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Higiene Dental

La higiene dental nos permitirá prevenir enfermedades en las encías y evitará en gran medida la
caries. Pero una higiene dental se debe realizar de la forma y con las herramientas adecuadas.
Además, se deberá dedicar el debido tiempo para que sea efectiva.

¿Cómo podemos eliminar la placa bacteriana?

La eliminación diaria de la placa debe de hacerse siguiendo una serie de pasos:

• Limpieza de la lengua. En la lengua se acumulan gran cantidad de bacterias por lo que


su limpieza es necesaria para mantener la salud bucal. Para limpiarla podemos frotarla
con suavidad hacia delante usando el cepillo de dientes o bien usar un limpiador lingual.

• Limpieza de los espacios entre los dientes. La limpieza de los espacios entre los
dientes (espacios interdentales) es distinta según cada situación. Si no hay apenas
espacio entre los dientes (es la situación ideal) se usa la seda dental. Si entre los dientes
hay suficiente espacio (por perdidas o por movimientos dentarios), debe usarse un
cepillo especial llamado cepillo interproximal.

• Limpieza de los dientes. Se realiza mediante el uso del


cepillo dental y el dentífrico. Con el cepillado
eliminaremos no sólo los restos de alimentos sino
también la invisible placa bacteriana. Existen varias
técnicas de cepillado, que van dirigidas a limpiar las
caras internas, externas y las de la masticación.

¿Cuándo debemos limpiarnos los dientes?

Lo ideal es cepillarse los dientes después de cada comida (desayuno, almuerzo y cena). Es
imprescindible hacerlo a fondo al menos una vez al día.
La producción de saliva y los movimientos linguales contribuyen a remover la placa bacteriana
de las superficies bucales durante la vigilia.

Durante el sueño disminuyen la producción de saliva y los movimientos linguales, por lo que se
favorece la formación de placa bacteriana si no se ha realizado una buena higiene dental.

Así, nunca podemos olvidarnos de lavar los dientes antes de acostarnos y en caso de que sólo
podamos limpiar los dientes una vez al día, en este momento será imprescindible.

¿Con qué debemos limpiarnos los dientes?

Para limpiarnos los dientes necesitamos:

• El cepillo de dientes. Debe tener un cabezal redondeado y pequeño para llegar


fácilmente a todos los dientes. Sus filamentos han de ser suaves y de puntas
redondeadas para evitar lesiones en las encías. Si con el uso se desgastan o se tuercen
no limpiarán bien, por lo que debemos sustituir este cepillo por uno nuevo. Se calcula
que los cepillos duran unos tres meses en óptimas condiciones.

• La pasta de dientes o dentífrico. Contribuye a dejarnos una mayor sensación de


limpieza. Se presentan en forma de pasta o geles más o menos líquidos. Incorporan
agentes detergentes, y casi todos llevan agentes saborizantes. Con esta composición su
uso nos facilita la limpieza dental y nos deja una agradable sensación a limpio.

Actualmente, y visto el papel tan claro que el flúor tiene en la prevención de la caries
dental, es deseable que los dentífricos incorporen flúor en su fórmula ya que éste tiene
una clara función en la protección frente a la caries. Existen en el mercado pastas
especiales para tratar la sensibilidad dental que incorporan nitrato potásico.

• La seda dental. No es más que un hilo de seda, en forma de cinta o cordoncillo,


encerada o no, cuyo uso asegura la limpieza de las caras laterales de los dientes. Para
usarla correctamente deben seguirse una serie de pasos que pueden parecer
complicados, pero que en la práctica son muy sencillos y que veremos a continuación.

• Los cepillos interproximales. Se usan cuando existe espacio entre los dientes,bien
porque se haya perdido alguna pieza o bien por pérdidas de la alineación o por
rotaciones dentarias. En este caso, se usan en sustitución de la seda dental para
asegurar la limpieza de las caras laterales de los dientes.

¿Cómo debe hacerse la limpieza?

1. Con el cepillo dental

Aplicar una técnica adecuada y saber utilizar el cepillo dental nos facilitará el proceso de
higiene de los dientes y asegurará la limpieza de todas las piezas.
Conoce cómo utilizar el cepillo dental (Incluye animaciones).

2. Con la seda dental

El uso de la seda dental tiene su técnica, que debe conocerse para realizar una limpieza
efectiva de los dientes y no dañar las encías.
¿Cómo cepillarse los dientes?
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Para que el cepillado de los dientes cumpla eficazmente su cometido, es preciso que se
convierta en una rutina cotidiana al levantarse, después de cada comida y, nuevamente,
antes de acostarse. La regularidad es determinante, ya que la placa bacteriana se forma de
manera continua, y sólo eliminándola una y otra vez se podrá evitar su efecto nocivo. Pero
tan importante como respetar esta norma es proceder a una técnica adecuada: si el cepillado
es incorrecto, no cumple su finalidad y, lo que es peor, puede resultar perjudicial, dañar los
dientes e irritar las encías. Es importante que los padres conozcan cuál es la técnica correcta
para el cepillado dental antes de enseñarlo a sus hijos, porque si el procedimiento no se
aprende bien desde el principio, luego resulta difícil de corregir. Mejor aún, pueden
solicitar la colaboración del dentista, quien, con la ayuda de maquetas especiales, puede
hacer más fácil y efectiva la comprensión de la técnica y, además, si es necesario, puede
supervisar cómo la realiza el niño. Merece la pena insistir en estos aspectos porque los
estudios efectuados al respecto revelan que hay un amplio porcentaje de niños que no se
cepillan los dientes con la frecuencia necesaria y que, incluso, entre los que lo hacen, hay
muchos que no saben cepillarse correctamente. Si se considera el cepillado como lo que es,
una técnica, y se aprende a hacerlo bien, se tendrá la certeza de proteger la dentadura.

¿Por qué cepillarse los dientes después de comer?


La misión del cepillado es eliminar la placa bacteriana, donde se encuentran unos gérmenes
que forman parte de la flora bacteriana de la boca y que, si bien no son patógenos, al
degradar los azúcares procedentes de los alimentos elaboran unas sustancias ácidas que
pueden deteriorar la superficie de los dientes. Aunque la placa bacteriana se forma de
manera continua, su acción más nociva se desarrolla después de comer, cuando la
producción de ácidos es más elevada porque los gérmenes cuentan entonces con las
sustancias nutritivas de las que también se alimentan. Por ello es fundamental cepillarse los
dientes después de cada comida y antes de que pasen treinta minutos, que es lo que tardan
las bacterias en producir sus secreciones ácidas.

Vamos paso por paso

1.- El correcto cepillado de la cara externa.


La cara externa de los dientes se encuentra comparativamente en mejor situación que las
otras, porque está en contacto con los labios y porque es más accesible al cepillado. Sin
embargo, es la que más puede resentirse de una técnica incorrecta: han de cepillarse todas y
cada una de las piezas dentales, por su cara externa, desde la encía y con un movimiento
vertical de barrido, tanto para los dientes inferiores como para los superiores.

En el caso de los dientes inferiores, el movimiento debe comenzar en el límite de la encía y


dirigirse de abajo arriba, hacia el borde libre

La cara externa de: Los dientes debe cepillarse con movimientos en sentido vertical,
efectuando una acción de barrido.

En cuanto a los dientes superiores, el cepillado debe comenzar también en el límite de la


encía y dirigirse de arriba hacia abajo.

2.- El correcto cepillado de la cara interna


El cepillado cuidadoso de la cara interna de los dientes reviste una gran importancia, puesto
que no es tan fácil de llevar a cabo y, por consiguiente, generalmente se descuida. Por otra
parte, también es común que se acumulen restos de alimentos en los pequeños huecos que
hay entre diente y diente, o entre diente y encía, y que naturalmente se pueden eliminar con
el cepillado dental. Para los niños, esta parte del cepillado es la que resulta más compleja, y
por ello conviene que la explicación que se les haga quede lo más clara posible. Por otra
parte, lo mejor es que utilicen un cepillo pequeño y de forma anatómica, con un ángulo
entre el cabezal y el mango que facilite el acceso a todos los rincones de la boca.
La cara interna debe cepillarse desde el límite entre los dientes y la encía hacia el borde
libre, con un movimiento de barrido que se logra mediante un giro de la muñeca. La acción
ha de repetirse varias veces en cada sector, tanto en los dientes superiores como inferiores.

3.- El correcto cepillado de la cara masticadora


El cepillado de la cara superior de los premolares y molares, que sirve para triturar los
alimentos, resulta poco menos que fundamental. la superficie masticatoria de estas piezas
dentales presenta múltiples surcos y pequeñas fisuras en donde se acumula la placa dental y
es fácil que se inicie una caries. Si bien todos los dientes pueden ser afectados por ese
trastorno, la localización más habitual durante la infancia corresponde a las piezas
premolares ya las muelas. Por ello, es recomendable aplicar un esmero especial en su
limpieza, cepillando las caras interna y externa y la que entra en contacto con los alimentos
en el acto de la masticación, y dedicando al proceso un espacio de tiempo suficiente para
asegurar la completa eliminación de la placa bacteriana.

Para efectuar la limpieza de la cara masticatoria de premolares y molares hay que apoyar el
cepillo y efectuar una serie de movimientos circulares de manera que la punta de las cerdas
penetre en los surcos y fisuras. El procedimiento debe efectuarse en todas las piezas
inferiores y superiores de la dentadura.

¿Por qué el masaje de las encías?


Conviene complementar la limpieza de los dientes con un masaje de las encías que active la
circulación sanguínea, tonifique el tejido y, además, facilite la eliminación de restos de
alimentos acumulados en el surco que hay entre la encía y los dientes. Para llevar a cabo
este masaje hay que usar un cepillo seco, sin pasta dentífrica Debe apoyarse el cepillo con
una ligera inclinación sobre la encía, y efectuar entonces una serie de leves movimientos de
adelante hacia atrás, sin llegar a desplazar el cepillo Esta técnica se repite a lo largo de
ambas encías tantas veces como sea necesario para conseguir darles un masaje en toda su
extensión.
El peligro de un cepillado incorrecto

Tan importante como efectuar un correcto cepillado es evitar un cepillado inadecuado


ineficaz y perjudicial como es el que se realiza al mover enérgicamente el cepillo en sentido
horizontal hacia uno y otro lado. Aparentemente esta es la forma más fácil y cómoda de
cepillarse los dientes pero resulta inútil porque no sólo no permite arrancar la placa
bacteriana de toda la superficie dental como hace el cepillado vertical sino que la arrastra
sobré la dentadura. Constituye además una actuación peligrosa porque un enérgico
cepillado horizontal puede dañar la superficie de los dientes e irritar las encías.

Dr. Pedro Barreda

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