann Mendel ( 20 de julio de 18221 – 6 de enero de 1884) fue un monje


agustino católico y naturalista nacido en Heinzendorf, Austria (actual Hynčice, distrito
Nový Jičín, República Checa) que describió, por medio de los trabajos que llevó a cabo
con diferentes variedades del guisante (Pisum sativum), las hoy llamadas leyes de
Mendel que rigen la herencia genética. Los primeros trabajos en genética fueron
realizados por Mendel. Inicialmente realizó cruces de semillas, las cuales se
particularizaron por salir de diferentes estilos y algunas de su misma forma. En sus
resultados encontró caracteres como los dominantes que se caracterizan por determinar
el efecto de un gen y los recesivos por no tener efecto genético (dígase, expresión) sobre
un fenotipo heterocigótico.

Su trabajo no fue valorado cuando lo publicó en el año 1866. Hugo de Vries, botánico
neerlandés, Carl Correns y Erich von Tschermak redescubrieron por separado las leyes
de Mendel en el año 1900.2

Contenido
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• 1 Biografía
• 2 Leyes de Mendel (1865)
• 3 Experimentos de Mendel
• 4 Mendel y la apicultura
• 5 Honores
o 5.1 Epónimos
• 6 Abreviatura
• 7 Véase también
• 8 Referencias

• 9 Enlaces externos

[editar] Biografía
Mendel nació en un pueblo llamado Heinzendorf (hoy Hynčice, en el norte de Moravia,
República Checa), perteneciente al Imperio austrohúngaro, el 20 de julio de 1822, y fue
bautizado con el nombre de Johann Mendel. Tomó el nombre de padre Gregorio al
ingresar como fraile agustino, en 1843, en el convento de agustinos de Brno (conocido
en la época como Brünn). En 1847 se ordenó sacerdote.

Mendel fue titular de la prelatura de la Imperial y Real Orden Austriaca del emperador
Francisco José I, director emérito del Banco Hipotecario de Moravia, fundador de la
Asociación Meteorológica Austriaca, miembro de la Real e Imperial Sociedad Morava y
Silesia para la Mejora de la Agricultura, Ciencias Naturales y Conocimientos del País y
jardinero (aprendió de su padre cómo hacer injertos y cultivar árboles frutales).

Mendel presentó sus trabajos en las reuniones de la Sociedad de Historia Natural de


Brünn3 (Brno) el 8 de febrero y el 8 de marzo de 1865, y los publicó posteriormente
como Experimentos sobre hibridación de plantas (Versuche über Plflanzenhybriden) en
1866 en las actas de la Sociedad. Sus resultados fueron ignorados por completo, y
tuvieron que transcurrir más de treinta años para que fueran reconocidos y entendidos.2
Curiosamente, el mismo Charles Darwin no sabía del trabajo de Mendel, según lo que
afirma Jacob Bronowski en su célebre serie/libro El ascenso del hombre.4

Al tipificar las características fenotípicas (apariencia externa) de los guisantes las llamó
«caracteres». Usó el nombre «elemento» para referirse a las entidades hereditarias
separadas. Su mérito radica en darse cuenta de que en sus experimentos (variedades de
guisantes) siempre ocurrían en variantes con proporciones numéricas simples.

Los «elementos» y «caracteres» han recibido posteriormente infinidad de nombres, pero


hoy se conocen de forma universal con el término genes, que sugirió en 1909 el biólogo
danés Wilhem Ludwig Johannsen. Para ser más exactos, las versiones diferentes de
genes responsables de un fenotipo particular se llaman alelos. Los guisantes verdes y
amarillos corresponden a distintos alelos del gen responsable del color.

Mendel falleció el 6 de enero de 1884 en Brünn, a causa de una nefritis crónica.

[editar] Leyes de Mendel (1865)


Busto de Gregor Mendel.
Artículo principal: Leyes de Mendel

• Primera ley o principio de la uniformidad: «Cuando se cruzan dos individuos de


raza pura, los híbridos resultantes son todos iguales». El cruce de dos individuos
homocigotas, uno de ellos dominante (AA) y el otro recesivo (aa), origina sólo
individuos heterocigotas, es decir, los individuos de la primera generación filial
son uniformes entre ellos (Aa).
• Segunda ley o principio de la segregación: «Ciertos individuos son capaces de
transmitir un carácter aunque en ellos no se manifieste». El cruce de dos
individuos de la F1 (Aa) dará origen a una segunda generación filial en la cual
reaparece el fenotipo "a", a pesar de que todos los individuos de la F1 eran de
fenotipo "A". Esto hace presumir a Mendel que el carácter "a" no había
desaparecido, sino que sólo había sido "opacado" por el carácter "A" pero que, al
reproducirse un individuo, cada carácter se segrega por separado.
• Tercera ley o principio de la combinación independiente: Hace referencia al
cruce polihíbrido (monohíbrido: cuando se considera un carácter; polihíbrido:
cuando se consideran dos o más caracteres). Mendel trabajó este cruce en
guisantes, en los cuales las características que él observaba (color de la semilla y
rugosidad de su superficie) se encontraban en cromosomas separados. De esta
manera, observó que los caracteres se transmitían independientemente unos de
otros. Esta ley, sin embargo, deja de cumplirse cuando existe vinculación (dos
genes están en locus muy cercanos y no se separan en la meiosis).

Algunos autores obvian la Primera Ley de Mendel, y por tanto llaman Primera Ley al
Principio de la segregación y Segunda Ley al Principio de la transmisión independiente
(para estos mismos autores, no existe una Tercera Ley). El núcleo de sus trabajos –que
comenzó en el año 1856 a partir de experimentos de cruzamientos con guisantes
efectuados en el jardín del monasterio– le permitió descubrir las tres leyes de la herencia
o leyes de Mendel, gracias a las cuales es posible describir los mecanismos de la
herencia y que fueron explicadas con posterioridad por el padre de la genética
experimental moderna, el biólogo estadounidense Thomas Hunt Morgan (1866-1945).
En el siglo XVIII se había desarrollado ya una serie de importantes estudios acerca de
hibridación vegetal, entre los que destacaron los llevados a cabo por Kölreuter, W.
Herbert, C. C. Sprengel y A. Knight, y ya en el siglo XIX, los de Gärtner y Sageret
(1825). La culminación de todos estos trabajos corrió a cargo, por un lado, de Ch.
Naudin (1815-1899) y, por el otro, de Gregor Mendel, quien llegó más lejos que
Naudin.

Las tres leyes descubiertas por Mendel se enuncian como sigue: según la primera,
cuando se cruzan dos variedades puras de una misma especie, los descendientes son
todos iguales y pueden parecerse a uno u otro progenitor o a ninguno de ellos; la
segunda afirma que, al cruzar entre sí los híbridos de la segunda generación, los
descendientes se dividen en cuatro partes, de las cuales una se parece a su abuela, otra a
su abuelo y las dos restantes a sus progenitores; por último, la tercera ley concluye que,
en el caso de que las dos variedades de partida difieran entre sí en dos o más caracteres,
cada uno de ellos se transmite de acuerdo con la primera ley con independencia de los
demás.

Para realizar sus trabajos, Mendel no eligió especies, sino razas autofecundas bien
establecidas de la especie Pisum sativum. La primera fase del experimento consistió en
la obtención, mediante cultivos convencionales previos, de líneas puras constantes y en
recoger de manera metódica parte de las semillas producidas por cada planta. A
continuación cruzó estas estirpes, dos a dos, mediante la técnica de polinización
artificial. De este modo era posible combinar, de dos en dos, variedades distintas que
presentan diferencias muy precisas entre sí (semillas lisas-semillas arrugadas; flores
blancas-flores coloreadas, etc.).

El análisis de los resultados obtenidos permitió a Mendel concluir que mediante el


cruzamiento de razas que difieren al menos en dos caracteres, pueden crearse nuevas
razas estables (combinaciones nuevas homocigóticas). Pese a que remitió sus trabajos
con guisantes a la máxima autoridad de su época en temas de biología, W. von Nägeli,
sus investigaciones no obtuvieron el reconocimiento hasta el redescubrimiento de las
leyes de la herencia por parte de H. de Vries, C. E. Correns y E. Tschernack von
Seysenegg, quienes, con más de treinta años de retraso, y después de haber revisado la
mayor parte de la literatura existente sobre el particular, atribuyeron a Johan G. Mendel
la prioridad del descubrimiento.

[editar] Experimentos de Mendel


Mendel inició sus experimentos eligiendo dos plantas de guisantes que diferían en un
carácter, cruzó una variedad de planta que producía semillas amarillas con otra que
producía semillas verdes; estas plantas forman la llamada generación parental (P).

Como resultado de este cruce se produjeron plantas que producían nada más que
semillas amarillas, repitió los cruces con otras plantas de guisante que diferían en otros
caracteres y el resultado era el mismo, se producía un carácter de los dos en la
generación filial. Al carácter que aparecía le llamo carácter dominante y al que no,
carácter recesivo. En este caso, el color amarillo es uno de los caracteres dominantes,
mientras que el color verde es uno de los caracteres recesivos.
Las plantas obtenidas de la generación parental se denominan en conjunto primera
generación filial (F1).

Mendel dejó que se autofecundaran las plantas de la primera generación filial y obtuvo
la llamada segunda generación filial (F2), compuesta por plantas que producían
semillas amarillas y por plantas que producían semillas verdes en una proporción 3:1 (3
de semillas amarillas y 1 de semillas verdes). Repitió el experimento con otros
caracteres diferenciados y obtuvo resultados similares en una proporción 3:1.

A partir de esta experiencia, formuló las dos primeras leyes.

Más adelante decidió comprobar si estas leyes funcionaban en plantas diferenciadas en


dos o más caracteres, para lo cual eligió como generación parental a plantas de semillas
amarillas y lisas y a plantas de semillas verdes y rugosas.

Las cruzó y obtuvo la primera generación filial, compuesta por plantas de semillas
amarillas y lisas, con lo cual la primera ley se cumplía; en la F1 aparecían los caracteres
dominantes (amarillos y lisos) y no los recesivos (verdes y rugosos).

Obtuvo la segunda generación filial autofecundando a la primera generación filial y


obtuvo semillas de todos los estilos posibles, plantas que producían semillas amarillas y
lisas, amarillas y rugosas, verdes y lisas y verdes y rugosas; las contó y probó con otras
variedades y se obtenían en una proporción 9:3:3:1 (9 plantas de semillas amarillas y
lisas, 3 de semillas amarillas y rugosas, 3 de semillas verdes y lisas y una planta de
semillas verdes y rugosas).

[editar] Mendel y la apicultura

Escultura de Mendel en el jardín del convento de Brno en el que investigó.

Un aspecto no muy conocido de su vida fue que se dedicó durante los últimos 10 años
de su vida a la apicultura. Mendel reconoce que las abejas resultaron un modelo de
investigación frustrante. Es probable que el experimento realizado con abejas fuera
guiado para confirmar la teoría de la herencia.

Uno puede presumir que en 1854 Mendel discute en Silesia con los apicultores la
hipótesis de Jan Dzierzon que enuncia que las reinas infértiles o los huevos que no son
fecundados por esperma de los machos producen zánganos, produciéndose
reproducción sexual en las hembras y reproducción asexual en los machos o zánganos.
A este proceso Jan Dzierzon lo denominó partenogénesis.

La teoría de Dzierzon fue confirmada por hibridación, si bien el cruce de abejas es


difícil, pues durante el vuelo nupcial de la reina no debe haber zánganos extraños. Por
ello, Mendel construyó una jaula de tejido de cuatro metros de largo y cuatro de alto,
situando la colmena en el exterior de ella, para lograr el objetivo deseado que era
realizar los cruces necesarios para lograr los híbridos de diferentes razas de abejas. Pero
la teoría de Dzierzon no se confirmó en vida de Mendel. Seguramente lo que Mendel
pretendía era probar la segregación de caracteres genéticos.

El director de la Sociedad de Apicultura de Brünn (Brno), Ziwansky, proveyó diferentes


razas de abejas de la especie Apis mellifera: italianas (Apis mellifera ligustica),
carniolas (Apis mellifera carnica), egipcias y chipriotas, que los apicultores locales
reproducían. Las chipriotas fueron obtenidas directamente de Chipre por el conde
Kolowrat. Algunas de las abejas con diferencias de colores fueron obtenidas de
Pernambuco (estado) (Brasil), incluidos algunos especímenes de Sudamérica. Estos
fueron enviados por el profesor Macowsky a Mendel y eran abejas de la especie
Trigona lineata, melipónidos o abejas sin aguijón, criadas durante dos años sucesivos.

Mendel fue un activo miembro de la Sociedad de Apicultura de Brünn (Brno) y en 1871


fue nombrado presidente de la misma. Entre el 12 y el 14 de septiembre de 1871,
Mendel y Ziwansky fueron delegados por la Asociación de Apicultura de Brünn (Brno)
al Congreso de Apicultura en lengua germana a desarrollarse en Kiel. En 1873 Mendel
declinó la presidencia y en 1874 fue reelecto, pero por circunstancias personales
privadas indicó que le resultaba imposible ocupar el cargo. En 1877 se afirma, en
Honigbienen (la revista de la Asociación), que el prelado de las abejas poseía 36
colmenas. Pero en realidad el interés biológico de Mendel residía en la relación que
tienen las abejas con las flores.

Nombre del personaje: Juan Gregorio Mendel


Fecha de nacimiento: 22 de julio de 1822
Fecha de fallecimiento: 6 de enero de 1884
Origen: Heizandorf, Austria
Actividad: Científico y botánico
Época: República

"Todo ser engendra otros semejantes".


Gregorio Mendel, hombre de origen humilde, destacó en el mundo científico
cuando, después de muerto, sus brillantes investigaciones fueron conocidas por los
hombres de ciencia y divulgadas. El oculto biólogo, nacido de padres campesinos,
después de terminar su educación secundaria, sufrió penalidades físicas y
económicas, por lo que decidió ingresar a una profesión "que lo librara de las
amargas necesidades de la vida" (como escribiera él mismo), de modo que a sus 21
años se hizo monje.

Mendel ingresó en el monasterio agustino de Santo Tomás de Brunn, Austria. Este


monasterio se caracterizaba por seguir una política especial en cuanto a la
educación: era un reputado centro de formación y educación en su época, y los
monjes enseñaban ciencias en las escuelas de enseñanza superior de la ciudad, por
lo que debían seguir cursos de ciencias en la universidad, y la mayoría de los
monjes llevaban a cabo experimentos científicos entre los muros del monasterio.
Este fue el caso de Mendel, que estudió durante varios años en la Universidad de
Viena. A su regreso al monasterio en 1854 inició una serie de trabajos en plantas
para tratar de descubrir la forma en que se transmiten los caracteres heredables.

Después de ordenarse como sacerdote en el ministerio de los agustinos, en Altbrün,


hizo estudios de matemáticas, física y ciencias naturales. Tenía vocación por el
magisterio, por lo que dedicaría 14 años de su vida a la actividad docente. A su
regreso al monasterio en 1854 inició una serie de trabajos en plantas para tratar de
descubrir la forma en que se transmiten los caracteres heredables. En 1956, tres
años antes de que Darwin publicara su primera obra sobre la evolución, Mendel
inició sus importantes trabajos de experimentación que duraron ocho años.

Su inquietud por desentrañar el mecanismo de la herencia lo llevó a efectuar


trabajos experimentales con guisantes en un pequeño jardín del monasterio;
trataba de descubrir los rasgos particulares de los padres descendientes. Controló
la fecundación cruzada de guisantes con caracteres distintos, observó los resultados
e hizo notas cuidadosas que fue analizando hasta descubrir que la herencia
obedecía a leyes biológicas especiales.

La genética se encarga de estudiar los funcionamientos de los mecanismos de la


herencia, donde el científico consulta su aporte al desarrollo de la genética; y fue el
monje botánico Juan Gregorio Mendel el primero en describir los mecanismos de la
herencia en los chícharos, en 1866.
A Mendel se le revelaron por primera vez las características de la herencia;
encontrando que los caracteres de ambos padres no se transmiten a la
descendencia al azar, sino por un mecanismo que tiene suficiente precisión para
merecer que se le llame ley. Así, diseñó sus experimentos con sencillez, y los
realizó con técnica impecable. Escogió trabajar con números suficientemente
grandes, de modo que pudiera tener una exactitud estadística, y sacó sus
conclusiones con atrevida firmeza.

El aficionado ha desaparecido del campo de la ciencia. Probablemente pueda


considerarse a Mendel como el último de los grandes aficionados. Actualmente el
científico tiene que ser una especie de contratista a tiempo parcial, cuya
preocupación por los presupuestos, las comunicaciones sobre el progreso de la
investigación, es por lo menos igual a su interés por la ciencia. Y sobre todo, el
científico actual tiene que publicar rápido para sobrevivir. Mendel tenía conciencia
de la importancia de su descubrimiento y trató de interesar en él a los científicos
profesionales, envió personalmente una copia de sus hallazgos a un notable
botánico suizo, Carlos von Nägeli, pero éste tenía sus propias ideas sobre el
mecanismo de la herencia, e hizo a un lado las presuntuosas afirmaciones de un
aficionado, de modo que la meticulosa comunicación de Mendel, con los resultados
de ocho años de trabajo, quedó sepultada en las páginas de la revista Provinciana,
donde se imprimió en 1866. Nägeli cerró los ojos al profundo descubrimiento de
Mendel.

Dos años después, Mendel fue elegido abad del monasterio y, como ha sucedido
después de él a tantos buenos científicos, abdicó de la ciencia y se convirtió en
administrador. Murió en 1884, completamente ignorado por el mundo científico,
que lo descubrió sólo 16 años después. El mismo Mendel hace alusión a Nägeli en
su obra posterior al decir: "La pregunta acerca del origen de numerosas y
constantes formas intermediarias ha cobrado un reciente interés desde que un
famoso especialista en Hieracium [Carl Nägeli] ha, bajo el espíritu de las
enseñanzas Darwinistas, defendido la opinión de que éstas formas debieran de ser
consideradas como [surgiendo] de la transmutación de especies extintas o aún en
existencia", Mendel, 1869.

Mendel rechazó rotundamente la teoría de la evolución, según consta en la copia


del libro de Darwin "origen de las especies", en la que Mendel subrayó párrafos e
hizo diversas anotaciones de su puño y letra. Fue uno de los pocos hombres
afortunados que pudieron hacer exactamente lo que querían. Por sus cartas
podemos tener idea de su trabajo:
"Como era de esperarse, los experimentos progresan lentamente. Al principio, se
necesita cierta paciencia; pero más tarde, cuando varios experimentos van
desarrollándose simultáneamente, las cosas mejoran. Día tras día, de la primavera
al otoño, se renueva el interés que uno tiene, y eso recompensa ampliamente el
cuidado que les necesita uno consagrar".

Mendel destiló la esencia de la vida del verdadero científico en una frase: "día tras
día, de la primavera al otoño, se renueva el interés que uno tiene...". Esta es la
máxima recompensa del científico: no el poder, no una posición profesional, no
mayores atribuciones económicas, sino la inmersión completa en el trabajo, que
sostiene su interés y le da, si no la seguridad económica, al menos el ser veraz,
real y perdurable.

El descubrimiento del trabajo de Mendel fue hecho simultáneamente por tres


investigadores diferentes que, por sus propios estudios llegaron a las mismas
conclusiones: Hugo de Vries, botánico holandés; Carlos Correns, botánico alemán y
Erich von Tshermak, comerciante de plantas en Viena, parecen haber tenido noticia
del trabajo de Mendel por una referencia incluida en una bibliografía exhaustiva
sobre hibridación de vegetales, compilada en 1881 por algún meticuloso erudito
alemán, y todos ellos reconocieron honestamente la prioridad de Mendel en el
descubrimiento y lo designaron como "Leyes de Mendel".

Las leyes consisten en, primero Mendel determinó que un sólo polen realiza la
fecundación (ésto, por supuesto, también es verdad respecto a los animales, en los
cuales sólo un espermatozoide puede penetrar al óvulo). Luego, estableció un
modelo para estudiar las vías de la herencia: se debe escoger sólo un par de
caracteres contrarios y fácilmente reconocibles, por ejemplo, alto y bajo. Uno de
estos resulta dominante y el otro, recesivo. Los caracteres recesivos desaparecen
en la segunda generación y reaparecen en la tercera, en proporción de un recesivo
por cada tres dominantes. Finalmente, Mendel presupuso la existencia de un
"elemento formador" ("factor") en cada polen y en cada óvulo, capaz de determinar
un sólo carácter en la descendencia por ejemplo, corto, o blanco.

Los experimentos de Mendel han resistido la prueba de incontables repeticiones con


todas las especies de organismos vivientes que se reproducen por función de dos
células sexuales. Todos, desde el hombre hasta el ratón muestran caracteres
dominantes y recesivos, y la manifestación de estos siguen generalmente las leyes
de Mendel. Durante los 100 años que siguieron a la publicación de Mendel, hemos
descubierto lentamente los mecanismos moleculares que infaliblemente realizan la
transmisión de los caracteres hereditarios a la descendencia.

La sustancia hipotética a la cual Mendel intuitivamente adscribió la capacidad de


representar un carácter hereditario (el "elemento formador" o "factor") fue aislado,
sin saberlo, por un contemporáneo de Mendel: Federico Miescher. Por ello, "Todo
ser engendra otros semejantes", es el axioma que ha formado parte del caudal de
los conocimientos humanos desde tiempo inmemorial.

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