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1º Dar a cada ser humano lo

que exijan sus necesidades, sin


que en la satisfacción de las
mismas tenga otras limitaciones
que las impuestas por las posibilidades
de la economía.
2º Solicitar de cada ser humano
la aportación máxima de sus
esfuerzos a tenor de las necesidades
de la sociedad, teniendo
en cuenta las condiciones físicas
y morales de cada individuo.
(...) se declaran abolidos: la
propiedad privada, el Estado,
el principio de autoridad y, por
consiguiente, las clases que dividen
a los hombres en explotadores
y explotados, oprimidos
y opresores. Socializada la
riqueza, las organizaciones de
los productores, ya libres, se encargarán
de la administración
directa de la producción y del
consumo".

onisio Bianchi, el diario La Protesta, y el anarquismo rosarino


de Juan Manuel Ferrario, el Viernes, 01 de abril de 2011 a las 23:00
Hacia el mes de noviembre del año 2008, se acercó a mi domicilio, en la zona oeste
de Rosario, Magdalena Bianchi, hija del anarquista Dionisio Bianchi, para donar
los libros que había podido conservar de su padre, a la Biblioteca y Archivo Históri
co Social "Alberto Ghiraldo", cuando yo aún militaba allí.
Los libros de su padre corrieron distintos destinos. Según testimonio de Magdalena
, el grueso de la biblioteca de Dionisio, fue prendida fuego por él mismo, y con t
errible dolor, durante la sangrienta dictadura inaugurada en Argentina en 1976.
Tenía miedo de que ese material fuera hallado por los militares, en los diversos o
perativos "rastrillo" que hacían, controlando manzana por manzana.
De esta manera, Dionisio, pensando en el riesgo que ello implicaba, decidió quemar
los en su casa de calle Montevideo al 6500, en pleno barrio Belgrano, en el oest
e rosarino.
Allí se perdió entre las llamas, material anarquista de inestimable valor cultural y
combativo. No obstante, amante de los libros, como todo anarquista auténtico, con
servó algunos ejemplares, engañándose a sí mismo, para no quemarlos a todos.
Y quiso la mala suerte, propia también de los ácratas, que los libros que se salvaro
n de las llamas, no tuvieron la misma fortuna con el agua, cuando un techo de su
casa, que estaba en reparación, no resistió una torrencial lluvia. Y muchas otras h
istorias valiosas, naufragaron. Lo que no quemó el fuego lo ahogó el agua.
Sin embargo, es cierta aquella frase que dice que el anarquismo es como el Ave Fén
ix, porque resurge de sus propias cenizas. Y fue así que algunos libros de Dionisi
o, llegaron con vida a mis manos y de allí a la Biblioteca "Alberto Ghiraldo".
Entre las cosas rescatadas recuerdo que había muchas obras de Krishnamurti, autor
muy leído por los anarquistas de la primera mitad del siglo XX.
También pudo salvarse el famoso Certamen del diario La Protesta, aparecido en 1927
. Se trata de una especie de catálogo donde se citaba todo lo editado por el famos
o diario anarquista, desde su fundación a fines del sigo XIX, cuando aún se llamaba
"La Protesta Humana", hasta el año 1927. Allí figuraban todos los folletos y libros ác
ratas editados por dicho periódico.
Magdalena me miró a los ojos al entregarlo, y señaló que su padre siempre le decía: "Est
o conservalo porque es muy valioso".
Se donaron también , si mi memoria no me falla, revistas del anarquismo español, com
o la revista"Estudios" y otras parecidas.
La hija de Dionisio sabía de mi interés por documentar parte de la desconocida y olv
idada historia del anarquismo rosarino, y me entregó una pequeña reseña escrita por el
la, donde resumía a grandes rasgos, la vida y la militancia de su padre Dionisio,
quien a su vez también habría sido hijo de anarquistas, porque su nombre lo dice tod
o.
De esta forma pasaré a describir, gracias a Magdalena (nombre no casual viniendo d
e un padre anarquista), la historia de su papá.
Dionisio Bianchi nació en Paraná, provincia de Entre Ríos, en 1915. En 1932 se radicó en
Rosario (1) teniendo 18 años, donde comenzó a trabajar en la Empresa Mixta de Trans
porte. Allí, nos cuenta su hija, se relaciona con compañeros de trabajo, que luchaba
n por mejorar su estilo de vida.
Las demandas obreras por las que peleaban eran la reducción de la jornada laboral
, tener una mutual y servicio médico para el trabajador y su familia, y vacaciones
pagas, entre otros reclamos.
Entre los compañeros de trabajo había libertarios, socialistas y de otras corrientes
. Como todo joven, sintió justo el reclamo anarquista, que además trascendía el ámbito l
aboral, aspirando a una revolución social integral.
En Rosario participa de mitines y reuniones donde se hacen charlas y conferencia
s sobre los pensadores anarquistas locales e internacionales. Así se fue formando
Dionisio en los ideales ácratas.
Aquí conoce libros y periódicos que le hablan al obrero del comunismo anárquico, como
el diario "La Protesta", del cual será encargado de su venta y distribución el mismo
Dionisio, durante 30 años, clausuras y cierres de por medio.(2)
Participó de pintadas nocturnas en las calles rosarinas, donde se exigía la libertad
de compañeros apresados, como así también a la hora de pegar afiches libertarios en l
a ciudad.
Su grupo se reunía en locales cedidos por los gremios de oficios varios de la FORA
(Federación Obrera Regional Argentina), sobre todo el de Obreros Navales. Cuando
los locales sindicales eran clausurados por los distintos gobiernos, del color q
ue fuera, se reunían en domicilios particulares de obreros rosarinos vinculados a
la FORA.
El mismo hogar de Dionisio sirvió de reunión de muchos anarquistas locales. También g
uardaba en su casa, corriendo gran riesgo, el mimeógrafo con el que imprimían la pro
paganda ácrata. Si la cosa se complicaba, se juntaban en plazas públicas, parques y
la zona portuaria, donde la concurrencia era masiva. Muchos de los asistentes er
an obreros deseosos de información, que sólo confiaban en los anarquistas, ya que es
tos han sido siempre ajenos a cualquier politiquería o cargo burocrático.
En los años 50, la participación de Dionisio Bianchi se centró en la agitación por la li
beración de numerosos presos políticos, ya que el peronismo los perseguía sistemáticamen
te.
Su casa funcionó de centro de reunión durante muchos años. Eran reuniones informativas
y doctrinarias, donde, aclara su hija: "jamás se instigó a la violencia y mucho men
os al crimen".
En su hogar él mismo imprimió miles de panfletos con el miméografo manual, quitándole ho
ras al sueño y a su familia, en pos del ideal. También desde esa casa de calle Monte
video, se encargaba de la distribución del periódico "La Protesta".
Según nos cuenta su hija, en ese domicilio pararon compañeros de Buenos Aires y de o
tras ciudades, que venían a encuentros regionales realizados en Rosario.
Señalaba Magdalena, que el período peronista fue de una represión increíble hacia los an
arquistas, ya poco numerosos, porque estos denunciaban la manipulación que Perón eje
rcía sobre muchos trabajadores, con escasa formación ideológica y sindical.
Reproduciremos a continuación, una lista de nombres y apellidos, que su hija recue
rda, de compañeros anarquistas que militaron junto a su padre. Será grato saber que
un día, otros investigadores y militantes anarquistas, retomarán estos nombres para
sacarlos del olvido. Entre ellos recordamos a: Natalio Montedoro, Calcagno, Fran
cisco Magno, Julio y Aurelio Vázquez, Manuel Montenegro, Alvarez, José Parenti, José y
Ricardo Villamor, Pereyra (Padre) y Pereyra (Hijos), José Prada, Perelia o Perell
a, Cacho Prada, José Chanas o Charras, Alfredo Infante, José Hernández, José Ghiano, más c
onocido con su pseudónimo Edmundo Latelaro, Cabrera, Lucio Salvatore, Sergio Bodo,
Jorge Hernández, Díaz, los hermanos Pérez, Juan Pedro Etchenique, el genial Gaudencio
Lamarque (el papá de la famosa cantante Libertad Lamarque), hombre que cayó preso i
nnumerables veces, Benigno y Valeriano Vázquez, Prudencio Corea, Manuel De la Fuen
te, Cardillo, Prededigno Gaona Delgado, González, Moreno, Gambacurta, Alfredo Lucr
itelli, José Siriliano, J. Marchetti, los hermanos Colombo, Martín Finamori, famoso
croto anarquista, Juan Lazarte, Carlos Machado, J. C. Alvarez, América Libertad Fi
namori y Selva Finamori, hijas estás últimas de Martín.
Dionisio Bianchi, a quien llamaban con cariño "Angel", fue según nos cuenta Laura Ob
uljen, su nieta, hombre de una bondad y una transparencia que hoy no abundan, ca
racterística típica de los anarquistas de antaño, y falleció en el año 2000, siempre fiel
a su ideal.
Juan Manuel Ferrario, Rosario, 1 de abril de 2011.
Notas:
(1)Creemos que no es azaroso que Dionisio se haya instalado en Rosario para el año
1932, ya que en esta ciudad y en ese mismo año, se organizó el famoso congreso anar
quista, que daría fundación al Comité Regional de Relaciones Anarquistas, y tras dicho
Comité, se daría vida en 1935, a la Federación Anarco-Comunista Argentina, hoy conoci
da como Federación Libertaria Argentina, de la cual muchos de sus militantes, irían
un año después a combatir al franquismo, al estallar la guerra civil en España, y la r
evolución libertaria que ensayaron allí los anarquistas.
(2)Tras el golpe de Uriburu y la "década infame" de los años 30, más la represión que su
frió el anarquismo durante el peronismo, el diario "La Protesta" ya no tendría la mi
sma constancia y llegada que tuvo hasta 1930, dado que sus redactores eran expul
sados con la Ley de Residencia, sancionada entre 1902 y 1904, y complementada co
n la ley de "Defensa Social" de 1910, o eran enviados a la cárcel de Ushuaia, su l
ocal allanado e incendiado varias veces, y sus imprentas empastadas por la policía
y la Liga Patriótica Argentina.

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