Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
TEMA
HIPNOTICOS
CURSO
PSICOFARMACOLOGIA
PROFESOR
VILLALOBOS FARFAN, ALBERTO
INTEGRANTES
CUETO JARAMILLO, ROSA
DIAZ GUTIERREZ, RICHARD DIEGO
2009-II
INTRODUCCION
Los hipnóticos son fármacos que inducen el sueño por deprimir el sistema reticular
activador ascendente responsable de la vigilia. Al lado del sueño clásico y ortodoxo,
caracterizado por ondas lentas de alto voltaje, existe una segunda forma de sueño
denominado activado o paradójico, caracterizado por desincronización cortical y una
hipersincronización del riencéfalo: en este tipo de sueño aparecen contraindicaciones
musculares involuntarias con tono muscular casi nulo, movimientos muy rápidos de los
ojos, intensa actividad onírica, respiración irregular, erección del pene, etc. Esta etapa
de sueño se denomina REM (del inglés rapid eye ‘movements’) o MOR (movimientos
oculares rápidos), suele presentarse de tres a cuatro veces cada noche con intervalos de
80–120 minutos, cada episodio dura de cinco minutos a una hora en el adulto; la fase de
REM constituya el 20% del tiempo de sueño total. Los hipnóticos empleados
habitualmente reducen a la mitad o menos el periodo de REM o MOR, que es un
periodo de intenso estrés vegetativo. Al suprimirse la administración de hipnóticos por
un fenómeno de rebote hay un aumento de las cifras de REM con aparición frecuente de
pesadillas; en este fenómeno se basan algunos enfermos para no retirar la medicación
hipnótica y pudiera explicar el porqué de la dependencia física a este grupo de
medicamentos.
Estos fármacos a dosis medias se comportan como hipnóticos: a dosis bajas, como
sedantes y a dosis altas como anestésicos generales. No son medicamentos depresores
selectivos del sistema nervioso central como los tranquilizadores menores.
HIPNÓTICOS
ORIGEN
CONCEPTO
Hipnóticos orales
Los hipnóticos por vía oral se usan en el tratamiento de insomnio severo. Lo mejor para
un tratamiento del insomnio es el enfoque multidisciplinario, además de los
medicamentos, ya que numerosos psicotrópicos (no todos) son hábito-formadores.
Antes de prescribir medicación para casos severos de insomnio, un profesional
recomendará diferentes aperturas terapéuticas, como: otros patrones de preparación para
el sueño, ejercicios, terapia psicológica.
a. Barbitúricos:
Son un tipo de fármaco depresor que causa relajación y somnolencia. Actúan como
sedantes del sistema nervioso central y, por virtud, producen un amplio esquema de
efectos, desde sedación suave hasta anestesia. En forma endovenosa el Pentotal ha sido
el más utilizado para la inducción de la anestesia aunque en los últimos años está siendo
desplazado por el Propofol, de vida media más corta. Los barbitúricos son derivados del
ácido barbitúrico.
b. Propofol:
c. Etomidato:
El etomidato adminsitrado por vía intravenosa puede causar dolor. Puede haber vomitos
durante la induccion o la recuperacion. Tambien puede haber mioclonos en perros y
gatos. La mayoria de estos efectos adversos pueden evitarse adminsitrando de forma
correcta los fármacos preanestésicos. En resumen, el etomidato podría ser un fármaco
útil para la induccion de animales con traumas graves, enfermedad hepática o
cardiovascular avanzada, lesiones intracraneales, y aquellos en estado crítico que
requieren una cesárea.
d. Ketamina:
Puede administrarse por múltiple vias (oral, intranasal, rectal, respiratoria, intravenosa,
intramuscular) aunques la más frecuentes en el ámbito recreativo son la oral y la
intranasal, y en menor grado la intramuscular.
e. Benzodiazepinas:
Son medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el SNC, con efectos sedantes e
hipnóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos, amnésicos y miorrelajantes (relajantes
musculares).1 Es por ello que las benzodiazepinas son usados en medicina para la
terapia de la ansiedad, insomnia y otros estados afectivos, así como las epilepsias,
abstinencia alcohólica y espasmos musculares. Son también usados en ciertos
procedimientos invasivos como la endoscopía o dentales cuando el paciente presenta
ansiedad o para inducir sedación y anestesia.2 Los individuos que abusan de drogas
estimulantes con frecuencia se administran benzodiazepinas para calmar su estado
anímico. A menudo se usan benzodiazepinas para tratar los estados de pánico causados
en las intoxicaciones por alucinógenos.
COMPOSICIÓN
FARMACOLOGÍA
Los sedantes hipnóticos se administran por vía oral o intravenosa. Deprimen el SNC de
manera no selectiva (a excepción de las benzodiacepinas que deprimen básicamente el
sistema límbico) y dependiendo de la dosis, producen diferentes efectos. Dosis bajas
disminuyen la intranquilidad, la tensión emocional y la ansiedad sin mermar
ostensiblemente la percepción sensorial y el estado de alerta; dosis medias provocan
calma o somnolencia (sedación); dosis altas, sueño (hipnosis farmacológica); y dosis
mayores, inconsciencia, anestesia quirúrgica, coma y depresión fatal en las funciones
respiratoria y cardiaca.
Usos terapéuticos
Las benzodiacepinas, aunque son menos tóxicas que los barbitúricos, provocan
desinhibición, ataraxia, disartria y errores en el rendimiento. Todos los sedantes
hipnóticos producen efectos clínicos acumulativos (con la repetición de la dosis),
sinergismo aditivo o supraditivo (cuando se administran con otra clase de sedantes o
alcohol) y residuales (después de la terminación del tratamiento). A largo plazo lesionan
las funciones sexuales. Además, los barbitúricos son fármacos muy duros para el hígado
y el riñón, lesionan el cerebelo, producen erupciones cutáneas, dolores articulares,
neuralgias, caídas de tensión, estreñimiento y tendencia al colapso cardiaco. Es
importante destacar que no se debe conducir o manejar maquinaria bajo los efectos de
este tipo de fármacos.
Potencial de dependencia
Los sedantes hipnóticos tienen un alto potencial de tolerancia y adictividad tanto física
como psíquica. A los pocos meses de administraciones altas de benzodiacepinas, el
síndrome de abstinencia se manifiesta en deformaciones perceptuales, desmayos e
hiperreactividad a estímulos externos con convulsiones hasta el decimosegundo día de
la supresión. En el caso de los barbitúricos, los síndromes de abstinencia son más
graves, de hecho son semejantes en morbilidad y mortalidad a la abstinencia de alcohol
en dipsómanos. La suspensión súbita de barbitúricos puede producir ataques epilépticos
graves e incluso mortales, aunque como se desasimilan de modo lento, la reacción de
retirada puede producirse una o dos semanas después de la interrupción. La aparición de
la tolerancia no hace retroceder los límites de las dosis letales y al ir en aumento las
tomas va reduciéndose el margen de seguridad para el usuario. Para que se desencadene
el síndrome abstinencial bastan cuatro semanas de usar a diario dosis altas y seis con
dosis medias. Entre sus síntomas se encuentran: inquietud, nerviosismo constante,
temblores, debilidad, náuseas y vómito. Estos síntomas son progresivos y llegan a ser
más graves que los producidos por opiáceos, suscitando un cuadro de delirium tremens
con crisis epilépticas cuyo desenlace es muchas veces mortal.
BIBLIOGRAFIA