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DE TOLERANCIA
Jean Laffitte
Pontificia Academia pro Vita
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tte@acdlife.va
Resumen
Abstract
History presents many examples of men and women who find themselves in
a position of having to disobey civil law. The motives for such disobedience can
only be founded on moral conscience, as influenced by other laws - immutable and
recognized as true.
The author studies the historical context of the appearance, during the Age of
the Enlightenment, of a new concept: tolerance. Ceasing to represent the expression
of the classical practical virtue of prudence, ideological tolerance achieves the rank of
theoretical virtue. Such a pretension has a political in essence but also innumerable
ethical consequences. An ideologically tolerant society is created. The author develops
this paradoxical thesis according to which an ideologically tolerant society is not
prepared to tolerate the idea that there might exist a truth for which to search.
Today, we see a secularization of conscientious objection concerning two particular
themes: military service and matters connected with the protection of human life.
Examining the paradigmatic example of abortion, the author demonstrates how society is
no longer capable of reflecting peacefully upon the question of the status of the embryo,
for fear of questioning the legislative choice concerning its legalization. Thus, society
no longer has the capability of confronting challenges connected to practices that are
detrimental to the dignity of human life, the essential criteria that would allow it to face
these matters having been declared outside the confines of future reflection.
Key words: Ethical relativism, Tolerance, Objection of conscience, Positive law.
cada vez más profundos donde ha adqui- en la forma de una paradoja conocida
rido nuevos matices. Para ser rigurosos como la paradoja de Epiménides:
tendríamos que intentar sistematizar este
proceso; sin embargo, basta ahora consi- Epiménides de Creta dice: todos los cre-
derar la evolución semántica del término tenses son mentirosos.
a partir del Ensayo sobre la tolerancia de Epiménides es cretense.
Locke de 1667, que evidencia que el térmi- Por tanto, Epiménides miente.
no se ha convertido, en nuestros días, en Por tanto, los cretenses dicen la verdad
un instrumento propiamente político, que Luego Epiménides dice la verdad, porque
contiene en sí mismo, paradójicamente, él es cretense.
un dinamismo totalitario y excluyente. Puesto que dice la verdad, todos los cre-
Si la naturaleza del tema nos exige tenses no son mentirosos
pensar simultáneamente dos cuestiones
bien distintas como la objeción de concien- Como vemos, entramos en un bucle
cia y la tolerancia, hay que tener en cuenta que nos lleva de una afirmación a su
que el acto de rehusar en conciencia contraria. La razón es que Epiménides,
la obediencia a una ley injusta tiene haciendo esta afirmación, destruye por su
hoy lugar en un contexto de tolerancia contenido la validez de la afirmación que
ideológica que, por naturaleza, no está él enuncia. Al decir todos los cretenses son
dispuesta a soportarla. Nuestra tesis es mentirosos, él se dice a sí mismo mentiroso
que la sociedad ideológicamente tole- y destruye así la validez de sus propias
rante no puede tolerar la objeción de afirmaciones.
conciencia, porque ésta escapa, en cierta El tolerante ideológico es una especie de
manera, a su control. Epiménides. ¿Por qué? Al decir: todas las
Comenzar con una afirmación como opiniones son válidas, afirma como regla
ésta puede ciertamente sorprender: que general algo que no es sino una opinión
la tolerancia sea intolerante es una pa- entre otras, según su propia afirmación.
radoja cuya formulación puede parecer ¿Cómo salir de este «impasse»? Solamente
provocadora y simplista. Por tanto, el por la violencia que se acaba expresando
tolerante ideológico es una especie de en estos términos: si me contradices cuan-
Epiménides, ese pensador cuyo renombre do digo que todas las opiniones son válidas,
se ha transmitido a lo largo de los siglos eres un intolerante peligroso que hay que
combatir por todos los medios. En efecto,
la alternativa que consistiría en decir: mi
razón no puede sino rechazar… Así interpretada, la
fe no puede ser más que el lugar de un sectarismo tolerancia no es más que una opinión entre
y de un fanatismo del que los masones no tienen otras, le resulta insoportable. La tolerancia
inconveniente en decir que, frecuentemente, han ideológica se quiere imponer a todos. Por
dado lugar al terror. Superior a ella, aparece en-
tonces esa virtud ejemplar: la tolerancia» (Emont, esta razón decimos que es de naturaleza
N. La Franc-Maçonnerie, Plon/Mame, Paris, 1995, política y no moral, incluso si manifiesta
231-232). una pretensión moral abusiva. Cuanto
opiniones tienen valor, legitimaría jus- De hecho, hemos visto que la toleran-
tamente lo que se ha querido evitar. La cia ideológica destruye el único punto de
única respuesta verdaderamente realista, vista que respeta la dignidad del hombre.
a nivel filosófico, es la afirmación positiva ¿Cómo sorprenderse entonces de que en
de la dignidad del hombre como verdad nombre de la tolerancia se atente contra la
válida para todos. Esta permite un ver- vida de los hijos en el seno de su madre,
dadero debate, porque en toda situación que se manipulen los embriones huma-
el interlocutor es considerado digno, nos? Todo se convierte en posible, excepto
es decir, se le reconoce como sujeto de respetar incondicionalmente al hombre.
esa libertad fundamental que se quiere Este absurdo, que es un cortocircuito
salvaguardar. Una actitud como esta es de la razón, se desarrollará en el debate
auténticamente tolerante, o dicho en su social y legal11.
sentido clásico, respetuosa y paciente, La dignidad del hombre se sitúa en un
pero no se sitúa en la tolerancia ideológica, plano filosófico; es un dato fundamental
en cuanto que supone y afirma una ver- que puede contribuir socialmente a un
dad universal. acercamiento de diferentes concepciones
Si se renuncia a la búsqueda de una filosóficas. Pero con una condición: evitar
verdad sobre el hombre, por naturaleza el indiferentismo que reduce las elecciones
universal, y que por tanto puede fundar fundamentales a simples expresiones de
el respeto incondicional que tiene que opiniones diversas. La dignidad del hom-
caracterizar su vida, en cualquiera de sus bre exigiría, sobre todo en lo que se refiere
etapas, los comportamientos concretos al respeto de la vida humana, que el políti-
hacia el ser humano ya no estarán regu- co tenga la prudencia de saber que no está
lados por la acogida de una verdad que moralmente autorizado para legalizar lo
se refiere a su dignidad, verdad que le que muchos ciudadanos consideran como
protege. En realidad, estarán regulados una acción indigna del hombre.
por un equilibrio de fuerzas ideológicas, En el plano religioso, el concepto de
políticas y financieras. dignidad implica también una visión del
hombre como ser creado. Así, desde la
perspectiva cristiana, el hombre encuen-
tra su consistencia última en su ser ima-
de las veces, reacciones de comodidad. A veces
se le ha llamado conformismo… En un régimen
de despotismo, el conformismo puede darse en
sentido de la violencia. En democracia, siempre 11 Esto es lo que se ha podido observar en la
va unido al sentido de la moderación. El problema reciente controversia en el Téléthon (festival benéfico
es que la moderación pude llegar a ser despótica. anual organizado por la Asociación Francesa contra
Tocqueville lo ha explicado bien… Hay algo de las miopatías), en Francia. Hasta hoy, un verdadero
totalitario en el pensamiento débil que nos rige debate, sereno y leal, sobre la cuestión de la ética de
actualmente» (Tesson, P. «Un terrorisme intellectuel los medios utilizados en la investigación biomédica
assez bienveillant». En: Chardon J.M. y Lensel, D. para avanzar en el tratamiento de ciertas enferme-
La pensée unique. Le vrai procès, Economica, Paris, dades (en esl caso de téléthon, las miopatías), no ha
1998, 34-35). podido tener lugar.
morales del sujeto, que no puede nunca con un objeto bien definido: objetar
equivocarse moralmente si le mueve es realizar una acción de negación, en
la sinceridad. Como mucho se admite razón de convicciones suficientemente
la posibilidad de que cometa errores; importantes como para ser referidas a la
pero éstos son considerados sólo como conciencia personal18. No se objeta para
errores de conocimiento, al fin y al cabo no obedecer a una ley positiva solamente
comprensibles; y la conducta moral que por el motivo de que esa ley no nos gusta,
se sigue no es en sí misma merecedora de o porque se tiene una opinión distinta a la
reproche. Se la califica como inadecuada del legislador. Las leyes positivas obligan
o como inapropiada. cuando provienen de la autoridad legíti-
El desplazamiento de sentido del ma a la que estamos sometidos. Las leyes
concepto de autonomía de la conciencia, forman un ordenamiento legislativo que
se expresa así en el deslizamiento se- debe asegurar la justicia entre los ciuda-
mántico del lenguaje ético, en el que con danos, regular sus relaciones y la buena
frecuencia ya no cabe la formulación de organización de sus roles y funciones,
juicios de valor sobre los comportamien- en todos los dominios de la vida social:
tos humanos. A título de ejemplo y para economía, educación, salud, cultura, in-
seguir en el dominio de la autonomía, formación. Las leyes obligan porque se
Carlo Caffarra ha mostrado cómo el he- da por supuesto que protegen los bienes
cho de hablar de decisión de conciencia en y derechos desde una perspectiva de
lugar del término tradicional de juicio de salvaguardia y promoción, en principio,
conciencia contribuye a vaciar toda posi- del bien común.
bilidad de referirse a criterios de verdad Los motivos para desobedecer una ley
en el campo de la acción17. positiva deben poder ser referidos a la
instancia de la conciencia, donde entran
5. El doble ámbito de la objeción de en juego otras leyes distintas de la ley
conciencia positiva: estas leyes se distinguen de la
ley positiva en que no están sujetas a
El debate interior que precede a toda cambio como las legislaciones humanas;
decisión moral y a su posterior manifes- son leyes inmutables y que comprometen
tación visible y pública, es una deliberatio, la totalidad de la persona. Veamos algu-
un juicio práctico que se refiere a lo que nos ejemplos que nos han quedado para
se propone hacer (o, en el caso de la ob- la posteridad:
jeción de conciencia, de no hacer). Elegir
no actuar es también un acto moral, a) La condenación a muerte de Sócrates
obra del primer gobernante democrático vosotros causaréis un mal que va más allá
de la historia. No carece de interés con- de mi propia persona; pues a mí, ni Anitos
siderar el contexto político y cultural de ni Meletos pueden ocasionarme ningún mal;
este proceso porque no faltan semejanzas no pueden porque estoy convencido de que
con el contexto occidental de este prin- un hombre malvado jamás puede perjudicar
cipio del siglo XXI. Atenas salía agotada a un hombre justo. Los bienes terrenos, e
de una guerra que había segado la vida incluso salvar la vida misma no me pa-
de casi una cuarta parte de su población recen tener una dignidad semejante a la
(guerras del Peloponeso); si dos tentati- pureza de conciencia: No niego que puedan
vas de revocar el poder democrático han lograr mi condena a muerte, al destierro o
fracasado, los debates intelectuales se a la pérdida de mis derechos de ciudadano,
encuentran en cambio amenizados por penas que para Anitos y los otros pueden ser
las paradojas de los sofistas. Su habili- males muy grandes, sin embargo yo no soy
dad, heredado del racionalismo jónico, de su opinión; más bien creo que es mucho
consistía en poner en cuestión todos los peor hacer lo que Anitos hace hoy, que es
fundamentos de la ciudad, en particular intentar hacer morir a un inocente19.
los dioses y las leyes. Al insinuar la duda Nos podemos preguntar lo que hace a
sobre todo lo que había contribuido a la la muerte, a ojos de Sócrates, una suerte
gloria de Atenas en el siglo de Pericles, mejor que la injusticia que consiste en
eran considerados como una amenaza. condenar al inocente. Aquí, el sentimien-
Fue en base a la originalidad de Sócrates to religioso alcanza la convicción moral
y al impacto de su enseñanza como sus y le da toda su perspectiva. Se trata de
acusadores llegaron a formular contra un juicio de los dioses, y de todos los que
él dos graves acusaciones: corrupción nos han precedido hacia el Hades: pues
de la juventud y creencia en dioses que al llegar al reino del Hades, liberados de los
no eran los de la ciudad, y así hacerlo que aquí se hacen llamar jueces, nos encon-
condenar a muerte como resultado traremos con los auténticos jueces, que, según
de un proceso del que ha pasado a la cuentan, siguen ejerciendo allí sus funciones:
posteridad el admirable discurso del Minos, Radamanto y Triptólemo, y toda una
condenado. larga lista de semidioses que fueron justos en
La muerte fue aprobada por una ma- su vida. ¿Y qué me decís de poder reunirnos
yoría de 280 votos contra 221: ¡nos encon- con Orfeo, Museo, Hesiodo y Homero? ¿Qué
tramos ya con un consenso democrático no pagaría cualquiera por poder conversar con
en un asunto que supone una muerte! En estos héroes? En lo que a mí se refiere, mil y
su defensa, el filósofo pone por delante mil veces prefiero estar muerto, si tales cosas
la rectitud de su propia conciencia y son verdad20.
afirma tener en su muerte una suerte
mejor que aquéllos que le condenan in-
justamente: Estad persuadidos de que si me 19 Platon, Apología de Sócrates, 30 c y 30 d.
hacéis morir, tal como lo acabo de declarar, 20 Ibid., 41 a.
zar la IVE. El paralelo con el delito de la la cuestión fundamental del estatuto del
insumisión, en el ámbito militar de otros embrión, por justo miedo a que no se
tiempos, es instructivo: obstaculizar la IVE ponga en cuestión esta opción legislativa.
conlleva penas de prisión comparables Haciendo esto, ha perdido la capacidad
(de dos a tres años de prisión); pero la de confrontarse éticamente a los desa-
descripción del delito parece indicar que fíos que representan cierto número de
la IVE designa un bien social objetivo, y prácticas médico-quirúrgicas y de ma-
no un mal que el Estado se abstendría nipulaciones ligadas a la investigación
de sancionar al despenalizarlo. Insumi- biomédica. Cómo, en virtud de qué, po-
sión, en cambio, se refiere solamente a dría manifestar una reserva de principio
una actitud subjetiva (la acción de no respecto a los procesos que implican la
someterse a la acción del servicio mi- destrucción de muchos embriones, si no
litar). Queda claro: la IVE en la cultura ha aceptado hasta ahora afrontar objeti-
contemporánea se ha convertido en vamente el problema en el caso del abor-
un bien, no solamente para la persona to. Ha excluido de toda reflexión futura
libre de practicarla, sino para la misma sobre estos temas los criterios esenciales
sociedad que lo permite, lo impulsa, y lo que le habrían permitido afrontarlos
promueve y financia. Como demuestra serenamente.
la experiencia, este planteamiento no Una tal acción política tiene un efecto
puede sino extender cada vez más la inmediato sobre las posibilidades que
práctica del aborto banalizándola. En tendrán los ciudadanos en el futuro de
julio de 2001, las condiciones de acceso ejercer un derecho a la objeción de con-
a este procedimiento fueron objeto de ciencia respecto a procedimientos cientí-
nuevas medidas de las cuales algunas ficos amenazadores para la vida humana.
podrían, sin ser injustos, ser califica- Esta acción política pone las condiciones
das como incitadoras: el plazo legal se para una limitación inmediata y después
amplía a doce semanas, la autorización una supresión expresa del derecho a
de los padres es suprimida para las la objeción de conciencia en el ámbito
menores, y también la entrevista hasta del respeto a la vida humana. En este
entonces obligatoria para las mujeres momento, se manifiesta una voluntad
mayores desaparece. En noviembre de jurídica de evolucionar hacia la abolición
2004, fue firmado por el Ministro de de ese derecho del hombre ligado por
Sanidad (!) un decreto autorizando el tanto a las exigencias más fundamentales
aborto químico en casa. de la conciencia moral de los hombres.
El caso del aborto es paradigmático: La razón sugerida es clásica: la objeción
la ideología que lo ha establecido y fo- expresaría un medio para sustraerse a la
mentado presentándolo como un derecho ley, y violaría el principio de igualdad de
personal de las mujeres embarazadas, todos ante ella.
ha privado a la sociedad de toda posibi- Entonces se cumpliría lo que ha
lidad de reflexionar serenamente sobre sido nuestra tesis inicial: una sociedad
tolerante no puede tolerar que se ejerza se expresan en ella. Entonces ella elige
en su seno un derecho de objeción de los valores consensuados, de los cuales
conciencia, porque no es capaz de acep- algunos, infaliblemente, la conducen a
tar y respetar los valores superiores que la muerte.
Recibido: 17-12-2007
Aceptado: 08-04-2008