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Si invertimos la polaridad del generador, la placa A será positiva y la B negativa de forma que la
diferencia de potencial VBA = VB - VA será ahora un número negativo. No obstante, en la placa A sigue
habiendo electrones y si la iluminamos podemos conseguir arrancar algunos de ellos. En estas
condiciones el campo eléctrico existente entre las placas hace que sobre los electrones (cargas
negativas) actúe una fuerza que se opone a su desplazamiento de A hacia B, ya que dichos electrones
son atraídos por A y repelidos por B , de modo que únicamente aquellos que son emitidos con la
suficiente energía cinética ( y en una dirección adecuada ), pueden conseguir llegar a B venciendo el
efecto del campo. Si seguimos disminuyendo VBA es decir, aumentando la fuerza de frenado sobre los
electrones, llegaremos a un valor negativo de la diferencia de potencial (- V 0) a partir del cual ningún
electrón alcanzará a placa B de modo que la intensidad de la corriente será nula.
Al valor absoluto V 0 de la citada diferencia de potencial, se le denomina potencial de frenado o de
detención
Podemos considerar que para diferencias de potencial mayores que -V0 los electrones que llegan a
la placa B lo hacen con una cierta energía cinética, pero que conforme nos vamos acercando a -V0
dicha energía cinética disminuye hasta anularse justo cuando se alcanza V BA = - V 0.
El valor dcl potencial de frenado se puede medir fácilmente con un voltímetro y nos
permite calcular la energía cinética máxima con que están siendo arrancados los electrones por la
radiación incidente. En efecto, basta aplicar la conocida relación entre el trabajo resultante y la
variación de energía cinética a uno de los electrones, con lo que:
W Fres = Δ E c Æ W Fe = Δ E c y como la fuerza electrostática es conservativa, WFe= - Δ Ep, de modo
que si consideramos el desplazamiento de A a B e igualamos las expresiones anteriores nos queda que:
- Δ E p A B = Δ E c A B es decir: - ( E p B - E pA) = - Ec A ya que, en nuestro caso, E c B = O.
Si ahora expresarnos la variación de energía potencial electrostática en función de la diferencia de
potencial entre las placas (ΔEp = q . ΔV), nos queda:
q e (V B - VA ) = E c A sien do q e la carga del electrón en valor absoluto y VB - VA la diferencia de
potencial entre las placas (negativa e igual a -V0). La expresión anterior se suele escribir como:
Ec=qe. V0
En la que ambas magnitudes serán positivas.
Si manteniendo el mismo tipo de radiación (misma frecuencia) aumentamos la intensidad de la misma
en un cierto valor, obtenemos la gráfica 2 y si repetimos el proceso la 3 (y así sucesivamente),
comprobando que el único efecto que conseguimos es aumentar el número de 'fotoelectrones" o
electrones liberados (lo que se traduce en un aumento de la intensidad de corriente), pero que,
sorprendentemente, la energía cinética con que surgen de la placa sigue siendo la misma.
El resultado anterior fue realmente sorprendente para los científicos de principios del siglo XX, porque
contradice la teoría clásica (ondulatoria) de la radiación ya que, de acuerdo con ella, al aumentar la
intensidad de la luz incidente, se aumenta la energía que transporta el frente de onda uniformemente
distribuida por el mismo, de modo que al incidir sobre la placa metálica los electrones deberían de
adquirir más energía cinética.
En 1905 Einstein publicó una serie de trabajos por los que consiguió el premio Nobel y en uno dc los
artículos daba la explicación de este problema, admitiendo que la radiación luminosa era una
distribución de "cuantos de luz" (fotones), cada uno de los cuales poseía una energía proporcional a la
frecuencia de dicha radiación E = h . ν
Ec = E - E 0 Æ E c = h ( ν - ν 0 )
En la expresión anterior hν representa la energía del fotón incidente h ν 0 energía mínima necesaria
para arrancar el electrón Conviene darse cuenta de que en ella se halla implícito el resultado que se
enuncia en el apartado c) según el cual la energía cinética crece linealmente con la frecuencia (a partir
de ν > ν 0 ) y que el valor de la pendiente de la recta será precisamente el de la constante h.
4. Calculad la energía cinética de los electrones liberados por un metal que forma parte de una
célula fotoeléctrica si el potencial de frenado es de 5 V. ( Carga del electrón 1'6 ,10 - 19 C ).
sol: Ec= 5eV = 8.l0 - 19 J
5. Una superficie metálica emite electrones cuando sobre ella incide luz verde pero no lo hace
cuando es amarilla. ¿Emitirá cuando la luz incidente sea azul? ¿Y si es roja? (Justificad la
respuesta).
sol: Con azul sí, y con roja no.
9-6. Que un determinado metal presente o no efecto fotoeléctrico, al ser iluminado con una
radiación de una cierta frecuencia, depende de:
a) La amplitud de la onda incidente.
b) El valor de la frecuencia.
c) Otros factores (especificar en su caso).
Señalad qué propuesta es la que se acepta como correcta razonando el porqué.
sol: Depende del valor de la frecuencia, de modo que el efecto fotoeléctrico sólo se presentará si la
frecuencia de la radiación utilizada es superior a la umbral, sea cual sea el valor de la amplitud.
Sabemos que la luz está formada por fotones y que la energía de cada uno de ellos viene dada por la
expresión: E f = h ν , siendo h la constante de Planck y ν la frecuencia que tenga la luz en cuestión. La
energía que emite una fuente luminosa por segundo coincide precisamente con el valor de la potencia
de dicha fuente, por tanto, cuanto mayor sea dicha potencia P, mayor será también el número de
fotones que se emitan por segundo. Por otra parte, como la energía de cada fotón es hν, cabe pensar
que, para una potencia dada, cuanto menor sea la frecuencia de la radiación, tantos más fotones se
estarán emitiendo cada segundo.
¿ Cómo podríamos determinar el número de fotones N emitidos por la fuente al cabo de un tiempo t?
De acuerdo con los razonamientos anteriores, podemos hallar la energía E emitida durante ese tiempo
y dividirla por la energía correspondiente a uno de los fotones que forman la radiación, de este modo:
N=E / Ef =P . t / h.ν
Hemos de ver ahora cómo podemos calcular la frecuencia (no se nos da directamente en el enunciado)
y finalmente determinar el número de fotones emitidos por segundo (que es lo que se nos pide).
Aunque no conocemos la frecuencia, sí que sabemos la longitud de onda de la radiación utilizada; y
como ambas magnitudes se hallan relacionadas, podemos obtener fácilmente la frecuencia. En efecto:
c = λ / T = λ . ν de modo que ν = c / λ siendo c la velocidad de propagación de la luz.
Consecuentemente N = P . t / h ν = P t λ / h c de donde podemos despejar el número de fotones
emitidos cada segundo sin más que dividir N por t: N/t = 4,89 l0 19 fotones
Recordemos que el valor del trabajo de extracción coincide con el de la mínima energía (E0) que hay
que suministrar a un electrón del metal para arrancarlo del mismo. En nuestro caso esta energía deberá
ser comunicada por un fotón de la radiación incidente, de modo que: E0 = h ν 0, por tanto:
Wextr = h ν 0
Si conocemos el trabajo de extracción, será inmediato conocer h ν 0 y, por, tanto, λ 0.
En efecto:λ 0 = c / ν 0 = c h / W extr
No obstante, antes de sustituir, hemos de expresar el Wextr en julios
10. Un metal emite fotoelectrones de energía cinética 2 eV al iluminar con luz de frecuencia
1,1.1015 Hz. Calculad la frecuencia de la luz con que hay que iluminar para que la energía
máxima de los fotoelectrones sea superior, en un 25%, a la del caso anterior.
En este problema se nos indica que, al irradiar un metal con fotones de una cierta frecuencia ν, se
arrancan electrones con una energía cinética de 2 eV. Esto significa que el fotón incidente posee una
energía (E = h.ν) superior a la de extracción (Eo = h.ν 0 ) en 2 eV. Si introducimos estas condiciones
en la ecuación fotoeléctrica de Einstein, nos queda:
hν = h ν 0 +Ec Æ E c= h ν - h ν 0 =h( ν - ν 0 )=2eV
¿ Cómo podemos aumentar la energía cinética con que surgen los electrones?
Si queremos que cada electrón extraído incremente la energía cinética con que sale en un 25%, habrá
que iluminar el metal con una radiación de mayor frecuencia ( ν ´ > ν ), para que los fotones sean más
energéticos (E ' = h.ν ' ), cumpliéndose entonces que:
Ec' = E '- E0 = hν '- h ν 0 = h ( ν '- νo) = 2 + 0,25 . 2 = 2 ,50 eV = 2,50 l,6 .10 - 19 J
Tenemos, pues, las dos expresiones siguientes:
Ec '= h. ν ' - hν 0
Ec = h ν- h ν 0
y necesitamos obtener la frecuencia ν ´ Como no sabemos el valor de la frecuencia umbral ν o,
podemos eliminarla multiplicando la segunda ecuación por - l y sumando ambas:
Si analizamos el resultado anterior, comprobaremos que la frecuencia pedida ν 'es mayor que la inicial
ν (como debía de ser para aumentar la energía cinética de los fotoelectrones) y coincide con ella si
imponemos la condición de que la diferencia entre las energías cinéticas sea nula.
11. Si la frecuencia umbral para la plata es 1,13 10 15 Hz, ¿cuál deberá ser la frecuencia de la
radiación incidente para que la energía cinética de los fotones emitidos sea de 2'6 eV?
sol: ν =l , 75 10 15 Hz
12. Si la frecuencia umbral de una superficie metálica es 4,63.1014 Hz, determinad la rapidez
inicial con que son emitidos los fotoelectrones al iluminar la superficie con una frecuencia de
8.1014 Hz
(h= 6,63 .10 - 34 J.s ; me = 9,1 .10 - 31 kg).
sol: v = 7 .l0 5 m/s
13. Si los fotoelectrones del cinc exigen un trabajo de extracción de 4,3 eV, ¿qué longitud de onda
máxima será capaz de extraer electrones?
sol: λ=2890 Aº
14. El trabajo de extracción para el caso del metal sodio es de 2'3 eV.
a)¿Cuál será la máxima longitud de onda que producirá emisión de fotoelectrones en dicho
metal?
b)Si la luz incidente fuera de 2000 A ¿cuál sería la energía cinética máxima de los electrones
extraídos?
Si conocemos la energía que, como mínimo, debemos suministrar para conseguir arrancar un electrón
del sodio, podremos saber también la frecuencia umbral o mínima necesaria para ello, la cual viene
dada por la expresión: E0=h ν 0 Æ ν 0 = E 0 / h y como la frecuencia de una radiación está relacionada
con la longitud de onda mediante c = λ ν , podemos obtener fácilmente que:
λ 0 = c / ν 0 = c h / E 0 = 5,4 . 10 - 7 m
Si se hace incidir sobre el sodio una radiación de 2000 Aº (2. 10 - 7 m), al ser de menor longitud de
onda (y por tanto más energética), sí que será capaz de arrancar electrones, pero además, el exceso de
energía del fotón se invertirá en energía cinética del electrón. Ello viene expresado en la ecuación
fotoeléctrica de Einstein en la forma:
Ec=hν - h ν 0 Æ Ec = h.c ( 1/ λ - 1 / λ 0 )=6, 26 . 10 - 19 J = 3,91 eV
El denominado efecto Compton se produce cuando un haz de fotones llega a una fina lámina de cristal
de calcita y, tras incidir en ella, se observa que una parte del haz atraviesa la lámina sin sufrir
modificación alguna y la otra se dispersa apareciendo radiación en todas direcciones (valores de φ,
entre 0 º y 180 º). Además se comprueba que la radiación que ha sido dispersada tiene distinta longitud
de onda y, por tanto, distinta frecuencia, según sea el ángulo de desviación.
Mediante medidas experimentales, Compton llegó a establecer la relación existente entre las longitudes
de onda de la radiación incidente y emergente, que viene dada por la expresión:
λ ´ - λ = h / m 0 c ( 1 - cos φ )
Como veremos en el ejercicio 24, esta expresión queda justificada teóricamente al interpretar el
fenómeno como un choque elástico entre los fotones incidentes y los electrones de los átomos del
cristal.
En la ecuación anterior se aprecia que la variación de la longitud de onda que se produce depende del
valor que tome la función l - cos φ .
Dicha función alcanza su valor máximo cuando φ = π rad, en cuyo caso: 1 - cos φ = 1+1 = 2 e Δ λ =
= 2h / m 0 c .
Analizando la ecuación es fácil darse cuenta también de que aquella radiación que atraviese la lámina
sin desviarse tendrá un Δ λ = 0.
Para el caso que nos plantean, en el que el ángulo de dispersión es φ = 30 0 , lo conocemos todo menos
λ ' (incógnita) y λ.
Esta última podemos determinaría si la relacionamos con la frecuencia: c = λ.ν Æ λ = c / ν; así pues:
λ - c / ν = h / m 0 c ( 1 - cos φ )y sustituyendo valores : λ = 1,3 . 10 - 12 m
Como podemos ver la longitud de onda de la radiación emergente es mayor que la de la incidente
17. Averiguad la variación de la cantidad de movimiento que sufren ciertos fotones, por efecto
Compton, si la variación relativa de su longitud de onda es del 1%.
sol: Δ p / p = 1%
Si quisiéramos conocer la energía cinética que tiene una partícula de masa m que se encuentra en
movimiento respecto de un cierto sistema de referencia, bastaría determinar: Ec = E - E0, de manera
que: E c = m 0 ( 1 - β 2 ) - 1/2 . c2 - m 0 c 2 = m 0 c 2 ( ( 1 - β 2 ) - 1/2 - 1 )
Si sustituimos en esta expresión β por v/c y suponemos que v es mucho menor que e, como se nos dice
en el enunciado, podríamos pensar que (v/c)2 es prácticamente 0 y en consecuencia obtendríamos:
Ec =m0 c 2 ( 1 - 1 ) =0
La conclusión anterior es absurda puesto que si se trata de una partícula en movimiento debe tener
energía cinética.
¿Dónde puede estar el error?
En el razonamiento anterior se ha cometido el fallo de suponer que (v/c)2 es despreciable, cuando, si
bien es cierto que su valor es muy pequeño, en este cálculo, como veremos a continuación, no se puede
ignorar.
Si tomamos ( 1 - β 2 ) - ½ y desarrollamos este binomio, obtendremos:
( 1 - β 2 ) - ½ = 1 + 1/2 β + 3/8 β 4 +...
y ahora, si consideramos que por ser v « c podemos despreciar a partir de β 4 (inclusive) y no a partir
de β 2 (como hicimos antes), tendremos:
20. Justificad que un fotón sea una partícula de masa en reposo nula.
Como sabemos, la radiación electromagnética está constituida por unas partículas especiales o
“cuantos" llamadas fotones que se desplazan en el vacío con una rapidez e de prácticamente 300.000
km /s (en el aire es aproximadamente la misma).
Cada uno de esos fotones dispone de una energía: E = h ν en donde h es una constante llamada
constante de Planck (6'63 10 - 34 J.s) y ν la frecuencia de la radiación de la que forma parte el fotón
en cuestión.Como partícula en movimiento, la energía total se puede determinar mediante la
expresión E = mc 2 , donde m es la masa en movimiento, cuyo valor viene dado según:
m = m 0 ( 1 - v2 / c2 ) - 1/2
Como para esta partícula v = c, tendremos: E = m 0 c 2 / 0
Esta última expresión tiene dos soluciones:
a) m 0 ≠ 0 y E = ∞, cosa que no puede suceder ya que por otro procedimiento hemos visto que la
energía de un fotón es finita y de valor h ν.
b) m o = 0 y E indeterminado, lo que sí puede ocurrir.
Así pues, de acuerdo con los razonamientos anteriores, la masa en reposo del fotón (mo) ha de valer 0.
Sabemos que un fotón se desplaza siempre con una rapidez c (en el vacío) y que su masa m o en reposo
es nula, pero eso no quiere decir que lo sea su masa m en movimiento; por tanto, si queremos obtener
su cantidad de movimiento haremos:
p = mc = m 0 ( 1 - v2 / c 2 ) - ½ . c = m 0 c . ( 1 - c2 / c 2 ) - ½ que como vemos queda indeterminada.
La conclusión anterior no significa otra cosa sino que de esa forma no podemos determinar la cantidad
de movimiento de un fotón; por tanto, debemos pensar en otro procedimiento que nos permita
determinaría.
Si tenemos en cuenta que la energía de un fotón se puede evaluar de dos formas:
bien con E = h ν, o bien con E = m .c 2 y esta última la expresamos como m.c = E/c, tendremos que
p = m.c = E /e, y sustituyendo E por h ν obtenemos finalmente que:
p = E/c = h ν/c = h / λ
22. Un electrón de un átomo de hidrógeno pasa desde un estado cuya energía es - 0,85 e V a otro que
es -10,2 e V. ¿Cuánto valdrá la cantidad de movimiento del fotón emitido?
sol: p = 5.10 - 27 kg.m/s.
23.En el efecto Compton se considera que el electrón sobre el que impacta el fotón incidente
tiene, tras el impacto, una energía E, dada por la expresión:
E = ( m 0 2 c4 + p2. c2 ) 1/2
Comprobad que dicha expresión es correcta.
Para justificar la expresión que se nos da en el enunciado, consideremos que la energía del electrón tras
el impacto (lo mismo que la de cualquier otra partícula en movimiento), valdrá:
E = me2 = m 0 . ( 1 - β 2 ) -. ½ . c 2 y su cantidad de movimiento será: p = m.v = m 0 ( 1 - β 2 ) - ½ .v
Si elevamos al cuadrado estas dos expresiones, obtenemos:
E 2 = m 0 c 4 ( 1 - β 2 ) - 1 para la energía y p 2 = m 0 v 2 ( 1 - β 2 ) -1 para la cantidad de movimiento
y si multiplicamos por c esta ultima expresión y la restamos de la primera nos queda:
de modo que E = ( m 0 2 c4 + p2. c2 ) 1/2 tal y como queríamos demostrar.
( h ν ) 2 - 2 h ν . h ν ´. cos φ +( h ν ´) 2 = ( h ν ) 2 - 2 h ν . h ν ´ + ( h ν ´) 2 + 2 m 0 c 2 ( h ν -hν´)
2 h ν . h ν ´( 1 - cos φ ) = m 0 c 2 ( h ν - h ν ´) y dividiendo por h 2 c2 obtenemos
1 / λ λ ´ ( 1 - cos φ ) = m 0 c / h ( ν / c - ν ´/ c ) y despejando
λ ´- λ = h / m 0 c ( 1 - cos φ )
25. ¿Qué idea básica introduce De Broglie acerca del comportamiento de la materia?
Tanto el efecto fotoeléctrico como el efecto Compton se pueden explicar, corno hemos visto,
asignando a la luz y a las radiaciones electromagnéticas en general un carácter discontinuo o
cuantizado. Esto podría interpretarse como un apoyo fundamental a la teoría corpuscular de la luz
cerrándose así una histórica polémica sobre si se trataba de una onda o estaba formada por partículas.
Sin embargo, los fenómenos de interferencia y de difracción que experimenta la luz, seguían sin poder
explicarse mediante la teoría corpuscular y había que hacerlo otorgándole naturaleza ondulatoria.
De acuerdo con todo ello hubo que admitir para los fotones un doble comportamiento onda-
corpúsculo, que interpretaremos asignándoles una naturaleza "dual" de tal forma que se pondría de
manifiesto uno u otro según el tipo de fenómeno en el que interviniese la radiación. El fotón aparece,
pues, como un concepto unificador de las propiedades corpusculares y ondulatorias de la radiación
electromagnética, tal y como queda reflejado en la expresión p = h / λ , que relaciona su cantidad de
movimiento (carácter corpuscular) con la longitud de onda (carácter ondulatorio).
Esta situación, junto con algunos problemas físicos que en la década de 1920-30 permanecían todavía
sin resolver, llevó al francés Louis de Broglie a exponer una nueva y atrevida hipótesis consistente
esencialmente en extender esa doble naturaleza de onda-corpúsculo de los fotones a todos los demás
objetos en movimiento, ya sean tan pequeños como un electrón o tan grandes como un planeta.
De Broglie generalizó la ecuación λ = h / mc, aplicable a los fotones que se mueven siempre a la
velocidad de la luz, afirmando que cualquier objeto que posea una cierta cantidad de movimiento mv
poseerá también un carácter ondulatorio tal que: λ = h / mv. Más tarde, los científicos americanos
Davisson y Germer verificaron la hipótesis de De Broglie al obtener fotografías que mostraban que los
electrones también experimentaban el fenómeno de la difracción (típicamente ondulatorio) y obtener a
partir de las mismas la longitud de onda asociada, comprobando que coincidía con el valor predicho
por la relación anterior (λ = h / mv).
Así pues, la idea básica que se introdujo en la física a partir de la hipótesis de De Broglie fue que todos
los objetos materiales, y no solamente el fotón, poseían una doble naturaleza ondulatoria-corpuscular.
La idea de la dualidad onda-corpúsculo planteaba no obstante nuevas interrogantes, como, por
ejemplo, en qué podían consistir las "ondas asociadas" a los objetos. Conviene señalar que se han dado
varias interpretaciones erróneas. Una de las más frecuentes consiste en imaginar fotones y electrones
como partículas clásicas que se mueven acompañadas de una onda, cuando en realidad partícula y onda
son la misma cosa, es decir, el concepto clásico de partícula material y de onda no existe. Todos los
sistemas físicos tienen los dos comportamientos, de modo que, según el tipo de fenómeno que estemos
analizando, podremos apreciar el carácter ondulatorio o el corpuscular. A diferencia de lo establecido
en la mecánica clásica, estos comportamientos no son excluyentes sino complementarios. Es algo así
como si sólo nos mostrasen un cilindro en dos posiciones tales que en unos casos nos pareciese un
rectángulo y en otros un círculo, aunque sabemos que en realidad no es lo uno ni lo otro ni tampoco la
simple suma de ambas cosas.
26. Los electrones de un microscopio electrónico son acelerados con una diferencia de potencial
de 12 kV. ¿Cuál será su longitud de onda asociada?
27.Calculad la longitud de onda asociada a un electrón que se desplaza con una rapidez de c/25.
sol: =6l0 - 11 m
28.¿Cuál será la longitud de onda asociada a un automóvil de 2.000 kg, que se desplaza a 144
km/h?
sol: = 8,29.l0 - 39 m
29. Determinad el cociente entre las longitudes de onda asociadas a un neutrón y a un electrón de
igual energía cinética. (m n = 1'675 10 - 27 kg; me = 9,11.10 - 31kg).
sol: λ n/ λ e = 2,33 .l0 - 2
por este hecho, pero ¿podemos afirmar lo mismo si se trata, por ejemplo, de un electrón? Sabemos que,
debido al efecto de la difracción, para poder medir una distancia que nos dé la posición con precisión
hemos de utilizar una luz cuya longitud de onda sea inferior al tamaño de aquello que se quiere medir.
Aunque en principio no hay ningún inconveniente en disponer de luz con una longitud de onda muy
corta, resulta que cuanto más pequeña sea , mayor será la frecuencia y, por tanto, la energía de los
fotones incidentes sobre el electrón, que afectarán a su cantidad de movimiento. Podríamos tratar de
disminuir la perturbación utilizando una luz de longitud de onda mayor, pero en ese caso, debido a la
difracción, la imprecisión en la determinación de la posición aumentaría.
El fenómeno anterior, no obstante, no debe ser identificado con el principio de incertidumbre, que se
seguiría cumpliendo aun en el hipotético caso de que pudiésemos observar el movimiento de partículas
sin “ perturbarlo " o aunque tuviésemos instrumentos de medida totalmente precisos. No son éstas las
causas del límite a la precisión con que podemos conocer la trayectoria de una partícula sino la propia
naturaleza dual de la materia, su carácter ondulatorio - corpuscular
Según el principio de incertidumbre, el producto de las imprecisiones con que se midan para un
instante dado la posición y la cantidad de movimiento de una partícula debe ser igual o mayor que h/4π
Δx.Δ p ≥ h 4π de donde Δx ≥ h/4 π .Δp
Como vemos, para conocer el limite que impone este principio a la localización de la partícula,
necesitamos conocer la imprecisión con que se mide la cantidad de movimiento (Δp). Ahora bien, la
cantidad de movimiento no es una magnitud que se haya medido directamente sino que se obtiene de
forma indirecta al sustituir los valores de m y de v en la expresión: p = m. v, de forma que la
imprecisión en p dependerá de la imprecisión con que se midan m y v.
Si, como se dice en el enunciado, la imprecisión cometida al medir la masa se puede considerar
despreciable frente a la de v, tendremos que:
Δp = m Δv = l0 - 6 .l0 - 3 = 10 - 9 kg. m/s y sustituyendo en la expresión inicial:
Δ x ≥ h / 4 π . Δ p ≥ 6,63 . 10 - 34 / (4 π . 10 - 9 ) = 5, 2 . 10 - 24 m
Como vemos, el límite que impone el principio de incertidumbre es totalmente irrelevante en el mundo
macroscópico, ya que ni somos capaces de alcanzar tal nivel de imprecisión ni, por otra parte, nos
interesaría. Una cuestión que podemos plantearnos es:
¿ Cómo cambia e1 el resultado si en lugar de la partícula considerada se tratase de un electrón que se
desplaza con igual rapidez y medida con la misma precisión?
Un análisis superficial de la situación (una partícula que se desplaza con la misma rapidez, etc.) podría
llevarnos a contestar que el resultado debería ser dcl mismo orden. Sin embargo, es preciso tener en
cuenta que la masa de un electrón es de 9 ,l . 10 - 31 kg, lo que hace que, al sustituir en la expresión que
nos da la imprecisión con que vendrá afectada su posición, obtengamos:
Δ x ≥ h / 4 π . Δ p ≥ 0,06 m
y si tenemos en cuenta el pequeñísimo tamaño del electrón, es fácil comprender que el límite impuesto
por el principio de incertidumbre es muy importante ya que tendríamos el electrón deslocalizado en
una longitud de 6 cm.
Una vez aceptado el carácter dual de la materia se desarrolló una nueva mecánica llamada Mecánica
Cuántica, para la que todo sistema físico está descrito por una función de onda Ψ (x, t) en la que x
representa la posición de un objeto que se moviera según una dirección representada por el eje X y t el
tiempo. Esta nueva mecánica, si bien es absolutamente general, al aplicarla al mundo macroscópico
obtiene los mismos resultados que se obtendrían haciendo uso de la Mecánica Clásica, por lo que
únicamente tiene interés cuando se aplica a sistemas físicos extraordinariamente pequeños o
"submicroscópicos" (electrones, protones, fotones, etc.)
¿Qué representa Ψ (x, t) para una partícula?
El valor Ψ 2. dx representa la probabilidad de que la partícula se encuentre entre las posiciones
x y x + dx en un cierto instante t. En efecto, si en un instante dado representásemos Ψ 2 en función de
la posición x, obtendríamos una curva como la de la figura adjunta, que nos indica la probabilidad de
encontrar la partícula en distintas posiciones.
Por tanto, la posición de una “ partícula" en movimiento no está perfectamente definida y únicamente
se puede hablar de la probabilidad de encontrarla en cierta posición. Esto es algo que se comprueba
experimentalmente, ya que cuando se realizan medidas repetidas de la posición de una partícula en las
mismas condiciones, se obtiene la curva de distribución anterior.
Si como hemos dicho Ψ (x, t) describe el estado de un sistema físico en el instante t,
¿qué expresión determina en la Mecánica Cuántica cómo evoluciona este sistema y, por tanto, su
Ψ con el tiempo?
En la dinámica clásica la ecuación de Newton: F = m a, o ecuación fundamental de la dinámica,
determina cómo evoluciona un sistema físico macroscópico con el tiempo.
Para la Mecánica Cuántica, fue Schródinger quien formuló la ecuación fundamental que describe cómo
evoluciona un sistema físico. Dicha ecuación puede escribirse para una partícula como:
d2Ψ/dx2 +4πm/h[e-U(x)]Ψ =0
en la que x representa el valor de la coordenada X, E la energía total, m la masa de la partícula y U la
energía potencial a que está sometida. Se trata de una ecuación que, como se puede apreciar, presenta
una cierta complejidad. Sin embargo ha tenido una importancia extraordinaria en el estudio de la
estructura subatómica de la materia y se le considera, con toda razón, como la ecuación fundamental de
la Mecánica Cuántica.